LA BATALLA DE LA VIDA ETERNA – PARTE 2

La salvación ofrecida por nuestro buen Dios, no sólo incluye el perdón absoluto de todos los pecados, además de eso Dios está empeñado en transformar nuestra manera de vivir, para que disfrutemos de una vida maravillosa, pero sobre todo para convertirnos en las personas adecuadas, para gobernar en el reino de los cielos...

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LA BATALLA DE LA VIDA ETERNA – PARTE 2

I. INTRODUCCIÓN

La salvación ofrecida por nuestro buen Dios, no sólo incluye el perdón absoluto de todos los pecados, además de eso Dios está empeñado en transformar nuestra manera de vivir, para que disfrutemos de una vida maravillosa, pero sobre todo para convertirnos en las personas adecuadas, para gobernar en el reino de los cielos. (Te imaginas un cielo gobernado por tramposos, mentirosos, gente de mal genio o iracunda, descuidada, perezosa… eso podría hacer el Cielo otro infierno) Cuando digo que sobre todo el propósito de Dios es transformarnos, es por qué no hay la más mínima duda, de que si pensamos lo que vamos a vivir en este tiempo en la tierra con este cuerpo, y lo compramos con la eternidad en la presencia de Dios, en esa comparación nuestra vida en la tierra termina siendo algo ínfimo o microscópico, y prácticamente sin valor comparado con la eternidad.

Es por eso que es muchísimo, muchísimo más valioso invertir en la eternidad, así toque de vez en cuando pasar por situaciones difíciles, qué invertir el tiempo en cosas que se perderán por completo cuando el mundo desaparezca. Por causa de esta comparación qué estoy haciendo fue que Jesús dijo:

Mateo 16.26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

La respuesta es; que además de pasar contentos a ratos por causa del pecado, no aprovechara de absolutamente nada mas. E inevitablemente traerá como consecuencia una pérdida de dimensiones eternas, donde lo más grave, es que ya no habrá absolutamente nada que hacer! Porque la escritura dice:

Hebreos 9.27–28 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Esa oportunidad de salvación al igual que la oportunidad de ser transformados, termina en el momento de nuestra muerte, y ya vimos la semana pasada que es algo en lo cual el hombre no tiene el más mínimo control.

En definitiva no hay nada más absurdo y contradictorio que no invertir para la eternidad!

¿Cómo invertir en la eternidad? Todo eso se logra reconociendo a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador… Esta frase con el tiempo termina siendo muy común entre nosotros los cristianos, y me da la impresión de que a veces nos olvidamos de su verdadero significado.

Lo que quiero recordar es que cuando alguien reconoce a Jesús como su Señor y su Salvador, de manera doble debe estar reconociendo que va a dejar de dirigir su vida, y va a comenzar a hacer lo que Dios le diga que debe hacer.

De manera doble porque quien reconoce ser pecador está reconociendo que no sabe hacer las cosas bien, por lo tanto no puede pensar en seguir dirigiendo su vida. Y quien reconoce a Jesús como su Señor como el que manda, como la máxima autoridad del universo, pues también debe estar dispuesto a obedecer.

Cuando esta es la clase de fe con que reconocemos al Señor, entonces habrá un genuino deseo de querer obedecer… y el Señor responderá haciendo todo lo que sea necesario para que le podamos obedecer.

La Escritura dice así:

1 Juan 2.23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.

Este texto confirma que la clave es reconocer a Jesucristo que es prácticamente lo mismo que reconocer al Padre. Este reconocimiento según el verso 25 nos permite disfrutar de la promesa de la vida eterna.

1 Juan 2.25. Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

La vida eterna es la promesa, es el premio que recibiremos por haberle creído y como consecuencia haberle obedecido, e insisto que es tan grande el premio que vale la pena pasar situaciones difíciles si es lo que toca hacer, para poder obedecerle.

Pero como hablamos en el estudio anterior, el ser cristiano también involucra una batalla y precisamente en medio de estos dos versículos, el apóstol menciona una de las condiciones para salir victorioso. Dice así: Dice así:

1 Juan 2.24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

“Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros…”

Esta frase nos da a entender, que especialmente en aquella época el evangelio que se predicaba era el correcto, y el enemigo al cual nos enfrentamos quiere pervertirlo.

Por eso la orden es que ese evangelio correcto debe permanecer en nosotros, y si alguien deja que el Evangelio sea pervertido, entonces esa es una señal de que la persona aunque se acercó a Dios realmente nunca obtuvo la salvación.

Esto que acabo de decir, lo confirma el apóstol Juan en su segunda carta cuando dice:

2 Juan 9–10 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.

La permanencia de Cristo en nosotros es la que nos permite permanecer en el evangelio correcto, pero quien no tiene a Cristo en su vida, quien solamente tiene fe pero no ha nacido de nuevo, si se puede toser muchísimo.

¿Cómo? Algunos por no aplicar el conocimiento recibido con el tiempo se olvidan de lo que Dios dice, y otros por la misma razón, por no estar dispuestos a obedecer caen víctimas de malas doctrinas que hace tiempo rondan por el mundo, de tal manera que lo que oyeron al principio ya no está en su corazón.

(Por esta iglesia han pasado personas que luego han terminado en las iglesias más espantosas…)

Recuerdo exhortando a un grupo de pastores, a los que les decía que: ¿Donde esta el evangelio predicado por Jesús, o dónde está el evangelio predicado y vivido por los discípulos de Jesús?

De ese evangelio no se habla, en lugar de tomar a Jesús o a Pedro o Pablo como ejemplos para la vida cristiana, ignorándolos a ellos se toma a los ricos de la escritura, como Abraham, Salomón, el rey David para enseñar un evangelio torcido con énfasis en la prosperidad…

Esta perversión del Evangelio incluye ignorar el Nuevo Pacto, lo mencionan pero no lo enseñan, por qué no les parece nada atractivo hablar de lo que los discípulos de Jesús pasaron, pues todos terminaron muertos por causa es su fidelidad al Señor.

Ese mensaje no es atrayente piensan ellos. Y es lo mismo que pensaron los judíos que no aceptaron a Jesús porque no vino como el mesías reinante, no les prometo riqueza ni prosperidad ni acabar con sus enemigos.

Los judíos que lo esperaban, no entendieron que primero tenía que venir como el mesías sufriente, para salvarnos y damos oportunidad de en su segunda venida comenzar a reinar.

Y por sus malos deseos y su incredulidad fueron usados por Satanás para pelear contra el Señor. Y luego continuaron peleando contra los discípulos del Señor para pervertir el Evangelio.

Por esta razón, por causa de aquella persecución que quiere eliminar el verdadero Evangelio, es que el apóstol Pablo escribió: Filipenses 3.1 Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.

Lo que está diciendo es; que es bueno para ellos que les repita las mismas cosas. ¿Porque? Porque se nos olvidan. Porque muchas de las enseñanzas que recibimos al no estar en una situación que la requiera pasa desapercibida. (Si hablamos de la disciplina de los hijos y usted no los tiene pues seguramente no retendrá mucho, y no por mucho tiempo)

Más aún algunos puede que en cierto momento digan: “Eso ya me lo se” Ok, que bueno, pero lo estás aplicando en tu vida, le estás haciendo caso a Dios en eso… porque si no, esa es precisamente la razón por la cual Dios te lo está repitiendo. Además no eres el único asistente a la iglesia, es decir hay otros que no han oído eso que tu si.

Luego el apóstol continúa y menciona a algunos de los enemigos:

Filipenses 3.2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.

El término perros se usaba en el viejo pacto como una comparación ofensiva con los despreciables perros callejeros. Jesús uso este término al decir: ”No deis lo santo a los perros ni a los cerdos” refiriéndose a personas con una maldad tan grande, que toman las verdades de Dios y las usan para confundir y hacer mas maldad, razón por la cual no debemos comunicarles esas perlas preciosas de la palabra de Dios.

El término perros también se usaba en la escritura para mencionar a los hombres homosexuales prostitutos, y dentro del contexto podemos entenderlo como personas que prostituyen el evangelio para obtener ganancia económica.

Por todo esto la recomendación es: Cuídese de personas malas, que pueden estar disfrazadas de mucha religiosidad, es decir lobos disfrazados de ovejas, que además envanecidos creen saber mucho, pero que están torciendo el verdadero Evangelio por buscar provecho personal.

Luego menciona los malos obreros, refiriéndose a aquellos que tienen ciertos cargos de autoridad en la iglesia, pero que no dejándose transformar por el Señor todavía tienen mal carácter, y entonces suelen ser duros, o egoístas en su trato con los hermanos en la fe.

También podemos incluir aquí a aquellos creyentes que a pesar de llevar tanto tiempo todavía se preocupan y angustian por muchas cosas lo cual se hace evidente por su comportamiento, o que son ambiciosos, o deshonestos, … Y entonces por tener una posición de liderazgo o por llevar mucho tiempo en la iglesia, su mal testimonio puede afectar negativamente a los hermanos en la fe, especialmente a los que llevan poco tiempo.

Cuídese de los malos obreros, no se deje contaminar de sus malas prácticas, y no deje que su mal testimonio te haga dudar del Señor Jesucristo, por qué no seguimos a hombres sino al mismísimo Señor.

Por último menciona a los mutiladores del cuerpo. Mutilar a alguien se entiende como arrancar una parte del cuerpo, que no sólo debe estar en su lugar sino que se necesita…

Los mutilados del cuerpo son aquellas personas que en su rebeldía buscan sacar a otros de las iglesias de sana doctrina.

Una cosa es salir bajo la dirección de Dios y otra ser mutilado, ser cortado de forma indebida, por supuesto alegando que es la voluntad de Dios.

Y por supuesto no es lo mismo sacar a alguien de una buena iglesia, que sacar a alguien de una iglesia donde se ha pervertido el Evangelio. De esas malas iglesias hay que sacar a los que más podamos.

Notemos que el común denominador de estos enemigos es pervertir de cualquier forma la palabra de Dios. Unos usándola mal, otros dando mal testimonio, otros dividiendo a la iglesia.

Y si nos preguntamos: ¿Por qué es ese su objetivo principal? Porque ese es el objetivo de las huestes de maldad, para que los hombres no acepten a Jesucristo y para que los que ya son cristianos no experimenten la vida eterna. Porque otra de las definiciones de la vida eterna es:

Juan 17.3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

La Vida Eterna la experimentamos como resultado de conocer a Jesucristo… Pero: ¿Y como lo conocemos? A través de su palabra, a través de los buenos testimonios, a través de la unidad la Iglesia, porque todo eso que recibimos nos ayuda en nuestra experiencia personal con Dios. Y es por eso que el apóstol nos advierte de aquellos personajes que busca alejarnos de una u otra forma de la palabra de Dios.

Por eso es importante que estemos vigilantes, de todas aquellas cosas que comienzan a quitarnos tiempo para estudiar o para recibir la palabra de Dios… Algunos llaman bendición de Dios una serie de ocupaciones que le quitan tiempo para el Señor, y no entienden que hay compromisos que podemos cambiar, relaciones que podemos acomodar, fiestas a las que podemos llegar después de las nueve, o aún la opción de venir el domingo en la mañana, etc.

Si no damos prioridad a nuestra adecuada alimentación espiritual, poco a poco iremos bajando la guardia…

Recién convertido me fui a trabajar a Guateque… A plomo el Señor me devolvió al día siguiente!!!

¿Por qué? Porque no hay nada tan valioso como la vida eterna, y la única forma de experimentarla es a través del conocimiento de Dios.

Me da la impresión de que todo lo que se diga para mostrar la importancia de la vida eterna se queda corto… Es decir: ¿Cómo hacer para entender y para comunicar la suprema importancia que tiene la salvación y la vida eterna?

Y pienso que se queda corto, por qué nuestras desobediencias a Dios son una evidencia de que no estamos valorando adecuadamente la vida eterna.

Imagine usted a alguien que no piense que sea importante a la vida eterna, y que se encuentre con el siguiente mensaje:

2 Timoteo 2.11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;

No aprecio la vida eterna, no aprecio la eternidad, y me acerco a Dios y me dice que no hay problema si me matan, cuando en realidad quiero que él me proteja de todas las cosas malas de este mundo… Pero si apreciamos la vida eterna lo que el texto dice es que: Si morimos viviremos eternamente con El.

Sólo la certeza de la salvación eterna puede destruir el arma más poderosa que tiene satanás sobre los hombres, que es el miedo a la muerte. Para eso murió y resucitó Jesús:

Hebreos 2.15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.

La pregunta es: Siendo cristiano desde hace mucho tiempo: ¿Todavía le tienes temor a la muerte?

El miedo… hace a los hombres esclavos de Satanás. Pero el génesis del miedo, el origen del miedo puede estar en el afán… Afán de no lograr, afán de perder, por eso la orden de Dios es: “Por nada nos podemos afanar”

Debemos ver la muerte como si tuviéramos en el garaje, un Audi, un Porche o un Ferrari… Pero por ahora estamos andando en un Renault cuatro, al cuál le hacemos el mantenimiento adecuado pero por lo viejo cada vez funciona peor, no hay remedio, llegará el día en que no funcione más… Pero tenemos la certeza que el día que deje de funcionar, tomamos las llaves y salimos en un súper auto último modelo.

La pregunta es: ¿Nos lamentaríamos porque dejó de funcionar el viejo vehículo? Por supuesto que no, como no debemos lamentarnos porque nuestro viejo cuerpo está dejando de funcionar, ya que cuando se dañe por completo, vamos a estrenar, uno que no se cansa, que no se envejece, que no le da cólicos, ni dolor de cabeza, ni le duelen las articulaciones, ni el coxis y que además puede transportarse por el espacio… Continúa el pasaje:

2 Timoteo 2.12 Si sufrimos, también reinaremos con él….

Si sufrimos, también reinaremos con El. En términos generales los hombres tenemos una mala idea acerca del sufrimiento. La idea no es qué pensemos que es una delicia sufrir porque no es cierto qué sea delicioso sufrir, a no ser que estemos enfermos mentalmente y seamos masoquistas.

Sin embargo la verdad es que no todos los sufrimientos son malos.

Por ejemplo, el dolor en nuestro cuerpo es algo que nos ayuda muchísimo, porque nos avisa que algo no está funcionando bien, y eso nos permite hacer las correcciones necesarias para que no haya un mayor daño. (La lepra lleva al que la padece a no sentir ningún dolor, razón por la cual se le caen poco a poco partes de su cuerpo. ¿Qué tal la mano sobre la estufa prendida sin darnos cuenta y sin sentir nada?)

De la misma manera el dolor en nuestra alma también es síntoma de que algo esta mal, y eso nos da la oportunidad de corregir nuestras creencias, trayendo como consecuencia crecimiento espiritual!

Pero también es importante entender que no todo dolor trae bendición, la escritura dice:

1 Pedro 3.17 Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.

Nosotros podemos por causa de hacer las cosas mal experimentar padecimiento, que en determinado momento podrían llevarnos al arrepentimiento para corregir nuestro proceder… Pero no es seguro que el dolor nos lleve al arrepentimiento, porque también podría llevarnos a cometer más maldad.

Matan un familiar y el tremendo dolor lo lleva a contratar un sicario para vengarse… Se daña una relación sentimental y el dolor y la rabia lo llevan a desahogarse involucrándose con cualquiera…

Pero lo que este pasaje nos hace entender es que no sólo se puede sufrir haciendo las cosas mal, sino que haciendo las cosas bien también podemos sufrir. Esto lo podemos ver más claramente si vamos cuatro versículos atrás, donde dice:

1 Pedro 3.13 ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?…

Lo primero que asegura en forma de pregunta, es que si nosotros hacemos lo correcto es decir la voluntad de Dios, estaremos completamente protegidos y absolutamente nos nadie nos podrá hacer daño.

Pero ojo esto es muy importante para no pervertir el Evangelio, éste no hacernos daño no se refiere a la parte física, sino nuestra vida espiritual y a nuestra alma, porque ya vimos que en otros pasajes el Señor nos anuncia que aún nos puede matar por hacer su voluntad.

La correcta interpretación de este pasaje es; que cualquier ataque con la intención de hacernos daño, cuando estamos haciendo la voluntad de Dios y cuando seguimos haciendo la voluntad de Dios, trae enorme bendición a nuestra vida, transformándonos en las personas adecuadas para poder gobernar…. por eso dice que: “Si sufrimos también reinaremos con el.” Continúa el pasaje:

1 Pedro 3.14–15 Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 15sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

Si por hacer lo correcto parecemos entonces somos bienaventurados, no debemos tener temor de los ataques, lo más grave que podrían hacernos es matarnos y eso nos daría la oportunidad de estrenar cuerpo.

Por eso debemos aprovechar esas situaciones para santificar al Señor, para dar testimonio, para enseñar a otros la razón por la cual vivimos diferente.

El pasaje continua:

2 Timoteo 2.12–13 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.

”Si le negaremos el también nos negará” Esta parte del pasaje me parece un poco complicada o difícil de entender, porque también menciona ser infieles… Y eso nos debe llevar a establecer una clara diferencia entre negar al Señor y ser infieles, que según el pasaje son dos cosas diferentes con resultados diferentes.

Si le negamos el también nos negará, pero si somos infieles el permanece fiel.

Por eso creo que la negación debe entenderse como la acción que tomamos los hombres para evitar la persecución, mientras que la falta de fidelidad tiene que ver con dejar que la carne tome el control.

Creo que el caso más claro que encontramos en la Biblia es el caso del apóstol Pedro, donde aún habiendo sido advertido por el Señor, de todos modos al momento de la verdad para evitar la persecución lo negó tres veces.

Marcos 14.70–71 Pero él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos. 71Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis.

Cuando negamos al Señor lo hacemos para evitar persecución, discriminación, vergüenza…. No es lo mismo ser cristiano de la secreta que negar al Señor cuando somos confrontados respecto de nuestra fe.

El Señor Jesús dijo:

Mateo 10.32–33 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

¿Qué significa que el Señor Jesucristo nos niegue delante de su padre?… En otra ocasión:

Marcos 8.38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

¿Qué significará que el señor Jesucristo se avergüence de nosotros en su venida?

¿Les da vergüenza delante de los incrédulos decir que se están guardando para el matrimonio?

¿Les da vergüenza decir que van a una iglesia cristiana?

LA NECESIDAD DE LA PERSECUCIÓN

Pero: ¿Porqué es tan grave que neguemos al Señor para evitar la persecución? Para responder podemos hacernos algunas preguntas la primera es: ¿Porque Dios no detiene la persecución? Y la respuesta es, si Dios no detiene la persecución es porque en ella hay bendición para nuestras vidas!

En los primeros tiempos del cristianismo los discípulos fueron perseguidos duramente, sin embargo cuando revisamos la forma en que ellos oraron…

Hechos de los Apóstoles 4.29–31 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. 31Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

Como Dios a dicho que él tiene cuidado de nosotros, estos hombres ni siquiera pidieron protección para sus vidas. El que los estuvieran persiguiendo no era por falta de la protección de Dios, pero como en medio de la persecución ellos podrían negarlo, lo que ellos piden es la habilidad de compartir con sabiduría el Evangelio.

Si nos preguntamos: ¿Qué valor tiene que no pequemos si no tenemos la oportunidad de pecar?

¿Qué valor tiene la fidelidad de un hombre con su mujer… si no hay con quien ser infiel? (Claro hoy hay que hablar también de la infidelidad de los hombres con otros hombres, y de las mujeres con otras mujeres)

O ¿Qué valor tiene que usted venga a la iglesia si no tiene absolutamente nada más que hacer? (¿Es así como usted hace, que viene la iglesia si nada le estorba?)

Más aún… ¿Que valor tiene la voluntad de un hombre cuando no puede ni siquiera tomar la decisión de pecar porque no le dan oportunidad?

Igual podemos preguntarnos: ¿Qué qué valor tiene que confesemos al Señor delante de los hombres, si cada vez que lo hacemos todos nos aplauden? Pues muy poco, pero si lo hacemos en medio de la persecución eso si tiene un gran valor.

Éste negar al Señor es prácticamente como una traición.

No es eso lo que hacen en las guerras los que no quieren padecer los ataques y la dominación del enemigo… se pasan al otro bando.

No es eso lo que nos muestra la Biblia que hizo la ramera en la ciudad de Jericó…. Por supuesto el problema no es traicionar… el problema es a quien, porque en el caso de esta mujer traicionó al equipo perdedor… y se pasó al bando de Dios.

Por supuesto el cristiano puede hacer esto mismo si quiere evitar la persecución… el problema con el cristiano es que tiene que traicionar al equipo ganador… y quedarse con el perdedor lo cual al final de cuentas no es conveniente.

Me ha pasado más de una vez que comienzan a hablar mal de los pastores sin saber que yo soy pastor, y cuando han dicho cosas terribles yo les digo que soy pastor… Y aprovecho para compartir…

Un hermano se subió un taxi donde el chofer estaba hablando mal de los pastores, entonces le pregunto al taxista: “Usted no me va a hacer el paseo millonario”… El taxista un poco asombrado dijo que no, y mi hermano le dijo: “Pero como hay taxistas que si lo hacen” El contesto: pero no todos! Mi hermano le dijo, “Así como hay buenos taxistas también hay buenos pastores”

La persecución no es el ofrecimiento… la persecución es el costo.

Es algo así como… si un padre tuviera cinco hijos y decidiera regalarle a uno de ellos un bellísimo auto. Sólo a uno de ellos. Y como el padre conoce a los demás le advierte a su hijo… te voy a dar un auto… si me lo recibes vas a despertar la envidia de tus hermanos… que seguramente te molestaran… ¿lo quieres recibir?

En la medida que usted verdaderamente conoce de Dios… despierta no sólo la envidia, sino el odio de Satanás… el cual hará todo lo posible para que usted desista de caminar en la voluntad de Dios.

Lo otro que debemos entender acerca de la persecución lo entendemos a leer la experiencia del apóstol Pablo frente a la persecución. Él escribió:

2 Timoteo 3:11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.

Hasta ese momento de todas las persecuciones lo había liberado, pero al final terminó muriendo por causa de las persecuciones. Nuestra confianza no debe estar en que siempre Dios nos defenderá de la persecución, sino en que viviremos exactamente hasta el día en que Dios lo decida, y ese será el mejor día de nuestra vida, por qué nos encontraremos con él.

Sin embargo mientras estuvo vivo el logro ver cómo las persecuciones trajeron bendición a la iglesia por eso escribe:

Filipenses 1:12 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio,

Esto es cierto no solamente en la vida de Pablo… esto puede ser cierto en la vida de cualquiera de nosotros. Y cuando digo puede. Lo digo porque depende de nosotros que se convierta o no en bendición. El apóstol continúa:

Filipenses 1: 13 al 14.. de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. 14Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.

Explica que eso, encarcelarlo, que fue hecho con el propósito de impedir que predicara la palabra, ha traído como consecuencia que se esté comunicando todavía mucho más la palabra.

Por supuesto la razón por la cual cobran ánimo, no es solamente el hecho de que el apóstol este preso… sino la actitud de victoria que ha tomado respecto de esta situación. Esta actitud es el testimonio que ha motivado a otros a seguir predicando el evangelio.

Si estuviese en la cárcel quejándose, llorando, clamando por la injusticia cometida contra el, pidiendo del Señor venganza sobre sus enemigos… con toda seguridad esta actitud llenaría de cobardía a los demás creyentes, pues no desearían estar en la misma situación.

Esto muestra una vez más que Dios puede tomar las peores intenciones de nuestros peores enemigos y volverlas bendición en nuestra vida.

Aún había un grupo de enemigos de Pablo que aprovechando que estaba en la cárcel, como le tenían envidia y se mantenían peleando con el, aprovecharon la situación y comenzaron a compartir de Cristo, para buscar menguar el ministerio del apóstol Pablo.

Más… ¿Como recibe el apóstol esta nueva situación de persecución? Dice la escritura:

Filipenses 1:15 al 18. Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. 16Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; 17pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. 18¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

El apóstol se alegra de que Cristo sea anunciado… Las motivaciones con las cuales lo están anunciando no es problema, eso es un asunto que cada uno tendrá que resolver delante de Dios… a él le alegra que el evangelio esté siendo predicado. Continua diciendo:

Filipenses 1.19–20 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, 20conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.

“Con toda confianza como siempre” Notemos que aunque dice que por causa de las oraciones esto resultará en su liberación, no está asegurando que va a salir de la cárcel, lo que está asegurando es que será libre, ya sea porque el Señor lo saca de la cárcel, o ya sea porque el Señor se lo lleva a su presencia

Eso quiere decir que cuando él dice: ”Con toda confianza como siempre” es porque tiene absoluta confianza en que la voluntad de Dios es lo mejor cualquiera que ella sea.

Esa es la verdadera fe, la que nos lleva a desear la voluntad de Dios aún sin saber cuál sea, porque tenemos la certeza que no hay nada mejor que la perfecta voluntad de Dios!

Pero cuando tenemos fe en que los asuntos se arreglaran de cierta o de tal manera, podemos adivinar y gozarnos, pero podemos estrellarnos y lamentarnos, por que la verdadera fe debe estar en que la voluntad de Dios es perfecta

Ahora cuando aprendemos a confiar en que la voluntad de Dios es lo mejor cualquiera que sea, es cuando verdaderamente comenzamos a vivir para él. Y ese es el verdadero objetivo de nuestra existencia.

Nos es igual con el que cree que vive para Dios. El que cree que vive para Dios pero no confía en que la buena voluntad de Dios es perfecta se estrella con la realidad de su incredulidad, no sólo cuando llega la muerte… cuando llegan los problemas. Y puede orar y clamar pero recibirá muy poco.

Es como el joven rico que pensaba que vivía para Dios… y cuando el Señor le dijo: Sígueme. No fue capaz.

Los que viven para sí mismos, o para disfrutar del mundo, cuando Dios los llama… la verdad toca llevárselos obligados.

Lo que siguió escribiendo el apóstol Pablo confirma lo que estoy diciendo:

Filipenses 1:22 al 26. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. 25Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, 26para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.

Sin embargo está convencido que todavía Dios lo quiero usar a favor de la obra… por eso aunque en el desarrollo de sus pensamientos concluye y está dispuesto a morir en ese momento, por estar convencido que de cualquier forma Cristo se glorificara en su vida… sabe que no morirá todavía.

El privilegio no es solamente para el, pues continúa escribiendo:

Filipenses 1:29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 30teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.

¿Que significa esto?

El creer en Jesucristo, nos hacer partícipes de privilegios espectaculares comenzando por la justificación, nos convierte en la habitación del Espíritu Santo, nos promete un futuro en el milenio y en la Jerusalén celestial inmejorable… pero… también nos hace partícipes de la obra de salvación.

Este es uno de los aspectos poco recordados por los creyentes, ignoramos continuamente la gravedad del pecado, ignoramos lo grande del daño producido por el pecado, ignoramos que como el pecado es dar rienda suelta para hacer lo que nos gusta… dejar de pecar, es usar el dominio propio para negarnos lo que nos gusta y hacer lo que no estamos acostumbrados, que tampoco nos gusta, es decir… la voluntad de Dios.

Todo esto implica inevitablemente un proceso doloroso…. pero ojo… sólo para la carne… para el ego. Mientras que para el espíritu resulta en un proceso cada vez más gozoso.

COMO MANTENERSE VICTORIOSO

Filipenses 4:8 al 9. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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