EL NUEVO PACTO
G. CAMBIO DE REINO
Pero no sólo hemos sido rescatados del poder del pecado y de la esclavitud que Satanás ejercía través del amor al mundo, sino que además hemos sido cambiados de reino. Eso quiere decir que antes éramos esclavos en el reino de Satanás bajo su poder con el objetivo de ser destruidos, pero ahora somos esclavos en el reino de Cristo, con el objetivo de ser salvados.
Colosenses 1:12 al 13 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
El hombre a través de los siglos ha sido engañado pensando que tiene varias opciones, cuando en realidad sólo hay dos, la de servir en el reino de Satanás como esclavo del pecado para al final ser destruido, o la de servir en el reino de Cristo para ser salvado. La obra de Jesucristo en la cruz aplicada a nosotros nos ha cambiado de reino dándonos la oportunidad de servir al Rey, al Señor de Señores. Por lo tanto nuestro objetivo ya no es conquistar el mundo, sino buscar el reino de Dios y su justicia que otras palabras quiere decir; vivir para hacer la voluntad de Dios y todas las cosas que necesitemos del mundo nos serán añadidas. (Esa es otra promesa que veremos más adelante)
H. RECONCILIACIÓN
También hemos sido reconciliados con Dios. Las palabras que usa la escritura en sus textos originales cuando habla de la reconciliación, dan a entender que el hombre le dio la espalda a Dios volviéndose su enemigo, mientras que Dios a pesar del pecado del hombre no cambió. Por lo tanto en la reconciliación lo que ha sido cambiada es nuestra posición de enemistad contra Dios, lo cual nos permite relacionarnos en amistad con Dios, y esto permite que Dios nos pueda salvar.
Romanos 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. La reconciliación debe llevarnos a entender, que parte parte de Dios sólo recibiremos amor eterno.
Pero también hemos recibido el privilegio de encargarnos de la reconciliación de los demás.
2 Corintios 5:18 al 19 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Entre más progrese la obra de Dios en nosotros, entre más experimentemos su amor, más importancia daremos al encargo que hemos recibido del ministerio de la reconciliación. No lograr ver la importancia de este asunto puede ser consecuencia de no entender el amor de Dios y de menospreciar la salvación que hemos recibido.
I. ACEPTACIÓN TOTAL
Gracias a que Dios ha quitado todas las barreras que nos impedían relacionarnos con él, esto también le ha permitido aceptarnos totalmente a través de Jesucristo, de acuerdo al puro afecto de su voluntad, con lo cual la grandeza de su gracia será alabada.
Efesios 1:5 al 6 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
Como está aceptación es por pura gracia, lo cual quiere decir que no hay mérito en nosotros para ser aceptados, y sin embargo lo somos a través de Jesucristo, eso también quiere decir que para acercarnos a Dios no debemos hacerlo basados en el esfuerzo o en un buen comportamiento de nuestra parte, pues tratar de hacer mérito para ser aceptado o para acercarse a Dios es en realidad negar por completo la eficacia del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Contrario a esto dice la escritura, que a pesar de nuestro pecado podemos acercarnos a Dios para recibir el oportuno socorro:
Hebreos 4: 15 al 16 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Y más adelante la escritura insiste, en que la razón por la cual podemos acercarnos a Dios con toda libertad, es por el camino abierto por Jesucristo a través de su muerte…
Hebreos 10:19 al 22 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Pero debemos hacerlo con sinceridad, con confianza, con un deseo de hacer las cosas como Dios quiere (pidiendo perdón si es necesario) y habiendo nacido de nuevo.
J. CORAZÓN NUEVO
Por supuesto tener estas buenas actitudes no es posible, ya que el corazón no convertido lo que manifiesta es:
Génesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Pero al haber Nacido De Nuevo también nuestro corazón de piedra insensible ha sido cambiado por un corazón de carne sensible a Dios, que nos permitirá escucharle y como consecuencia poder andar en sus caminos.
Ezequiel 11:19 al 20 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, 20para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.
K. VIDA ETERNA
También nos ha sido dada la vida eterna. Sin embargo la vida eterna no debe ser vista simplemente como una vida interminable respecto del tiempo, ya que aún los que no conocen de Dios vivirán eternamente separados de Él. La vida eterna es más bien una forma o un estilo de vida que sólo puede ser vivido por fe.
Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
1 Juan 1: 1 al 2 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida 2(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);
De acuerdo a esta y otras escrituras, la vida eterna es Dios, la vida eterna es Jesucristo, la vida eterna es el conocimiento de Jesucristo, la vida eterna es la promesa, la vida eterna es la herramienta, la vida eterna es la evidencia, la vida eterna es la esperanza y la vida eterna es el premio. Esto quiere decir que el hijo de Dios tiene vida eterna, la disfruta, la enriquece, la manifiesta, pero también vive para disfrutar de la promesa de la vida eterna.
L. COMUNION
El tener a Jesucristo en nuestra vida, producto del nuevo nacimiento o conversión le ha dado a Dios la oportunidad de compartir con nosotros ciertas características de él, que son las que nos mantienen unidos a Él y a todos los auténticos hijos de Dios. Esto la escritura lo llama comunión, y se refiere a las cosas que tenemos en común con Jesucristo
1 Juan 1:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
Las palabras usadas y traducidas como comunión tienen tres diferentes significados el primero es: “Tener participación” Como los que comparten una empresa en común, como compartir el trabajo en el campo cristiano, y como los que comparten una experiencia común que puede ser persecución, sufrimiento, adoración, e igualmente se usa para hablar de los que comparten privilegios. “Dar participación” Este término se usa para hablar de la participación, por ejemplo económica de unos creyentes con otros, en la carta a los romanos esta palabra en forma práctica se convierte en la colecta para los Santos de la iglesia en Jerusalén. “Compartir” Es el tercer significado y es este precisamente el término que se usa en esta carta de primera de Juan. ¿Qué compartimos con Dios? Según otras escrituras, su naturaleza divina, su gloria, su paz, su amor, y su Espíritu y/o presencia de Dios en nosotros,
2 Pedro 1:4 nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina,
Juan 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.
Romanos 5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Juan 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
Por esto, la comunión con Dios es característica de todo auténtico hijo de Dios. De todo aquel que ha recibido el testimonio, ha creído y ha nacido de nuevo. Quien no tiene comunión con Dios definitivamente no es su hijo, y por la característica de la salvación que no se puede perder, también es cierto que quien tiene comunión con Dios, no la puede perder jamás. Igualmente, lo dice el pasaje, quien tiene comunión con Dios, tiene comunión con todos los (auténticos) hijos de Dios. Esta comunión a la que se refiere no es como “tener participación” o “dar participación” que son acciones que pueden ser voluntarias. La comunión a la que se refiere es como ya mencione, la realidad de compartir su naturaleza divina, su gloria, su paz, su amor, y su Espíritu y/o presencia de Dios en nosotros. Tenemos comunión con todos los (auténticos) hijos de Dios, porque ellos también comparten lo mismo que nosotros compartimos con Dios. Es como ser hijos de los mismos Padres, ésta relación de hermanos no es algo voluntario, no se puede dejar de ser hermano como tampoco se puede ser hermano si no se es hijo de los mismos Padres. Podemos concluir que la comunión es en realidad uno de los resultados de la regeneración o nuevo nacimiento. Toda nueva creatura tiene comunión con Dios, y tiene comunión con todos los que son nuevas creaturas. Esta comunión debe producir en nosotros una alegría completa y permanente.
1 Juan 1:4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
Esta alegría completa como traducen otras versiones, debe ser continua, y cuando un cristiano no experimenta esta alegría completa y permanente es; o porque no es un verdadero cristiano, no ha nacido de nuevo, o porque está oprimido por Satanás con pensamientos obsesivos que no le dejan disfrutar de su relación con Dios.
M. CONOCIMIENTO DE DIOS
Tenemos el conocimiento de Dios.
Jeremías 31:34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.,
Una cosa es el conocimiento intelectual de Dios o las experiencias emocionales y otra mucho más importante es el conocimiento de Dios en el Espíritu. Este conocimiento viene por revelación y está muy por encima de la razón o los sentimientos. Sin este conocimiento es imposible conocer y servir a Dios, sin este conocimiento sólo seríamos personas religiosas con un mero conocimiento intelectual de Dios.
2 Corintios 4:6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Es Dios mismo quien nos ilumina en el conocimiento de su hijo Jesucristo.
1 Corintios 2:9 al 10 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Este conocimiento es completamente diferente a todo lo que todas las religiones han enseñado, es el conocimiento de Dios y de propósitos que nunca el hombre natural ha entendido ni entenderá, pues sólo los auténticos cristianos lo recibimos de parte de Dios. El estudio de las escrituras que renueva nuestra mente no es para conocer a Dios o su voluntad, sino para “reconocer o comprobar” el conocimiento de Dios y de su voluntad que nos ha sido dado por revelación.
Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Pero aunque es imposible conocer verdaderamente a Dios y sus propósitos sin la revelación del Espíritu Santo, también es cierto que la revelación del Espíritu Santo nunca va en contradicción con la palabra, por eso el apóstol Pedro habla de la palabra como una antorcha que debemos tener en cuenta en este proceso del conocimiento de Dios, y quienes no lo han hecho han terminado dando enseñanzas que corrompen la doctrina, bajo la disculpa de que les fue revelado por el Espíritu Santo lo cual no puede ser cierto.
N. MINISTROS COMPETENTES DEL NUEVO PACTO
Ya vimos que al haber sido reconciliados nos fue entregado el ministerio de la reconciliación, este ministerio es en realidad la predicación del Nuevo Pacto, ya que es el único método posible para reconciliarse con Dios obteniendo la salvación. También sabemos que el conocimiento de Dios es algo que sólo Dios puede comunicar, por esta razón para poder ser efectivos en el ministerio de la reconciliación, Dios nos ha hecho ministros competentes del Nuevo Pacto. 2 Corintios 3:5 al 6 no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. Hacernos ministros competentes también quiere decir, como ya vimos cuando hablamos de la promesa del Espíritu, que contamos con el poder de Dios para respaldarnos.
Colosenses 1:28 al 29 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; 29para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí
Este propósito, de compartir de Jesucristo para hacer posible la reconciliación de los hombres es uno de los propósitos más importantes de nuestra nueva vida, por esta razón, para cumplir con este objetivo dado por Dios, además de sus muchas promesas, tenemos la promesa de su presencia en nosotros hasta el final de los tiempos, promesa que fue enfatizada cuando nos ordenó ir a todas las naciones a hacer discípulos.
Mateo 28:19 al 20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Las siguientes promesas cumplidas en nosotros, todas tienen como objetivo común que compartamos nuestro conocimiento de Dios con los demás…
Ñ. LINAJE ESCOGIDO
1 Pedro 2:9 al 10 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. El linaje escogido habla de una descendencia especial que habiendo sido llamada por Dios, respondió con fe a ese llamado y vino a formar parte de ese linaje.
O. REAL SACERDOCIO
Somos también sacerdotes reales con la tarea de hacer de intermediarios entre los hombres y Dios, para que éstos puedan conocer a su creador.
P. NACIÓN SANTA
Somos también Nación Santa, santidad que implica que vivamos sólo para él.
Q. PUEBLO DE DIOS
Dios desde los tiempos antiguos escogió un pueblo, pero ahora dice su palabra que en Cristo Jesús ha formado un nuevo pueblo, del cual participan tanto judíos como gentiles que han aceptado al Señor Jesucristo como su Señor y su Salvador.
Efesios 2:13 al 16 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Somos también su pueblo, adquirido lo cual habla de ser propiedad de Dios, y de la responsabilidad que Dios asume con nosotros de alimentarnos, cuidarnos y protegernos, para multiplicarnos sobre la tierra. Creo necesario insistir que no es que los gentiles nos volvimos Judíos, sino que de ambos Dios ha hecho un nuevo pueblo. Igualmente el pasaje enseña que hemos sido acercados a Dios, no al pueblo judío.
R. SU CUERPO
Somos también su cuerpo…
1 Corintios 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Que como muchos lo han expresado, no es una organización, es un organismo viviente que en realidad es Jesucristo moviéndose a través de su cuerpo. Este principio habla de la autoridad y de la necesidad de funcionar de acuerdo a las características de cada uno de sus miembros.
1 Corintios 12:12 al 18 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 14Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
S. LA IGLESIA
Pero también somos su iglesia, que es el lugar donde Dios nos ha colocado para que entre unos y otros nos edifiquemos en el Señor, para lo cual ha dado diferentes dones.
1 Corintios 12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
Efesios 4:11 al 13 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Hechos de los Apóstoles 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
FUTURA ESPOSA DEL CORDERO
Isaías 54:5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
Juan 3:29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. 2 Corintios 11:2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.
Apocalipsis 19:7 al 8 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
Apocalipsis 21:9 al 10 Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. 10Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
Continua….