PARA QUE SEPÁIS – PARTE 1

PARA QUE SEPÁIS 1

I. INTRODUCCIÓN

Aunque la realidad es que en la tierra se está librando una batalla espiritual entre el bien y el mal, el asunto no se plantea de esa manera, pues no le quedaría nada bien a los no cristianos, presentarse como los malos atacando a los buenos. El asunto se plantean diferente: Los buenos, es decir los no cristianos, atacando a los malos que son los cristianos.

Malos por ser fanáticos, malos por ser exagerados, malos por ser intolerantes, malos por condenar a los homosexuales, malos por disciplinar a sus hijos pequeños, malos por ser machistas y decir que los hombres mandan son las mujeres, hasta malos por bobos por no disfrutar de la vida, malos por fundamentalistas, es decir por creer al pie de la letra en la escritura…

Por esta razón alguien decía que lo que está pasando en la tierra es una batalla del bien contra el bien. El bien según la opinión de los hombres, contra el bien según la opinión de Dios.

Lo tremendo es que esa batalla no es sólo externa, es decir no sólo tenemos que pelear la buena batalla contra los de afuera, pues esa misma batalla la tenemos que pelear en nuestro corazón. Por eso la escritura dice:

1 Pedro 2.11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma…

Pregunto: ¿Acaso alguno de nosotros no tiene que luchar ante ciertos mandatos de Dios, porque la carne, el mundo o el demonio nos empujan a hacer las cosas de manera diferente?

¿Y porque la lucha? Porque esos deseos carnales, son aquellas cosas malas que el mundo llama buenas. Y como todavía en nuestro corazón pensamos que son cosas buenas, o al menos que nos gustan mucho, por eso se presenta esta batalla.

Y así como a veces caemos en la tentación de hacer aquellas cosas, con mucha más facilidad lo hace la gente del mundo, y por supuesto lo hacen teniendo una justificación para hacer lo que hacen, de tal manera que no se vea malo.

La lista de las filosofías o formas de ver la vida que justifican lo que hacen puede justificar a los terroristas, a los guerrilleros, los humanistas, los ecologistas, y los religiosos dentro de los cuales podemos encontrar una grandísima variedad. Todos éstos pretenden demostrar que desde su punto de vista lo que hacen es bueno. Aun los Satanistas plantean que lo que ellos hacen es bueno.

¿Cómo afecta al auténtico cristianismo que todas estas formas erróneas de vivir la vida se presenten como algo bueno?

Pareciera que no, pero en realidad es mucho lo que afecta al cristianismo todas estas filosofías, pues cuando una persona es confrontada por no creer en Jesucristo, normalmente echan mano de alguno de esos argumentos para justificar no involucrarse con Dios.

Y aún cuando alguien decide reconocer a Jesucristo como su Señor y su Salvador, su crecimiento cristiano se ve afectado por estas filosofías y religiones. Ya sea porque algunas de estas le seducen, como el amor a las riquezas, o por que le incomodan, como la persecución)

Esta batalla entre el bien y el mal no va parar, porque la realidad es que la maldad llegará a crecer tanto que la escritura dice:

Mateo 24.12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

Algunos creen que este texto se refiere solo al amor hacia Dios, otros creen que se refiere solo al amor entre los hombres, de hecho hay una traducción que dice:

Mateo 24.12–13 Habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener amor hacia los demás. 13Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará.

Lo cierto es que la falta de amor a Dios es lo que hace que falte el amor entre los hombres, qué es lo que poco a poco vemos que está sucediendo cada vez más en el mundo… La maldad del hombre contra el hombre crece cada día más.

Sin embargo por el verso que sigue: “Pero el que siga firme hasta el fin se salvará” creo que el texto se refiere a que los hombres al ver tanta maldad a su alrededor, van a ir perdiendo la poca fe y el amor hacia Dios, y como consecuencia hacia los hombres.

Entender este texto de esta manera, es lo que confirma otro pasaje que anuncia que llegará un momento en que el mundo, habrá cambiado tanto el concepto del bien y del mal, que con facilidad aceptaran que un ser maligno tome el control.

Por supuesto ese momento será donde esta batalla entre bien de los hombres y el bien de Dios llegará a su máxima expresión, y según la escritura, será poco tiempo antes de nuestro encuentro con el Señor. Dice así:

2 Tesalonicenses 2:3 al 4. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

Notemos que la manifestación del hombre de pecado, del hijo de perdición, será después de que venga la apostasía.

Pero: ¿Qué es la apostasía? La apostasía es una palabra que viene del griego que significa; salida, detección, revuelta o rebelión.

Lo cual quiere decir que la apostasía es una salida consciente o una rebelión contra el cristianismo, de alguien que ha sido cristiano.

Según la parábola del sembrador, hay tres motivos por los cuales la gente que ha escuchado y ha participado en cierta manera del cristianismo se vuelve apóstata.

El engaño. Allí están los que no entienden bien la palabra y entonces dice que el diablo la hace infructuosa, y la forma de hacerlo es enseñando malas doctrinas y falsas enseñanzas acerca de Dios, usando a falsos maestros y profetas, que tiene la intención de seducirlos a un falso cristianismo.

La persecución. Cristianos qué recibieron la palabra con gozo, pero que cuando fueron perseguidos por los poderes gobernantes, o por cualquier clase de persona por causa de sus creencias y su lealtad a Cristo, deciden no continuar.

Las tentaciones. O como dice la parábola el afán de este siglo, es decir el deseo de ir tras los ídolos, tras la inmoralidad sexual, tras el dinero. El amor a estos ídolos pueden llevar a una persona a que poco a poco abandone su cristianismo.

A. EL ATAQUE MÁS EFECTIVO

Por supuesto que el más efectivo y peligroso de todos es el ataque es la apostasía. ¿Por qué?

Porque una cosa es que los incrédulos, los que nunca han aceptado al Señor nos ataquen, pero otra muy diferente es que aquellos que dicen ser cristianos nos estén atacando. “No hay cuña que aprete más que la del mismo palo”

Esta apostasía será el resultado del trabajo que el diablo viene haciendo desde el paraíso, engañando y tratando de engañar cada vez mas a los hombres con cosas más efectivas.

Y por supuesto una de las formas más efectivas es usar la escritura en la cual los cristianos creen, pero mal interpretándola, para lograr convencer a los hombres que esos deseos, lejos de ser opuestos a la voluntad de Dios, es lo que Dios desea para ellos.

Un ejemplo claro de esta forma de trabajar lo vemos en la tentación de Jesús:

Mateo 4:6 y le dijo (Satanás): Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.

Satanás está usando la escritura para mostrar un camino equivocado, diciendo que tiene el respaldo de Dios. Y lo que dice es como si nos dijera: “Si usted realmente es cristiano tiene que hacer esto que dice la Biblia”… Sin embargo Jesús interpretando correctamente le contesta:

Mateo 4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

Usar la escritura fuera de contexto, mal interpretada y mal aplicada, puede llevar a alguien a creer que lo que está haciendo que es malo, no lo es.

Véalo de esta manera: El cristiano anda con la Biblia predicando la verdad de Dios, y el apóstata camuflado, también usa la Biblia para predicar su verdad.

Cuando pensamos en este asunto de la apostasía, y leemos la promesa de Jesús a sus ovejas…

Juan 10.27–29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

Si la promesa del Señor Jesús es, que los que oímos su voz y le seguimos no nos perderemos jamás… ¿Cómo es entonces posible que un creyente se vuelva apostata?

La respuesta está en la parábola del trigo y la cizaña, donde la enseñanza es que ambos, trigos y cizaña estarán juntos hasta el fin, donde el trigo que son los auténticos cristianos serán llevados a la presencia de Dios, y la cizaña que son los falsos cristianos o la llamada Iglesia profesante, se quedará en la gran tribulación.

Eso quiere decir que la apostasía a la que se refiere la escritura es la de la iglesia que se ve, una iglesia que se desenvuelve y vive completamente en contra de Dios, que usa la escritura malinterpretada para dirigir a sus feligreses, y que está convencida que esta en los auténticos caminos de Dios.

No solo creen estar de los caminos de Dios, sino que será tal la magnitud de su engaño que la escritura nos cuenta:

Marcos 13:22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.

Será tan grande el engaño de estos hombres que llegarán a creerse Jesucristo… Y mucha gente lo seguirá. Y producto de sus engaños, influencia y de sus resultados mundanos que cautivan a muchos, tratarán de engañar también a los escogidos .

El texto dice: “Para engañar si fuese posible aún a los escogidos” Sin embargo la pregunta de muchos es: ¿Será posible engañar a los auténticos hijos de Dios?

Y creo que la respuesta es que sí es posible engañar a los hijos de Dios, al menos por un tiempo, y por eso precisamente el Señor Jesús continua haciendo la advertencia:

Marcos 13.23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.

Nos advierte para que estemos atentos, y no nos dejemos engañar.

Parte del problema es que es difícil saber quién es un auténtico cristiano y quien no, por eso en la parábola la instrucción es esperar hasta el final cuando el Señor mismo hara la diferencia. Sin embargo sí es evidente que la Iglesia ha sido engañada.

Parte del engaño es evidente cuando se oye que enseñan que la escritura cada uno la puede interpretar a su manera, y a esto le han añadido el enseñar, que la confrontación es algo que no se debe hacer.

Ciertamente han llegado a creer que confrontar a un creyente que tiene una doctrina equivocada no es una actitud de amor, y por eso critican a aquel que busca la confrontación para hallar la verdad.

Por supuesto como Satanás viene trabajando hace mucho tiempo, no es la primera vez que la Iglesia ha sido engañada. En el pasado ocurrió, y contrario a lo que muchos creyentes creen, el apóstol que conocemos como el más amoroso de todos, el apóstol Juan, fue el apóstol usado por Dios para dar claridad en este asunto.

Es el mismo apóstol que escribió el evangelio de San Juan, considerado el más profundo, luego en su primera epístola universal da claridad acerca de quién es y quien no es un auténtico cristiano, y concluye su vida escribiendo el Apocalipsis, donde el, aunque habla del premio que recibiremos los verdaderos hijos de Dios, también con toda claridad muestra el terrible juicio contra aquellos que no creyeron en la verdad.

A muchos cristianos que andan enredados con un falso concepto de amor, les parecer contradictorio que éste sea el apóstol que hable del terrible juicio de Dios. Porque no entienden que hablar la verdad con la intención de corregir a los demás, es también parte muy importante del amor.

Ahora; la cuestión para nosotros si pensamos en que es lo más importante, es poder definir si somos cizaña, es decir parte de la iglesia que participará en la apostasía, o si somos el trigo del Señor, que a su tiempo será cosechado para recibir el premio y vivir por la eternidad con el Señor.

Y es un asunto que debe ser revisado concienzudamente porque insisto, la cizaña cree que es trigo. Y no sólo cree que es trigo, sino que lo respalda con una gran cantidad de testimonios, con milagros, liberación de demonios y predicaciones a multitudes… Sin saber que la escritura enseña, que el poder hacer todas esas cosas no es garantía de ser un auténtico cristiano. Es decir la cizaña también puede hacer milagros.

Pero también la escritura nos da las pautas para definir si somos cristianos o no, y es precisamente el apóstol Juan quien escribe acerca de esto en su primera carta, que comienza de la siguiente manera:

II. LA INTRODUCCIÓN

1 Juan 1:1-2 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida 2(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó…

En la introducción a su carta el apóstol Juan nos cuenta de que “ellos” refiriéndose como mínimo a los apóstoles, y posiblemente a muchos otros cristianos, han oído, visto, contemplado, y tocado el verbo de vida… El cual es Jesucristo, quien estaba con el Padre pero se manifestó a los hombres en la tierra.

Luego repite que lo que ha visto y oído nos anuncia…

1 Juan 1:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

Para que nosotros tengamos la oportunidad de tener comunión con ellos, con los discípulos del Señor. Pero aclara que esa comunión en realidad es con Dios padre y su hijo Jesucristo…. Y continúa diciendo:

1 Juan 1:4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.

Que si aprovechamos la oportunidad de estar en comunión con Dios, el resultado será que nuestro gozo será cumplido.

Y de acuerdo al significado de las palabras originales, este gozo cumplido debe entenderse como: Estar lleno, completamente lleno, hasta el borde, abundando liberalmente de alegría.

El Señor Jesús digo lo mismo pero con diferentes palabras;

Juan 4.13–14 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; 14mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Las cosas del mundo jamás pueden llena al hombre por lo tanto siempre tendrán más sed… pero lo que Dios nos da, no sólo calma la sed, sino que nuestra vida se convertirá en una fuente…

Esto quiere decir que, si nuestra vida no está completamente llena, abundando de alegría todo el tiempo, entonces no hay duda que tenemos que buscar estar en comunión con Jesucristo.

Pero por supuesto lo primero que debemos entender para poder buscar la comunión es: ¿Qué es la comunión a la que se refiere el pasaje?

Responder esta pregunta es importante, porque he visto que muchos cristianos se les ha enseñado un concepto errado de lo que es la comunión, a mí me enseñaron un concepto equivocado.

Hay otro pasaje que usa esta misma palabra, donde la enseñanza es que no debemos tener comunión… dice así:

2 Corintios 6.14–16 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente…

El pasaje habla de lo que no debemos hacer. No debemos unirnos en yugo con los incrédulos, no debemos tener compañerismo con la injusticia, no debe haber comunión con las tinieblas, ni mucho menos concordia o estár de acuerdo con Satanás, etc.

Y si no hacemos caso a este mandato, entonces debemos olvidarnos de experimentar esa alegría completa ofrecida por Dios, qué llena hasta el borde, que abunda y que además dura para siempre.

Yugo implica una responsabilidad compartida, compañerismo da entender que la pasamos bien con los injustos, concordia significa que concordamos, que estamos de acuerdo con satanás, cuando alguien tiene parte con el incrédulo quiere decir algo así, como que tienen un proyecto juntos… Pero todas estas acciones tienen que ver con una decisión que tomamos.

Pero cuando dice que no debemos tener comunión con las tinieblas, la palabra comunión es la misma palabra que se usa para decir que debemos tener comunión con Jesucristo.

Esta palabra, COMUNIÓN En el NT el término básico, es traducida diversamente como “comunión”, “comunicación”, “participación”, “contribución”, “compañía”, “común”. La connotación fundamental de la raíz koin- es la de participar de algo con alguien

Eso quiere decir que esta comunión a la que se refiere el apóstol Juan no es como “tener participación” o “dar participación” O “estar de acuerdo” O ”Pasarla bien” que son acciones que pueden ser voluntarias. La comunión a la que se refiere el apóstol Juan, es a la realidad de compartir con Dios y con los hermanos en la fe ciertas cosas, que nos han sido dadas por Dios.

Repito: Estar en comunión con Dios y con los hermanos en la fe significa que todos tenemos las mismas cosas en común… En este caso cosas que Dios tiene pero que ha compartido con nosotros.

Ahora cuando el apóstol nos dice que nos ha compartido el testimonio de quién es Jesús para que tengamos comunión, quiere decir que la clave para tener comunión tiene íntima relación con la información que nos está dando.

La pregunta es: ¿Qué debemos hacer con esa información? La escritura nos cuenta:

Romanos 10.16–17 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

A muchos les ha sido comunicada esa información, de quien es Jesús, de cuál es su mensaje, pero no todos han creído en la veracidad de esta información…

Y cuando dice que la fe es por el oír la palabra de Dios, por supuesto se refiere a una fe auténtica, que sólo es auténtica cuando la hemos depositado en la información que proviene de Dios.

Eso quiere decir que la fe sólo es valiosa, cuando está depositada en la verdad que proviene de Dios.

La escritura nos habla de otras clases de fe que no sirven, es decir que no nos dan la posibilidad de estar en comunión con Dios.

Está la fe muerta, que es aquella fe que tienen los hombres en que Dios hará lo que ellos quieren.

Está la fe fingida, que es la fe que tienen los hombres en doctrinas que dicen ser cristianas pero no lo son.

Está la fe débil, qué es la fe que colocan los hombres en los hombres cristianos, pero no en Dios.

Y está la fe auténtica, que aunque es poca nos permite llegar a estar en comunión con Dios, cuando reconocemos y creemos lo siguiente…

Romanos 10.8–9 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Cuando esto ocurre, cuando reconociéndolo como Señor y Salvador nos disponemos a obedecer, el resultado es que terminaremos teniendo comunión con Dios, es decir Dios nos dará una serie de cosas que Él tiene y que los hijos de Dios tienen, que van a producir una alegría completa y duradera. ¿Qué cosas?

Estas cosas que voy a mencionar, las pueden ver en detalle, en el manual de temas básicos donde habla del Nuevo Nacimiento.

Dios nos ha dado una naturaleza divina al colocar su espíritu sobre nosotros, nos ha hecho miembros de la familia de Dios, nos ha dado su gloria, nos ha dado su paz, y nos ha dado su amor…

Pero además de esas cuatro cosas que hemos recibido: Naturaleza divina, su gloria, su paz, y su amor, cuando una persona ha entrado en Comunión con Dios, esta persona también ha recibido; El perdón de sus pecados, ha sido liberado de la potestad de Satanás, trasladado al reino de Jesucristo, le ha sido cambiado el corazón de piedra por uno de carne sensible, ha recibido vida espiritual, el conocimiento de Dios…

Con todo esto; ¿Qué debe sentir una persona que verdaderamente ha entrado en comunión con Dios?¿Qué debe sentir una persona que cree de corazón que todo esto ha sucedido? ¿Qué debe sentir una persona que ha sido salvada y hecha apta para participar del reino de Dios? ¿Qué escribió el apóstol Juan?

1 Juan 1:4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.

Esta comunión con Dios debe producir en el nuevo creyente un gozo cumplido, o como traducen otras versiones una alegría completa.

Esto es tan cierto, que por eso hay otros pasajes de la escritura que afirman que siempre debemos estar muy, pero muy contentos:

1 Tesalonicenses 5:16 Estad siempre gozosos.

Filipenses 4:4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!

No sólo en algunos momentos, o en algunas ocasiones producto de las cosas que están sucediendo, pues la razón de experimentar gozo, o alegría completa en todo momento, no son las circunstancias terrenales, si no la realidad de estar en comunión con Dios todo poderoso, el creador de los cielos y la tierra, el que nos ha perdonado y nos ha otorgado el Nuevo Nacimiento que nos capacita para vivir con Él desde ahora y por toda la eternidad.

De esta introducción que el apóstol hace a su carta, podemos y debemos hacernos la siguiente pregunta:

¿Es nuestra comunión con Dios la razón de nuestra suprema alegría?… ¿O todavía las circunstancias de nuestra vida controlan nuestras emociones, y como consecuencia también nuestros planes y nuestra obediencia…?

Este asunto del gozo completo y continuo es supremamente importante en la vida del cristiano, el problema es que muchos no entienden que es una orden andar siempre gozoso, y por lo tanto tampoco ha entendido que cuando no hay gozo y están desobedeciendo a Dios.

Más aún, muchos no han ni siquiera logrado identificar el gozo que Dios produce, porque continuamente lo suplantan con la alegría que produce el mundo por sus diferentes situaciones, y como consecuencia de esta desobediencia, que es producida por otras desobediencias, su comportamiento no es el de un verdadero hijo de Dios que se goza de estar en comunión con Dios.

Pero los más serio de esto, es que no entienden ni lo que realmente está pasando, ni lo que deben hacer, y por eso continúan viviendo de esta manera convencidos que son auténticos cristianos.

Y precisamente para aclarar esto es que el apóstol escribe esta carta.

¿QUIÉN SEGÚN EL APÓSTOL TIENE VERDADERAMENTE COMUNIÓN CON DIOS?

El apóstol continúa:

1 Juan 1:5 al 6. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. 6Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;

El apóstol aclara que cuando alguien dice que tiene comunión con él… Y está andando o buscando lo que las tinieblas ofrecen… definitivamente está mintiendo, porque la realidad es que no tiene comunión con Dios.

Ahora… ¿Será posible que una persona se acerque a Dios y busque lo que las tinieblas ofrecen? La respuesta es sí, y ocurre producto del engaño.

Escudriñando la escritura, por ejemplo, si revisamos lo que Satanás ofreció a Jesús en la tentación podremos entender porque muchos, aunque en cierta manera buscan a Jesucristo, no dan evidencia de estar en comunión con el, pues todavía están buscando lo que las tinieblas ofrecen. Dice la escritura:

Mateo 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan

Por estar haciendo la voluntad de Dios, Jesús tiene hambre, Satanás lo reta a que si es un hijo de Dios, use el poder de Dios para hacer un milagro y conseguir así el pan.

En otras palabras, Satanás esta motivando a Jesús a pensar y a trabajar en sus necesidades básicas, por encima o con prioridad a hacer la voluntad de Dios.

Pregunto: ¿Cuántos creen que el trabajo y llenar las necesidades básicas (alimento, vestido, vivienda,)…es más importante que hacer la voluntad de Dios?

Piensen bien para responder, porque algunos dicen que la voluntad de Dios es más importante, pero son incumplidos en su trabajo, no son cumplidos con sus obligaciones financieras, es mas, unos ni cumplen con Dios pero insisten en decir, que para ellos la voluntad de Dios es lo más importante, lo cual su comportamiento contradice.

Algunos no tienen tiempo para Dios, ni para la iglesia por causa de su trabajo, y cuando se les confronta algunos preguntan: Pero… ¿Acaso no es la voluntad de Dios que llenemos esas necesidades? ¿Acaso no dice la escritura que el que no provee para su casa ha negado la fe y es peor que un incrédulo?

Ciertamente la escritura dice eso, pero no podemos cambiar el orden de las prioridades por eso la escritura dice:

Lucas 12.30–31 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 31Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.

Esta es una orden que tiene una promesa, de que Dios nos dará lo necesario cuando hacemos su voluntad… Pero muchos dejan precisamente de hacer la voluntad de Dios para buscar el sustento… Lo pueden conseguir pero… ¿Dónde quedará la alegría completa y duradera? Pues no la podrán experimentar.

¿A cuántos el trabajo les impide hacer la voluntad de Dios? Si el trabajo no te permite tener el tiempo adecuado con Dios, si el trabajo no te permite cumplir con tu familia, y no me estoy refiriendo a que les des dinero, sino al tiempo que tu familia necesita para ser amada, corregida, edificada, etc… Aunque parezca que estás haciendo lo correcto, en realidad estás haciendo lo que el tentador dice.

Y lo que el apóstol plantea en su carta es: ¿Y si estás haciendo lo que el tentador dice… Por qué dices que tienes comunión con Dios?

Lo osado del comportamiento de Satanás es que quiere comprometer la posición de hijo de Dios, en relación con las riquezas materiales, pues al decir; “si eres hijo de Dios” está dando a entender que un auténtico hijo de Dios debe llenar esas necesidades.

En la actualidad escuchamos algo todavía más agresivo o malévolo, pues algunos están enseñando:

“Dios quiere que todos sus hijos sean ricos, por lo tanto tú tienes que ser rico o no eres un auténtico hijo de Dios”. O como escuchaba decir a un pastor: ”Si alguno no quiere ser rico está oprimido por Satanás”

¿Es eso cierto? ¿Es cierto que un hijo de Dios debe tener siempre suplidas sus necesidades básicas? ¿Es cierto que un verdadero hijo de Dios debe tener como mínimo el sustento y el abrigo?

Si decimos que es cierto, entonces tendríamos también que decir que Jesús no era el hijo de Dios pues tuvo hambre, y el apóstol Pablo tampoco fue un hijo de Dios, porque también experimentó faltantes en sus necesidades básicas como él mismo nos cuenta.

2 Corintios 11:27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;

Pero… ¿Es esto lo común y lo que debe suceder en todos los hijos de Dios que hacen su voluntad?

No. Es decir, lo normal es que tengamos sustento y abrigo, pero puede suceder por causa de la voluntad de Dios, es decir de lo que Dios nos manda a hacer, y también por causa de los tratos que Dios da a nuestra vida, que pasemos épocas donde aún el sustento y el abrigo nos falten.

ANDANDO EN LUZ

Pero lo que nunca debe faltar, es el objetivo que tenemos en nuestra vida, y ese objetivo tiene que ser que andemos en luz. (Andar en luz es andar de una manera consciente haciendo solo la voluntad de Dios.) Continúa el apóstol:

1 Juan 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Si andamos en luz, esa si es una evidencia de que tenemos comunión con el Padre y con el hijo. Esa también es una evidencia de que tenemos comunión con los otros hijos de Dios… Y a causa de esta comunión es que la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado.

Según esto es claro que la comunión, la auténtica comunión con Dios limpia nuestra vida de pecado.

A la pregunta: ¿Qué puede interrumpir esta comunión? La respuesta es nada, porque la comunión, es decir la común unión con Dios está basada en las cosas que Dios nos ha dado, qué tal manera que lo único que podría romper la comunión es que Dios nos quitara las cosas que nos dio, pero el ha prometido que eso no pasará.

Ahora: ¿Qué es lo que está pasando cuando una persona no quiere dejar el pecado que hay en su vida?

Si la comunión es lo que hace que Dios quite el pecado de nuestra vida, cuando una persona no quiere dejar el pecado, es porque no está en comunión con Dios… Que es igual a decir; no es un hijo de Dios, todavía es cizaña… Cizaña que puede hacer milagros, echar demonios, predicar de Cristo, pero si no quiere sacar el pecado de su vida, todavía no es un auténtico cristiano.

¿Y qué es lo que normalmente hace una persona que no quiere sacar el pecado de su vida?

1. Lo esconde… ¿Cuántos pecados cometemos cuando no nos ven, o cuando los que nos ven no nos conocen?

2. Lo niega… ¿Cuántas veces al ser confrontados negamos el pecado que hemos cometido?

3. Lo justifica… ¿Cuántas veces cuando no podemos negar el pecado cometido lo justificamos normalmente con el pecado de otros?

Lo tonto de esto es que cuando esto hacemos lo hacemos con la gente. Es decir escondemos el pecado de las personas, negamos el pecado frente las personas, justificamos el pecado frente a las personas pero… ¿De verdad somos tan tontos que pensamos que Dios no sabe de nuestros pecados?..¿De verdad pensamos que Dios no nos ve?

Algunos vienen a la iglesia, adoptan un comportamiento santo frente a los demás, pero siguen cometiendo los mismos pecados sin la intención de dejarlos, allí está el problema.

Por esto el apóstol continúa diciendo:

1 Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

Cuando decimos que no tenemos pecado, teniendo pecado, es normalmente porque no queremos dejarlo.

Si eso hacemos nos estamos engañando porque obviamente es mas lo que perdemos que lo que ganamos, y también nos estamos engañando respecto de la comunión.

La mayoría de las versiones dicen ”Y la verdad no está en nosotros” Ahora si la escritura dice que Jesús es el camino, la verdad y la vida: ¿Y si la verdad que es Jesús no está en nosotros?… ¿Será que tenemos comunión con Dios?

Luego en el verso 10 repite:

1 Juan 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Aquí nuevamente podemos preguntar: Si Jesús es el verbo que es igual a decir que Jesús es la palabra… si cuando negamos nuestros pecados su palabra no está en nosotros, será que Jesús está en nosotros?

Y si la verdad que es Jesús y su palabra que es Jesús no está en nosotros: ¿Somos trigo o cizaña?

La conclusión de esto es supremamente importante.

El problema no es el pecado porque para el pecado hay solución… El verso nueve dice:

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Cuando una persona está en comunión con Dios, va confesar sus pecados, y Dios no sólo lo perdonara, sino que lo limpiara de maldad.

Esto mismo dicho de otra manera es igual a decir que cuando una persona no quiere dejar sus pecados es porque no está en comunión con Dios. Todavía es cizaña.

Este asunto es tan, pero tan serio. Que por eso continua diciendo el apóstol:

1 Juan 2.1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis…

¿Qué cosas nos escribió? Que si no queremos dejar nuestros pecados es porque no somos hijos de Dios.

Pero que si estamos en comunión con el confesaremos nuestros pecados y seremos perdonados y limpiados…
Y continúa diciendo:

1 Juan 2.1–2 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo

Dice: “Y si alguno hubiere pecado” tenemos a Jesucristo como un abogado delante del padre para no ser castigados porque Jesucristo pagó por nuestros pecados.

Ojo, no dice: “Y si alguno va a seguir pecando”… No, lo que dice es: Si alguno hubiere pecado, hablando en pasado, Jesucristo es la provisión de Dios para nuestros pecados.

Si recordamos las palabras de Jesús en su encuentro con los pecadores vemos que les dice:

Juan 8.11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

No hay duda que el mandato de Dios para aquellos que hemos sido perdonados, que estamos en comunión con Dios es que no pequemos más… Y si esto hacemos vamos a experimentar esa alegría completa y duradera.

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