NUEVO PACTO
H. SEGURIDAD DE QUE LA INFLUENCIA DE SATANÁS NO NOS PODRÁ OBLIGAR A PECAR
Ya hemos visto la promesa de que Dios no nos dejara practicar el pecado, y acabamos de ver la promesa en la cual Dios dice que ninguna tentación tendrá el poder de obligarnos a pecar, porque Dios en su sabiduría y soberanía ordenará las cosas de tal manera que siempre podamos salir victoriosos de la tentación, por supuesto apropiándonos de la salida que el nos provee. Como una adicción a estas promesas anteriores Dios nos asegura:
1 Juan 5:18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
Que no sólo por tener el Espíritu de Dios y haber nacido de nuevo, es que Dios no nos dejará practicar el pecado, sino que además asegura que el maligno no nos puede tocar pues Dios nos guarda. Es importante conocer esta promesa, pues por la ignorancia tan grande acerca del Señor y del Nuevo Pacto, los cristianos le han dado a Satanás atribuciones que en realidad no posee. Por ejemplo;; por tener un concepto del bien y del mal diferente del que Dios tiene, ese es el primer error, cuando a los cristianos le suceden cosas que ellos consideran malas, como no pueden creer que estas cosas “Malas” provengan de Dios, entonces concluyen que el culpable es Satanás. Muchos de los que creen esto se apoyan en el libro de Job, donde es evidente que satanás acaba con todas aquellas cosas que Job amaba, pero fallan en reconocer que Satanás no puede actuar ni ir más allá de donde Dios se lo permita, y también fallan en reconocer, que cuando Dios autoriza a Satanás a hacer cualquier cosa, Dios lo hace porque eso trae bendición a nuestra vida espiritual. Negar está perfecta soberanía de Dios a algunos no les parece malo, decir que las cosas buenas vienen de Dios y que las que nos parecen malas vienen del diablo tampoco les parece que sea un error, pero al hacer esto, al negar la soberanía de Dios el cristiano pierde una base fundamental necesaria para poder creer que Dios cumplirá sus promesas. Gracias a que creemos en su soberanía es que podemos esperar que todo lo que nos suceda ayude a bien. Gracias a que creemos en su soberanía es que podemos esperar que ninguna tentación sea más allá de lo que podamos soportar. Gracias a su soberanía es que podemos esperar que El Nuevo Pacto se cumpla a la perfección. Pero no sólo niegan el poder que Dios tiene, peor aún se lo atribuyen a Satanás. El siguiente paso producto de su inicial error, es que emprenden una batalla contra Satanás totalmente desenfocada pues ignoran que el verdadero poder de satanás no tiene relación con las cosas materiales, ya que Dios es soberano, sino con una absurda y errónea manera de pensar que descalifica a Dios y hace ver la forma de pensar del diablo como buena. Es como si los cristianos se tragaran los dardos de fuego del maligno, y creyendo en ellos emprenden una cruzada de oración para que Dios los ayude…
El diablo le dice que sin marido no puede vivir feliz, y entonces emprende una cruzada de oración para que Dios le dé marido. El diablo le dice que si no es millonario no puede ser feliz, y el cristiano busca a Dios para que lo haga millonario. Y que pasa en la vida del creyente si Dios no le da marido o Dios no le da dinero? Pues la conclusión será que Dios es malo. Esa es la forma de pensar que ha sido enseñada por Satanás a través de los siglos, que en esencia dice que Dios es malo y que satanás es bueno. Esa es la forma de pensar que le da poder a Satanás sobre el mundo. Pero no sólo para muchos creyentes Satanás tiene razón en lo que dice, si no que muchos de ellos también creen que Satanás tiene cierto control sobre sus vidas, de tal manera que cuando caen en pecado culpan al diablo. “Yo estaba lo mas de bien y el cochino diablo me hizo caer en pecado” Algunos de los que culpan al diablo lo hacen de manera directa y otros de manera indirecta a través de doctrinas equivocadas, como las maldiciones generacionales o el poder de la palabra hablada;; doctrinas que en realidad son usadas para disculparse de su responsabilidad frente a sus pecados. Lo grave del asunto es que como Dios es soberano, cuando el hombre culpa a satanás, a las personas o a las situaciones por su pecado… Aunque no lo entienda esta culpando a Dios por sus pecados. (Fue lo primero que hizo Adán y Eva cuando fueron confrontados por Dios) Pero la escritura advierte que aquel que no reconoce sus pecados se esta engañando, no prosperará, y más grave aún está haciendo mentiroso a Diós.
1 Juan 1.8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1 Juan 1.10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Parte de la estructura usada por Satanás para engañar y hacer creer que el tiene poder sobre los cristianos, tiene que ver con experiencias pasadas y con la ignorancia acerca de lo que Dios ya ha hecho en nuestra vida. Ciertamente la escritura enseña con toda claridad que antes de ser hijos de Dios vivíamos bajo el poder de satanás:
Efesios 2.1–3 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Cuando la escritura dice que el hombre está muerto sabemos que se refiere a su vida espiritual, pero no quiere decir esto que el espíritu del hombre este muerto, o que no tenga un espíritu, sino que el espíritu del hombre está conectado con el espíritu de la muerte que es Satanás. Esa es la realidad en este tiempo en todos aquellos que no son hijos de Dios, y por eso el pasaje dice: “El espíritu qué ahora operan los hijos de desobediencia” entre los cuales “estábamos” todos nosotros. Pero también aclara;; ”Y el os dio vida a vosotros” y ”Vivimos en otro tiempo” mostrando que esa ya no es nuestra realidad al ser hijos de Dios. Cuando nacimos espiritualmente el espíritu de Satanás que producía muerte fue expulsado de nuestra vida, y nuestro espíritu fue unido al espíritu de Dios que produce vida eterna. Si esa no fuera nuestra realidad, si todavía fuéramos esclavos de satanás, entonces la consecuencia sería:
Juan 8:35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.
Que tampoco tendríamos salvación, es decir que el nuevo nacimiento no se habría realizado, y al ser esclavos se sobreentiende entonces, que quien controla la vida del esclavo es Satanás. Pero la escritura dice de nosotros los hijos de Dios todo lo contrario:
Romanos 8:14 al 15 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Que es el Espíritu de Dios quien dirige nuestra vida, que no es un espíritu de esclavitud como lo fue antes que nos hacía vivir en temor, sino que ahora habiendo sido adoptados podemos vivir confiados en el amor de Dios. Como consecuencia de este cambio de paternidad, el apóstol Pedro explica que ese cambio cambia por completo nuestra manera de vivir, de tal manera que escribe que hemos sido rescatados:
1 Pedro 1:18 al 19 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
También el apóstol Pablo hablando de este tema escribe: .
Colosenses 1:12 al 14 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Hay básicamente dos reinos, el de Dios y el de Satanás, y la escritura asegura que gracias al perdón y al nuevo nacimiento que nos ha hecho nuevas criaturas, hemos sido liberados de la potestad de las tinieblas y hemos sido cambiados de reino. Es muy importante entender que ya hemos sido liberados y no como mal interpretan algunos que seremos liberados como algo futuro. De esta mala interpretación se desprenden doctrinas que enseñan que los cristianos tienen demonios y que necesitan ser liberados, pero contrario a esas creencias la escritura asegura:
2 Corintios 3.17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Y la promesa que estamos viendo dice:
1 Juan 5:18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
La expresión ” el maligno no le toca ” la usa el escritor, para dar a entender que aquel que ha nacido de nuevo no puede ser obligado por Satanás para practicar el pecado. Si no es posible que Satanás toque a un nacido de nuevo porque Dios le guarda, mucho menos podemos pensar o aceptar que el maligno pueda habitar a un nacido de nuevo y lo haga pecar. Por lo tanto aquellos que digan que un cristiano tiene un demonio en su vida, o que le sacaron un demonio a un cristiano esta mintiendo, pues no solo están hablando sin base escritural, sino que esta contradiciendo la escritura que nos enseña que no es posible. No sólo tenemos completa libertad y por supuesto victoria sobre los ataques de Satanás en nuestra vida, sino que esa victoria se extiende también sobre todos aquellos que tienen el espíritu del anticristo, es decir sobre los hijos de Satanás. Como lo muestra el siguiente pasaje:
1 Juan 4: 3 al 4 y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
Si ellos le vencieron, entonces cualquier creyente nacido de nuevo lo puede hacer. Y eso de acuerdo a lo que estamos viendo quiere decir que Satanás no nos puedo obligar a pecar, ni las personas usadas por Satanás tampoco. Ojo: Absolutamente nadie lo puede obligar a pecar.
LA POSESIÓN
La influencia de Satanás sobre las personas es proporcional a su actitud de rebeldía contra Dios y a su amor al mundo. Es decir entre más rebelde es una persona hacia las cosas de Dios, o entre mas ame las cosas del mundo más, control le está entregando a Satanás, de tal manera que algunos han llegado a perder por completo todo tipo de control y es lo que llamamos una persona poseída, donde puede llegar a hacer muchas cosas terribles y ni siquiera acordarse de ello. Pero ningún auténtico hijo de Dios puede llegar a esta situación, sin embargo por la necesidad de ser probado, y a veces por las malas actitudes del cristiano, el cristiano puede ser oprimido. Pero una cosa es ser oprimido con los dardos de fuego, y otra muy diferente ser poseído y obligado a pecar. La opresión es básicamente, como ya mencioné una forma equivocada de pensar que niega las verdades de Dios y través de esas mentiras que presenta como verdad busca hacernos caer en la tentación… “No moriréis”
Un pensamiento opresivo puede ser;; ”Dios no te ama” Y ese pensamiento puede ser reforzado por Satanás al hacernos ver las situaciones conforme a los valores del mundo y concluir que Dios e realidad no nos ama. Déjeme insistir: El problema básico está en creer en los valores del mundo, esos valores hacen menospreciar la salvación y la obra de salvación y cuando esto ocurre entonces las pruebas pueden ser vistas como una situación de falta de amor de parte de Dios. Por ejemplo: ¿Cuando usted no tiene dinero porque Dios quiere probar su fe usted piensa en que Dios está probando su fe, o qué Dios no lo ama y por eso no le da dinero? Importantísimo: Una cosa es la promesa de Dios de que el maligno no nos puede tocar, dando entender que jamás puede obligarnos a pecar, y otra muy diferente que cediendo a la tentación y a la opresión caigamos en pecado. Por eso algunas recomendaciones de la escritura son:
Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Con el solo hecho de no sujetarnos a Dios, de no sujetarnos a las situaciones ordenadas por Dios, de no sujetarnos a las relaciones ordenadas por Dios, con ese sólo hecho ya perdemos poder para resistir a satanás. Más aún, con el solo hecho de no dar gracias a Dios por las cosas que nos suceden ya estamos perdiendo poder para enfrentar a Satanás. Otra recomendación es tomar el escudo de la fe y usarlo:
Efesios 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Otra recomendación es estar vigilantes…
1 Pedro 5:8 al 9. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.