LA VERDAD OS HARÁ LIBRES – PARTE 3
APRENDIENDO A DAR GRACIAS
I. INTRODUCCIÓN
Recuerdo que hace más de 20 o 25 años estuve yendo a una serie de iglesias a predicar y uno de los temas que más me gustaba dar era el que tiene que ver con el concepto del bien y del mal, que el hombre obtuvo producto de desobedecer a Dios por haber confiado en Satanás. Y como parte del mensaje es…
Mateo 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Y si Dios está dispuesto a darnos buenas cosas si le pedimos, entonces: ¿Cuáles son esas buenas cosas que Dios nos puede dar? Y luego de esto preguntaba la gente: ¿El dinero es bueno? Y en coro la gente respondía que sí. Y entonces yo comenzaba decir si es bueno para comprar droga, es bueno para contratar sicarios y matar policías, es bueno para comprar armas y desplazar a la gente, es bueno pagar sobornos y para financiar guerras…
Y después de esto volvía y preguntaba: ¿El dinero es bueno? Y entonces respondían que no. Y entonces yo comenzaba a decir que el dinero servía para dar de comer a los pobres, para comprar medicinas y ayudar a los enfermos, para pagar estudio a los jóvenes para que progresen, para sostener a los ancianos, etc.
Luego les preguntaba: ¿La inteligencia es buena? Y nuevamente decían; sí. Y entonces yo decía, si para construir bombas como la bomba atómica, para organizar secuestros, robos, golpes de estado etc. Y luego volvía y preguntaba: ¿La inteligencia es buena? Y ya la gente comenzaba a dudar para contestar pero algunos decían que no, entonces decía yo que la inteligencia de los científicos que han descubierto medicinas favorables para los hombres, la inteligencia de los médicos es una bendición, en los buenos administradores, en los buenos políticos, si es que los hay, etc.
Y luego para que no se volvieran a equivocar preguntaba; ¿La salud es buena? Y entonces algunos decían que sí, que definitivamente la salud siempre era buena… Y entonces yo les decía que era tan buena, que el monstruo de los andes fue un colombiano que estuvo en Ecuador, y asesinó más de 50 mujeres porque tenía una salud extraordinaria, lo que le permitío hacer todas estas cosas, que si él hubiera sido inválido pues obviamente no hubiera podido cometer tanta maldad…
Luego de esto les explicaba lo que estoy tratando que ustedes entiendan y crean de todo corazón, y es que tenemos un concepto del bien y el mal muy equivocado, donde hay cosas que consideramos absolutamente buenas y no lo son y otras absolutamente malas y tampoco lo son. Y este engaño es el que hace que frente a las diferentes circunstancias que Dios ordena para nosotros reaccionamos de forma completamente equivocada e igualmente sucede diferente a ciertos mandatos que recibimos de Dios los cuales llegamos a considerar como malos por creer en ese concepto del bien y el mal que hemos recibido del mundo.
Lo serio de este asunto es que a veces pueden pasar años de vida cristiana y todavía no hemos terminado de renovar nuestra conciencia respecto de esto, y esto es lo que hace que hombres de Dios como Jeremías, consagrado al servicio de Dios para denunciar el pecado del pueblo, siendo este un enorme privilegio, el profeta se sentía defraudado por lo que Dios hacía o dejaba de hacer, y por esto llegó a decirle al Señor…
Jeremías 12:1–2 Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan
deslealmente? 2Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones.
Es tal el poder del engaño que nos convence de qué Dios está actuando mal, y aunque creemos tener un concepto adecuado de Dios, lo humanizamos y lo rebajamos a una condición moral aún inferior a la nuestra, por lo tanto nos sentimos con el derecho de juzgarlo por lo que hace o por lo que no hace.
Nos pasa igual que al profeta, que comienza diciendo que Dios es justo, pero no lo cree y por eso se atreve a cuestionarlo. Es decir unas cosas es lo que decimos y otras lo que creemos. Por esto al igual que el profeta aunque creemos en la justicia y el amor de Dios, frente a las cosas que nos suceden nos atrevemos a reaccionar mal.
En este caso el profeta le dice cuál es la injusticia que está cometiendo, y es que él, Dios, está prosperando a los malos aunque son unos hipócritas que hablan de Dios pero no actúan de manera correcta, mientras que el haciendo lo correcto la está pasando mal, precisamente por los ataques de estos personajes que Dios está prosperando… Y por eso le pide que actúe, que haga lo correcto, que lo defienda.
Jeremías 12:3-4 Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo; arrebátalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.4¿Hasta cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: No verá Dios nuestro fin.
La pregunta que nos podemos hacer es: ¿Realmente esperaba el profeta que Dios hiciera como él le pedía? Si eso era lo que esperaba, entonces Dios comenzaría a actuar en contra de estos malos, a quitarles su prosperidad, a castigarlos, etc. Sin embargo la respuesta de Dios no fue ni parecida a lo que esperara esperaba el profeta, porque Dios le dijo lo siguiente:
Jeremías 12:5-6 Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán? 6Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron grito en pos de ti. No los creas cuando bien te hablen.
Dios le dijo que la persecución que estaba enfrentando era suave comparado con lo que iba a tener que vivir más adelante, y que si se estaba quejando por lo poco que estaba enfrentando entonces como iba a hacer cuando la cosa se pusiera más complicada.
Y lejos de su suavizarle el asunto, parece que el profeta pensaba que su familia estaba a favor de él y Dios le dice que no, que su familia, que sus hermanos también están en contra de él y que por eso no debe creerle a su familia, cuando le estén hablando manifestando buenas intenciones porque ellos también lo han traicionado. Por supuesto no es el único hombre engañado por este concepto de bien y el mal que el mundo enseña, en el salmo 73 encontramos a otro en conflicto…
Salmo 73:1–3 Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón. 2En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. 3Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.
No tenemos que es la misma crisis, haciendo la voluntad de Dios no disfrutamos de las cosas buenas que disfrutan los malos en el mundo y eso hace que duremos del amor, de la justicia del poder de Dios sin embargo este hombre más adelante dice:
Salmo 73:16–18 Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí, 17Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos. 18Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer….
Entendió lo que en otro salmo podemos leer que dice:
Salmo 49:6–9 Los que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate 8(Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás), 9Para que viva en
adelante para siempre, Y nunca vea corrupción.
Ya hemos visto más de una vez que no importa lo que sea necesario hacer, así sea doloroso, si el objetivo es que la persona se salve eternamente siempre valdrá la pena.
Y lo otro que tampoco podemos perder de vista es que el crecimiento espiritual es tan valioso, que no importa la situaciones difíciles donde Dios nos coloque si se cumple el objetivo, por qué de nuestro crecimiento espiritual depende de nuestra vida.
El profeta Jeremías al igual que muchos hombres de Dios se volvió a dejar engañar por ese concepto del bien y el mal, y por esto volvió a quejarse…
Jeremías 15:15–18 Tú lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo; sabes que por amor de ti sufro afrenta. 16Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. 17No me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía; me senté solo, porque me llenaste de indignación. 18¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió curación? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?
Le está pidiendo nuevamente a Dios que lo defienda de sus enemigos, y le le dice algo así como que le tenga paciencia, que él como profeta ha sufrido por amor a Dios, no sólo ha sufrido sino que ha considerado un privilegiado de ser su profeta, que además se alejó de la gente mala, de los pecadores, que no actuo con orgullo a pesar de haber sido elegido por Dios para profetizar…
Es decir que el ha estado haciendo todas las cosas bien, pero… Esta indignado, adolorido, no ve que Dios lo cure de sus dolores, y concluye diciendo que Dios es como un fantasma como algo en lo que no se puede confiar.
Y nuevamente yo pregunto… ¿Será que algunos al quejarse con Dios esperan que Dios cambie la forma en que los está tratando, que les pida perdón, que les de lo que ellos tanto anhelan, que Dios reconozca que los está haciendo sufrir por no ponerles cuidado o algo por el estilo?…
Quién esté esperando algo como eso está grave, porque no sólo Dios no se equivoca jamás sino que es inmensamente misericordioso y paciente, y por eso nos soporta a pesar de qué nuestro concepto del bien y del mal nos haga verlo equivocado, llevándonos a juzgarlo mal, y aún alejarnos de él para desobedecerle, por no haber sido tratados como lo deseamos…
Pero como todo esto es por causa del engaño y del revuelto de los conceptos humanos con los divinos, por esto el señor le dijo:
Jeremías 15:19 Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.
En otra versión dice:
Jeremías 15:19 Esto responde el Señor: —Si regresas a mí te restauraré para que puedas continuar sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero. Tienes que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti!
Si queremos disfrutar de la vida cristiana obedeciendo a Dios necesitamos “entresacar lo precioso de lo vil ” para lo cual es necesario hacer una lista completa de todas las cosas que tenemos planteadas en nuestra vida como buenas o malas, para que nuestro concepto del bien y del mal se ajuste al de Dios, y podamos ser conscientes de que Dios está haciendo lo perfecto con cada uno de nosotros.
Al hacer la lista vamos a descubrir que ni siquiera hemos pensado detenidamente en este asunto, razón por la cual deseamos para otros y para nosotros, cosas que consideramos absolutamente buenas y no lo son.
¿Será bueno tener una iglesia grande?¿Será bueno tener sabiduría?¿Será bueno tener mucho dinero para la obra?¿Será bueno poder hacer milagros y sanidades?¿Será bueno tener salud?¿Será bueno tener discípulos que nos respalden?¿Será bueno tener esposa?¿Será bueno tener hijos?¿Será bueno tener vehículo?¿Será bueno tener jubilación?, etc. La respuesta a estas y a muchísimas cosas más, no puede ser si, como tampoco puede ser no. La respuesta tiene que ser DEPENDE.
¿Depende de qué? Depende de nuestro corazón, de nuestro conocimiento de la voluntad de Dios, de nuestro deseo de hacer su voluntad, porque todas estas cosas que he mencionado pueden producir mucho bien o mucho mal en nuestra vida… Y la pregunta es: ¿Tenemos la certeza de que van a producir bien?
A veces estamos convencidos de qué es lo que estamos pidiendo va a producir bien a nuestra vida, están convencidos que por no tener eso que deseamos no logramos ser felices, pero la realidad es que no podemos estar seguros de los resultados y es por eso que el Señor en su palabra nos dice:
Romanos 8:26 De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, NO LO SABEMOS, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Cuando pedimos estas cosas que he mencionado siempre tiene que haber un sincero “si es tu voluntad” sin embargo no ocurre lo mismo cuando pedimos cosas que la escritura nos dice que son buenas como por ejemplo:
El conocimiento de su voluntad, sabiduría e inteligencia espiritual, ser fortalecidos con poder en el hombre interior, conocer el amor de Cristo, ser llenos de toda su plenitud, contentamiento, humildad, mansedumbre, paciencia, que su nombre sea santificado, que venga su reino, etc.
Cuando oramos por estas cosas no creo necesario que tengamos que decir “si es tu voluntad” porque no hay duda que Dios quiere que lleguemos a la estatura de su hijo Jesús… Pero no ocurre lo mismo con las que el mundo dice que son buenas o malas, y es por eso que la escritura nos dice que no sabemos que pedir, porque no podemos tener la certeza de los buenos resultados que va a producir en nuestra vida o en la de otros, aquello que estamos pidiendo.
Por ejemplo: Hay iglesias grandes donde Dios no ha podido entrar, sabiduría humana que ha sido mal empleada, dinero para la obra que ha terminado financiando pecado, milagros que han sido usados para enseñar y respaldar mala doctrina, salud que ha permitido trabajar diligentemente en caminos que no son de Dios, discípulos que han respaldado esos malos caminos y a sus líderes, esposas que han colaborado en hundir al pastor, hijos que ha sido mal testimonio para la iglesia, etc.
Por supuesto no va a faltar, y es legítimo que alguien diga que Dios le reveló que el sí va ser rico… o que va a ser pobre, o que Dios le mostrara cuánto le es necesario sufrir por su nombre, y aún que a él, Dios le prometió como a Pedro caminar sobre el agua, o cualquier cosa, lo importante es que esta revelación personal no se puede plantear como doctrina, mucho menos para todos, sino como un asunto de revelación personal, que los resultados mostrarán si era cierto o no.
EN EL DISCIPULADO…Por esto mismo, en el discipulado o la consejería pastoral, es un error grave asegurarles prosperidad material, salud, bienestar, etc. Cuando sólo Dios conoce el corazón de esa persona y sólo Dios sabe exactamente que necesita para ser bendecida espiritualmente.
En lugar de asegurarles el bien de acuerdo a la escala de valores del mundo, lo correcto es asegurarles el propósito que Dios tiene de darles bendición espiritual, a través de cualquiera que sea la situación que les permita vivir.
También es posible que Dios a través de algún don espiritual confirme una situación de prosperidad material, sanidad, enfermedad o pobreza, etc. Pero una cosa es que Dios confirme y otra es la probabilidad de que pueda suceder. (No olvidemos que las profecías de los profetas deben ser juzgadas)
Si no hay la confirmación de Dios y declaramos lo que es posible, o lo que deseamos, esto por supuesto es pecado que puede llevar a dos grandes errores: El primero es que la persona que ha recibido la bendición material conserve la fijación de que las cosas materiales son la bendición que realmente importa, sin entender la riqueza de las bendiciones espirituales, de los tratos de Dios, de la transformación de su carácter, del crecimiento de su fe a través de las pruebas, etc.
El otro terrible error es: Que lo declaren sano, y luego tengan que ir a orar en el entierro. Lo cual no sólo nos deja como mentirosos o falsos, que no es grave, comparado con la mala imagen que el creyente se forma de Dios, por no haber cumplido Dios con lo prometido.
Más si en una situación difícil, le aseguramos lo que la Biblia asegura, que Dios lo va a bendecir espiritualmente si él se deja, y que posiblemente sí es lo mejor para él, también materialmente. Entonces el discípulo tendrá una directriz muy clara respecto de lo que Dios quiere hacer con su vida, valorando como bueno realmente lo que la escritura dice que es bueno.
Esto es exactamente lo mismo que enseña la poco creída promesa que dice:
Romanos 8:28 Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
La vida del apóstol Pablo no es un buen ejemplo para respaldar las creencias humanas y las malas doctrinas basadas en el concepto humano de lo bueno y malo de las cosas… Pues por servir a Dios, menospreció cosas como posición, dinero, comodidad, etc. Que son llamadas buenas en el mundo, razón por la cual muchísimos cristianos las buscan con desenfreno.
Esto hace que quienes se enteran de lo que el apóstol Pablo hizo, crean que el despreció cosas buenas. Pero el apóstol al menospreciar estas cosas en ningún momento consideró que estaba sufriendo pérdida alguna, pues al renovar su mente, al entresacar lo precioso de lo vil, entendió el verdadero valor de cada cosa, por esto escribio:
Filipenses 3: 7 al 8 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, (por estiércol) para ganar a Cristo.
Las cosas que el mundo llama a buenas, razón por la cual los hombres desprecian el conocimiento de Dios, son las cosas que el apóstol llamó basura… La traducción correcta dicen que la palabra es estiércol.
Todas las cosas que el mundo llama buenas que impiden que los hombres acerquen a Dios son puro estiércol comparadas con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús. Que como ya he mencionado no hay nada más valioso en todo el mundo que ese conocimiento. Como el apóstol tenía claro el verdadero valor de cada cosa, y lo creía, escribió:
Filipenses 4:11 al 13 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.12Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Si vemos con claridad el verdadero valor de las cosas del mundo, cuando nos sean quitadas no nos afectarán entristeciéndonos, y cuando no sean dadas no nos alegrarán… ¿Pues como alegrarnos o entristecernos por cosas que no tienen valor?
Lo que realmente tiene valor es el trato dado por Dios a través de cualquier circunstancia. Explico: usted puede recibir algo que desea mucho pero alegrarse por la forma en que Dios lo consiente, no precisamente por el objeto recibido. O usted puede perder algo que considera valioso y al mismo tiempo alegrarse, porque entiende que Dios le está quitando un ídolo que le impide acercarse más a él… Lo importante no son las cosas, sino el trato y la lección que recibimos a través de recibirlas o perderlas.
Y como eso es lo que el apóstol está haciendo, teniendo certeza de qué la obediencia frente a las diferentes circunstancias es lo que trae bendición… el manifiesta que puede frente a cualquier circunstancia seguir haciendo la perfecta voluntad de Dios, y no dice que esté resignado, o aburrido, ni anestesiado. Dice que está contento.
Cuando uno está contento por lo que Dios le ha dado o le ha quitado, porque eso está produciendo bendición, la consecuencia de esta alegría por la bendición de Dios inevitablemente es el agradecimiento. Y es por eso que frente a todas las circunstancias Dios nos ordena que le agradezcamos. Dice así:
1 Tesalonicenses 5: 18. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Nuevamente dice “en todo” nuevamente y pienso que a propósito, no aclara que debemos agradecer por las cosas que consideramos buenas, ni excluye de agradecer por las que consideramos malas por qué ese concepto humano del bien y del mal de los que no ha nacido de nuevo, no tiene importancia para el que está haciendo la voluntad de Dios.
LA FALTA DE AGRADECIMIENTO
Desafortunadamente muchísimos cristianos que tratan de cumplir con este principio de ser agradecidos, y dar gracias a Dios por todo, se encuentran incapaces de hacerlo, porque todavía el la definición que el mundo da de lo que es bueno y lo que es malo, afecta sus pensamientos, deseos y decisiones, y eso les impide hacer la voluntad de Dios.
Por ejemplo: Muchos al recibir la provisión económica dicen… y de todo corazón… “gracias por el dinero Señor” porque se sienten verdaderamente contentos y agradecidos por el dinero que reciben…
¿Pero pueden, cuando hay crisis económica y no hay para la comida, estar contentos y dar como consecuencia gracias a Dios de todo corazón? La respuesta es no.
Peor aún, algunos creen que no es posible en medio de situaciones difíciles estar contento, sin embargo acabamos de leer que el apóstol Pablo daba testimonio de poder contentarse cualquiera que fuera su situación, y está hablando de pasar hambre, y por otros pasajes sabemos que también tuvo que soportar frío y desnudez, y sin embargo dice que aprendió a estar contento en medio de cualquier situación, gracias al poder de Dios.
Creo que hay que poner atención a que él dice que “aprendió” lo cual implicó una batalla entre los conceptos humanos del bien y del mal y los divinos, hasta que de tanto insistir terminó creyendo de corazón lo que Dios decía, y eso le permitió contentarse cualquiera que fuera su situación.
Esto lo llamo yo guerra espiritual, la verdadera guerra espiritual no es la que se ora por las cosas materiales, sino por todos esos conceptos satánicos que hay en nuestro corazón que nos impiden disfrutar del amor de Dios.
“Gracias por la salud Señor” dicen otros con verdadero agradecimiento, pero; ¿podrán decir lo mismo también de todo corazón, cuando estén enfermos, porque se sienten contentos?
Algunos dicen ” Si. Yo si le doy gracias a Dios cuando me enfermo, cuando me roban, cuando me insultan… ” .
Sin embargo yo pregunto: ¿Das gracias por qué estás contento y verdaderamente agradecido por esas cosas?… Porque si yo doy gracias a Dios sin sentirme contento ni verdaderamente agradecido… Estoy siendo un hipócrita. Y la hipocresía es un pecado que según Jesús corrompe toda la masa, es decir hace que todo el cristianismo se vaya corrompiendo cada día más. Opuesto a la sinceridad.
La pregunta es: ¿Estaría bien que la gente le diera gracias por algo que no le agradecen, por algo que los tiene aburridos? Por supuesto que no. Es un engaño, es mentira, es hipocresía
Algunos para remediar esto, se engañan diciendo que lo hacen por fe. ¿Pero si fe es la certeza del amor de Dios en lo que está sucediendo… Esa convicción debería hacerlos sentirse contentos?
Pero si se sienten tristes dando gracias, la única explicación es, que la fe es falsa. Y que están apegados enfermizamente a eso que Dios les quitó, o no les dio, por eso no pueden sentir agradecimiento. Y les toca dar gracias de dientes para fuera lo cual no es válido.
Pero si nos desprendemos del concepto que el árbol de la ciencia del bien y del mal enseña, vamos a entender que: LA FORMA CORRECTA DE AGRADECER A DIOS ES…
“Señor te doy gracias porque la salud que me das en este momento, es lo que necesito para el crecimiento de mi vida espiritual “…
Señor te doy gracias porque la enfermedad que me das en este momento, es lo que necesito para el crecimiento de mi vida espiritual. “…
“Señor te doy gracias porque el dinero que me das en este momento, es lo que necesito para el crecimiento de mi vida espiritual”….
“Señor te doy gracias porque el dinero que no me das, es lo que en este momento necesito para el crecimiento de mi vida espiritual”… etc.
Al dar gracias de esta forma, estamos diciendo que lo más importante es su voluntad, y dentro de su voluntad no hay duda que el crecimiento de nuestra vida espiritual está incluido.
Y si estamos genuinamente dispuestos a hacer su voluntad, entonces estaremos dispuestos a asimilar todas las situaciones cualquiera que sean, como bendición, situaciones que pueden incluir, ser reprendidos, ser motivados, ser humillados, destruir nuestros ídolos, etc., Para aumentar nuestra confianza y conocimiento de Dios y llegar a la estatura de Jesucristo, que indiscutiblemente es la perfecta y maravillosa voluntad de Dios para todos y cada uno de nosotros.
Pero: ¿Es el conocimiento de Dios y la transformación de nuestro carácter lo más importante para nuestra vida, lo más importante para nuestra familia, lo más importante para la iglesia y por supuesto para el mundo?
OBJETIVOS CORRECTOS… El apóstol Pablo al entender con claridad que todas las cosas sólo son valiosas en la medida en que nos permitan conocer a Dios escribió:
1 Corintios 7:29 al 31.Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto. Resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuvieran;30los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran, 31y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutaran, porque la apariencia de este mundo es pasajera.
Cuando dice que los que tienen esposa sean como si no la tuvieren contradice esto sus otros escritos que dicen:
Efesios 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella,
En ningún momento. Debo amar a mi mujer y entregarme por ella como Cristo se entregó por la iglesia, para hacer de mi mujer una mujer espectacular delante de Dios, (por supuesto si ella se deja)
Pero lo importante en mi relación con Dios, no es lo que logre hacer con ella (la mujer)… Sino todo lo que yo aprenda de Dios en el proceso, todo lo que mi vida sea transformada por causa de obedecer
al mandato de Dios. Obviamente transformado para bien porque algunos producto de una mala mujer al no estar dispuestos a hacer la voluntad de Dios se transforman pero para mal.
Y lo mejor de todo es que esta bendición de conocer y ser transformado por Dios, no la podrá detener ni siquiera el hecho de que ella (la mujer) no camine con Dios. Más aún, como todas las cosas ayudan a bien, sí ella no camina, es seguro que su terquedad me hará crecer espiritualmente, y posiblemente más rápidamente qué si fuera obediente.
Pero para no perder la bendición, lo importante es que yo haga con ella lo que Dios me mandó a hacer… Y los resultados dependerán de Dios.
Pero el asimilar la bendición para nuestra vida depende de nosotros, depende de cuánto le conozcamos, de cuánto le entendamos, de cuánto le creamos, de cuánto anhelamos lo que El tiene para nosotros, que será inversamente proporcional a cuánto renunciemos a comer del árbol del conocimiento del bien y del mal por causa del Señor.
Por eso Pablo insistió:
Colosenses 3:1 al 2 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra,
La mira no puede estar en la mujer, los hijos, el negocio, la iglesia, etc. Si la mira está en estas cosas tendríamos que preguntarnos si hemos verdaderamente resucitado con Cristo.
Las cosas del mundo son el método para obtener las de arriba… ¿Qué sentido tiene comprar una valiosísima cajas de herramientas sino se usa?
Qué sentido tienen todas las cosas que se ven, sí a través de ellas no nos enriquecemos respecto de las que no se ven, peor aún, si por causa de ellas, nos perdemos ser enriquecidos en lo que realmente vale.
Con toda claridad podemos ver que el apóstol Pablo usa estos principios para evaluar su verdadera riqueza por eso escribió:
2 Corintios 4:18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Si en cualquier momento evaluamos nuestra riqueza con Dios, por las cosas que se ven, es porque estamos todavía profundamente engañados por el concepto mundano del bien y del mal que sigue siendo usado por Satanás como en el huerto, para alejar de Dios a los hombres y aún a los creyentes.
¿POR QUE NO SE DEBE COMER DEL ÁRBOL?
A. POR QUE DIOS DIJO QUE CIERTAMENTE MORIRÍAMOS.
Si en nuestra vida cristiana le apuntamos a obtener los objetivos que el árbol dice que son buenos, por más que usemos a Dios para conseguirlos habrá muerte espiritual. Esto también quiere decir que Dios no logrará sus objetivos en nosotros. Este fracaso será independiente de que consiga o no los objetivos planteados por el árbol.
Dios ha creado a cada ser humano con un propósito claro y definido. En términos generales quiere que le conozcamos y que seamos transformados en la imagen de su hijo Jesús.
En términos particulares Dios tiene un camino para cada uno de nosotros, nos ha dado dones, talentos, habilidades, y oportunidades diferentes… Para que en lugar de buscar lo que el árbol dice que es bueno para nosotros, busquemos ese plan particular para el cual Dios nos creo…. Cualquiera que sea.
Es tan detallado lo que Dios ha planeado para nosotros que la escritura dice:
Efesios 2:10 pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Si están planeadas las obras que debo hacer… Mi vida cristiana no puede estar enfocada en decidir qué hacer, peor aún de acuerdo a mi concepto del bien y del mal… Como Dios ya preparó de antemano las buenas obras, entonces la vida cristiana es conocer el plan que Dios tiene para mi vida, y vivirlo.
Por ejemplo; Hay gente que Dios creó para ser pobre y por causa de su desobediencia a Dios es rica. (Prefirió trabajar en un negocio ilícito porque era más rentable o prefirió predicar mala doctrina porque así lograba tener una iglesia más grande)
De igual forma hay gente que Dios creó para ser rica y por causa de su desobediencia a Dios es pobre; el joven rico siguió siendo rico por su desobediencia a Dios, el apóstol Pablo se convirtió en pobre por su obediencia a Dios, etc.
¿Debe un cristiano casarse con la mujer que más le gusta? ¿Con la que cree que más le conviene? ¿Con la más espiritual? O ¿Con la que Dios le diga?
¿Debo ser ministro de una iglesia grande poderosa llena de gente y dinero? O ¿Debo ser ministro de la iglesia que Dios me diga?
¿Deben mis hijos estudiar en la mejor universidad? O ¿Dónde Dios me diga?
Si la pregunta que te estás haciendo es; ¿cómo saber qué es lo que Dios quiere respecto de estas cosas? Ese es otro tema a estudiar, pero estarás dando un gran paso si dejas de comer del árbol de la ciencia del bien y el malpara tomar estas decisiones.
B. POR QUE EL CONCEPTO DEL BIEN Y DEL MAL DEL ÁRBOL ESTÁ AL REVÉS.
Isaías 5: 20. Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Si el concepto del bien y del mal que el mundo maneja está invertido, no importa la capacidad, ni las oportunidades, ni las intenciones, la terrible y espantosa verdad es que cada vez que logremos algo que el árbol diga que es bueno, nos estaremos haciendo daño, y cada vez que logremos huir de lo que el árbol dice que es malo, nos estaremos nuevamente haciendo daño.
“Cuando mi suegra se muera que la entierren boca abajo por sí se quiere salir se vaya más pa bajo.”
De qué sirve tener un barco con todo lo mejor, si estando mal la brújula pensamos que está bien. El resultado será que jamás, si la brújula está mal, llegaremos al destino. Un cristiano que viva buscando lo que el árbol dice que es bueno, podrá conseguir muchas cosas y llegar a muchos lugares, pero jamás llegará al destino deseado por Dios.
C. POR QUE EL ÁRBOL NOS DA UN CONCEPTO EQUIVOCADO DE NOSOTROS.
Jeremías 17: 9. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Cuantas veces pensamos sí yo tuviera tales cosas, haría la voluntad de Dios y Dios cumple y nosotros no. ¿Por qué?
Porque nuestro corazón nos engaña, haciéndonos creer que: SOMOS LO QUE NO SOMOS. Este engaño nos hace pensar que:
1. Creemos que podemos lo que no podemos. El caso del apóstol Pedro; ¿Acaso pretendía engañar al Señor? No, fue engañado por su propio corazón, por creer lo que el árbol enseña.
Mateo 26: 34… Jesús le dijo: -De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: -Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Sin embargo se cumplió lo que Jesús dijo, a pesar de que Pedro estaba convencido que no sería que esa manera.
Si no hubiera creído en el árbol, cuando Jesús le dijo que lo iba a negar, él ha debido responder si Señor.
2. Creemos que necesitamos lo que realmente no necesitamos. El caso del joven que pedía lo que creía necesitar:
Lucas 12: 13 al 15. Le dijo uno de la multitud: -Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. Pero él le dijo: -Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Y les dijo: -Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
No necesitaba dinero, necesitaba dejar de comer del árbol para dejar de ser avaro. D. POR QUE NO SABEMOS DEL FUTURO.
Santiago 4: 13-16. Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
De cuantas cosas nos protege Dios, porque además de conocer el corazón de aquellos con los que nosotros nos relacionamos, también conoce a la perfección el futuro.
Peleando el cupo en el vuelo… que más tarde se cayó. Peleando por una persona sin saber quien realmente es. Peleando por un negocio sin saber lo que Dios si sabe, que no va a funcionar. Peleando por meter los hijos a tal universidad, sin saber que allí van a comenzar a desviarse de los caminos de Dios o van a conocer a la mujer o al hombre que será su perdición.
O peleando e insistiendo por una iglesia grande y próspera sin saber que esa prosperidad dañará su corazón.
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
VIII. SÓLO UNA BUENA DOCTRINA ME DARA LA DEFINICIÓN CORRECTA DE LO BUENO Y DE LO MALO.
Pero esa doctrina no puede tener en ningún concepto, ninguna mezcla con el árbol de la ciencia del bien y el mal. Sólo una buena doctrina y una buena actitud con Dios me permitirá conocer su perfecta voluntad.
Porque en resumidas cuentas, la única e inequívoca definición de lo bueno y lo malo para nuestra vida es…