UNA BUENA CONCIENCIA – PARTE 1

l.  INTRODUCCIÓN

No hay duda que la clave para atacar una enfermedad recuperando la salud, está en poder conocer el origen o la razón de la enfermedad, y por supuesto el remedio. Sin embargo no siempre ha sido posible llegar al origen básico de las enfermedades, y eso hace que a veces los tratamientos estén dirigidos a contrarrestar o calmar las consecuencias de la enfermedad, pero no a la enfermedad misma.

Cuando pienso en el cáncer, además de creer que es un negocio recontra multimillonario, sé que los laboratorios han avanzado mucho en fabricar medicamentos para atacar los síntomas, y las malas consecuencias producidas por otros medicamentos, pero no han podido llegar al meollo del asunto.

Cuando pensamos en el peor de los males de la humanidad, no tengo la más mínima duda que la enfermedad más espantosa de todas es la incredulidad.

Pero la incredulidad como he explicado muchas veces, no es que el hombre no tenga fe, pues absolutamente todos los hombres vivimos por fe, y no hay duda que es una fe enorme. Nos sobra fe.

Sin embargo la incredulidad a la que se refiere la escritura, es en realidad no creer en la existencia de Dios.  Sin embargo no es muy común esta clase de incredulidad, pues la mayoría de los hombres dicen creer en Dios, sin embargo su incredulidad se manifiesta, en creer en un Dios que no es real, acompañado de mandatos que Dios no ha dado, y con planes y promesas que tampoco Dios ha dado.

Es decir; también es incredulidad cuando una persona, o aun cuando un creyente tiene una mala imagen de Dios.

¿DE DÓNDE SALE ESA MALA IMAGEN DE DIOS?

Cuando uno pregunta a las personas del porque de su incredulidad o mala imagen de Dios, la razón más común es la siguiente:

Jeremías 12.1–2 Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente? 2Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones.

Son las palabras de un profeta, un siervo de Dios, y aunque comienza declarando que Dios es justo y que no hay como discutir con el, de todos modos no entiende por qué a los malos les va bien.

El profeta no entiende lo que Dios en su palabra ah enseñado respecto de este asunto, porque la palabra de Dios es clara respecto de esto, pero muchos lo ignoran y otros lo olvidan, pero en ese momento Dios en lugar de explicarle, lo que hace es jalarle las orejas y confrontarlo, pues le dice:

Jeremías 12.5 Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán?

Algo así como que si te parece difícil la situación en qué estás, esto apenas está comenzando.

Ahora; cuando el profeta no entiende porque a los malos les va bien, lo que realidad está diciendo es; Porque a los buenos no les va bien, porque si Dios es justo, como mínimo debería irles mejor que a los malos, y no es así.

Estos pensamientos evidencian que este hombre tiene una crisis de fe, respecto del comportamiento de Dios, un comportamiento que lo lleva a dudar del amor, la justicia, la sabiduría, el conocimiento y quién sabe cuántas cosas más, que lo llevan a concluir que Dios no está haciendo las cosas bien que es igual a decir que Dios esta mal o es malo!

Uno de los problemas serios de esta mala imagen de Dios, es la inconsciencia de lo que hay en nuestro corazón.

Creemos que Dios es malo, pero es malo no lo admitimos.  Sin embargo se nota cuando por ejemplo las cosas no salen como nosotros pensamos que sería bueno que salieran,  Y entonces esa reacción de dolor, esa tristeza, esa actitud de rebeldía, de no aceptar la voluntad de Dios, es la evidencia de que en realidad pensamos que Dios no está haciendo las cosas bien, o que es muy duro con nosotros, o qué es muy suave con otros…

Y eso no hay duda, quiere decir que Dios no esta haciendo las cosas bien, qué es lo mismo decir que Dios no es bueno… Y si no es bueno no queda otra entonces es malo!

Muchos siervos de Dios se queman por este mal concepto de Dios.  Y si esto le puede pasar los siervos de Dios con cierto grado de conocimiento y confianza en Dios, que podemos decir de los incrédulos, que miran el mundo, y al ver tanta injusticia concluyen que Dios no existe, en el mejor de los casos, porque otros llegar a pensar que si Dios existe, indudablemente es malo, perverso, injusto, que no se duele del dolor de los hombres.

Su frase preferida es; ”Por qué Dios permite  O “Porque Dios no hace algo

La mala vida que tienen los hombres les lleva a concluir o reafirmar que Dios no es bueno.

Y eso es incredulidad, tener una imagen distorsionada de Dios es incredulidad, y como según los hombres esa mala imagen es por la mala vida que Dios les da, por lo tanto Dios es culpable de la incredulidad, porque no está haciendo las cosas bien.

Y si Dios es el culpable de la incredulidad de los hombres, entonces Dios es el culpable de la desobediencia de los hombres, porque la incredulidad es precisamente lo que nos lleva a ignorar y a desobedecer a Dios.

Aún los cristianos no somos muy conscientes de que todavía hay pensamientos con los cuales manifestamos que Dios es malo… Por ejemplo a veces decimos cosas como: Hay Dios tan lindo me sano!… O, tan lindo me salió el negocio, O tan lindo la chica dijo que si, O tan lindo…etc.

El problema es que cuando pensamos de esta manera, cuáles serán nuestros pensamientos si la enfermedad persiste, sin negocio no sale, si la chica me manda a freír espárragos?

Obvio, que lo que va haber en nuestro corazón es malestar e incredulidad… Producto de la ignorancia acerca del maravilloso plan de Dios para cada uno de nosotros.

Es decir el culpable de la incredulidad de los hombres por supuesto que no es Dios!

PERO COMO LA INCREDULIDAD SI EXISTE:  ¿CUÁL ES SU VERDADERO ORIGEN?

La incredulidad de los hombres, que se remonta a la época cuando el hombre fue colocado en el paraíso.

La escritura nos cuenta que un Dios maravilloso, poderoso y sobretodo lleno de amor, creo al hombre y lo puso sobre la tierra como corona de su creación.

Al hacerlo le dio instrucciones para que hombre viviera una villa maravillosa, dándole aún la oportunidad de comer del árbol de la vida, para en santidad vivir toda una eternidad gozándose y creciendo en todo sentido, mientras vivía sirviendo a Dios.

Y si en la tierra podemos ver que la vida de los hombres depende de a quien sirvan, ya sea un buen y generoso jefe o un miserable tacaño. Traten de imaginar cuál era el destino del hombre sirviendo a un Dios maravilloso! Para que esto funcionara:

Génesis 1.28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Dentro de las buenas instrucciones había una muy especial que decía que no podían comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque eso les traería la muerte. Muerte espiritual, luego muerte física, y al final si no es salvado por Dios, la muerte eterna.

Hasta aquí todo muy bien, el hombre tenia una muy buena imagen de Dios, pues era fácil hacerlo al ver todo lo que había recibido.  El hombre vivía en un paraíso donde no había maldad por lo tanto el hombre vivía súper feliz, sin temores, sin angustias, sin problemas, sin enfermedades, con abundancia….

Pero aparece Satanás y le dice:

Génesis 3.4–5 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

La mujer creyó en las mentiras de Satanás, y ojo porque esto es muy importante, porque para creerle a Satanás el hombre tuvo que obligatoriamente pensar que Dios era malo. Que la prohibición en lugar de ser una una protección, era una limitación a un futuro maravilloso, razón por la cual también comenzó a ver a Satanás como su protector y salvador.

El hombre comenzó a ver al Dios de perfección absoluta y de amor como un ser perverso, y al ser más perverso del universo como un buen dios.

Ya vimos que en este tiempo los hombres no creen en el amor de Dios porque ven, según ellos muchas injusticias: Pero con Adán y Eva. ¿Qué injusticia cometió Dios con ellos para que pensaran que Dios era malo? La respuesta es: Ninguna.

El hombre solito, tomó la decisión de creer en las mentiras de Satanás, y eso lo llevó a concluir que Dios estaba haciendo algo malo al prohibirle comer del árbol… Razón por la cual desobedeció!

Por supuesto la siguiente pregunta es: ¿Qué razones tenía el hombre para creerle a Satanás que lo llevaron a desconfiar de Dios. Porque Satanás no le había dado nada al hombre mientras que Dios le había dado todo.  Él porque el hombre toma esta decisión creo que es algo muy difícil de entender.

Sin embargo lo que sí es claro, es que desde ese momento el hombre comenzó a pensar mal de Dios, aunque no tenía una sola razón válida para hacerlo.

Con razón después de pensar mucho en el comportamiento de los hombres, el sabio que escribe el libro de Eclesiastés dice:

Eclesiastés 7.29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.

Ciertamente el hombre sin razón alguna que sea válida, se pervirtió asimismo, y esa perversión se evidencia en que llego a pensar mal de Dios, y cuando el hombre cree que Dios es malo, el siguiente paso que parece muy razonable es que hay que desobedecerle.

Ahora cuando los hombres desobedecemos a los mandatos de Dios, es obvio aunque no lo queramos pensar o reconocer, que tenemos una mala imagen de Dios. La escritura dice:

1 Juan 5.3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.

No hay nada mejor para el hombre que obedecer a Dios, cuando no lo hacemos es porque creemos que su voluntad no es buena, por lo tanto el Dios que dirige nuestra vida tampoco es bueno. Eso es incredulidad. Y la incredulidad siempre nos lleva a desobedecer a Dios, o a obedecerle con mala  actitud.

EL AUMENTO DE LA MALDAD Y LAS CONSECUENCIAS

Después de esto la historia de la humanidad continua, y la siguiente pregunta obligada es: ¿Qué pasó cuando el hombre por su incredulidad daño la imagen de Dios, y se volvió rebelde a sus mandatos? La respuesta es muy sencilla, muy clara, y muy justa. La escritura dice:

Romanos 6.23 Porque la paga del pecado es muerte

Cuando el hombre peco desobedeciendo a Dios comenzó a experimentar muerte, y como la muerte trae descomposición, el resultado fue que el hombre se corrompió cada vez más, desobedeciendo a Dios cada vez más, y recibiendo en sí mismo cada vez más las consecuencias de su pecado.

¿Y cuáles fueron las consecuencias de sus pecados? El hombre comenzó a sufrir llenando su vida de temores, preocupaciones, dudas, y ante el fracaso el hombre comenzó a cometer más pecados para lograr sus objetivos, y como consecuencia a sufrir cada vez más…

Y si lo pensamos bien. No podía ser de otra manera. Era lo justo. El hombre hace las cosas mal, el hombre debe asumir las consecuencias!

¿Por qué no podía ser de otra manera?  Porque esperar que al hombre le fuera bien cuando va en contra de todo el diseño de Dios, esperar que le vaya bien cuando a menospreciando a Dios y las normas que le permitirían vivir bien, pues no tiene ningún sentido.

Si usted a su televisor le echa agua y lo coge a patadas, y lo bota al piso… No puede esperar que le funcione de maravilla!

Si usted maltrata a su mujer, la menosprecia, no la consiente, no la cuida, no la sostiene, no la atiende, no puede esperar que le funcione a las 1000 maravillas!

Pero el problema se agrava más, pues el hombre en lugar de reconocer que merece vivir mal, que merece sufrir porque ha despreciado a Dios… en lugar de reconocer su pecado, se disculpa diciendo que le pasan cosas malas, porque Dios no existe o porque Dios es malo.

Esta reacción del hombre es muy pero muy mala para el, y es la misma mala reacción de algunos cristianos que cuando son corregidos por su pecado, para defenderse contestan cosas como:

¡Como usted se cree tan espiritual! O ¡Como usted se cree tan bueno! O ¡Usted también comete pecados revise su corazón! O ¿Usted qué es lo que tiene contra mi? Todas estas respuestas tienen como objetivo evadir la responsabilidad y la confrontación.

¿Ha contestado usted de esta manera? O ¿Le han contestado de esta manera cuando usted ha querido ayudar a alguien?

Cuando contestamos así a la persona que está tratando de ayudarnos al mostrarnos nuestro pecado, no debemos tener la más mínima duda que los perjudicados somos nosotros, como lo es cualquier hombre que no quiere reconocer sus pecados. La escritura dice:

Proverbios 28.13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

Ahora, si nos preguntamos: ¿Le pasan a los hombres cosas malas? La respuesta es; claro que si, a los hombres le pasan muchísimas cosas malas, PERO como consecuencia de su incredulidad! No podía ser de otra manera, el hombre desobediente merece que le pasen cosas malas!

Si usted coge un martillo y se da un fuerte golpe en los dedos o en la cabeza…¿Será que le va a doler? Por supuesto que sí. Y si al dolerle usted comienza a insultar al martillo… ¿Arreglará eso la situación? Por supuesto que no. Es decir si se sigue golpeando le va a seguir doliendo por más que insulte al martillo!

Con todo esto la pregunta importante es:  ¿Cómo salir de allí? Y pues en teoría la respuesta es muy sencilla:

Reconociendo que estamos haciendo las cosas mal para poder corregir, y al obedecer poder comenzar experimentar el amor de Dios.

Eso, por la misericordia de Dios fue lo que entendí el día que recibí a Jesucristo como Señor y Salvador. Pensé: “Nunca le he hecho caso a Dios por lo tanto es apenas lógico que me vaya mal, por eso voy a comenzar a hacerle caso a Dios para que me valla bien”.

No tenía ni idea de todas las maravillas que ustedes ya conocen hoy, no tenía ni idea del Nuevo Pacto, lo único claro para mí es que había sido un rebelde con Dios, y que si me portaba bien lo lógico era que mi vida mejorara.

Y eso mismo sigo pensando hasta el día de hoy, cuando no siento paz, cuando no siento gozo, cuando algo me preocupa, cuando sufro por las cosas del mundo, no tengo la más mínima duda que estoy haciendo las cosas mal…

Es decir o estoy desobedeciendo, o estoy obedeciendo con mala actitud, con incredulidad, o esperando de Dios lo que Dios no ha prometido, o esperando una respuesta rápida cuando Dios ha planeado que sea despacio, para que la situación transforme nuestro corazón.

Y por esa razón nunca me pregunto con ánimo de queja: ¿Por qué me pasa esto? Pero si me hago esa misma pregunta, tratando de entender que estoy haciendo mal, para con su ayuda corregirlo.

FUERA DEL PARAÍSO

Otra de las consecuencias del pecado de incredulidad fue la echada del paraíso. La escritura nos cuenta:

Génesis 3.23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado….

La condición del hombre cuando estaba en el paraíso según algunos era de santidad no confirmada.  El hombre era bueno en gran manera, pero su confianza en Dios no había sido probada, y cuando fue probada el hombre decidió por confiar en Satanás pensar que Dios era malo.

Esa incredulidad le llevo a conocer el mal. Y además de eso el hombre siguió viviendo sobre la tierra en duras condiciones comparadas con lo que antes vivía en el paraíso, y aunque la escritura no nos cuenta, de todos modos después del pecado el hombre seguía recibiendo de parte de Dios instrucciones para vivir, que el hombre podía gracias a lo que ocurrió en el paraíso, obedecerlas o desobedecerlas.

Antes sólo conocía la parte buena, seguir las instrucciones de Dios; pero ahora que el hombre ya conocía el mal, podía decidir ya con más conocimiento de las consecuencias si hacía caso o no a los mandatos de Dios.

Por eso la escritura nos cuenta de los hijos de Adán y Eva, de cómo Abel fue obediente pero Caín no.

Por supuesto lo correcto, lo justo es, que Dios mirara con agrado al obediente y con desagrado al desobediente.  Pero cuando Dios hace esto, la mala respuesta de Caín empeoró las cosas. La escritura nos cuenta:

Génesis 4.5–7 pero no miró así a Caín ni a su ofrenda, por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara. 6Entonces el Señor le dijo: “¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? 7Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.”

Nuevamente la misma mala respuesta de no querer reconocer su pecado, de no aceptar como justas las malas consecuencias de sus acciones, y en lugar de hacerlo, se enoja y hace mala cara.

A Caín, Dios le dice algo que uno pensaría que no es necesario decirlo. Porque en resumidas cuentas le dijo: !Si usted decide hacer las cosas mal, no se queje por las consecuencias!

Ciertamente si decidimos hacer las cosas mal: ¿Cómo nos vamos a quejar por el sufrimiento o las consecuencias de nuestro mal proceder?

Pero Caín persiste con su actitud de rebeldía, por eso en lugar de reconocer su pecado, lo que hace es ir y matar a su hermano, por haber hecho las cosas bien.

Y entonces nuevamente la pregunta para nosotros es: ¿Le cogemos bronca a aquel que para ayudarnos nos confronta con nuestro pecado?

Ya mencioné antes como contestamos a quien nos exhorta cuando no queremos reconocer nuestro pecado:

¡Como usted se cree tan espiritual! O ¡Como usted se cree tan bueno!…

Pero en serio, de verdad todavía cuando somos corregidos: ¿Nos enojamos, nos resentimos, sacamos a esa persona del llavero, la consideramos persona no grata, no la volvemos a saludar ni aunque nos estrellemos con ella, acaso hasta comenzamos a hablar mal de esa persona?

¿Sabe usted cuanta maldad hay en nuestro corazón… Cuando atacamos al que hace las cosas bien, porque su comportamiento o sus palabras evidencian nuestro pecado?

Por amor de Dios, si usted lo ha hecho o acostumbra a hacerlo, no lo haga nunca más, usted no sabe cuánto daño se hace asimismo. Esa actitud convirtió a Caín en un asesino.

Y esa misma actitud fue la que convirtió a los sacerdotes de la época de Jesús en asesinos…

Por supuesto por el asesinato de su hermano Caín… No podía ser de otra manera… recibe las malas consecuencias, por eso es echado por Dios de esa tierra…  La escritura dice:

Génesis 4.14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.

Igualmente si nosotros agredimos, atacamos o hablamos mal de aquel que pretende corregirnos, también recibiremos malas consecuencias… La escritura dice:

Santiago 5.9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.

Si con solo quejarnos de los demás con razón o sin razón, eso trae malas consecuencias para nosotros: ¿Cuáles serán las malas consecuencias de agredir al que pretende ayudarnos?

La historia de la humanidad continua, satanás también continúa actuando y los hombres continúan tomando decisiones respecto de a quien creer, y como resultado de seguirle creyendo al diablo, no reconociendo sus pecados ni la gravedad de ellos, la escritura nos cuenta:

Génesis 6.5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

El hombre se corrompió en extremo, y por esta causa, como Dios es justo, trae el diluvio y acaba con todos, escogiendo a una familia para comenzar de nuevo.

Según algunos como 2000 millones de personas destruidas por causa de su incredulidad que los llevó a vivir en total maldad… Y entonces la pregunta es: ¿Este justo proceder de Dios nos permite tener y aún mejorar nuestra imagen de Dios?

Y si alguno piensa que en esta época a los malos les va bien y a los buenos mal, sólo debe tener la certeza, que al final Dios salvará a los buenos que son los que confían en El, y destruirá con grandes sufrimientos a los malos que no confían en El. Dice así:

Mateo 24.21  porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá….

Y todos esos sufrimientos por espantosos y horribles que sean, son sólo la manifestación de la misericordia, pues Dios ha esperado y esperara muchísimo tiempo, dando oportunidad a los hombres para arrepentirse, pero al final cuánto tiempo se acabe aplicará su justicia.

2 Tesalonicenses 1.6–10 Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, 7y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).

Volviendo a nuestra historia con Noé y su familia, elegida para poblar la tierra…  Lo que sucede es que nuevamente la tierra se corrompe. Y lo hace de tal manera que la descripción que Dios hace del hombre y su maldad es la siguiente:

Salmo 14.1–3 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

La raíz de toda la maldad…”No hay Dios” y “Ninguno busca a Dios  No sé ustedes, a lo mejor ustedes son buenos, pero si yo no creyera en Dios, si no creyera en su misericordia y en sus justos juicios…  Me enloquecería!   

Es decir la verdadera razón por la cual busco hacer las cosas bien, es porque Dios existe. Y aunque esto que digo no suene bien, la verdad es que la única razón válida para hacer las cosas de manera correcta es Dios, porque cuando la hacemos por los hombres perdemos la recompensa Y cuando los hombres falla perdemos la motivación.

Ahora cuando una persona elimina a Dios de su vida, lo que está tratando de hacer es quitarse el peso o la angustia de tener que responder al final de su vida, el haber despreciado a Dios, para dedicarse a hacer su voluntad con toda la maldad y todas las injusticias que esto implica.

Un poco más adelante ese mismo salmo dice:

Salmo 14.5–6  Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. 6 Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza.

Nosotros según los incrédulos somos los tontos del paseo, somos la carne de cañón para que otros se aprovechen, nos manipulen, nos estafen… Pero cuando estos incrédulos se den cuenta que Dios está con nosotros, temblaran de espanto.

Cuándo los hombres poderosos, cuando los millonarios se den cuenta que Dios está con los pobres de los que ellos abusaron, temblaran de espanto.

Lo mismo les sucederá a aquellos líderes religiosos que han pervertido el evangelio para aprovecharse de los demás… Cuando se queden en el rapto, entendiendo que Dios está con los que se fueron, temblarán de espanto.

Este salmo puede ser referencia a lo que nos cuenta la escritura que pasará al final, pues la escritura dice:

Apocalipsis 6.15–17 5Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?

Por supuesto hay una forma correcta de quitarse esa angustia, y es aceptando al Señor Jesús como su Señor, como el que manda sobre su vida, y como su salvador.

LA CULPABILIDAD DEL HOMBRE

Al comienzo vimos que los hombres culpan a Dios de su incredulidad, porque al ver el mundo ven tanta maldad y tanta injusticia, que según ellos eso es una prueba clara de que Dios no existe, o no sirve para nada, o definitivamente es malo.

La pregunta es: ¿Si yo nazco en un mundo lleno de maldad, soy culpable por no creer en Dios o me puedo justificar por creer lo que todos dicen?

Cuando revisamos la escritura y vemos por ejemplo la historia de los Reyes del pueblo de Israel podemos notar lo siguiente:

1º Reyes 11.6–7 E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. 7Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.

El hijo del rey David, un hombre que según Dios por su obediencia tenía un corazón conforme a Dios, cuando le entrega el reino a su hijo… hasta a los ídolos les construyó altares. Pero también podemos ver cosas completamente opuestas, donde de un mal rey nace un hijo que al reinar hace lo correcto delante de Dios.

Y entonces la pregunta es: ¿Por qué no siempre de un buen padre sale un buen hijo o porque no siempre de un mal padre sale un mal hijo?

Porque el convertirse en un buen o mal hombre no depende exclusivamente de la influencia los demás.

¿Cuál es el otro factor que si es determinante para convertirse en un buen o un mal hombre? Ya lo leímos: Recuerdan?

Salmo 14.1–3 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Podemos decir que la mala influencia de los seres humanos, en una persona que no busca a Dios puede llevarle a cometer mucha maldad.

Pero también puede ocurrir que la buena influencia de los seres humanos en aquel que no busca a Dios también termina llevándolo a ser una mala persona, tal vez no tan mala como la que recibe mala influencia pero si será mala.

Por otro lado la mala influencia de los seres humanos en una persona que busca a Dios esa búsqueda de Dios hara de él una buena persona, a pesar de la mala influencia, y si recibe una buena influencia y además busca a Dios con mas razon sera una persona que vivira conforme a la voluntad de Dios.

No ay duda, la clave está en la búsqueda de Dios!

La siguiente pregunta es: ¿Cómo una persona que vive en un mundo que ejercen mala influencia acerca de la imagen de Dios, puede terminar buscando a Dios?

La respuesta es que a pesar de la mala influencia del mundo, de todos modos Dios en su misericordia se le revela a los hombres de una y varias maneras, de tal manera que el hombre que quiera, puede terminar acercándose a Dios.

Esta influencia o revelación de Dios es tan importante, que en la escritura se nos habla de la molestia de Dios, contra los hombres que detienen o estorban esta verdad acerca de la existencia de Dios. Dice así:

Romanos 1.18  Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad…

Bueno no dice molestia; habla de la ira de Dios contra aquellos que detienen esta verdad!

Y se sobre entiende que para que alguien pueda detener esta verdad, es necesario que la conozca para poder precisamente negarla.

Si no la conociera, si realmente el hombre que niega a Dios estuviera realmente convencido que Dios no existe, pues no habría culpa en el.

Pero cómo hay ira de parte de Dios, siendo Dios justo, entonces por supuesto que hay culpa en el hombre, Y que esto quiere decir que si hay culpa es porque aunque ellos niegan a Dios, en realidad saben que Dios existe.

La otra pregunta es: ¿Cómo lo saben si el medio en el que viven les ha dicho que Dios no existe?  La escritura nos aclara cómo recibieron este conocimiento:

Romanos 1.19-20  porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa….

A todo ser humano sobre la tierra Dios se le manifiesta, haciéndole entender que Dios si existe.

Esta revelación viene a través de las cosas creadas, y es tan efectiva que no hay ningún hombre sobre la tierra que pueda justificar el no creer en Dios.

Lo siguiente que debe ocurrir en el hombre que recibe esta revelación de parte de Dios, es decidir si va a buscar a Dios para vivir una vida recta,  o si lo va a negar para dedicarse a la maldad. El pasaje continúa diciendo, de aquellos sobre los cuales está la ira de Dios….

Romanos 1.21   Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22Profesando ser sabios, se hicieron necios..

Cuando recibieron la revelación, no quisieron reconocerlo como Dios, no le dieron gracias por la vida y todo lo recibido, en lugar de eso se pusieron a inventar teorías y razonamientos para justificar la no existencia de Dios…  Tratando de hacer eso se embrutecieron terriblemente, y lo peor de todo, porque es lo que nos mantiene esclavos y lejos de Dios, es que creen ser unos genios cuando en realidad no son sino unos pobres necios.

¿De qué estamos hablando? Estamos hablando de una palabra que aparece en escritura que nosotros conocemos en español como conciencia

En el capítulo dos de romanos se habla del juicio de Dios para aquellos que conocen la ley y para los que no conocen la ley, y el apóstol concluye diciendo que la clave está en la conciencia.

Romanos 2.14–16   Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Los gentiles, son todos aquellos que no son judíos, razón por la cual no recibieron las escrituras, la ley de Dios.

La pregunta del contexto es: ¿Que pasa con aquellos que no recibieron las leyes de Dios y las infringen, podrán ser condenados por no obedecer leyes que no conocían?   

La respuesta es que serán juzgados por el testimonio de su conciencia

Cuando pensamos en el testimonio de alguien en un juicio, estamos hablando de una información que viene de alguien ajeno a la persona….

Podríamos pensar en esto como si la conciencia fuera una persona y la voluntad fuera otra. De tal manera que las decisiones de la voluntad serán supervisadas y juzgadas por la conciencia.

Eso quiere decir que independiente de lo que las personas digan cuando estén delante de Dios para ser juzgados… El testigo que los justificara o los culpara será la conciencia.

Esta palabra que es traducida como conciencia en el original quiere decir: Estar consciente. Compartir conocimiento,  sentimiento íntimo, ser insensible a o ser sensible a.

Y si preguntamos: ¿De qué está consciente el ser humano? La respuesta es: De aquello que Dios le ha rebelado.

Adán y Eva debían ser muy conscientes de la prohibición acerca del árbol.

Caín debía ser muy consciente de las instrucciones acerca de los sacrificios y de lo grave que era matar a su hermano porque hacía las cosas de manera correcta.

Y si seguimos así hasta nuestros días, a pesar de toda la maldad que el mundo promueva, el hombre debe ser consciente de la revelación que Dios ha hecho de sí mismo.

Romanos 1.19   porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.

Y esa clara conciencia de la existencia de Dios, debería llevarnos a tomar la decisión de buscar a Dios…

A veces imaginándome el juicio de los incrédulos, he pensado que tal vez la primera pregunta que Dios les haga es: ¿Si yo te revele con toda claridad que existía, porque no me buscaste?

Y de allí en adelante pueden haber muchas preguntas como por ejemplo: ¿A ti te gustaba que te robaran?…¿Entonces porque robabas?¿A ti te gustaba que te mintieran?… ¿Entonces porque mentías?…. ¿A ti te gustaba que hablará mal de ti mintiendo?…¿Entonces porque hablabas mal de otros mintiendo?

Cuando la escritura dice que todos somos pecadores, lo que está diciendo es que absolutamente todos a lo largo de nuestra vida hemos ido en contra de esa revelación de Dios, de la conciencia.

Ir en contra de la conciencia nos hace merecedores de la condenación… pero cuando aceptamos a Jesucristo como Señor y como Salvador…. Aceptarlo como Señor quiere decir; ahora si te voy a hacer caso, ahora sí voy a hacer caso a la conciencia, al conocimiento que tú me has dado.

Cuando el Señor nos acepta, nos perdona y nos involucra en el Nuevo Pacto, lo que nos está dando es una nueva oportunidad de hacer caso a esa conciencia, a ese conocimiento que Dios nos ha dado.

Gracias a su misericordia hemos sido perdonados de todo lo que hicimos en contra de nuestra conciencia…  pero ya siendo salvos, Pablo decía:

Hechos de los Apóstoles 24.16 Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.

Y entonces la pregunta es: ¿Estamos procurando con la dirección y la ayuda de Dios no ofender, no ir en contra de nuestra conciencia? O… ¿Estamos menospreciando la salvación?

De cuantas cosas Dios nos ha hecho consientes …..  ¿Pero estamos haciéndole caso?

Estudias con juicio la escritura, compartes de Cristo, tienes o al menos quieres tener discípulos, respaldas la obra de Dios, eres un esposo conforme a los deseos de Dios, es una esposa conforme al deseo de Dios, eres un hijo…

El pecado de la humanidad ha sido no hacerle caso a la revelación de Dios, no hacerle caso a sus conciencias la salvación debe llevarnos a ser fieles a esta revelación!!!

La pregunta es: ¿nos sentimos confiados de dar cuenta a Dios que lo que estamos haciendo?

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