EL PRECIOSO CRISTIANISMO – PARTE 4 CONOCIENDO MÁS A DIOS
I. INTRODUCCIÓN
Aún antes de que el hombre viviera en el paraíso, ya había comenzado una batalla entre el bien y el mal. Es una batalla que según la escritura tendrá fin y que obviamente será ganada por el bien, es decir por Dios.
Sin embargo, pueden tener la certeza que no es una batalla pareja, pues el mal por poderoso que sea, quienes luchan en este bando son simples criaturas enfrentándose al Dios todo poderoso creador de los cielos la tierra y todo cuanto existe en el universo.
Por esta razón el mal no tiene la más mínima oportunidad de ganar, sin importar lo poderoso o lo numeroso de su ejército.
La pregunta es: ¿Cuál es la imagen que tenemos del Dios al cual servimos… O del Dios contra el cual peleamos?
Creo que hay ignorancia y ceguera voluntaria respecto de esta pregunta. Y eso me parece muy grave, porque conocer la realidad de quien es Dios es muy, muy importante tanto para el que sirve a Dios, como para el que se opone a El.
Insisto: ¿Sabes quién es realmente el Dios que te respalda? o ¿Sabes contra quien estas peleando?
El rey David al ser librado de sus enemigos describe la ayuda de Dios de la siguiente manera:
2º Samuel 22.13–16 Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes. 14Y tronó desde los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; 15Envió sus saetas, y los dispersó; Y lanzó relámpagos, y los destruyó. 16Entonces aparecieron los torrentes de las aguas, y quedaron al descubierto los cimientos del mundo; A la reprensión de Jehová, por el soplo del aliento de su nariz.
Describe que la sola presencia de Dios o el aliento de sus nariz es suficiente para acabar con todos sus enemigos. Sin embargo no creo que sea exactamente lo que haya visto, cuando fue defendido por Dios, pero si fue lo que Dios le reveló acerca de su presencia, y por esto podemos ver que las profecías que hablan del final de los tiempos, donde Dios vence a sus enemigos dice así:
Isaías 2.19 Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra.
La sola presencia y el resplandor de su majestad serán suficientes para derrotar a sus enemigos. Y aún si pensamos en el super enemigo de Dios, Satanás. La escritura dice que su fin será de la siguiente manera:
2 Tesalonicenses 2.8–9 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; 9inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
Será destruido con el espíritu de su boca… porque sólo es necesario que Dios hable para que las cosas sucedan… Y el resplandor de su venida, su sola presencia aterrorizara a todos aquellos que han vivido ignorándolo.
Otro pasaje que narra este final está en el libro de Apocalipsis y dice:
Apocalipsis 19.19–21 Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. 20Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. 21Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
La pregunta que algunos se pueden hacer es: ¿Porque si es tan grande el poder de Dios, por qué el no detiene la maldad y el sufrimiento de tantas personas en este mundo?
La verdad es que hay varias razones muy válidas por las cuales Dios está haciendo las cosas tal como las estás haciendo. Podríamos comenzar por decir que el hombre es libre, y Dios le está dando la oportunidad de escoger entre servir al bien o servir al mal.
Eso también quiere decir que Dios está usando la maldad, al mismo Satanás, a los hijos de Satanás, para probar el corazón de los hombres y que ellos decidan para quien quieren vivir.
Por supuesto decidir entre el bien y el mal no es tan sencillo, O más bien diría que es muy complicado hacerlo sin la ayuda de Dios.
En el último pasaje que leí, habla de cómo el falso profeta y la bestia, engañan a los hombres para que éstos se pongan la marca de la bestia, la adoren… Y como consecuencia sean condenados.
Eso quiere decir que aunque básicamente es una batalla del bien contra el mal, a causa del engaño tan grande, en que los hombres han caído por creer a Satanás, lo que estamos viviendo ahora es una batalla entre el bien y el bien.
¿Porque el bien contra el Bien? Porque ahora la batalla es el bien según Dios, contra el bien según los hombres. Porque haciendo el mal los hombres han sido convencidos que están haciendo el bien, y por eso decía que sin la ayuda de Dios es imposible ganar esta batalla.
LA GUERRA ESPIRITUAL
Pero una cosa es poder entender la verdad, otra es creerla. Y es por eso que he estado hablando de la importancia de practicar de manera continua la guerra espiritual, para poder afirmar nuestra fe, de tal manera que nuestro comportamiento sea el de un auténtico hijo de Dios.
Sin embargo algunos qué me escuchan desde hace muchos años, pueden estar extrañados de que este insistiendo mucho en este asunto, porque seguramente en el pasado me oyeron hablar de lo inútil y equivocada de la guerra espiritual.
Bueno; hay dos cosas que quiero aclarar respecto de esto. La primera es que ese término, “guerra espiritual” no aparece en la escritura, pero ha sido usado por los cristianos, para describir la batalla que en oración debemos realizar contra Satanás. Desde este punto de vista este término no tiene nada de malo, y tiene de bueno que nos recuerda que estamos en guerra.
Pero lo segundo que quiero aclarar, es que cuando algunos hablan de la, “guerra espiritual” no se están refiriendo a lo que la escritura nos manda a hacer, sino a una guerra espiritual que considero inútil y completamente equivocada.
¿Por qué? Porque ellos se han dedicado a reprender a Satanás, pero no para resistir su equivocada forma de pensar con la que ha engañado a los hombres, sino para proteger aquellas cosas que precisamente Satanás les ha enseñado a los hombres que son muy valiosas. Cosas como las riquezas materiales, la salud, las relaciones, el trabajo, etc.
Por esto, cuando algunos insisten en que esa guerra espiritual es necesaria, yo les pregunto: Si Dios mismo fue el que dirigió a Satanás a tocar la familia, las finanzas y la salud de su siervo Job, para a través de ese trato bendecirlo, dándole un enorme crecimiento espiritual… ¿Que hubiera pasado si algunos se hubieran dedicado a reprender a Satanás, para que no hiciera lo que Dios le dio permiso de hacer?… Por qué la escritura dice:
Job 1.12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
La pregunta es: ¿Acaso orar en contra la voluntad de Dios es una oración que Dios responde?
La escritura que yo conozco dice que no, que la clave está en orar de acuerdo a la voluntad de Dios para ser escuchados y recibir respuesta… Pero acabamos de leer que Dios le está diciendo a Satanás que tiene permiso de actuar… Por lo tanto esta oración reprendiendo a Satanás, para que no actúe destruyendo las cosas de Job, iría en contra de la voluntad de Dios, y por esto no sería respondida por Dios.
Es más; esa no fue la primera vez que Dios usó a Satanás y su maldad para bendecir a su pueblo, ni será la última, como nos relata que pasara el libro de Apocalipsis, cuando dice:
Apocalipsis 2.10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Vuelvo a preguntar: ¿Será que esta profecía del libro de Apocalipsis donde Satanás echa a algunos en la cárcel, para que a través de la prueba siendo fieles obtengan la corona de la vida… Si los cristianos oran haciendo guerra espiritual entonces no sucederá?
Es decir: ¿Si algunos cristianos oran reprendiendo a Satanás para que estos creyentes no sean echados a la cárcel… Entonces no sucederá.?
Si esto fuera posible, entonces Dios y su palabra quedarían como mentirosos, por causa de la oración de estos cristianos.(Sería como si Dios se atacara asimismo. Absurdo.)
Además de esto también debemos preguntarnos: ¿ Las verdades tan importantes que aprendió Job a través de esa situación, y el premio que Dios tiene para aquellos que en el futuro sea probados a causa de la acción de Satanás… Acaso todas esas bendiciones se perderán, porque algunos apegados a los bienes materiales detuvieron a Satanás, en lo que Dios ya le había dado permiso de hacer.
Se imaginan ustedes que Dios diga que si, y que los cristianos digan que no. Y entonces se cumpla lo que los cristianos dicen en contra de Dios, dejando a Dios avergonzado, y mostrando que no tiene poder ni siquiera para respaldar su palabra?
Esa es la guerra espiritual que digo que es completamente equivocada, porque en realidad, es un atentado contra la voluntad de Dios, contra los planes de Dios y contra su soberanía.
Algunos podrán insistir en que la escritura dice que debemos cuidarnos de los ataques de Satanás. Lo cual es completamente cierto, pero si miramos el pasaje donde somos advertidos de sus ataques, vemos que confirma precisamente lo que estoy diciendo con base en la palabra, pues dice:
1 Pedro 5.8–9 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Nos manda a estar sobrios y a vigilar para poder descubrir sus ataques. Pero notemos que nuestra parte es resistirle estando firmes en la fe, que debe entenderse, como que en medio de sus ataques, no comencemos a dudar de Dios, ni de lo que nos ha dicho.
Pero aún estando firmes en la fe, eso no va evitar que pasemos por ciertos padecimientos. Es decir; la advertencia no es para resistir a Satanás y evitar así los padecimientos, sino para que en medio de ellos, estemos firmes en la fe.
Y por esto también nos dice para animarnos, que también nuestros hermanos en la fe en todo el mundo pasan por esos mismos padecimientos.
Lo cual nos muestra muy claro, que la batalla es contra una mala forma de pensar, contra el engaño en que hemos caído a causa de las mentiras de Satanás, y no contra las situaciones, ya que estas a la final son provistas por Dios para bendecir nuestra vida. Y por esto el pasaje continúa diciendo:
1 Pedro 5.10–11 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 11A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Diciendo una vez más, qué ese padecimiento por un poco de tiempo, causado por los ataques de Satanás, cuando resistimos firmes en la fe trae muchas bendiciones para nuestra vida.
Así es de que, la verdadera guerra espiritual si es contra Satanás, pero contra los dardos de fuego, que son todos aquellos pensamientos que no son verdad, que tienen como objetivo que no le creamos a Dios, y peor aún, que pensemos mal de El.
Para los que escuchamos el mensaje del sábado pasado dado por José, fue un mensaje excelente; se que bastantes lo escucharon, lo que no sé es que tantos lo guardaron en su corazón.
Explicaba que la vida que Dios nos ha dado que es maravillosa, incluye para poderla disfrutar, una serie de mandamientos que son perfectos. Y que la tentación de salirnos del camino correcto, solo ocurre cuando creemos en las mentiras de Satanás.
Explicaba que el árbol de la ciencia del bien y del mal, era un árbol que no era deseable para ellos, tampoco era una tentación, y no lo era, porque sabían que comer de su fruto produciría de manera irremediable la muerte. Es más, esta verdad que conocían seguramente los mantenía alejados del árbol.
Pero cuando Eva y Adán creyeron en las mentiras de Satanás… La escritura nos cuenta:
Génesis 3.6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Las mentiras que le creyeron a Satanás les hicieron verlo como si fuera bueno, agradable, y codiciable para alcanzar sabiduría. Comieron de su fruto. Y contrario a lo que les había dicho Satanás, en lugar de mejorar, cayeron en desgracia ellos y toda la humanidad.
Pues perdieron enormes privilegios, la tierra fue maldita, y además el resultado de su incredulidad y desobediencia, los embruteció y los corrompió en extremo.
Tanto se corrompieron en todo sentido, que pensaron que hacerse unos vestidos con hojas de higuera era la solución. Y peor aún; cuando fueron confrontados por Dios trataron de esconderse, lo cual demuestra que perdieron su sabiduría, y además también trataron de esconder su pecado, echándose la culpa los unos a los otros.
Sin embargo, contrario a todo lo malo que pensaron de Dios, Dios en su misericordia a pesar de ser sus enemigos, Dios envió a su hijo a morir en la cruz para dar una nueva oportunidad al hombre.
Colosenses 1.21–22 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
Aceptar a Jesus como nuestro Señor y Salvador es algo crítico y progresivo. Porque una cosa es que gracias a nuestra confianza depositada en él, el produzca en nosotros el nacimiento espiritual con todos los beneficios que esta reconciliación incluye.
Pero el proceso de cambiar nuestra manera de pensar, para que ya no pensemos como enemigos de Dios y dejemos de pecar, es decir de pelear contra el. Para esto se requiere de un proceso y un poco de tiempo.
Ojo, quiero insistir en un poco de tiempo como leímos en el pasaje. E Insisto en recalcar que es un poco de tiempo, porque a veces pensamos que necesitamos toda la vida para dejar ciertos pecados y no es cierto.
En otras versiones este pasaje que dice: Extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras… Dicen así:
Extranjeros y enemigos de Dios en sus corazones, por las cosas malas que hacían…
Separados de Dios y teníais una actitud hostil hacia él debido a vuestras malvadas obras…
Lejos de Dios. Eran sus enemigos, estaban separados de él por sus malos pensamientos y acciones;
Extraños y enemigos, por tener la mente ocupada en las malas obras.
Están describiendo la razón de nuestro mal comportamiento: Un mal corazón, una actitud hostil, malos pensamientos, mente ocupada en malas cosas.
Creo que hay muchos creyentes que no han entendido esta relación. ¿A qué me refiero? A que no es posible dejar de pecar, si no cambiamos la manera de pensar.
Es decir; mientras sigamos engañados por Satanás, pensando que el pecado va a traer algún tipo de beneficio a nuestra vida, entonces seguiremos pecando.
Y cuando digo que creo que muchos no lo entienden, es porque se hacen el propósito de no pecar más, lo cual está bien. Pero no cambian su manera de pensar, no cambian su concepto del bien y del mal, siguen viendo el pecado como algo bueno, y esto hace que todo el tiempo estén sujetos a la tentación…
Y si no caen en la tentación, de todos modos viven una vida miserable, porque se la pasan deseando hacer lo que creen que es bueno para su vida… Y al no poder tener aquello que creen que es bueno para su vida, y al ver que es Dios quien les prohíbe tener eso, entonces pueden terminar pensando mal de Dios, y esto los llevara a cometer el pecado.
Por esto es muy importante que entendamos que si no cambiamos nuestra manera de pensar, si no aprendemos a pensar como Dios piensa, entonces nuestra obediencia siempre será contra la corriente de nuestros pensamientos, de nuestras creencias y de nuestros deseos…
Y vivir de esta manera el cristianismo, es como vivir en la fuerza de nuestra carne. Y por esto, por más que nos propongamos no pecar, llegará el tiempo en que nos cansaremos de aguantar y al final volveremos a caer en pecado.
¿Qué debemos hacer para solucionar esto? La escritura nos dice:
Romanos 12.2 No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
Creo que mas claro no se puede explicar. Y si miramos una de las promesas que considero muy importantes del Nuevo Pacto vemos que dice:
Jeremías 31.33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
El pacto no es sólo con el pueblo de Israel como hemos visto en otras ocasiones. Y el proceso claramente definido es; que primero debemos entender o recibir la información que Dios nos quiere dar, para que luego Dios la escriba en nuestro corazón.
Siendo el corazón el centro de hombre, o el lugar desde donde se controla lo que los hombres hacemos, escribir las verdades de Dios en nuestro corazón, significa que las creemos de tal manera, que ellas son las que de una manera prácticamente automática rigen nuestra vida.
¿Cómo se escribe la palabra de Dios en nuestro corazón? Esto ya lo hemos visto a ampliamente. Ocurre en medio de las pruebas, las tentaciones, y los padecimientos que debemos soportar haciendo guerra espiritual, para afirmar nuestra fe en la palabra de Dios.
Déjeme insistir: Cuando la palabra está escrita en el corazón, puede decirse que es cuando de manera automática hacemos caso a lo que Dios dice. (Algo así, como cuando por accidente colocamos la mano sobre el fogón de la estufa que está prendido… En ese momento no nos ponemos a pensar si quitamos la mano o no la quitamos, o si será que nos conviene quitarla o no quitarla. Sino que instantánea y automáticamente la quitamos.
Pero cuando la palabra no esta escrita en el corazón, cuando sólo hay la información pero no la creemos de corazón, y viene la tentación, también viene la duda, y la batalla espiritual…. Y el resultado de esa batalla dependerá, de si decidimos aferrarnos a la palabra de Dios o no.
Si nos aferramos a la palabra cada vez está se marcarán más en nuestro corazón, de tal manera que cada vez será más fácil resistir la tentación. Si no nos aferramos a la palabra y caemos en la tentación, entonces está se borrará cada vez más de nuestro corazón, y será cada vez más difícil enfrentar la tentación, y por lo tanto será más fácil caer en pecado.
Es por eso que el pecado que se comete de forma repetitiva, llega el momento en que no luchamos mas contra el… Y hasta sordos nos volvemos cuando nos hablan de que eso es pecado.
Ahora: Cuando la escritura dice que éramos extraños y enemigos en nuestra mente por causa del engaño de Satanás, lo que en realidad está diciendo es; que hay muchas cosas que nosotros consideramos que son verdad, pero son mentira. Y también hay muchas cosas que consideramos mentira pero son verdad.
Lo mismo ocurre con el concepto del bien y del mal. Muchas cosas que consideramos buenas son malas, y muchas cosas que consideramos malas son buenas.
Entonces: Si la guerra espiritual es la determinación de afirmar nuestro corazón con la verdad de Dios… ¿Cómo hacer entonces si no sabemos cuál realmente es la verdad?
Porque si no sabemos cuáles son las mentiras del diablo o cuáles son las verdades de Dios, pues no podemos decidir creer en lo que Dios dice.
Es por eso que en el pasaje que estamos estudiando, que nos da las recomendaciones para vivir el maravilloso cristianismo, allí el siguiente consejo del apóstol es obtener conocimiento. Dice así:
2 Pedro 1.5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento…
Ya vimos que debemos ser diligentes, afirmar nuestra confianza en Dios, esforzarnos por hacer el bien, y lo siguiente que debemos hacer es obtener conocimiento. En otra versión en lugar de decir simplemente conocimiento, dice:
2 Pedro 1.5 Por eso, mi consejo es que pongan todo su empeño en: Afirmar su confianza en Dios, esforzarse por hacer el bien, procurar conocer mejor a Dios,
Esto quiere decir sin ninguna duda, que el conocimiento al que se refiere es al conocimiento de Dios, el conocimiento de su voluntad, de los planes que tiene para nosotros, de sus promesas… Y no hay duda que ese conocimiento está en las escrituras, en la palabra de Dios.
El Señor Jesús enseñó acerca de la importancia de obtener ese conocimiento para poderlo seguir a El. Dijo así:
Juan 8.31–32 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Estos hombres habían creído en Jesús, como muchos en esta Iglesia han creído en Jesus, sin embargo el les dice que no son verdaderos discípulos, porque les falta permanecer en la palabra, para poder así, conocer la verdad, y que esa verdad los haga libres.
Vale la pena que nos preguntemos: ¿Nosotros que hemos creído en Jesús permanecemos en la palabra, la leemos, la estudiamos, la meditamos para conocer la verdad que nos hace libres? O ¿Solo somos cristianos que escuchamos el mensaje una vez a la semana, y eso cuando no estamos ocupados, y no vamos a las escrituras para estudiarlas?
Y a lo mejor todavía nos preguntamos, ¿porque después de tantos años insistimos en seguir cometiendo los mismos pecados?… La respuesta es porque nos falta conocer la verdad.
Pues bien, estos hombres no entendieron las palabras de Jesús. Y parece que se ofendieron cuando les dio a entender que eran esclavos. Entonces negaron haber sido esclavos, aunque varias veces habían sido esclavizados por otros pueblos… Pero no entendieron que la esclavitud a la que se refería Jesús era a la del pecado. Por esto el continuo diciéndoles :
Juan 8.34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
¿Cuál es entonces la solución para dejar de pecar? No es solo la determinación de dejar de pecar, porque no es la fuerza del hombre ni la capacidad del hombre la que le permite ser libre del pecado, sino el conocimiento de la palabra de Dios que nos permite entender la verdad, y al creer en ella, esa verdad nos libra de la esclavitud.
Y por eso a estos hombres que comenzaron a creer en Jesús, El les dijo que la clave para ser verdaderos discípulos, era permaneciendo en la palabra.
Es por esto que muchos cristianos a lo largo de los años han dicho que: El pecado te aleja de la palabra o la palabra te aleja del pecado.
Es por eso que a muchos no les gusta esta iglesia, no les gusta la clara exposición de la palabra, y no les gusta porque no tienen intención de dejar ciertos pecados.
Es también la razón, por la cual cuando un cristiano comienza a caer en pecado deja de ir a la iglesia, aunque no todos hacen eso, pues hay otros que caen en pecado y siguen yendo a la iglesia pero no ponen atención a la palabra, y no la creen, porque su determinación de seguir pecando les impide creer en la palabra. Es por esto que al seguir leyendo vemos que Jesús les dice:
Juan 8.43–44 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.
Eso quiere decir qué para dejar el pecado, lo primero que sucede es que la palabra nos convence de que es pecado lo que estamos haciendo.
Esa convicción de qué lo que estamos haciendo es pecado debe llevarnos a tomar la decisión de no pecar más.
Pero la decisión de no pecar mas no es suficiente, porque se requiere conocer más a Dios, y ese conocimiento de Dios, de sus propósitos, de sus métodos, de sus promesas… Cuando creemos en esa información, esa confianza en el conocimiento de Dios nos da el poder de dejar el pecado.
Vuelvo a leer las palabras de Jesús
Juan 8.31–32 Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
La verdad es lo que nos hará libres del pecado. Pero aunque parezca qué estamos hablando de siemple información, la verdad no es eso de lo que estoy hablando, porque la verdad es Dios.
Cuando la escritura dice que la verdad nos hará libres, lo que está diciendo es que Dios nos hará libres. Es por esto que el Señor Jesús dijo:
Juan 14.6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Por favor queridos hermanos en la fe. Nada tan importante como la palabra de Dios. Y digo esto porque para algunos la iglesia es de mucha bendición por la relación con los hermanos en la fe.
Para otros la iglesia es maravillosa porque las alabanzas los transportan al cielo, y para otros porque las oraciones en la iglesia les permiten tener paz frente a las diferentes y difíciles circunstancias de la vida…
Pero la verdad es que por encima de todo esto, está la palabra de Dios, porque la palabra de Dios es la verdad y la verdad es Dios.
Nuestra relación con los hermanos en la fe, si no es una relación dirigida por la palabra de Dios entonces esa relación no nos va a ayudar. Igualmente si nuestras alabanzas no están dirigidas por la palabra de Dios tampoco servirán de nada… Y si nuestra oración no está dirigida por la palabra de Dios, estamos hablando tonterías.
Es la palabra de Dios la que hace valiosa las relaciones, la adoración, la oración, y todo lo que hacemos…
Me asombraba a un grupo de pastores evangélicos que decían que los cristianos debemos tener unidad entre nosotros, así no estemos unidos o no estemos de acuerdo respecto de la palabra…
Decían esto porque continuamente los confrontaba con las cosas equivocadas que enseñaban… Entonces me trataban de rebelde y falto de amor, porque según ellos debíamos tener unidad a pesar de tener interpretaciones completamente opuestas acerca de lo que es el cristianismo.
Pero contrario a semejante barbaridad, el Señor Jesús dijo de su palabra:
Juan 6.63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Sólo el espíritu de Dios puede cambiar nuestra vida, la carne o el esfuerzo personal no nos sirve para ser buenos cristianos. Y lo más tremendo para aquellos que no creen en la importancia de la palabra, es que Jesús dijo que sus palabras son espíritu y son vida.
Si las palabras de Jesús son su Espíritu: ¿Cómo pensar en que sea posible la unidad en el espíritu, entre cristianos que no tienen unidad en la palabra?
O: ¿Cómo pensar en un cristiano que vive para agradar a Dios pero que no conoce la verdad, porque no permanece la palabra?
O: ¿Cómo pensar en el poder de Dios actuando a través de nosotros, que ignoramos la verdad por menospreciar su palabra?
Esta misma ignorancia, es la que hace que a pesar de nuestros mejores deseos de querer servir a Dios, al comenzar la vida cristiana hacemos muchísimas cosas que a Dios no le agradan, y lo más grave, es que pensamos que estamos haciendo lo correcto.
En cierto diario salió un anuncio que decía: “Se necesita ayuda ante de zapatería que no sepa nada de zapatería”
Al preguntarle al zapatero porque había colocado el anuncio en esos términos, el simplemente contesto; “he ensayado con algunos que saben algo de zapatería y el problema con ellos es que no siguen las instrucciones”
A la pregunta de: ¿Por qué el conocimiento que el mundo nos da acerca de Dios, y de la vida, es tan opuesto a la verdad que Dios nos quiere enseñar? La respuesta está en las palabras de Jesús cuando dijo:
Juan 14:30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
El príncipe de este mundo, no es simplemente un título. El príncipe de este mundo es Satanás, y él está ejerciendo su gobierno sobre todos aquellos que son sus hijos.
Para muchos, especialmente para los que no lo han oído antes, puede sonar tenebroso y muy exagerado hablar de que Satanás tiene hijos esparcidos por todo el mundo. Sin embargo es cierto. Y estos hijos aunque no sean conscientes de que son hijos de Satanás, hacen prácticamente lo que Satanás les dirige a hacer. Por esto la palabra dice:
1 Juan 3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
La evidencia más clara de la manifestación de los hijos del diablo es ver el mundo como esta… Y peor aún hacia donde se dirige. Porque todas las cosas absurdas que están pasando en este momento en el mundo, están dirigidas por Satanás a través de sus hijos.
Y si nos preguntamos: ¿Va a mejorar la situación del mundo? La respuesta inequívoca es no. La injusticia y la maldad en el mundo cada vez serán peores. Por eso precisamente vendrá el juicio sobre el mundo en la gran tribulación.
El apóstol Juan entendiendo esto, escribió su primera carta para mostrar la diferencia entre los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo, y también concluyó:
1 Juan 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
La siguiente pregunta qué quiero que te hagas que es: ¿Sabías tú que antes de conocer a Jesucristo eras hijo del diablo? Ojo. No te estoy preguntando si tú eras hijo del diablo, tengo la absoluta certeza de que si lo eras. Por esto lo que te estoy preguntando es: ¿Sabías que eras hijo del diablo?
La respuesta de la gran mayoría es no. Y una última pregunta respecto de este asunto es: ¿Sabías que estabas completamente adoctrinado para vivir de manera injusta no amando a los demás? Sé que la respuesta también es no.
Eso quiere decir como ya lo he dicho, que en nuestra mente hay una cantidad de conceptos que creemos buenos, justos y amorosos, y son completamente equivocados. Un día conocemos al Señor, queremos servirle, y obviamente comenzamos a hacer lo que creemos correcto pero estando completamente equivocados.
Es por eso que el consejo del apóstol después de decirnos que debemos esforzarnos en hacer el bien…. Es: Procurar conocer mejor a Dios.
Y en la medida en que conozcamos verdaderamente a Dios, sabremos con certeza que le agrada y que le desagrada, que considera justo y que considera injusto, que considera bueno y que considera malo.
Dicho de otra forma, si queremos vivir un cristianismo normal debemos servir a Dios, pero si queremos servir a Dios, tenemos que conocer a Dios y saber cómo es que a él le gusta ser servido.
Y esa información usted jamás la podrá obtener en el mundo. Porque satanás que gobierna los pensamientos del mundo se ha encargado de negar la verdad de Dios, de corromperla, y no sólo a través de los incrédulos o gentiles, también de los judíos y ahora también a través de los que dicen ser cristianos. Por esto Jesús en cierta ocasión declaró:
Lucas 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Cuan equivocado llega a estar el hombre, que cosas que Dios considera sublimes y maravillosas el hombre piensa que son abominables, y al contrario.
Ahora. No estoy hablando de la intención, estoy hablando del conocimiento de la verdad. De qué sirve tener la mejor intención de hacer las cosas bien, de manera correcta, con diligencia, si no tengo ni idea que es lo correcto.
Por eso el apóstol un poco más adelante escribió:
1 Pedro 1:14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
Que es igual a decir que si las cosas que usted deseaba antes de ser cristiano, son las mismas que desea ahora, es porque todavía sigue engañado.
¿Y qué es lo que nos puede sacar del engaño de creer que conocemos el bien y el mal? Solamente conocer verdaderamente a Dios. Y ese verdadero conocimiento de Dios, de sus atributos, de sus planes, y de lo que espera de nosotros y tiene para nosotros, solo lo podemos encontrar en las escrituras. Si volvemos a leer:
Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
La escritura dice que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta….
Pregúntese: ¿Cada vez que leo la palabra de Dios todo lo que leo me parece bueno agradable y perfecto? O ¿Cada vez que escucho un mensaje en la iglesia me parece que es un mensaje buenísimo que me agrada mucho y que a la vez es perfecto.
Si nuestra respuesta es que no, es decir que no siempre lo que escuchamos nos parece bueno, esta es una evidencia de que hay mentiras en nuestro corazón que tomamos como si fueran verdad.
Por ejemplo: Para muchos entender que debemos perdonar suena dificilísimo. Para otros entender que debemos ser generosos es como una puñalada en el bolsillo. Para otros entender que no deben fornicar es como si le estuvieran cortando la cabeza.
Pero como la voluntad de Dios es buena agradable y perfecta, cuando la escuchemos y no nos guste, por favor no dudemos de la palabra de Dios, dudemos de nuestras creencias que nos llevan a ver mala la voluntad de Dios.
En otras palabras; para renovar el entendimiento hay que entender que lo que tenemos en la cabeza está viejo, es obsoleto, es malo, completamente equivocado, y por eso precisamente es que debemos cambiarlo.
Es decir aplique el principio del zapatero del anuncio. ¿Recuerda cual fue? La escritura dice:
1 Corintios 3:18 al 20 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. 20Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
Nosotros deberíamos colocar un anuncio en la iglesia que diga: “Se necesitan personas que no sepan absolutamente nada del bien y del mal, y que no sepan nada de religión, para que puedan vivir como cristianos”
A veces algunos cuando vienen a la iglesia tienen el temor de estar cambiando de religión. Normalmente le decimos que no es un cambio de religión, que la religión que él tiene no importa, que lo que tiene que comenzar a hacer es a relacionarse con Dios para conocerlo.
Cuando las personas insisten en el asunto de la religión yo acostumbro preguntarles: ¿De qué religión era María la Madre de Jesús? ¿De qué religión eran los discípulos de Jesús? ¿De qué religión eran los sacerdotes, los escribas y los fariseos?
Algunos, en su falta de conocimiento han llegado a contestar que católicos. Ignorando por completo que el catolicismo apareció en el año 300 después de Jesucristo. Por lo tanto ni María ni los discípulos de Jesús pudieron haber sido católicos.
Jesús vino a su pueblo, y el pueblo judío era de religión judía. Y la religión judía de esa época no servía, por eso Jesús la criticó tan duramente.
El asunto a donde quiero llegar es, que las religiones han sido el elemento más poderoso para ocultar la verdad de Dios. Esto ha sucedido a través de toda las épocas y actualmente todavía sucede.
Se dice que los Masones, crean religiones para mantener entretenida a la gente lejos de la verdad.
Y lo que la mayoría de estas religiones han hecho, es tomar el conocimiento que el mundo tiene de Dios, que es completamente equivocado y lo han mezclado con la palabra de Dios.
Algunos creen que esta mezcla, como tiene algo de palabra de Dios puede traer cierto beneficio. Sin embargo Jesús dijo:
Marcos 2:21 al 22 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. 22Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
De acuerdo a esta enseñanza que será mejor: ¿No vivir la vida cristiana o vivir una vida cristiana a medias? Y la respuesta según la enseñanza de Jesús es: Es mejor no vivir ninguna vida cristiana, que vivirla a medias.
La pregunta es: ¿Estamos entendiendo la importancia de lo que este pasaje enseña acerca de nuestra vida cristiana?
Porque lo que allí enseña es, que ser medio cristiano es peor que no ser cristiano.
Sin embargo en el mundo no se enseña eso, en el mundo se enseña que es mejor hacer algo que no hacer nada. Y muchos están viviendo el cristianismo de esa manera.
Sin embargo el resultado de decidir vivir un cristianismo mediocre, es que lo poco que conoce del cristianismo ya no le dejara disfrutar a sus anchas del pecado en el mundo, y de todos modos no se salvará, pues la escritura también dice que los tibios serán vomitados.
Al tratar de hacer las cosas a medias colocando el nuevo parche en el vestido viejo, luego el roto se hace más grande. Esta parábola en otro evangelio dice:
Lucas 5:33 al 39 Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. 37Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán.
Es evidente que a medias no funciona. A medias se pierden ambas cosas. Y una vida cristiana a medias, nace de mezclar los conceptos viejos traídos del mundo con los conceptos nuevos sacados de la escritura. Por ejemplo:
En el mundo la gran mayoría piensa que lo más importante es poder saciar el amor al mundo. Y entonces aparece una clase de cristianismo falso donde se enseña que si usted busca a Dios que le va a entregar el mundo.
Eso no es cristianismo puro, es un revuelto que hará mucho más daño que alejarse completamente de Dios. Porque dará una pésima imagen del vestido nuevo y luego otros no querrán saber nada del cristianismo perdiendo la oportunidad de salvarse.
¿Qué lo que realmente necesita la gente que ha decidido afirmar su fe y vivir para Dios? Necesita hacerse completamente ignorante de la religión, y de los conceptos del mundo y meterse a la palabra de Dios a conocer a Dios y sus principios. Pero ojo sin hacer revueltos.
Necesitamos saber cómo relacionarnos con Dios, como vivir en nuestro matrimonio, como educar a nuestros hijos, como manejar nuestras finanzas, como compartir nuestra fe, como edificar a otros, y muchas otras cosas más que la escritura enseña con toda claridad. Necesitamos saber verdaderamente lo que es bueno y lo que es malo a los ojos de Dios.
Pero ojo no es una simple religión con un poco de normas por buenas que éstas puedan ser… Se trata de vivir con el respaldo del Dios todo poderoso…. Oremos.
Isaías 40.12–26 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? 13¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? 14¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? 15He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. 16Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. 17Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. 18¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? 19El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. 20El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva. 21¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? 22El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. 23El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. 24Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca. 25¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. 26Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.