UNA VISIÓN CORRECTA – PARTE 1

UNA VISIÓN CORRECTA – PARTE 1

I. INTRODUCCIÓN

Ya estamos comenzando el tercer mes del año, y si no lo hemos hecho, si es bueno que nos preguntemos ¿Cómo nos fue el año pasado… Cumplimos nuestras metas, logramos nuestros objetivos? Esta evaluación es necesaria porque como resultado de este análisis, debemos planear los objetivos para el año que tenemos por delante, y aún los objetivos que tenemos para nuestra vida.

En el mundo lo más común después de esas evaluaciones es: Este año tengo que adelgazar; este año tengo que hacer ejercicio; este año tengo que mejorar mis ingresos; este año aprendo ingles, este año tengo que viajar a… o este año tengo que casarme!

La pregunta es: ¿Podemos los cristianos, los auténticos hijos de Dios tener planes iguales a la gente del mundo que no conoce a Dios? Y la respuesta es: Sí y no.

Si porque los cristianos también tenemos que trabajar, tenemos familia, algunos tenemos que adelgazar, otros mejorar los ingresos… Pero la enorme diferencia es que el auténtico creyente al pensar en esas cosas, no puede ignorar el trato y las lecciones que Dios le quiere dar, pues de estas enseñanzas que Dios nos quiere dar, van a depender los resultados de los planes que hagamos.

Esto que acabo de mencionar, el estar aprendiendo lo que Dios nos quiere enseñar, es tan importante a los ojos de Dios, que en su palabra nos lo ordena de la siguiente manera:

Filipenses 2.12 …ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor

Porque ocuparse de nuestra salvación no significa que debemos hacer algo para no ser condenados. Sino que habiendo sido perdonados por Dios y librados de la condenación eterna, ahora tenemos que ocuparnos con temor y temblor, en todo aquello que Dios nos quiere enseñar para cambiar nuestras vidas. Por esto un poco más adelante continua diciendo:

Filipenses 2.14-15 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

Y esto quiere decir que si por ejemplo, usted quiere mejorar sus ingresos pero Dios quiere enseñarle a ser correcto en el manejo de sus finanzas, pues ve que usted no cumple, es decir no es honesto, o que el dinero es demasiado importante para usted. Dios puede afectar sus planes financieros de tal manera que los resultados te lleven: A pensar; a evaluar; y ojalá a tomar la determinación de corregir aquellas cosas que están mal.

Pero para obtener este buen resultado, el de aprender las lecciones que Dios nos quiere dar, es necesario cómo acabamos de leer, aceptar este trato de Dios, sin murmuración, sin quejas, sin chismes, sin contiendas, sin echarle la culpa a otros, pues lo correcto es colocar los ojos en Dios y entender qué es un trato de bendición, para para ser transformados, y llegar a ser esos irreprensibles y sencillos hijos de Dios, que muestran la enorme diferencia con la generación maligna y perversa del mundo.

Esto quiere decir qué en nuestros planes y deseos, los resultados siempre estarán sujetos a los deseos de Dios y al plan de Dios para formarnos. Y es por eso que la escritura contrario a declarar que el hombre tiene total libertad para hacer de su vida lo que quiera, más bien dice:

Salmo 37.23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino.

Qué es igual a decir que por encima de nuestros planes y proyectos siempre estarán los planes de Dios.

No aceptar esta realidad, es en realidad pelear contra Dios. Y pelear contra Dios siendo tan insignificantes, y por lo tanto estando destinados a perder siempre… Es una actitud de soberbia, que está muy bien explicada en la carta de Santiago cuando dice:

Santiago 4.13–17 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 14cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. 16Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 17y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

El resultado de esta soberbia de no tener en cuenta los planes de Dios, hace que la evaluación de muchos al final de cada año no sea buena, unos porque no hicieron las cosas de manera correcta, otros porque sus planes eran muy diferentes de lo que Dios deseaba, y entonces fueron estorbados por Dios.

Pero muy diferente es la evaluación de aquel que no sólo consulto sus planes con Dios, sino que los ejecutó de la manera correcta, con la actitud y el tiempo correcto, trayendo como resultado muchas bendiciones a su vida.

Por esto una pregunta muy importante es: ¿Cómo hacer planes que cuenten con la aprobación de Dios?

Pero claro, antes de preguntar como hacer planes que cuenten con la aprobación de Dios, es necesario que nos preguntemos: ¿De verdad de todo corazón sí queremos hacer la voluntad de Dios? Porque si no es así, pues la otra pregunta sobra.

Ahora: Si si queremos hacer la voluntad de Dios, la respuesta a cómo planear de acuerdo a lo que Dios desea, la podemos encontrar en el sermón del monte, que es considerado por muchos como un resumen o selección de temas supremamente importantes, necesarios y suficientes para vivir una vida cristiana auténtica.

Y allí el Señor Jesús habló de algo que hace una enorme diferencia, en la forma como evaluamos nuestra vida, y como consecuencia en los planes que tenemos para el futuro. Dijo así:

Mateo 6:22 al 23 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas.

Y según este principio, todo el análisis de la vida, del mundo, de los problemas, de las soluciones, está definido por la clase de visión que tengamos. Donde básicamente hay solo dos clases de visión, que determinan si el ojo es bueno o maligno, o si hay luz o tinieblas en nuestra vida.

Ojo, está hablando de luz o tinieblas en nuestra vida, no a nuestro alrededor, porque son dos cosas diferentes.

Una persona puede estar rodeada de tinieblas y tener luz en su vida, como también una persona puede estar rodeada de luz y estar llena de tinieblas.

Una persona puede estar en una iglesia llena de tinieblas y tener algo de luz en su vida, pero también una persona puede estar en una iglesia llena de luz y ella estar llena de tinieblas en su corazón.

Esta luz o tinieblas tienen un efecto tan grande, que es como si nos colocaremos un cristal rojo frente nuestros ojos, lo cual haría que todo lo viéramos de ese color. Y si lo cambiamos por uno verde entonces todo lo veríamos verde.

De la misma manera la clase de ojo o de visión que tengamos acerca de la vida, va determinar por completo nuestra forma de pensar, nuestros objetivos, y también la forma de evaluar las cosas que suceden y las correcciones que pretendamos a hacer.

La escritura nos habla de esta enorme diferencia cuando dice:

Tito 1.15–16 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. 16Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.

Dios nos libre de ser así, de ser personas que decimos conocer a Dios pero que nuestros hechos lo nieguen.

Sin embargo, creo que a muchos nos ha pasado que estando frente a cierta situación, está haga que nos llenemos de preocupación, temor, angustia, desesperación y hasta ira… Pero que al cambiar la visión de cómo vemos el asunto, el resultado termina siendo paz, tranquilidad, reposo, esperanza…

De eso esta hablando el Señor Jesús, de la enorme diferencia que hay en la forma como asumimos cierto evento o circunstancia, donde por la visión de algunos, ven esa situación como lo más trágico o espantoso, mientras que la visión de otros les permite verlo como algo que trae y traerá bendición para sus vidas.

Todo esto nos lleva a una verdad fundamental de la cual depende por completo nuestra vida, por lo tanto es importantísimo qué entendamos y que no olvidemos: Que la vida que vivimos no depende de las circunstancias qué nos rodean, sino de la visión que tengamos acerca de que es la vida.

Y esto es algo que el mundo no ha podido o más bien no ha querido entender, y por eso los esfuerzos de la gente del mundo cuando viven mala vida, están destinados a cambiar las circunstancias para poder según ellos tener una buena vida, y están tan convencidos que esa es la solución, que están dispuestos aún como decimos; a matar y comer del muerto… Y eso es lo que ha llevado al mundo a vivir en la maldad que vemos a nuestro alrededor.

Podemos decirlo de esta manera: La gente cuando sufre por causa de sus pecados, no quiere dejar de cometer esos pecados, sino que usa todo lo que esté a su alcance para que la gente y el mundo acepten sus pecados, poder así según ellos vivir felices.

Esa es la razón por la cual en el mundo se están legalizando los pecados y los crímenes más horrorosos e inhumanos, como el aborto, las depravaciones sexuales, la esclavitud de los hombres a través del capitalismo o el comunismo, la eutanasia, asesinato o suicidio los ancianos… Y esta maldad seguirá avanzando cada vez más, porque esa visión llena de tinieblas del mundo les hace creer que eso es lo mejor para sus vidas.

Escuchando una mujer que según ella ayudó a más de 16.000 abortos. Dice que jamás ninguna de esas mujeres volvió a agradecerle. Pero ahora que está haciendo campaña para que las mujeres no aborten, son muchas las mujeres que vuelven dándole las gracias.

¿Por qué? Porque por causa de esa visión maligna los hombres están tomando decisiones que los destruyen.

Respecto del libertinaje sexual. Las estadísticas en estados unidos muestran que sólo el 3% de los negros se suicidan, luego le siguen los blancos con un 4%… Y lo que me pareció asombroso que la gente no quiere ver, es que entre los homosexuales el suicidio es de un 40%.

¿Por qué? Porque por causa de esa visión maligna los hombres están tomando “Soluciones” que los destruyen.

Esa es también la misma mala visión que tienen los que dicen conocer a Dios, pero que lo niegan con sus hechos, hechos que continuamente van en contra de la voluntad de Dios.

Y actuando de esa manera creen ser auténticos cristianos sin serlo. Y se engañan pensando que porque pretenden cambiar esas situaciones con la ayuda de Dios, entonces son cristianos… Cuando lo correcto es que en lugar de cambiar las circunstancias, lo primero que hay que hacer es cambiar la visión con la cual están viviendo la vida.

Y entonces en su necedad declaran: Propietario no inquilino. Jefe no empleado. Rico no pobre. Sano no enfermo.. etc.

Sin darse cuenta que ese si es el ofrecimiento de Satanás, ofrecimiento con el cual pretendió hacer que Jesús dejará de hacer la voluntad de Dios… Donde la oferta era lo mismo que ha ofrecido por siglos a los hombres, para mantenerlos lejos de Dios. Prosperidad, riqueza, gloria, honra, fama… Para a través de esos ofrecimientos corromper cada vez más el alma de los hombres.

Contrario a esto, la verdadera salvación ofrecida por Jesús tiene como objetivo cambiar nuestra visión, para que frente a toda circunstancia, podamos experimentar verdadera bendición para nuestra vida… Y digo verdadera bendición, porque algunos llaman bendición lo que en realidad no es.

Ahora: Si las mismas circunstancias producen en algunos bendición y en otros desolación… ¿Será importante saber como tener una buena visión? Por supuesto que sí.

Comencemos preguntando: ¿Qué es un ojo bueno y que es un ojo maligno? Para no equivocarnos miremos dos pasajes más de la escritura, el primero está a continuación del que leímos:

Mateo 6.23 Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

Al decir; ”Si la luz que en ti hay es tinieblas”. Está aclarando qué no es que los hombres que tienen mala visión, decidan ver las cosas de mala manera, sino que ellos están convencidos que esa es la forma correcta de ver las cosas, de analizar la situación.

Esto es muy importante entenderlo, porque no es lo mismo hacer algo malo porque decido hacerlo sabiendo que es malo, a hacer algo malo estando plenamente convencido que estoy haciendo lo correcto. La diferencia es enorme.

No es lo mismo enfrentar a un criminal que se arrepiente de la maldad cometida, que enfrentar a un criminal que está convencido que al robar, violar, o asesinar a otro hizo lo correcto, hizo lo que es justo, les dio lo que merecían.

Es decir; a aquel que es consciente de su maldad es posible que logremos convencerlo de detenerse, pero aquel que está convencido que las cosas que está haciendo no son malas, que son justas, que es lo correcto: ¿Cómo convencerlo de que se detenga si el piensa que estás haciendo bien?

Es por eso que el versículo termina diciendo, que aquel que está convencido que está actuando bien, cuando en realidad está haciendo el mal, las tinieblas en que está viviendo son muy densas.

Alguien podría decir; Pero si él está convencido de estar haciendo las cosas bien dejémoslo. Al menos está viviendo con integridad.

Pero tomar esta actitud trae dos grandes problemas. El primero es: ¿A cuanta gente hará daño esta persona que cree que está haciendo bien, cuando en realidad está haciendo el mal?

Muchas veces hemos escuchado testimonios de familias qué le hacen la guerra al que de ellos se convirtió y busca al Señor. Y la familia lo hace pretendiendo salvarlo. Si lo logran, según ellos sería algo bueno, pero la realidad es que estarían condenando a su familiar a la condenación eterna.

Pero dejarlo vivir equivocado no sólo hará que haga daño a los demás, ellos mismos con el tiempo también experimentarán el daño de su mal proceder, pues la escritura dice:

Isaías 5:20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

Estos “Ay” en la escritura significan; dolor, destrucción, desolación, castigo… Y esas serán siempre las consecuencia de aquel que a o malo le dice bueno, por más que este convencido que es lo correcto.

Hay muchos que viven sin tener en cuenta a Dios, que además están convencidos que están haciendo lo correcto. Pero el no depositar su fe en Jesucristo inevitablemente los llevará a la condenación eterna.

Es por eso que algunos dicen que al infierno no sólo van a ir los malos, sino que también habrá muchísimas buenas personas que vivieron convencidos de estar haciendo lo correcto, pero estaban equivocados a no confiar en Jesús.

¿Por qué? La razón es muy sencilla. Estar convencido que una mentira es verdad, no la convierte en verdad. Es como tomarse un veneno estando convencido que son vitaminas… No importa lo convencido o la fe que le ponga de que son vitaminas… El veneno lo matara.

Y eso es lo que vive la gran mayoría del mundo, porque por causa de su visión equivocada se involucran en proyectos o en relaciones que consideran que van a traer bienestar a sus vidas, y al final traen muchísimo dolor.

Un ejemplo de lo que es una mala visión, que lleva a una mala relación lo encontramos en el libro de Eclesiastés donde dice:

Eclesiastés 7:26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso.

Aquí está hablando del peligro y los malos resultados de relacionarse con ciertas mujeres, y es posible que algunos hombres sean como estas mujeres, que se relacionan con el sexo opuesto, teniendo como objetivo solamente complacer sus necesidades egoístas, sin importarles en lo absoluto cuanto dolor puedan infringir a su pareja. Dolor que según la escritura termina siendo más amargo que la muerte.

Notemos que es una relación donde ella lo tiene atrapado a el, con lazos, redes y ligaduras… Y dónde para poder escapar es necesario acercarse, creer y obedecer a Dios con el poder que él nos da.

En la escritura hay varias advertencias muy fuertes acerca de estas malas relaciones, donde insiste que la clave para liberarse es escuchar a Dios. Dicen así:

Proverbios 2.16–19 Serás librado de la mujer extraña, De la ajena que halaga con sus palabras, 17 La cual abandona al compañero de su juventud, Y se olvida del pacto de su Dios. 18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, Y sus veredas hacia los muertos; 19 Todos los que a ella se lleguen, no volverán, Ni seguirán otra vez los senderos de la vida.

Proverbios 6.24–26 Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la mujer extraña.25 No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos;26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón.

Proverbios 22.14 Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella.

Proverbios 23.27–28 Porque abismo profundo es la ramera, Y pozo angosto la extraña. 28 También ella, como robador, acecha, Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.

En el mundo acostumbran decir que hay hombres malos… Pero que cuando una mujer decide ser mala téngale miedo!

Pero: ¿Es la mujer más mala que el hombre? Bueno, es una pregunta difícil de responder… Sin embargo la escritura nos enseña que fue la mujer la primera, que desobedeció a Dios tomando del fruto prohibido… Y luego fue y convenció a su marido de desobedecer a Dios.

Si miramos ese aspecto entonces tendríamos que decir que la mujer si es más mala que hombre… Pero gracias a Dios, también fue una mujer, la virgen María, la cual por su disposición a obedecer a Dios aún hasta la muerte fue usada por Dios para traer al Salvador.

Y entonces la conclusión es que una mujer con un ojo maligno es un gran peligro, pero una mujer con un buen ojo es una enorme bendición.

En el mundo también acostumbra a decir que detrás de un gran hombre hay una gran mujer.

Pero los pasajes que acabamos de leer, nos hablan de cómo algunas mujeres, que no tienen la visión correcta de lo que es un matrimonio a los ojos de Dios, y de como usan su sensualidad, sus miradas, su hermosura, su lengua y sus suaves palabras llenas de halagos, para esclavizar a los hombres.

De tal manera que aunque lo correcto a los ojos de Dios es que él hombre sea cabeza, termina siendo el esclavo en esa relación, y por supuesto en cualquier momento puede ser desechado si ella encuentra otro más provechoso… O aún, algunas consideran más práctico tener dos o tres “Maridos” al tiempo.

La mala visión de ellas, el pensar que debe tener atrapado al varón en lugar de ser ayuda idónea, la mala visión de el, sostener una relación en la cual él es manipulado en lugar de ser cabeza en la relación, hará que se sostengan en esa relación, hasta que el hombre comienza a sufrir, que normalmente ocurre primero pero al final ella también sufrirá.

¿Y qué es lo que hace que el maltratador, y el maltratado se sostengan en esa relación a pesar del sufrimiento que experimentan?

La escritura dice: El que agrada Dios escapara de ella; mas el pecador quedará en ella preso

Lo que los hace seguir en esa esclavitud es el pecado de no creerle a Dios, y por lo tanto no tener una buena visión de lo que debe ser una relación de pareja…

Es más; esto puede pasar entre creyentes, donde por no creerle a Dios no asumen el papel que deben asumir, y eso trae como consecuencia el sufrimiento de alguno de los dos, y con el tiempo de los dos.

Hay parejas donde alguno de los dos no hace lo correcto, no sigue los deseos de Dios, y por su mala visión insiste en su mal comportamiento que cree correcto, y con el tiempo el otro también se daña… Y la relación termina en fracaso.

Comienzan por un noviazgo que no es como Dios dice que debe ser, no respetan los tiempos de cada cosa, se casan obligados o se casan con objetivos completamente diferentes a los dados por Dios. Y cuando tienen problemas tratan de solucionarlo con los métodos que el mundo da. No con los de Dios.

Donde lo más común es buscar obligar al otro a acomodarse a mi mala forma de pensar y de vivir, porque la considero correcta…. O peor aún, porque me da la gana. Y el resultado inevitable será como decimos, un matrimonio de tercera, donde cada vez más dañado el corazón de ambos, tendrán peores comportamiento y reacciones…. Eso en el caso de que sobrevivan sosteniendo el matrimonio y no terminen separados.

A la luz de la escritura muchas de estas relaciones deberían terminar. Pero la mala visión que tienen sus participantes, aunque las cosas estén funcionando mal, se sostienen, normalmente por estar esperando de esa relación lo que no deben esperar.

Y esta manera equivocada de pensar es lo que la escritura define como; un ojo maligno. Una manera de pensar que no deja disfrutar de la vida que Dios nos ha regalado, sino que la destruye.

Y esto quiere decir que el maltratador y la víctima, están allí haciendo cada uno lo que hace porque son pecadores y andan en pecado.

El maltratador no quiere soltar a su presa porque él se aprovecha y aún se divierte de esa manera; y la presa no quiere safarse de él o de ella, porque tiene la esperanza de que el cambie. Y hay quienes se quedan así aunque la otra persona no cambie, por causa de su poco amor propio, y por desconocer el amor de Dios.

Ojo con esto:, El malo no es solamente el que se aprovecha, esclaviza o maltrata. Igual de malo es aquel que se deja maltratar.

El malo no es solamente el marido que no provee… También es mala la mujer que termina manteniéndolo a el… Porque al hacerlo termina alcahueteando el pecado en perjuicio de ambos.

En una relación de estas: ¿Está Dios involucrado? Pues no. Porque sería todavía más absurdo que el maltratador ore pidiéndole a Dios que su víctima se aguante por muchos años, para que con el tiempo él pueda tener varias víctimas.

En el caso de los hombres, cuando algo han oído de Dios y su mujer no se deja maltratar más, comienzan a decirle que esta rebelde, que no se sujeta. Para manipularlas haciéndolas sentir complejo de culpa y poder así continuar con la esclavitud que ha impuesto.

Y el que es maltratado se queda allí como si fuera un vicio. Que es otra de las evidencias de una mala visión.

Ciertamente la mala visión nos lleva tener relaciones destructivas, pero también está mala visión puede hacer que las personas caigan esclavas de ciertos vicios.

El trago, las drogas, el sexo ilícito, la gula, mala alimentación o comida en exceso, la televisión, las novelas, el internet, el celular, la rumba, etc…. Todas estas cosas que la mayoría pueden ser lícitas en la medida correcta, cuando se tiene una mala visión terminan esclavizado a los hombres.

De los vicios en que caemos los hombres por tener una mala visión dice la escritura:

Proverbios 23.31-35 No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; 32Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor. 33Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades. 34Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en la punta de un mastelero. 35Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.

Son cosas que comenzamos mirando, que nos parecen que pueden ser muy agradables, y que comenzamos a hacer de manera pausada o controlada…

Por eso dice: ”Se entra suavemente” Y lo que ocurre es que cuando una persona se involucra en un vicio, y alguien le llama la atención sobre eso, siempre comienza diciendo: Yo lo puedo controlar. Yo sé hasta dónde tomo. Yo sé que tanto fumo. Yo sé hasta dónde como. Yo sé qué tanta televisión veo. Que tanto internet, o que tanta rumba…

El problema insisto, con este tipo de cosas, es que la mayoría son legítimas si se hacen con la dirección de Dios.

Y digo problema porque cuando las personas han caído en el exceso, donde lo lícito se vuelve vicio. Lo que normalmente ocurre es, comprobando que la luz se volvió tinieblas, que la persona no reconoce que está esclava de ese vicio.

Creen que tienen derecho a hacerlo, creen que lo pueden controlar, creen que pueden hacer de sus vidas lo que ellos quieran, creen que los demás no tienen derecho a meterse en lo que no les importa… es su plata, es su cuerpo, es su vida.

Y esa mala visión, o mala forma de pensar hace que el versículo se cumpla… El pasaje continúa diciendo:

Proverbios 23: 32 Mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor.

Aunque la persona este convencida que tiene el control o que tiene derecho, inevitablemente con el tiempo se comenzarán a ver las malas consecuencias que traerán mucho dolor.

Del trago y las drogas no creo necesario ampliar las malas consecuencias que trae para la persona y para la familia que tiene que soportar un alcohólico o un vicioso.

El vicio del sexo convierte a las personas en insensibles con los sentimientos de las personas con que tienen esas relaciones, al final no les importa cuánto daño emocional produzcan sólo quieren disfrutar del sexo.

Y si están casados por supuesto que el vicio del sexo convierte en infieles a quienes caen en el.

El vicio de la comida, o la gula, daña nuestro cuerpo, nuestra salud, nuestra apariencia y como consecuencia de cómo nos vemos y cómo nos ven, también daña las relaciones.

Es triste ver como estas personas en lugar de hacer lo correcto, por su mala visión lo que hacen es luchar para ser aceptados con sus vicios.

Por ver televisión, muchos comienzan poco a poco a dejar al lado sus responsabilidades. Desde las tareas al colegio hasta las responsabilidades en el hogar. Hay mujeres casadas que por ver televisión y por ver novelas no cumplen con sus responsabilidades en el hogar, y han llegado a destruir sus matrimonios por esta causa.

Se imaginan si la mitad del tiempo que a veces gastamos viendo televisión lo invirtieramos en estudiar la Biblia, o a hacer algo realmente productivo, los beneficios serían enormes.

¿Cuántas horas a la semana ve usted televisión, o en internet, viendo vídeos o chateando?

Si ve 1 hora al día como promedio eso significaría 46 días laborales al año, es decir 1,8 meses. ¿Qué tanto puede hacer usted en esos 46 días trabajando ocho horas diarias?

Si ve 2 horas al día como promedio eso significaría realmente 90 días laborales, es decir 3,6 meses.
Si ve 3 horas sería igual a 137 días laborales. 5,4 meses.
Si ve 4 horas seria igual a 182 días laborales, 7,3 meses.

La escritura dice:

Efesios 5:15 al 18 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

La pérdida de tiempo teniendo tantas cosas buenas por hacer, termina trayendo perjuicio a nuestra vida.

El vino en este pasaje representa todas aquellas cosas que el mundo nos ofrece para entretenernos, entretenimiento que se convierte en vicio, y nos hacen desperdiciar el tiempo no permitiéndonos hacer la voluntad de Dios.

La palabra disolución en otras versiones es traducida como: desenfreno o perder el control.

El pasaje que habla del vicio continúa diciendo:

Proverbios 23.35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo volveré a buscar

Es decir las personas que caen en los vicios aunque puedan ver las malas consecuencias de perder su tiempo, su familia y muchas cosas más. Terminan diciendo; no importa. Como quien dice no me duele haber perdido lo que perdí… Y lo peor… Lo volveré a buscar.

¿Porque una persona cae de este tipo de vida? Y la respuesta es: Porque tiene un ojo maligno que no le permite tener una visión clara de la vida.

Otra de las malas consecuencias de una mala visión, es caer en el pecado muy, pero muy común la avaricia y la codicia.

Este pecado no sólo es muy común, sino que no es visto como pecado en el mundo. Todo lo contrario; una persona ambiciosa es vista como una buena persona, como una persona de éxito, echada para adelante… Y por supuesto en el mundo se hacen los ciegos con todos los pecados que trae la codicia.

Pero la escritura dice:

Proverbios 1:19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores.

¿Cuáles son las características de una persona codiciosa?

Algunas de las características de los codiciosos, como mencioné, pueden parecer buenas pero no lo son. Por ejemplo:

Exceso de trabajo, cuentas rigurosas, altos objetivos, grandes sueños, mucho empuje.

Pero hay otras que son evidencia de su esclavitud hacia el dinero. Como por ejemplo: Tacañería disfrazada de buena administración, deshonestidad disfrazada de viveza… Y una muy fea que la llaman superioridad financiera, pero que en realidad es el pecado de creerse más valioso que los demás porque tiene dinero, cuando la realidad según escritura es:

1º Crónicas 29.11–12 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 12Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

Creerse superior a los demás porque a Dios le ha placido darle dinero… Es menospreciar la gracia de Dios.

Hay algunas cosas básicas que un cristiano debe tener en cuenta para no caer en la codicia que son:

Un balance adecuado en el tiempo que trabaja, de tal manera que no incumpla con otras responsabilidades como esposa, hijos, iglesia.

Honestidad en su trabajo lo cual implica pagar los impuestos, pagar salarios adecuados cumpliendo también con las normas legales, y fidelidad en los diezmos. Lo cual implica no sólo la cantidad correcta sino en el tiempo correcto.

Pero sobre todo, para no caer en la codicia es importantísimo tener la visión correcta. Y la visión correcta es que es Dios nuestro proveedor, el cual puede darnos muchísimas cosas como también muy pocas, según la necesidad que él vea en nuestro corazón.

Y ante estas decisiones de Dios lo correcto es contentamiento.

Esta visión correcta o esta mala visión, también es explicada en la escritura en relación con la confianza que tenemos en Dios. Es decir que la confianza o desconfianza que tengamos en Dios dependerá la buena o la mala visión que tengamos acerca de la vida.

Jeremías 17.7–8 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

La verdadera confianza en Dios nos da la visión correcta que hará que aún en medio de las situaciones difíciles podamos disfrutar de bendición… pero:

Jeremías 17.5–6 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. 6Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

Pero la falta de confianza en Dios inevitablemente nos llevará a tener una mala visión que no nos dejará disfrutar de toda la bendición que Dios tiene para nosotros.

Y entonces la pregunta es: ¿Cómo está nuestra confianza en Dios?

Pero antes de responder debemos tener en cuenta que la escritura dice:

Jeremías 17.9–10 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

¿Qué es lo que dice? Que nosotros nos engañamos, qué creemos que creemos en Dios pero no es cierto.

¿Y cómo podemos descubrir el engaño? Revisando que tan obedientes estamos siendo a los deseos de Dios en medio de las circunstancias donde él nos está colocando.

Estamos haciendo lo correcto, estamos amando, estamos perdonando, estamos teniendo paciencia…

Debemos evaluar pero no bajo nuestros propios parámetros sino bajo los parámetros de la palabra de Dios.

Continuamos en el próximo estudio….

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