SEGURIDAD DE SALVACIÓN – PARTE 3 PROMESAS ESPECTACULARES

SEGURIDAD DE SALVACIÓN – PARTE 3 PROMESAS ESPECTACULARES

I. INTRODUCCIÓN

Llevamos dos semanas estudiando, cuál debe ser la razón por la cual nos acercamos a Dios y qué es lo que podemos esperar de Él. Y es muy claro en la escritura en muchos pasajes, que no debemos buscarlo por obtener las cosas materiales, ya que el ha decidido darnos lo que necesitamos para vivir, sino que debemos buscarlo por obtener la vida eterna, que es, y está en Jesucristo y que quiere compartir con nosotros.

Desafortunadamente muchos por su amor al mundo o sus temores de no obtener lo necesario para vivir, han querido unir estos dos propósitos como si fueran uno solo, enseñando que aquel que busca a Dios en beneficio de su vida espiritual, también obtendrá todas las cosas materiales en abundancia, y que ademas gozará de la protección de Dios para que estas cosas no le sean quitadas.

Aunque esto a la mayoría de la gente no le parece malo, pues todos necesitamos de las cosas materiales para vivir, el Señor Jesús enseñó que esto no es posible, es decir que no podemos buscar ambas cosas, por lo tanto debemos decidir si buscamos al Señor por las cosas eternas, o si  dejamos de buscar al Señor para dedicarnos a obtener las cosas del mundo.

Déjeme insistir: O buscamos al Señor por lo que él nos quiere dar, o nos olvidamos del Señor para buscar las cosas del mundo que creemos necesitar. Sé que esto suena muy radical, porque insisto que la mayoría ha hecho un revuelto de las dos cosas y les parece bueno. Sin embargo Jesús fue muy claro cuando dijo:

Mateo 6:24–7:1 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. 

Ahora si Dios dice que ninguno puede hacer esto, entonces ninguno lo puede hacer. .Y no hay duda que esta frase lo que está mostrando, es que aquellos que están en estas iglesias de la prosperidad, o aun aquellos que están en buenas iglesias, pero que insisten en obtener de Dios lo material, en realidad no están buscando a Dios, no al verdadero Dios, ni lo que él en realidad ofrece.

Y si creen que están buscando ambas cosas es porque han sido engañados, o se están engañando así mismos, producto de su ignorancia o su mal corazón.

Además la razón que da el Señor Jesús, es que estos dos señores, el Señor nuestro Dios, el verdadero Señor, y el falso Dios que es el señor de la riqueza, están en completa oposición de tal manera que es imposible seguirlos a ambos.

El Señor nuestro Dios busca qué vivamos como santos… Mientras que el amor al dinero es la raíz de todos los males. Por ser estos objetivos tan opuestos, cuando servimos a uno de estos señores es inevitable que menospreciemos y aún aborrezcamos al otro.

Es por esta razón que los llamados cristianos que todavía aman las riquezas del mundo, sin lugar a dudas terminan dando mal testimonio del cristianismo, porque su esclavitud hacia el dinero hace que no cumplan con los principios que Dios ha establecido.

En algunos de ellos es evidente su mal manejo financiero, su incumplimiento con los hombres o con Dios, su exceso de trabajo, el abuso de sus trabajadores, el creerse superiores por tener dinero, y muchas otras cosas más, que como dice la escritura es la raíz de todos los males.

Y lo que me parece increíble, es que el Señor nuestro Dios es un Señor real poderoso… Mientras que el señor de la riquezas en realidad no existe, porque las riquezas no tienen poder, no tienen voluntad, no tienen sentimientos… Por esta razón toda la esclavitud del hombre hacia la riquezas reside en el enfermo corazón del hombre.

Es por eso que hay esclavos de la riqueza que tienen muchas riquezas, pero también hay esclavos de la riqueza que no tiene nada…

Cuándo el Señor dijo estas palabras, estaban allí algunos religiosos que sabemos que habían hecho todo un negocio con la religión, de tal manera que en dos ocasiones el Señor echo del templo a estos negociantes… Pero: ¿Cuál fue la reacción de estos religiosos al oír a Jesus? La escritura nos cuenta:

Lc 16:14–15. Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él. 15Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

Se burlaban de él. Bueno Dios sabe que no pretendo mostrarme como santo, pero en algunas ocasiones me han dicho que soy un pastor sin visión, que soy un pastor pobre, que estoy desaprovechando la capacidad que Dios me ha dado para predicar, qué debería tener una iglesia muy grande y que debería ser muy rico… Si tan sólo predicará el evangelio de la prosperidad.

Cuando escucho eso me acuerdo de las palabras del apóstol Pablo el cual dijo:

2 Co 2:15–17 Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; 16a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? 17Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo. 

Los que predicamos la verdad, somos agradables a los que realmente buscan a Dios, pero a los que no buscan a Dios con sinceridad, nosotros somos olor a muerte, es decir matamos sus sueños según ellos.

Pero a pesar de la oposición o de la escasez que podamos sufrir por predicar la verdad, seguimos el ejemplo del apóstol Pablo, que dice que no piensa falsificar el evangelio para obtener buenos resultados, sino que con sinceridad habla la verdad revelada por Dios.

Pues a los religiosos que escucharon a Jesús les pareció que su mensaje era completamente equivocado, pero lejos de tener razón, aunque ellos con su mensaje de prosperidad han logrado convencer a los hombres de qué están de parte de Dios, el Señor Jesús les dice que lo que hacen como si fuera algo sublime y como si tuvieran la bendición de Dios… Es en realidad algo abominable a los ojos de Dios.

Esta es una de las razones por la cual leímos que la escritura dice, que los auténticos creyentes deben alejarse de estas personas, que enseñan que hay que buscar a Dios para ser prosperados, por qué es una enseñanza abominable a los ojos de Dios.

Creo que hay mucha ceguera en este asunto, y por eso desde que lo entendí hace muchos años, le he insistido a los cristianos que me parecen auténticos que no respalden ese tipo de iglesias, igual digo a los ministerios de alabanza que a veces sin poner cuidado a lo que se predica en las iglesias, las respaldan con los dones que Dios les ha dado…

La semana pasada vimos la diferencia entre la bendición Animal, es decir el sustento, la salud, el abrigo que Dios ha decidido dar a todos los hombres, sean buenos o sean malos, y la bendición espiritual que sólo podemos recibir aquellos que de manera genuina, hemos creído que Jesús es nuestro Señor y nuestro Salvador.

Pero aunque Dios ha decidido dar de manera gratuita estas cosas a los hombres, también es cierto y no lo podemos negar, que hay personas que no reciben lo necesario para vivir. .Según las estadísticas mueren cerca de 25.000 personas de hambre por día… 9’000.000 al año.

Unos sufren esta escasez por causa de su mal comportamiento, la escritura nos habla de las consecuencias de la pereza, y una de esas puede ser morirse de hambre. Pero hay otros que no reciben lo necesario para vivir, no por su mal comportamiento, sino por el mal comportamiento de otros, que son irresponsables, qué les roban o los tratan con injusticia.

La escritura dice de los ricos en general, imagino que no de todos, pero dice:

Stg 5:4–6 He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. 5Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. 6Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia. 

El amor al dinero, ha logrado gracias al capitalismo un sistema de vida donde los ricos cada vez tienen más y los pobres cada vez menos. En Colombia la desigualdad entre unos y otros es supremamente grande, gracias a los malos gobiernos…

No por esto creo que el socialismo o el comunismo sea mejor, porque sus orígenes son satánicos. Además este tipo de gobiernos ha traído más muertos que todas las guerras que han existido.

Adonde quiero llegar; es que Dios habiendo dado lo necesario para sustentar a todos los hombres, la injusticia ha hecho que muchos no reciban lo necesario, y por eso es normal que en el mundo la gran mayoría de la gente se preocupe por su sustento.

Esta preocupación por el sustento es lo que permite que unos hombres esclavicen a otros. En esto Colombia está grave, son muchas las empresas grandes o pequeñas que aprovechan la necesidad de sus empleados, para hacerlos trabajar más de lo acordado en su contrato, y cuando algún empleado exige salir a la hora de la salida, cuando otros trabajan más de lo acordado, este cae en desgracia ante su jefe.

Esta podríamos decir es la mitad del problema, pues hay algo más grave y es que esta preocupación por el dinero, y esta esclavitud hacia el trabajo, lleva a muchos a justificar no tener tiempo para Dios.

La buena noticia es que el Señor Jesús para arreglar esto, nos ha dado la siguiente promesa, a través de la cual podemos asegurar las cosas básicas que necesitamos para vivir. Pero antes de dar su promesa el Señor Jesús dice algunas cosas que debemos pensar, meditar, y tener muy en cuenta. Comenzó diciendo:

Mateo 6:25  Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 

Comienza diciendo que no debemos afanarnos por estas cosas, porque la vida es mucho más que comer o que vestirnos. Es decir que hay cosas muchísimo más importantes que comer a nuestro gusto o vestirnos a nuestro gusto… Y ya vimos que eso más importante es aprovechar la vida para obtener la vida eterna, antes de morir para no morir eternamente.

Pero la razón de no afanarnos no es sólo la poca importancia que tienen estas cosas, sino la promesa que él nos hace de qué nos dará estas cosas que necesitamos. Lo dice así:

Mateo 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 

Si el Señor alimenta a las aves, la pregunta que nos debemos hacer es: ¿Creemos que valemos menos que un pájaro?  Por qué si valemos más que un pájaro, lo cual es evidente, entonces podemos tener la certeza, de que si Dios alimenta a los pájaros, por supuesto nos alimentará a nosotros que somos mucho más valiosos.

Después de asegurar que Dios nos dará el sustento, continúa hablándonos acerca de lo inútil que es afanarnos, diciendo:

Mateo 6:27-30 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

El afán no sirve para absolutamente nada bueno, el afán lo primero que logra es hacernos pasar un mal rato. Muchas veces he preguntado a personas que están angustiados por su sustento, que; ¿cuál es el problema, que si acaso no tienen que comer, o con qué vestirse, o donde vivir?… Y la respuesta es que tienen todas esas cosas, no como ellos las quisieran, pero las tienen.

¿Y si las tienen cuál es el problema? Lo que está pasando, es como a veces les digo a algunos que no disfrutan el caldo por estar envidiando el pollo del vecino. La codicia, la envidia, la preocupación no les permite disfrutar de lo que tienen, la falta de contentamiento es su verdadero problema.

Además el afán es lo que nos lleva a tener malos pensamientos y a tomar malas decisiones. Y la pregunta que el Señor quiere que nos hagamos cuando dice: “¿No hará mucho más a vosotros hombres de poca fe?”  Es: ¿No será Dios capaz de sostenernos, o es tan pequeña nuestra fe que ni siquiera eso somos capaces de creer?

Cuando veo que la gente por sus afanes trabaja en exceso y no saca tiempo para Dios, peor aún cuando justifican la necesidad y la importancia del trabajo que hacen, me acuerdo de lo que hizo faraón cuando el pueblo le pidió tiempo para ir a adorar en el desierto. La escritura nos cuenta:

Éx 5:7–9 De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja. 8Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. 9Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas. 

El faraón les colocó más trabajo, para de esa manera impedir que buscaran a Dios, lo cual él consideraba que era producto del ocio, o de la pereza.

Por esto cuando alguien me dice que está muy bendecido porque tiene una gran cantidad de trabajo, tanto que no tiene tiempo para Dios… Sé que está siendo engañado por Satanás, y que eso que él llama a bendición, le está haciendo perder bendiciones que si son valiosas.

Pero contrario a lo que el diablo hace, el Señor para que podamos con tranquilidad sacar tiempo para el, nos dice:

Mateo 6:31  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 

Debemos desechar el afán por todas aquellas cosas, porque buscar sólo esas cosas es el objetivo de la gente que no conoce a Dios. Y para no vivir como ellos, nosotros los verdaderos hijos de Dios, debemos tener la certeza de qué Dios que conoce nuestras necesidades, por supuesto que las suplirá.

Al escuchar esto alguien podría decir que conoce cristianos que no tienen ni para comer… Puede ser cierto, porque esta promesa tiene una condición para que se cumpla. El Señor Jesús dijo, y lo podemos leer en varias versiones:

Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 

Mateo 6:33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. 

Mateo 6:33 Ustedes, antes que nada, busquen el reino de Dios y todo lo justo y bueno que hay en él, y Dios les dará, además, todas esas cosas.

No hay duda que la clave para no afanarse, y para tener las cosas necesarias para vivir, está en hacer la voluntad de Dios de todo corazón… Y Dios, el Dios todo poderoso creador de los cielos y la tierra dice, que nos dará lo que necesitamos para vivir.

Así es que podemos escoger buscar las cosas del mundo dejando a un lado a Dios… Lo cual no asegura que consigamos lo necesario para vivir. Y en tal caso nos perderíamos de ambas bendiciones. La material y la espiritual. O podemos decidir vivir para hacer la voluntad de Dios, obteniendo la bendición espiritual y descansando en que Dios ha asegurado que nos dará lo necesario para vivir.

Cuando decidimos vivir haciendo la voluntad de Dios, eso incluye hacer la voluntad de Dios en nuestra forma de trabajar.  Y lo bueno de esta decisión, es que podemos tener la certeza de qué Dios suplirá nuestras necesidades, porque aunque no tengamos las mejores capacidades, o la situación no sea la mejor, lo que realmente trae la bendición material es el favor de Dios.

Mientras que otros con gran capacidad, por mas de que se esfuercen, si no gozan con el favor de Dios, es posible que no logren obtener lo que necesitan. O que lo logren a costillas de sacrificar su alma.  Así es de que si no logramos suplir nuestras necesidades… Debemos revisar cómo está nuestra obediencia a Dios.

Ahora: Si la vida física tiene como propósito obtener la vida eterna, y si Dios ha hecho promesas para darnos las cosas necesarias para vivir fisicamente, siendo la vida eterna mucho, pero mucho más importante, es obvio que tengamos de parte de Dios, promesas que protejan y aseguren el buen desarrollo de nuestra vida eterna.

Es decir esa protección absoluta que algunos quieren reclamar para las cosas materiales, no existe, pero si tenemos de parte de Dios la promesa de que él protegerá de una forma infalible la vida eterna que nos ha dado, para que nada, absolutamente nada la pueda destruir, y para que pueda seguir creciendo cada día más.

La vida eterna en la escritura representa varias cosas, la vida eterna es también Jesucristo, y cuando se habla de que no pereceremos jamás, en realidad se está hablando de que Dios protegerá nuestra relación con El, de tal manera que podamos vivir un auténtico cristianismo.

Pero: ¿Cómo protege Dios nuestra vida eterna o nuestra relación con Dios? Lo hace a través de promesas, porque las promesas dadas por Dios, lo que aseguran es que Dios actuará en favor de nosotros, tanto como nosotros lo necesitemos, de tal manera que absolutamente nada pueda destruir o afectar negativamente nuestra relación con el.

Las promesas son muchas, y una que ya vimos, que es muy importante por que habla de la protección de Dios para la vida eterna que hemos recibido, y que también muestra el proceso para comenzar a participar de la vida eterna, es la siguiente:

Juan 10:27 al 30  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30Yo y el Padre uno somos.

Si una persona oye la voz de Dios, cree, y comienza a seguirle, el Señor le dará vida eterna. Y esa persona puede tener la absoluta seguridad de que jamás va a perecer, es decir jamás se va a apartar de Dios.

Esta promesa, le decía en cierta ocasión a un grupo de pastores, es la promesa más espectacular que podemos encontrar en la escritura. Sin embargo no es apreciada, por eso es poco lo que se insiste en ella, mientras que promesas como éstas:

Deuteronomio 28:7 al 8  Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. 8Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da….

Hay muchos a los cuales les fascina esta clase de promesas y se apropian de ellas, y esperan que funcione en todas las cosas que hacen… Pero la realidad es que esta promesa no es para nosotros los cristianos, y por eso es que no funciona. Algunos creen que les funciona por cierto evento que les salió bien, pero luego llega otro evento donde no funciona, mostrando que la clave no está en la promesa sino en otras razones que ya hemos visto.

Además así se desarrolla la vida de los incrédulos hay cosas que le salen bien y hay cosas que le salen mal… Y si a los cristianos le pasa lo mismo entonces no hay tal promesa de protección absoluta sobre las cosas materiales.

Cuando comencé mi vida cristiana lo hice en una organización que no tenía clara la diferencia entre el viejo y el nuevo pacto, y por eso me enseñaron que en la escritura había 33.000 promesas y que todas eran para nosotros los cristianos.

Pue eso es falso, si hay muchísimas promesas en la escritura, pero son para diferentes personas, para diferentes pueblos, para diferentes circunstancias, para diferentes tiempos… Sin embargo quienes enseñan que todas son para nosotros, normalmente ignoran, que por ejemplo en ese mismo capítulo de la escritura dónde está esta promesa de protección y prosperidad, unos versículos más adelante dice:

Deuteronomio 28:15… Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. 17Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. 18Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. 20Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

Esta también es una promesa, aunque sea de maldición. Por supuesto es una promesa aterradora, que se cumplía en todo aquel que no guardare los mandamientos y los estatutos que Dios dio bajo el viejo pacto, o pacto de la ley.

La pregunta que yo les hago a los creyentes que se apropian de las promesas de protección y prosperidad es: ¿Si esta promesa de bendición está en el mismo capítulo de la promesa de maldicion, porque solamente deciden creer en la de la bendición?

Y la misma pregunta la podemos hacer respecto de todas las promesas del viejo pacto de bendición o maldición… Más grave aún, es que además de escoger sólo las promesas de bendición material, ignoran por completo que el requisito, es guardar todos los mandamientos de la ley de Moisés para que las promesas se cumplan… Cosa que nadie jamás ha podido hacer.

Pero: ¿Cuál es la verdad sobre este asunto?

1. Las promesas del viejo pacto, tanto las de bendición como las de maldición, ya no funcionan porque el viejo pacto ha sido reemplazado por el Nuevo Pacto con mejores promesas.

2. Las promesas del viejo pacto fueron dadas al pueblo de Israel para entrar a la tierra de Israel.  Y nosotros ni somos judíos ni estamos viviendo en Israel.

3. Son promesas condicionales. Que si estuvieran vigentes, sólo podrían obtenerse si guardamos todos los mandamientos de la ley. Pero si no guardamos todos los mandamientos de la ley, si estas promesas estuvieran vigentes entonces tendríamos sobre nosotros todas las maldiciones.

4. Y si por algún milagro especial lográramos guardar los mandamientos, y Dios nos diera toda esa bendición material, sólo estaríamos salvando nuestra vida aquí en la tierra. Pero la eternidad todavía no estaría resuelta. Es decir podríamos gozar de todas estas riquezas, y como en la parábola del rico y el pobre terminar en el infierno.

Como esa promesa hay otras muchas promesas que tampoco son para nosotros, como esta otra que también suena muy atractiva:

Isaías 54:15 al 17 Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. 17Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.

¿Es esta una promesa para los cristianos? No. Es una promesa para el milenio. ¿Por qué digo que es para el milenio? Porque si revisamos lo que ella dice no se ha cumplido, pues el pueblo de Israel ha sido masacrado más de una vez y por lo tanto no se ha cumplido. Pero se cumplirá en el milenio.

Así como éstas hay muchas promesas que no son para nosotros, que no son para este tiempo, sin embargo muchos se aferran de ellas, por causa de sus temores y su gran amor al mundo, y lo más grave, ignorando promesas preciosas que si son para nosotros, como la que ya leímos:

A. NO PERECERÁN JAMÁS

Juan 10:28   y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Ahora: El Señor Jesús asegura que si nos ha dado vida eterna ya no vamos a perecer jamás… Lo cual implica que pase lo que pase de todas maneras nuestra salvación no se perderá, y por esto vamos a terminar en su presencia.

Sin embargo el problema que tenemos los seres humanos, es que cuando recibimos una promesa de alguna persona, sabemos que esa persona puede, al ver nuestro mal comportamiento dejar de amarnos, pueden aún llegar a odiarnos, y entonces eso nos hace pensar que a lo mejor no cumpla lo prometido.

Evidencia de esta realidad son la cantidad de abogados, que los hombres utilizan para obligar a otros hombres a cumplir sus promesas o compromisos.

Más aun, ustedes pueden encontrar a cierta clase de cristianos que hablan de que recibimos la salvación, pero que la podemos perder… Por supuesto basados en la mala interpretación y en ignorar pasajes como el que estamos leyendo.

Pero Dios, para asegurar el cumplimiento de sus promesas, también asegura no sólo que nos ama con un amor eterno e incondicional, sino que jamás nos dejará de amar, de tal manera que siempre recibiremos su amor. La promesa dice así:

B. QUE NADIE NOS PODRÁ SEPARAR DEL AMOR DE DIOS

Romanos 8:38 al 39 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

El ser humano, así no lo reconozca tiene la necesidad de ser amado. Y siendo amado necesita tener la seguridad de que no dejará de serlo. Si a esto le añadimos que el hombre es amado por lo que él pueda aportar a aquella persona que lo ama, entenderemos porque los hombres caen en una severa esclavitud para ser amados.

Esto incluye hacer cosas que pueden llegar a ser degradantes, aparentar ser lo que no son, dar mucho más allá de la capacidad para dar, o pueden humillarse, degradarse, corromperse, o lo que sea necesario para seguir siendo dignos de ser amados.

En fin, para ser amados creemos que tenemos que ser dignos de ser amados o pagar un alto precio.

Y entonces un hombre piensa que es amado porque es un buen proveedor, y una mujer piensa que es amada por lo hermosa que es, y un día esas cualidades que hacen que otros lo amen, pueden comenzar a perderlas… Y entran en crisis porque son cosas que van más allá de la capacidad para resolver. Y las perdemos y perdemos el amor. O peor aún, aunque seguimos siendo dignos de ser amados, es decir conservando esas buenas cualidades, de todos modos dejan de amarnos.

Sin embargo lo que esta promesa dice es que Dios nos ama, y que absolutamente nada nos puede separar de su amor, además es un amor muy diferente y muy superior al amor que los hombres nos puedan dar.

Por ejemplo; Dios nos ama sabiendo lo horrible que es nuestro corazón, él puede leer nuestros perversos pensamientos, sabe nuestras malas intenciones, por supuesto que conoce todas nuestras embarradas, todos nuestros pecados, aún los que vamos a cometer, y sin embargo y a pesar de todo eso, nos asegura que jamás dejará de amarnos.

Y cuando Dios ama a alguien, jamás se detiene de hacerle bien, de bendecir a esa persona que ama. De llenar todas sus necesidades. De protegerla. De buscar hacerla feliz, de prepararla para la eternidad, etc. Y todo esto lo logra cumpliendo las promesas que nos ha hecho.

Por lo tanto si hemos luchado a veces desesperadamente para lograr el amor de otras personas, o para no perder ese amor, se imagina el descanso tan grande de saber que Dios nos ama de manera incondicional, por siempre, y que absolutamente nada ni nadie, ni siquiera nosotros mismos podemos hacer que Dios nos deje de amar.

No creo que haya una mejor promesa que esa, porque es gracias al amor de Dios por nosotros, que ha entregado a su hijo por nosotros, para que podamos ser salvos. Y frente a esta realidad la pregunta es: ¿Estamos convencidos del amor de Dios?

Y no sólo debemos cuestionarnos acerca de si creemos en el amor de Dios por nosotros. La otra pregunta igual de importante es: ¿Qué tan grande es el Dios en el cual creemos?

Porque no es lo mismo que un indigente le diga a una niña que la ama. A que pase un muchacho muy hermoso y le diga que la ama. O a que pase un muchacho muy hermoso y además millonario y le diga que la ama…

Pero la verdad es que por hermoso, por buena persona, por poderoso o por millonario que sea una persona que prometa amarnos… Ese amor no significa absolutamente nada comparado con la grandeza del amor que Dios nos ofrece.

Es por eso que cuando entendemos el amor de Dios, no nos afecta que un ser humano microscópico en comparación con Dios no nos ame, o no nos tenga en cuenta, o nos olvide, o aún nos odie… Por que como dice la escritura: Si Dios es por nosotros quien contra nosotros.

Más de una vez algunos discípulos que han creído en el amor y en las promesas de Dios, me han consultado diciendo: “Estoy algo preocupado porque he notado que ahora nada me preocupa. Ahora sé que cualquier cosa está en las manos de Dios que me ama, y entonces me da temor de que me este como chiflando… Porque nada me preocupa”.

O sea que tenemos vida eterna asegurada, y para mayor seguridad tenemos el amor de Dios incondicional y eterno. La siguiente pregunta que nos podemos hacer, es si tenemos las cosas o las cualidades suficientes para vivir obedeciendo a Dios.

Esta pregunta es importante porque la obediencia a Dios es una evidencia de haber obtenido salvación… ¿Pero qué pasa si no tengo las cosas necesarias para obedecer a Dios? Pues para solucionar este problema tenemos otra promesa que dice:

C. SEGURIDAD RESPECTO DE NUESTRAS NECESIDADES

Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Esta es la misma promesa del amor de Dios, sólo que hace referencia al costo tan grande que Dios pagó para podernos amar, y luego lo relaciona con las cosas que nosotros podemos necesitar.

Y lo que nos está diciendo es que si Dios fue capaz de entregar lo más valioso, su hijo por nosotros, podemos tener la seguridad de que si buscamos su reino, El se va encargar de darnos lo que necesitamos para vivir una vida cristiana victoriosa.

En esta promesa cuando dice que él nos va a dar todas las cosas que necesitemos, el contexto del pasaje muestra que se refiere a todas las cosas espirituales que podamos necesitar para vivir un cristianismo auténtico, de manera de que si queremos hacer la voluntad de Dios la podemos hacer.

Y no es la única parte donde Dios dice esto, también lo podemos leer en:

Filipenses 4:19  Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. .

Vemos que en ambos pasajes dice que nos dará todas las cosas en Cristo Jesús, es decir por haber recibido a Jesucristo recibiremos todas las cosas que nos hagan falta, para vivir como Dios lo desea.

La única razón que tiene Dios para no darnos algo, es que nosotros no lo necesitemos, que en otras palabras quiere decir, que si Dios nos diera eso, haría daño a nuestra vida espiritual, razón por la cual Dios que nos ama no nos lo da.

Pero respecto de lo que si necesitamos, dice el apóstol Pablo que Dios suplirá de acuerdo a sus riquezas en gloria lo que nos haga falta. Pero ojo; para hacer su voluntad. Es decir; tal vez lo que recibamos no nos sirva para hacer nuestra voluntad, pero para la de Dios siempre tendremos lo necesario. Y no hay duda que es muchísimo mejor para nosotros hacer la voluntad de Dios y no la nuestra.

Aunque esta promesa no está hablando de cosas materiales sino de cosas espirituales, si recordamos la promesa de que Dios nos dará todo lo necesario para vivir, entonces podemos concluir que Dios nos dará todo lo que necesitemos. Así tenga que hacer milagros. Así tenga que hacer llover maná. O levantar a algunos muertos, o matar algunos vivos, etc.

Si usted necesita marido o esposa, Dios dará. Si necesita dinero para sostener a su familia le dará también, si necesita pasar por una situación difícil, también puedes contar con eso. Y si necesitas ciertos dones espirituales también te los dará. En definitiva Dios no dejará de darte nada de lo que realmente necesites para dejar de pecar, y poder así vivir haciendo sólo su voluntad.

D. SEGURIDAD RESPECTO DE QUE TODA SITUACIÓN SERÁ PARA BENDICIÓN

Algunos pueden pensar; qué bueno que Dios me de todas las cosas que necesito, pero que hago yo con aquellas personas, que hago con aquellas situaciones que me quitan lo que Dios me ha dado.

El Señor me da un carro y los ladrones se lo roban, el Señor me da sabiduría luego me da Alzheimer, el Señor me da un buen trabajo, y un empleado tramposo hace que me echen, me da buena salud y me prenden una gripa, me da un grupo de personas para la iglesia y un mentiroso con engaños se los lleva a una iglesia torcida… Y entonces la pregunta es: ¿Qué hacemos con todas estas cosas qué suceden?

La respuesta está en unos versículos atrás de la promesa que acabamos de leer, que a propósito es una promesa muy conocida, pero creo que es la que menos creemos, pues dice:

Romanos 8:28 al 29  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Y entonces Dios nos explica, y nosotros deberíamos saberlo, que todo, absolutamente todo lo que suceda hace que el propósito que tiene Dios de bendecirnos se vaya cumpliendo.

Esta promesa nos permite a los cristianos que creemos en ella, aceptar cualquier circunstancia con verdadera tranquilidad, pues aunque las circunstancias puedan dañar nuestros planes, planes que a veces creemos que hemos concebido con la ayuda de Dios, la verdad es que absolutamente nada puede dañar el plan de Dios.

Pues contrario a que estas circunstancias que nosotros no podemos controlar nos puedan dañar, Dios asegura que están todas bajo su , y que tienen como propósito que el plan que él tiene con nosotros se cumpla.

Es por esto que si alguna circunstancia nos está haciendo sufrir, lo más seguro es que no estamos creyendo en esta promesa, y además estamos desconfiando del plan que Dios tiene para nuestra vida.

Recordemos que plan de Dios es sacar el pecado de nuestra vida, si no tenemos el mismo plan seguramente tendremos el plan de conquistar el mundo. Y en tal caso las cosas que Dios hace para bendecir nuestra vida espiritual seguramente dañaran nuestro plan en el mundo… Y si eso pensamos, es mejor que meditemos en las palabras que Jesús dijo:

Juan 16:33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

La vida en el mundo, con objetivos mundanos siempre va a traer aflicción, además será una aflicción que no dará provecho a nuestra vida. Opuesto a esta vida es vivir para hacer la voluntad de Dios, ya que al contar con el respaldo de Él, venceremos como Él ha vencido al mundo

Pero también me he encontrado con cristianos que creen que no pueden vivir la auténtica vida cristiana, porque sus tentaciones son muy fuertes y no logran vencerlas… Pero para eso también tenemos una promesa que dice:

E. SEGURIDAD RESPECTO DE LA TENTACIÓN

1 Corintios 10:13  No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Esta promesa asegura que Dios sabiendo exactamente nuestra capacidad de resistir ante la tentación, jamás permitirá una tentación que nos derrote. Todo lo que permita será sincronizado a la perfección para que con su ayuda podamos salir victoriosos… Por supuesto si queremos.

Es decir teniendo esta promesa podemos tener la certeza de que cuando cedemos ante la tentación es porque no creemos en la promesa, o simplemente porque queremos pecar. Pero no porque no podamos hacer la voluntad de Dios.

Hay otros que creen que el problema no es sólo la tentación, sino que Satanás casi que los obliga a pecar, y por eso no pueden andar espirituales… Pero para esto también tenemos una promesa que dice:

F. SEGURIDAD RESPECTO DE LA INFLUENCIA DE SATANÁS

1 Juan 5:18  Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

Esta promesa asegura que somos guardados por Dios de tal manera que el maligno no nos puede tocar, que es igual a decir que el maligno no tiene control sobre nuestra vida, y por eso si podemos vivir haciendo de manera continua la voluntad de Dios.

En este asunto hay que hacer una renovación de nuestra mente, porque es muy posible que antes de ser hijos de Dios, el maligno si tuviera control sobre nuestras vidas, obligándonos a pecar, y por eso cuando tratamos de salir de algunos pecados al pensar que no podemos, ese pensamiento impide que lo podamos hacer.

Y lo que debemos entender es que ahora siendo hijos de Dios, tenemos la protección de Dios, además de su poder, y por eso si podemos vivir no solo venciendo las tentaciones, sino ganándole la batalla a Satanás, de tal manera que no nos lleve a faltarle a Dios.

Es por eso que el pasaje también dice que el que ha nacido de Dios, el que es hijo de Dios no practica el pecado.

Hay otras muchas promesas que todas nos ayudan a vivir una vida cristiana victoriosa, tenemos en la iglesia un material muy completo que habla sobre el nuevo pacto y sus promesas, quien lo desee estudiar sólo tiene que avisarnos y con todo gusto y gratuitamente se lo enviamos.

Pero por ahora quiero detenerme en lo que acabamos de leer, que dice que el que ha nacido de Dios no practica el pecado.

G. SEGURIDAD RESPECTO DE NO PRACTICAR EL PECADO

Esta promesa es importante porque nos permite evaluar si realmente hemos sido salvados. La escritura cuando hace la diferencia entre los que se salvan y no se salvan, menciona la práctica, ya sea de lo bueno o de lo malo. Es decir lo que la persona practica o hace de manera continua en su vida… Esa es la realidad, no lo que hace ocasionalmente.

Me explico: Si una persona acostumbra robar todos los días, pero un día además de robar hace algo honesto… ¿Será que por esa acción honesta podemos considerar que es una persona honesta, aunque todos los días siga robando? Por supuesto que no.

O el caso del marido que maltrata a la mujer física o psicológicamente, y un día trae unas flores. ¿Será que por esas flores debe ser considerado un buen marido aunque la siga maltratando? Por supuesto que no.

Es por eso que en la escritura leemos:

Gálatas 5:19 al 21 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 

Podemos resumir que lo que dice allí, es que si los cristianos practicamos el pecado entonces no entraremos al reino de Dios. Que es igual a decir que somos falsos cristianos, que no hemos recibido la salvación, que el Espíritu de Dios no está en nuestra vida, y por eso seguimos practicando el pecado.

Para entender bien esto hay que tener muy clara la diferencia entre pecar y practicar el pecado.

Todos los cristianos todavía pecamos, es posible que no de acción, pero muchas veces la simple preocupación es un pecado que muestra que nuestra fe en Dios no es como debiera ser.

Y lo que la escritura enseña acerca de nuestros pecados, es que en primer lugar debemos reconocerlos, para poder confesarlos, recibir el perdón, y la ayuda de Dios para dejar de pecar. El pasaje dice así:

1 Juan 1:8 al 9  Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 

Esconder, negar, justificar o mal interpretar la escritura para decir que lo que hacemos no es pecado, lejos de ayudarnos perjudica nuestra vida espiritual.

Pero si cada vez que pecamos le pedimos perdón a Dios, porque tenemos la intención de no seguir pecando… Dios asegura no sólo que nos perdonará sino que limpiará nuestra vida de maldad, es decir nos ayudará a dejar ese pecado, por qué la maldad es la que nos lleva a cometerlos.

Pero si pecamos, y nuestra intención es seguir pecando, de nada sirve pedir perdón por algo de lo cual en realidad no estamos arrepentidos, y por eso decidimos seguir haciéndolo.

A veces cuando preguntamos a algunas personas que porque ciertos familiares suyos no vienen a la iglesia… Nos cuenta que es porque o tiene un amante que no piensa dejar, o es un borracho conocido no un alcohólico anónimo, o vive de un negocio ilegal, trafica, etc. Y por esto, porque no están decididos a dejar sus pecados no se acercan a la iglesia.

Sin embargo hay otros que si se acercan a la iglesia, con la misma mala decisión de no dejar ciertos pecados. Eso es prácticar el pecado, y lo que la escritura enseña es que quien practica el pecado no es un hijo de Dios, no tiene la salvación, si no se arrepiente antes de morir morira eternamente.

En este otro pasaje se da la misma enseñanza pues dice:

Apocalipsis 21:8  Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

No dice el que fornica si no los fornicarios, no dice el que miente sino los mentirosos, dando entender que es una práctica en su vida y eso los descalifica para la salvación.  Y en la carta a los corintios aparece otra:

1 Corintios 6:9 al 10  ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 

Sin embargo continúa diciendo:

1 Corintios 6:11. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Y esto quiere decir, que el que practicaba cualquier cosa de estas que hemos leído, y ha sido salvado… El resultado de esta salvación es que dejara de practicar esos pecados.

Repito; no es que no vuelva cometer jamás ningún pecado, sino que no lo practica, es decir cada vez que comete el pecado, de verdad de manera sincera lucha espiritualmente para dejar de cometerlo.

Sin embargo quiero aclarar que no es porque la salvación sea por obras, la salvación es por fe, pero el que ha confiado y ha sido salvado, una de las manifestaciones es que deja de practicar el pecado.

Si una persona practica alguno de estos pecados, sería un error que tratar de corregirla. Si un cristiano práctica estas cosas sería evidencia de no ser un hijo de Dios, y por lo tanto lo que se debe hacer, no es tratar de que no cometa mas estos pecados, porque al no ser hijo de Dios no tiene poder para dejar de cometerlos.

Por esto lo que se tiene que hacer, es guiarlo a arrepentirse genuinamente, para que Dios produzca el nuevo nacimiento, y ese Nuevo nacimiento traerá el cambio en su vida. Esto lo confirma la escritura cuando dice:

1 Juan 3:9  Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

No hay duda de la enseñanza, la escritura es muy pero muy clara, el que ha nacido de nuevo no practica el pecado… por lo tanto quien practica el pecado no ha nacido de nuevo, aunque tenga fe, aunque vaya a la iglesia, aunque haga algunas cosas que hacen los cristianos, si todavía practica algún pecado lo que tiene que hacer es reconocer a Jesús como su Señor y Salvador, y rogar por su salvación.

Aveces recibo llamadas o tengo consultas de personas que me dicen que creen que no son cristianas por estar cometiendo algunos pecados.

La pregunta que yo les hago no es si están cometiendo algún o algunos pecados. La pregunta que yo les hago es: ¿Has tomado la decisión de seguir cometiendo ese pecado, y por eso no pides o pidiendo perdón a Dios, de todos modos mantienes la decisión de seguir cometiendo ese pecado?

Si la respuesta es que si va a seguir cometiendo el pecado, que va a seguir fornicando, que va a seguir robando, que va a seguir afanandosé que también es un pecado, entonces esta persona no es un auténtico cristiano.

Si la respuesta es que a pesar de estar cayendo continuamente en el pecado, cada vez que cae le pide perdón a Dios, le duele, hace propósito de no pecar, le pide ayuda a Dios, es decir si se mantiene en la lucha para dejar de pecar, esa es una evidencia de que si es un hijo de Dios. ¿Porque? Porque la escritura dice:

1 Jn 3:9–10 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 

Y entonces la pregunta es: ¿Cuál es nuestra actitud frente a los pecados que todavía cometemos? Acaso hemos decidido seguirlos cometiendo… O nos mantenemos en la lucha para dejar de cometerlos con la ayuda de Dios?

Hay más promesas incondicionales, y también hay algunas condicionales. Sin embargo es importante que revisemos y nos preguntemos; ¿Soy una oveja que ha oído su voz y está siguiendo al Señor? ¿Se están cumpliendo estas promesas incondicionales en nuestra vida?  ¿O somos de los que todavía amamos al mundo y tratamos de usar a Dios para conseguirlo? Recordemos…

Juan 10:27 al 30  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30Yo y el Padre uno somos.

Amado Padre gracias por tus hermosas y poderosas promesas que nos permiten vivir haciendo tu voluntad…

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