¿QUÉ MÁS PUEDE HACER POR NOSOTROS? – PARTE 2

¿QUÉ MÁS PUEDE HACER POR NOSOTROS?

PARTE 2

I. INTRODUCCIÓN

No hay duda que una de las obligaciones básicas ahora que somos cristianos es como dice la escritura:

Efesios 4.25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Tampoco hay duda que para poder hablar la verdad con nuestro prójimo lo cual afectará positivamente nuestra relaciónes, necesario como dice el texto desechar la mentira, qué hay en el mundo, que nos hemos creído, y que hemos inventado… Recuerdo que ese fue el primer compromiso que hice cuando conocí de Dios… (Aunque le pedí al Dios que hisiera que los hombres no me preguntaran ciertas cosas porque no sabía si podría sostenerme.)

También es evidente por la escritura y por lo que vemos en el mundo, que hay mucha mentira. Pero: ¿En realidad cuanta mentira y cuanta deshonestidad hay en el mundo? La verdad es que hay mucha más mentira y deshonestidad de la que nosotros creemos que hay.

Acaso no estamos viendo como en los gobiernos hasta los presidentes están siendo llevados a la cárcel. Acaso no vemos a los políticos ahora que estamos en campaña comenzando a hacer ofrecimientos mentirosos. Acaso no se hundio el proyecto anticorrupcion… Las compañías mienten, el ejército miente, la guerrilla miente, en general tenemos que reconocer que los seres humanos mienten prácticamente todo el tiempo. Y si nos preguntamos: ¿El porqué y desde cuando ocurre esto? La escritura nos enseña:

Génesis 2.24–25 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.

Allí está Dios organizando la célula básica de la sociedad, el matrimonio. Y el diseño original permitía que marido y mujer pudiesen estar desnudos sin ningún tipo de vergüenza. Eso nos habla de la completa aceptación que tenian de si mismos, de su cuerpo, y todavía más importante, de su alma.

Habia perfecta honestidad, transparencia, sinceridad, un mismo propósito, un mismo fin… En otras palabras gracias a esta unidad, no había ninguna necesidad de recurrir a la mentira, o a vivir de apariencias… Pues al estar encaminados para vivir de acuerdo plan de Dios, no había nada de qué avergonzarse o que esconder.

Pero luego de rechazar la verdad y al único Dios verdadero, la escritura nos cuenta, que ellos:

Génesis 3.7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

El ofrecimiento de Satanás era que al conocer el bien y el mal serían como Dios. Creyeron semejante mentira, rechazaron el bien que conocían y conocieron el mal pero por experiencia propia, es decir; volviéndose malos. Y lejos de llegar a ser como Dios perfección absoluta… Se corrompieron y como consecuencia entraron en enemistad con Dios.

La expresión: “Conocieron que estaban desnudos”. Da a entender un cambio en ellos; que hace que lo que antes era normal y bueno, ahora esa desnudez era un problema… E igualmente la honestidad, la transparencia, la sinceridad ya no ayudaba a sus propósitos, y como por alguna absurda razón no quisieron cambiar sus propósitos y volver a Dios, entonces decidieron cubrir su desnudez.

Es decir, consideraron que para poder vivir de acuerdo a sus nuevos deseos, era necesario esconder su forma de pensar y actuar de los demás hombres… Y no solo de ellos:

Génesis 3.8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

También se escondieron de Dios. Bueno; Lo intentaron. El resultado de todo esto es la humanidad que describi al comienzo, llena de mentiras, engaños, donde el vivir de apariencias, sin afecto natural y llenos de maldad, codicia y egoísmo es lo normal, para poder cada uno vivir de acuerdo a sus antojos. Una de las muchas descripciones que hace la escritura de los hombres que desprecian la verdad de Dios dice:

Salmo 73.6–9 Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia. 7 Los ojos se les saltan de gordura; Logran con creces los antojos del corazón. 8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería. 9 Ponen su boca contra el cielo, y su lengua pasea la tierra.

Y cuando la escritura habla de que el hombre pecador tiene el: “Entendimiento entenebrecido” se refiere a que el hombre perdió toda sensatez, toda lógica y aún su inteligencia, porque como es posible que semejante criatura pretenda esconderse del Dios creador de los cielos y la tierra. Hacer eso demuestra una muy grande falta de inteligencia y sentido común, como lo son en la actualidad todos aquellos que pretenden negar la existencia de Dios, para vivir con la conciencia tranquila.

Pero esta forma oculta, mentirosa y de apariencia que el hombre ha adoptado, ha traído muchísimos problemas en la humanidad, y por eso los hombres han tratado de arreglar este problema de diferentes maneras.

Comenzaron con adoptar una serie de leyes para poder controlar esta maldad de los hombres sobre los hombres… Sin embargo con el tiempo encontramos que los hombres no sólo no aplican adecuadamente estas leyes. Es lo que llamamos corrupción, clientelismo, sobornos, falsos testimonios y muchas cosas más que se añaden al mismo problema de siempre: El hombre se sigue escondiendo para hacer cosas malas.

Por eso además de las leyes, los hombres consideran supremamente importante mejorar la vigilancia.

Es una realidad que los padres que han sido muy exhaustivos en la vigilancia sobre sus hijos, han logrado mejores resultados… Que aquellos que han sido descuidados en esto, y como consecuencia han tenido que enfrentar sorpresas bastante desagradables… Hoy se insiste mucho en el cuidado de los hijos en las redes sociales, por los muchos daños que estas pueden producir gracias a la mentira.

En los Estados Unidos después de lo de las torres gemelas, la vigilancia ha aumentado muchísimo con la disculpa de prevenir futuros ataques terroristas, sin embargo, contra esta vigilancia, los que quieren seguir viviendo de manera oculta, echando mano de los derechos humanos han creado un fuerte debate, donde se está decidiendo hasta donde es lícito que el gobierno los vigile… El problema al que se enfrentan es que el gobierno que los vigila para descubrir lo que hacen, para erradicar la mentira y sacar a luz la verdad… también es miente respecto de que tanto los está vigilando.

En China gracias al gran avance de la tecnología, han implementado un sistema de miles de cámaras con un sistema de reconocimiento facial, que permite tener vigilada a la población de una manera tan exhaustiva, que infringe los derechos a la vida privada que otros países defienden.

Y entonces detectan cuando un peatón cruza un semáforo en rojo y le van quitando puntos, por cada infracción, por botar basura, por comprar mucho trago, por no manejar bien sus finanzas, van perdiendo puntos, y luego esos puntos que le quitan, también le quitan privilegios.

Entonces ya no puedes viajar en avión, le toca en tren, pero no puede tomar el tren rápido sino el lento o le toca en bus, no puede entrar a ciertos sitios, no puede comprar ciertas cosas, no puedo acceder a créditos, etc…

El resultado de esta vigilancia extrema que permite saber dónde está y qué hace cada persona, es que la delincuencia ha bajado muchísimo, y el país ha prosperado mucho gracias a que están logrando, al menos en la apariencia un comportamiento adecuado.

Hay quienes se quejan de esta vigilancia y como están vigilados cada vez tienen menos derechos, les impiden acceder a las redes sociales y muchas cosas mas, sin embargo hay otros que están contentos porque no tienen nada que esconder, y porque esta vigilancia extrema les trae más privilegios y seguridad.

Pero el asunto no se detiene allí, pues gracias a la inteligencia artificial que permite el análisis de las situaciones con una rapidez asombrosa, lo cual también permite tomar decisiones con la misma rapidez, lo cual ayudará a mejorar enormemente la robótica; autos que se conducen solos, restaurantes completamente automatizados y muchas cosas más… Sin embargo dicen los genios que todavía no han logrado al mirar el rostro de una persona saber cuál es su intención.

Es decir; no es suficiente con tener una vigilancia continua de la gente, también quiere saber qué es lo que está pensando con solo analizar su rostro.

Y quieren saber cuál es la intención de una persona momento a momento para poder tomar las decisiones acertadas… Por ejemplo: ¿La persona al lado de la calle va a cruzar o no va a cruzar? Quieren saberlo para saber si el vehículo debe parar o no. O: ¿La persona frente a ese banco quiere hacer una transacción normal o viene a atacarlo? O: Cuando estás mirando el celular, quieren saber por tu rostro si te agrada o no te agrada la información que estás recibiendo, para asi poderte enviar más información de la que te gusta para cautivarte mas… Creo que es Facebook el que quiere colocar cámaras en todos los televisores para ver la reacción de la gente al ver los programas…

Y muchas otras cosas más podrían ser decididas adecuadamente si se supiera cuál es la intención de las personas con sólo mirar su rostro.

Insisto: Todo esto para erradicar la mentira, la falsedad, el engaño, el vivir de apariencias, y lograr un mundo mejor.

Pero: ¿Qué nos dice la escritura acerca de este sistema de vigilancia que los hombres están implementando? Pues la escritura nos profetiza lo siguiente:

Apocalipsis 13.15–17 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 16Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

Esta profecía se cumplira al pie de la letra como se cumplen todas las profecías dadas por Dios. Y nos habla de que llegara un gobierno mundial, que obligará a todos a recibir un dispositivo a través del cual serán controlados, y quien no lo no tenga no podrá ni siquiera comprar su comida. (Este sistema del chip en la mano o en la frente ya lleva muchos años probándose y mejorándose cada vez más)

Quien imponga esto será el gobierno del anticristo, un gobierno completamente en contra de Dios, pero será aceptado por la mayoría de los hombres gracias al ofrecimiento de seguridad, prosperidad, y paz… Pero lo que ellos ignoraran, me imagino que hasta voluntariamente, es que quien reciba la marca de la bestia será irremediablemente condenado…

Apocalipsis 14.9–11 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.

Para el mundo la vigilancia extrema de los hombres sobre los hombres, será la solución para lograr una buena vida gracias a un buen comportamiento… Sólo que ese buen comportamiento jamás logrará cumplir con los estándares de Dios, por eso todos los que acepten este sistema serán condenados.

Y serán condenados porque Dios ha venido a través de los tiempos ofreciendo la verdadera solución, que está al alcance de todos… Solución en la que los hombres han decidido no creer y rechazar.

Esta solución, tiene en parte similitud con lo que el mundo ha tratado de hacer a través de la vigilancia extrema, con la enorme diferencia de que no son los hombres, sino es Dios quien tendra el control.

El rey David decidió vivir una vida haciéndo lo correcto delante de Dios, una vida con integridad. Y una de las razones de hacerlo era: El saber que absolutamente toda su vida estaba de continuo delante de Dios, y que no había absolutamente nada que se pudiera esconder, ni siquiera sus más profundos pensamientos o deseos.

El reconoce esta valiosísima verdad en el salmo 139 en el cual dice:

Salmo 139.1-4 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos.4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

¿Qué dirían a esto los que piensan que tienen derecho a la privacidad? Dios sabe absolutamente todo acerca de cada hombre, no sólo dónde está, qué hace, sino aun las intenciones de su corazón. Sabe aún lo que vamos a decir antes que nosotros mismos… Este conocimiento de lo que Dios conoce de cada hombre, asombró en gran manera a David…

Salmo 139.5-6 Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. 6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.

¿Cómo hace Dios para poder saber lo que millones y millones de personas, millones y millones de ángeles, millones y millones de seres creados están haciendo y aun pensando en cada momento… El sólo imaginarse la capacidad para saber lo que todas sus criaturas, incluidos los animales están haciendo y pensando momento a momento, debería darnos una idea del impresionante y majestuoso poder de Dios.

A eso debemos añadirle que no sólo Dios sabe absolutamente todo lo que sucede en la tierra y en el universo, sino que además; de forma que no entendemos controla todas las cosas sin atropellar la libertad de los hombres, para cumplir así su plan a la perfección. Por eso dice la escritura:

Isaías 40.21–24 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? 22El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. 23El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. 24Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca….

Por esto, gracias a este conocimiento de la verdad de Dios es que David llego a entender que era imposible burlar la vigilancia de Dios para hacer algo malo. Y por esto escribió en este salmo:

Salmo 139.7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, 10 aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz…

Pero también gracias a ese conocimiento de Dios que los impíos ignoran, tenía la certeza de que cada uno al final recibiría lo que merece, por no haber querido aceptar la verdad que proviene de Dios.

Salmo 139.19- 20 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. 20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre.

Blasfemias… Cosas completamente en contra de Dios hablan ignorando la verdad. Además por este desconocimiento de la verdad, toman el nombre de Dios como si fuera cualquier cosa, sin entender quien realmente es el.

Pero: ¿Por qué los hombres en la tierra no quieren recibir la verdad que proviene de Dios, verdad que cambiaría por completo sus vidas? El Señor Jesús lo explico cuando dijo a un grupo de religiosos que se le oponían:

Juan 8.43–44 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer…

El problema del hombre es que al rechazar la verdad y aceptar como verdad la mentira, esa mentira que ha transformado y corrompido sus valores le ha llevado a tener ciertos deseos u objetivos, y el hombre en la obstinación de su corazón de conseguir esos objetivos, se vuelve completamente sordo a la verdad.

¿No es esa exactamente la misma actitud del hombre y la mujer en el paraíso, que en lugar de volver a Dios decidieron cubrir su desnudez?

Según esto: ¿Qué necesita hacer el hombre para poder recibir la verdad de Dios, que le lleva vivir una vida y una eternidad maravillosa?

Sencillo: Así como rechazó los objetivos que Dios le había dado para aceptar las mentiras de Satanás; ahora debe rechazar los objetivos que el mundo le ha dado para poder recibir la verdad de Dios…

Y tener así unos nuevos objetivos que le llevaran a la presencia del Padre. Esto el Señor Jesús lo colocó como condición, para todos aquellos que querían acercarse a él. Dice la escritura:

Lucas 14.25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:…

No le dijo a sus discípulos más cercanos, no le dijo a los que estaban mas comprometidos. Lo dijo a esas multitudes que por causa de los milagros y de lo que esperaban recibir, se estaban acercando a él… En otras palabras, estas palabras de Jesús debemos tomarlas como lo primero que una persona debe entender si se quiere acercar a Dios. ¿Cuales fueron?

Lucas 14.33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Pero: ¿Creemos que esto es verdad y por lo tanto hemos renunciado a absolutamente todo, que es igual a decir que, para nosotros hacer la voluntad de Dios está por encima de cualquier cosa?

Y si para nosotros la voluntad de Dios no es lo más importante en la vida… La pregunta con la que los deje la semana pasada era: ¿Qué es necesario que haga Dios con cada uno de nosotros para que le creamos?

El asunto debería ser muy sencillo porque como nos da a entender el Señor Jesús: ¿Por qué si hemos creído tantas mentiras sin ninguna prueba con sólo el testimonio de los demás, porque no creemos en las palabras de Jesús? Las palabras de Jesús fueron:

Juan 8.44–46 El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 45Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. 46¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

¿Qué tal que se nos apareciera el Señor Jesús y nos dijera precisamente eso… “Bueno fulano de tal usted porque no cree lo que yo le estoy estoy diciendo” …¿Qué le responderíamos?

A veces los esposos se indignan porque no les están creyendo, o los hijos también dicen a sus padres “pero cómo es que no me crees” como si fuera el colmo no creerles.

Pues bien qué tal que Jesús nos dijera: Carlos, María, Lucho, Nancy… Ustedes porque se están preocupando si yo les he dicho que no se preocupen por nada. ¿No creen en mi poder, o en mi sabiduría o en mi amor. Qué les pasa? ¿Por qué no me creen?… ¿Qué le responderíamos?

Señor lo que pasa es que la vecina sabe más que usted… O el médico es una eminencia y no sé equivoca, o el abogado es un genio; es decir ellos saben más que usted!!!

Es evidente que cuando no le obedecemos es porque nos falta FE. Y siendo cierto esto la pregunta que no debemos dejar de hacernos es: ¿Por qué no le creemos?

Ahora, si reconocemos que hay un obstáculo para entender y creer lo que la escritura nos dice, lo más razonable que podemos hacer, es pedir a Dios que quite de nuestra vida aquellas cosas que nos impiden recibir su palabra, creerla y obedecerla.

Y por eso los motivaba a que hiciéramos una oración muy sincera pidiéndole a Dios, que haga lo necesario para que al oír su verdad, la creamos y la pongamos por obra.

Pero: ¿hay alguna base escritura al para hacer semejante petición? Pues sí. La escritura nos cuenta de un padre que llevó a su hijo endemoniado donde Jesús para que lo sanara. Y…

Marcos 9.21–24 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. 22Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. 23Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 24E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

¿Realmente creía? ¿Entonces porque pide ayuda para dejar la incredulidad? Lo que parece que sucedió, es que cuando Jesús le colocó como condición que él debía creer para que su hijo fuera sanado, en su deseo de obtener respuesta rápidamente contestó que creía… Pero parece que siendo honesto reconoció que no tenía mucha fe, y por eso pidió que le ayudara con su incredulidad.

El resultado de su oración fue que Dios efectivamente hizo el milagro y lo sano… Sin embargo la pregunta importante es: ¿Será que después del milagro la fe de este hombre aumento? O ¿Será que como ha ocurrido a muchos, ( como en el caso de los nueve leprosos, ) después de recibir el milagro, al creer que ya no necesitan a Dios, su fe disminuye en lugar de aumentar?

Hago la pregunta porque la escritura nos muestra que cuando Dios hiso milagros hubo diferentes resultados…

Mateo 11.20–24 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: 21¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. 22Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras. 23Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. 24Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.

¿Increíble verdad? Los hombres somos capaces de tener fe para que Dios nos haga ciertos milagros… Pero esa fe no nos alcanza para creer en lo bueno de sus mandatos y obedecerlos.

Pero: ¿Qué quiere decir eso? Cómo es que tenemos fe para recibir lo que nosotros queremos recibir, pero no tenemos fe para hacer aquellas cosas que Dios nos manda, que por alguna razón no queremos obedecer?

Eso da a entender que tenemos fe para lo que nos da la gana, y para lo que no, no. Es igual a decir que: Nosotros decidimos cuando creer y cuando no…

Es por esto que otros que habiendo sido tocados por Dios milagrosamente, si han decidido seguirlo por toda la vida. Un ejemplo de ellos Pablo:

Hechos de los Apóstoles 9.3–6 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Después de eso hizo caso. Como quedo ciego después de esta experiencia fue donde el Señor lo envió, allí orando por el recobró la visa, recibio el Espíritu Santo y comenzó a predicar a Jesucristo…

Entonces el dilema puede ser; que si nos atrevemos a pedirle a Dios que haga ciertos milagros, que nos de ciertas cosas que queremos, para que a cambio nos comprometanos a caminar obedientemente con El… La pregunta es: ¿Cumpliremos?

Si cumplimos qué maravilla. Pero si no cumplimos, la escritura da entender que habra juicio sobre nosotros, porque al haber recibido más se esperaba que más obedientes fuéramos.

Pregunto: ¿Nos ha pasado? ¿Nos ha pasado que viendo la fidelidad de Dios de todos modos no hemos tomado la decisión de creerle y obedecerle como debieramos?

¿Y si nos ha pasado, que entonces será necesario que Dios haga con nosotros para que le creamos? De algo estoy seguro. La escritura lo manifiesta así:

Romanos 8.32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Si revisamos el contexto notaremos que está hablando de las cosas que son necesarias para que vivamos como más que vencedores… Y lo que está diciendo es que; después de dar a su hijo como nos va a negar cualquier cosa ridícula que realmente necesitemos para caminar con él.

En otras palabras: Dios jamás dejará de darnos algo que realmente necesitemos para creerle y obedecerle… El problema es que nosotros a veces pensamos que si Dios nos hiciera un verdadero milagro, entonces si caminaríamos en obediencia, pero lo que he visto a través de todos estos años, y además está en la escritura, es que no siempre funciona.

Si me sanas de esta enfermedad… Si arreglas mi situación económica… Sí me das marido o si me lo quitas… Si mis hijos se enderezan… Y después que Dios ha cumplido, los hombres no cumplimos.

A este riesgo, al de pedir recibir y no cumplir, hay algo más que debemos saber respecto esas manifestaciones milagrosas, que deseamos tener para que nuestra fe aumente.

La escritura nos cuenta que después de que Jesús resucitó, se apareció a sus discípulos, les mostró las manos, el costado; ellos se alegraron y entonces les encargo que fueran a predicar el evangelio…

Juan 20.24–25 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

Tengamos en cuenta que los discípulos habían visto a Jesús resuscitando a Lázaro y a otras personas… Multiplicar los panes, en fin hacer muchos milagros. La pregunta es: ¿Si Jesús había anunciado que iba a resucitar, porque aun escuchando el testimonio de sus discípulos con los que Tomás había pasado tres años, porque no creía?

Para creer Tomas coloca una condición… pasan ocho días…

Juan 20.26–29 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

No voy a decirles que es pecado pedir a Dios una señal o un milagro para que aumente nuestra fe y nos dispongamos a obedecerle… Y no lo puedo decirlo porque la escritura nos cuenta como Dios muchas veces a contestado esas peticiones… A través de las cuales algunos han creído, otros no.

Pero lo que si es claro, es que hay más bendición para aquellos que sin ver esos milagros creyeron que para los que habiendo visto los milagros hicieron lo mismo.

¿Y si nos preguntamos el porque? Es porque entre menos manifestaciones milagrosas reciba una una persona que le hace caso a Dios, es porque hay más confianza en Dios que la que tiene aquel que necesita un montón de milagros para hacerle caso.

Recuerdo una compañera misionera que me decía. Ayer estuve en una reunión de oración y explicaron este versículo. Luego en la noche una discípula me llamo y me compartió el mismo versículo. Luego en la mañana al hacer el devociónal, el versículo que estaba en la lista para meditar era el mismo. al mediodía almorcé con una compañera y me compartí el mismo versículo…¿Será que Dios me quiere decir algo?

Hay algunos así. Dios les habla de muchas formas y de muchas maneras, con sueños, con profecías, con todo, y todavía están pensando si Dios es esta tratando de decirles algo.

La escritura dice:

1 Juan 5:9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.

No hay duda que los hombres continuamente aceptamos como verdad lo que la gente nos cuenta, inclusive muchísimas cosas que son falsas creemos que son verdad porque alguien nos lo dijo.

Si somos capaces de creer los testimonios de los hombres: ¿Cómo es que no creemos lo que Dios ha testificado acerca de su hijo Jesús? Y ¿Cuál es ese testimonio? El apóstol Juan escribe:

Juan 1.14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Jesús vivió una vida espectacular sobre la tierra cumpliendo cientos de profecías, que fueron dadas precisamente para que fuera reconocido como el hijo de Dios, el Dios verdadero.

Y este testimonio es tan contundente, que cualquier persona honesta y con un tris de inteligencia, tiene que reconocer sin lugar a dudas que Jesucristo es Dios. Y como consecuencia que la Biblia es la palabra de Dios.

Hay historias de personas que se han puesto a estudiar diligentemente lo que la historia cuenta acerca de Jesucristo, “Con el propósito de destruir el mito de la cristiandad” Y han terminado arrodillados reconociéndolo como su Señor y Salvador. El escritor de el libro de Ben-hur, Lewis Wallace, es uno de ellos.

Es tán claro que sí alguien no cree en el testimonio dado por Jesucristo, ES PORQUE NO QUIERE… Y NO QUIERE PORQUE NO ESTÁ DISPUESTO A RENUNCIAR A SUS OBJETIVOS.

Y no quiere renunciar a sus objetivos, que es igual a decir que insiste en hacer su voluntad, porque ha creído en el testimonio de los hombres… y a creido su tesimonio porque haci lo ha decidido.

Pero si a Jesucristo, ni siquiera mirándolo como el hijo de Dios si no como hombre, lo comparamos con cualquier ser humano, ningún ser humano le llegará ni a la mugre de los pies. Entonces… ¿Qué es lo que hace que una persona completamente insignificante, no le crea a otra que ha demostrado con una vida espectacular el poder de la verdad que comunica?

Eso debería ser suficiente, pero si no lo es, entonces preguntémonos: ¿Qué más puede hacer Dios por nosotros?

¿Será que vamos a insistir en que necesitamos milagros?… Y Dios por supuesto que los puede hacer, pero recordemos que, no todos los que vieron a Jesús haciendo milagros le hicieron caso. Muchos vieron a Lázaro resucitado y en lugar de creer, lo que planearon fue como matarle.

Otros que vieron los milagros que Jesús hizo, como era evidente que no podían negar la realidad de esos milagros, terminaron diciendo que era por el poder de Satanás que los hacía, y si Jesús estaba poseído por el diablo pues no había por qué creer en sus palabras.

Sin embargo, el Señor Jesús insiste en que su palabra debería ser suficiente.

Más aún hay una historia en la que Jesús enseña, que aunque este tipo de manifestaciones milagrosas sucedan, aquellos que no están dispuestos a creer en su palabra, tampoco lo estarán aunque ocurra Milagros.

Lo hace a través de la historia de aquel rico que habiendo disfrutado de la vida se fue al hades, y primero clamó por que le dieran aunque fuera una gota de agua, la cual le fue negada. Y entendiendo lo terrible de su situación rogó para que Lázaro fuera enviado como mensajero a sus cinco hermanos para advertirles. La respuesta que recibió fue:

Lucas 16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.

Él pensaba que si alguien aparecia de los muertos y les decia la importancia de creer en Jesús, ellos se salvarían. Sin embargo la respuesta que recibió fue… Que allí están los escritos de Moises y de los profetas… A los cuales ellos deben prestar atención.

Hoy no sólo tenemos los escritos de Moises, sino algo mucho más grande, a Jesús y su palabra. Eso dice Dios que es suficiente para creerle y hacerle caso.

Lucas 16:29 al 31 Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 31Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

Ante la propuesta del milagro, Abraham le dice que sí lo que ellos leen en las escrituras no los convencen, así se aparezca alguien de los muertos tampoco los va a convencer.

Si a nosotros no nos convence lo que las escrituras dicen, ni los milagros nos harán cambiar de parecer… Algunos por algún tiempito producto del milagro caminan, pero luego vuelven a lo mismo.

Además, Jesús se levantó de los muertos… Y eso no ha hecho que la gente crea en él.

En conclusión lo que realmente debemos entender y creer, es que creer en Dios es una decisión que cada uno de nosotros tomamos, cuando se ha decidido no creer en Dios, no importa si nos hace milagros o no, seguiremos igualmente incrédulos… Pero cuando se ha decidido confiar en Dios, así las situaciones se pongan complicadas seguiremos confiando en él.

Es por eso que viendo la incredulidad de su época Jesús les dijo:

Mateo 11.16–19 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, 17diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. 18Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. 19Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.

Siendo esto así vuelvo y pregunto: ¿Qué es necesario que haga Dios con nuestras vidas para que tomemos la decisión de creer y obedecer su palabra?

Y: ¿Entonces será necesario que sí tratándonos bien no le hacemos caso, la solución sea tratarnos mal? Pero: ¿Aparece algo asi en la escritura? Pues sí, aparecen historias bastante fuertes:

Isaías 37.28–29 He conocido tu condición, tu salida y tu entrada, y tu furor contra mí. 29Porque contra mí te airaste, y tu arrogancia ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.

Sin embargo no creo que sea ese el deseo de Dios, que ciertamente podría cogernos a cualquiera de nosotros por nuestros pecados y colocarnos las disciplinas más espantosas…

Además con las terribles disciplinas puede ocurrir lo mismo que ocurre con los milagros, hay personas que siendo disciplinadas muy fuertemente ni siquiera asi le hacen caso a Dios, o solo le hacen caso con mala actitud, y cuando la presión disminuye vuelven a su desobediencia.

¿Entonces que nos queda? Pues bien, el otro recurso de que habla la escritura son las pruebas… Y dice así:

1 Pedro 1:6 al 7 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

Sin embargo el problema con las pruebas, es que si en medio de ellas no tomamos rápido la decisión de creerle al Señor, es decir si no tenemos claro que el objetivo es que nuestra confianza en Dios aumente, entonces podemos en medio de las pruebas comenzar hacer muchas más barbaridades para solucionar los problemas, no a través de la confianza en Dios sino a través de nuestra propia capacidad.

Porque cuando el texto dice; ”En lo cual vosotros os alegráis” Eso es algo que sólo es posible si tenemos claro que nuestra confianza en Dios, puede traer tantas, pero tantas bendiciones, que por eso estamos dispuestos a ser probados.

Algo similar dice en otro pasaje:

Santiago 1:2 al 4 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

¿Cuántos de nosotros que somos conscientes que en varios aspectos no le hacemos caso a Dios, estamos dispuestos a pedirle que nos pruebe, que nos meta en situaciones complicadas, dolorosas, para que las situaciones nos lleven entender que no tenemos la razón, que estamos equivocados, que nuestra desobediencia al final jamás nos traerá buenas cosas, y que por eso debemos tomar la firme decisión de obedecerle?

¿Cuantos de nosotros hemos logrado entender qué es tan grande el amor de Dios, que vale la pena negarnos a otras cosas para poder hacer su perfecta voluntad? Y si siendo su palabra más que suficiente para que le creamos y le hagamos caso, cuando no tomamos la decisión correcta…

¿QUÉ ENTONCES QUEREMOS QUE HAGA DIOS CON NOSOTROS?

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