LIBRE DE PECADO
I. INTRODUCCIÓN
“Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero este nada malo ha hecho. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Él le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.” Lucas 23:39-43 LBLA
Esta es una de las historias bíblicas más controversiales para muchos, es un texto que para muchos es difícil de entender, no porque use terminología compleja si no porque les cuesta entender que un ladrón se salve en los últimos momentos de su vida, muchos dicen: este hombre cometió delitos y simplemente al final de su vida se arrepiente y ya, se salvó, esto a los ojos de este mundo es una historia que muestra una aparente injusticia, pero es necesario profundizar en esta historia para poder tener claridad sobre lo que está enseña.
He llegado a escuchar a muchos decir “yo después me arrepiento” cuando uno les habla de la necesidad de cambiar, y la verdad es que muchos piensan que pueden pecar y luego arrepentirse y asunto arreglado, tenemos un Dios perdonador y muchos piensan luego yo le pido perdón a Dios y asunto arreglado, muchos dicen este hombre era un ladrón y se salvo en su ultimo momento, puede ser igual conmigo, de hecho alguien una ves me cuestiono sobre esta historia y me dice: esta historia ni siquiera habla de arrepentimiento, este hombre ni oraba ni leía la biblia, ni servía en una iglesia, nada, ni siquiera sabemos si se arrepintió y simplemente le dijo a Jesús que se acordara de el y ya.
Hoy quiero abordar esta historia, pero para poder profundizar debo empezar hablando acerca del pecado, el pecado es la peor tragedia que ha experimentado el hombre, transgredir la ley de Dios, y creer que tenía una mejor opción fue el peor error que el hombre pudo cometer, a través de la desobediencia el pecado trajo sufrimiento, dolor, tristeza, enfermedad, injusticia, toda clase de mal, todo es producto del pecado, de apartarse de la voluntad de Dios, el hombre no solo empezó a vivir esta tragedia, si no que se hizo esclavo de ella, y ha sido tal la perversión que el pecado ha causado en el corazón del hombre, que llegó a ver como normal algo terrible, y no solo normalizar si no disfrutar y defender.
“Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron;” Romanos 5:12 LBLA
Hoy en día el hombre disfruta del pecado, no acepta que le llamen pecado pues según él, es libre de vivir su vida como quiera, pero es un engaño ya que ser esclavo de un pecado es totalmente contrario a ser libre, debemos ser conscientes de la batalla en la que nos encontramos los hijos de Dios en la que un día acá en nuestros país seremos perseguidos por llamar al pecado, pecado, y enseñar que el pecado es lo peor en la vida del hombre, pero ante esta tragedia hay única esperanza cristo el hijo de Dios, el rey de reyes señor de señores.
“Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.” Romanos 5:17-19 RVR1960
Cristo fue la provisión para que el hombre sea libre de la maldición del pecado, cristo es el camino, es la verdad y la vida, y para que esto sucediera fue necesario que el pagara un precio, poner su vida en sacrificio, sufriendo la muerte más cruel y humillante realizada por el hombre, siendo esta razón suficiente para que le aceptemos como nuestro señor y Salvador, rindiendo toda nuestra vida a el, a el único que es digno.
“así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.” Hebreos 9:28 LBLA
Ahora bien el hombre que cree en Jesús como señor y salvador es libre de la condenación del pecado, ya no vive bajo el poder del pecado sino bajo el señorío de jesucristo, se ha arrepentido de su vida de pecado y como evidencia comienza un proceso de santificación, en el cual se aparta de todo pecado. Ya que habiendo Jesús pagado el precio y haber vencido al pecado no podemos perseverar en él, no podemos seguir viviendo en pecado, no somos más esclavos del pecado, esto es más que claro, tanto así que fue el mensaje de Jesús y de sus discípulos.
“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” S. Mateo 4:17 RVR1960
“Y los fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los recaudadores de impuestos y con los pecadores? Respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” Lucas 5:30-32 LBLA
La predicación de Cristo fue el arrepentimiento de pecados, y fue lo que le enseñó a sus discípulos a predicar.
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,” Hechos 3:19 RVR1960
“A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.” Hechos 3:26 RVR1960
“Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan,” Hechos 17:30 LBLA
Qué quiere Dios de ti: que creas en jesucristo como señor y Salvador de tu vida, que te arrepientas de tus pecados, apartándose de ellos, luchando día a día para mantenerte apartado de todo pecado, y que lleves su mensaje a otros.
“La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios.” 1 Tesalonicenses 4:3-5 NVI
¿Qué significa la palabra arrepentimiento?
El arrepentimiento es mucho más que limitarse a reconocer que se ha obrado mal; es un cambio en la manera de pensar y en el corazón que brinda una nueva perspectiva de Dios, de uno mismo y del mundo; implica apartarse del pecado y volverse a Dios en busca del perdón. Lo motiva el amor a Dios y el deseo sincero de obedecer Sus mandamientos.
Ahora bien, pensar que ni siquiera el arrepentimiento de pecados es necesario para ser salvo debido a esta historia, es totalmente contrario a lo que tanto Jesús como sus discípulos enseñaron, es un claro llamado para todos, siempre que hablo sobre algunas historias en las que muchos desearían una mayor ampliación por parte del escritor, digo Dios hace todo perfecto, ademas digo: no saquemos ninguna enseñanza sobre cosas que la biblia no dice, debemos enseñar lo que ella dice, y en ningún texto la palabra de Dios enseña que yo puedo arrepentirme después, No existe ningún versículo en el que se diga sigue pecando y arrepiéntete después, no existe ningún texto que diga tranquilo sigue pecando que yo después te perdono.
Pero una de las cosas que sí les puedo asegurar es que: quien te dice sigue pecando y después te arrepientes es satanás, sigue pecando que Dios perdona todo, luego te arrepientes y ya, estoy seguro que este tipo de palabras han salido de satanás, para engañar aquellos que lo que desean es seguir pecando, otras palabras del diablo son, estas muy joven para meterte en esa religión, cuando estes viejito te metes, disfruta tu vida y más tarde cambias.
De hecho la historia que estudiamos, no dice que este hombre hubiera recibido el mensaje de Jesús y hubiera dicho está bien pero yo tengo que seguir robando después me arrepiento, tampoco dice que este hombre no se hubiera arrepentido, de hecho cuando veo las palabras que este hombre dice veo la actitud de un hombre arrepentido. De hecho creo que esta historia es una de aquellas en las que más fe podemos evidenciar, pensemos por un momento en lo que está sucediendo, Jesús dio muestra a sus discípulos de ser hijo de Dios, a través de las múltiples señales, como sanidades y milagros que ellos pudieron creer en lo que Jesús enseñaba, pero a pesar de esto ellos dudaban, si la gente dudaba de Jesús cuando él hacía aun milagros, cuánto más no dudaría de él estando en la cruz como el peor de los criminales, dice la escritura que tanto la gente, como los soldados y uno de los ladrones se burlaban de él diciendo no eres tu pues el hijo de Dios, no eres tu pues el rey de los judios? si hubo un momento en la historia de Jesús en la tierra en la que cualquier hombre hubiera podido dudar de que Jesús era el hijo de Dios era este, aun sus discípulos no creyeron en él, se evidencia esto cuando se les anuncia la resurrección de Jesús y ellos no creen.
La fe que tuvo este hombre solo puede ser producto de la obra de Dios en su corazón, la fe y las palabras declaradas por este ladrón, solo son el fruto de una obra realizada por Dios en su corazón.
¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero este nada malo ha hecho. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
Lo primero que nos muestra el texto es que el ladrón por temor a Dios no se confabulaba con el resto para burlarse de Jesús, y no solo esto si no que reprendió a el otro ladrón que lo hizo, había temor de Dios en su corazón, otra cosa que especialmente me conmueve es cuando dice nosotros merecemos esta condena, pero este no, y digo que me toca mucho , porque hoy día la gente cree que solo merece que le pase cosas buenas, producto de que ya nadie les dice que lo que hacen es pecado y que desagradan a Dios, y lo último que me impacta es que en este momento Jesús parecía de todo menos un rey, dice la palabra que su rostro fue desfigurado debido a los fuertes golpes que recibió, en el momento en que aun los discípulos no creyeron, este hombre contra todo pronóstico creyó que Jesús era el rey, que las palabras de Jesús eran ciertas y que regresaría para reinar, estas no son las palabras de alguien engañado por satanás que dice que sigo pecando y después me arrepiento, y su palabra dice el que cree en mí aunque esté muerto vivirá.
Ahora bien he escuchados algunos decir este hombre se arrepiente en último momento y fue salvo, pues yo los digo para mi no existe un texto en el que diga que un hombre se arrepiente en último momento y se salvo, este hombre no se salvó en el último momento, este hombre Jesús lo salvó en el momento que el padre preparó para el.
Escúcheme bien lo que he aprendido de la palabra, el arrepentimiento es producto de la obra Dios en nuestro corazón, para poder llegar al arrepentimiento, es necesario estar convencido de pecado, algo que solo el Espíritu Santo hace en nosotros.
“Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio;” Juan 16:7-8 LBLA
Es solo la obra del Espíritu Santo que produce finalmente un verdadero arrepentimiento en nosotros.
“porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Filipenses 2:13 RVR1960
Estos versículos solo nos muestran cuán engañados están aquellos que dicen en su corazón después me arrepiento.
El arrepentimiento procede de parte de Dios, no es algo a lo que el hombre pueda llegar por sí solo, sólo la obra del Espíritu en nosotros es la que produce el arrepentimiento, así que podemos concluir que el arrepentimiento proviene solo de Dios y no de los hombres, es por esto que decir yo después me arrepiento es un acto total de ignorancia pues el hombre no puede arrepentirse cuando quiera si no cuando el Espíritu le ha convencido de pecado.
Algunos podrían pensar que es algo contradictorio, ya que los primeros versículos que leímos decían al hombre que debe arrepentirse como si únicamente de él dependiera, pero no podemos pensar que si yo no me arrepiento es responsabilidad del Espíritu ya que él no me ha convencido bien.
La responsabilidad del hombre está declarada en lo que llamamos la regla de oro.
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” Mateo 7:7-8 LBLA
Dejar de cometer una acto de maldad no necesariamente implica arrepentimiento.
Hay personas que pueden cambiar malas conductas, hay personas que pueden hacer buenas obras, pero no haber experimentado el arrepentimiento genuino.
Al igual que todos los demás seres humanos, naciste con una naturaleza que desea hacer su propia voluntad, que es contraria a la voluntad de Dios. La Biblia llama a esta naturaleza “la carne.” Si sigues las tendencias en la carne – tus deseos – cometes pecado. Hay veces que sentimos que no podemos evitarlo. Tus pensamientos siempre son atraídos en la dirección que sabes no es agradable para Dios – a quejas, criticas a los demás, inmoralidad sexual, avaricia, desánimo. La lista es larga.
Se que cada uno de los que estamos aquí en este lugar dia a dia batallamos contra el deseo de caer en la tentación, hay cosas en nuestra vida con las que luchamos a diario, y muchas veces nuestra carne es más fuerte que nuestro espíritu, muchas veces queremos cambiar, tenemos el anhelo de cambiar, porque sabemos que a Dios no le agrada lo que hacemos y que eso que hacemos nos hace daño, pero aunque no queremos pecar terminamos haciéndolo, es como si no tuviéramos la fuerza de negarnos al pecado, y aunque se nos ha enseñado que si no cambiamos es porque no queremos cambiar, hay muchas personas que realmente quieren cambiar, pero al no tener a cristo y no reconocerle como señor y salvador no tiene las herramientas para cambiar.
Pablo lo describe de la siguiente manera:
“Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Romanos 7:15-24 RVR1960
El apóstol Pablo está haciendo una descripción detallada de lo que es la vida diaria de cualquier persona, todos días batallamos contra ese deseo de hacer lo malo, y sin cristo es imposible vencer ese deseo, en nuestro cuerpo solo existe el deseo de pecar, y hacernos esclavos del pecado, y en este mundo podemos observar incluso dentro de la misma iglesia podemos ver como muchos se han rendido ante el deseo de hacer lo malo, muchos empezaron a batallar, dia tras dia, y al quitar sus ojos de Dios han perdido la batalla, y han intentado cambiar una y otra vez, pero siempre han terminado pecando, siempre han terminado cayendo y esa caída le genera una frustración hasta el punto de perder toda intención de cambiar y decir dentro de su corazón para que sigo intentando siempre será lo mismo, he escuchado a muchos decir, yo luche con mi pecado por muchos años y nunca fui feliz hasta que entendí que no debía luchar contra eso pues eso es lo que yo soy.
Algunos cristianos se olvidan de donde Dios los ha sacado y nos la pasamos diciendo si usted no cambia es porque no quiere, o decimos lágrimas de cocodrilo si usted peca es porque eso es lo que quiere, actuando como si nosotros estuviéramos libres de pecado por mérito propio, si alguien aquí no peca no es por sus capacidades si no porque el espíritu de Dios le fortalece día a día para vencer los deseos de la carne.
Satanás es astuto y anda como león rugiente buscando a quien devorar, primero actúa impulsando a pecar y posteriormente actúa como acusador para que te derrumbes del todo.
Un ejemplo claro es cuando alguien nos dice que no hagamos algo, satanás hace todo lo que esté a su alcance para que lo hagamos, se inventa todas las justificaciones posibles para que desobedezcas, y una vez desobedeces te dice que definitivamente no sirves para obedecer y que no vale la pena seguir intentándolo.
Y tristemente muchos viven de esta manera sintiéndose miserables por su esclavitud al pecado, quizás mucho tienen su consciencia cauterizada y no siente ningún agobio, pero hay muchos que aun sienten dolor cuando pecan, no se cual es el pecado que te agobia, no se cual es el pecado del cual te has hecho esclavo, pero en este momento quiero recordarte que en jesus hay libertad, que en jesus tenemos esperanza, que jesus vino al mundo y pago el precio por nuestros pecados, en el somos verdaderamente libres, por eso el apóstol Pablo después de decir miserable de mi!! Dice:
“Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.”
Romanos 7:25 RVR1960
En Cristo tenemos esperanza, en Cristo encontramos poder para vencer el pecado.
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”
S. Juan 8:34-36 RVR1960
¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! (1 Corintios 15:57)
Hebreos 4:15-16
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Ahora bien satanás quiere hacernos creer que es imposible negarnos a los deseos de la carne, satanás quiere hacernos creer que no podemos decir no al pecado, algunos engañados por satanás dicen en su corazón esto es imposible, es más muchos incluso culpan a Dios de su pecado, tomamos la actitud de Adam al decir la mujer que me diste me dio del fruto, muchos dicen el señor me hizo así, este deseo hacia el pecado no es mi culpa yo no pedí nacer con él, y entonces empiezan a contemplar el pecado, a convivir con el pecado destruyendo toda sensibilidad al espíritu de Dios, pero al enviar a jesús a vencer el pecado en la cruz del calvario, Dios nos otorgó poder para dejar de pecar en cristo tienes poder para ser libre de pecado, si no pudiéramos hacerlo en cristo es ilógico que Dios nos pida que no pequemos. Dios quiere que no pequemos.
“Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”
S. Juan 8:7-11 RVR1960
Nuestro pasado no nos ata al pecado y nuestro presente y futuro están en cristo, están mujer no fue condenada por su pasado, jesús le dice ni yo te condeno, podemos tener el peor de los pasados que lo que es imposible para el hombre es posible para Dios.
“Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados.”Isaías 43:25 LBLA
“Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días —dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón, y en su mente las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.”
Hebreos 10:16-17 LBLA
¿Por qué iba a decir esto cuando era imposible dejar de pecar?
Se han formulado muchas explicaciones diferentes, con distintos grados de ridiculez. Algunos dicen que Jesús quiso decir esto de la misma forma que un padre le dice a su hijo que deje de morderse las uñas – con la esperanza que dejará de hacerlo, pero sin una expectativa realista de que en realidad va a suceder así como así y sin más preámbulos. Otros son de la opinión que Jesús fue sarcástico, y que le pidió a la mujer irse y no pecar más porque quería evidenciar a un puñado de fariseos, pero si eso fuera cierto no encontraríamos los siguientes versículos en la palabra de Dios:
Mateo 5:48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”
1 Corintios 15:34 “Velad debidamente, y no pequéis.”
¿Qué significa “no pecar más”? ¿Qué tal si ese “vete, y no peques más” en realidad es un mandamiento para dejar de vivir en el pecado? ¿Es posible? ¿Qué quiso decir Jesús? Juan después de todo, escribe que somos mentirosos si decimos que no tenemos pecado.
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”
1 Juan 1:8-10 RVR1960
“Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad.” 1 Juan 1:8 TLA
Cuando el texto dice que tenemos pecado hace referencia a haber pecado alguna vez, a que en la vida todos hemos pecado, no hace referencia a vivir en pecado, y cuando Pablo habla del pecado que mora en mí no hace referencia a vivir en pecado, si no al permanente deseo de hacer lo malo.
“Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado y seducido por su propia pasión. Luego esa pasión, después de haber concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez llevado a cabo, engendra la muerte.” Santiago 1:14-15 RVA2015
Los versos en Santiago 1:14-15 dan una clara descripción de este pecado que todos tenemos. El pecado vive en todos nosotros. Después de todo, son nuestros propios deseos los que nos atraen y seducen.
Eso es también lo que quiere decir Juan cuando escribe que tenemos pecado. Pero tener pecado en nuestro cuerpo no significa que tenemos que ceder ante las tentaciones. Es sólo cuando el deseo se consuma que cometemos pecado. En otras palabras, es sólo cuando estoy de acuerdo con los pensamientos y tentaciones que se presentan que he pecado.
Así que cuando Jesús dice: “vete, y no peques más”, no espera que esta mujer solamente se libere de su carne y nunca más vuelva a ser tentada; Sino que le dice que diga no al pecado que habita en ella y detenga el deseo para que no sea concebido; es decir, que detenga la tentación para que no se convierta en pecado.
¿Y no es este el mismo mandamiento que nos da al resto de nosotros?
Debemos tener absoluta certeza de que Dios nos pide que no pequemos más, y esto ya sabemos que significa que no debemos caer ante el deseo que habita en nuestro cuerpo de hacer lo malo a los ojos de Dios, si Dios me pide que no peque más es porque él mismo ha proveído a través de jesucristo herramientas para no hacerlo.
Ese poder para no caer en tentación no es algo mágico, no es una crema que me unto o una pastilla que me tomo para no sentir deseos de pecar, son instrucciones que debemos vivir, reconocer nuestro pecado, orar sin cesar, confiar en Dios, y actuar.
Quiero compartir con ustedes un acróstico que le aprendí a un pastor acerca de cómo actuar para negarnos al pecado.
ROCA.
Reconocer – Orar – Confiar – Actuar
Reconocer
“Él que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.”
Proverbios 28:13 LBLA
“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.”
1 Juan 1:9 LBLA
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de manera que eres justo cuando hablas, y sin reproche cuando juzgas.”
Salmo 51:1-4 LBLA
Una de las cosas que hace satanás es convencerte de que no estás haciendo nada malo, de que tu lo único que quieres es ser feliz, las excusas solo nos alejan más del propósito de Dios, las excusas destruyen tu vida, el primer paso para ser libre del pecado y para no caer en tentación es reconocer nuestro pecado y nuestras debilidades.
Orar
“Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.”
Mateo 26:41 LBLA
“y perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno.”
Mateo 6:12-13 NTV
“Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.”
1 Juan 5:14 LBLA
Confiar
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”
1 Corintios 10:13 RVR1960
“Jesús le dijo: —¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?”
Juan 11:40 RVA2015
“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”
S. Marcos 9:23 RVR1960
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Filipenses 4:13 RVR1960
Actuar
Actuar es tan importante como reconocer, orar y confiar, cuando hablamos de actuar es empezar a servir a Dios haciendo su voluntad, hablar de él a otros, jesús dijo:
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.”
S. Lucas 9:23 RVR1960
Tres niveles negarse tomar la Cruz y seguirlo
Historia de José
Venir en pos de mí, es querer hacer lo correcto, si alguno quiere hacer la voluntad de Dios, debe negarse a los deseos pecaminosos que moran en su cuerpo, y tome su cruz cada día, Tomar nuestra cruz – es la clave. Si hacemos esto – no dejamos que tales deseos se conviertan en pecado – seguimos a Jesús, justamente como nos mandó y cumplimos con el mandamiento que dice “vete, y no peques más”.
Los cristianos vemos la cruz como un símbolo valioso de la expiación, perdón, gracia y amor. Pero en los días de Jesús, la cruz representaba solamente muertes tortuosas. Puesto que los romanos obligaron a los condenados llevar sus propias cruces al lugar de la crucifixión, el llevar una cruz significaba llevar su propio mecanismo de ejecución mientras se enfrentaban al ridículo por el camino a la muerte. Por lo tanto, “tome su cruz y sígame” significa estar dispuesto a morir con el fin de seguir a Jesús. Esto se llama “morir a sí mismo”.
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.” Colosenses 3:5
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” Gálatas 5:16.
Nótese que en diferentes pasajes hemos visto la responsabilidad que se nos otorga, se que hemos dicho que el señor es que coloca el querer como el hacer, que el es el que nos da el poder para dejar de pecar, y aunque él nos da el poder, esto no nos exime de toda responsabilidad al pecar, es por eso que vemos estos versículos que nos responsabilizan del hecho de hacer morir las obras de la carne, y jesús también nos deja claro que nosotros debemos tomar la cruz es nuestra decisión.
Todo aquel que quiere dejar de pecar debe tomar todas las decisiones que deba para disminuir la probabilidad de caer en la tentación, no caemos en la tentación porque si, no pecamos simplemente porque sí, hay todo un proceso para concebir el pecado, entendiendo esto el apóstol Pablo aconseja a Timoteo diciendo:
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.”
2 Timoteo 2:22 RVR1960
Hay situaciones a las que debemos resistir, y hay otras situaciones de las cuales debemos huir, yo no me imagino a José cuando la esposa de Potifar se le desnudo diciendo mujer déjame orar por ti para que el señor te cambie, ven yo te visto, NO!!! Cuando realmente hemos tomado la decisión tenemos la responsabilidad de hacer todo lo que esté en nuestro alcance para no pecar
La clave es andar en el Espíritu. Y andar en el Espíritu significa ser obedientes al Espíritu. Si hacemos esto, claramente está escrito lo que sucede: No satisfacemos los deseos de la carne, y si no satisfacemos tales deseos – la tentación a pecar – ¡no hemos pecamos!
Ahora bien es necesario que entendamos cual es el propósito con nuestra vida, es necesario que entendamos que tenemos un propósito en Dios y que debemos estar firmes en ese propósito esto nos hará ser constantes y no resbalar, dediquémonos dia y noche a las cosas de Dios y no así no daremos oportunidad al pecado que mora en nosotros.
2 Pedro 1:10
“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.”
1 Juan 3:3
“Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.”
1 Juan 3:6-7
“Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.”
El Espíritu Santo te muestra el pecado en la carne. Y te muestra lo que debes hacer: tienes que odiar los deseos; tienes que resistirlos y huir de ellos. Tu mente nunca debe estar de acuerdo o ceder ante los deseos. Mientras estés en una lucha contra el pecado que se revela en las tentaciones, ¡entonces no has pecado! La Biblia llama a esto la forma en que Jesús nos enseñó a “padecer en la carne”, y esta es la única forma de ser libres del pecado.
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.”
1 Pedro 4:1-2 RVR1960
La obediencia a la fe da resultados – ¡No tienes que seguir pecando!
Dios es Todopoderoso, y esto también significa que puede darte todo el poder que necesitas para ser un vencedor, pero debes querer esto y ser obediente a Dios, lo cual significa tomar la lucha contra tus deseos. Esto es lo que se llama “obediencia a la fe”, y estas son las obras que acompañan tu fe, y hacen todo realmente. Esto significa que debes resistir.
Si realmente crees en Dios y en su Hijo Jesucristo, ¿por qué sigues pecando? ¡Si en realidad no hay ninguna razón para hacerlo!