DISCÍPULO O SIMPATIZANTE – PARTE 5

¿Cuál este evento más importante que debemos esperar los cristianos?... No hay duda que de las cosas más importantes que debemos creer y esperar los cristianos, es nuestro encuentro con él. Ya sea por que vayamos a su presencia, al morir, o porque se cumpla el tiempo en que él regrese por nosotros.

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DISCÍPULO O SIMPATIZANTE – PARTE 5

I. INTRODUCCIÓN

¿Cuál este evento más importante que debemos esperar los cristianos?…

No hay duda que de las cosas más importantes que debemos creer y esperar los cristianos, es nuestro encuentro con él. Ya sea por que vayamos a su presencia, al morir, o porque se cumpla el tiempo en que él regrese por nosotros.

Es tan importante que en la santa cena, ceremonia en la que anunciamos su muerte, siendo esta el evento pasado más importante para nosotros, ya que su sacrificio nos permitió convertirnos en sus hijos otorgándonos la salvación, esta cena, es algo que debemos celebrar, dice la escritura, hasta que el venga.

1 Corintios 11.26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

La expresión: ”hasta que el venga” está definiendo un límite de tiempo. Y cuando se cumpla el tiempo de su venida habrá una serie de cambios en la tierra, en el que nosotros sus hijos seremos beneficiados de manera total y absoluta, pues será el inicio de nuestra nueva vida en su presencia, donde todas las cosas malas serán excluidas, donde la tierra será totalmente restaurada, donde con un cuerpo totalmente nuevo gobernaremos con él, y muy importante, donde seremos premiados por haberle servido.

Vivimos para ese futuro. Y allí es donde veremos que valieron la pena todos los tratos, todas las enseñanzas, todas las pruebas que soportamos haciéndole caso. Por lo tanto, no anhelar su regreso, no desear nuestro encuentro con el sería una enorme contradicción, sería como no tener o haber perdido la esperanza. Es tan importante esperar su venida que dice la escritura:

2 Timoteo 4.8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Que hay una corona de justicia para aquellos que aman su venida, es decir para aquellos que desean su regreso.

Y la corona tiene el nombre de justicia, porque cuando el regrese se hará absoluta justicia, y de allí en adelante todo será hecho con justicia, no habrá cómo sobornar a los gobernantes, no habrá como encubrir las mentiras ni cómo distorsionar la verdad, se gobernará como dice la escritura con vara de hierro, dando a entender que quien haga las cosas de mala manera, no podrá escapar y su castigo será muy fuerte e inminente.

Un gobierno justo, de cual participaremos nosotros, traerá todos los beneficios que el hombre necesita, no habrá miseria ni pobreza, no habrá hambre, no habrá enfermedad, todos tendrá todo lo que realmente necesiten, para poder vivir conociendo más y más a Dios, y así disfrutar de su amor por 1.000 años.

Esto implica que si nuestro corazón ha sido cambiado, a los cristianos nos debe afligir la injusticia que vemos alrededor, y por esa razón anhelamos su venida que corregirá todas estas cosas.

La pregunta es: ¿Cuántos de todo corazón deseamos que el Señor venga ya, y cambie todas estas cosas?

La escritura hace la siguiente descripción del comportamiento de aquellos que no desean ni creen que el Señor vendrá:

2 Pedro 3.3–4 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

El creer que Jesús no volverá, los lleva a burlarse, pienso que de aquellos que si creemos que volverá, y de todo tipo de autoridad, para poder vivir según sus concupiscencias, es decir practicando el pecado.

Sin embargo Dios quiere que tengamos por cierto que el regresará, y por esto el señor Jesús lo dijo con claridad…

Juan 14.2–3 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

No fue algo que se le ocurrió a último momento, porque este evento el Señor lo ha anunciado a través de diversas profecías, por ejemplo:

Isaías 40.10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro…

Obviamente nadie podrá contra su poder. Razón por la cual el ejercerá su señorío sobre toda la creación, y dará la recompensa y la paga por lo que cada uno haya echo o dejado de hacer.

Su recompensa y paga será de dos clases. Por un lado premiará a aquellos que le sirvieron, (como vimos la semana pasada) pero también castigara a aquellos que se le opusieron.

Y allí yo a veces sueño despierto, imaginándome poder ver la cara de aquellos que lo largo de mi vida me han menospreciado, han tratado de hacerme daño, han saboteado, han acabado con ministerios que hemos levantado, han dividido la iglesia, han robado discípulos engañándolos… Y me daría un gusto muy grande que frente a mí el Señor les dijera:

”Mi siervo tenía razón, ustedes estaban equivocados. Y por no haber creído lo que a través de el yo les enseñaba, ustedes han perdido una gran recompensa”.

Pienso de esta manera con base en lo que Jesús dijo a sus discípulos:

Juan 20.23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

No es que nosotros tengamos la potestad de perdonar o no según nuestro antojo. Pero cuando hablamos lo que Dios nos manda hablar y la gente rechaza el mensaje, los pecados están siendo retenidos, pues al no aceptar el mensaje como palabra de Dios… Los seguirán cometiendo.

Y por eso pienso que me gustaría que Dios me respaldará frente aquellos que no creyeron en lo que él me mandó a enseñar… Pero también pienso: ¿Qué tan espiritual será ese deseo?

Porque cuando pienso en eso, el otro lado de la moneda que es que creo que lo que yo debería hacer, es seguir orando por mis enemigos, entre los cuales hay algunos malos discípulos o simpatizantes, para que se conviertan de verdad, y sean perdonados al igual que yo lo he sido por el Señor.

Además, cuando hacemos estos juicios sobre el comportamiento de la gente, fácilmente nos podemos equivocar al no comprender la verdadera condición de ellos. A veces juzgamos duramente al la gente por cierto comportamiento, por sus errores, pero cuando conocemos su historia nuestra opinión cambia.

Cuando Jonás predico en Nínive, al ver que Dios los perdono se molesto porque creía que merecían ser destruidos. Sin embargo el Señor le dice:

Jonás 4.11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Igual nos puede suceder al juzgar a otros, especialmente cuando su maldad nos han afectado, pues allí le metemos lo de la viga y la paja. Es decir agrandamos los pecados de ellos y achicamos los nuestros… Concluyendo que deben ser castigados duramente.

Pero Dios no comete ese error, sus juicios siempre son perfectos y por esta razón si continuamos leyendo en Isaías dice:

Isaías 40.11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.

Cuando dice: “Pastoreará suavemente a la recién nacidas” Está hablando de un trato más dedicado y delicado, a causa de la debilidad de aquel que acaba de nacer.

Y como obviamente se refiere al nacimiento espiritual que es el realmente importante, porque es la razón para la cual hemos sido creados, entonces debemos entender que los recién paridos son aquellos que por estar comenzando su vida cristiana, no entienden casi nada, porque su concepto del bien y del mal todavía es igual al del mundo producto de no conocer la palabra de Dios.

¿Qué es lo que hace Dios con ellos? Los pastorea suavemente. Y: ¿Qué es pastorearlos suavemente?

Si hacemos una comparación con lo que vemos en la naturaleza, pastorearlos suavemente implicaría cuidarlos para que por su cortada edad y su falta de experiencia, no vayan a sufrir ningún accidente, o no les ocurra algo que les haga daño… Cosa en la cual no podemos dudar de que el cuidado de Dios por nosotros sea así gracias a su poder, soberanía y sabiduría.

Lo cierto es que hay muchas cosas de las cuales Dios nos protege, y ni siquiera nos damos cuenta. También sabemos que hay muchas cosas que Dios no nos da, porque a causa de nuestro poco crecimiento espiritual nos harían daño. Y hay otras muchas que nos suceden que pensamos que no convienen, pero Dios que conocen nuestro corazón sabe qué es lo que necesitamos.

Y lo mismo que Dios hace nos pide hacer con nuestros discípulos. Un ejemplo de este cuidado está en la recomendación que hace acerca del liderazgo, pues dice que no podemos poner a dirigir…

1 Timoteo 3.6–7 Por lo tanto, el dirigente no debe ser un recién convertido, no sea que se llene de orgullo y caiga bajo la misma condenación en que cayó el diablo. 7También debe ser respetado entre los no creyentes, para que no caiga en deshonra y en alguna trampa del diablo.

El orgullo de ocupar una posición de liderazgo hace imposible recibir revelación de parte de Dios, porque Dios resiste a los soberbios. Y al no recibir revelación de parte de Dios, terminan predicando su propio evangelio, y convencidos de estar haciendo lo correcto en realidad terminan estando de parte de Satanás.

Cosa diferente ocurre con aquel que habiendo crecido espiritualmente, reconoce de todo corazón que es un pecador. (además ese es uno de los verdaderos resultados de conocer a Dios) Y cuando reconocemos que somos pecadores también entendemos que lo poco o lo mucho que hacemos, es gracias a que Dios en su misericordia nos usa.

Por supuesto no falta el orgulloso que confiese ser un completo inútil delante de Dios, pero que al hacerlo se sienta orgulloso de reconocerlo. Es decir un orgulloso disfrazado.

Pero cuando de verdad reconocemos lo pecadores que somos, el reconocimiento de esta verdad no sólo nos hará libres del orgullo, lo cual también eliminará la rebeldía, y además nos llevará a tratar con paciencia y misericordia a los que vienen detrás de nosotros.

Un pastoreo suave también quiere decir que al discípulo se le irá enseñando la verdad poco a poco, porque si se le habla con mucha claridad de ciertos asuntos espirituales, por su falta de confianza en Dios puede darle un cólico espiritual, que estancara su crecimiento en lugar de ayudarle.

Cuando Jesús enseñó:

Mateo 7.6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

Está diciendo que si le damos las preciosas verdades de la palabra de Dios, a personas que no están dispuestas a obedecer a Dios, por su falta de confianza en Dios, ellos al no entender y malinterpretar lo recibido, vendrán contra nosotros con la intención de hacernos daño, y además podrán hacernos quedar muy mal frente a la gente que tampoco conoce a Dios, como si fuéramos los más necios y brutos de este planeta… Lo cual sería levantar una barrera más que dificultará su conversión.

Alguien estudiando el método de enseñanza de Jesús, decía que el trataba de que los discípulos descubrieran la verdad por sí mismos… Lo cual quiere decir que Jesús les daba cierta información, les daba testimonio, esperaba que ellos pensaran y meditaran en esas cosas, y luego preguntaba:

Marcos 8.27 Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?

Y luego preguntaba a sus discípulos que pensaban ellos:

Marcos 8.29 Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo.

Este proceso de enseñanza a los discípulos puede ser tan lento o tan rápido como sea su fe. Entre más confianza tenga una persona en Dios, entre más rápido entienda quién es realmente el Señor, más fácil le será entender y creer en las verdades de su palabra.

Hay por ejemplo ciertos temas que a algunos cristianos les produce cólico espiritual, y no hay duda que es por su falta de confianza en Dios.

A algunos el tema de la soberanía los tiene graves, no lo logran concebir un Dios bueno que ordena situaciones difíciles y muy dolorosas, para salvar eternamente a la gente, o para el crecimiento espiritual a sus hijos… Y esta falta de comprensión les hace reaccionar mal contra la gente y las circunstancias en lugar de revisar su corazón.

Después de cierta predica una discípula, o más bien una simpatizante me dijo: “Yo no creo lo que enseñaste hoy” Le respondí; estudia el libro de Job, allí es claro como Dios usa a satanás y las situaciones difíciles para bendecir a sus hijos… Y me respondió: “No lo voy a leer”

Pasado un tiempo veo que el hijo de ella tiene mismo problema con la soberanía de Dios, razón por la cual también se fue de la iglesia arrastrando a su familia. No son capaces de creer que Dios puede organizar todo a nuestro alrededor respetando la libertad de las personas.

Hay otros que tienen problema con la enseñanza que da la escritura acerca del dinero. O acerca del juicio eterno, o acerca del matrimonio respecto de quién debe casarse y quien no puede separarse, o acerca de la disciplina de los hijos, o del perdón, etc.

Y esa incapacidad para comprender las verdades de Dios por su falta de fe, era una de las razones por las cuales Jesús hablaba en parábolas. Ya leímos:

Mateo 13:10-13 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? 11El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 13Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

A los que no tienen fe no les es dado comprender sus enseñanzas. Eso quiere decir que una enseñanza de Dios que se recibe con fe, se ve como una tremenda bendición, pero cuando no se recibe con fe, se ve como estorbo, como algo malo, como algo que no debe ser.

Es por esto que después de una enseñanza o un sermón algunos pueden salir muy contentos y otros muy aburridos…

Recuerdo una discípula que iba a enseñar acerca de los diezmos… Y se lleno de temor porque el marido de su discípula a la que le iba a enseñar, la atacaba todo el tiempo con eso, diciéndole que la iglesia solo pretendía robarla. Ella le respondía que nunca le habían pedido dinero. Y el le decía que no demoraban en hacerlo. Pero como en el manual de temas básicos esa era la enseñanza que seguía, le dije a la discípula que la diera.

Al hacerlo, era tal la confianza de su discípula en el Señor que al recibir la enseñanza dijo: “Qué pena con el Señor, yo robándole toda la vida y sin embargo el sigue dándome la provisión” Y desde ese día comenzó a obedecer Dios.

Pero: ¿Porque los hombres sin fe, o los cristianos inmaduros con poca fe les cuesta tanto trabajo recibir ciertas enseñanzas de la palabra de Dios? El apóstol Pablo nos explica:

1 Corintios 2.6- 8 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

El apóstol Pablo dice, que el auténtico cristianismo del cual hablamos los que hemos alcanzado madurez, es algo qué no es de este siglo, es decir que no es conocido en el mundo… Porque si hubiese sido conocido en el mundo entonces hubieran aceptado a Jesucristo como el Señor, y no lo hubieran llevado la Cruz.

Repito: Si el mensaje que vino a traer Jesús fuera un mensaje conocido en el mundo, o un mensaje que respaldara lo que el mundo cree, por supuesto que lo hubieran aceptado.

Y esa es la razón por la cual, por la falta de confianza en Dios, algunos tienen serios problemas para recibir la verdad del Evangelio, porque es un mensaje completamente opuesto a lo que el mundo enseña.

Y es por eso que todo depende de la fe en Jesús. Porque sólo la fe en Jesús puede llevarnos a dudar de aquello que hemos creído que es verdad en el mundo, y poder así aceptar el mensaje de Jesús como verdadero.

Porque si el mensaje del Evangelio es opuesto al mensaje del mundo, por supuesto debemos decidir a quien creer… Y solo el que tiene una fe real en Jesucristo tomará la decisión correcta.

Por ejemplo; el sermón del monte es considerado por los estudiosos bíblicos como un mensaje supremamente importante acerca de lo que realmente es el cristianismo. ¿Pero qué es lo que este sermón enseña? Pues dice cosas como:

Mateo 5.3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Y entonces; a quién se le ocurre, que ser de espíritu apocado, qué ser una persona que se rinde con facilidad ante las situaciones difíciles, qué piensa que no puede enfrentar la vida… Sea una persona triplemente bendecida, (eso significa ser bienaventurado) y que además sea merecedora de entrar al reino de los cielos.

Cuando lo que piensa el mundo es que las personas echadas para adelante, con un fuerte carácter o temperamento, que logran imponerse ante todas las situaciones y revelarse frente a cualquier persona, son las que logran el éxito… Por esto cuando los incrédulos escuchan este mensaje, lo que piensan es que enseñamos que los cristianos debemos ser mensos para ser bendecidos. Y por supuesto no lo pueden entender como una bendición, ni lo quieren vivir.

Luego continúa diciendo:

Mateo 5.4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Si usted es una persona que sufre. Tranquilo un día recibirán consolación. ¿Será ese un buen mensaje para una persona del mundo, que busca no sufrir o sufrir lo mínimo para lograr sus objetivos? Por supuesto que no, parece un mensaje para derrotados, que los mantendrá derrotados esperando una futura consolación que a lo mejor nunca llega. Luego dice:

Mateo 5.5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Una persona mansa es una persona que acepta ser dirigida, que reconoce con facilidad lo que hace mal y está dispuesta a cambiar. Aquí dice que esas personas recibirán la tierra como herencia.

Sin embargo lo que vemos en el mundo es que aquellos que desplazan a los campesinos, o aquellos que están matando a los que reclaman sus tierras, son los que se quedan con ellas… ¿Cuantas guerras se han librado por quitarle el territorio a los demás? Muchísimas. Por lo tanto este mensaje es 100% anti mundo. Luego continua:

Mateo 5.6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

¿Qué puede entender una persona que escucha esto? Será que entiende que es una tremenda bendición si lo están tratando con injusticias, si lo castigan sin merecerlo… O si lo roban y quienes lo hacen no reciben ningún tipo de castigo.

Es decir: ¿Qué de bueno tiene ser tratado con injusticia para luego quién sabe cuándo, ser saciado?

Si saltamos al verso 10 leemos:

Mateo 5.10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Donde dice que usted puede sentirse muy, pero muy feliz si por hacer lo correcto lo están persiguiendo. Porque de usted es el reino de los cielos.

Es decir reafirma lo anterior, que los demás son injustos y por mas justo que sea usted lo van a seguir tratando con injusticia… Y que tranquilo porque suyo es el reino de los cielos.

Tratemos de pensar en qué significan todos estos ofrecimientos de recibir consolación, de ser saciados, de recibir justicia, de recibir la tierra por heredad, de estar en el reino de los cielos, cuando estemos muertos. Para las personas del mundo que piensan que la muerte es el final de absolutamente todo, estos ofrecimientos no significa nada.

Para los que no creen en la eternidad, en la resurrección, en su encuentro con Dios, esos ofrecimientos resultan un engaño total, una farsa, algo sin sentido, peor aún cuando le dicen que pase situaciones difíciles haciendo lo correcto, para obtener lo que nunca creen que obtendrán…

Si a alguien le dicen: “Mira yo te voy a pagar la deuda cuando te mueras” Podrá ver en eso un buen ofrecimiento, o una razón para pasar por situaciones difíciles haciendo lo correcto, cuando piensa que al final no va a recibir nada porque estará muerto.

Eso quiere decir, insisto, que el mensaje cristiano no sólo es opuesto al mundo, sino que las recompensas que ofrece no valen absolutamente nada para aquel que no cree en la eternidad, la resurrección y en el regreso del Señor Jesús.

La gente del mundo ama al mundo… Y el Señor en su palabra dice:

1 Juan 2.15–17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Pero además de estos objetivos tan opuestos, donde el propósito no es conquistar el mundo sino llegar a vivir en santidad, hay otra cosa que el mundo no conoce, que ni siquiera el pueblo de Israel con las escrituras llego a conocer, que es un mensaje que Dios encargo al apóstol Pablo de comunicar.

La verdad es que hay varios misterios revelados, como por ejemplo que los gentiles también somos participes de la salvación al igual que el pueblo de Israel… Que Dios ha hecho de nosotros un solo cuerpo, etc…

El apóstol Pablo, al final de la carta a los Romanos donde ha revelado varios de estos misterios dice:

Romanos 16.25–27 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, 26pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, 27al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.

Le está dando la gloria al único que puede confirmarnos esas verdades, esos misterios ocultos desde tiempos eternos.

Pero entre las muchas cosas reveladas que nunca el mundo conoció, el habla de un misterio en particular que es supremamente importante, y lo es, porque conocer este misterio es lo único que hace posible que podamos vivir el auténtico cristianismo. ¿Cuál es este misterio?

Colosenses 1.26–28 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, 28a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;

Ese misterio revelado súper importante es: ”Cristo en nosotros la esperanza de gloria” Y esta frase apunta directamente al nuevo nacimiento, qué es el que hace la diferencia entre un simpatizante que aunque tiene fe no ha obtenido la salvación, y un verdadero hijo de Dios que ya es salvo.

Cuando la humanidad perdió la confianza en Dios, hecho que ocurrió en el paraíso, de allí en adelante el hombre se ha esforzado por vivir recuperando lo que perdió en el paraíso…

Este esfuerzo del hombre es lo que la escritura llama vivir en la carne…

El hombre busca una buena vida, con propósito, con abundancia, con seguridad, y con felicidad… Pero el problema es que esa clase de vida sólo puede ser vivida confiando verdaderamente en Dios.

Y al no tener su confianza depositada en Dios, pues el hombre ha echado mano de lo que él es, y de los recursos que puede conseguir, para tratar de vivir esa clase de vida que sólo Dios puede ofrecer.

Si miramos todas las religiones del mundo y aun cuando miramos el viejo pacto en la escritura, la buena vida del hombre depende de su esfuerzo personal, de cuanto logre cumplir con la exigencia de Dios para ser bendecido por el.

Y allí me refiero al Dios real que bendice a quienes le obedecen, pero también me refiero a esos dioses falsos que el mundo adora, como el dinero, como la prosperidad, como la vanidad o el orgullo, los cuales imponen ciertas normas para que sus seguidores puedan disfrutar de la felicidad que les ofrecen…

Pero la clave de todo esto siempre ha estado depositada en el esfuerzo personal.

Aún el falso cristianismo, el que viven los simpatizantes se desarrolla a través de esto. Pues enseñan que tú debes pronunciar palabras positivas para que tu vida sea positiva, palabra de bendición para ser bendecidos, porque si llegas a pronunciar palabras negativas quedas frito… Es decir los buenos resultados dependen de tu capacidad para producir pensamientos y palabras positivas. Y eso es vivir en la carne, en el poder, la determinación y la fuerza humana.

En el mundo mensaje es: Tu puedes, tú eres un campeón, como dicen en cierta iglesia de mala doctrina, “Saca el campeón que hay dentro de ti”… Pero absolutamente nada de eso funciona, y en los que les funciona, es decir en los que logran sus objetivos en el mundo terminan, perdiéndose eternamente. Por eso digo que en realidad nada funciona.

¿Qué es lo que funciona? “Cristo en nosotros la esperanza de gloria” Sólo cuando por la fe dejamos que Jesucristo tome el control de nuestra vida.

Aclarando que cuando realmente le dejamos tomar el control no hay duda que le obedecemos… Muchos se engañan pensando y diciendo que están siendo controlados por Jesús cuando en realidad le desobedecen todo el tiempo.

Sólo la presencia de Cristo en nosotros asegura nuestra salvación, y nuestra obediencia a su voluntad.

Apóstol Pablo lo explica así:

Gálatas 2.19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios…

Lo primero que manifiesta es que la ley lo mata. Al decir esto se refiere a la ley del viejo pacto, donde si una persona obedecía a Dios sería bendecida en todo sentido. Sin embargo con excepción a Jesucristo ninguna persona jamás logró cumplir con la ley, por lo tanto ninguno ha sido merecedor de una buena vida, mucho menos de la salvación.

Esta ley del viejo pacto puede compararse con la ley que cualquier hombre tiene, donde el cumplimiento de su propia ley le permitirá vivir la vida que anhela… Y donde el fracaso del hombre es evidente, porque jamás logra una felicidad completa ni duradera. Mucho menos la salvación eterna.

Este fracaso, esta imposibilidad de alcanzar el estándar y de cosechar lo necesario, debe llevar a la persona a reconocer su incapacidad, de tal manera que decida buscar a Dios para lograrlo.

Cuando una persona toma esta decisión, normalmente no sólo producto del fracaso sino del reconocimiento de su incapacidad para vivir una vida feliz. Lo siguiente que debe pasar es:

Gálatas 2.20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí….

Que así como Cristo fue crucificado para matar allí las enemistades… El hombre debe coger toda su vida, todos sus sueños, todos sus anhelos, todas sus mañas y pecados y crucificar todo eso en la cruz para que todo eso muera… De tal manera que siendo libre de todo eso, pueda dar el control de su vida al Señor y poder así decir: “Ya no vivo yo más Cristo vive en mí”

Es decir; no sólo se trata de confiar en que lo que Dios nos pida hacer es lo mejor, sino de entender que nosotros en nuestra capacidad no lo podemos realizar. Solo Cristo en nosotros lo puedo hacer, para lo cual es necesario haber nacido espiritualmente y mantenerse confiando en él. El apóstol continúa diciendo:

Gálatas 2.20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Reconocer nuestra incapacidad, confiar en lo que Dios tiene para nosotros, seguir sus instrucciones, estar seguro de su amor y de su capacidad para amarnos, es lo que nos llevará a entregarle el control de nuestra vida.

Algunos cuando comienza la vida cristiana dicen cosas como; ”La vida cristiana es muy difícil”

Es la forma como ellos la perciben, pero es una completa mentira, pues el Señor Jesús dice:

Mateo 11.28–30 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Que es mucho más fácil entregar el control de nuestra vida al Señor, que vivir en nuestro esfuerzo personal sin su bendición. Entonces la pregunta es: ¿Qué es lo que hace ver difícil la vida cristiana?

¿Que es más difícil vivir preocupado todo el tiempo o no preocuparse por absolutamente nada?

¿Que es más difícil vivir con miedo no tener ningún temor?

¿Qué es más difícil vivir confiando en la provisión de Dios o vivir esclavo del trabajo y de la codicia?

¿Qué es más difícil esperar que Dios organice nuestra vida de la mejor manera o luchar por hacer las cosas a nuestro antojo?

¿Donde entonces está el problema? Sencillo: En la fe. Cuando no confiamos en Dios la vida cristiana no es difícil, es imposible vivirla. Cuando confiamos en Dios la vida sin Cristo nos parece terriblemente difícil.

Y volvemos con lo mismo. ¿Por qué no confiamos en Dios? Porque confiamos en nosotros mismos.

Pero… Quién sabe más… Quién puede más… Cuando Job peleaba con Dios argumentando un sin número de razones, el Señor le dijo:

Job 40.2–5 ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto. 3Entonces respondió Job a Jehová, y dijo: 4 He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. 5 Una vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a hablar.

Entendió que el solo hecho de pelear contra Dios, de discutirle, de no creerle, era algo terriblemente absurdo.

Cómo se le ocurre a una criatura insignificante rebelarse contra su creador, el Todopoderoso… Hacerlo es evidencia de una terrible esclavitud mental y espiritual… Y sólo el nuevo nacimiento nos puede libra de eso.

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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