¿QUÉ MÁS PUEDE HACER POR NOSOTROS? – PARTE 1

¿QUÉ MÁS PUEDE HACER POR NOSOTROS?

PARTE 1

I. INTRODUCCIÓN

No hay duda que el conocimiento de la verdad se ha vuelto una de las cosas más difíciles de reconocer… Es decir: ¿Cómo saber de verdad que algo es verdad? Este problema incluye casi todas las cosas, tanto en la ciencia o podríamos llamar los descubrimientos científicos, como en la comunicación que que tenemos los hombres. Pues no hay duda que la falta de la verdad puede traer muchos problemas.

Que increíble sería tener un detector de mentiras portátil, no sólo para descubrir a los que nos están mintiendo, sino para descubrir a los que creen que están diciendo la verdad, pero están equivocados. Porque ya sea con intención o sin intención las mentiras que tomamos como verdad siempre nos van a perjudicar.

Hay un juicio contra una compañía farmacéutica porque un medicamento vendido para adelgazar ha causado la muerte de 2.000 personas. Más grave aun, los nazis se llevaron 6 millones de judíos a los campos de concentración, cuando en realidad eran campos de exterminio… Y la verdad se supo cuando ya era tarde.

Este problema en la actualidad se ha multiplicado en gran manera gracias a las redes sociales, donde cualquier persona puede comunicar al mundo lo que quiera… No como antes que era casi imposible llegar a un periódico a comunicar algo, o a una emisora en la radio… ¿Cuántos de ustedes han llegado a publicar algo en algún periódico o han logrado hablar en un programa radial o de televisión?

Pocos. Pero prácticamente todos nosotros hemos replicado noticias o información qué es falsa creyendo que son verdad. ¿Por qué? Por la falta de ese detector, no hay duda que todos nosotros, en más de una ocasión nos hemos equivocado, al creer que es verdad cosas que no son ciertas… O al contrario; hemos tomado como mentira, verdades que son muy importantes.

Y no hay duda que cuando nos equivocamos respecto de saber cuál es la verdad, esto afecta nuestras relaciones en el mundo en todo sentido, socialmente, económicamente, familiarmente, aún en la iglesia… Y lo más importante de todo, afecta gravemente nuestra relación con Dios. La escritura dice:

Génesis 2:16 al 17 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Pero: ¿Creyó el hombre que esto era verdad, que si comía moría, o no lo creyó?

Hoy escuchamos muchas cosas que no son tan importantes como ésta, como por ejemplo: ¿Están construyendo en Irán armas atómicas?… ¿Está albergando Maduro a los terroristas? …¿Hay mafia en la Fifa?

Si nos preguntamos: ¿Cuáles son los hechos? Porque los hechos, las cosas que suceden son la realidad, y la realidad es la verdad. Es difícil saber cuáles son los hechos o la verdad, a no ser que estemos presentes cuando estos sucedan… ¿Cuántas veces nos equivocamos al creer lo que nos cuentan acerca de los hechos? Como dice el dicho: No ponga las manos al fuego por ninguno.

Pero aún estando presentes, al comunicar los hechos podremos desvirtuar esa verdad de tal manera que termine siendo mentira. ¿Por qué? Por qué como todos somos diferentes, es apenas razonable que cada uno tenga un punto de vista diferente acerca de los hechos.

Lo tremendo es que eso nos suena bien, y aún nos parece justo. Por eso permitimos que en ciertos temas la gente tome posiciones diferentes, aún a veces dentro de la familia. Sin embargo esto tiene un límite, y es cuando la posición de alguien respecto de algún tema está tocando algo que consideramos muy valioso en lo cual no estamos dispuestos a ceder. Por ejemplo:

La responsabilidad en el sexo según el mundo implica el uso de preservativos. Los cristianos creemos que la responsabilidad en el sexo es la abstinencia hasta llegar al matrimonio. ¿Qué cree usted que es lo correcto?

En el mundo los derechos de la mujer sobre su cuerpo les llevan a la conclusión que es justo abortar. Para los cristianos lo justo es que los niños tengan derecho a vivir. ¿Qué cree usted que es lo correcto?

En el mundo disciplinar a un niño con vara es considerado un delito, para los cristianos es un delito no disciplinarlo con vara cuando lo necesita. ¿Qué cree usted que es lo correcto?

Pero profundizando un poco más: ¿Qué es lo que hace que frente a la verdad absoluta o la realidad de las cosas, halla puntos de vista tan diferentes? Es decir: ¿En donde se originan esos puntos de vista diferentes?

Y la respuesta es: Los puntos de vista diferentes se originan en que tenemos objetivos diferentes.

Y esos objetivos diferentes hacen que las personas frente a la realidad o a la verdad, interpreten y comuniquen esa verdad, de tal manera que les sirva para mostrar cómo bueno, justo o correcto los objetivos que quieren alcanzar.

Alguien se encuentra una billetera, decide quedarse con ella, otro le dice: “Esa no es tuya tienes que devolverla”. El que se quiere quedar con la billetera dice: “A mí se me perdió una y no me la devolvieron, el que se descuida pierde, y gracias a Dios por este regalo”.

Un líder cristiano de un grupo de jóvenes quería una cadena de oro, en la calle le ofrecieron una con el broche roto. Y simplemente dijo: “Gloria a Dios” y la compró muy barata. Y luego conto testimonio en la reunión de jóvenes… Sin embargo la escritura dice; ”No seas cómplice de Mal”

Cuando Jesús habla de la viga y la paja, está hablando precisamente de este problema; de que los objetivos diferentes nos llevarán a minimizar ciertas verdades o a engrandecer otras, dando como resultado que se distorsione la verdad hasta convertirla en algo insignificante, a lo que no hay que hacer caso.

Por esto para unos no es problema infringir una o varias normas de Dios con tal de lograr sus objetivos económicos; en cambio a otros, les parece mucho más importante obedecer a Dios, aún en cosas que no parecen muy importantes, aunque esto les impida ganar más dinero.

Y por supuesto cada uno cree que está haciendo lo correcto. Sin embargo la escritura dice:

Proverbios 28.6 Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos caminos y rico.

Como cristianos tendremos que decir que es mejor ser pobre y honesto que rico y perverso… Sin embargo: ¿Lo creemos de corazón? O: ¿Sólo lo decimos pero quisiéramos ser millonarios?

Y yendo un poco más profundo… Si para alcanzar nuestros objetivos somos capaces de distorsionar la verdad, la siguiente pregunta es: ¿Qué que es lo que hace que los hombres tengamos tan diferentes objetivos? Y la respuesta es: Una escala diferente de valores.

Por ejemplo: Para algunos lo más importante es el dinero y la comodidad que éste puede dar, para otros la diversión, para otros es más importante la salud, para otros tener un cuerpo bien entrenado, para otros la belleza, para otros las buenas costumbres, disciplina, responsabilidad, el aseo, la higiene… Para otros son más importantes las cosas espirituales, el conocimiento de Dios, el desarrollo de la fe, el desarrollo de los dones, el servicio a Dios, la búsqueda de la unidad, tener discípulos, etc.

Y como esas cosas que consideramos tan valiosas determinan nuestros objetivos, cuando recibimos una verdad somos capaces de aceptarla, negarla. O distorsionarla de tal manera que nos acerque a los objetivos que queremos lograr.

Le dicen que su esposo anda con otra persona o que anda haciendo cosas muy malas, pero como el objetivo es no perderlo, porque prefiere marido aunque sea malo a estar sola, entonces la mujer dice: “Es que no lo quieren; es que la gente es mala; es que le tienen envidia”… Cualquier cosa menos aceptar la verdad porque podría tener problemas con él y perderlo.

Respecto de lo que la gente considera valioso podemos encontrar dos grandes extremos. Los que las cosas materiales incluido su cuerpo son lo más importante, y los que las cosas espirituales son las más importantes.

Esos diferentes valores los llevan a tener objetivos muy diferentes, y como consecuencia una vida muy diferente. La Escritura nos habla de personajes que no valoran en absoluto las cosas espirituales, los cuales viven así:

2 Pedro 2.12–14 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, 13recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores. 14Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.

Pero aún estos por la gracia de Dios se pueden convertir. Sólo que si no cambian sus valores y objetivos entonces su relación con Dios será muy pobre, muy poco espiritual, casi sin ningún compromiso, sin interés por la obra de Dios, como si Dios sólo fuera útil para el presente, como si el gran objetivo de la vida fuera pasarla bien, pero ahora con la ayuda de Dios. (De allí se origina la falsa doctrina de la prosperidad material)

Contrario a estos; los que valoran las cosas espirituales viven para la eternidad, pensando en su encuentro con Jesús, pensando en el milenio, en como servirán al Señor y luego en la Jerusalén celestial. Éstos gracias a su diferente escala de valores pueden llegar a sacrificar la comodidad presente y la seguridad terrenal, con el propósito de hacer una mejor inversión para la eternidad. La escritura nos cuenta algo que parece muy difícil de vivir cuando no se tiene la escala de valores correcta:

Hebreos 11:35 al 36 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.

¿Saben que es lo que enseña ese versículo? Imagínese que usted se enferma y cuando ora por su salud Dios le dice: Si quieres yo te puedo sanar ya, pero también si quieres puedo dejar tu enfermedad para que ella te haga crecer espiritualmente… Pero: ¿Qué quieres que haga? ¿Qué responderíamos nosotros?

Ciertamente estos que piensan en la eternidad son los que están concentrados en vivir la vida de tal manera que cada situación les enseñe a conocer más a Dios, tener cada vez más fe en El, y ser cada vez mas como El, como Jesucristo.

Por supuesto estas divisiones respecto de los valores no son absolutas, podemos encontrar un revuelto de estos valores y es lo que hace que también haya objetivos muy variados y diferentes.

Volvamos a comenzar: Cuando recibimos una verdad la forma como la recibimos depende de los objetivos que cada uno tenga. Pero esos objetivos diferentes en cada uno de nosotros dependen de los valores, de qué cosas consideramos valiosas o no.

Según esto la siguiente pregunta importante es: ¿Y de qué depende esa diferente escala de valores? Es decir por ejemplo: ¿Que hace que para unos las cosas espirituales sean lo máximo y para otros las cosas materiales?

La respuesta indudablemente es: Nuestros valores dependen de lo que nosotros consideramos o creemos que es la verdad…

Siendo esto así: Entonces no hemos avanzado nada, porque la primera pregunta que hice al comenzar el tema fue: ¿Como saber cuál es la verdad?

Y lo que he venido mostrando, es que: La verdad para cada uno de nosotros depende de los objetivos; los objetivos dependen de los valores; los valores dependen de la verdad; la verdad depende de los objetivos; los objetivos dependen de los valores; los valores de la verdad; la verdad depende los los objetivos; los objetivos dependen de los valores; los valores dependen de la verdad…

Es decir; así nunca vamos a descubrir la verdad absoluta, nos tocará conformarnos con esas verdades relativas que en realidad son mentiras que creemos que son verdad, entonces nuestros valores seguirán torcidos al igual que nuestros objetivos…

Es más, esta es la razón por la cual el mundo está lleno de verdades que no cuadran. Porque todos dicen tener la verdad, pero están diciendo cosas completamente contrarias… Y no hay que ser muy inteligente para saber que no todos los que dicen tener la verdad la tienen.

Pero entonces: ¿Cómo poder conocer la verdad? Para conocer la verdad lo primero que debemos entender es donde comenzó el problema. ¿Dónde fue?

Génesis 2:16 al 17 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Allí. El hombre no creyó en la verdad, comio del árbol, y el árbol de la ciencia del bien y del mal acabo con la verdad… Porque el efecto que este produce cuando alguien se alimenta de el, es que lo que él hombre cree, no importa lo absurdo que sea, se convierte en su verdad.

Si Dios no es la guía de nuestros pensamientos cualquier cosa que pensemos podemos llegar a tomarla como verdad.

Por eso: Si queremos conocer la verdad tenemos que dejar de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal… ¿Cómo se hace esto? Pues volviendo al origen de la verdad y creyendo en ella. Cuando Jesús fue llevado a juicio…

Juan 18.37–38 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. 38Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito.

La venida de Jesús es como si fuera una nueva oportunidad para decidir si seguimos comiendo del árbol de la ciencia del bien y del mal, o si le creemos a Dios.

Notemos que Pilato, ya entendía que todos los hombres diciendo cosas diferentes creen tener todos la verdad, y por eso cuando Jesús dijo que venía a dar testimonio a la verdad ni siquiera le intereso escucharlo.

Y también por eso, porque en el mundo es normal que cada uno tenga su verdad, es que Pilato consideró que Jesús no estaba haciendo nada malo. Pero no pensaban igual los judíos que había hecho de la religión un muy buen negocio y por esto rechazaban a Jesús como un criminal.

Sin embargo a un grupo de judíos que si querían conocer la verdad Jesús les dijo:

Juan 14.6–7 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

En estas palabras Jesús está expresado todo lo que necesitamos para salir de este círculo vicioso que nos mantiene engañados con una serie de; “verdades relativas” es decir mentiras que creemos son verdad. Jesús es la verdad absoluta.

Por eso sólo a través de Jesús podemos encontrar la verdad, también encontraremos el camino a la vida, a la verdadera vida que tiene como objetivo final llegar al Padre.

Y si nos preguntamos: ¿Cómo podemos conocer la verdad que Jesús nos vino a enseñar? La respuesta nos la dio Jesús cuando dijo:

Juan 5.39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí…

Y entonces la respuesta es que la verdad que necesitamos para unos valores y objetivos correctos, está en la biblia…

Por supuesto la Biblia no nos dice sí Irán está construyendo o no armas atómicas… Tampoco le dará el nombre de su futuro esposo, o el nombre del mejor cliente para negociar con el, o el sitio más apropiado para tomar vacaciones, o en qué momento debe dedicarse a servir de tiempo completo a Dios, o cuando abrir un grupo de oración, o cuando compartir de Cristo, o cuando invitar a los amigos o conocidos a la iglesia, etc.

Pero en la Biblia si vamos a encontrar la verdad que nos permita tener una escala de valores adecuada, esta escala de valores adecuada nos permitirá tener objetivos adecuados, y teniendo objetivos adecuados podemos frente a las situaciones tomar las decisiones correctas.

Y además de esto, cuando tenemos objetivos correctos es fácil seguir asimilando la verdad hasta llegar al conocimiento pleno. Como quien dice entre mas verdad poseemos más fácil es reconocer la verdad, Y por esto mismo al comenzar la vida cristiana es muy complicado reconocer la verdad por la gran cantidad de mentiras que tomamos como verdad.

Volviendo al origen del problema:

Génesis 2:16 al 17 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

El árbol de la ciencia del bien y del mal representa todo el conocimiento que el mundo tiene con el cual pretende conocer e interpretar la verdad. Es decir: El árbol de la ciencia del bien y del mal es el instrumento a través del cual la verdad ha desaparecido.

Y como cuando el hombre decidió desconfiar de Dios, perdió el valor más importante. De allí en adelante es imposible que el hombre pueda tener valores, objetivos y decisiones correctas. ¡Sin Dios qué es la verdad absoluta, no le queda al hombre sino las mentiras! Por eso el mundo está como está, y cada vez va a estar peor.

INICIO Y MÉTODOS DEL ENGAÑO

Después de que el hombre recibió la verdad, entró en escena Satanás el cual dijo:

Génesis 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis

Esta acción de Satanás es descrita en la escritura como; el misterio de la iniquidad. Y es descrito como un misterio, como algo que la gente no puede saber o entender, precisamente por lo oculto que es este trabajo de Satanás a los ojos del mundo.

Y tiene que ser así, algo oculto, porque uno no puede engañar a la gente diciéndole que la viene a engañar. Por supuesto el trabajo de Satanás no termino allí, todo lo contrario, alli comenzó y todavía no ha terminado. La escritura dice:

2 Tesalonicenses 2.7–8 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

Su objetivo es negar la veracidad de palabra de Dios. Al presente nosotros la iglesia somos los encargados, los responsables de detener esta mentira y de preservar la verdad. (¿Cómo vamos en eso?) Pero cuando seamos quitados de en medio, en el rapto, podra con toda libertad enseñar todas sus mentiras como si fueran la verdad absoluta.

Este ataque, negación y distorsión de la verdad, viene acompañado de todos los argumentos y testimonios necesarios, y aun de milagros, para confirmar la condenación de los que teniendo la oportunidad de haber conocido la verdad, prefirieron rechazarla. Por esto continúa diciendo:

2 Tesalonicenses 2.9–10 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 10y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos….

El que no quiere conocer la verdad, tendrá a su disposición una gran cantidad de mentiras en las que podrá creer… Pero por supuesto, para ser más efectivo en su labor, Satanás se hará pasar por Dios. Dice así:

2 Tesalonicenses 2.4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

Esta será la obra maestra del engaño, porque no hay duda que no hay peor engaño que Satanás se haga pasar por Dios, y que la gente le crea… Sin embargo el final que le espera es su destrucción:

2 Tesalonicenses 2.8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

Cómo la clave del engaño es que al final de los tiempos se presente como Dios… No es raro que desde el comienzo para engañar a los hombres…

SATANAS PONE EN LA BOCA DE DIOS SUS MENTIRAS.

Por eso; después de decir que era mentira que si el hombre comía del árbol moriría, el atrevidamente dice:

Génesis 3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal

A veces los hombres usamos la misma estrategia. Como cuando en las discusiones alguien dice algo, y nosotros lo interpretamos de manera diferente, y usamos esa interpretación diciendo; ”tú dijiste”. Porque tiene más fuerza a atacar al otro diciéndole “tú dijiste” a la fuerza que tiene cuando decimos “yo dije o yo pienso”.

Aquí Satanás está diciendo: Que Dios sabe que la verdad es que si el hombre come será como Dios… Y si esa es la verdad dicha por Dios, entonces el hombre piensa que no hay duda, hay que comer del árbol.

Un ataque similar ocurre cuando Satanás logra colocar mentiras en la boca de los cristianos. Porque pensamos que si un incrédulo dice algo acerca de Dios, no hay por qué creerle, pero si es un cristiano, más aún si es un cristiano importante, un pastor, un apóstol, o un cristiano próspero el que habla, creemos que las palabras de un cristiano “bendecido” por Dios deben ser verdad.

Cuando comencé mi vida cristiana ante todas las necesidades económicas yo respondía “Dios proveerá”. Pero al confiar en la promesa de Dios, comencé a notar que eran los cristianos los que con sus actitudes me decía que yo estaba equivocado…. Mechudo, medio hippie, sin trabajo… Diciendo: “Dios proveerá”… Pobre tipo, no tiene los pies sobre la tierra, está viviendo un sueño.

Alguna vez escuché a un pastor que decía a un grupo de pastores: ”Usted no puede llegar a la plaza del mercado con fe usted tiene que llegar con dinero” Y como era un pastor próspero pues los otros le creían. Pero:

¿Qué es más importante? ¿El dinero o la confianza en Dios? Es decir donde es más importante depositar la fe: ¿En el dinero o en Dios? La escritura dice:

Proverbios 23.5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo.

Otra forma muy sutil pero efectiva para engañar a los hombres, es cuando:

SATANÁS NOS COLOCA OBJETIVOS BAJO EL RÓTULO DE: ”ESO ES BUENO”

Y entonces satanás comienza a enseñar que ciertas cosas son siempre buenas, cuando la realidad es que no siempre son buenas. Producto de esto encontramos aun a cristianos diciendo: “Eso es bueno”. Es bueno tener dinero, es bueno tener salud, es bueno tener buena posición. Y esa fue la conclusión a la que llegó la mujer en aquella época:

Génesis 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría;

Nos hace creer que las cosas agradables son buenas, por lo tanto es normal y además es justo desearlas. Y el remate final de este engaño es, que como Dios es bueno, por supuesto que un Dios bueno nos tiene que dar buenas cosas. Es más Satanás nos puede decir que Jesús dijo eso… Y es cierto:

Mateo 7.11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

El engaño está, en que hay una enorme diferencia entre lo que Dios considera bueno y Satanás y los hombres consideran bueno.

Y cuando un creyente vive con este equivocado concepto del bien y del mal (que sale del árbol,) el primer problema que se puede presentar, es cuando Dios no le de esas; “buenas cosas”. Entonces la imagen de ese Dios bueno se derrumbara y el creyente perderá su poca fe. Son muchas las personas que se alejan de las iglesias porque Dios no le da esas buenas cosas que ellos desean.

Pero hay otro problema de vivir con ese enfoque de que Dios da buenas cosas de acuerdo a los valores de los hombres, y es que como Dios dice que hace llover sobre justos e injustos, algunos “cristianos” con el tiempo van descubriendo que a pesar de desobedecer a Dios, de todos modos obtienen esas buenas cosas… Y la conclusión final es que no necesitan a Dios para obtener esas cosas.

Los jóvenes van descubriendo que no necesitan de Dios para tener sexo, peor aún; Dios es el estorbo para tener sexo con la conciencia tranquila. Los hombres también va descubriendo que no necesitan de Dios para tener un buen trabajo. Al fin y al cabo muchos incrédulos tienen muy buenos trabajos. Hay incrédulos que tienen buenas empresas. También descubren que siento deshonestos ganan dinero, o que tampoco es necesario Dios para tener una buena mujer por esposa, o un marido buen mozo y agradable.

Producto de este engaño los cristianos comienzan a vivir un cristianismo mundano, donde lo verdaderamente importante para ellos son las cosas que se ven, y dónde olvidan que lo más importante es la transformación que Dios quiere hacer de nuestra vida para que podamos vivir como Jesús vivió en la tierra.

Y en lugar de reconocer el engaño en que están viviendo al recibir distorsionada la verdad, lo que hacen es:

Génesis 3:6 y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Comparten eso que creen. Entre más personas hagan lo mismo más seguridad van obteniendo acerca de que su camino es correcto.

En cierta ocasión confrontando a una persona respecto de lo torcidas que son las enseñanzas de la iglesia a la que asistía… Me dijo: “Cómo pueden estar equivocados si la iglesia está llena de gente”

Respecto de esto me llama la atención, que cada vez parece que hay más cristianos que viven la vida cristiana sin ir a la iglesia, porque como las iglesias están tan torcidas… Entonces a cualquier grupo llaman Iglesia, y no cumplen con lo que la iglesia realmente debe hacer.

Pero estos cristianos olvidan que la multitud fue la que pidió que se construyera el becerro de oro estaba equivocada. Se les olvida que la multitud fue la que prefirió a barrabás en lugar de Jesús Y estaba equivocada. Se les olvida que respecto de las cosas de Dios la multitud no tiene la razón. Además la escritura dice:

Mateo 7.13–14 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

La puerta estrecha y el camino angosto… No quiere decir que como cristianos siempre recibimos buenas cosas según los valores del mundo. Porque buenas cosas para nosotros también son tiempos de crisis a través de los cuales aprendemos a depender cada vez más de Dios.

¿Según todo esto cual es el verdadero problema que tenemos? Sencillo: No conocemos la verdad.

Ahora: Respecto de la verdad que necesitamos conocer la escritura dice:

Juan 1.17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

La ley de Dios, el viejo pacto, a sido conocido como una verdad absoluta de parte de Dios, sin embargo la ley no puede salvarnos, y por eso es que dice que la gracia y la verdad, qué es lo que realmente necesitamos vinieron por medio de Jesucristo.

Siendo esto así podemos decir que la mentira ha abundado a lo largo de todas las generaciones en toda la tierra, pero la verdad llegó a través de Jesucristo.

¿Pero han recibido los hombres esta verdad de Dios con gusto con alegría?… La escritura nos cuenta que en cierta ocasión que Jesús estaba manifestando la verdad, se encontró con una serie de personajes a los cuales les dijo:

Juan 8.44–45 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Notemos que precisamente por los deseos que ellos tenían, es decir por sus objetivos es que no podían reconocer la verdad… Jesús continúa diciéndoles:

Juan 8.45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. 46¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

La verdad es que todos los hombres pueden salir de este círculo vicioso, puede ser libres del árbol de la ciencia del bien y el mal… El problema es que no quieren creer en Jesús. ¿Por qué? Por no querer abandonar sus objetivos.

La pregunta es: ¿Cómo estamos respecto de esto cada uno de nosotros? Es decir: ¿Ahora que conocimos a Jesús ya renunciamos a nuestros objetivos? O será que: ¿Es tal la obstinación por nuestros objetivos que no hemos podido ni siquiera conocer a Jesús?

El Señor Jesús con mucha claridad hablo de esto cuando dijo:

Lucas 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Siendo nosotros cristianos, es decir creyendo que Dios es Dios y que debemos creer su palabra, la pregunta es: ¿Creemos que esta declaración es la absoluta verdad y por lo tanto hemos hecho lo que ella dice?

Antes de contestar es bueno aclarar que no significa que al creer en Jesucristo usted deba deshacerse físicamente de todo lo que tiene, eso parece que dijera, pero no es ésa la forma en que normalmente debemos entenderlo. Y digo normalmente porque también es posible que a algunos como hizo jesús con el joven rico, si le pida eso, deshacerse física y materialmente de todo lo que tiene.

Pero a los que Dios no les de esa orden, lo que tienen que hacer, es renunciar en su corazón a todo lo que poseen, para que nada de eso que poseen les impida recibir la verdad y poder hacer la voluntad de Dios.

Insisto: Renunciar en nuestro corazón a todo lo que poseemos… Significa en primer lugar que estamos dispuestos a aceptar lo que Dios quiera, respecto de esas cosas que poseemos… Si Dios quiere dar más, si Dios quiere dar menos, si quiere quitar todo, lo que Dios decida estoy dispuesto a aceptarlo porque he renunciado a todo para seguir a Cristo.

Eso significa que cuando renunciamos a todo para poder conocer la verdad y vivir haciendo la voluntad de Dios, en ningún momento desobedeceremos adiós para lograr nuestros objetivos.

Hacemos lo que tenemos que hacer, hacemos lo correcto delante de Dios, y los resultados quedan en las manos de Dios.

Siendo esto así, es evidente que algunos por ejemplo: No han renunciado al dinero. Se nota que no lo han hecho por la forma deshonesta en que manejan sus finanzas, delante de los hombres y delante de Dios.

Otros no han renunciado al sexo, y es evidente porque por tener sexo ignoran las normas que Dios a dado al respecto… Ya sea fornicando o adulterado.

Otros no han renunciado a su orgullo, y se nota por la dificultad de aceptar sus errores o pecados, y porque continuamente se defienden como si los atacaram.

O otros no han renunciado a su salud, y se nota por la preocupación, la tristeza y la depresión que les da cuando se enferman.

Otros no han renunciado a sus hijos o a sus padres, y se nota porque cada ves que les pasa a algo que consideran malo, pierden por completo la paz y el gozo, y se llenan de angustia.

Otros no han renunciado a su tiempo, y se nota en que no son fieles en la administración de su tiempo especialmente con Dios. No hay tiempo para estudiar la palabra, no hay tiempo para asistir a la iglesia, no hay tiempo para ayudar a otros en el conocimiento de Dios.

Otros no han renunciado a la vida, y se nota por el miedo que le tiene a la muerte.

Cuando no hemos renunciado a alguna de estas cosas ¿Por qué no lo hemos hecho si es una orden directa de Dios? Es decir:¿Qué razón tenemos para no haberle hecho caso a Dios?

Y la respuesta no hay duda que es: Porque no confíamos en Dios. Y: ¿Por qué no confíamos en Dios? Será que el creador de los cielos y la tierra no es digno de confianza. O nos parece que ir a la cruz por nosotros no es una demostración clara de amor.

Debe haber una gran cantidad de mentiras absurdas que creemos que son verdad, que nos llevan a pensar que no es bueno creer lo que Dios ha dicho, Y por eso tomamos la decisión de no creerle.

La pregunta es: ¿QUÉ PUEDE HACER DIOS EN ESTE CASO?

Pregúntemonos: ¿Qué se puede hacer con una persona que recibiendo una orden directa de Dios, no hace caso porque no confía en Dios?

Pensemos seriamente por un momento: Si nosotros no hemos renunciado al dinero, o al sexo, o al orgullo, o a los seres queridos, o al tiempo o a la vida: ¿Cómo nos gustaría que Dios nos enseñara que estámos equivocados al respecto? ¿Qué sería necesario que Dios hiciese para que le hagamos caso? Quisiera oír sugerencias….

Yo quisiera que Dios me despertara por las noches, se sentará en mi cama frente a mí y me dijera…

Hijito mío no es bueno que estés fornicando. O; hijito mío no es bueno que seas deshonesto con el dinero. O; no es bueno que le irrespetes a tu marido. O; no es bueno que idolatres a tus seres queridos. O no es bueno que te alejes de la iglesia, debes asistir con juicio.

¿Cuántos creen que si Dios hiciera eso con ustedes, o con alguna persona, está comenzaría a obedecerle porque Dios se le presentó y le dijo lo que tenía que hacer?

Continuamos estudiando esto la próxima semana, por ahora vamos a orar… Pero además de la oración en grupo donde le pidamos a Dios que quite los estorbos que nos impiden creerle… Cada uno de nosotros pídale a Dios lo que crea necesario que debe suceder en su vida, para que en primer lugar puedas recibir la verdad de Dios, ya viéndola recibido pueda obedecer.

Insisto cada uno pídele a Dios lo que cree que debe pasar en su vida para que le pueda creer a Dios. Hágalo con la seguridad de que si su oracione es correcta Dios le contestara porque su promesa dice:

1 Juan 5.14–15 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

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