PROPÓSITOS PARA UN NUEVO AÑO – PARTE 4

PROPÓSITOS PARA UN NUEVO AÑO – PARTE 4

No somos hijos de Dios por seguir una ideología, aunque tenemos una ideología; tampoco somos hijos de Dios por vivir de acuerdo a una escala de valores diferente, aunque tenemos una escala de valores completamente diferente a la del mundo; ni siquiera somos hijos de Dios por creer que Jesucristo es Dios, aunque creemos que Jesucristo es Dios.

Somos hijos de Dios, sólo, y es la única manera, porque a depositar nuestra fe en él, en su misericordia y por gracia, Dios ha producido en nosotros el nacimiento espiritual.

Este asunto desafortunadamente hay muchas iglesias donde es ignorado o tomado por poca cosa, pero es de tal importancia que cuando el Señor Jesús fue búscalo por Nicodemo, un hombre religioso, un maestro de Israel, un dirigente del pueblo, es decir una persona que por su calidad de vida y por su fe uno pensaría que ya se había ganado el cielo… Sin embargo el Señor Jesús lo confronto diciéndole:

Juan 3:3–5 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Éste mensaje resultó nuevo para Nicodemo, como lo es hoy para muchos creyentes en Jesús, que tampoco han nacido de nuevo, lo cual es supremamente grave porque Jesús fue muy claro diciendo que el que no naciera de nuevo no obtendría la salvación.

En la carta del apóstol Pedro encontramos que hablando de este mismo asunto usa la palabra renacer. Dice así:

1 Pedro 1.3–6 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6En lo cual vosotros os alegráis…

Este nacimiento espiritual es el que tanbién nos hace aptos para recibir una herencia descrita como: “incorruptible, incontaminada e inmarcesible” es decir, una herencia que no se corrompe, no puede ser contaminada y nunca se marchitara pues es eterna.

También dice el pasaje que es la fe lo que hace que Dios con su poder nos guarde para alcanzar la salvación que está preparada para nosotros. Y no hay duda que la fe que tenemos en el Señor también debe incluir que confiemos en esa herencia que recibiremos a llegar a su presencia, y por lo tanto es muy importante la imagen que tengamos de ella, pues de esa imagen dependerá los deseos que tengamos de vivir en obediencia a la voluntad del Señor.

Porque no es lo mismo trabajar por un sueldo mínimo, que trabajar por un sueldo de 100 millones, por supuesto no es lo mismo vivir la vida cristiana esperando solo cosas para el presente por valiosas que estas sean, que vivir esperando la espectacular herencia que recibiremos en el futuro.

Por eso una pregunta importante es: ¿Qué viene a nuestra mente cuando pensamos en esa herencia descrita con esas palabras? ¿De verdad nos sentimos motivados por lo que viviremos allá? ¿Es decir ya estamos pensando que que rico morirnos para disfrutar de lo que Dios tiene guardado para nosotros? O, ¿estamos tan pegados a este mundo que todavía no soñamos con nuestro futuro en Dios?

En el libro de apocalipsis hablando de la herencia dice lo siguiente:

Apocalipsis 21.7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo

Habla de heredar todas las cosas… Lo cual suena muy amplio. Sin embargo no podemos pasar por alto que el pasaje coloca una condición que es; Vencer. ¿Vencer qué? El texto continua diciendo:

Apocalipsis 21.8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Y entonces se sobrentiende que los que vencen son los que no practican ninguno de estos pecados, ni ningún otro pecado, porque la escritura dice que el que practica el pecado es del diablo.

Y digo practicar, porque el pasaje le está colocando rótulos a las personas, es decir, no dice; que el que alguna vez se porte como cobarde o el que diga una mentira se condenará. Está diciendo los cobardes, los mentirosos, y al hablar así esta describiendo personas que practican la cobardía o la mentira o cualquier otro pecado.

Y: ¿Quiénes son los únicos que aunque a veces pecamos, no practicamos el pecado? Sólo los hijos de Dios, los que hemos nacido de nuevo, pues la escritura dice:

1 Juan 3.9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Donde nuevamente vemos la suprema importancia de haber nacido de nuevo, pues asegura que los que hemos nacido de nuevo no practicamos el pecado y por lo tanto con toda la seguridad recibiremos la herencia.

El apóstol Pablo también hablando del nuevo nacimiento que nos hace hijos de Dios y de la herencia dice:

Gálatas 4.7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

Todo esto es por medio de Jesucristo, por que en ningún otro hay salvación, por buenas que sean las personas, por religiosas que sean, por cumplidoras de los preceptos de su religión… Sólo hay salvación en Jesucristo. La escritura lo dice así:

Hechos de los Apóstoles 4:11–12 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

La razón es muy sencilla, fue el que murió en la cruz por nuestros pecados para otorgarnos el perdón, y además porque él es el dueño de absolutamente todo, por lo tanto absolutamente nadie tiene autoridad para entregarnos lo que es de él. La escritura respecto de esto dice:

Hebreos 1.2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

Jesucristo es el heredero de todas las cosas, y nosotros también heredaremos de Dios todas las cosas, en Cristo Jesús, gracias a su obra en la Cruz, que puso a funcionar el Nuevo Pacto.

Pero: ¿Tenemos claro que son todas las cosas?

Al buscar en la escritura lo que vamos a recibir, algunas cosas ya las estamos recibiendo otras las recibiremos, cosas como: la justicia que viene por fe, la salvación, la vida eterna, las promesas, la bendición, y el reino prometido. Y del reino prometido dice la escritura:

Hebreos 12.27–28 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. 28Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29porque nuestro Dios es fuego consumidor.

El reino que heredaremos no es de este mundo, pues este mundo está compuesto de cosas hechas y movibles, y todas esas cosas serán removidas, quedando sólo las incomovibles, de tal manera que nosotros recibiremos un reino inconmovible, firme, estable, inmutable, inalterable, constante, inmovible… Que no se altera con el paso del tiempo.

Y recibiremos ese reino para que junto con Jesucristo gobernemos en el…. Sin embargo no quiero dejar de mencionar que también la escritura dice:

2 Timoteo 2.11–12 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 12Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará.

En el texto que leímos antes colocaba como condición vencer el pecado, en este coloca el sufrimiento como la condición para poder reinar con él. Pero ese sufrimiento no puede tomarse como un castigo, ni como un pago por la justificación que nos permite entrar en el reino, tampoco como en la enseñanza que algunos dan acerca de un purgatorio.

En sufrimiento al que se refiere es a ese sufrimiento redentor que trasforma nuestra vida, para hacer de nosotros verdaderos Reyes y Sacerdotes.

Ese sufrimiento lo experimentamos por estar acostumbrados al pecado, y es por eso que cuando comenzamos a obedecer a Dios nuestra carne, nuestros sentimientos pueden ir en contra de lo que hacemos, pero con el tiempo, en la medida que nuestra conciencia sea transformada entonces dejaremos de sufrir por hacer el bien, y comenzaremos a deleitaremos de estar haciendo lo correcto.

Podemos compararlo a cuando una persona producto de una lesión ha estado enyesada durante un buen tiempo, y luego que le quitan el yeso para recuperar la movilidad tiene que hacer un esfuerzo lo cual implica que experimente cierto dolor. Si no hace el esfuerzo va a quedar limitado en su movilidad, pero si hace el esfuerzo lo cual implica experimentar cierto dolor, entonces se recuperará completamente.

Lo mismo tiene que pasar con nuestra conciencia que habituada ha hacer el mal poco a poco aprenderá y disfrutara de hacer el bien, para lo cual desafortunadamente es necesario el dolor.

Pero hay que tener cuidado porque no todos los sufrimientos corrigen nuestra manera de vivir, sino sólo aquellos que experimentamos por hacer lo correcto, y es por eso que la escritura nos dice que no debemos sufrir por causa de nuestros pecados, que es lo que a muchos les sucede. Dice así:

1 Pedro 4.15–16 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.

Estos sufrimientos que como cristianos vamos a padecer, en algunos incluya el sufrimiento físico, como el que experimentaron los mártires, pero en la gran mayoría lo que vamos a experimentar es el sufrimiento de nuestra carne que se reciente por no querer desprenderse del pecado.

Pero a pesar de esta verdad en el pasaje del apóstol Pedro que leímos, dice que nosotros nos gozamos de la salvación recibida…

1 Pedro 1.5–6 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6En lo cual vosotros os alegráis…

Recuerdo que para hablar de esto acostumbraba a dar el ejemplo de una persona a la cual se le rompe el brazo… Y cuando lo llevan al médico, el médico le dice que se lo va a enderesar pero que le va a doler… Y la pregunta es; ¿quiere que se lo enderece aunque le duela o quiere quedarse con el brazo torcido e inútil?… Y la respuesta normal es; hágale doctor. Porque tenemos la visión de qué vamos a quedar sanos.

Es por eso que este proceso de sanidad del alma, de transformación de la conciencia, de poner a raya nuestra carne, aunque implique dolor debe producir gozo, porque esta transformación nos está haciendo cada vez más aptos para reinar en ese reino inconmovible.

Veámoslo desde otro punto de vista: ¿Cómo gobierna la gente de este mundo? La verdad es que la gran mayoría son puros criminales… Y no hay la menor duda que Dios no quiere criminales reinando en el cielo, Dios no quiere gente deshonesta reinando en el cielo, Dios no quiere tramposos, ni mentirosos, ni tacaños, ni infieles, ni incumplidos, ni faltos de palabra, ni idolatras del trabajo o de los hijos o de cualquier cosa, reinando en el cielo… Dios desea hijos con el conocimiento y el carácter de Jesucristo, para instaurar un reinado perfecto, incorruptible, incontaminado e inmarcesible.

CORONA DE VIDA PARA LOS QUE RESISTEN LAS PRUEBAS.

Y para lograr esto entre otras cosas Dios nos ofrece una serie de coronas que nos darán cada vez más autoridad, y por lo tanto debemos buscar obtenerlas, ya hablamos de la corona incorruptible de gloria, para el que domina el viejo hombre. Ahora vamos a hablar de la corona de la vida. La escritura dice así:

Santiago 1:12 Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman.

Es una corona que recibimos en la medida en que resistimos la prueba de la tentación, lo cual quiere decir que entre más tentaciones pasamos de manera victoriosa, es decir sin caer en pecado, esa fe que se va fortaleciendo, porque pasar las pruebas es sólo cuestión de fe, esa fe es la que nos permite experimentar desde ahora, cada vez más la vida abundante, la vida eterna que Dios nos prometió, llena de gozo y paz.

Porque la vida eterna es un estilo de vida sobrenatural, desconocida para los hombres, espectacular, llena de paz y de un gozo profundo y continuo, pero que sólo puede ser vivida por fe, de allí la necesidad de las pruebas y las tentaciones pues son las herramientas que Dios utiliza para probar y fortalecer nuestra fe.

El apóstol Pedro hablando de esa necesidad, escribe:

1 Pedro 1.6–9 aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

La idea es que lleguemos a tener una fe que sea alabada… Y una fe que se alaba es aquella que en las situaciones más difíciles nos permite vivir manteniendo la paz y el gozo en el Espíritu. Es por esto que la vida cristiana se define de la siguiente manera:

Romanos 14.17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

La vida cristiana no tiene relación con la cantidad de las cosas materiales (Lo vimos en un estudio anterior) sino con la justicia que es hacer la voluntad de Dios, y la paz y el gozo que produce vivir haciendo la voluntad de Dios. Por supuesto esto es imposible vivirlo sin fe, o con una fe muerta, fingida, débil o microscópica.

También dice que nuestra fe debe glorificar a Dios… y es evidente que hay más gloria para Dios cuando cómo hijos, en situaciones complicadas hacemos y sentimos lo correcto, manteniendo la paz y el gozo.

Y esa fe, es también la que nos va a dar honra, porque esa confianza en el conocimiento de Dios es lo que nos dará más autoridad para gobernar

Todo esto, tiene relación con el crecimiento en salvación, que es la misma salvación del alma.

Quiero que notemos que en ambos textos, el del apóstol Santiago y la carta a los romanos, se menciona el amor a Dios como un ingrediente indispensable para pasar victoriosos las pruebas.

Por eso la pregunta es: ¿Confías lo suficiente en el amor de Dios para hacerle caso, o todavía dudas del amor de Dios por ti?

¿NECESITAMOS SER PROBADOS?

Por ahora quiero que tengamos claro, que cualquiera que no esté disfrutando de la vida eterna o la vida abundante, que es igual a decir; cualquiera que todavía se preocupe por las cosas de esta vida y pierda por causa de ellas la paz y el gozo, indiscutiblemente necesita ser tratado.

Porque cuando un cristiano no está disfrutando del gozo de la salvación de una manera continua, es porque su alma no ha sido salvada por completo, que es igual a decir que todavía, en su mente es esclavo de las cosas del mundo.

Si volvemos a la carta del apóstol Santiago, podemos ver que comienza hablando de las pruebas que son necesarios para hacernos perfectos. Y luego en el verso nueve habla de la Corona de vida que recibirá el que soporte la tentación o la prueba. Pero en medio de esos pasajes que hablan de las pruebas y la corona está el siguiente:

Santiago 1.9–11 El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; 10pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. 11Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.

¿Por qué Dios colocó este mensaje en medio de la enseñanza acerca de las pruebas y la corona de vida?

Y la respuesta es, conociendo a Dios, que este mensaje está en el lugar preciso porque tiene íntima relación con las pruebas y las tentaciones.

Eso quiere decir que respecto de las pruebas y las tentaciones es muy importante que entendamos, cuál es el mensaje de este pasaje…. Y no hay duda que está diciendo que, es mejor ser de humilde condición que ser una persona rica.

La pregunta es: ¿Cuántos lo creen? ¿Cuántos por creer esto están buscando ser pobres? ¿Cuántos están convencidos que buscar ser ricos es una mala decisión, que además limitará la exaltación que Dios nos quiere dar?

¿Cuántos están convencidos que teniendo sustento y abrigo es suficiente, pero que buscar tener más de lo necesario es un error porque le quita tiempo para conocer a Dios?

¿Para cuántos el trabajo siempre a sido, y aún ahora como cristiano más importante que el ministerio?

¿Qué es lo que buscas con más ganas en tu vida: Tu crecimiento espiritual o tu crecimiento financiero? ¿A cuál de los dos le estás dedicando más tiempo dinero y energías?

Por supuesto no es el único pasaje que da esta enseñanza, les he repetido muchísimas veces que: Jesús dijo: La vida del hombre no depende de la cantidad de cosas que pueda poseer

No aceptar esta verdad es la razón básica por la cual las personas son esclavas del mundo, y también es por esta razón que los ricos serán humillados pero los pobres exaltados.

Este pasaje también me recuerda las palabras de Jesús cuando dijo:

Lucas 6.20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.

Otras versiones dicen que Jesús mirando fijamente sus discípulos les dijo esas palabras. Por lo cual no hay duda que los discípulos del Señor, aquellos escogidos para transmitir el mensaje más importante para la humanidad eran pobres. (Y el apóstol Pablo que era rico término como pobre.)

Y al continuar leyendo el pasaje, después de mencionar a los que tienen hambre y los que son perseguidos les dice:

Lucas 6.23 ¡Alegraos cuando suceda eso, sí bailad de gozo! Porque grande será vuestra recompensa en los cielos porque así es como sus padres trataron a los profetas…

Y luego, evidentemente ya no hablando con sus discípulos si no al parecer con algunos ricos que estaban allí, porque los ricos también se acercaban a Jesús, les dice:

Lucas 6.24–26 ¡Pero ay de vosotros los que sois ricos, porque ya habéis tenido todo el consuelo que vais a recibir!25 “¡Ay de vosotros los que ahora estáis llenos, porque pasaréis hambre! “¡Ay de vosotros los que ahora os reís, porque lamentaréis y lloraréis! 26 “¡Ay de vosotros cuando la gente habla bien de vosotros, porque es así como sus padres trataron a los falsos profetas!

Si leemos estos pasajes sin tener en cuenta al resto de las escrituras tenemos que decir y no hay duda que es mejor ser pobre que rico….

Sin embargo sabemos por la escritura que, no todos los pobres serán exaltados y no todos los ricos serán humillados, porque el problema no es la riqueza, sino la mala actitud del corazón que ama y confía en la riqueza.

Y el que confía y ama las riquezas, como ya dije, por supuesto que es esclavo del mundo. Por eso Jesús también dijo:

Marcos 10.23–25 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! 25Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

En estos textos que acabo de leer, es el Señor Jesucristo quién habla; en la carta del apóstol Santiago lo hace el Espíritu Santo, exhortándolos por causa de su pecado de rendirle pleitesía a los ricos y menospreciar a los pobres… Que desafortunadamente es un pecado muy común en muchas iglesias y muestra el amor al mundo de quienes lo hacen. Y por eso dice:

Santiago 2.5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

Y ese “Oíd” es como si fuera algo que se estuviera repitiendo una y otra vez pero que no quieren oír.

Por esto sinceramente creo que éste mensaje es para los cristianos, que están desenfocados y quieren ser ricos, menospreciando la salvación y el reino prometido.

¿PROBADOS O TENTADOS PARA DEJAR QUE?

En la carta del apóstol Santiago después de mostrar la diferencia a los ojos de Dios, entre los pobres y los ricos, continúa diciendo:

Santiago 1.12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

La pregunta importante aquí es: ¿En la prueba o tentación que es lo que realmente está siendo probado?

En esta corona, la corona de vida, ya no se trata de dejar cosas que nos estorban la vida espiritual, como vimos en la corona incorruptible, sino de no caer en pecado.

¿Y cuál es el gran motivador para que la gente del mundo y para que los cristianos caigan en pecado? La escritura nos advierte pues dice:

1 Juan 2.15–17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

La orden es no amar al mundo, pero por nuestra incredulidad todavía hay cosas del mundo que amamos. Y las amamos tanto que todavía podemos caer en pecado por obtenerlas o por no perderlas.

Teniendo en cuenta todo esto podríamos decir que una prueba o tentación es una situación ordenada por Dios, y como si fuera una balanza, nuestro amor al mundo y nuestro amor a Dios está siendo probado.

Dios para probarnos nos coloca en situaciones donde, al hacer la voluntad de Dios podemos perder o dejar de ganar algo del mundo que apreciamos.

A través de una pequeña mentira puedo obtener un beneficio del mundo, o por causa de decir la verdad, perder este beneficio.

Por ejemplo cuantos no son puntuales y no cumplen su palabra y sus compromisos por obtener beneficios del mundo… Por dormir un tiempo mas no cumplen, por verse con cierta persona, porque estuvo haciendo algo que le gusta más que cumplir sus compromisos y ser puntual… Y eso indudablemente es pecado.

Te comprometes con alguien, luego te sale un mejor negocio, y por ganar mas caes en pecado al no cumplir tu compromiso.

Te comprometes a ir a cierto lado con alguien, sale un programa mejor y caes en pecado para obtener un beneficio del mundo.

La gente del mundo por dinero, por placer, por orgullo, puede llegar al homicidio, al genocidio porque su amor al mundo por supuesto sobrepasa ampliamente el amor que tienen hacia Dios, que evidentemente no tienen.

De este mundo venimos, y las pruebas y tentaciones son para enseñarnos a desprendernos del mundo.

Pues una prueba siempre coloca mínimo dos alternativas; ¿Hago la voluntad de Dios en medio de esta circunstancia o no hago la voluntad de Dios para salir según nosotros, mejor librados en esta situación?

Estoy en una situación complicada pero a través de una pequeña mentira puedo salir de ella… ¿Que vas a hacer?

Estoy en una situación económica apretada pero a través de un pequeño pecado puedo mejorar la situación… ¿Qué vas a hacer?

Hay algo que deseo de todo corazón pero para obtenerlo tengo que infringir un principio espiritual… ¿Qué vas a hacer?

Pregunto: ¿Estamos entendiendo el programa de Dios con nuestra vida y por eso cuando caemos en la prueba pedimos perdón?

¿O el amor por el mundo nos está llevando a pecar de manera continua y ni siquiera somos consciente de cuántos pecados estámos cometiendo?

LA PROVISIÓN DE DIOS PARA LAS PRUEBAS

Para pasar victoriosas las pruebas es importantísimo entender algunas promesas del Nuevo Pacto, una de ellas es:

2 Timoteo 1.7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Gracias al Espíritu Santo que nos habita, tenemos el poder para hacer lo correcto en cada momento de nuestra vida, eso incluye las pruebas y las tentaciones.

Siendo esto así es muy importante que entendamos que caemos en el pecado porque decidimos caer en el pecado. Nunca como cristianos será válido que digamos no puedo. Porque sería igual a decir que Dios miente.

Otra promesa dice:

1 Corintios 10.13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Dios en su perfecta soberanía nos protege de caer en la tentación. Y esa protección está en que Dios jamás nos colocará en una situación donde la única opción sea pecar… O donde nuestra fe sea tan pequeña para no poder hacer lo correcto.

¿Siento esto así, porque caemos en las pruebas o tentaciones? La razón es como nos muestra el pasaje, que Dios nos da una salida para poder soportar, y nosotros no la tomamos.

Y esta salida normalmente es la palabra de Dios, puede ser por ejemplo una promesa de la cual no echamos mano en medio de la prueba.

Sucede algo complicado y en lugar de pensar que todas las cosas ayudan a bien, comenzamos a pensar en todos los problemas que vamos a tener por causa de esa situación, y allí ya estamos desechando la herramienta que Dios nos dio para no caer.

Pero también puede suceder que Dios tenga planeado a través de la asistencia a la Iglesia, enseñarte ciertas cosas que serán necesarias para pasar victorioso cierta prueba o tentación, y tú no asistas a la iglesia por razones que no son válidas delante de Dios… Y al llegar la prueba caes porque estás rechazando la salida que Dios te da.

Y una tercera promesa dice:

Santiago 1.5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

El asunto es que es más fácil soportar las pruebas y tentaciones cuando tenemos claridad de qué es lo que Dios está probando.

Sabemos que la forma para salir victoriosos esta través de la fe, pero esa confianza está depositada en verdades que salen de la palabra de Dios.

Esas verdades son opuestas a las ”Verdades relativas del mundo” anteriormente dije que como en una balanza Dios prueba nuestro amor al mundo y nuestro amor a Dios, eso es cierto, pero el amor al mundo y el amor a Dios tienen íntima relación con las creencias que tenemos.

Si alguien piensa: “yo sin marido jamás seré feliz” O “yo sin dinero jamás seré feliz” O “yo sin salud jamás seré feliz” Esas creencias del mundo que son mentiras que tomamos como verdades, son a las que Dios debe llevarnos a renunciar, para poder creer lo que Dios dice que es necesario para ser felices.

Igual puede suceder con los métodos; tenemos ciertas formas de hacer las cosas que no son bíblicas, que infringen principios espirituales, porque creemos que eso nos ayuda a lograr los objetivos necesarios para ser felices… Pero Dios quiere enseñarnos que hay métodos espirituales que son más efectivos para hacernos felices.

Y allí es donde es importante tener sabiduría para ver con claridad si estoy echando mano de las herramientas del mundo y la carne, o estoy echando mano del Espíritu Santo y sus promesas.

Mi consejo es; haga una lista o tenga presente aquellas cosas en que has sido probado por Dios y no haz pasado, para que pongas mucho cuidado, porque Dios repetirá a las pruebas para llevarte a confiar más en él.

LA CORONA DE VIDA

Si volvemos al texto de la carta de Santiago está dice:

Santiago 1.12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

Dice que la recibimos al resistir la prueba, no dice las pruebas, pero como las coronas tienen relación con el cambio en nuestra vida producto de conocer y creer en Dios, y de conocer su palabra y creer en ellas, lo que en realidad sucede es que en la medida que pasamos las pruebas, se va aumentando nuestra capacidad para vivir la vida que Dios quiere que vivamos.

Entre mas pruebas victoriosas pasamos, cada vez tenemos mucho más poder para pasar victoriosos las pruebas. Entre más veces decimos no al pecado, cada vez tenemos más poder para decir no al pecado, y esta cualidad es las que nos permite disfrutar de la vida, mientras estamos siendo trasformados para convertirnos en estos reyes y sacerdotes que gobernarán con el Señor Jesucristo.

Si como cristianos no tenemos una vida feliz, necesitamos ser probados para que podamos disfrutar de la vida cristiana desde ahora.

Sí como cristianos vivimos en derrota espiritual, no es porque Dios no nos haya probado sino porque nos estamos rajando en las pruebas, y cada vez nos volvemos más inconscientes de nuestra incredulidad y de nuestro pecado.

Es decir estamos descuidando nuestro crecimiento en salvación… Y por eso vivimos una vida espiritual de derrota. No debemos olvidar:

Romanos 14.17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

La vida cristiana no depende de la cantidad de cosas que tengamos, todo lo contrario, el amor al mundo que poseemos o no poseemos destruye la vida espiritual, por eso hay que aprender contentamiento y con el poder de Dios vivir haciendo lo justo, que es la voluntad de Dios y disfrutaremos de la Paz y el Gozo en el Espíritu Santo.

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