¿CÓMO RECIBIR REVELACIÓN? – PARTE 3

¿CÓMO RECIBIR REVELACIÓN? – PARTE 3

EL ESTORBO DE LA SOBERBIA

I. INTRODUCCIÓN

Se han preguntado ustedes alguna vez: ¿Cuál es el peor pecado que los hombres podemos cometer? Al hacer esta pregunta he visto que las personas contestan de forma diferente, y una de las razones para hacerlo tiene que ver con lo que cada uno ha vivido, con su experiencia personal.

Es decir; muchos asocian el peor pecado, con aquellas acciones que mas los hicieron sufrir, o más daño le causaron o vieron que causó a otros… Por esta causa, algunos hombres o mujeres dirán que el peor pecado es la infidelidad, otros el secuestro o asesinato de un ser querido, de un padre o de un hijo, otros que las lesiones personales que lo dejaron ciego o invalido, otros dirán que el robo que los dejo en la miseria, o el chisme que acabó con su honra, o la tacañería de alguien que los hizo aguantar hambre…

Esta respuestas vistas desde el punto de vista de quienes las sufrieron, son verdad. Pero si consideramos de manera general en todo el mundo, que es lo que más daño ha causado, y lo que más hace sufrir a los hombres, entonces no hay duda que tenemos que tener en cuenta las palabras de Jesús cuándo dijo:

Juan 16.33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Según el Señor Jesús, todos los que crean en lo que el mundo dice que debe ser una buena vida, sufrirán… Mientras que los que crean en su palabra van a disfrutar de paz, y como consecuencia de otras muchas cosas buenas.

Y esto quiere decir, aunque a muchos les parezca absurdo o increíble, que el peor pecado que se puede cometer, porque es el que produce más daño, es no creer en el Dios verdadero y su palabra.

Y no hay duda de esto, porque cualquier pecado que cualquier hombre cometa dañándose asimismo o a sus semejantes, tiene como origen la desobediencia, consciente o inconsciente a la voluntad de Dios.

Que es igual a decir, que si en el mundo absolutamente todos hicieran la voluntad de Dios, el mundo sería un paraíso.

Esto; de que no creerle a Dios es el peor pecado, lo confirma la escritura cuando dice:

1 Timoteo 6.10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

El amor al dinero, siendo el dinero el que representa al mundo, es lo que hace que las personas no se acerquen o que cuando se acercan a Dios, este amor los desvíe de la fe. Y esa es la razón de todos los sufrimientos.

Notemos que nuevamente aparece a un lado de la balanza el Señor nuestro Dios, y al otro lado el mundo y el amor que los hombres sienten por el.

Y es la misma verdad que vimos en el sermón o estudio de la semana anterior, donde era muy claro que; los ídolos que seguimos, que mantenemos, que protegemos, son los que a la final nos hacen sufrir… Y donde lo más terrible que vimos, es que al sufrir no culpamos a los ídolos ni a nuestra desobediencia, sino al Dios verdadero. Y digo terrible porque culpar a Dios hace imposible solucionar el asunto.

Frente a esto la siguiente pregunta debe ser: ¿Porque los hombres no le creemos a Dios, y si creemos en el mundo, no sólo con facilidad sino con una enorme fe?

No sé cuántos de ustedes se dieron cuenta que al comienzo de la pandemia, algunos comenzaron a comprar mucho papel higiénico… Y luego otros viéndolos; también compraron mucho papel higiénico. Y: ¿Cuál era la razón? Ninguna. Pero cuando unos vieron que otros lo hicieron, creyeron que eso era lo que había que hacer y por eso también compraron… Esa es una evidencia muy clara, de cuánto confían los hombres de manera casi ciega en lo que los hombres hacen.

Y además no hay duda, que hay una enorme facilidad para creer lo que la gente dice, y una gran dificultad para creer lo que Dios en su palabra nos dice.

Lo que es extraño, es que si los hombres comunican las verdades de los hombres éstas son creídas con mucha facilidad. Pero si los hombres comunican las verdades de Dios que están en su palabra, éstas no ocurre lo mismo pues son rechazadas con facilidad.

Y entonces la pregunta es: ¿Porque esa dificultad tan grande para creer en Dios… Y porque si creemos en el mundo no sólo con facilidad, sino con una enorme fe?

El origen de este pecado en la tierra, tuvo que ver con aquella conversación entre Satanás y Eva, donde el la convenció de no confiar en Dios y luego ella, parece que con facilidad convenció a Adán de lo mismo.

Y respecto de esto hay algunas cosas que no he podido entender bien, y son: ¿Porque siendo Dios quien los creo y quien les dio todo lo que tenían… Qué fue lo que hizo que ellos le creyeran a Satanás en contra de lo que Dios había dicho? Es decir: ¿Qué razón tenían los hombres para creerle a Satanás?

Porque lo normal, lo que uno esperaría es que las personas crean en aquellos que más los han beneficiado. Y en ese caso no hay duda que era Dios, mientras que Satanás nada les había dado.

Y otra cosa que tampoco he podido entender con claridad es: ¿Porque Satanás llegó a tomar esta posición de incredulidad y rebeldía con la cual contaminó al hombre?

Para tratar de entender esto podemos ver un pasaje en la escritura, en la que el profeta le está hablando al rey de Tiro que se ha revelado contra Dios, pero como ocurre con la escritura, al mismo tiempo nos está contando la historia de Satanás… Y dice así:

Isaías 14.12–14 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.

En lo básico está diciendo, que aquel ángel no quiso seguir viviendo bajo la autoridad de Dios, sino que decidió tomar su propio camino, gobernar su propia existencia, porque considero que él podía ser semejante al todopoderoso. Pero; por supuesto el asunto no funciono. En otra versión hablando del resultado de su rebelión dice:

Isaías 14.15 ¡Pero en realidad has bajado al reino de la muerte, a lo más hondo del abismo!

Y cuando digo que no logro comprender bien, es porque me pregunto: ¿Porque siendo Dios tan bueno se le ocurrió a este ángel rebelarse contra El?

Y no contento con esto, arrastro en su rebeldía a la tercera parte de los ángeles, qué son todos los demonios que existen en la actualidad, y luego arrastró también a los hombres al mismo pecado.

Además de esto, aunque la rebeldía de los hombres es en esencia básicamente la misma rebeldía de Satanas, hay una diferencia muy importante entre la rebeldía del hombre y Satanás.

La primera diferencia es que Satanás se reveló por iniciativa propia, mientras que el hombre lo hizo por la influencia de Satanás, al cual por simple o por tonto el hombre le creyó.

Esto es muy común, el que los hombres sean contaminados en su rebeldía contra Dios por causa de la influencia de los demás…

Y a esto hay que añadir, que ahora como consecuencia del pecado de Adán, la escritura nos enseña que todos nacemos pecadores. Dice así:

Romanos 5.18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

Como consecuencia de lo que recibimos de Adán, todos nacemos con una naturaleza pecaminosa que tiene una inclinación hacia el mal.

Pero ojo; esa no es una razón para culpar a Adán o para disculparnos de nuestros pecados, porque también gracias a la obediencia de Cristo, en lo cual tampoco nada tuvimos que ver, tenemos la opción de cambiar por completo… Pero por supuesto, sólo si le creemos.

Ahora; este nacer pecadores marca una diferencia muy grande en nuestra rebelión, con la rebelión de Satanás. Pues nosotros lo hacemos porque no conocemos a Dios, mientras que Satanás estando en la presencia de Dios pudo conocer su grandeza, y de todos modos se atrevió a rebelarse.

Imaginemos que alguien se mete a una casa que no es la suya, la invade porque la ve desocupada. Pero luego le avisan que el dueño de esa casa viene a sacarlo, y que es un personaje tan poderoso que lo llaman el destructor.

Pero cómo el que invadió la casa no lo conoce y no cree en las palabras de los que le advierten, decide enfrentarlo. El resultado es que el destructor llega, evidentemente es un gigante muy muy poderoso, y en un segundo vuelve papilla al invasor.

Esa es la misma situación de los hombres, que creen que tienen la capacidad suficiente para dirigir sus vidas como a ellos les viene en gana, ignorando por completo que hay un Dios todopoderoso que tiene un plan para sus vidas… Pero precisamente por eso, porque ignoran la grandeza y el inmenso poder de Dios, es que los hombres se atreven a tomar su propio camino.

El resultado es que sin lugar a dudas, como en el ejemplo que pongo, al final todo aquel que se rebela contra Dios termina muy mal, porque cómo es posible ir en contra del todopoderoso y salir bien librado.

Pero insisto; esa no fue la situación de Satanás, pues él habitaba en la presencia de Dios, por lo tanto debía ser consciente de la grandeza y el poder de Dios… Y sin embargo se reveló. Y la pregunta es: ¿Por qué hacer semejante locura si era evidente que tenía todas las de perder?

La Escritura nos cuenta de algunos hombres que tuvieron ciertos encuentros con Dios, y fue tal la manifestación de la grandeza de Dios, que estos hombres se asustaron en gran manera.

La carta a los hebreos nos narra uno de estos encuentros, y de lo terrible que fue para los hombres que participaron. Dice así:

Hebreos 12.18–21 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, 20porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; 21y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;

Moisés que en más de una ocasión hablo con Dios, le hizo caso, y vio su respaldo contra el pueblo de Egipto… Ante esta manifestación de Dios quedó espantado y temblando.

Y eso que Moises estaba haciendo la voluntad de Dios… Y entonces: ¿Que debieron sentir aquellos que sabían que merecían castigo? (Porque no es lo mismo encontrarse con el padre habiendo hecho todo lo correcto, que después de un montón de calaveras encontrarse con el)

Isaías cuenta algo similar al tener una visión de Dios.

Isaías 6.5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

Y nuevamente estamos hablando de un siervo de Dios, no de un enemigo, sin embargo ante su grandeza el hombre siente pánico de muerte. El apóstol Juan cuenta lo mismo en su visión que relató en el libro de Apocalipsis:

Apocalipsis 1.17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; 18y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Sin embargo; el resultado de que estos hombres hayan tenido una visión de los poderoso, de lo grande que es Dios, es que fueron fieles al llamado hasta el día de su muerte.

Lo mismo hicieron los discípulos, los cuales aunque no sabemos si tuvieron o non revelaciones cómo estás, si vieron los milagros que Jesús hizo; si lo vieron resucitado, y vieron como el se levantó y se fue al cielo, y eso les dio un imagen de el Dios con el cual se estaban relacionando. Y esa imagen del poder de Dios los llevo a ser fieles hasta el día de su muerte… Y muerte de mártires.

Pero aunque estos hombres recibieron visiones muy poderosas de la grandeza de Dios, no creo que ninguna se pueda comparar a la realidad de estar en la presencia de Dios, como lo estuvo el lucero hijo de la mañana… Y por eso, por más que lo pienso, no puedo entender cómo se le ocurrió a este ser insignificante comparado con la grandeza de Dios, rebelarse contra el.

Es como si en el ejemplo que daba de aquel que invadió a la casa y el gigante que lo volvió papilla en un segundo… Después de esa primera experiencia, uno no esperaría que fuera capaz de volverse a enfrentar, pues sería un completo suicidio.

Y por esto vuelvo y preguntó: ¿Que le pasó a este ángel, que le llevo a perder la razón, a embrutecerse de tal manera, que fue capaz de irse en contra del Dios todo poderoso creador de los cielos y la tierra?

La escritura nos da algunas pistas, como por ejemplo; hablando del final que le espera a Satanás dice:

Isaías 14.11 Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.

Soberbia con música… Me hace pensar que Satanás actuando de manera soberbia, estaba feliz por los resultados iniciales, porque, como todos los que son guiados por su soberbia, creen que el asunto salió bien. Sin tener ni idea que al final, sin ninguna duda sufrirán las consecuencias.

Confirma este mal resultado uno de los mandatos dados al pueblo de Israel en el desierto, que dice:

Números 15.30–31 Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo. 31Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.

No hay duda que la soberbia, el orgullo, o la altivez en el corazón de los hombres ofende a Dios.

Y eran apartados del pueblo porque una persona soberbia no es de bendición para el pueblo, y por qué una persona soberbia no puede recibir la riqueza del pueblo.

Y lo mismo pasa en la iglesia, una persona soberbia, orgullosa, prepotente, no es de bendición en la iglesia. Y una persona con estas características tampoco puede recibir la bendición del cuerpo.

De la soberbia dice el diccionario de la lengua española: Sentimiento de superioridad frente a los demás, que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos.

También es definida como: Rabia o enfado que muestra una persona de forma exagerada, ante una contrariedad.

Según esto, el lucero de la mañana albergó en su corazón un sentimiento de superioridad y de menosprecio hacia a Dios, y este sentimiento embrutece tanto a las personas, que al igual que en este caso, los convence de que es razonable no tener en cuenta, menospreciar, o ir en contra de Dios.

Esto si es fácil de entender. Cuando alguien se cree superior a los demás, no acepta lo que los demás le dicen, lo cual hace imposible poderlo corregir.

Siendo esto así, la siguiente pregunta es: ¿Qué fue lo que hizo que el se sintiera superior a Dios?

La escritura nos habla de Job, y de como a pesar de las grandes calamidades que sufrió, se mantuvo al menos al comienzo respetando a Dios. Por esto dijo:

Job 1.20–22 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Este hombre a pesar de estar viviendo circunstancias tan difíciles, que estoy seguro que ninguno de nosotros ha vivido, mantuvo su confianza en Dios, y esto le permitió adorarlo reconociendo que todo lo que tenía, Dios se lo había dado, y por lo tanto Dios tenía todo el derecho de quitárselo todo… Pero no sin razón alguna o por capricho, sino con un propósito de bendición.

Eso exactamente debemos reconocer nosotros en medio de esta situación, de este encierro, de este endeudamiento del país, del robo que hacen de las ayudas, de los cientos o miles de negocios quebrados, de los miles y miles de personas que tiene problemas para conseguir su sustento… Y aún de los miles de muertos que habrá producto de ser tratados inadecuadamente…

Pero a pesar de todo esto no debemos dudar que Dios tiene un buen propósito con todo esto, que sólo podrán disfrutar los que manteniéndose humildes le crean.

Porque los que no le creen, como dije al comienzo del mensaje, no podrá librarse del sufrimiento.

Pero en el caso de Job, cuando el asunto se alargo, aunque el seguía reconociendo al pie de la letra la soberanía de Dios, comenzó a dudar de su amor, y comenzó a quejarse, porque llego a concluir que Dios se estaba portando de manera injusta.

Y lo grave con esto es que le puede pasar a cualquiera que no cuide su corazón. Aun al apóstol Pablo lo podemos ver metido en cierto dilema, qué le hacía pensar que Dios no era muy justo. Pero Dios para ayudarlo en su dilema le respondió:

Romanos 9.20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?

Esto dicho coloquialmente sería algo así como: ¿Quien creen que son los hombres que son, para atreverse siquiera a juzgar a Dios, para pelear contra El?

Algo similar le dice Dios a Job. Pues cuando él estaba convencido que tenía razones para discutirle, Dios le pregunto:

Job 40.2 ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto.

Esta pregunta que Dios le hace, es como si le dijera: Si usted cree que es tan inteligente o tan sabio; si usted cree que tiene la razón y Dios está equivocado… Por qué entonces no entiende, que el solo hecho de discutir, o de simplemente no estar de acuerdo con Dios, es una evidencia de lo ignorante, de lo burro, de lo necio, de lo falto de sabiduría que es.

Algunos me han escuchado decir muchas veces. Cuando alguien que está mal espiritualmente, es decir rebelde contra Dios me dice que está peleando con El… Acostumbro a preguntarle: ¿Quien crees que gane esta pelea, tu o Dios?

Algunos no reconocen que están peleando contra Dios, pero el sólo alejarse de él, muestra que están muy mal. Otros dicen que se alejaron de la Iglesia no de Dios… Pero alejarse de la iglesia donde Dios te quiere tener, es igual que alejarse de Dios.

El final de la historia de Job es que después de 39 capítulos donde él manifiesta las razones de su desacuerdo acerca del proceder de Dios, en sólo dos capítulos Dios le muestra lo absurdo de su proceder, y lo hace hablándole de las cosas que Dios ha hecho.

Y eso es parte de la revelación que necesitamos para tener una buena relación con Dios, qué incluye que hagamos de manera continua su voluntad.

Dios le habla del universo que él ha creado, para que Job se haga al menos una mínima idea de contra quien está peleando.

Es por esto que la teoría de la evolución es 100% satánica, por que niega la obra de Dios ante la cual todos los hombres deberían humillarse.

Pero como introducción, después de preguntarle si es sabio pelear contra Dios, ante lo cual Job recapacita y dice que no volverá a abrir la boca. Dios le menciona el meollo del asunto en el corazón de Job, y por esto le dice:

Job 40.7–8 Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás. 8¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?

En el estudio o sermón anterior vimos, que los hombres siguen a sus ídolos, y cuando las cosas funcionan mal, en lugar de echarle la culpa a sus ídolos o su desobediencia, culpan al Dios verdadero. Y lo hacen para no reconocer sus pecados de idolatría, para no reconocer sus desobediencias, que son la verdadera causa de su desgracia.

Aquí vemos lo mismo. Después de que Job la ha embarrado por causa de su idolatría y ha juzgando mal a Dios, en lugar de reconocer su pecado, trata con argumentos de culparlo.

Por esto es que el Señor le dice: “Condenarás a Dios para justificar tu incredulidad?

Y por supuesto hay millones de hombres en este planeta que usan la misma estrategia, pues condenan a Dios para justificar su incredulidad.

Después de que Dios le muestra que esta tratando de justificarse culpando a Dios. Lo siguiente que Dios hace, es confrontarlo con su incapacidad. Y por esto le dice:

Job 40.9–14 ¿Tienes tú un brazo como el de Dios? ¿Y truenas con voz como la suya? 10Adórnate ahora de majestad y de alteza, y vístete de honra y de hermosura. 11Derrama el ardor de tu ira; Mira a todo altivo, y abátelo. 12Mira a todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta a los impíos en su sitio. 13Encúbrelos a todos en el polvo, Encierra sus rostros en la oscuridad; 14 Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra.

Job esta vuelto nada, sentado sobre una piedra rascándose la piel con un tiesto… Y Dios le dice; qué ya que se cree capaz de solucionar su situación discutiendo contra Dios, que entonces transforme su apariencia, es decir que se salve asimismo primero… Cosa que era imposible para job.

Luego le dice qué manifieste su ira ante los malos castigándolos, quebrantándolos, encerrándolos… Y que si es capaz de hacer estas cosas, entonces será capaz de poder salvarse asimismo.

Hablando con alguien le decía que esta pandemia, y la cantidad de mentiras que se publican para tener oportunidad de hacer toda la maldad y el genocidio que están cometiendo a través de esto, al igual que desde hace muchos años vienen haciendo a travez del aborto. Toda esta maldad despierta en mi un sentimiento de impotencia ante los poderes del mundo, de los noticieros, de los políticos, de la élite que realmente gobierna. Y a veces comienzo a soñar con poder hacer algo para acabar con tanta injusticia… Algo así como lo que Dios le pedía a Job que hiciera.

Pero al meditar con seriedad en esto, termino reconociendo que es como si yo dudara de lo que Dios está haciendo. Y entonces mas bien le doy gracias por lo qué está sucediendo, reconociendo qué lo que está sucediendo bajo su control, tiene como propósito bendecir nuestras vidas, pero como sólo será posible disfrutar de esa bendición si le entendemos y creemos, por esto más bien le pido que me de sabiduría para aprovechar esta situación como él desea.

Por supuesto Job ni siquiera podía librarse de su pobreza y su enfermedad, mucho menos podría hacer lo demás. Y un resultado sensato al ser confrontado frente a estas cosas, es reconocer que no somos nadie, absolutamente nadie comparados con la grandeza de Dios.

Luego de eso Dios continua hablándole de sus obras, de su creación… Y al ver todo esto Job termina diciendo:

Job 42.1–6 Respondió Job a Jehová, y dijo:2Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 3¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6 Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza.

Reconoce su gran ignorancia acerca de la grandeza y majestuosidad de Dios, se arrepiente de todo lo que ha dicho, promete cerrar la boca, promete disponerse a aprender… Y reconoce su maldad y su incredulidad al haber pensado mal de Dios.

Queridos hermanos, nunca debemos olvidar que; la verdadera razón por la cual no le creemos y no le hacemos caso a Dios, es porque no tenemos ni idea de quien es Dios, por qué no le conocemos.

Por eso frente a nuestra ignorancia, incredulidad y desobediencia, la solución no es esforzarnos más… Porque eso… El esfuerzo personal, lo más seguro es que nos hará caer mas en pecado. La única solución está en que Dios abra nuestros ojos a la revelación de su grandeza…

Porque solo comprender su grandeza nos volverá fieles a el. Sólo conocer su grandeza nos hará menospreciar el mundo que nos estorba para obedecerle. Y además dice la escritura:

Isaías 30.22 Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás.

Ese es el resultado en la vida de todo aquel que ve la grandeza de Dios y hace su voluntad. Desprenderse de los ídolos.

Pero volviendo a lo mismo. Que el hombre por su ignorancia se llene de soberbia, y se vaya contra Dios es entendible. Pero: ¿Cómo es posible que Satanás se haya llenado de soberbia si el estaba en la presencia de Dios?

Otro pasaje que nos puede ayudar a tratar de entender este asunto es el siguiente, donde aunque se está hablando del camino y la actitud de un rey, nuevamente también se está hablando del proceder de el lucero hijo de la mañana. Dice así:

Ezequiel 28.15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.

Lo primero que dice, aclara que luz bella y el hombre no pecaron porque estuvieran mal hechos… Lo cual es otro argumento con el intento de condenar a Dios para justificar a los hombres. La verdad es que Dios los creo a todos perfectos, y a pesar de eso dejaron que la maldad los controlará. Continúa diciendo:

Ezequiel 28.16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.

En otra versión este texto dice:

Ezequiel 28.16 Con la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia y de pecado. Entonces te eché de mi presencia; te expulsé del monte de Dios, y el ser alado que te protegía te sacó de entre las estrellas.

Las cosas que hizo, los buenos resultados, la riqueza que obtuvo, en lugar de llevarle a darle la gloria a Dios por las capacidades, por las oportunidades, por los buenos resultados… Lo que hizo fue llenarlo de maldad, de violencia, de pecado. Tal vez pensando en obtener más y más… La escritura continua:

Ezequiel 28.17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor…

Además: A causa de la hermosura con que fue creado… En lugar de ver la grandeza de Dios se enalteció. Igualmente a causa del esplendor con que fue creado, corrompió su sabiduría…

Lo que yo entiendo que me parece muy necio. Es que tanto este personaje al igual que los hombres, en lugar de dar gloria a Dios por todo lo que Dios les ha dado, como si se hubiesen creado así mismos, se han llenado de arrogancia, altivez, prepotencia y orgullo… Como si ellos sustentarán al creador y no el creador a ellos.

Lo correcto, como dice el salmista es:

Salmo 3.5 Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba.

Esto puede parecer una tontería. Pero cuántas veces los hombres viven cada día sin entender que sólo gracias a la misericordia de Dios están vivos.

Cuando lo correcto es que el solo hecho de amanecer cada mañana, debería humillarnos delante de Dios reconociendo su bondad. Porque sí la escritura dice que todo el universo se sustenta por la palabra de Dios, como ser tan ignorantes de pensar que nosotros no dependemos de El, o qué no necesitamos que nos dé el sustento.

Inclusive para aquellos creyentes que comienzan a sentirse más buenos que los demás, en la carta a los Romanos dice:

Romanos 11.18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.

Cómo es posible que te sientas más bueno que los demás, si el poco o el mucho cambio que pueda haber sucedido en tu vida, ha sido producido por la misericordia de Dios… Dios te sustenta a ti tú no sustentas a Dios.

El resultado final, de tomar todo lo que Dios nos ha dado para alejarnos de él, lo podemos ver en el caso del lucero de la mañana… La escritura dice:

Ezequiel 28.18 Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió…

Lo entendí hace muchos años. Cuando en el reino de Dios, uno se salta a la autoridad pensando en quedar más arriba… Cuando dejamos que la altivez nos lleve a rebelarnos contra la autoridad, para estar mas arriba… Siempre terminaremos más abajo.

La intención del lucero de la mañana era llegar a la altura de Dios, pero el resultado real es que fue expulsado del monte de Dios. Y el lugar de mejorar como criatura, el resultado fue que profano su santuario.

La palabra profanar significa; tratar algo sagrado sin el debido respeto, o usarlo para fines viles. También significa: deslucir, desdorar, deshonrar, prostituir, hacer uso vil de cosas respetables.

Y eso es lo que sucede en nuestra vida, cuando habiendo sido creados por Dios para hacer su voluntad no la hacemos.

Y el resultado de no hacer caso a Dios será sufrimiento inevitable. Por eso leemos que el Señor dice de este ángel que se reveló… “Yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió”

Mostrándonos qué lo que lo hace sufrir, es la misma maldad que concibió… Y lo mismo sucede con los hombres.

Lo que hace sufrir a todos, no son las cosas que los demás les hacen o lo que Dios les da o les quita… Sino la mala reacción que sale del corazón, porque del corazón del hombre salen… El Señor Jesús dijo:

Mateo 15.19–20 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20Estas cosas son las que contaminan al hombre…

Siempre que el hombre quiera ganar algo alejándose de Dios, termina perdiendo mucho más de lo que pretendía ganar…

Este mal resultado de la rebeldía del hombre tiene que ver con algo que es infalible… La justicia de Dios. Como Dios es justo, por eso no es posible que el pecado nos haga ganar…

Hasta aquí podemos entender que Dios ha sido inmensamente generoso con los hombres, y los hombres han tomando todo lo que Dios le ha dado, se han llenado de soberbia, de orgullo, de enaltecimiento, y llegando a pensar que no necesitan de Dios han terminado menos preciándolo… Y esa forma de pensar no les dejara experimentar el amor de Dios, y además hará que terminen en el infierno.

La pregunta es: ¿Qué debería hacer un Dios que ama a una criatura que va rumbo al infierno producto de su soberbia?

Que harías tu si fueras Dios, y amando a los hombres los quisieras salvar, pero te encuentras con el obstáculo de la soberbia?

Lo que uno inicialmente piensa es; que como en el caso de Job hay que entregárselos al diablo para que el diablo acabando con todo lo que tienen, estas personas dejen de ser soberbias… Y ciertamente uno encuentra algunos pasajes donde Dios dice que actúa o actuara de esa manera.

Por ejemplo; al pueblo de Israel Dios le dice que si no le hacen caso traerá sobre ellos pobreza y permitirá que sus enemigos los atormenten…Y continúa:

Levítico 26.18–19 Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. 19Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.

Imaginen la dureza de una persona que es orgullosa y además es soberbia respecto de su orgullo.

En otra ocasión Dios dice:

Jeremías 49.15–16 He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.

¿Cómo te sentirías si Dios por causa de tus pecados te hablara así de claro, y te dijera lo mismo que acabamos de leer?

En otra ocasión Dios dijo:

Isaías 37.28–29 He conocido tu condición, tu salida y tu entrada, y tu furor contra mí. 29Porque contra mí te airaste, y tu arrogancia ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.

Y por supuesto, si Dios toma esta decisión con alguien, lo único que podrá detenerlo es que esta persona o este pueblo cambie su corazón, dejando su soberbia y humillándose delante de Dios. Pero no sólo de palabras sino mostrando su humillación a través de la obediencia.

La pregunta es: ¿Pero será que este maltrato, esta destrucción sobre la vida de una persona o pueblo siempre dará buenos resultados? Es decir: ¿Será que ese es el único camino para acabar con la soberbia?

Más adelante podemos leer, respecto de Edon, el pueblo al que Dios le dijo que lo iba a hacer pequeño entre las naciones, lo siguiente:

Abdías 2–3 He aquí, pequeño te he hecho entre las naciones; estás abatido en gran manera. 3La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?

Ya lo ha hecho pequeño, ya esta abatido en gran manera, pero sigue engañado por su soberbia, sigue pensando que podrá librarse por sí mismo, que nadie lo derribará en tierra cuando ya a sido derribado… Y el Señor vuelve e insiste diciéndole:

Abdías 4 Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová.

No hay duda que si Dios toma la decisión de no dejar prosperar a alguien, de acabar con sus negocios, con su salud o con su familia, para que esta persona tenga la oportunidad de obtener la salvación eterna… Nadie podrá impedirlo.

Y además de eso, no hay la más mínima duda de que al final solo Dios será exaltado. La Escritura profetiza y sin duda se cumplirá:

Isaías 2:11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.

Ese será el resultado final en toda la tierra. Sin embargo por ahora la pregunta que nos podemos hacer es: ¿Por qué habiendo tanto soberbio, orgulloso, prepotente… Porque Dios no los quebranta de una vez para que se humillen le reconozcan y obedezcan… Más aun cuando eso permitirá que los hombres se salven?

Y la respuesta es: Porque en la libertad que Dios le ha dado al hombre de servirle o no, es posible que por más quebrantos y dificultades que una persona pueda tener, en lugar de volverse humilde se vuelva todavía más soberbia y orgullosa…

Parece increíble, pero es verdad, que hay personas que estando completamente destruidas todavía siguen siendo soberbias y orgullosas…

No les ha pasado que a veces, uno ve personas orgullosas y uno se pregunta… ¿Pero de qué? Peor aún cuando las compara uno con personas que si han hecho grandes cosas, y tienen muchas cosas, y son personas sencillas… Pero estos no teniendo nada, y no habiendo logrado nada, se inflan como pavos reales!

Y sin duda la respuesta es: La altivez embrutece y no les deja ver la realidad.

Pero también podemos ver personas soberbias y orgullosas que no les pasa nada… De esto ya hablé en un estudio anterior, y explicaba que Dios tiene su tiempo para cada cosa y para cada persona.

Pero además de esto, como solo Dios conoce a cada persona, el sabe exactamente cuál es el trato que más posibilidades da, para que esta persona se humille delante de El, le reconozca y pueda disfrutar de su amor.

A cierto grupo de creyentes que estaban siendo duros al juzgar a los demás, en la escritura el Señor les dice:

Romanos 2.3–4 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

Las palabras de Jesús a este tipo de personas fueron: ”El que esté sin pecado tire la primera piedra”

Debemos recordarlo, porque es muy común que cometamos el error de juzgar las áreas fuertes de nuestra vida, con las áreas débiles del otro.

Usted es trabajador y diligente y entonces juzga duramente al perezoso. Pero resulta que el perezoso es noble y usted es orgulloso… Es decir; su pecado es más grave! Y así ocurre con muchas cosas. El amargado y resentido juzga con dureza al tacaño. etc.

Y peor aún, algunos cometen ciertos pecados y como nadie se da cuenta, se atreven a juzgar con dureza a otros que cometen los mismos pecados… Y la escritura dice:

Romanos 2.1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

Y para estas personas que son duras e injustas al juzgar, lo que Señor nos dice en su palabra es que la benignidad, la paciencia, la longanimidad de Dios, es lo que ha permitido que le conozcamos.

Por esto repito lo que dije hace un momento. Como solo Dios conoce a cada persona, el sabe exactamente cuál es el trato que más posibilidades da, para que esta persona se humille delante de El, le reconozca, y pueda disfrutar de su amor.

Estamos hablando de cómo recibir revelación, porque no hay duda qué es lo que necesitamos, para que esta revelación de la grandeza de Dios cambie nuestra vida por completo…

Y espero que haya sido claro que el orgullo, la arrogancia, soberbia, la prepotencia, son la peor barrera para recibir esta revelación que tanto necesitamos.

Por esto la pregunta final es: ¿Hay altivez, soberbia u orgullo en tu corazón?

La respuesta se puede enredar porque la altivez embrutece, y puede pasar que el altivo no cree que sea altivo, sino que es correcto lo que siente… Por qué puede pensar que lo que tiene se lo merece porque ha trabajado duramente. Mientras que otros, piensa el, no tienen nada por burros y flojos.

Sin embargo creo que hay una señal muy evidente del orgullo y la soberbia, y es que estas personas tienen una urgente necesidad de reconocimiento… Y cuando no lo reciben se ofenden.

Me explico, la soberbia puede estar asociada con el narcisismo. Que es cuando una persona sobre estima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación. Según los estudiosos esto es un desorden patológico de su personalidad.

Sus frases favoritas que evidencian su pecado pueden ser: ”No me saludaron” “No me dieron las gracias” “A mi no me preguntaron” “Es él colmo que no me tengan en cuenta”

Y tristemente a veces estas personas tienen “aliados” que les dan pedal… “Es que en tu trabajo no te reconocen en lo que vales”, “Es que en la iglesia no aprecian tu sabiduría” “Es que es el colmo que no agradezcan tu generosidad”

Ante esos comentarios si fueran personas humildes, deberían decirle a estas personas que les dan pedal, lo que Jesús a Pedro… “Quítate delante de mi Satanás”

Y creo que en esta iglesia este tipo de personas, si no conocen verdaderamente al Señor que los haría humildes, no duran mucho. Bastantes altivos y orgullosos se han ido de esta iglesia.

¿Porque? Porque aunque busco animar como dice la escritura a los de poco ánimo, también soy consciente que la soberbia es un pecado horrible a los ojos de Dios, y por supuesto no busco promocionarla.

Recuerdo un millonario que se pasó a esta iglesia, y en la iglesia donde asistía le tenían a el y a su familia las sillas en la primera fila. Me dijo que quería pertenecer a esta iglesia. Le Dije; claro. Pero que tuviera en cuenta que el aquí era uno más… (El Señor que todo lo hace perfecto lo envió, porque estábamos en una crisis económica muy seria, por causa de unos orgullosos que se salieron de la iglesia, y su llegada solucionó en gran parte la crisis.)

Él me dijo que eso quería, ser tratado como uno mas. Y cuando no llegaba a tiempo y la iglesia estaba llena, le tocaba quedarse parado en la puerta durante toda la reunión…

Fue un hombre de bendicion en la iglesia, como muchos, pero así como Dios lo trajo, también se lo llevó.

Es importantísimo que entendamos que el orgullo, la soberbia y la prepotencia, no sólo impiden que recibamos revelación de Dios, sino que esa falta de revelación nos hace inútiles llegando a ser un estorbo en la obra de Dios.

El Señor Jesús enseñó:

Lucas 17.7–10 ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? 8¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? 9¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. 10Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.

En el corazón de un verdadero siervo de Dios no debe haber cabida para el reconocimiento…

Más aún, los “siervos de Dios” que buscan reconocimiento, terminan predicando torcido para agradar y recibir manifestaciones de honra y cariño de los demás…

Cualquiera puede estudiar la escritura, cualquiera puede sacar conclusiones, el punto es que quien no recibe revelación de parte de Dios por su orgullo, termina torciéndose inevitablemente.

He visto muchos orgullosos salir de buenas iglesias porque no les echan flores, porque no reciben reconocimiento… Y después de recibir una muy sana doctrina terminan en iglesias torcidas… Y son tan ciegos que ni se da cuenta.

Qué Dios nos permita reconocer si hay en nosotros, soberbia, orgullo, prepotencia, altivez… Porque esos sentimientos convirtieron al ser más espectacular en el más perverso de todos, en Satanás.

Así que es bueno que revisemos por un lado si andamos buscando reconocimiento, si nos gusta lucirnos, si andamos buscando que nos echen flores, que nos aprecien, que nos tengan en cuenta…

Pero también, además de revisar esas profundas intenciones también debemos revisar nuestra obediencia… porque puedes parecer muy humilde, pero la desobediencia es síntoma de soberbia….

¿Como es que Dios nos da la revelación que necesitamos?…

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