LA PROTECCIÓN DE ESTAR SUJETOS A LA AUTORIDAD
I. INTRODUCCIÓN
Estoy convencido de que Dios nos ha venido recalcando ciertas enseñanzas que son muy importantes e indispensables para mantener nuestra buena relación con Dios. Eso por supuesto es una bendición, pero también puede suceder que menospreciando lo que Dios nos está diciendo, comamos indignamente lo cual traerá perdida a nuestra vida y aún podría traer ciertas disciplinas. Respecto de esto en la escritura dice:
1 Corintios 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
El pasaje está hablando de la Santa Cena donde el vino representa la SANGRE que fue derramada para el perdón de nuestros pecados, perdón que al ser recibido nos involucra en el Nuevo Pacto. Y el PAN representa el cuerpo de Cristo, es decir la palabra de Dios con la cual Dios nos dio vida y sostiene nuestra vida espiritual para vivir en obediencia a El.
El problema en aquella, época es que la gente menospreciando la importancia de la Santa Cena, la tomaban indignamente, llegando a comer de gula y a emborracharse.
Tomar la santa cena aprovechándose de ella para pecar, es similar a estar en la iglesia participando de las reuniones, las enseñanzas, y aun del compañerismo, sin ningún interés ni un deseo genuino de vivir haciendo la voluntad de Dios. Algo así como estar en el lugar equivocado.
Cuando el texto dice que: ”Juicio come y bebe para sí” en otra versión dice: ”Para su propio castigo come y bebe”… Dando a entender que si tenemos un claro conocimiento de lo que debemos hacer y no lo hacemos, no sólo demoramos nuestro crecimiento espiritual sino que podemos ser disciplinados.
Y eso era lo que estaba pasando con aquellos cristianos, por eso la escritura continúa diciendo:
1 Corintios 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
Dios los estaba disciplinando con debilidad o falta de ánimos para hacer las cosas necesarias, con enfermedades, y cuando dice que muchos duermen se refiere a que Dios algunos se los había llevado a su presencia, eso en el mejor de los casos.
La exhortación para evitar ese daño y esas disciplinas es:
1 Corintios 11:31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados…
Que al tomar la santa cena debemos examinar si hay un deseo genuino de hacer la voluntad de Dios. Y si no lo hay entonces no se debe tomar la santa cena.
Pero también se aplica, a que debemos revisar cuál es la verdadera motivación de pertenecer a la iglesia.
Algo así como: ¿Por qué viene usted? Porque busca agradar a Dios o por el esposo o la esposa o por la familia, los amigos, etc. Porque dependiendo de porque viene también dependerá de: ¿A que viene?
Viene porque desea agradar a los hombres o viene a recibir las enseñanzas y exhortaciones de la palabra para examinar su vida reconociendo en que está mal, y aceptando el perdón de Dios desea tomar la decisión de hacer lo correcto.
Porque si no es esto lo que hacemos al recibir la palabra, es decir si como en ese tiempo menospreciamos la sangre qué representa el perdón y el pan que representa la palabra que nos alimenta, entonces seremos juzgados por Dios… Y el resultado será:
1 Corintios 11:32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
Que Dios, a sus hijos, nos va a castigar para que no tomemos el mismo rumbo que tienen los del mundo ya que ellos serán condenados.
Porque una cosa es el pecado por ignorancia, pero otra mucho más grave es el pecado que cometemos con plena conciencia de que no es la voluntad de Dios. Por eso dice unos versos atrás:
1 Corintios 11.28-29 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
Debemos probar, reevaluar, revisar si realmente queremos hacer la voluntad de Dios… Y para que no nos engañemos creyendo que deseamos a hacer la voluntad de Dios sin ser cierto, recordemos lo que el Señor Jesús le dijo a aquellos que creían estar haciendo su voluntad:
Mateo 21.28–32 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. 29Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. 30Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. 31¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. 32Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
No nos engañemos por lo que pensamos o decimos… Porque al ser confrontados muchas veces podemos decir que vamos a obedecer, pero a la hora de la verdad no lo hacemos. Por eso la clave para saber la verdad esta en si obedecemos, obviamente con la actitud correcta, pues si no hay obediencia a la voluntad de Dios entonces no hay nada.
Pregunto antes de continuar: ¿Estamos dispuestos a hacer la voluntad de Dios?
SUJETOS A LA SOBERANÍA Y A SU PALABRA
Para que haya esta obediencia que agrada a Dios, es decir con la actitud correcta, es necesario primero que aceptemos y nos sujetemos a la soberanía de Dios. Porque cuando no somos conscientes de la soberanía de Dios, cuando no reconocemos que es Dios tratando a través de las circunstancias nuestra vida, entonces terminamos enfrentando las situaciones peleando contra el mundo, la familia y aún contra la iglesia, sin entender el verdadero propósito por el cual Dios ha provisto esa situación.
Más cuando aceptamos la soberanía de Dios en todo lo que sucede a nuestro alrededor, la pregunta más inteligente que podemos hacer es: ¿Dios mío qué es lo que tú quieres que nosotros hagamos?
En cierta ocasión a través del profeta Oseas, Dios le dijo al pueblo que estaba en una muy difícil situación:
Oseas 5.15 Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.
Y esta primera frase; ”Andaré y volveré a mi lugar” quiere decir que producto del pecado del pueblo Dios los tenía en una situación muy complicada, pero que Dios no iba a ayudarlos hasta que reconocieran su pecado.
El problema que puede surgir es que como no siempre estamos dispuestos a reconocer nuestro pecado, y aún reconociéndolo no siempre estamos dispuestos a dejarlo. Esta dureza de corazón puede prolongar y aún empeorar esas situaciones difíciles de angustia y sufrimiento…
Sin embargo gracias a Dios también existe la promesa de que Dios a sus auténticos hijos nos hará permanecer. Pues el Señor Jesús dijo:
Juan 10.27–29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Por eso, en medio de esas situaciones difíciles producto de nuestra incredulidad o de nuestra ignorancia, lo mejor que debemos hacer y cuanto antes mejor, es lo que el profeta le dijo al pueblo:
Oseas 6:1 Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
Notemos que el profeta al animarlos a volver a Dios, reconoce que Dios fue quien arrebató y Dios fue quien hirió. Es decir lo hace responsable de esas cosas que nos suceden que producen dolor y sufrimiento. (Reconocer que las buenas cosas proviene de Dios no es tan difícil)
Por supuesto hay que entender que Dios no hace las cosas de manera arbitraria, es decir cuando hacemos las cosas de manera correcta Dios se encarga de traer los resultados que necesitamos, e igual cuando hacemos las cosas de mala manera, también es Dios quien se encarga de las cosas que nos suceden.
Y la expresión; ”Venid y volvamos a Jehová” Es como si dijera que dejemos de luchar en nuestras propias fuerzas; dejemos de buscar culpables de nuestra mala situación y de nuestros sufrimientos, porque la realidad es que los culpables somos nosotros mismos por no colocar a Dios primero, y por eso debemos entender que esas situaciones de angustia y sufrimiento tenemos que arreglarlas con Dios.
Pero insisto; la clave para esta buena respuesta ante los tratos de Dios está en que aceptemos su perfecta soberanía, y por supuesto sus buenos propósitos para cada uno de nosotros.
La ignorancia de unos, y la religiosidad de otros les impide entender está clara verdad expresada a lo largo de toda la escritura. El problema para ellos es que ignorar esta verdad no la convierte en mentira. Dios es y seguirá siendo completamente soberano.
Por eso, si no aceptamos que las cosas que suceden a nuestro alrededor están en la soberanía de Dios, entonces estaremos completamente desubicados, y aunque no lo entendamos en rebeldía contra la autoridad de Dios.
Eso en el mundo, para muchos puede sonar liberador rebelarse contra la autoridad, especialmente cuando su sustento no dependen de esa autoridad, es decir cuando no los mantiene, cuando no viven su casa, y entonces se sienten con libertad de hacer lo que les venga en gana.
El problema es que estar en rebeldía con Dios no cambia el hecho de que Él es el que sostiene nuestra vida, y Él el es el que provee absolutamente todas las cosas a nuestro alrededor.
Y si Dios es el dueño y proveedor de todas las cosas que necesitamos pues obviamente no es nada sensato rebelarse contra el.
Sin embargo hay muchos que viven en abierta rebeldía contra el, y aunque Dios en su misericordia siga proveyendo muchas de las cosas que necesitan, eso no evitará bajo ninguna circunstancia que pueden escapar a su autoridad. Por eso la escritura dice:
Romanos 14.10–12 Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. 12De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
También dice la escritura:
Filipenses 2.10–11 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Por eso no hay duda que estar en rebeldía contra la autoridad de Dios, es lo peor que le puede pasar a cualquiera.
¿Cuál es una de las primeras señales que muestra que estamos completamente desubicados? La escritura dice:
Santiago 5:9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados;
Las quejas, que son una clara desobediencia al mandato de “dad gracias en todo y por todo” por lo tanto las quejas o son muestra de que no creemos lo que Dios nos ha prometido, o de que ignoramos por completo su soberanía.
En lugar de quejarnos por el mal comportamiento de quienes nos rodean, debemos ir al Señor a preguntarle: ¿Cuál es la lección?
Pero no siempre lo hacemos, pues cuando estamos mal en lugar de preguntar cual es la lección, lo que brota del corazón son las quejas, que a veces se convierten en una disculpa y justificación para no hacer lo correcto.
Eso no es nuevo, desde niños decimos cosas como: Yo le pegué por que el me pego primero. Y lo grave es que hasta viejos seguimos haciendo igual.
Pero eso, es que no nos podamos quejar, no quiere decir que los demás estén haciendo las cosas bien…
El que está haciendo bien las cosas es Dios, que aún puede utilizar el pecado de los demás para bendecir nuestra vida. Y eso sucede cuando el pecado de los demás nos confronta con nuestro pecado.
Por supuesto también las buenas acciones de los demás pueden confrontarnos con nuestro pecado. Pero cuando alguien nos da buen ejemplo es más difícil criticarlo, aunque también sucede.
A es que el es generoso porque tiene mucho. O: Es que ella se sujeta al marido porque el marido si es buena gente. O: Es que el si tiene discípulos o grupo de oración porque tiene tiempo, etc.
Pero el Señor Jesús habló en contra de esta mala actitud cuando enseñó acerca de la viga y la paja…
Lucas 6.41–42 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 42¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
Ciertamente otros pueden pecar en contra nuestra, pero el énfasis que Dios quiere que hagamos es que a través del pecado de los demás descubramos el nuestro, para que arreglando nuestro problema podamos ser de bendición para el otro.
Poner énfasis en el pecado de los demás y tratar de corregirlos sin revisar los nuestros, según Jesús es una actitud hipócrita.
Lo cual quiere decir que el hipócrita, aparenta ser bueno, y busca culpar a los demás de su sufrimiento, cuando la verdad a los ojos de Dios es que cada uno de nosotros sufrimos por nuestro pecado. La escritura dice:
1 Pedro 3.13 ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?
Y la respuesta es: Nadie puede hacer daño a nuestra alma ni a nuestra buena vida espiritual, cuando hacemos la voluntad de Dios. Por eso continúa diciendo:
1 Pedro 3.14 Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,
Que si alguien nos hace sufrir por estar haciendo lo correcto, mas bendecidos seremos, por eso no debe haber ningún temor de la gente.
Pero cuando un cristiano no reconoce la soberanía de Dios, eso hará que viva como cualquier ser humano que no conoce a Dios, lleno de todo tipo de justificaciones, que no sólo le harán pensar que está bien, sino que está mejor que los demás.
En la escritura encontramos que hay una íntima relación en los siguientes tres aspectos: La soberanía de Dios; la autoridad delegada; la obediencia.
Y la escritura nos muestra que quien ignora la soberanía de Dios, también rechaza el principio de autoridad convirtiéndose en una persona desobediente.
Si recuerdan la rebelión de Coré en el desierto, allí hay estos tres elementos en la historia:
- 1. Ignoraron que era Dios y no Moisés quien había abierto la tierra para que se los tragara.
- 2. Estaban criticando y murmurando las decisiones de Moisés quién era la autoridad.
- 3. Por su rebeldía, también fueron consumidos.
¿Por qué estas tres cosas normalmente van juntas?
Porque no hay duda que la soberanía de Dios es también la manifestación de su autoridad.
Cuando se rechaza la soberanía, se rechaza la autoridad de Dios. Cuando se rechaza la autoridad de Dios se rechaza a la autoridad delegada por Dios. Y cuando se rechaza la autoridad de Dios y su autoridad delegada es porque se es una persona rebelde.
EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD
Quiero insistir en el asunto de la autoridad, porque es uno de los principios más importantes que debemos tener en cuenta en nuestra relación con Dios.
Si revisamos el origen de todo que está mal sobre la tierra, notamos que la escritura nos muestra como el primer resultado nefasto de haber desconfiado de Dios fue desobedecer su autoridad.
¿Cuál fue el proceso?
Dios coloca al hombre en el paraíso y le da una orden. Esta orden tenía como propósito proteger lo que Dios les había dado. Sin embargo aparece Satanás y le dice a la mujer.
Génesis 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Aquí muchos ya comienzan a ver errores en Dios. Pues se preguntan ¿Para que Dios dejo que el diablo viniera a fregarles la vida?
Y la respuesta es: Por el libre albedrío que es lo que permite que el hombre sea un ser humano, (y no un computador) no sería libre albedrío si no hubiese la opción de tomar otro camino.
Y en segundo lugar: La relación del hombre con Dios sólo podía ser sostenida por la confianza. Hoy sigue siendo igual, lo único que puede hacer que usted tenga una buena relación con Dios, es que usted confíe en El.
Si el hombre sostenía su confianza en Dios, el siguiente paso era comer del árbol de la vida, y de esa manera el hombre viviría eternamente sobre la tierra.
En otras palabras, era necesario que el diablo hiciera su parte.
La pregunta del diablo tiene como propósito básico cuestionar la confianza en Dios, a través de cuestionar la orden de Dios. Es algo así como: ¿Está seguro que eso que Dios le mandó a hacer es realmente bueno?
¿A cuantos de ustedes el diablo continuamente le lleva a cuestionar los mandatos y principios de Dios?
Sobre el el sexo, sobre el dinero, sobre la sujeción a los padres, el esposo, etc.
A cuantas de ustedes el diablo les ha dicho: ¿Está segura que debe sujetarse a su marido?¿Estás segura que es bueno sujetarse?
Muchas piensan que no, pero si revisamos Génesis tres veremos que la mujer en ningún momento fue a consultar a su marido.
A cuantos de ustedes el diablo les ha dicho:
¿Esta seguro que usted debe diezmar?
Eso era en el antiguo testamento, además las iglesias son un negocio, ¿Usted le va a su plata a otro?
¿Por qué puedo decir con toda autoridad que es la voz del diablo la que dice esas cosas?
Porque lo que se está cuestionando son órdenes supremamente claras dadas por Dios para nuestro beneficio.
No es el caso de una autoridad delegada que puede equivocarse. Estoy hablando de mandatos claros, dados directamente por Dios. Cuestionar cualquier mandado dado por Dios es cuestionar a Dios. Y quien cuestiona a Dios está loco, envanecido, enceguecido.
V. ¿QUÉ PASA CUANDO EL HOMBRE ESCUCHA Y ACEPTA LA VOZ DEL DIABLO?
Génesis 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
¿Cómo era el árbol? (¿Que dice la gente?)
Normalmente dicen que bueno… Pero el árbol era malo para comer. El árbol lejos de darles sabiduría los iba a embrutecer a la máxima expresión.
Siempre que usted o yo desobedecemos a Dios, es porque ya hemos escuchado la voz del diablo, y quedamos convencidos que a través de esa desobediencia vamos a ganar.
¿Cuántos de ustedes dicen? “Voy a desobedecer a Dios para que me vaya mal” ¿Verdad que eso no es lo que pensamos?
Siempre que desobedecemos prensamos que ganamos más con esa desobediencia, qué con la obediencia.
Pero siempre, absolutamente siempre que desobedezcamos estamos perdiendo… ¿Porque quien puede ganarle a Dios?
¿Cuál es otra de las cosas que normalmente hacemos cuando estamos rebeldes desobedeciendo a Dios?… y dio también a su marido, el cual comió así como ella. También dice la escritura:
Romanos 1:32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
¿Recuerdan que es lo que le dice el muchacho a la muchacha para llevársela a la cama? “todos lo hacen”
¿Usted se ha dado cuenta que lo que hace un borracho cuando se encuentra con otro que no esta borracho? “O se lo toma o se lo unto”
¿Por qué actúan así? Porque entre más estén cometiendo el mismo pecado les es más fácil convencerse de que están en lo correcto. Y entre más aceptación hallá respecto del pecado pues más pecado habrá… Pero sí es el único que lo hace, eso ya no da tanta seguridad.
Esta es la razón por la cual…
LA REBELDÍA ES MUY CONTAGIOSA
Hebreos 12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Mirad bien… da a entender que la única persona que puede impedir que usted reciba la gracia de Dios es usted.
¿Cómo? Ya lo dijimos. No teniendo fe, no aceptando la soberanía de Dios, no aceptando la autoridad de Dios, siendo rebelde y desobediente, quejándose, justificándose, acusando a otros del mismo pecado que cometemos.
Después de todo ese proceso, después de rebelarse contra el trato de Dios que venía para bendecir su vida, la persona rebelde se queda tranquila porque cree que todo ha quedado bien. ¿Pero qué pasa con el tiempo?
Gálatas 6:7 al 8. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Esta persona rebelde al pasar el tiempo comienza a cosechar lo que sembró. Pero mucho cuidado con lo que voy a decir.
Esto no quiere decir que la persona se va a enfermar, o se va a volver pobre, o la van a despedir del trabajo. No. La cosecha a la que se refiere el pasaje es corrupción. ¿Corrupción de que? De su alma.
Describir la corrupción del alma puede ser bastante largo ya que es describir el pecado del hombre, pero el resultado es que el hombre será consumido por sus propias pasiones, lo cual poco a poco lo llenara de amargura.
¿Qué es una persona amargada?
Una persona amargada es una persona que ve enemigos por todos lados. Es la persona que piensa que nunca es reconocida como debiera, que no piensa mucho en Dios porque si lo hace termina pensando que Dios no ha sido justo.
¿Cómo contagia su amargura la persona rebelde? Muy sencillo, con el chisme, la crítica y la murmuración.
Hay esposas que son felices criticando todo lo que el marido hace. Hijos que critican lo que sus padres hacen. Empleados que critican lo que sus jefes hacen. Feligreses que critican lo que se hace en la iglesia. Etc.
Bajo el viejo pacto tenemos ejemplos muy claros, de cómo este pecado es algo que desagrada tanto a Dios que vemos fuertes disciplinas.
Números 12:1 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.
Algunos estudiosos bíblicos dicen que el sí tenía derecho a tomar esta mujer, otros dicen que no. Sin embargo este no es realmente el problema, el problema está en que ellos hablaron contra moisés para menoscabar su autoridad.
Algo así como: Si usted es mi papa y hace cosas malas, usted no tiene derecho a mandarme a mi.
Ese es el verdadero veneno de la crítica. Que por supuesto va encaminada a justificar la desobediencia a esa autoridad. Ellos dijeron:
Números 12:2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.
El argumento es: Si la autoridad está tomando malas decisiones, yo puedo desobedecer esa autoridad y tomar buenas decisiones porque yo también conozco a Dios.
¿Eso suena muy razonable verdad? Y ciertamente a veces escuchamos a los hijos que nos cuentan de las malas decisiones de sus padres. Y los hijos dicen que se deberían hacer esto y aquello y tienen razón.
Y sí tienen razón ¿Dónde está el problema? O: ¿Por qué Dios se desagrada por esto?
¿Si su esposo, o su padre, o su jefe, o su pastor se equivoca, será que es pecado que usted le diga…”Yo creo que estas equivocado”
¿Será pecado que usted sea honesto, sincero e integro?…No. Por supuesto que no.
¿Entonces dónde está el problema?… Si usted revisa el pasaje allí dice:
Números 12:2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.
El pasaje no dice que: “Y Moisés los oyó”… Lo que dice es que fue Dios quien escuchó.
El problema no es que su marido tome decisiones equivocadas, el problema es que usted en lugar de decírselo a él, se lo diga a otros. Igualmente es problema si usted se lo dice a él y a otros también.
El problema no es que su Padre se equivoque, el problema es que usted vaya y se lo cuente a otros.
Dios le dijo a estos dos Hermanos mayores de Moisés:
Números 12:8 ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
El problema no era haberse metido con el burro… El problema es que era el Burro del Señor.
Números 12:9 al 10. Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. 10Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve;
Por causa de esa lepra todo el pueblo tuvo que detenerse por un tiempo.
Esto es algo que debe quedar muy claro. No es que no podamos estar en desacuerdo con ninguna autoridad porque la ira de Dios nos consumirá.
El pecado que es que por nuestra rebeldía, no utilicemos el conducto adecuado para el desacuerdo. La escritura enseña:
Mateo 18:15 al 17. Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
¿Qué debemos hacer si una persona viene a hablarle mal de su autoridad?
Mándelo a hablar directamente con autoridad. No lo escuchemos. Cuidemos el corazón. Tengamos en cuenta que a la carne le fascina escuchar el chisme, pero esto contamina nuestro corazón.
Cuando la escritura habla de aquellos que serán duramente castigados por Dios, nos muestra que hay una íntima relación entre la complacencia de la carne, y el desprecio a la autoridad.
2 Pedro 2:10 al 12. y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores, 11mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. 12Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,
Tenga mucho cuidado con la rebeldía, es el primer pecado que se manifiesta cuando el hombre no confía en Dios.
Por eso, no se deje envenenar, mucho menos cuanto le cuentan a usted algo que; “nadie puede saber”. (Así le robó una mujer el marido a su amiga)
Más bien, a ése que está haciendo de mensajero del diablo, no lo deje hablar, y mándelo a hablar con la autoridad que está criticando.
Y aún para ayudarlo más, dígale que usted le va a decir a esa persona, que el está hablando de ella, para así facilitar el diálogo entre los dos.
Con una o dos veces que usted lo ayude de esa manera… aunque la persona no mejore su actitud al menos sabrá que con usted no puede contar.
SIN FRUTO.
Afortunadamente para nosotros hoy, Dios no toma estas acciones tan fuertes para los que están rebeldes. Sin embargo hay una consecuencia que puede resultar peor. Dice la escritura:
Gálatas 5:22 al 23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
La persona rebelde no puede disfrutar del fruto del Espíritu Santo, y eso resulta en un peor castigo que perder la salud, o el dinero, etc.
Recuerdo una mujer que a pesar de estar involucrada en el ministerio, y de ser indirectamente factor de bendición para mucha gente, un día llorando desesperada me dice una serie de cosas que muestran la amargura de su alma.
Esta mujer parecía ser una cristiana excelente, parecía ser una mujer entregada al ministerio, una mujer obediente al marido. Pero no lograba experimentar el fruto del Espíritu Santo en su vida.
Cuando una persona no experimenta el fruto del espíritu Santo en su vida, esta persona vive dependiendo de las circunstancias.
Su estado de ánimo dependerá de su salud, de su condición económica, del reconocimiento o cariño que otros le den. De cuando se pueda lucir por sus logros o no.
Y aún cuando todas estas cosas estén bien, como el hombre es insaciable, al pasar el tiempo se sentirán mal. Acaso no ha visto usted a personas que lo tienen todo, pero viven amargados, amagando a otros.
Como ya la conocía le dije que era una persona rebelde…. ¿Qué si no le hacía caso al marido como esperaba experimentar el fruto del Espíritu Santo?
E igual le puede pasar a la persona que no acepta la soberanía de Dios, que se revelar contra ella, por más de que ore como podrá experimentar el fruto del espíritu Santo si está peleando contra Dios.
No aceptar perder al marido, no aceptar perder el negocio, no aceptar perder la salud, son cosas que nos impiden experimentar el fruto del Espíritu Santo.
Además tengamos en cuenta que la rebeldía es una actitud que puede manifestarse de forma activa o pasiva.
Es decir a veces genera desobediencia, enfrentamientos y peleas contra la autoridad, pero otras veces es pasiva, lo que solemos llamar morrongo.
El hijo de David se sentaba a la puerta de la ciudad y conversaba con todos los que venían a consultar al rey, y los apoyaba diciéndoles que era difícil que el rey les hiciera justicia, y de esta manera Moronga y traidora se fue haciendo de amigos hasta que luego se rebeló contra su Padre.
Es increíble pero igualito pasa en las iglesias, comienzan a criticar a los pastores y cuando ya tienen un buen grupo de descontentos y amargados, dividen la iglesia y forman una nueva iglesia.
¿Y qué hacen después? Pues después les toca aguantarse que les hagan la misma que le enseñaron a hacer a la gente, y por supuesto ya como líderes desde allí ven el asunto completamente diferente.
Y donde queda el testimonio de un pastor que rebelándose con un grupo de la iglesia forma una nueva iglesia, y ya siendo el líder ahí si no soporta los rebeldes en la iglesia.
Por la misericordia de Dios doy gracias porque me guardó de ser contaminado por la rebeldía de otros.
Otros, que consideró que se están torciendo todavía más, son los que forman su iglesia dividiendo una iglesia y luego hablan de que no existe autoridad. Por supuesto ellos si son autoridad en su hogar. Triste el asunto.
Lo otro que también debemos tener en cuenta es que hacer las cosas, es decir obedecer con mala actitud también es rebeldía. Dice la escritura:
Filipenses 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
En otra parte dice:
Colosenses 3:23 al 24. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
La verdadera obediencia es en realidad ver más halla de las autoridades visibles y hacerle caso al Señor.
Esta señora que les comentaba comenzó a sujetarse al marido, y como consecuencia comenzó a experimentar el fruto del Espíritu Santo.
Es más dejo de hacer muchas cosas que hacía para las iglesias… Y comenzó realmente a obedecer.
A veces nos pasa, hacemos muchas cosas, o queremos hacer muchas cosas pero no estamos pendientes de obedecer aquellas pocas que Dios a través de sus autoridades nos ha ordenado.
¿CÓMO ESTAMOS EJERCITANDOLA AUTORIDAD?
1 Timoteo 3.4–7 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
Que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad… ¿Que quiere decir eso? ¿Hay cómo mantener a los hijos en sujeción sin honestidad?
Claro que si, por ejemplo el soborno, el miedo, la manipulación o engaño…
Lo correcto es que sus hijos le obedezcan porque usted tiene razón, y ojo importantísimo usted los convenció con la Biblia de que tiene razón.
Si usted no los puede convencer con la Biblia de que usted tiene razón… ¿Entonces cómo sabe usted que tiene razón? Si no se lo puede demostrar a su esposa e hijos lo mas seguro es que no la tiene.
El problema es que unos al no involucrarse adecuadamente con Dios, no tienes la sabiduría para ejercer autoridad como deben ejercerla, y no la ejercen. Pero…
NO EJERCER AUTORIDAD ES DEJARLOS SIN PROTECCIÓN.
Tanto en la iglesia como en el mundo se pierden muchísimas bendiciones por la rebeldía de los hombres. Pero también la falta de ejercer autoridad(que también es rebeldía) esta haciendo que muchas bendiciones de pierdan.
Hay hijos e hijas que lamentan la mano suave de sus Padres. He escuchado a unos decirles a otros que se quejan por la autoridad de sus Padres, que ellos hubieran querido un Padre que ejerciera autoridad y los hubiera cuidado, y les hubiera evitado ser arrastrados por los amigos, por los novios. Etc.
Ambas cosas destruyen mucho, el autoritarismo de aquellos que no pueden respaldar con la Biblia lo que están ordenando, y la falta de autoridad de aquellos que no la ejercen.
Sólo cuando usted aprenda a obedecer a Dios sujetándose a las autoridades, entonces sabrá cómo ejercer autoridad en su familia.
Es tan sencillo como decir que: Quien no sabe obedecer es imposible que aprenda a mandar.