LA OBEDIENCIA ES LO PRIMERO

En este tiempo de inicio de año hemos estado hablando de la importancia de tener buenos planes, por supuesto los buenos planes deben ser planes espirituales. A eso le hemos añadido que es muy importante que los cristianos seamos personas de palabra, porque si ni siquiera cumplimos con nuestra palabra, si no somos cumplidos que es igual a decir que si no somos responsables, entonces: ¿Cómo pensar que si cumpliremos con aquellos buenos planes?

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LA OBEDIENCIA ES LO PRIMERO

I. INTRODUCCIÓN

En este tiempo de inicio de año hemos estado hablando de la importancia de tener buenos planes, por supuesto los buenos planes deben ser planes espirituales. A eso le hemos añadido que es muy importante que los cristianos seamos personas de palabra, porque si ni siquiera cumplimos con nuestra palabra, si no somos cumplidos que es igual a decir que si no somos responsables, entonces: ¿Cómo pensar que si cumpliremos con aquellos buenos planes?

Luego de eso, hemos visto que para poder vivir haciendo la voluntad de Dios es necesario morir a nuestros sueños, por supuesto con la absoluta certeza de que lo que Dios ha soñado para nosotros es muchísimo mejor…

Pero también hemos visto que cuando no queremos morir a nuestros sueños, eso tiene relación con el miedo que sentimos hacia la muerte, si hay miedo a la muerte, hay miedo a desprenderse de este mundo y por tanto hay miedo a dejar los sueños.

El problema es que ese miedo es el que utiliza satanás para controlarlos, por no tener la convicción de que la resurrección es una realidad.  El otro problema es que aunque no creamos en la realidad de la resurrección de todos modos la vamos a experimentar, y por eso lo importante es definir si vamos a resucitar para vida o para condenación.

¿Qué es lo que define la clase de resurrección que vayamos a tener? La respuesta es: La fe, por supuesto una fe auténtica cuya característica indudablemente es la obediencia.

Porque quien no sigue las instrucciones de Dios: ¿Cómo puede decir que confía en El?

Un ejemplo impresionante de esta verdadera fe, nos lo cuenta la escritura hablando de un soldado del ejército romano que se acercó a Jesús para pedirle por la sanidad de su criado. Y aunque ni siquiera aparece el nombre de este centurión, la escritura nos cuenta que este hombre por su fe, dejó maravillado a Jesús.

Qué bueno sería que nosotros dejáramos maravillado a Jesús por nuestra gran fe…  Y no como ocurre muchas veces, que a lo mejor lo dejamos asombrado por nuestra gran incredulidad.

No recuerdo en la escritura otra persona que haya dejado maravillado por su fe a Jesús…  Aunque si dijo Jesús a la mujer Cananea qué grande era su fe  por haber confiado en la misericordia de Dios…  pero por su fe dejar maravillado a Jesús, solamente este hombre.

Irónicamente contrario a lo que muchos puedan pensar, este hombre era un soldado romano, y digo que me parece irónico porque entiendo que hay ciertos grupos religiosos que creen en la Biblia como palabra de Dios, pero que se niegan a prestar servicio militar por considerar que es una actividad que ofende a Dios.

Sin embargo no vemos de parte de Jesús ninguna recriminación a la actividad de este hombre, aun sabiendo que este centurión tenía como parte de sus obligaciones el ir a la guerra, y en las guerras no hay duda que el objetivo es matar al prójimo.

Pero bueno, creo que el asunto más importante en esta historia, es entender qué fue lo que vio Jesús en este hombre que le dejó maravillado, para que oremos a Dios y nos permita seguir su ejemplo. El pasaje dice así:

Mateo 8:5 al 10 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 6y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 9Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

Creo que lo más importante de la actitud de este hombre, es que reconoce la absoluta autoridad y soberanía que tiene Jesús sobre todas las cosas, por eso entendía que con sólo decir Jesús la palabra las cosas serían hechas.

En esta iglesia he insistido durante mucho tiempo acerca de este tema, el reconocer la absoluta soberanía de Dios sobre nuestras vidas debe producir un gozo y una paz sobrenatural, de saber que estamos bajo el cuidado de la poderosa mano de Dios.

Cuando entendemos con claridad y creemos en esta verdad, sabemos que lo único que tenemos que hacer es, en cada situación provista por Dios hacer su perfecta voluntad y eso nos dará la certeza de que el maravilloso plan de Dios se cumplirá en nuestras vidas.

Pero para hacer esto, también es indispensable como lo hizo el centurión, reconocer la autoridad de Jesús.

Porque si no sabemos quién manda, o como manda, o donde manda: ¿Cómo entonces poder obedecer?

Ahora si Jesús quedó maravillado por esta percepción tan clara de la soberanía y la autoridad que este hombre reconocía en el, es porque no es algo muy común.  Es decir; muchísimos creyentes que manifiestan la intención de obedecer al Señor, fallan gravemente y de manera continua al no reconocer la autoridad de Dios.

Y cuando un creyente piensa que sigue y sirve a Dios, sin reconocer su autoridad, entra en la categoría de la persona religiosa que sigue y sirve a Dios a su manera, lo cual no sólo perjudica grandemente su vida espiritual, sino que da un pésimo testimonio de lo que realmente es el cristianismo.

Es mas, este tipo de persona es la que como mencioné antes, termina enseñando que involucrarse en el ejército es pecado… Y ante esa enseñanza yo pregunto: ¿Si no existiese ejército, ni la policía se imaginan cómo sería el mundo? Es decir el abuso en el mundo de los fuertes sobre los débiles sería muchísimo mayor de lo que es, sería algo terriblemente espantoso.

Por eso es necesario, y es una de las razones por las cuales Dios le dio su palabra al pueblo de Israel, que haya personas dispuestas a defender a los débiles del abuso de otros más fuertes.

Pero esto que enseña la escritura ellos lo ignoran, porque las personas religiosas acostumbran a quedarse solo con algunas verdades a medias, normalmente las verdades que les gustan, mientras ignoran otras verdades necesarias para entender la perfecta voluntad de Dios.

Por ejemplo algunos de ellos dicen: ¿Acaso matar no es pecado? ¿Acaso no dice uno de los diez mandamientos no matarás?

Pero las cosas no son tan simples, y allí es donde a muchos falta la dirección del Espíritu Santo y sobre todo mucha confianza en Dios, lo cual les hace vivir sin sabiduría.

Para contestar al argumento de ellos podría comenzar preguntándoles: ¿Es correcto golpear a otra persona?

Y aunque lo primero que pensemos sea que no. La verdad es que hay bastantes razones por las cuales no sólo es necesario, sino que es bueno golpear a una persona.

Se está ahogando por la sobre barriga que se tragó, y como no le baja por la garganta las personas que lo aman lo golpean en la espalda para desatorarlo.

Se está ahogando en el mar y el salvavidas le da un golpe para que se deje salvar y no se ahoguen los dos.

El fulano va a violar a la muchacha y llega otro y lo golpea para detenerlo.

Un asesino va a matar a su mujer y no abriendo otra salida usted le pega un tiro para detenerlo.

El ejército enemigo viene a destruir a su pueblo, lo cual incluye su familia, y usted en el ejército de su patria los detiene a plomo.

Después de estos ejemplos, que no son imaginarios, que son parte de la vida cotidiana del planeta, yo podría pendulandome hacia el otro lado decir: “Es bueno matar” (Lo que está diciendo el nuevo presidente de Brasil)

Sin embargo la respuesta correcta a la pregunta de si es o no bueno matar, es depende. ¿Depende de que? Depende de si es o no la voluntad de Dios que lo hagamos. Y para poder reconocer si es o no la voluntad de Dios debemos primero reconocer la autoridad de Dios.

Algunos se asombran y se preguntan: ¿Pero acaso puede ser la voluntad de Dios que matemos a alguien?

Claro que sí, la escritura nos habla que bajo el Viejo Pacto había 22 pecados que cuando se cometían, la orden dada por Dios es que el castigo debía ser la muerte.

Éxodo 22:18 al 20.  A la hechicera no dejarás que viva.19Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá.20El que ofreciere sacrificio a dioses excepto solamente a Jehová, será muerto.

A los religiosos les puede parecer terriblemente fuertes estos mandatos de Dios. Porque en primer lugar por su falta de confianza no entienden el verdadero significado de la muerte, que estudiamos en temas pasados.

En segundo lugar porque no perciben el daño que puede producir una hechicera a los que confían en ella, o la corrupción que puede traer el que los hombres cohabiten con bestias, o el ofrecer sacrificios a otros dioses como si en algún otro Dios hubiese salvación…  Es decir; estos pecados a la final son una invitación a la condenación eterna, y por lo tanto la muerte para quienes los cometen termina siendo una bendición.

El Señor Jesús enseño, y debe ser entendido como uno de los cambios en el Nuevo Pacto, ya que la pena de muerte fue eliminada, dijo:

Marcos 9.42 Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.

Al mirar el contexto podemos ver que no está enseñando que debemos matar a la persona que está corrompiendo la fe de los demás, sino en lo terrible de ese pecado para que no hagamos lo mismo…

También era una norma bajo el viejo pacto:

Levítico 20:9  Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él.

Y esta palabra que fue traducida como maldecir, también significa; hablar mal de, hacer insignificante, hacer despreciable, disminuir… De dónde podemos deducir que no sólo se trataba de aquel que ofendiera a su padre insultándole o deseándole mal, sino también de aquel que hablara mal de su padre a los demás, mostrandolo disminuido, despreciable, pecador…  Ese hombre, ese hijo o esa hija deberían ser muertos.

Y la razón de ordenar la muerte para los hijos, no es porque fuera mentira lo que estaban diciendo. Podía ser verdad, en tal caso la escritura muestra que a los padres se les debe corregir si es necesario con todo respeto, pero no es aceptable delante de Dios ir a comentar los pecados de los padres a los demás.

Bajo el nuevo pacto ya no se pide la muerte para los hijos que hablan mal de sus padres, pero si se mantiene el principio no sólo para los padres sino para cualquier persona que falle que se hable primero con ella a solas, y si no corrige su comportamiento se debe buscar testigos.

Pero si al hablar se corrige el comportamiento el asunto debe quedar allí. Y si habiendo corregido el comportamiento se hacen comentarios a otras personas, hacerlo es considerado un acto de rebeldía, además de falta de amor, de misericordia y quién sabe qué cosas mas.

Y como el padre en el hogar representa la autoridad Dios, por eso pedía la muerte para quienes actuaban de esta manera.

Porque cómo es posible respetar la autoridad de Dios a quien no ven, si no respetan la autoridad de los padres a quienes ven.

Sin embargo insisto, esta clase de comportamientos son el resultado de la religiosidad, es decir de buscar servir a Dios sin entender los principios de autoridad establecidos para poder servirle.

También decía bajo el viejo pacto:

Deuteronomio 17:12  Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel.

La soberbia es esa actitud que hace a algunos creerse por encima de los demás, ya sea para juzgarlos con dureza, o para desobedecer las órdenes cuando son su autoridad… esas personas también debian ser muertas.

Si ponemos atención a estos pecados que eran castigados con la muerte, notaremos que todos tienen relación con ir en contra de la autoridad directa de Dios, o en contra de sus autoridades delegadas.

Y como todas estas acciones de manera directa o indirecta promocionan la rebeldía contra Dios, es por eso que dice que la muerte para estas personas traerá el beneficio de: y quitarás el mal de en medio de Israel.

Lo mismo debía sucederle a los hijos que eran desobedientes.

Deuteronomio 21:20  y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. 21Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.

¡Cuán importante es respetar el principio de autoridad, que Dios pedía que los mismos padres sacaran a sus hijos rebeldes para ser ejecutados!

Y: ¿Que creen ustedes que pasaba con los amigos, que también eran desobedientes cuando oían que a fulano lo apedrearon por no hacer caso?  ¿Que creen que pensaban aquellos hijos que no querían ir a la sinagoga, cuando apedreaban a un amigo por no ir a la sinagoga?

Como la razón de hacerlo era quitar el mal de en medio del pueblo. Eso en otras palabras quiere decir que el mal ejemplo debía ser castigado de forma tan severa, que los demás no quisieran hacer lo mismo.

¿Es eso lo que pasa en la actualidad? Por supuesto que no. ¿Qué tipo de sociedad tenemos hoy?  Una completamente permisiva que ha llegado al punto de cón sus leyes proteger el pecado y a el pecador, y por eso cada vez aumentará más y más la maldad y la corrupción.

La razón básica:  Porque el hombre se ha olvidado de Dios, y eso significa no sólo que el hombre no quiere sujetarse a la autoridad de Dios, sino que tampoco la quiere ejercer.

¿A dónde nos ha llevado esto?  A qué los hombres del mundo que están en posiciones de autoridad,  no esten buscando que la gente obedezca a Dios, si no a ellos mismos, por supuesto en su propio beneficio.

Además este ejercicio de autoridad en el mundo está lleno de enseñoreamiento que es algo que también Dios ha prohibido.

De esté mal también sufre en cierto modo la iglesia, dónde las diferentes autoridades se enseñorean de las personas que están a su cuidado, ordenándoles hacer cosas que no son la voluntad de Dios, cosas que ellos mismos no hacen, y peor aún, en lo que debieran ejercer autoridad no la ejercen, trayendo al final así no lo entiendan, mucho mal para sus vidas.

Por ejemplo; algunos llamados creyentes han llenado a sus hijos de ciertas prohibiciones y obligaciones que no ayudan a su vida espiritual, y por otro lado no ejercen autoridad para que sus hijos hagan cosas que la escritura con toda claridad dice que deben ser hechas para su bendición.

Algunos ante esto que estoy diciendo plantean ¿Cómo voy a obligar a mi hijo a ir a la iglesia si el no quiere ir?

Si usted se hace la misma pregunta, entonces esta mostrando que aunque es cristiano todavía tiene la cabeza llena de pensamientos mundanos, es decir todavía se guía por los valores del mundo y no por los valores dados por Dios en su palabra.

Y yo les pregunto: ¿Si él quiere salir desnudo a la calle usted lo deja? ¿Si el no quiere ir al colegio usted lo deja? ¿Si el no quiere comer nada usted lo deja? ¿Verdad que no?

Si usted lo obliga a vestirse, a ir a estudiar, a alimentarse porque considera que son cosas buenas…   

¿Qué razón tendría usted para no ordenarle hacer lo que es más importante para la vida de su hijo, más aun cuando es Dios quien dice que debe hacerlo?

Pero no. A muchos cristianos está clara e importante realidad no les ha amanecido. Y eso a pesar de haber sido exhortados al respecto, más de una vez. ¿Qué es lo que a estos Padres les está pasando? ¿Qué razón tienen ellos, y los que están en autoridad para hacer este tipo de cosas que los destruirán a ellos mismos?… La escritura nos explica:

Hebreos 3:12 al 13. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; 13antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

El problema comienza con un corazón malo. Pero reconocer que se tiene un mal corazón es algo que les cuesta mucho trabajo reconocer a estas personas, pues cuando ellos revisan las motivaciones de sus acciones ellos ven que tienen buenas intenciones.

Sin embargo su falta de fe les dificultad percibir lo que es más importante en la vida, por eso les cuesta trabajo reconocer que no creer en Dios es en realidad la maldad en su máxima expresión.

Al comenzar mi vida cristiana caí en el mismo error, pues ante los desafíos de fe respondía diciendo: ”Sí, yo sé que no creo y qué le vamos a hacer“ O decía; “Yo no puedo sentarme a repetir como loro, creo, creo, creo, si en realidad no creo

Eso es cierto. La fe no se aumenta por repetir como loro que uno cree. La fe aumenta en la medida que decidimos confiar para hacer caso a Dios, y vemos los resultados de obedecerle.

Pero no creerle a Dios, al único al que debemos realmente creer, muestra lo corrompido, lo desajustado, lo contaminado, lo embrutecido, que está nuestro corazón.

Y esa es la razón por la cual solo el Espíritu Santo puede convencernos de nuestra maldad, el Señor Jesús dijo:

Juan 16:8  Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9De pecado, por cuanto no creen en mí;

Cuando dice: “De pecado por cuánto no creen en mi  Está diciendo que los hombres delante de Dios no son medidos sólo por sus acciones, pues éstas pueden estar llenas de incredulidad, por esta razón los hombres son medidos es por su fe, pero una fe auténtica como en el caso del centurión que maravillo a Jesús, una fe que nos lleva a reconocer la autoridad de Dios y a sujetarnos a ella.

Si volvemos a leer:

Hebreos 3:12. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

¿Por qué creen ustedes que el pasaje dice? “Incredulidad para apartarse del Dios vivo” ¿Por qué hace énfasis en vivo?

Yo creo que lo dice porque muchos de los que se apartan de Dios están convencidos que están con Dios.

Por ejemplo: la escritura dice, que es lo mismo a decir que Dios dice, que no debemos dejar de reunirnos en la iglesia. Sin embargo cuántas veces escuchamos que la gente dice: “yo no he vuelto a la iglesia pero sigo bien con Dios, no me he apartado de él ”

Y yo entonces pregunto: ¿una persona que no se reune en la iglesia como Dios lo ha ordenado, es decir una persona que anda en rebeldía con Dios, porque insiste en decir que anda bien con Dios?

Que una persona se cambie de iglesia pues puede haber razones válidas, que una persona se salga de una iglesia porque la considera que no es de Dios, también puede ser válido, pero que no vaya a ninguna iglesia como si la Iglesia de Dios no existieran no es aceptable.

(Hay testimonios de personas que no ha logrado encontrar una buena iglesia donde viven, pero al menos a través de Internet se sujetan a las enseñanzas y la directriz de una iglesia del Señor, siendo fieles hasta con sus diezmos.)

A una persona que me dijo que no iba a ninguna iglesia pero que estaba bien con Dios le dije: Eso es igual a responder cuando le preguntan por su matrimonio; “No he vuelto a ver a mi marido pero nuestro matrimonio sigue muy bien”

Por supuesto esa persona todavía puede estar legalmente está casada, y ciertamente todavía tiene marido al menos en el papel. Pero pensar que eso es un buen matrimonio es ridículo.

Igual pasa a los que se apartan del Dios vivo. Siguen con un Dios muerto, y un Dios muerto representa la religiosidad, no una relación personal con Dios.

Un Dios muerto significa que la persona vive bajo sus razonamientos que por supuesto le parecen mejor que los deseos de Dios, y por esa razón no no vive bajo la dirección del Dios vivo.

Repito por qué esto es muy importante:

La maldad en el corazón del creyente lo lleva a ha ser incrédulo, está incredulidad, lleva al hombre a apartarse de Dios, lejos de Dios, el hombre comienza a vivir en sus propios razonamientos, en su concepto de lo bueno y de lo malo, y al final convencido de estar haciendo lo correcto va totalmente en contra de la voluntad de Dios sin darse cuenta.

Llegando a ser tal la convicción y el engaño, que con toda normalidad como si estuvieran haciendo algo bueno, se dedican a criticar a aquellos que hacen la voluntad de Dios, en especial cuando hacen cosas que a ellos no les parece.

EL PRINCIPIO DE LA AUTORIDAD

Nos cuenta la escritura que en el desierto: Core, Datan y Abiran convencieron a 250 varones, entre los cuales estaban los príncipes y los hombres de renombre. Y se levantaron contra Moisés, trayendo como consecuencia la muerte de los que iniciaron la rebelión, y de muchos de aquellos a los cuales contaminaron con su rebeldía.

Moisés en ese momento era la autoridad representativa de Dios delante del pueblo. Aunque Moisés es considerado la más grande autoridad bajo el viejo pacto, el principio de autoridad bajo el Nuevo Pacto es el mismo. Por eso podemos leer:

Romanos 13:1  Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

El mundo está lleno de autoridades. Todo ser humano que está sobre la tierra está bajo varias autoridades a las que debe sujetarse. E igualmente las personas que están bajo algún tipo de autoridad, tienen o llegarán a tener personas también bajo su autoridad.

¿Qué acabamos de leer?

En primer lugar que absolutamente toda persona sin excepción, debe sujetarse a esas autoridades.

En segundo lugar: Que no hay ningún tipo de autoridad que no haya sido establecida por Dios, lo cual nos lleva a entender que la sujeción a las autoridades debe permanecer, así estas sean buenas o malas representantes de la autoridad de Dios.

Esto para muchos es difícil porque pierden de vista que cuando Dios nos pide sujetarnos a las autoridades, la razón de hacerlo es porque Dios las ha establecido para a través de ellas dar bendición a nuestra vida.

Y también porque no entienden la diferencia entre sujetarse a la autoridad por causa del Señor, y obedecer o desobedecer a la autoridad por mantenerse sujetos a Dios.

Quienes no lo hacen, quieres no se sujetan, continúa la escritura:

Romanos 13:2  De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.

ROGANDO NO EXIGIENDO

Si revisamos lo que el centurión hizo, lo primero que notamos es que este hombre llegó con una necesidad y rogó por ella; No exigió como alguien que cree que es una obligación que se le cumpla su petición. No, este hombre suplico como algo que estaba en la prerrogativa de Dios contestarle o no.

Esto puede parecer trivial, pero esto que este hombre está haciendo es en realidad sujetarse a la soberanía de Dios.

La mayoría de la gente en este tipo de circunstancias no es capaz de sujetarse a la soberanía de Dios. La gente piensa: “No es justo que una persona esté con esa enfermedad sufriendo de esa manera tan espantosa  y seguido a ese argumento lo normal es que digan  “¿Cómo es posible que Dios permita este tipo de sufrimiento?”

Recuerden la estrategia de una verdad salida de la palabra Dios con una mentira que parece verdad para hacer quedar mal a Dios…

Alguna vez usted ha orado de esa manera, diciendo: Es justo que me contestes esa petición Señor, Tú sabes cuánto he trabajado, tú sabes cómo me he portado Señor… (Recuerda la oración de Esequías)

NO DIGNO

Lo segundo que notamos que es espectacular también, es que este hombre no se consideraba digno de la presencia del Señor.

¿Cuándo una persona no se considera digna de la presencia de Dios?  Creo que la respuesta es sólo una: Cuando la persona se considera pecadora.

Repasando; vemos que este hombre no exige, además no se considera digno de estar en la presencia de Dios, y por ultimo

RECONOCIENDO LA AUTORIDAD

Él reconoce el principio de la autoridad con perfecta claridad. Y reconoce que Jesús es esa máxima autoridad. Por eso le dice:

Mateo 8:9. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

III. EN TODO LUGAR

Por supuesto esa autoridad que este hombre reconoce no es sólo para el ejército. En el hogar hay una autoridad, en el trabajo hay autoridad, en el gobierno hay autoridad, en la iglesia hay autoridad.

¿Y cómo funciona?

Muy sencillo. El esposo le dice a la esposa; “Mi amorcito hoy quiero almorzar frijoles” ¿Qué debe hacer una esposa obediente? Pues frijoles.

La Madre le dice a los hijos: “Hijitos lindos por favor cuando se levanten tiendan la cama” ¿Qué deben hacer los hijos obedientes? Tender la cama.

El el trabajo la hora de entrada es a las 7:30 am” ¿Qué debe hacer un empleado obediente que respeta la autoridad delegada por Dios? No llegar tarde.

El gobierno dice que hay que pagar los impuestos; que hay que tener licencia para conducir; que hay que respetar las señales de tránsito; etc. ¿Qué debe hacer un criscristiano obediente? Obedecer.

En la iglesia le dicen a usted, que hay curso bíblico, que hay campamento, que hay miércoles de oración, que la reunión comienza las siete de la noche, que qué bueno que comparta de Cristo, que qué bueno que abra un grupo de oración, qué bueno que tengas discípulos… ¿Qué debe hacer un cristiano obediente?

Más aún, pónganse a pensar en el enorme beneficio de que todos en la iglesia hicieran caso a esto que Dios manda…(Hace años tendríamos que haber salido de acá y tener un super local…)

Algunos podrán decir, y tienen razón; que no pueden cumplir con ciertas normas.

Ciertamente algunos no pueden porque las circunstancias particulares de su vida no le permiten. Pero la gran mayoría que no hacen caso, es porque no tienen fe y no están dispuestos a pagar el precio necesario para hacer la voluntad de Dios.

Y al vivir de esa manera, poco a poco se acostumbran a menospreciar la autoridad de Dios, hasta que llega el momento que no importa lo que la autoridad delegada por Dios diga, no importa si es conforme o no a la voluntad de Dios, lo único que les importa es que ya tienen su agenda de lo que ellos van a hacer, y punto.Por supuesto igual ocurre en la familia, donde los hijos se acostumbran a menospreciar la autoridad del padre, o donde la esposa no sólo ya no obedece sino que termina mandando… Y sin darse cuenta con el tiempo terminan alejándose del Dios vivo, quedándose con un dios muerto que representa la religiosidad, que es similar a; “Yo sirvo a Dios a mi manera

Pero: ¿Será correcto no hacer caso lo que Dios dice porque tengo mis razones y por eso no quiero?

Y si está bien no obedecer a Dios porque no quiere, entonces también está bien que la mujer no haga frijoles cuando el marido se lo pida, y está bien que los hijos no tiendan la cama porque no quieren, e igualmente que la gente llegue a la hora que le dé la gana al trabajo porque no quieren llegar a tiempo, y que anden sin licencia, y se roben los impuestos, etc.

Por supuesto es supremamente fácil entender, que algo no es la voluntad de Dios cuando eso que nos ha sido mandado se opone a los claros principios de la palabra de Dios. “El pastor dijo que si se podía fornicar por que de aquí a que se case falta mucho tiempo  ¿Qué creen ustedes?  El pastor me dio permiso para no diezmar porque mi situación es muy complicada” ¿Qué creen ustedes?

Verdad que saber cuál es la verdad en estas situaciones resulta fácil porque los principios son claros. Pero si nos preguntamos:

¿Será en contra de la voluntad de Dios hacer frijoles? ¿Será en contra de la voluntad de Dios enseñar a los hijos a tender la cama? ¿Será en contra de la voluntad de Dios hacer el curso bíblico? ¿Será en contra de la voluntad de Dios ir al campamento?

¿Si yo le doy permiso a mi hija de salir en la noche será en contra de la voluntad de Dios? O ¿Si no le doy permiso de salir en la noche será en contra de la voluntad de Dios?

¿Si decidimos en los cursos bíblicos dar cierto material será en contra de la voluntad de Dios? O ¿si lo cambiamos por otro será en contra de la voluntad de Dios?… ¿Cómo hace usted para saber?

Usted dirá. Yo voy a orar para que el Señor me confirme.” Señor confirmame si debo hacer frijoles” O” Señor confirma si debo hacer el curso bíblico”.  Y luego usted viene y dice “Dios me mostró que no” y cuando le preguntan cómo se lo mostró usted dice: “El colocó un sentir en mi corazón”

A qué bueno. Pero: ¿Y cómo sabes que ese sentir no lo colocó el diablo? O no siendo tan extremista ¿Cómo sabes que ese sentir no lo colocó tu malvado corazón, cómo sabes que no es simplemente tu carne rebelde la que te ha llevado a tomar la decisión equivocada?

¿Ha hecho usted eso alguna ves?  ¿Ha estado convencido que lo que la autoridad ha definido es equivocado?  Y usted que lo ha hecho, déjeme preguntarle algo que debe responder con mucha honestidad ¿Cómo responde usted cuando se lo hacen?

Por ejemplo usted no le da permiso a su hijo de salir con los amigos, y su hijo orando le dice a usted que no está de acuerdo, que Dios le mostró que su decisión no es de Dios. ¿En ese momento que hace usted?

Será que usted le dice:” Ha bueno hijo está bien entonces sal con tranquilidad y que Dios te bendiga”

O más bien le dice: “Usted cree que yo estoy pintado en la pared, si va a hacer lo que le da la gana se me larga de la casa”

Con esto que estoy diciendo, no quiero decir que la autoridad nunca se equivoca, y que por lo tanto absolutamente siempre debe ser obedecida. Lo que quiero que entienda es que cuando usted cree que la autoridad está equivocada, usted debe tener razones claras y bíblicas que lo puedan respaldar.

Porque si aceptamos que cualquiera, por un simple sentir en su corazón, o por razones humanas llenas de mucha lógica pero humanas, pueda asegurar que la autoridad está equivocada, entonces la autoridad no serviría para nada, pues siempre el hombre encontrará justificaciones para no hacer caso a la voluntad de Dios.

IV. LA REBELIÓN

Volviendo a Core, Datan y Abiran, veníamos diciendo que ellos convencieron al pueblo de no hacer caso a lo que la autoridad había establecido. Recordemos que la escritura dice que eso pasa cuando:

Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

Cuando el hombre en lugar de vivir por fe y revelación, comienza a vivir por lógica en pos de su malvado corazón, el resultado será que el engaño del pecado le hará creer que él tiene la razón, y su autoridad no. Dice el pasaje que nos habla de la rebelión de Coré:

Números 16:3  Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?

Fijémonos que, la persona no llega a decirle a usted que le va envenenar el corazón para que no haga caso a Dios, el le dira como dijeron ellos, que todos tienen el Espíritu de Dios, y que por supuesto pueden saber cuál es la voluntad de Dios. En otras palabras que no tienen necesidad de sujetarse a la autoridad colocada por Dios.

¿Y quien cree que no tiene necesidad de sujetarse la autoridad de Dios, que es lo que está buscando?   Pues lo que está buscando es mandar.

¿Bien contradictorio verdad? No se sujetan a la autoridad Dios pero si quieren ser obedecidos, peor aún al pie de la letra.

¿No es acaso eso una muestra clara de lo desconectados que están de Dios, viviendo en religiosidad y no en relación personal?

A estos hombres Dios les había dado el privilegio de servir dentro del pueblo… Desafortunadamente cuando no son maduros y espirituales se envanecen. Moisés descubriendo el corazón de ellos les dice:

Números 16:9 al 10. ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, 10y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio?

Lo que sigue me parece espectacular pues moisés les dice:

Números 16:11  Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?

Las palabras de Moisés son las palabras de un hombre que ha caminado largo tiempo con Dios y ha visto su respaldo. Por eso les dice: ustedes se está yendo en contra de Jehová pues ¿Quien es Aarón?

Por otro lado también sus palabras nos muestran como comienza esta actitud rebelde. Con la murmuración.

¿Qué quiere decir esto?

Que las personas rebeldes no van donde su autoridad a decirle: “Mira yo creo que estas equivocado por esto o aquello” No. Estas personas comienzan a hablar con los demás, comienzan a darle razones, argumentos, su punto de vista, “yo creo que esa decisión no fue buena, yo creo que lo que esta haciendo no está bien, no te prestes, no le colabores, etc.” Es decir comienza poco a poco a extender mala fama acerca de la autoridad, y sólo cuando tienen un buen grupo que los respalda, es posible que ahí sí se atrevan a confrontar la autoridad.(Que es lo primero que personalmente han debido hacer si creían tener razón)

Ese modo de actuar es del diablo. La escritura dice con toda claridad que cuando usted tiene algo contra alguien usted debe ir y hablar a solas con esa persona. Y aún si esta persona no le da la razón, hay un mecanismo que la escritura enseña que debe ser seguido al pie de la letra.

Quien no sigue este procedimiento, su ignorancia o su malvado corazón lo tienen en rebeldía contra Dios y contra la autoridad!

V. LAS RAZONES

Si usted revisa las razónes que estos hombres le dieron a moisés para rebelarse, pareciera que estos hombres tienen razón pues dicen:

Números 16:13 al 14. ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente? 14Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.

Lo que comienza diciendo es evidente que es el resultado de aquel corazón malo e incrédulo que los hizo olvidarse de la realidad.

Pues la realidad es que estaban en Egipto gimiendo a causa de la dura esclavitud. Pero ya en el desierto habiendo pasado un tiempo eso se les olvidó, y muy a propósito pensarían ellos pues era un argumento para mostrar el mal liderazgo de Moisés.

El que era bueno, el que los salvo… cuando se equivocó o cuando no hizo lo que ellos querían se volvió el peor de todos…  así actúa el hombre móvido por su carne…

El olvido de estos hombres es similar al olvido que tienen muchos creyentes, de que lo importante es lo espiritual, razón por la cual comienzan a fijarse en lo material, de tal manera que los argumentos para desobedecer a Dios tienen que ver básicamente con las cosas materiales.

Nos sacaste de una buena tierra, no nos has metido en la tierra que fluye leche y miel, no nos has dado tierra y viñas

Y bajo esos argumentos ellos están convencidos de tener la razón.

La escritura nos cuenta de un hombre valiente rico y leproso llamado Naamán. Fue donde el profeta para que éste orará por el. Sin embargo el profeta lo mandó a zambullirse siete veces en un río. Este hombre se puso furioso pues esperaba cierto ritual que se usaba para orar por sanidad, y en lugar de eso lo había mandado a lavarse en un río sucio, peor aún, había ríos limpios en su tierra.

Alguien lo confrontó respecto de su fe al mandato del profeta. Este hombre obedeció a algo que no era lógico, y recibió la bendición de Dios.

La lógica y la experiencia mostraban que Jesús estaba sanando a la gente acercándose a ella, orando por ella, tocándola. Sin embargo el centurión muy por encima de estos razonamientos o métodos, cree que lo único necesario es solamente la orden de Jesús.

Podemos tener muchos razonamientos acerca de cómo hacer las cosas. Pero ay algo muchísimo más importante que todos estos razonamientos, y son las razones por las cuales Dios a través de sus autoridades está ordenando lo que está ordenando.

Si revisamos a lo largo de la escritura, vamos a ver que los verdaderos hombres de Dios obedecieron a Dios en circunstancias que no sólo no parecía muy prácticas, sino que resultaban absurdas. Sin embargo la obediencia trajo bendición a estos hombres y al pueblo de Dios.

¿Por qué la obediencia resulta siendo tan importante?

Porque la obediencia o la desobediencia son el resultado directo de la fe o de la falta de ella.

A veces los cristianos están metidos en medio de problemas y conflictos, y en primer lugar no logran ser conscientes de que están allí por haber desobedecido a Dios.

Pero más triste resulta que habiendo recibido dirección de Dios, pase el tiempo y no hagan caso. Y el resultado de esto será que pasara el tiempo y cosecharán el fruto de su incredulidad.

Contrario a esto el ejemplo de Jesús fue:

Hebreos 5:8  Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;

Recuerdelo. No importa cuán espectaculares sean los dones que tienes, no importa cuánto puedas ayudar a la obra de Dios, ni siquiera importa cuántos milagros puedes hacer, si lo que haces lo haces con un espíritu de desobediencia aunque creas servir a Dios no es cierto.

Opuesto a esto, no importa cuán pocos dones tengas, no importa que tu colaboración en la obra de Dios sea pequeña, no importa que nunca logres hacer un solo milagro. Si lo poco que haces lo haces en obediencia, no habrá nadie que pueda quitarte el premio que el Señor tiene para ti.

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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