LA BUENA MOTIVACIÓN DESDE EL PRINCIPIO – PARTE 1

No hay duda que la vida cristiana, como muchas otras cosas en la vida es un proceso crítico y progresivo. Eso quiere decir que se requiere todo un trato de Dios para llegar a nacer de nuevo y ser un auténtico cristiano.

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LA BUENA MOTIVACION DESDE EL PRINCIPIO 1

INTRODUCCIÓN

No hay duda que la vida cristiana, como muchas otras cosas en la vida es un proceso crítico y progresivo. Eso quiere decir que se requiere todo un trato de Dios para llegar a nacer de nuevo y ser un auténtico cristiano. Pero después de este momento crítico donde nos convertimos en hijos de Dios, el proceso debe continuar para buscar llegar a la estatura de Jesucristo.

El problema es; que cuando no se progresa de la manera adecuada, ese estancamiento puede producir pérdidas y aún daños permanentes, al igual que ocurre en otros aspectos de la vida tanto físicos como emocionales. (Si nunca hace ejercicio, si no se alimenta bien, si nunca habla en público, si no aprende a nadar desde bebe o de niño.)

Es por esto que un buen comienzo en todas aquellas cosas que hacemos, y especialmente en la vida cristiana es muy importante. Hay un dicho que a veces se cumple que dice: “Lo que comienza mal termina mal”.

Hace muchos, muchos años cuando compartía de Jesucristo, ya tenía claro que lo más importante era la salvación. Esta como ya mencione se recibe de manera puntual al nacer de nuevo, pero se experimenta o se crece en salvación de manera progresiva entre más obedezcamos a Dios.

Por eso, lo lógico es enseñar e insistir en que hay que obedecer a Dios, para que esa obediencia producto de la confianza en Dios traiga bendición a nuestra vida. Porque definitivamente, donde no hay obediencia no hay fe, ni bendición.

El asunto es que en la organización donde estaba y en muchas otras organizaciones cristianas de aquella época, se enseñaba que la obediencia a Dios traería una bendición “integral”.

Y como bendición integral debía entenderse que Dios arreglaría nuestra parte espiritual, nuestra alma, y todas las cosas que a nuestro alrededor necesitaran ser mejoradas para tener una buena vida.

Esta última parte, de que Dios arreglaría todas las cosas a nuestro alrededor, era como el gancho o motivación para aquellas personas que no creían que el problema fuera espiritual, de tal manera que se acercaran a Dios para cambiar aquellos aspectos a su alrededor que no les permitían ser felices.

El problema es que eso de la bendición integral no siempre es cierto, es decir; es algo que Dios puede hacer, pero que no podemos asegurar que siempre lo hará, o en qué tiempo lo hará, sí es que lo hace.

Y aunque yo enseñaba como lo enseña la escritura que lo importante de la obediencia a Dios es que trae sanidad al alma, que es lo que en realidad define como vivimos, el problema es que la gente tiene una fijación aprendida en el mundo, que les hace creer que la prosperidad material es lo que necesitan para ser verdaderamente felices. Y ese erróneo pensamiento los lleva a menospreciar lo verdaderamente importante.

Por esta razón prepare un estudio en el cual enseñaba acerca del trato de Dios y la sanidad del alma. Y lo enseñaba dos o tres veces por semana en unos campamentos cristianos que hacia la organización…(Me tocó pedir permiso porque no era el tema asignado) Fueron muchas las personas que recibieron esta enseñanza, pero solo recuerdo a una señora que me dijo: Que era triste ver cómo los cristianos buscaban de Dios cosas tan sin valor como las cosas materiales, menospreciando la salvación del alma.

El asunto es que no son muchos los que al comenzar su vida cristiana logran entender la importancia de la salvación, es decir el ser liberados de la condenación eterna, y la importancia de la transformación de su alma producto de conocer a Dios y sus promesas.

Por eso cuando se les insiste en que obedezcan a Dios, que Dios los va a bendecir, ellos esperan que como consecuencia de esa obediencia, Dios mejore sus relaciones, su entorno, su economía, su salud, y en general todas aquellas cosas que creen que necesitan para vivir mejor.

Ese mismo error lo vemos en el profeta Jeremías, quien siendo muy obediente a Dios aún en circunstancias muy difíciles, se queja por los resultados.

Al ver eso en ese tiempo, no insistía mucho acerca del error de pensar que esa era la bendición de Dios que viene a través del cristianismo.

Aclaro: Todas esas cosas si provienen de Dios, pero no precisamente por ser hijos de Dios. Es decir; Jesús no murió en la cruz y resucitó para nuestra prosperidad material, pues como dice la escritura, El hace llover sobre justos e injustos, por lo tanto no es necesario ser cristiano para ser prosperado o bendecido materialmente.

Pero en esa época no insistía mucho en este asunto pensando que con el tiempo, producto de hacer caso a Dios, aún motivados por obtener prosperidad material, llegarían a entender la importancia de la salvación del alma.

Y la segunda razón por la cual no insistía, es porque a veces como ya mencioné, la gente está tan enredada y tan convencida de lo que creen necesitar, que no escuchan lo que uno les dice.

Pero igualmente esperaba que al obedecer a Dios, Dios hiciera su obra y corrigieran su motivación para buscarle.

¿ES ESO UN ENGAÑO?

La pregunta es: ¿Dejar que la gente piense que Dios va a mejorar todo su entorno y todo lo relacionado con lo material es un engaño?

Es difícil contestar a esto, porque la realidad es que a veces Dios si hace todo eso, por lo tanto no podemos asegurar que Dios no mejorará el entorno de una persona, como tampoco podemos asegurar que si lo va a mejorar.

Sin embargo al pasar el tiempo, y al ver él celo que Dios ha puesto respecto de predicar sólo lo que la escritura dice que es para nosotros en este tiempo, mí percepción de esa situación cambio.

En primer lugar porque la visión con la cual buscamos a Dios es determinante para los resultados. La escritura enseña:

Lucas 11.34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.

Buscar a Dios con una visión equivocada no produce los buenos resultados que Dios quiere producir.

Porque una cosa es esperar que las cosas afuera cambien para que nuestra vida mejore, y otra muy diferente que mi vida interior cambie trasformando así nuestra manera de percibir las cosas que suceden, y como consecuencia cambiando nuestra manera de actuar. (Mata, cambia, cámbiame.)

Pero esta verdad acerca de la necesidad de cambiar nosotros es tan difícil de aceptar, que algunos cuando han sido tocados por Dios, notan cambios en su vida que han llegado a considerar un error, y me han consultado al descubrir que por ejemplo. Su motivación para hacer riquezas ha disminuido. O su motivación para estudiar. O respecto del sexo opuesto. etc.

Es decir; les parece extraño y malo haber perdido esas motivaciones que son comunes en el mundo por causa de la codicia.

Pero contrario a estos a los que Dios está transformando su alma, hay muchos otros que a lo largo de su vida cristiana, se la han pasado peleando con Dios por qué no cambia su entorno, y al hacerlo, están desaprovechando una cantidad de lecciones espirituales que serían de enorme bendición para sus vidas.

Además, esa obstinación de que las cosas a nuestro alrededor son las que deben cambiar, impide tener nuestra esperanza puesta en la eternidad… Y respecto de esto la escritura dice:

1 Pedro 1.13–15 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

Nuestra esperanza tiene que estar colocada en la venida de Jesucristo… Para que esto sea posible debemos desechar los deseos de nuestra ignorancia!

Por esto es importante que nos preguntemos: ¿Todavía anhelamos o creemos que las cosas a nuestro alrededor deben cambiar, para poder vivir espirituales y felices? Si así pensamos, es porque todavía deseamos cosas que en nuestra ignorancia pensamos que son buenas para nuestra vida, lo cual demuestra que no estamos pensando bien, y que estamos actuando como borrachos.

Además, pensar que son necesarios esos cambios para vivir felices, niega promesas muy importantes del Nuevo Pacto. Y negar estas promesas no nos permitirá tener una buena relación con Dios.

DEJAR PASAR EL TIEMPO PRODUCE DAÑO…

Este problema puede empeorar, porque si dejamos pasar el tiempo teniendo una motivación equivocada, luego será muy difícil corregir la visión.

Y al no poder corregirla, esa motivación equivocada, si Dios no nos responde como lo esperamos, lo que va a producir con el tiempo es que nos alejemos de Dios… Unos lo hacen yéndose de la iglesia, otros endureciendo su corazón llegando a ser completamente sordos al mensaje de Dios.

Y en ambos casos del resultado es que como no cambian siguen cometiendo, y a la final sufriendo por los mismos pecados.

Esto de dejar pasar el tiempo escuchando a Dios y no haciéndole caso, es algo muy serio y muy grave. Por esto la escritura advierte:

Hebreos 3.7–8, 10 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto… 10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.

Insisto: Escuchar que Dios nos habla y no hacerle caso es supremamente grave. Respecto de esto he visto que algunos se ha vuelto como místicos, y con esto me refiero a aquellos que dicen que Dios les habla respecto de una serie de tonterías… Pero la palabra que escuchan de manera continua que les muestra sus pecados que deben dejar, esa no lo tienen en cuenta.

Como quien dice; la palabra de Dios no es importante, Dios no les habla a través de la palabra, pero sí ponen mucha atención a sentires, visiones o sueños que no son de Dios, y eso si lo obedecen.

Gravísimo, porque creen que están escuchando y haciendo caso a Dios, y no es cierto. Y su error se puede comprobar en que ellos saben en que están desobedeciendo, y siguen igual.

Insisto: Dejar pasa del tiempo escuchando a Dios y no hacerle caso produce un daño enorme en el corazón. Es tan grande el daño que la escritura enseña:

Proverbios 23:9 No hables a oídos del necio, porque menospreciará la prudencia de tus razones.

Proverbios 17:10 La reprensión aprovecha al entendido, más que cien azotes al necio.

Proverbios 27:22 Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, No se apartará de él su necedad.

Necio es aquel que recibiendo la instrucción para hacer lo correcto no hace caso.

Y ojo, hay necios que de frente dicen; “no lo haré”, pero también hay necios que se la pasan diciendo que; “Van a cambiar” o que; “Tienen que cambiar” y no cambian.

Y lo que me parece muy serio, es que los textos que he leído dicen que perdemos el tiempo cuando a esta clase de personas les hablamos… “No hables a oídos”. Perdemos el tiempo si los “reprendemos”. Y aun cuando los “castiguemos” perderemos el tiempo porque eso no los apartara de su necedad.

Por eso, para que los hombres no caigan en ese terrible estancamiento espiritual que puede destruir sus vidas, lo correcto es:

Proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Siendo esto lo que Dios dice en su palabra, la pregunta es: ¿Es cierto, es decir, es verdad que cuando el niño es instruido en el camino del Señor, vivirá por el buen camino durante toda su vida?¿Es eso cierto?

Si no creemos que esto sea cierto, entonces tendremos que decir que la palabra de Dios, es decir Dios miente…

Al ver a algunos cristianos pareciera que de verdad creen que Dios miente. Y se nota en que cometen el grave error de no corregir a sus hijos desde pequeñitos, pensando que más tarde tendrán oportunidad de hacerlo… Lo cual, como estamos leyendo en la palabra de Dios, puede no ser cierto pues volviéndose necios aunque sean corregidos aún duramente no van a cambiar.

Esa es la triste realidad de algunos padres a los que se les ha hecho tarde, por eso si quieren que sus hijos lleguen a ser espirituales, les va a costar un trabajo enorme que incluye mucho sufrimiento, para los hijos y para los padres… Y donde el buen resultado no está asegurado.

¿Por qué? Porque las cosas no se hicieron a tiempo. Y esto que es una triste realidad con los hijos en la carne, también lo puede ser con los hijos espirituales.

El problema es que esa mala visión de buscar a Dios por las cosas materiales es muy común. En ese tiempo comenzaron a pasar programas de televisión (Enlace) donde se desafiaba a las personas a creerle a Dios, haciendo énfasis en que si los cristianos sembraban con fe, hablando de dinero, entonces Dios los iba a bendecir económicamente aún 100 veces más… Y de esa manera poco a poco dieron forma a la llamada doctrina de la prosperidad material, que todavía se enseñan en muchísimas iglesias.

En estos días alguien de aquella época se enfermó, y muchos contemporáneos han hecho una cadena de oración donde declaran victoria, guerra espiritual, que los órganos bajen del cielo, sanidad total… Pero no he visto que ninguno ore aceptando la perfecta voluntad de Dios en ese asunto, lo cual indudablemente es lo mejor que puede pasar.

Pero no se ora de esta manera, por aquella doctrina de la prosperidad material o integral, que siempre insiste en querer arreglar las cosas externas, sin entender los maravillosos planes de Dios.

Lo cierto es que en aquella época como ahora, se llena mi corazón de un revuelto de sentimientos de tristeza y molestia… pensando en cómo los está engañando con esas malas enseñanzas, sin embargo la culpa no es sólo de los que enseñan mal, también lo es de aquellos que tienen una mala motivación para buscar a Dios.

El apóstol Pablo viendo estas cosas que no son nuevas, le advertía a su discípulo Timoteo con las siguientes palabras:

2 Timoteo 4.1–4 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

Resumiendo… Dios nos va a juzgar por lo que enseñemos, por eso debemos predicar lo correcto, insistir reprender, exhortar con paciencia y con buena doctrina, porque llegará el tiempo en que muchos querrán qué se les predique lo que ellos desean oír, apartándose por completo de la verdad.

Hace un tiempo escuche el triste testimonio, de una iglesia bastante grande en la que el pastor comenzó a enseñar esta verdad acerca de la verdadera motivación para buscar a Dios, pero como el resultado fue que muchos buscaron otras iglesias y muchos de los que quedaron dejaron de ser fieles con su diezmos, el pastor tomó la decisión de no enseñar mas esto porque estaba afectando su economía y la de los otros pastores que trabajaban en la iglesia.

También he escuchado los tristes testimonios de algunos pastores a los que Dios me permitió enseñarles, los cuales al comenzar a enseñar esto en sus iglesias fueron detenidos, diciéndoles que aunque eso es cierto no conviene enseñarlo, porque afecta las finanzas de la iglesia.

Pero: ¿Será que la escritura no es muy clara respecto de este asunto, y por eso a los cristianos les cuesta trabajo corregir su motivación para buscar a Dios?

La respuesta es no, la escritura es muy clara, cómo lo podemos ver en los siguientes pasajes donde Jesús está motivando a la gente a seguirlo.

El primero es, cuando después de haber multiplicado los panes y los peces la gente le busca porque quieren más pan, y él en esa ocasión hace un claro y fuerte énfasis en la razón por la cual debe ser buscado… Diciéndoles:

Juan 6: 27. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

Dentro del contexto de la conversación, “trabajar” se refiere a lo que ellos deben hacer y esperar como producto de relacionarse con Dios, y Jesús es muy claro, al declarar que la razón de nuestra relación con Dios, no puede ser la obtención de las cosas materiales… si no la obtención de las cosas eternas.

Esta declaración no hay como malinterpretarla… El hombre, no debe buscar a Dios teniendo como objetivo las cosas materiales.

Además, y esto es muy importante tenerlo en cuenta: Si usted revisa la escritura va a descubrir que este claro mensaje lo dio Jesús a las multitudes. No fue dado a cristianos maduros para que corrigieran su mala motivación de buscar a Dios. No. Fue un mensaje dado a la gente que apenas estaba pensando si se acercaba o no a Dios.

Mostrando con claridad, que el deseo de Dios es, que desde el comienzo lo busquemos con una motivación adecuada.

¿Tiene usted claridad en este asunto?. Y ojo, no estoy diciendo que Dios nos hace un llamado a la pobreza, ni tampoco que Dios no va a suplir nuestras necesidades, pues El promete hacerlo.

Precisamente por eso, porque el prometió hacerlo, dice que no busquemos esas cosas que los gentiles, es decir, que los incrédulos buscan. El pasaje dice:

Mateo 6:32 al 33. Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

En otras palabras quiere decir que si buscamos genuinamente que Dios transforme nuestro corazón, el promete darnos las cosas que son necesarias para vivir. En otra versión dice:

Mateo 6:32 al 34 Solo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes no se desesperen por esas cosas. Su Padre que está en el cielo sabe que las necesitan. 33 »Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Todo lo demás, él se los dará a su tiempo. 34 Así que no se preocupen por lo que pasará mañana.

Nuevamente déjeme preguntarle: ¿La palabra de Dios se cumple? Si la palabra de Dios se cumple, y yo estoy convencido que sí, quiere decir según este pasaje, que aquellos padres que no tienen lo suficiente para sostener a su familia, es porque no han aceptado o han olvidado que Jesús es su rey y no le están haciendo caso.

Al ver estos pasajes no hay duda que la escritura es supremamente clara en este asunto. Tanto que cuando uno lee esto y ve los enormes desafíos del evangelio de la prosperidad, es evidente que ellos están completamente equivocados.

Sin embargo, tengo que reconocer que ha sido un proceso llegar a ver esto con la claridad que lo veo hoy.

En otra época cuando me quedaba callado, pensaba que las cosas materiales podían ser el gancho inicial para acercarse a Dios. Hasta tenía un pasaje para respaldar esa creencia:

Oseas 11:3 al 4. Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. 4Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.

Como cuerdas humanas… Entendía yo que era Dios dándoles a los hombres las cosas que para los hombres eran importantes, para luego mantenerlos cerca de Él.

Desafortunadamente de manera continua olvidamos el contexto y la historia completa de los pasajes que usamos para decir algo. Además nos volvemos expertos en aplicaciones olvidando la clara interpretación del pasaje.

En este caso por ejemplo: los versículos que siguen a esa declaración muestran que el pueblo no se quiso convertir. Y la historia también nos cuenta que el pueblo de Israel ha endurecido su corazón a pesar de haber sido cuidado y bendecido en lo material. Tan duro está su corazón que solo en la gran tribulación habrá esperanza para ellos.

Y creo sinceramente, que esa es una de las razones por las cuales cuando Jesús vino, a esos que apenas comenzaba a seguirle, desde el comienzo les dio un mensaje claro acerca de la razón para buscarlo.

Si la esposa se aguanta el maltrato del marido desde el comienzo…cuando falte el amor humano, el enamoramiento y la pasión, y ya su marido le parezca insoportable, entre más tiempo haya pasado va a ser más difícil cambiar la situación, pues él pensara que así como le ha funcionado va a seguir funcionando… Y podrá terminar perdiendo su mujer.

Respecto de la doctrina en las iglesias, el problema no es solamente que no se haga claridad de la verdadera razón por la cual se debe buscar a Dios. El problema es que en la mayoría de las iglesias se está enseñando todo lo contrario…

“Busque a Dios para ser prosperado “… Y algunos de ellos se han atrevido no sólo a enseñar esto que es contrario a lo que Jesús dijo, si no a hacer algo todavía peor, que es enseñar que junto con las cosas espirituales se deben buscar las materiales. Pero Jesús dijo:

Lucas 16.13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

No se pueden hacer las dos cosas: O busco a Dios, lo cual implica hacer en todas las cosas lo correcto incluido el trabajo y los negocios, y Dios se encargará de darme lo necesario. O busco hacerme rico trabajando al estilo del mundo, infringiendo los principios y la voluntad de Dios, enfermando cada vez más mi alma… y como eso no me permite servir a Dios terminaré en el infierno.

No hay duda que esa mala motivación de buscar a Dios por la riqueza y la prosperidad al estilo del mundo es altamente destructiva.

Por eso desde el comienzo el Señor Jesús a las multitudes, a los que apenas comenzaban a seguirle les aclaro:

Lucas 14:25 al 26. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Este pasaje normalmente lo explicamos así: No es un llamado para desatender las obligaciones familiares porque eso sería algo en contra de la voluntad de Dios, lo que Jesús quiere decir es que si en determinado momento su padre, su madre, hermanos, esposa e hijos, etc. Son un obstáculo para acercarse a Dios… Nuestra decisión tiene que estar con Dios así eso implique alejarnos de aquellos a quienes amamos.

Un ejemplo sencillo es… El esposo, o la esposa no quieren venir a la iglesia… ¿Qué debe hacer usted? Si el Señor esta por encima de su pareja usted viene… Si su pareja es más importante que Dios usted tampoco vendrá.

Si alguna mujer está pensando en disculparse de que su marido es la cabeza… Quiero recordarles que la cabeza no puede ordenar algo en contra de lo que Dios ha pedido. Y la escritura dice “No dejando de congregarse”

Notemos que el pasaje también dice: y aun también su propia vida… qué es igual a decir que debo amar a Dios más que a mí mismo.

Y el ejemplo en este caso podría ser… Usted no quiere venir a la iglesia… ¿Qué debe hacer si ama al Señor por encima de su amor a si mismo? ¿Qué hará si se ama asimismo más de lo que ama a Dios?

Quiero insistir… ¿A quiénes les estaba dando este claro y fuerte mensaje? A las multitudes, a personas que apenas estaban comenzando o pensando en seguir a Jesús. No ha personas que llevaban tiempo con una motivación equivocada para que la corrigieran.

A LOS DISCÍPULOS

Más adelante encontramos a Jesús dando esta misma enseñanza, pero en otro nivel, a sus discípulos y les dice:

Mateo 16:24 al 26. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

A las multitudes simplemente les dice: No me busquen por las cosas materiales búsquenme por las cosas eternas… Luego…Si no están dispuestos a renunciar a todo no podrán ser mis discípulos.

A los discípulos les habla con más profundidad pues les aclara que:

LA RAZÓN DE NEGARSE A SÍ MISMOS ES PARA TOMAR LA CRUZ Y SEGUIRLE.

No es negarse como un castigo a la carne, (no es ascetismo), y esto quiere decir que si Dios te permite disfrutar, disfruta. Pero sí Dios te hace exigencias que te incomodan, o aun dolorosas, acepte el compromiso y hágale caso a Dios. La escritura dice:

Lucas 7:33 al 34. Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene. 34Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.

Además de que el pasaje nos recuerda de que cuando alguien tiene mala actitud, no hay nada que le guste, no hay nada que le parezca, porque siempre tendrá disculpas para criticar a Dios, su obra y su siervos, justificando así su incredulidad, rebeldía y desobediencia.

El pasaje también nos enseña que a veces Dios nos puede poner a vivir como un Juan bautista, o nos puede poner a vivir como a Jesús. Que según este pasaje comía bien, y como era la costumbre tomaba vino con las comidas.

Recuerdo que en ciertos campamentos a los que he asistido, los organizadores sabiendo que soy el pastor me trataban con preferencia. Unas veces evitándome la fila, otras veces diciéndome que sí quería más, entonces yo pedía otra carne o pan o etc. Otras veces compraba una gaseosa y el administrador no me recibía el dinero ¿Creen ustedes que sea pecado que yo acepte ese trato preferente de parte de ellos?

Si hay quienes piensan que eso es pecado, unos por su amargura y resentimiento, otros por su ignorancia de lo que es la vida cristiana, otros por su carnalidad… (No lo digo por esta iglesia, recuerden que llevó 40 años en el ministerio), pero algunos feligreses creen que ellos pueden comprar un buen televisor pero el pastor no. Que ellos pueden viajar a estados unidos pero si el pastor viaja… Como se está gastando la planta de la iglesia, etc.

La escritura nos muestra cómo judas, que administraban las finanzas del grupo de Jesús y los discípulos, que además robaba, era uno de los que criticaba cualquier trato preferente. “Eso debería ser dado a los pobres” (Igualmente a veces los que no son fieles con Dios en sus finanzas son los que más critican.)

Hoy hay muchos cristianos pobres desenfocados que envidian a los cristianos ricos… O peor aún les viven lambiendo a ver que les regalan.

Ponga cuidado: Aceptar y disfrutarán lo que Dios nos da no es pecado… Pecado sería sí alguien exige que sí no le tratan con preferencia no va a dar ningún mensaje. Eso sí sería un pecado horrible.

No es pecado tener una cama deliciosa para acostarse a dormir… Pecado es que por dormir en esa cama no haga lo que Dios le ha pedido.

No es pecado trabajar para mejorar el nivel de vida… Pero si es pecado trabajar robándole el tiempo a Dios.

Siempre la razón de abstenernos de algo debe ser, por hacer la voluntad de Dios.

Lo segundo que Jesús les aclara los discípulos es:

PORQUE TODO EL QUE QUIERA SALVAR SU VIDA, LA PERDERÁ

Salvar la vida en este contexto se refiere a todas aquellas cosas en las que desobedecemos a Dios para vivir mejor.

Por ejemplo: El joven que fornica por que de aquí a que se case… Cuánto tiempo pasará. ¿Y por qué lo hacen? Por disfrutar, por salvar su vida.

La mujer que no se sujeta a su marido por salvar su vida… Los hijos rebeldes a sus padres por salvar sus vidas… Los discípulos desobedientes por salvar sus vidas… El que le huye al compromiso como cristiano en la obra de Dios, que no quiere prepararse, no hacer cursos bíblicos, no tener grupo de oración, no tener discípulos, todo por por salvar su vida…

La tremenda verdad es: Cada vez que no hacemos como Dios dice… Perdemos. O tal vez debería decir perderemos. ¿Por qué? Porque los buenos y los malos resultados normalmente se cosechan con el tiempo.

Y esto hace que algunos que no hacen las cosas bien estén tranquilos, porque no les ha pasado nada… sin embargo la escritura respecto de esto nos dice: ”No os engañéis”

2 Crónicas 29:11 Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso.

Hay quienes se engañan no aceptando que Dios quiere que le sirvan… Piensan que los otros deben hacer la obra de Dios pero ellos no, que otros deben sacar tiempo pero ellos no, que otros deben ser los que diezmen y los que ofrenden pero ellos no.

Jeremías 37:9 Así ha dicho Jehová: No os engañéis a vosotros mismos, diciendo: Sin duda ya los caldeos se apartarán de nosotros; porque no se apartarán.

Hay otros que se engañan pensando y esperando que la situación cambie para poder ser felices, cuando la realidad es que la situación se va a mantener hasta que su corazón cambie, y pueda aprender y disfrutar de lo que Dios le está permitiendo vivir.

Gálatas 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción;

Hay otros que se engañan desobedeciendo a Dios pensando que las cosas al final saldrán bien, sin entender que su desobediencia corrompe su alma, lo cual hará que cada vez sea más difícil satisfacerla, y esto los llevará a ser cada vez más que esclavos del pecado y del mundo.

Si usted evalúa notara que en las cosas que no le hace caso Dios cada vez está peor…

Pero el hombre trata por todos los medios de ignorar esta verdad… “Todo el que quiera salvar su vida perderá”…

Comenzaron los cristianos, los líderes, y los pastores a adulterar… y aparece la doctrina del divorcio y nuevo matrimonio donde se pueda hacer cualquier cosa con el respaldo de Dios, porque todo está perdonado.

Comenzaron los cristianos a apegarse al mundo desenfrenadamente y aparece la doctrina de la prosperidad material, donde el ambicioso es premiado.

Comenzaron los cristianos a envanece y a llenarse de orgullo y ahora hay que ser apóstol porque eso es lo importante, y el pastor que no sea apóstol esta grave…

Pero eso mismo que pasa a nivel de los dirigentes cristianos, pasa en medio de la iglesia, donde cada uno se inventa una disculpa para seguir justificando su pecado y desobediencia a Dios.

Pero por más que torciendo la doctrina, o apoyándonos en el mundo nos justifiquemos… de todos modos indudablemente el hombre que no hace caso a Dios perderá.

La escritura dice:

Filipenses 4.13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Al decir esto el apóstol Pablo no está hablando de que tiene el poder para cambiar todas las situaciones… Todo lo contrario, lo que esta diciendo es que no importa la situación en que Dios lo coloque a vivir…

Filipenses 4.11–13 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Porque gracias al poder de Dios puede obedecer en todas y cada una de esas situaciones trayendo verdadera bendición para su vida.

Esta preciosa verdad es cierta para todos y cada uno de los hijos de Dios, de tal manera de que si no somos obedientes en aquellas cosas que Dios nos dice que debemos cambiar, es simplemente porque no le creemos, no porque no podamos.

Continuamos…

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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