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INTRODUCCIÓN A LOS DONES ESPIRITUALES

I. INTRODUCCIÓN

Hablamos la semana pasada del costo que es necesario pagar para vivir la auténtica vida cristiana. Y por un lado dijimos que el precio a pagar es ínfimo o muy pequeño comparado con el beneficio tan enorme que vamos a recibir. Es difícil cuantificar estas dos cosas, porque el precio a pagar lo pagamos en un límite de tiempo muy corto, comparado con el beneficio que vamos a ganar que será por la eternidad.

Alguna vez tratando de explicar esto decía que sería un muy buen negocio soportar un dolor inmensamente grande pero sólo por una 1.000ª de segundo, para después de eso vivir 1.000 años de la manera más espectacular, con cero dolor, cero tristeza, cero enfermedad, y además con las mayores riquezas, con el marido o la mujer más hermosa, los hijos más obedientes, la más grande sabiduría, el más grande poder, etc.

Pero ese ejemplo se queda corto porque no hay como comparar 100 años de vida por decir algo, con una eternidad, pues los 100 años de vida comparado con la eternidad es como si no existieran, y ese es el cortísimo tiempo que debemos vivir en la tierra pagando el precio para obtener esa gloriosa eternidad.

Pero hay otra aclaración que debemos hacer respecto del sufrimiento qué a veces debemos soportar en la vida cristiana, y es que no es lo mismo sufrir por causa de nuestro pecado, que sufrir por causa del pecado de los demás. ¿A qué me refiero?

A que el sufrimiento que nosotros padecemos es en primer lugar para liberarnos, limpiarnos, sanarnos, restaurarnos de las consecuencias del pecado en que hemos vivido, para que no sigamos sufriendo por causa de el, por causa de nuestra falta de fe, de nuestra angustia, de nuestros miedos, de nuestra envidia, celos, etc… De esta clase de sufrimiento leímos la semana pasada:

1 Pedro 4:1–2 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.

Donde es claro que tenemos que disponernos a dejar el pecado aunque eso implique sufrir, para no seguir viviendo el resto de nuestra vida esclavos de el, sino conforme a la voluntad de Dios. Sin embargo este sufrimiento por causa de nuestros pecados y malas decisiones es diferente al que menciona el apóstol Pablo en el siguiente pasaje:

Colosenses 1:24–25 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; 25de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios…

El sufrimiento que menciona el apóstol, dice que es la continuación de lo que Cristo tuvo que padecer por nosotros por causa de nuestros pecados. Y que él ahora al hacer ministerio entiende que debe sufrir por sus discípulos, que debe soportarlos, que debe tenerles paciencia, que debe aguantarse que lo ataquen, que lo ignoren, que lo menosprecien, para a pesar de todas estas cosas poder ayudarlos comunicándoles como dice el, cumplidamente la palabra de Dios. ¿Y cuál es esa palabra de Dios que debe comunicar cumplidamente? Continúa diciendo:

Colosenses 1:26-27 …el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles…

En otra parte el apóstol dice que ha cumplido al enseñarles todo el consejo de Dios, es decir principios, normas, mandamientos, promesas, etc. Sin embargo el apóstol en este texto está dando a entender que hay un punto central supremamente importante e irremplazable, que es el único que permite que podamos vivir como auténticos cristianos… Diciendo además que este asunto qué es definitivo, es un misterio que estuvo oculto desde la eternidad, pero que ahora nosotros los cristianos tenemos el privilegio de conocerlo y a través de él poder disfrutar de la riqueza de la gloria de Dios.

Siendo esto así de importante, no hay duda que si al vivir día a día no recordamos o no tenemos presente este misterio, lo más seguro es que vamos a fallar como cristianos. Porque la realidad es que este misterio revelado es como la gasolina para un vehículo, donde no importa lo costoso, lo moderno, lo eficaz que puede ser el vehículo, si no tiene gasolina, no funciona.

De igual manera no importa lo buenas personas que seamos, lo inteligentes, lo poderosos, los sabios, lo diligentes, en fin no importa absolutamente nada, si no disfrutamos de la revelación de este misterio no podemos vivir como auténticos cristianos, solamente los vamos a poder arremedar, lo cual nos costará un enorme sacrificio que no dará fruto a los ojos de Dios, ni nos hará felices.

¿Cuál es ese misterio escondido desde la eternidad del cual ahora podemos disfrutar? El apóstol continúa diciendo:

Colosenses 1:27… que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria…

No hay duda que lo único que hace posible que seamos auténticos cristianos, que obtengamos la salvación y qué podamos vivir haciendo la voluntad de Dios, es que hayamos nacido de nuevo, porque cuando ocurre el nacimiento espiritual, Cristo viene a vivir dentro de nosotros, y es él y solo el, el que nos da la sabiduría, la dirección y el poder para hacer su voluntad. De muchas formas la escritura nos insiste en este asunto. Por ejemplo:

Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Cuando tenemos un deseo genuino de hacer la voluntad de Dios, es porque Cristo en nosotros ha producido ese deseo, pero no sólo produce el deseo sino que nos da el poder para realizarlo.

Cuando frente a ciertas circunstancias, o cierto trato comenzamos a decir que no podemos, estamos diciendo la verdad, pero sólo la mitad de la verdad porque la otra mitad es que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

Igualmente en el libro a los hebreos después de mostrar la importancia de dejar atrás el viejo pacto en el cual la clave era el esfuerzo personal para cumplir con Dios y ser bendecidos, para poder vivir bajo el nuevo pacto donde la clave es la fe y la presencia de Jesucristo en nuestra vida, al final concluye diciendo:

Hebreos 13:20–21 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Cómo quien dice que no es cristianismo lo que nosotros hacemos por Cristo, cristianismo es lo que le dejamos hacer a él en nosotros gracias a la confianza que depositamos en él. Y por esta razón por qué es la única forma posible de vivir la auténtica vida cristiana, es que el apóstol Pablo insistía en comunicar este misterio. Si seguimos leyendo el pasaje de Colosenses dice respecto de ese misterio:

Colosenses 1:28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; 29para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

Notemos que el apóstol no pierde de vista que la clave es la presencia de Cristo el Dios todo poderoso en su vida, el cual lo capacita para vivir haciendo su voluntad, por eso dice: “luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.”

Por esto es importantísimo que saquemos de nuestra mente y de nuestro corazón, la creencia de qué somos nosotros cumpliendo con un código de ética o de moral para ganarnos el favor de Dios… Pues lo que en realidad debemos hacer, es dejar el control de nuestra vida para que él nos use, y eso sucede en la medida en que le conocemos y confiamos en él. Por eso Pablo escribió:

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Lo que quiero que entendamos y no olvidemos es que la vida cristiana es milagrosa. Por un lado el milagro de Cristo en nosotros, y por otro lado el milagro de la soberanía de Dios.

Por qué no hay duda que es un milagro que Dios con su sabiduría y su poder controle absolutamente todas las cosas que suceden a nuestro alrededor, para cumplir su propósito en nuestra vida y en el mundo.

Pero si no creemos en el respaldo soberano de Dios, entonces seguir sus instrucciones termina siendo una locura, un suicidio emocional, un suicidio económico, un suicidio respecto de nuestra salud, porque la clave, y lo que hace que sea de bendición que hagamos la voluntad de Dios, es que Dios con el milagro de su soberanía o con cualquier otro milagro que sea necesario, respaldará aquello que nos mandó a hacer.

No sé si no lo han pensado bien, pero el que Dios sea soberano y pueda hacer que todas las cosas ayuden a bien, conforme al propósito que tiene en cada uno de nosotros, eso es un milagro asombroso que implica un enorme poder y una sabiduría inimaginable para poder coordinar todas las cosas, de tal manera que cada vez que un cristiano haga la voluntad de Dios, las cosas que sucedan traigan bendición a su vida espiritual.

El cristianismo y el poder vivirlo es algo milagroso, y el pecado que con frecuencia cometemos es que lo humanizamos, nos olvidamos que Dios en nosotros es el que produce el querer como el hacer, nos olvidamos que su soberanía maneja todas las cosas a nuestro favor, y terminamos viviendo en nuestro esfuerzo personal como cualquier persona de cualquier religión que jamás podrá agradar a Dios ni recibir su favor.

Si alguien al ver nuestra obediencia al Señor nos pregunta que por qué obedecemos según el esas normas absurdas, la respuesta que debemos dar es; porque Dios es poderoso y nada puede impedir que cumpla su palabra. Y eso implica que Dios como ya mencioné, hará todos los milagros necesarios para bendecir nuestra obediencia.

Pero insisto… Olvidamos lo milagrosa que es la vida cristiana, y tal vez por eso el apóstol Pablo le decía a su discípulo Timoteo en medio de una serie de recomendaciones; esfuérzate, sufre penalidades, siembre y espere como labrador, luche como soldado, trabaje, etc. Y luego de todo esto le dice algo que parece extraño:

2 Timoteo 2:8 Acuérdate de Jesucristo, descendiente de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio,

Parece tonto que le diga que se acuerde de Jesucristo, cuando todas la recomendaciones son para que extienda el mensaje de Jesucristo… sin embargo suele ocurrir. Nos olvidamos de Jesucristo aún al hacer su obra, nos olvidamos que contamos con su respaldo, con su poder, con su dirección. Y cuando esto ocurre, ni hacemos la obra de Dios como debiéramos, ni tampoco vivimos la auténtica vida cristiana, sino una imitación barata y enredada. Y para no caer en esto es que Jesús dijo:

Juan 15:5 »Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.

Cuando revisamos en la escritura la historia del pueblo de Dios notamos que de principio a fin siempre estuvo rodeado de eventos sobrenaturales, de eventos en los que el hombre natural no tenía participación por su incapacidad y pequeñez.

Por supuesto siempre hay que colocar como decía alguien, el burro adelante y la carreta detrás. Y quiero decir con esto que los milagros físicos eran casi siempre la consecuencia de un milagro espiritual.

En otras palabras, para que se realice un milagro, una acción sobrenatural, casi siempre es necesario que un hombre u hombres crean primero a Dios. Lo cual resulta en un milagro entendiendo la condición del hombre.

Abraham cree a Dios… y Dios realiza el milagro de Isaac. Usted puede pensar que Isaac no vino fruto de la fe de Abrahán… lo cual posiblemente es cierto, pero eso lo corrigió Dios cuando Abrahán fue capaz de ofrecer a Isaac en sacrificio. (Lo hizo porque creyó en un Dios milagroso)

Y así, desde su inicio hasta el final de los tiempos, el pueblo de Dios, me refiero a los israelitas siempre han estado, están y estarán rodeados de los milagros que le permiten sobrevivir.

Los milagros de las plagas en Egipto, el paso del Mar Rojo, el maná, agua de la roca, el paso del Jordán, la toma de Jericó, el sol se detuvo en Gabaon, los milagros de Elías, los milagros de Eliseo, etc.

Los milagros de Jesús… Expulsiones de demonios, sanidades de leprosos, de fiebre, de parálisis, de flujo de sangre, de sordomudos, de ciegos, de mujeres encorvadas, curaciones a distancia, resurrecciones, multiplicación de alimentos y bebidas…

Los milagros de los discípulos… Sanidades, paños, disciplinas, aún la sombra de Pedro sanaba…

Los milagros en la actualidad… Resurrecciones, multiplicación de alimentos, liberaciones, sanidades, discernimiento, profecías, don de ciencia, etc.

Dentro de lo milagroso de la vida cristiana, de la realmente y auténtica vida espiritual hay un elemento indispensable que no puede faltar, y es: LOS DONES ESPIRITUALES.

De forma muy resumida podemos decir que Dios a todos los hombres nos a dotado de ciertas habilidades o destrezas, que con la práctica podemos mejorar. De allí el dicho; “la práctica hace al maestro”

También tenemos los llamados talentos o habilidades naturales, que no son comunes en todos los hombres como el talento para la música, la pintura, las matemáticas, pero que al igual que las habilidades o destrezas pueden desarrollarse a través del ejercicio ese talento en particular.

Pero además de esto a nosotros los cristianos, los nacidos de nuevo, junto con la presencia de Cristo en nuestra vida, también nos ha dado lo que la escritura llaman los dones espirituales.

El apóstol Pablo escribió respecto de esto a su discípulo Filemón diciéndole:

Filemón 6 para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.

Al tener a Cristo en nuestra vida hemos recibido muchas cosas, y por esto el apóstol animaba a su discípulo para que a través del conocimiento y la fe, fuera consciente de todo lo que había recibido, y entre esas cosas recibidas están los dones espirituales, y por esto también a los Corintios el apóstol les escribió:

1 Corintios 12:1… No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.

Y según esto no hay duda que no es correcto, no está bien que nosotros los cristianos ignoremos cuáles son los dones espirituales que hemos recibido de parte de Dios.

El asunto puede parecer no muy importante, pero si recordamos lo de la parábola de los talentos… aquel hombre que recibió un talento y no lo utilizó adecuadamente fue fuertemente exhortado por el Señor, llegando a decirle que lloro y el crujir de dientes sería lo que recibiría.

No pretendo decir que eso mismo va pasar si no administramos bien los dones espirituales, pero sí debe ser claro que es una obligación administrar de manera correcta lo que Dios nos ha dado. Además dice la escritura:

Romanos 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Eso quiere decir que lo que hemos recibido estará allí así no los administramos bien, pero no hacerlo obviamente implica la pérdida de bendición para nosotros y en cierto modo para la iglesia.

¿Qué son los dones espirituales? Pues bien, los cristianos debemos y podemos hacer la voluntad de Dios haciendo muchas cosas como por ejemplo: Compartir de Cristo, enseñar de Cristo, orar por sanidad, servir, exhortar, reprender al maligno, orar por milagros, expulsar demonios, etc.

Sin embargo sabemos por la escritura que los dones espirituales son habilidades sobrenaturales más allá del común de los cristianos, que nos permiten actuar con muchísimo más poder y efectividad que el cristiano que no tiene ese don en particular.

Por ejemplo todos podemos y debemos orar por sanidad cuando algún enfermo lo solicita, pero los resultados del que tiene don de sanidad son muchísimo más abundantes que lo que podemos lograr nosotros. Y así ocurre con todos los dones.

El apóstol Pablo producto de lo que había visto a lo largo de su ministerio escribió:

1 Corintios 12:4 al 11. Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. 8A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; 9a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. 11Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Antes de repasar la lista quiero que pongamos mucha atención a este último párrafo, pues el apóstol está diciendo que el Espíritu Santo reparte estos diferentes dones de manera particular a cada creyente. Es decir como mostré con otros textos, todo auténtico cristiano tiene al menos uno o varios dones espirituales.

Y si como ya leímos Dios nos dice que no debemos ignoralos, eso quiere decir que cada uno de nosotros debemos saber cuáles son los dones que tenemos, porque si no sabemos cuáles dones tenemos entonces es como haber recibido un tesoro al cual menospreciamos…

La lista de los dones que incluye el apóstol en este pasaje son:

Palabra de sabiduría
Palabra de conocimiento
Fe
Dones de sanidades
Hacer milagros
Profecía
Discernimiento de espíritus
Diversos géneros de lenguas
Interpretación de lenguas

En otro pasaje dice:

Romanos 12:6 al 8. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

En este otro pasaje en el cual se nos dice que debemos usarlos conforme a la medida de nuestra fe aparecen los siguiente:

De servicio
De enseñanza
De exhortación
De repartir
De presidir
De hacer misericordia

¿DESDE CUANDO HAY DONES ESPIRITUALES?

Desde el antiguo testamento podemos ver a lo largo de la historia del pueblo de Dios la manifestación de algunos dones espirituales, tales como profecía, sanidad, milagros, ciencia, etc.

Aunque antes del evento de Pentecostés ya había la manifestación de algunos dones espirituales, algo así como las primicias de lo que Dios luego daría, es en Pentecostés cuando la iglesia en términos generales recibe al Espíritu Santo y los dones espirituales.

Hechos de los Apóstoles 2:1 al 4. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos. 2De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran.

Desde ese entonces estando la iglesia inmersa en el Espíritu Santo… cuando una persona nace espiritualmente, y es colocado en el cuerpo de Cristo o iglesia, recibe los dones espirituales.

¿HASTA CUANDO HABRÁ DONES EN LA IGLESIA?

Algunos queriendo restarle importancia al asunto de los dones, se han inventado doctrinas que dicen que su manifestación corresponde sólo al tiempo de los apóstoles. Creo que los testigos de Jehová ni siquiera creen en milagros… sin embargo no sólo no hay ninguna evidencia doctrinal que apoye esto, sino que al contrario como ya leímos dice la escritura:

Romanos 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Lo cual quiere decir que mientras exista el cuerpo de Cristo, y mientras exista el llamamiento o misión dada al cuerpo, los dones espirituales que le fueron dados existirán, y se seguirán manifestando en toda la iglesia, hasta que esta llegue a la unidad, estatura y plenitud de Cristo.

¿CUÁNDO SE MANIFIESTAN?

1. Los vientos de Dios, o su visitación.

Entendiendo esto como épocas en las cuales Dios por su actuar soberano imparte una bendición especial aunque no era esto lo que los creyentes estaban buscando.

2. La instrucción de la palabra.

Al recibir enseñanzas acerca de lo que Dios ha provisto a sus hijos, éstos pueden gracias a la fe apropiarse y disfrutar de lo ofrecido por Dios.

3. La fe y obediencia.

Y la responsabilidad de los creyentes que se involucran activamente en el ministerio… permite la manifestación de los dones.

4. A través de la ministración.

Que el Espíritu Santo hace en las reuniones (manifestación de dones) o a través del discipulado los creyentes pueden conocer lo que han recibido de Dios.

PARA LA OBRA DEL MINISTERIO

Los dones son herramientas indispensables para el cumplimiento de la gran comisión…. A veces por la falta de ellos algunos cristianos e iglesias terminan haciendo infinidad de programas… forzando estrategias… usando de señorío sobre los feligreses, para lograr engrosar las filas de la iglesia.

Contrario a esto, vemos que Jesús hace lo mismo que manda luego a hacer a sus discípulos. Los envía a predicar el evangelio y los respalda con los dones espirituales. En esta época tenemos el mismo mandato de ir, y los mismos dones para respaldar nuestra labor.

No olvidemos… que producto del engaño tan tenaz que hay el mundo, es un verdadero milagro cuando alguien acepta al Señor Jesucristo como su Señor y su Salvador… ese milagro del nacimiento espiritual es producido por otro milagro… el milagro de la manifestación de Dios a través de sus hijos, tanto con el fruto del Espíritu, como con los dones espirituales.

PARA EDIFICAR EL CUERPO DE CRISTO

Edificación que produce solidez, estabilidad, y gracias a la comunión le permite funcionar en armonía.

Esta edificación tiene íntima relación con la unidad en la doctrina, pues se trata de obtener el conocimiento del Hijo de Dios. Si no hay unidad doctrinal es porque hay mala doctrina. Y si hay mala doctrina es porque los que Dios ha constituido como apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, y maestros, junto con los que dirigen la iglesia, no están cumpliendo con el propósito para el que fueron puestos.

DEBEMOS USAR LOS DONES ESPIRITUALES

1 Corintios 14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

El apóstol ordena seguir el amor y procurar los dones espirituales, la palabra procurar en el original quiere decir:

Arder en celo, ser celoso en la persecución de algo bueno, desear seriamente, esforzarse, estar ocupado en ese objetivo.

Es de suprema importancia que los cristianos entendamos que debemos poner un énfasis muy grande para procurar y aprovechar los dones que Dios nos ha dado, no podemos tomar una actitud desinteresada o negligente a este respecto, algunos lo hacen por ignorancia, otros por miedo, otros por que los que dirigen la iglesia, en lugar de promover los dones se oponen a su manifestación.

Pero si nos dejamos engañar y no aceptamos la importancia de los dones espirituales en la vida cristiana normal, sería similar a decir que Dios, dio algo inútil, algo que sobra, algo que no hacía falta… y peor aún, todo esto como consecuencia también querría decir que Dios está mintiendo respecto a la necesidad de ellos.

El apóstol Pablo entendiendo la importancia del asunto más adelante escribió:

A. DEBEMOS ANHELARLOS

1 Corintios 14:12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.

Donde nuevamente la palabra anhelar es básicamente la misma del pasaje anterior cuyo significado es el de… buscar celosamente, contendiendo celosamente, defender y contender vehementemente por algo.

Pienso que el uso de este término, nos debe dar la certeza de la importancia de los dones y además hacernos conscientes de la oposición de Satanás para que los creyentes no los usemos debidamente.

El pasaje también nos muestra la correcta motivación para anhelarlos, que debe ser la edificación de la iglesia y no la vanagloria del que lo posee.

Un correcto anhelar debe incluir en primer lugar un deseo genuino de alejarme del pecado. Donde no hay un anhelo de santidad no puede haber bendición así se posean los dones espirituales.

Por supuesto debo tener también conocimiento, fe lo cual implica que debo ser un creyente obediente a Dios, debo crecer espiritualmente para lo cual son necesarias las pruebas a través de las cuales El nos perfecciona, afirma, fortalece, y establece.

SON IMPARTIDOS POR EL ESPÍRITU SANTO

V 11. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Pareciera haber contradicción cuando por un lado dice que “anhelemos los dones espirituales que más edifiquen la iglesia”… para luego decir que “el Espíritu Santo reparte como él quiere”

Más no la hay, porque si estamos correctamente enfocados respecto de la voluntad y el propósito de Dios para nuestras vidas, el resultado será que precisamente anhelaremos los dones espirituales que El quiere para nosotros.

Este plan no está desligado de la herencia que hemos recibido, de las circunstancias que ha permitido que vivamos, de las personas que Dios ha colocado a nuestro alrededor, de los dones y talentos naturales, etc…. Los dones espirituales que Dios nos ha dado a cada uno de nosotros son el complemento perfecto, para un plan perfecto diseñado por Él para cada uno de nosotros.

Cuando un cristiano anhela los dones que Dios no le ha dado, está desenfocado respecto de la voluntad y el propósito que Dios tiene para él, lo cual también puede ocasionar que no descubra ni use los dones que Dios si le ha dado.

Esta también puede ser una de las razones por las cuales algunos cristianos después de mucho tiempo no tienen ni idea de cuales son los dones espirituales que Dios les ha dado. Y otros se demoren mucho tiempo en descubrir qué fue lo que Dios les dio.

SON IRREVOCABLES

Sin embargo a pesar de que podamos caer en las equivocaciones que he mencionado, de todos modos ya leímos varias veces qué la escritura dice que:

Romanos 11: 29 porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Por lo cual, a pesar de que un creyente jamás descubra los dones que le han sido dados, o que descubriéndolos no los ejercite adecuadamente, sin embargo los dones no le serán quitados.

NO SON SEÑAL DE ESPIRITUALIDAD

Es normal pero totalmente equivocado que la gente piense que cuando hay manifestaciones sobrenaturales allí está la presencia de Dios, (de esa ignorancia precisamente se valdrá el anticristo para engañar) de igual manera muchos creen que cuando un cristiano tiene dones espirituales es a causa de su espiritualidad o cercanía a Dios, pero tampoco es cierto.

Esto quiere decir que aún abundando los dones espirituales, en cualquier momento los poseedores de estos dones pueden actuar dirigidos con la más horrible carnalidad. La iglesia de Corinto abundaba en dones espirituales y en pecado.

Sin embargo descubrir los dones espirituales, desarrollarlos, y ser usado por Dios con bendición para el cuerpo, si es un asunto de espiritualidad.

Es por esto que, aunque los dones son perfectos como el dador de los dones… los canales no, por eso podemos equivocarnos… ¿Cómo lo descubriremos? Ejerciéndolos bajo la autoridad del cuerpo.

Por supuesto para esto es necesario

Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

La medida de fe se refiere a la convicción que cada creyente tiene respecto de los dones espirituales.

De esa convicción dependerá el ejercicio del don, cuando nuestro concepto de nosotros mismos y del don no es adecuado, puede suceder que no usemos el don, o que usándolo no aceptemos ningún tipo de corrección, y posiblemente ningún tipo de autoridad, lo cual ya es en sí una mala señal, pues si andamos en comunión con Dios debemos también andar en comunión con los hermanos.

LOS DONES ESPIRITUALES PUEDEN SER MAL USADOS

A. POR LOS CREYENTES

Pueden ser mal usados, como puede ser mal usado todo aquello que Dios ha dado al hombre… su inteligencia… su fortaleza… su belleza… la riqueza… etc.

Esta es la razón por la cual algunos creyentes e incrédulos han desarrollado desconfianza respecto de este tipo de manifestaciones.

Desafortunadamente hay testimonios de cómo a través de profecía se ha manipulado a los creyentes para hacer cosas que no están dentro de la voluntad de Dios, también a través del respaldo que dan los milagros se ha enseñado doctrina contraria a la escritura. Y muchas otras cosas se han hecho mal…

Pero ante esta realidad… no podemos a ese mal añadirle otro peor… que es el de dejar de usarlos… pues la escritura dice que son necesarios para cumplir el propósito de Dios.

B. PUEDEN AÚN SER IMITADOS POR EL DIABLO.

La primera referencia que tenemos de esto esta en:

Éxodo 7:11 al 13. Entonces llamó también el faraón a los sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; 12pues cada uno echó su vara, las cuales se volvieron culebras; pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos. 13Sin embargo, el corazón del faraón se endureció, y no los escuchó, como lo había dicho Jehová.

Las brujas, hechiceros, adivinos, espiritistas, hipnosis, iglesias satánicas… y todo esto ira en aumento en la medida en que nos acerquemos al fin de los tiempos.

Hoy podemos ver reuniones iguales, respecto de la forma en que se hacen las reuniones cristianas de sanidad, pero dirigidas por Espiritistas o Hipnotistas, donde también los adeptos cuentan infinidad de testimonios de sanidades físicas, y emocionales. La escritura predijo todo esto… y mucho más.

2 Tesalonicenses 2:9 al 12. El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros, 10y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Sin embargo también es posible que dentro de la iglesia cristiana suceda el engaño… y esto es posible por un lado por causa de los falsos creyentes que hay en las iglesias, y por otro gracias a la mala actitud de algunos auténticos creyentes, cuya motivación para tener y usar los dones no es la de glorificar a Dios, sino a ellos mismos.

El discernimiento espiritual (de manera espectacular el don) es el que nos permite detectar este engaño en la iglesia. Y de manera individual este problema del engaño se puede resolver de manera supremamente sencilla… lo único que tiene que hacer el creyente es someterse a la perfecta voluntad de Dios, y esto puede hacerse haciendo una sencilla y sincera oración de fe que diga:

“Señor si está manifestación no es tuya no la quiero y si es tuya enséñame a entenderla y a aprovecharla como tú deseas “

La oración hecha con fe será suficiente garantía, gracias a la promesa de Dios de contestar toda oración que sea hecha de acuerdo a su perfecta voluntad. Lucas 11:11-13

Siempre que un creyente busque su propia gloria, inevitablemente será engañado por Satanás, no sólo respecto de los dones espirituales, sino respecto de la voluntad de Dios.

¿COMO DESCUBRIR EL DON O DONES QUE TIENES?

A. LA OBEDIENCIA

En términos generales es la obediencia la que permite que crezcamos equilibrada y adecuadamente en la vida cristiana, por ella las personas se involucran en la iglesia, y Dios usa a la iglesia para enriquecer espiritualmente al creyente.

Esta misma obediencia la usa Dios, quien coloca al creyente en situaciones que le permiten entender y aún desarrollar el don que tiene. Por ejemplo tiene don de sanidad y Dios de una manera continua trae enfermos para que ore por ellos, los cuales se sanan. O es maestro y Dios trae gente con inquietudes que resuelve con facilidad. O de servicio… etc.

Es también la obediencia la que permite que el ejercicio del don sea de provecho tanto para el poseedor como para la iglesia.

Es un problema bastante serio cuando la persona que tiene el don, aprovechándose de este no se sujeta a la autoridad por haberse envanecido. Tan serio que la escritura lo llama… la condenación del diablo.

1 Timoteo 3:6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.

B. A TRAVÉS DE LA MINISTRACIÓN

1 Timoteo 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

Ciertamente en tiempos de alabanza y adoración, cuando se da oportunidad a la manifestación de los dones, puede suceder que a través de profecía o ciencia Dios aclare o confirme a los creyentes el don que tienen.

Palabra de sabiduría
Palabra de conocimiento
Fe
Dones de sanidades
Hacer milagros
Profecía
Discernimiento de espíritus
Diversos géneros de lenguas
Interpretación de lenguas
De servicio
De enseñanza
De exhortación
De repartir
De presidir
De hacer misericordia

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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