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¿CONTRA QUIÉN ES LA PELEA? – PARTE 3

I. INTRODUCCIÓN

1 Juan 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

Insisto en que esta es una declaración a la cual no le estamos poniendo suficiente cuidado. Y es también la razón por la cual es fácil entender, porque el verdadero cristianismo va en completa oposición con lo que el mundo considera correcto. Y esa es también la razón por la cual hay mucha dificultad para traer nuevos feligreses a la iglesia, donde muchos de los que vienen aunque manifiestan que las predicaciones son adecuadas, de todos modos presentan una fuerte resistencia para involucrarse a la vida cristiana.

También por esta razón, porque el cristianismo auténtico es opuesto a lo que el mundo predica, es que algunos menos preciando la palabra de Dios, pero queriendo presentarse como cristianos, han comenzado a predicar un evangelio, según ellos mucho más amable y agradable para poder conquistar a la gente del mundo.

Para lo cual han hecho una mezcla del verdadero con el falso evangelio, verdades revueltas con mentiras, sin entender que al hacer esto terminaron desviándose por completo, porque como los deseos básicos del hombre que no conoce a Dios son completamente opuestos a los deseos de Dios, para poder complacerlos y para complacerse así mismos, les ha tocado dejar de predicar aquellas verdades que a la gente del mundo le incomoda, pero insistiendo en presentarse como auténticos cristianos.

Pero este no es sólo un problema en la actualidad, pues aún desde el inicio del cristianismo comenzó a hacerse esto, y es por eso que podemos leer en la carta del apóstol Pablo escrita a los Gálatas, claras advertencias contra aquellos que quieren pervertir el evangelio. Dice así:

Gálatas 1:8-9 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Dice que ni los apóstoles que comenzaron a predicar el verdadero evangelio, y aún si de forma milagrosa apareciera un ángel a predicar un evangelio diferente… No deben ser escuchados, pues quienes predican un evangelio diferente son anatemas.

Y ser anatema bajo el viejo pacto era estar destinado a la destrucción, al exterminio, por ser algo maldito. Y eso es lo que son aquellos que no predican un evangelio fiel a las escrituras.

Y cuando menciona que si él mismo lo hiciera, pienso que una de las razones es que vio que muchos que comenzaron bien terminaron muy mal, y es exactamente lo que vemos en este tiempo.

Cuando esto ocurre en un feligrés normal, pues aunque es grave no es tan grave como cuando ocurre con un líder o con un pastor, porque el feligrés normal a lo mucho da mal testimonio, y hablará mal de la iglesia, pero cuando le sucede a uno de estos líderes o pastores, el daño es muchísimo más grande pues con sus predicaciones terminan engañando a muchos.

Si recordamos las palabras de Jesús a un grupo de judíos que habían creído en él, podemos ver que estos aunque comenzaron creyendo en Jesús, al no querer permanecer en la palabra terminaron muy mal. La escritura nos cuenta:

Juan 8:31–33 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Una de las razones de no querer seguir al pie de la letra las palabras de Jesús, es algo que podemos llamar religiosidad, que en realidad es impulsada por Satanás, donde él convence a los hombres de qué pueden seguir a Jesús a su manera, y vivir un cristianismo a su manera, de tal manera que calman su conciencia pensando que están bien, cuando en realidad están muy mal.

El Señor Jesús por su gran misericordia les insiste que deben apegarse al verdadero evangelio, a sus palabras, pero el resultado de su insistencia fue:

Juan 8:59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

Por supuesto cuando estos hombres hicieron esto estaban convencidos de estar haciendo lo correcto, que es algo que ocurre con frecuencia con aquellos que insisten en vivir el cristianismo como a ellos les parece, y no como Dios dice que debe ser.

Es por esto que es muy importante que entendamos que cuando seleccionamos que partes de la escritura vamos a obedecer y cuales no, estamos graves, no estamos respetando a Dios, y evidentemente no queremos hacer realmente la voluntad de Dios, sino simplemente acomodar el cristianismo a lo que nosotros deseamos.

Y es precisamente esta actitud de querer acomodar el evangelio a nuestro gusto, lo que hace que en muchas iglesias se tuerza el evangelio, para acomodar el evangelio al gusto de las personas.
Y exactamente esto es lo que confirma el apóstol Pablo cómo es la razón por la cual se tuerce el evangelio. Dice así:

Gálatas 1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Hacer esto o vivir de esta manera es un completo menos precio a Dios, pues cuando pretendemos agradar a los hombres es porque tenemos nuestra esperanza en el favor de los hombres, ignorando por completo que lo que necesitamos es el favor de Dios.

Y es por esto que el apóstol asegura que quien vive de esta manera no está sirviendo a Dios, que es igual a decir que no está haciendo la voluntad de Dios, aunque así lo pareciera. Quién enseña, quien predica, quien ayuda a los demás esperando el favor de quienes reciben su favor no está sirviendo a Dios.

Y si nos preguntamos: ¿Porque el verdadero evangelio siendo precioso, es algo que asusta a los hombres? La respuesta es; porque el verdadero evangelio es precioso, pero solo para los que le creen a Dios. Es decir; la confianza en Dios es lo que hace la diferencia entre verlo precioso o verlo aborrecible, que es cómo lo ve ve la gente del mundo.

Algunos al ser conscientes del rechazo que el mundo hace del verdadero cristianismo, cometen un pecado no tan grave como el de aquellos que tuercen el evangelio, pero si faltan al amor cuando por causa del rechazo, toman la decisión de no compartir el evangelio. Si revisamos las palabras del apóstol Pablo, que si estaba predicando el evangelio, vemos que dice:

1 Corintios 9:16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!

Era tan claro para el, el mandato de Dios de predicar el evangelio, a pesar del rechazo de la gente del mundo, que él dice que por hacerlo no debe ser felicitado, porque la realidad es que él necesita obedecer a Dios en este sentido, por qué si no lo hace sabe que tendrá una pérdida enorme, y por eso dice… “Hay de mí si no anunciare el evangelio”.

Es decir; debemos tener muy claro que aunque el evangelio verdadero es una tremenda bendición para los hombres, la razón de predicar es porque Jesús nos lo ha ordenado… Reciba o no la gente nuestras palabras.

Y cuando el Señor insiste en que esto hagamos, él no está ignorando el rechazo que podemos recibir de la gente del mundo, que puede ser desde el simple menosprecio hasta el desprecio total, desprecio que puede convertirse en acciones en contra nuestra. Los discípulos de Jesús tuvieron el privilegio de morir como mártires por causa de este desprecio.

Y si nos preguntamos: ¿Por qué la gente del mundo simplemente no nos ignora, porque tiene que irse contra nosotros? Pues ya vimos que la razón básica es que el mundo entero está bajo el maligno, y esta es también la razón por la cual la escritura nos hace la siguiente advertencia:

2 Corintios 6:14–18 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 17Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, 18y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

No puede haber un yugo, ni compañerismo, ni comunión, ni común acuerdo con los incrédulos, porque al hacerlo nos estamos uniendo a la injusticia, a las tinieblas, a Belial, a los ídolos… Es decir no son simplemente mortales, sino que son mortales controlados y motivados por Satanás para destruir a los creyentes, y es por esta razón que los cristianos que ignoran estas advertencias no crecen espiritualmente como debieran, y aún pueden terminar alejándose del cristianismo evidenciando que nunca fueron hijos de Dios..

Esta espantosa realidad es completamente ignorada por la gente del mundo, y estoy convencido que una gran mayoría de cristianos, no son muy conscientes de lo que implica que Satanás tenga el control de los hombres, y por lo tanto de lo que pasa en el mundo.

Pero aunque el mundo entero esté bajo el maligno, aunque bajo su dominio tenga a los hombres esclavizados y engañados buscando cosas que en realidad no les aprovecharán, y aunque los use en nuestra contra aún con todo el poder que ellos o el pueda tener, el Señor Jesús advirtió que no debemos tener temor. Las razones son varias, dice la escritura:

Mateo 10:26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.

La primera es que absolutamente todo se va a saber, y la importancia de que todo se vaya a saber está en que cada uno ha de responder no sólo por todo lo que haya hecho, sino por todo lo que haya

pensado, y aun sentido en contra nuestra, porque la escritura dice que serán juzgados aún por las intenciones de su corazón.

Eso quiere decir que aquellos que trataron de avergonzarnos, humillarnos, menospreciarnos o agredirnos, serán avergonzados y castigados por cada uno de sus pecados…

Y mientras ellos sean castigados por sus pecados, nosotros que hemos sido perdonados seremos premiados por cada cosa que hayamos hecho conforme a la voluntad de Dios, después de haber recibido el nuevo nacimiento por haber creído en Jesucristo, y las cosas que hayamos hecho mal ni siquiera se mencionaran, porque ya fueron perdonadas y olvidadas por Dios.

El Señor Jesús continúa y nos da una segunda razón:

Mateo 10:27 al 28 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Y es que aunque pudiera haber poder en ellos para hacernos daño en la parte física, nuestras finanzas, nuestra familia, etc. Hay algo que ellos no pueden tocar y es nuestra alma, y eso quiere decir que la motivación que debe haber en nosotros, es que no importa que nos maten por hacer la voluntad de Dios, al final terminaremos en la presencia de Dios y ellos en el infierno.

Pero cuando el Señor aclara el diferente destino de ellos y del nuestro al momento de la muerte, no está diciendo que ellos pueden matarnos en el momento que ellos quieran. Es decir no estamos a merced de los malos aunque así lo pareciera, pues la verdad es, que aunque ellos tomen la decisión de hacernos daño, eso sólo será posible si Dios lo permite. Por eso Jesús continúo diciendo:

Mateo 10:29 al 30 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

Pero la garantía no sólo está en el absoluto control que Dios tiene sobre todas las cosas que suceden a nuestro alrededor, a esa garantía hay que añadirle las promesas del Nuevo Pacto, que nos aseguran que absolutamente cualquier cosa que Dios permita, será sólo para bendecirnos.

Pero… Allí está el meollo del asunto, allí está lo crítico e importante: ¿Creemos de todo corazón lo que Dios nos dice? O ¿Todavía tenemos infinidad de pensamientos que por creerlos nos impiden creer en lo prometido por Dios?

Lo cierto es que todos todavía tenemos pensamientos equivocados acerca de Dios, de la vida, del mundo y aun de lo prometido por Dios, y eso, solamente eso es lo que hace la diferencia, entre vivir un cristianismo con todo el poder de Dios, o vivir un cristianismo mediocre.

Y entonces la pregunta importantísima que llevo varias semanas haciendo es: ¿A quién le estamos creyendo?

Al diablo que nos dice que todos nuestros problemas están a nuestro alrededor y que por eso debemos luchar para cambiar esas situaciones…

O a Dios que nos dice que él se ha hecho cargo de absolutamente todas las cosas a nuestro alrededor, y que por lo tanto el problema no está en esas cosas que él controla, sino exclusivamente en nuestra manera equivocada de pensar.

La respuesta a esta pregunta es importantísima pues va a definir dos objetivos completamente diferentes en nuestra vida: Si tú NO crees que todos tus problemas están exclusivamente en tu mente, entonces buscaras aún con el poder de Dios tratar de cambiar las situaciones a tu alrededor, y si no funciona entonces buscaras sin el poder de Dios cambiarlas. Es decir: Desobedeciéndole.

Pero sí tú crees que Dios se está haciendo cargo de absolutamente todas las cosas a tu alrededor, y entiendes que la solución a tus problemas está en cambiar tu manera de pensar, entonces buscarás, con el poder de Dios, cambiar los pensamientos de tu corazón.

Por supuesto ese cambio de mentalidad traerá consigo un cambio en nuestra manera de vivir, y lo más seguro un cambio en el exterior; pero todo tiene que partir de que aprendamos a pensar como Dios piensa. Dice la escritura:

Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Y por supuesto sí actuamos de acuerdo a lo pensado, experimentaremos ese gozo y esa paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.

Qué creen que sea más fácil: ¿Cambiar las circunstancias a nuestro alrededor o cambiar nuestra manera de pensar?

Que será más fácil: ¿Cambiar el comportamiento de mi mujer para que se porte como una mujer de Dios, o cambiar mi manera de pensar, lo cual incluye un cambio de valores y de objetivos, que me permitirán disfrutar de la vida con una paz que sobrepasa todo entendimiento, aunque mi mujer no cambie?

Que será más fácil: ¿Rodearme de todas aquellas cosas materiales que anhelo y lograr todas aquellas metas financieras que considero importantes, o cambiar mi manera de pensar para que independiente de las circunstancias con contentamiento pueda gozarme y aun regocijarme en el Señor?

Supongamos que alguien dice que es más fácil cambiar lo exterior que lo interior, y se propone cambiar el exterior, pero Dios en su amor se le opone. Se le opone porque sabe que no le conviene, y que lo que realmente necesita es cambiar su manera de pensar. Si Dios se opone a que usted logre realizar esos cambios: ¿Cuál cree que sea el resultado final?

Ojalá llegue pronto el momento en que con la ayuda de Dios creamos de todo corazón esta verdad:

Nunca los problemas están frente a nosotros, los problemas están siempre dentro de nosotros, y se solucionarán si creyéndole a Dios cambiamos nuestra manera de pensar.

Pero para esto necesitamos el poder de Dios. ¿Por qué? Es decir hay mucha gente en el mundo que cambia de manera de pensar sin la ayuda de Dios, si la gente continuamente cambia: ¿Porque nosotros necesitamos el poder de Dios para hacerlo? El apóstol Pablo nos enseña:

2 Corintios 10:4 al 5 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…

El apóstol habla de la necesidad de usar armas no humanas sino poderosas en Dios, porque las ideas o los valores que forman nuestros pensamientos, cuando se unen con otras ideas se convierten en argumentos, y estos argumentos unidos se convierten en fortalezas.

Y cuando alguien está dentro de una fortaleza conformada por argumentos, pensamientos, valores y objetivos equivocados, es muy difícil penetrar con la verdad y producir un cambio.

Es muy difícil porque es como si usted tuviese un rompe cabezas y quisiera cambiarlo por otro, pero no puede cambiarlo todo al mismo tiempo porque son muchas las ideas y los argumentos, y por eso tiene que cambiarlo pieza por pieza, y cuando usted saca una pieza y trata de meter la pieza nueva ésta no va a cuadrar en el rompecabezas.

Por ejemplo yo le digo a usted que la muerte es buena, porque es el momento de ir a la preciosa presencia de Dios. Pero ese pensamiento cuando usted trata de aceptarlo como cierto se opone a cientos de pensamientos que dicen que la muerte espantosa. Entonces: ¿Cuál pesa mas, ese pensamiento o los otros cien?

Pero no sólo está ese pensamiento contra los otros cien, sino que a eso le añadimos la altivez, que es la creencia de que tenemos la razón, es decir estoy convencido qué mis cien pensamientos son correctos, y si ese nuevo pensamiento o valor que llega se opone a todos, entonces ese tiene que estar mal, y entonces esa verdad rebota, y en algunos casos podrá convertirse en una herramienta en contra del cristianismo.

El asunto es tan complicado que sólo Dios, con su paciencia, su enorme poder y su infinita sabiduría es el único que puede comunicarnos la verdad, y meternos en situaciones de trato que afectan nuestra vida, para que esa verdad sea entendida y creída y se convierta en guía para nuestra vida.

Sólo Él es capaz de desmontar poco a poco esos pensamientos equivocados reemplazándolos por los correctos, para así desarmar esos argumentos y crear los argumentos correctos, y al final librarnos de esa fortaleza mental en que Satanás nos tiene encerrados.

Cuando pasa el tiempo y hemos dejado hacer su trabajo a Dios, entonces ya no son cien pensamientos equivocados contra uno correcto, sino 80 correctos contra 20 equivocados, lo cual hará que sea mucho más fácil que cada uno de esos 20 vaya cayendo con más rapidez.

Es decir entre más sabia sea una persona en los caminos de Dios, mucho más facilidad tendrá para hacerse más y más sabia de una manera exponencial.

Pero la parte central, o la herramienta principal en todo esto es como dice el texto bíblico: Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y esto quiere decir que cada cosa que pensemos, cada valor en nuestra vida, cada plan, cada idea y cada cosa que vayamos a hacer debe ser revisada a la luz de la palabra de Dios. (El salmo dice: En tu luz veremos la luz)

Ya hemos visto algunos de los dardos de fuego del maligno que son precisamente estos pensamientos completamente equivocados. La ignorancia; el creer que la vida depende de lo que poseamos; los Idolos; el creer que los sentimientos valen más que la razón…

Otro de los dardos de fuego que usa Satanás es el alimentar nuestro ego, la idea es que nos sintamos muy importantes y muy valiosos, de tal manera que comenzamos a actuar de manera orgullosa, prepotente, tercos, y estas malas actitudes nos hacen creer que al hacer nuestra voluntad estamos haciendo las cosas de acuerdo a la voluntad de Dios.

Vivir de esa manera es vivir como lo hizo el rey Saúl, que según el para agradar a Dios, pasó por alto las claras instrucciones de su autoridad, y a través de la desobediencia pretendió agradar a Dios. Sin embargo el profeta le dijo:

1 Samuel 15:22 al 23 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

Es tan importante tener una actitud de humildad, de sujeción y de obediencia, que prestar atención cuando la autoridad colocada por Dios nos está hablando, se convierte en algo más valioso que hacer milagros o cualquier otra gran obra.

Tristemente a veces nuestros mejores “amigos” son los encargados de tirar los dardos para inflarnos el ego, y lo hacen cuando comienzan a decirnos cosas como; “tú puedes” “tú eres tenas” “no te vas a dejar de fulano” “que no se note que estás mal” “no des tu brazo a torcer” o, “como te cambio por otra arréglate bien bonita para que sepa lo que se perdió”

Y entonces cuando estamos convencidos de que por ser lo que somos, estamos capacitados para dirigir nuestra vida y a hacer nuestra voluntad, dice la escritura:

Proverbios 16:18-19 Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. 19Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios

Se repartían despojos cuando se ganaban las batallas. Y lo que Dios dice es que es mejor no tener nada y ser humilde, que tener éxito siendo soberbio. Y como esto es verdad Dios a sus hijos que ama, cuándo nos volvemos altivos, ordena las circunstancias para humillarnos y colocarnos en nuestro lugar para podernos usar y bendecir.

Pero cuando Dios con todo su amor a hace esto, aparece Satanás con sus dardos de fuego tratando de hacer una de dos cosas.

La primera es que la persona que Dios está buscando humillar, en lugar de reconocer sus errores le echa la culpa a todo el mundo… Sus fracasos financieros, sus fracasos amorosos, sus fracasos en todo sentido, la culpa es de los demás, porque el está haciendo las cosas bien…

Y el otro camino por el cual puede conducirnos Satanas es lo que yo llamo, un ataque de ego al revés.

Y en lugar de ver la humillación como una enorme bendición, Satanás te mete en la cabeza pensamientos que dicen: “tú no sirves para nada” o “si te critican pues no vuelvas a ayudar” o “a ti nadie te quiere” o “yo siempre la embarro” hasta llegar a decir: “yo soy una porquería”. Y el objetivo de todos esos dardos es qué desistas de hacer la voluntad de Dios.

Hay personas muy valiosas, con muy buenas cualidades, que en lugar de apreciar lo que realmente son, se menosprecian, porque Satanás a través de las personas que los rodean los han llevado a

sentirse así. Y son tan fuertes estos sentimientos que a pesar de ver buenos resultados no cambia la percepción que tienen de sí mismos… Siguen pensando que no sirven para nada.

Y cuándo el ego se infla, como el que nos da pedal y nos anima a tener esa actitud es el diablo. El Señor nos advierte y nos dice:

Santiago 4:6-7 Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Si nos ponemos soberbios nos estrellamos con Dios, pero sí somos humildes que es simplemente reconocer nuestra verdadera condición delante de Dios, entonces recibiremos su gracia.

Someterse a Dios es pensar lo que Dios piensa, si nos aferramos a lo que Dios piensa el diablo huirá de nosotros.

Pero contrario a esto, muchos cristianos dejan que el diablo alimente su ego para que se estrelle con Dios, y cuando se estrellan con Dios viene del diablo con otra gran cantidad de mentiras, para hacer ver la acción de Dios como injusta. (Y eso me recuerda la canción; porque se fue y porque murió)

Contrario a toda esta necedad lo correcto es que entendamos:

Salmos 119:71-72 Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.72Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata.

Nuevamente la misma idea: Es mejor ser humilde y conocer las verdades de Dios, que ser altivos y tener millones de oro y plata. Si aceptamos esta verdad Satanás huirá de nuestra vida.

Otra de las herramientas que usa Satanás para meternos sus dardos es la llamada tradición.

Esta tradición es un revuelto de varias cosas:

Por un lado está la ignorancia de estar haciendo una serie de cosas sin entender porque, o haciéndolas con una razón completamente equivocada, en contra de lo enseñado en las escrituras.

A la tradición para hacerla más fuerte se le suman los sentimientos que marcaron nuestro corazón, cuando en aquella época por causa de nuestra ignorancia nos sentíamos bien haciendo esas cosas, especialmente cuando veíamos ciertos resultados.

A eso hay que añadirle, el qué dirán: ¿Qué pensará mi familia si dejo esta tradición? ¿Qué pensará mi familia si no bautizo al bebe o si no le hago la primera comunión? ¿Qué pensará mi familia sí le quito la pulsera para el mal de ojo? O ¿qué pensará mi familia si quito las imágenes de la virgen de mi casa? (Recordemos que Pablo decía que quien busca agradar a los hombres no sirve a Dios)

Y con todo esto cuando estás pensando en obedecer a Dios, Satanás con sus dardos te hace sentir infiel y traidor a tus tradiciones. Pero: ¿Hay que ser fiel a las tradiciones?

Cuando Jesús se acercó a la mujer samaritana ella se agarró de sus tradiciones:

Juan 4:9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

Si Jesús hubiese hecho caso a la tradición ni siquiera se había acercado a la mujer samaritana.

Pero no sólo existe la tradición religiosa sino hay una tradición familiar, que tiene que ver con los objetivos y el comportamiento de los diferentes miembros de la familia.

Y entonces el marido sinvergüenza es adúltero, la golpea, y las madres simplemente dicen a sus hijas; así es el matrimonio. Así lo viví yo, así lo vivieron sus abuelos, la mujer es de la casa el hombre es de la calle, esas cosas sexuales no las hacen las mujeres decentes ni con su marido, eso es de las mujeres de la calle, etc. Pero eso son tradiciones.

Y entonces a pesar de que la escritura da respuestas a cada uno esos comportamientos muy diferentes a los de las tradiciones, a pesar de que la escritura dice que en estos casos la mujer o el hombre se pueden separar, no se separan, se aguantan un infierno, porque así dice la tradición familiar que debe ser, porque separarse es un pecado horrible, que además deja a la familia en entredicho. Y por no creer a Dios dejan que las tradiciones los esclavicen en a una vida que Dios no desea.

Por supuesto también existe la tradición del matriarcado, donde las mujeres reciben el consejo de sus Madres que dice: “No se deje” (se de varios matrimonios donde las mujeres ha sacado a los hombres de esta iglesia porque aquí se habla claro acerca de la autoridad y ellas no quieren soltarla)

Y en el tiempo moderno la tradición es que ni siquiera deben casarse, sólo se trata de fornicar con el menor compromiso posible, y después de cansarse de fornicar por muchos años con diferentes parejas tratan de conformar un hogar, pero como ya tienen el alma dañada, normalmente hacen pésimas elecciones por lo cual al poco tiempo terminan cometiendo adulterio.

Y esa es una tradición cultural donde el diablo les dice que eso es normal, que todo el mundo lo hace, que los que no viven de esa manera no saben disfrutar la vida, y el diablo termina convenciéndolos de que los que son fieles son los que está mal.

Ahora se está buscando imponer una gran cantidad de aberraciones sexuales que pretenden que las veamos como lo más normal… homosexualismo, bestialismo, pedofilia, necrofilia, etc.

Pero aún en el cristianismo han logrado meter otra serie de tradiciones que son el resultado de escuchar lo que el diablo dice. La escritura nos aclara:

1 Timoteo 4:1-2 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,3prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.

Satanás aprovechándose de la mala interpretación de la escritura, y de la ignorancia y la mala actitud, ha logrado meter dentro del cristianismo una serie de prohibiciones, como por ejemplo que la mujer no se puede cortar el cabello, no se puede pintar, el hombre no puede tomarse ni una sola copa de vino, bailar es pecado, escuchar música del mundo es del demonio, ver novelas es de Satanás, y muchas otras cosas más que esclavizan a la gente en una religiosidad, que no le deja disfrutar del amor de Dios.

Lo tremendo es que cuando la gente comienza a vivir con todas esas prohibiciones, lo único que hace es retener y aumentar las ganas hasta que un día explotan, y se tuercen completamente.

Contrario a vivir con todas estas tradiciones dice la escritura:

Colosenses 2:20 al 23 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos21tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques 22(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? 23Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

Precisamente como no tiene ningún valor contra los apetitos de la carne, es que pasa el tiempo y un día disfrutan de alguna de estas prohibiciones, y de manera desbocada quieren disfrutar todo lo que se han perdido, llegando a convertir lo legítimo, por el exceso en algo no aprobado por Dios.

Nunca la dejaban salir y cuando un día sale y disfruta… Ahora miente, engaña y aún se sale a escondidas… Convirtiendo en pecado lo que no era pecado.

Ojo con la vieja tradición religiosa; ojo con la tradición familiar y cultural; ojo con la nueva tradición religiosa, a estas tres clases de tradición Satanás querrá darles mucho valor, pero lo único que vale es hacer las cosas de acuerdo a la voluntad de Dios.

Y por último, otra de las herramientas que Satanás usa de manera muy efectiva son los prodigios señales y milagros…

Porque la gente cree que donde hay prodigios señales o milagros es porque allí está Dios. La bruja que mi madre invitaba a la casa a leer el chocolate y las cartas, decía que era una bruja que utilizaba magia blanca, es decir magia de Dios y no magia negra que era del demonio.

En este engaño caen aquellos que han aceptado otros dardos de fuego, como que lo importante son los resultados, lo importante es poseer y retener las cosas, etc.

Ahora ciertamente las cosas de Dios funcionan, pero cuando evaluamos si algo funciona o no, lo evaluamos respecto del objetivo que tenemos. Por ejemplo:

Si el objetivo es acumular mucho dinero y además ganarlo de manera fácil entonces el narcotráfico funciona. Si el objetivo es tener buena salud a toda costa entonces la brujería funciona. Si el objetivo es tener marido a toda costa entonces la hipocresía, la deshonestidad y la fornicación funcionan.

Pero si el objetivo es hacer la voluntad de Dios, no estaremos pendientes de los resultados, si no de lo que debemos hacer en cada momento para agradarlo, y los resultados dependerán de él.

Es muy importante entender que en la vida cristiana tanto los objetivos como el método son igual de importantes. Pero para no desviarse es importantísimo aclarar que en este tiempo los objetivos que valen son:

2 Corintios 4:17-18 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Eso quiere decir que más importante que obtener buena salud es obtener fe, paciencia, contentamiento, etc.

También quiere decir que más importante que obtener dinero es aprender a ser trabajador, diligente, honesto, fiel, humilde, a confiar y a depender de Dios, tener contentamiento, ser generoso, etc.

Pero el diablo usando otros dardos hace ver que los objetivos importantes son los que se ven, y entonces se inventa una pirámide y los cristianos van a meter plata a la pirámide, y si uno les dice que al final alguien saldrá estafado, piensan, pero yo no.

Sin embargo desde épocas muy antiguas Dios advirtió:

Deuteronomio 13:1-3 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, 2y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; 3no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

Allí dice que así se cumpla lo prometido, así el prodigio o el milagro se realice, si eso me está llevando a servir a un Dios ajeno no debo seguirlo.

Conozco el testimonio de alguien que asistiendo a un grupo mariano, donde se ora a la virgen, él veía como caían pétalos, escarchada, aceite, ostias, y aun alguna vez se materializó un rosario en sus manos.

Otros pueden contar testimonio de sanidad, otros de que se hicieron ricos, otros de que se hicieron famosos, pero la pregunta es: ¿Cómo sabemos si es o no de Dios?

Muy sencillo, si vamos al caso de los grupos marianos, la escritura nos dice:

1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,

¿Cuántos mediadores o intermediarios hay entre Dios y los hombres? Sólo uno, Jesucristo ni siquiera los ángeles. También dice:

Mateo 6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro….

¿Según Jesús a quien debe ir dirigida nuestra oración? Sólo a Dios nuestro Padre. También la escritura dice:

Romanos 3:23-24 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

La única persona que en el mundo vivió sin pecado fue Jesucristo… La virgen María fue una pecadora que necesito de la salvación de nuestro Dios.

Es que el niño a través de la brujerías se sano; Es que consultando a mi abuelo que está muerto medio el número de la lotería; es que a través de los baños y de la maldición para contra la competencia me hice rico. Etc. Ok pero qué dice la escritura:

Deuteronomio 18:10 al 12 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas,

Sabemos que los resultados nos están apartando de Dios porque nos están llevando a actuar en contra de lo que la escritura nos enseña.

Pero Dios está usando esos “buenos resultados según los hombres” para probar nuestro corazón, para saber si lo amamos a él como lo más importante de todo.

Si nuestro amor a Dios es lo más importante de todo, entonces nos aferraremos a la palabra de Dios y con ella descubriremos y desarmaremos los dardos de fuego que el maligno ha logrado sembrar en nuestro corazón. Dice la escritura:

Efesios 6:14-18 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

El conocimiento que Dios nos da de su palabra nos permite descubrir los dardos, pero hay que insistir orando en todo el tiempo, suplicando en el espíritu, velando (vigilando) con toda perseverancia y más súplica no sólo por usted sino por sus Hermanos en la fe.

Esa es la verdadera batalla, no como aquella batalla del que vive orando para proteger todas las cosas materiales, sino la batalla que protege nuestra mente y corazón para llegar a pensar como Dios piensa, a sentir como Dios siente, y a actuar como Dios lo haría en nuestro lugar.

Por lo tanto no hay nada mejor que conocer su palabra, entender sus planes, entender cómo trabaja Dios en nosotros, creer todo eso y revisar con ese conocimiento todos nuestros pensamientos para sacar de allí los dardos de fuego que Satanás hace tiempo ha colocado.

Para estas cosas no somos suficientes pero nuestra competencia proviene de Dios.

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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