MISERICORDIA – LA TRAGEDIA DEL PECADO
I. INTRODUCCIÓN
La enseñanza anterior hablamos un poco acerca de los que significa pecar, quiero recordar los que dijimos, pecar significa transgredir la ley de Dios, es una desobediencia a la voluntad de Dios, y es lo más grave que el hombre puede hacer, el pecado es la tragedia más grande del hombre, fue la causa de la muerte, de las enfermedades, del sufrimiento, de todo lo desastroso que vemos en este mundo, pero la gran mayoría no cree en esta verdad, llevamos toda nuestra vida conviviendo con el pecado tanto con el nuestro como con el de los demás, a tal punto que perdimos toda sensibilidad hacia pecado, no solo el hombre ha convivido con el pecado, si no que ha creído que es parte de su vida, dejando de ver la tragedia que el pecado produce en el hombre, es tan grande esta verdad, que la única forma de perdonar el pecado fue que el hijo de Dios viniera en forma de hombre a pagar el precio por el pecado, y ese precio fue su muerte derramando hasta su última gota de sangre.
“y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.” S. Lucas 9:22 RVR1960
LA PROVISIÓN DE DIOS
Un pago inmerecido, el hombre no es digno de este gran acto de amor por parte de Dios, lo que realmente merecemos es la muerte y el castigo eterno.
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 6:23 RVR1960
Como el hombre no ve la gravedad del pecado no cree que lo que merezca sea el infierno, de hecho pensar en un castigo eterno para muchos es un acto de crueldad, los testigos de jehová erróneamente dicen: el infierno no existe, el infierno es aquí en la tierra, incluso he llegado a escuchar cómo podemos hablar de un castigo eterno si Dios es amor. “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”
Isaías 53:5-6 RVR1960
“Dios es juez justo, y un Dios que se indigna cada día contra el impío.” Salmo 7:11 LBLA
“Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad.” Salmos 5:4-5 RVR1960
“Y estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.” Mateo 25:46 LBLA
Jesús fue muy claro al decir que todo aquel que no haga la voluntad del padre irá al castigo eterno, y esto no es un acto de injusticia pues el hombre ha desafiado a Dios ignorando su voluntad, de hecho ninguno debería ser salvo pero gracias a la misericordia de Dios no perecemos, hoy el mundo continúa como lo vemos gracias a la misericordia de Dios.
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia la humanidad, Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,”
Tito 3:4-5 LBLA
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva
(1 Pedro 1:3)
Que significa que Dios sea misericordioso.
Cuando la Biblia habla de misericordia usa varios términos, pero hay dos que sobresalen. En el Antiguo Testamento vemos el término hebreo «jesed» que significa entre otras cosas bondad, misericordia, gracia, amor y fidelidad. En el Nuevo Testamento encontramos el término griego «eleos» que se refiere a la manifestación externa de la compasión.
Por lo tanto, la misericordia bíblica se trata principalmente de la expresión o manifestación del amor de Dios. Por misericordia, él no nos quiso dar el castigo que merecíamos. Dios nos extendió su mano y nos dio la oportunidad de recibir su perdón por medio de nuestro Salvador Jesucristo.
Se observa su origen etimológico en el latín misericordia, siendo miser el verbo empleado para expresar piedad; ese perdón con los demás que se vincula con un sentimiento de autocomprensión más profundo. Esta profundidad, llegará al fondo del individuo, a su cord o cordis, entendiéndose por corazón. De este modo, los vocablos latinos que la forman implican potentes sentimientos que evolucionan en el tiempo.
La misericordia es una cualidad propia del ser humano, una capacidad de perdonar, compadecerse y empatizar con los sufrimientos ajenos. Se relaciona directamente con gran parte de las religiones del mundo; esa virtud casi divina de expirar los pecados, de apiadarse del prójimo y poder entender los sentimientos de los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! (Efesios 2:4-5)
Que Dios sea misericordioso significa que por su propio deseo el se compadece de nuestra situación y perdona nuestro pecado, pero ojo Dios no únicamente es misericordioso, cuando Dios no es misericordioso Dios es justo, y quiero ampliar un poco esto, porque hay muchos que “abusan de la misericordia de Dios” hay muchos que se “acostumbran a la misericordia de Dios” y terminan creyendo que Dios debe tenerles misericordia porque Dios es misericordioso, a esos debemos recordarles lo que significa misericordia, y es que Dios por su propia voluntad decide perdonar nuestros pecados.
Dios no nos debe misericordia.
Pero tengamos siempre presente que Dios no está obligado a ser misericordioso, ni siempre ni con todos, pero cuando Dios no es misericordioso Dios es justo, el gran problema de algunos es que según ellos cuando Dios no es misericordioso Dios es injusto.
Algunos piensan si Dios le da a otro Dios tiene que darme a mí, y es algo que proviene de la carne, me pasa mucho con mis hijos, cuando le doy un regalo a uno y a otro no, se me acerca al que no le di, y me dice porqueamihermanoledisteya mi no, injusticia, y empiezo a explicarles hay cosas que como padre yo les debo a los dos por igual, pero que no estoy obligado que cuando le doy gusto a uno también debo darle a otro, ejemplo ayer castigue a tu hermano por un mal comportamiento o sea que a ti también te debo un castigo?
Ósea cuando se trata de cosas que te gustan yo soy injusto si no se la doy a los dos, cuando se trata de cosas que no te gustan y no se lo doy a los dos ahí si no soy injusto, así piensan los hombres en su carne.
Termino diciéndole a mis hijos, niños ninguno de los dos se merece estos gustos, ustedes han sido desobedientes, han sido groseros, han pecado ante Dios, estos gustos se los damos porque queremos no porque se los merezcan.
Esto me hace acordar de una historia, un profesor de seminario puso un trabajo a sus alumnos el día de entrega un porcentaje menor no entrego el trabajo y clamaron para que el profesor les diera más plazo, el profesor accedió y les dio dos días más, tiempo después puso un nuevo trabajo el día de entrega el 25% no llevo el trabajo pidieron plazo y el les dio plazo, el trabajo final de semestre fue pedido y el día de entrega sólo el 50% llevó el trabajo, medio salón clamo por plazo con actitud déspota e irresponsable, el profesor dijo todos aquellos que no trajeron el trabajo tienen cero hubo un absoluto silencio y luego alguien dijo eso no es justo, a lo que el
profesor respondió quieres justicia? Te daré justicia tú entregaste a tiempo el trabajo pasado? A lo que respondió no, ok ahora tienes cero también en ese, alguien más quiere justicia? Dijo el profesor.
Los estudiantes se acostumbraron a la misericordia del profesor abusando de ella, y ante un acto de justicia ven una injusticia eso mismo ocurre al hombre hoy, se acostumbró a la misericordia y ahora cree que puede seguir pecando y arrepentirse después.
El favor de Dios no es para el que más corra es para el que Dios quiera.
“se le dijo a ella: El mayor servirá al menor. Tal como está escrito: A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí. ¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo! Porque Él dice a Moisés: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y tendré compasión del que yo tenga compasión. Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”
Romanos 9:12-16 LBLA
Dios escogió a Jacob para su propósito y no escogió a Esaú, y algunos pensaron que no había justicia en eso, pero el apóstol Pablo recordó lo que Dios dijo a Moisés tendré misericordia de quien yo quiera, Dios no nos debe misericordia, él tendrá misericordia con el que el desee, y en esto no hay injusticia, por el contrario cuando Dios no tiene misericordia, tiene justicia, porque como vimos anteriormente por nuestros pecados lo que merecemos es el castigo eterno, esto seguirá sonando cruel e injusto en el corazón de aquel que no reconoce su pecado y sus ojos no ven la tragedia del mismo.
“Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece. Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, todavía reprocha Dios? Porque ¿quién resiste a su voluntad? Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así? ¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honorable y otro para uso ordinario? ¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción? Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano Él preparó para gloria, es decir, nosotros, a quienes también llamó, no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles.”
Romanos 9:18-24 LBLA
Algunos dirán pero la biblia dice que la misericordia de Dios es para siempre, y nueva cada mañana.
“Que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad!” Lamentaciones 3:22-23 LBLA
A los cuales digo su misericordia es para siempre pero con sus hijos, con sus escogidos, con todo aquel que ha creído en Jesucristo como su señor y Salvador, y ojo esa misericordia siempre será inmerecida, no porque el hombre la merezca.
Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia. (Isaías 55:7)
“Sin embargo, tú los soportaste por muchos años, y los amonestaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no prestaron oído. Entonces los entregaste en mano de los pueblos de estas tierras. Pero en tu gran compasión no los exterminaste ni los abandonaste, porque tú eres un Dios clemente y compasivo.” Nehemías 9:30-31 LBLA
Ahora bien Dios no siempre tendrá misericordia con los que le rechazan un día vendrá el día de la manifestación de la ira de Dios contra todo aquel que ha rechazado a jesucristo el hijo de Dios, ese dia todos aquellos serán recompensados según sus obras.
“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;”
Romanos 2:5-8 RVR1960
Ahora bien todo aquel que ha creído en jesucristo debe sentirse enormemente bendecido por la misericordia de Dios, vivimos bajo la misericordia de Dios y ya hemos visto anteriormente que significa eso, la pregunta que debemos hacernos nosotros en este momento es: que tan misericordiosos somos nosotros con los demás. Hemos recibido misericordia de Dios, y Dios quiere que seamos misericordiosos con nuestro prójimo.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios. Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia, así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo.” 2 Corintios 1:3-5 LBLA
Es aquí donde realmente somos probados, ya que hemos sido formados en un mundo donde ayudamos a aquel que se lo merece, pero no al que no se lo merece, lo primero que vemos en el mundo es un egoísmo reinando en los corazones.
“Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes,”
2 Timoteo 3:2 NBLA
“Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo.” 1 Corintios 10:24 NBLA
“No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.” Filipenses 2:3-4 NBLA
El egoísmo es algo proveniente de la naturaleza pecaminosa, es algo que viene innato en nuestra carne, nadie le enseña a un bebe a ser egoísta sin embargo vemos que desde pequeños el egoísmo brota por nuestros genes, es un pecado contra el que debemos luchar, la palabra los describe como hombres amadores de símismos,personas quesepreocupanporlosinteresespropiosynoporlosdelos demás, sus interés siempre están por encima de los demás, hay una preferencia por complacer sus propios deseos que los de los demás, todo lo contrario a los que Dios nos enseña en su palabra que busquemos el bien de los demás incluso por encima de nuestro propio bien.
Muchos no ven lo delicado que es este tema, Dios aborrece el egoísmo, y pide que sus hijos sean misericordiosos y humildes con el prójimo, de hecho mucha gente busca a Dios solamente pensando en que Dios haga realidad sus deseos, son tan egoístas que no buscan a Dios para que el sea su Señor si no solamente su proveedor, no les interesa hacer la voluntad de Dios, si no que su voluntad se haga realidad, Jesús fue claro al llamar a sus discípulos, una persona egoísta no puede ser discípulo de Jesús.
“Llamando Jesús a la multitud y a Sus discípulos, les dijo: «Si alguien quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí y del evangelio, la salvará. O, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?” Marcos 8:34-36 NBLA
Ahora bien teniendo presente la misericordia que hemos recibido de parte de Dios, eso debe impulsarnos a poder tener misericordia hacia los demás, algunos no han entendido bien qué significa tener misericordia, es por eso que Jesús dijo a sus discípulos:
“Mas id, y aprended lo que significa: «Misericordia quiero y no sacrificio»; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.” Mateo 9:13 LBLA
Cuando Jesús hace referencia a un texto escrito en el libro de óseas donde el profeta habla al pueblo de Israel acerca de su comportamiento infiel, pues ellos ofrecían sacrificio a Dios, daban ofrenda a Dios, pero su comportamiento era infiel, el pueblo hacía cosas personales hacia Dios, tales como oración, lectura de la palabra, llevar ofrenda, presentar sacrificio, pero en su manera de vivir eran hombres que no tenían misericordia con su prójimo.
Mucha gente hoy sigue actuando como el pueblo de Israel, de esa época, oran, leen la biblia, se congregan en la iglesia, dan ofrenda en la iglesia, pero no perdonan a su prójimo, guardan rencor en su corazón, no tienen compasión por los demás, viven bajo un comportamiento egoísta a estos el señor dice aprended lo que significa misericordia quiero y no sacrificio.
“»Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos. »Por eso, cuando des limosna , no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.” Mateo 6:1-4 NBLA
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.” Mateo 23:23.
Ahora bien la verdadera misericordia es cuando ayudas al que te ha hecho daño, es cuando bendices al que te ha lastimado, es muy fácil ayudar a quien creemos que se lo merece, pero cuando es alguien que nos ha hecho daño, alguien que nos ha herido, ahí si no queremos hacerlo, decimos el no se merece mi ayuda, Cómo lo voy ayudar si mire lo que me hizo, es más no solo no quiere ayudarlo si no que no quiere que nadie más lo ayude, se enojan cuando lo ayuda, por esto y mas es necesario que aprendamos misericordia.
“Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan. Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica. A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo
mismo. Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad. Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es bondadoso para con los ingratos y perversos. Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.”
Lucas 6:27-36 LBLA
“Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.” Proverbios 14:31.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.” Mateo 5:7.
“…Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25:35-40,45.
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” Gálatas 6:7-10.
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:31-32.
“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.” Santiago 2:13.
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” 1 Pedro 3:8-9.