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LA PROTECCIÓN QUE RECIBIMOS DE DIOS – PARTE 1

I. INTRODUCCIÓN

Juan 1:9 al 11 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Creo que todos sabemos el final de esta historia, donde Jesús es llevado a la cruz, pero no porque Dios haya fracasado en su intento de salvar al hombre, sino al contrario, la muerte y la resurrección es lo que han hecho que el plan de Dios haya tenido éxito en proveer salvación para los hombres…

Parte de esta espectacular victoria que los hombres no pueden entender, aunque es lo que en esta época se celebra casi que a nivel mundial, dice así:

Colosenses 2:13–15 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

La muerte que el texto menciona se refiere a la muerte espiritual que con lleva a la muerte eterna. La muerte eterna es la misma condenación eterna, que es algo que por supuesto los hombres del mundo no creen. Y su incredulidad respecto de su muerte espiritual les impide recibir la vida eterna que Dios ofrece, junto con el perdón de pecados.

El beneficio de la semana Santa no es que podemos ir a pasear aprovechando las vacaciones que nos dan, el beneficio es qué Jesucristo al ir a la cruz quitó el acta de los decretos, es decir las acusaciones que había en contra de nosotros, que nos hacían merecedores de esa condenación eterna. Al hacer esto ganó la batalla contra los principados y las potestades al librarnos de su poder y todo esto fue posible gracias a su muerte en la cruz y a la resurrección.

El asunto Super importante es que estos beneficios sólo pueden ser obtenidos confiando verdaderamente en Jesús, lo cual implica reconocerlo como Señor y Salvador de nuestras vidas.

Pero el texto que leímos dice que los suyos no le recibieron. Algunos argumentan que cuando dice que a lo suyo vino, se refiere sólo a los sacerdotes que lo rechazaron, y dicen esto para tratar de justificar al pueblo de Israel, pero la escritura nos confirma que la gran mayoría del pueblo lo rechazó, y por eso clamaron por su crucifixión.

La excepción fueron sus discípulos, y aunque otros muchos le creyeron, la clave estuvo en que estos discípulos fielmente compartieron el mensaje.

Pero el rechazo que el pueblo de Israel hizo con Jesús, no sólo se debió a que ignoraban que estaban muertos espiritualmente, sino que también ignoraban que eran esclavos del mundo, y que esa esclavitud es la que les hacia pensar que lejos, muy lejos de necesitar que alguien perdonare sus pecados, lo que creían necesitar es que alguien mejorare su situación exterior en todo sentido… Buenas relaciones, buena salud, buena economía buena protección etc.


Pero éste problema no es sólo del pueblo de Israel. Por qué lo normal es que cada persona que está sufriendo, que no está contenta con su vida, lo que piensa que lo sacará de esa situación es que su situación mejore, buscando buenas relaciones, marido o esposa, buscando salud, buscando dinero… Porque piensa que si tuviese esas cosas entonces su vida sería feliz.

Revisemos… ¿Cuantos de nosotros cuando no estamos contentos con nuestra vida pensamos en las cosas que necesitamos que creemos que nos harán felices… Y cuantos cuando no estamos felices tenemos la certeza que el problema es la maldad y el pecado que hay en nuestra vida?

En el caso del pueblo de Israel este pensamiento lo reforzaron con una mala interpretación de la escritura, pues tomaron una profecía que es anunciada bastantes veces por varios profetas, en la cual el reino de Israel será poderoso y reinará por siempre. Ahora; esta profecía es cierta, el problema es que la aplicaron para una época equivocada. Algunos de los textos son:

Daniel 2:44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,

El gran error fue no entender que primero tenían que ser salvos de la condenación, la esclavitud y de sus pecados, para luego en la época futura participar de este reino. Y como Jesús no les ofreció en esa época hacerlos el pueblo más poderoso de la tierra, terminaron pensando que era un mentiroso, impostor y blasfemo y por eso lo crucificaron.

Cometieron el error de ver sólo lo que querían ver, y no entendieron que las profecías de Jesús se iban a cumplir en dos venidas. La primera como cordero de Dios para salvarnos del pecado, y la segunda venida como el Rey de Reyes y Señor de Señores.

En la escritura encontramos que hay 333 profecías acerca de Jesús, de estas 109 se cumplieron en su primera venida, y las 224 restantes se cumplirán en su segunda venida.

El problema es que así como Jesús fue rechazado en su primera venida, también en este tiempo está siendo rechazado, al cometer el mismo error que cometieron los de la época de Jesús.

¿A qué me refiero? A que los hombres insisten en que la clave para la felicidad está en la clase del mundo que habitamos. Éste pensamiento es muy común entre los incrédulos… Pero también ha contaminado a la iglesia, la cual cometiendo el mismo error que el pueblo de Israel, es decir malinterpretando las escrituras, creen que tienen respaldo para esperar todos estos cambios.

Es cierto que la escritura dice que todo cambiará, que todo mejorará. Dice así:

Isaías 11:6–9 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.

Y no hay duda que esta profecía se cumplirá al pie de la letra, pero al igual que el pueblo de Israel ignoró la profecía del mesías sufriente por querer ver sólo al mecías reinante. En esta época están ignorando que primero tiene que venir la apostasía y la persecución contra la verdadera iglesia del Señor, luego la gran tribulación, y después de todo esto sí vendrá este reino anunciado en esta profecía.

Al saltarse estos eventos que están claramente profetizados, están ignorando el propósito de Dios de santificar a la iglesia y al pueblo de Israel, de tal manera que cuando llegue el reinado, sea una iglesia y un pueblo santos el que gobierne, este nuevo tiempo llamado el milenio.

Pero saltándose este proceso necesario de santificación de la iglesia, ellos creen que lo importante para reinar es que Dios los llene de prosperidad, poder, salud, bienestar, belleza, etc. Que son las cualidades que deben tener los que gobiernan… Y por eso promocionan la doctrina de la prosperidad material, o integral como quieren camuflarlo algunos.

Lo que no entienden estos llamados creyentes, es qué cuando esperamos de parte de Dios cosas diferentes o en diferentes épocas de lo que Dios ha prometido, lo que en realidad estamos haciendo es cambiar el Evangelio, y al cambiar el evangelio, también están cambiando al verdadero Jesús por un Jesús diferente con promesas diferentes.

Para el indocto, para el que no conoce al Señor, para el que no conoce las escrituras y sus promesas estos cambios son imperceptibles… Es decir piensan que todo está muy bien, y no saben qué hacer eso es muy pero muy grave, y por esta razón el apóstol Pablo advirtió a los cristianos de Corintios lo siguiente:

2 Corintios 11:3 al 4 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 4Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;

Cambiar el Evangelio, cambiar los ofrecimientos, malinterpretar las escrituras, para tener una esperanza diferente de la ofrecida por Dios, es igual a rechazar a Dios. Y lo más grave es que este evangelio diferente como sigue hablando de fe, como sigue usando la escritura, como siguen realizando los mismos rituales de la iglesia verdadera… La gente no se da cuenta que engañados por Satanás están rechazando al verdadero Jesús.

Y por eso parte de la exhortación dice que ellos como si fuera lo normal, están aceptando todos estos cambios como si fueran algo bueno para sus vidas.

Respecto a este tema la pregunta que debemos hacernos es: ¿Estamos creyendo en el verdadero Jesús y en el verdadero evangelio?

Ahora; ¿Cuál es el verdadero evangelio? Para saberlo lo primero que tenemos que hacer es entregar de todo corazón nuestra vida al Señor, lo cual implica una verdadera disposición a hacer su voluntad… Y luego de tener esta disposición hay que ir a las escrituras para revisar de manera minuciosa todo lo que creemos.

En cierta época de mi vida cristiana entendí esta triste realidad y por esto comencé a revisar las cosas que me habían enseñado, y no fueran pocas las cosas que tuve que corregir, que había creído, y había enseñado pensando que eran fieles al evangelio verdadero.

Gracias a Dios me dio la oportunidad de corregir, de pedir perdón y enseñar lo correcto a aquellos que habían recibido mis enseñanzas.

En la actualidad cuando alguien me dice que he enseñado algo que no es bíblico, me da un temor muy grande porque se lo serio de este asunto, y no importa quien me lo diga, ni tampoco la forma como me lo hayan dicho, me meto en la escritura para corroborar la veracidad de lo que he enseñado, y si es necesario corrijo lo enseñado.

Es importante hacer esta tarea, de hecho a veces escucho que algunos discípulos o feligreses me cuentan que entendieron algo maravilloso, y cuando me dicen que fue lo que entendieron, me quedo callado, pero la mayoría de las veces soy consciente de que eso que ahora el entendió, llevo años enseñándoselo, sólo que hasta ahora lo entiende.

¿Por qué pasa esto? Porque hay verdades que sólo podemos comprender al llegar a cierta madurez si estamos dispuestos a hacer la voluntad de Dios. Porque insisto, que cuando no hay madurez o no hay disposición, el Espíritu Santo no nos puede revelar esas verdades.

Pero; continuando con el tema de hoy, la muerte y resurrección de Jesus, es muy importante que tengamos claro: ¿Qué clase de protección está ofreciendo Dios para nuestras vidas?…. Pues bien; la escritura dice lo siguiente:

Juan 10:27 al 29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

Si somos una oveja del Señor, si le conocemos y le seguimos, podemos tener la certeza de qué no sólo hemos recibido vida eterna sino que jamás vamos a perecer, porque contamos con la protección del Padre, del Todopoderoso… (Aunque Dios es Espíritu yo me hago una imagen mental de la mano de Dios que contiene todo el universo y yo allí protegido por él)

Es muy importante creer en esa protección, cuando lo hacemos estamos creyendo en el verdadero Jesús y en el verdadero Evangelio.

El problema es que algunos están creyendo en otro tipo de protección que les parece más importante, y nuevamente como ha ocurrido más de una vez, logran apoyarse en las escrituras, pero no interpretándolas de manera correcta.

Uno de los muchos pasajes que usan para respaldar su enseñanza es el siguiente:

Deuteronomio 28:7 al 8 Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. 8Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da….

Lo cierto es que muchos cuando leen esta promesa piensan que es una confirmación a lo que ellos siempre han creído. Es decir no es necesario leer estas promesas de protección para creer que Dios que es bueno, protegerá aquellas buenas cosas que poseemos, como la salud, como nuestras finanzas, como nuestros familiares, etc.

Es más piensan que si así no fuera, si Dios no protegiera las buenas cosas que poseemos entonces Dios no sería bueno. Y lo mismo piensan cuando hacen peticiones de oración, es decir si le estoy pidiendo algo que yo considero bueno, Dios que es bueno por supuesto que me lo va a dar.

Pero: ¿Es cierto que Dios derrotará a nuestros enemigos y que Dios bendecirá nuestras posesiones, y que Dios bendecirá todo aquello en lo que comencemos a trabajar, y que en el lugar donde Dios nos coloque seremos bendecidos, y que por eso podemos estar tranquilos porque todas esas cosas serán protegidas, guardadas y prosperadas por Dios?

Hago esta pregunta porque cuando voy a las escrituras y veo la historia, esta nos muestra con claridad como muchos creyentes han sido afectados de manera negativa en su economía, salud, relaciones familiares. Y nadie puede negar que en la actualidad muchos cristianos sufren muchas calamidades de todo tipo… Crisis económicas, crisis familiares, enfermedad y muerte.

Y al ver esta realidad he confrontado a estos cristianos que hablan de esta protección total preguntándoles; ¿Por qué si se enseña que gozamos de absolutamente toda la protección de Dios, porque pasan estas cosas?

Y estos cristianos responden: “Esto le pasa a muchos porque su confianza en Dios no es buena, y entonces su falta de fe y sus palabras negativas hacen que cosas negativas lleguen a sus vidas. Pero si un cristiano verdaderamente confía en Dios le irá bien en todo” Dicen ellos.

Sé que muchos cristianos piensan de esta manera; que sí oran pidiendo protección y lo hacen con fe, entonces recibirán esa protección. Y por supuesto sí creen en esa protección deben hablar de manera positiva, porque si no lo hacen, si no oran, si no creen y piensan y hablan negativamente… eso malo qué piensan les pasará.

Y aquí nuevamente encontramos a muchos que sin ser cristianos, sin leer las escrituras están de acuerdo con esta enseñanza, pues cuando ven que a alguien le pasa algo terrible, normalmente piensan que quién sabe qué cosas estará haciendo esta persona, que le está pasando esto tan terrible…

Y cuando es a ellos a los que les pasa algo difícil o doloroso, normalmente comienzan a pensar en las cosas que hicieron mal, y creen que lo que les está pasando es consecuencia de eso que hicieron mal.

Lo cierto es que aquellos que tienen este tipo de creencia, es decir que por cada pecado hay una consecuencia que les puede sobrevenir, es que también puede encontrar respaldo en la escritura, aunque nuevamente malinterpretada, no por lo que dice, sino por pasajes o promesas que no corresponden a este tiempo del Nuevo Pacto. Por ejemplo:

Deuteronomio 28:15–20 Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. 17Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. 18Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. 20Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

Las maldiciones que anuncia este pasaje por causa de la desobediencia a los mandatos de Dios son espantosas. Gracias a Dios esto no corresponde a nuestro tiempo, esto es el viejo pacto y por lo tanto no está vigente para los hombres en esta época.

Pero el dato curioso o más bien el que muestra el grave error de los que creen que todo sale bien cuando nos portamos bien con Dios, o que todo sale mal cuando nos portamos mal con Dios…

Es que esta bendición o maldición dependían de la obediencia a los 613 mandamientos dados por el Señor… Y como nadie, absolutamente nadie los ha cumplido entonces si estas promesas estuvieran vigentes, todos los seres humanos estarían viviendo en la más grande desgracia por culpa de sus pecados…

Pero ignorando esta condición, los que hablan de protección en todo sentido no mencionan las maldiciones que deberían recibir por su desobediencia… Y pasando por alto la obediencia que deberían tener a todos los mandamientos, de todos modos insisten en que deben ser completamente protegidos y prosperados por Dios en todo sentido.

Y para empeorar el asunto, cuando estas promesas de bendición no se cumplen, en lugar de entender y reconocer que no son promesas para nosotros en este tiempo, lo que dicen para justificar su incumplimiento es, como ya mencioné, que el cristiano no tuvo suficiente fe, o usó un lenguaje negativo y por eso en lugar de recibir la protección, atrajo cosas malas sobre su vida.

Y también para esto encuentran un respaldo bíblico, nuevamente interpretando mal los pasajes. Por ejemplo:

Proverbios 6:2 Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios.

Job 3:25 Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía.

Proverbios 18:20–21 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios. 21La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.

Y la enseñanza que dan usando estos pasajes, es que si tenemos fe en que las cosas van a salir bien, entonces las cosas saldrán bien. Y si tenemos fe en que saldrán bien entonces nuestro lenguaje tiene que ser positivo 100%, porque si nuestro lenguaje no es positivo, si pensamos o decimos cosas negativas estamos demostrando que no tenemos fe, y entonces las cosas saldrán mal.

Y pongan mucha atención a esto porque este tipo de creencia también es muy común entre la gente que no conoce la escritura, que no es cristiana. Ellos hablan de metafísica, de pensamiento positivo tenaz, de visualizar el éxito y mandarlo hacia el futuro para luego encontrarse con él, y cosas por el estilo.

Cuando digo que pongan atención lo que quiero que no pierdan de vista, es que estas mal interpretaciones que se hacen de la escritura, las hacen para acomodar o introducir estos pensamientos del mundo a este nuevo cristianismo…

En lugar de confiar en que lo que Dios nos ofrece es bueno… Queremos meter en la doctrina cristiana las cosas que nosotros creemos que son buenas, así nos toque ignorar o mal interpretar lo que la escritura dice.

Esto mismo pasó con la Iglesia Católica, la cual cuándo revisamos sus creencias podemos ver que son un revuelto de otras muchas religiones, aunque esas creencias contradicen lo que dice la palabra de Dios.

La pregunta es: ¿Será que si tengo mucha fe en que las cosas saldrán bien y hablo positivamente entonces las cosas saldrán realmente como nosotros deseamos? O ¿Será que si no tenemos fe en algo que vayamos a hacer y hablamos negativamente, entonces esa falta de fe y negatividad nos hará fracasar?

Gracias a Dios en su palabra encontramos las respuestas a estas preguntas, y hay un pasaje en especial que es muy claro para corregir estas malas enseñanzas. Y es el siguiente:

1 Samuel 4:5 Aconteció que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con tan gran júbilo que la tierra tembló.

Ojo con lo que voy a decir porque esto es muy muy importante. Esta historia ocurre bajo el viejo pacto donde Dios había prometido protección absoluta a aquel que hacía su voluntad, pero al que no la hacía recibiría las maldiciones profetizadas, entre ellas la derrota frente a sus enemigos.

Pero por favor recuerden que en este tiempo no estamos bajo el viejo pacto, y por lo tanto está promesa de bendición y de maldición no está vigente para nosotros. Dios en este tiempo está haciendo algo diferente que veremos más adelante.

¿Cuál es el contexto de este versículo? Los filisteos pelearon contra el pueblo de Israel y los derrotaron matando a 4.000 hombres. Los ancianos del pueblo pensaron que era una disciplina que venía de parte de Dios, y para arreglar el asunto acordaron llevar el arca del pacto a la batalla.

Pues estando Dios con ellos eso iba a asegurar la victoria… Y gracias a esa seguridad sus palabras y sus pensamientos iban a ser positivos lo cual confirmaban más que obtendría en la victoria.

Pero: ¿Cuál fue el grave error que cometieron? Pues bajo el viejo pacto era muy claro si Dios los estaba disciplinando con la derrota, era porque algo estaban haciendo mal, y en lugar de revisar qué es lo que estaban haciendo mal, pensaron que con sólo llevar el arca el asunto iba a ser solucionado.

Esto en realidad es pensar que no importa si estoy haciendo bien o mal las cosas pues la presencia de Dios justifica todo lo que hago.

Es un grave error pero más grave es que esta creencia tan antigua ha sido usada por varias religiones, y han encontrado en ella una justificación para hacer las cosas más terribles y atroces contra el prójimo.

La inquisición, las guerras santas, donde hombres perversos masacraban a los demás lo cual quedaba totalmente justificado porque lo hacían en nombre de Dios. Lo mismo hacen en la actualidad cierto grupo de musulmanes que creen que matar a los infieles en el nombre de Dios traerá premio para ellos en el cielo.

La creencia es: “Si Dios va conmigo tengo la victoria asegurada”. Y lo que a mí me enseñaron es qué si estoy en conflicto con alguien que no es creyente, como Dios no está con él, pobre de él, pues Dios por defendernos acabará con el… Y que podía ser tan grave lo que le sucediera al no saber que estaba metiéndose con un hijo de Dios, que yo debería orar para que no le fuera tan mal.

Eso mismo pensó el pueblo de Israel, y por eso cuando llegó el arca donde estaba la presencia de Dios, era tal la convicción de que eso les iba a dar la victoria, que gritaron con tanto júbilo que la tierra tembló. La escritura continúa y nos cuenta:

1 Samuel 4:6 al 8 Cuando los filisteos oyeron la voz de júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es esta en el campamento de los hebreos? Y supieron que el arca de Jehová había sido traída al campamento. 7Y los filisteos tuvieron miedo, porque decían: Ha venido Dios al campamento. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fue así. 8¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de estos dioses poderosos? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto.

¿Qué pensaron sus enemigos? Sus enemigos estaban aterrorizados porque estaban convencidos que iban a perder la batalla ante un pueblo respaldado por un Dios poderoso.

Según los que enseñan acerca de esta total protección que proviene de Dios, el haber orado con fe, la confianza en la victoria, el hablar de manera positiva gracias a esa confianza, por supuesto que iba a traer victoria, más aún cuando los enemigos estaban convencidos de que iban a perder.

Es decir; oración, fe y pensamiento positivo por un lado, y falta de oración, falta de fe, y un pensamiento negativo por otro. En estas circunstancias pareciera que no había duda, eso tenía que funcionar. Pero… ¿Qué pasó?:

1 Samuel 4:10 al 11 Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. 11Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees.

A pesar de toda su oración, su fe y su pensamiento positivo, volvieron a ser derrotados, y ya no fueron 4.000 fueron 30.000 los que murieron. Pero eso no es nada, más grave aún, el arca que supuestamente los iba a defender de sus enemigos fue secuestrada, y los dos fulanos que menciona que murieron además de los 30.000 eran los sacerdotes…. ¿Qué nos muestra el pasaje?

1. Que ser el pueblo de Dios no asegura la victoria.
2. Que la presencia de Dios no asegura la victoria.
3. Qué por grande que sea la fe y las palabras positivas eso tampoco asegura la victoria.
4. Que a los que no son cristianos las cosas le pueden salir muy pero muy bien.
5. Que hay personas que sin la presencia de Dios, peor aún con la presencia de Satanás, de todos modos a veces las cosas les salen muy bien.
6. Qué por negativa que sea una persona, aunque manifieste ese pesimismo con sus palabras de todos modos las cosas le pueden salir muy bien.

Pero: ¿Cuál es la más grande lección en este asunto? Lo que podemos ver en el pueblo de Israel es que volviéndose religiosos de mala manera, ignoraron que lo más importante era su vida espiritual. Y por eso ignorando los pecados que estaban cometiendo de todos modos querían a través de rituales obtener la protección de Dios, pero NO para su vida espiritual, sino para todas aquellas cosas materiales que consideraban muy importantes para su vida.

Eso quiere decir que aún bajo el viejo pacto mucho más allá de las promesas de bendición o de maldición, el verdadero objetivo era que los hombres se ocuparán en su vida espiritual.

Y es por eso que ahora bajo el Nuevo Pacto teniendo mucho más claridad acerca de nuestra vida espiritual, ya no tenemos esas promesas de bendición o maldición que dependen de nuestra obediencia para las cosas materiales…

En otras palabras el que nos vaya bien o nos vaya mal respecto de las cosas materiales no depende de nuestra vida espiritual… Esto a muchos cristianos les parece equivocado, pues pensando cómo piensan muchos en el mundo o aferrándose al viejo pacto, siguen creyendo que todo en su vida respecto de las cosas materiales depende de su vida espiritual, pero no es cierto.

Es más para creer esto hay que cerrar los ojos ante la realidad que vemos, y me estoy refiriendo a gente mala, perversa, que está siendo inmensamente prosperada económicamente, en sus relaciones, en su salud… De tal manera que gobernando como les place cometen las más grandes injusticias con los pueblos… y ellos siguen bien.

Pero una prueba bíblica muy clara que muestra que el bienestar respecto de las cosas materiales no depende de la vida espiritual, la encontramos en las siguientes palabras de Jesús:

Mateo 5:43–45 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

En este pasaje no solo Dios dice que él hace salir el sol, es decir la bendición a los buenos ya los malos, sino que además nos pide tener ese mismo comportamiento, porque ese es el comportamiento que debe tener un auténtico hijo de Dios.

Y es obvio que cuando Dios dice que hace salir el sol sobre los buenos y sobre los malos, no hay duda que está diciendo con claridad que las bendiciones materiales no dependen de si son buenos o son malos.

Éste concepto equivocado está metido en la mente de muchísimas personas en el mundo y también de muchísimos cristianos… Pero ese no es el evangelio verdadero.

Por esta razón, por ese mal concepto, cuando Dios trata como dice el pasaje a la humanidad, hay muchísimos que entran en conflicto con Dios, porque no entienden la razón por la cual Dios los trata de esa manera.

Es decir; les parece increíble que a los buenos, a los espirituales no les vaya super bien, y a los malos no les vaya super mal… Y entonces comienzan a pensar que Dios no está actuando con justicia.

Éste pensamiento es muy antiguo y por eso en la escritura podemos leer que aún profetas de Dios cayeron en este conflicto. Por ejemplo el profeta Jeremías le decía al Señor:

Jeremías 12:1 Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?

El profeta Habacuc también tuvo el mismo conflicto:

Habacuc 1:13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,

A estos hombres, que servían a Dios les parecía que Dios no estaba siendo muy justo o que estaba cerrando los ojos ante la maldad, y por esta razón no defendía a los buenos de las agresiones de los malos.

El problema que tienen quienes piensan así es que no está mirando bien. Ciertamente a los malos les puede ir muy bien respecto de los asuntos materiales, familia, etc.… Pero su vida espiritual está grave, pues están muertos, y si les llega a la muerte física obtendrán la muerte eterna de la cual jamás se podrán librar… Y no hay nada peor que le pueda ocurrir a un ser humano.

En otras palabras; tenemos a muchos creyentes teniéndole envidia a los que van rumbo al infierno, por no entender los beneficios de lo que celebramos en semana santa.

Pero no sólo muchos tienen problema cuando ven que a los malos les va bien, también tienen problema cuando ven que a los buenos les va mal.

Y nuevamente el error es no mirar bien, porque cuando a un buen creyente, que está haciendo las cosas bien, obtiene malos resultados respecto de los asuntos materiales… Es porque está siendo grandemente bendecido espiritualmente.

Y ante esto la pregunta que nos debemos hacer es: ¿Qué tan valiosa consideramos nuestra vida espiritual, que tan importante creemos que sea para el presente y para la eternidad?

Porque sí nuestra vida espiritual no nos parece importante, entonces terminaremos creyendo que Jesús fue a la cruz para que tengamos casa, carro, beca… Pero Jesús no fue a la cruz para que fuéramos ricos materialmente, Jesús fue a la cruz para que fuéramos ricos espiritualmente…

Por eso insisto: ¿Apreciamos nuestra vida espiritual, apreciamos la salvación que hemos recibido, apreciamos los tratos que estamos recibiendo para ser cada vez más santos?

En esta época con todo lo que está pasando, plandemía, guerras, he podido leer que países que creen en la santidad de la determinación de los pueblos, son los países que más abusan de los demás, derrocando gobiernos, invadiendo países, causando hambrunas, muerte de miles de niños y muchísimas cosas más terribles… Y a todos estos malos, porque realmente son bien malos y bien corrompidos, les está yendo bien en el sentido de que se están haciendo cada vez más ricos, más poderosos, y por eso abusan y destruyen cada vez más y más a los pobres…

Pero ya he aprendido cuando veo todas estas terribles injusticias… Que no debo olvidar que Dios es soberano, y que está usando la maldad de los hombres y de los pueblos para cumplir el propósito de salvar a los elegidos, de edificar a la iglesia, de llevarnos a la santidad… Para que después de esta época de apostasía, persecución y la gran tribulación… Gobernemos de manera gloriosa en su presencia. En otras palabras: !Qué bueno que Dios nos está preparando para reinar!

Por esto el apóstol Pedro, me imagino que viendo las quejas de algunos cristianos o la falta de aprecio de su vida espiritual, les escribió lo siguiente:

1 Pedro 4:12–5:1Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 17Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 19De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.

Independiente de lo bien o de lo mal que nos vaya respecto de los asuntos materiales, familia, salud etc. Lo verdaderamente importante es que Jesús fue a la cruz para darnos la bendición de la salvación… Y no hay absolutamente nada más importante en el universo para nosotros que esa salvación que él nos ha regalado.

Eso de manera práctica quiere decir que cuando nos va a super bien o cuando nos va super mal respecto de las cosas que se ven, el objetivo es el mismo… Que nos acerquemos cada vez mas a Dios, que revisemos nuestra vida espiritual, que no dejemos para mañana lo que Dios nos ha mostrado que debemos hacer hoy.

Insisto… Cuando nos vaya super bien hay que revisar, y cuando nos vaya super mal también hay que revisar… Por qué si no lo hacemos podemos caer en el grave error de pensar, que como nos va bien entonces estamos muy bien espiritualmente… O podemos pensar que a otros cuando les va mal es porque están mal espiritualmente…

Por supuesto a veces nuestra vida espiritual afecta nuestras finanzas, nuestra salud, nuestras relaciones porque los pecados cometidos pueden traer problemas en esas áreas, como también a veces nuestro buen comportamiento puede mejorar esas cosas… Pero eso no es lo importante porque ese no es el objetivo, el verdadero objetivo y la razón por la cual Jesús fue a la cruz fue para proveer y proteger nuestra vida espiritual. La promesa que leímos dice:

Juan 10:27 al 29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

Total protección frente a todas las circunstancias, de tal manera que ni la prosperidad ni la pobreza pueden afectar negativamente nuestra vida espiritual… Que es igual a decir que no importa la situación que estemos viviendo, si es de prosperidad o de pobreza, por qué lo importante es que independiente de la situación podamos ver que estamos creciendo espiritualmente, que nuestra fe aumenta, que nuestra obediencia aumenta, que nuestro conocimiento de nuestro grandioso Señor aumenta…

Filipenses 4:4 al 7 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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