GUARDADOS POR EL PODER DE DIOS MEDIANTE LA FE – PARTE 3
I. INTRODUCCIÓN
Cuando una persona dice ser cristiana, es porque esta persona está aceptando a Jesucristo como el único Dios verdadero, como su creador, y según la escritura la parte mas importante, está en aceptarlo como su Señor y su Salvador.
Porque cuando se le acepta como Señor y Salvador quiere decir que esta aceptando, vivir de acuerdo a la perfecta voluntad de Dios. Pues no hay la mas mínima duda que él es quien manda, y si no se está dispuesto a obedecerle de todo corazón, entonces nuestra confianza en Dios es falsa… Y por supuesto habría muy serias dudas acerca de nuestro cristianismo y de nuestra salvación. La escritura dice:
Romanos 10.9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Preguntémonos: ¿Realmente queremos hacer la voluntad de Dios en todos los asuntos de nuestra vida? O: ¿Hay asuntos en los cuales no queremos hacer lo que entendemos que Dios nos pide, porque todavía no confiamos el El?
Si nuestra fe es verdadera estaremos dispuestos a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, lo cual hará indispensable que también, aceptemos la escritura como la palabra de Dios. La infalible palabra de Dios en todo lo que enseña, ya que allí es donde encontraremos esa nueva manera de pensar que nos permitirá vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. La escritura dice:
2 Timoteo 3.16–17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Por lo tanto también debemos preguntarnos: ¿Aceptamos la escritura como la máxima autoridad en todo lo que enseña? O: ¿Hay cosas en la escritura en las que nosotros tenemos una opinión diferente que creemos más válida que la opinión de Dios?
Es importantísimo aceptar la infalibilidad de la palabra de Dios para poder efectuar la renovación de nuestra mente, pero no debemos ignorar que esto implica una batalla espiritual, donde hay que combatir por un lado con nuestro apego al pecado, pecado que está respaldado por ciertas creencias, que debe ser revisadas y desechadas si no están de acuerdo con la escritura. La escritura dice:
2 Corintios 10.5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…
Pero además de está lucha interna, también enfrentamos otra clase de oposición que viene de las personas que nos rodean, cuando éstas no están de parte de Dios.
Cuando esto suceda, cuando las personas aún aquellas que amamos se oponen a nuestro cristianismo, tenemos que hacernos una tercera pregunta, que es la que hace el apóstol Pablo cuando está hablando de que algunos han torcido el Evangelio. El pregunta:
Gálatas 1.10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Es apenas lógico que busquemos agradar a aquellos que sabemos que nos pueden beneficiar… Por eso a través de esta pregunta: ¿A quien quiero agradar?… Lo que en realidad se nos está preguntando nuevamente es: ¿Confías lo suficiente en Dios para depender de El, o vas a seguir confiando en la gente para depender de ellos?
Lo normal es que dependemos de quienes confiamos, y cuando confiamos en la gente es porque creemos lo que la gente dice, pero esa confianza en lo que la gente dice no nos permitirá renovar adecuadamente nuestra mente. (Hay iglesias donde los feligreses confían en el pastor y no en la escritura, y esto los lleva al error.)
Y es por eso que el apóstol concluye, que quien pretende agradar a los hombres no es siervo de Cristo!
Pero además de estas tres barreras que hay que sobre pasar, (todas se pasan por medio de la fe) hay un enemigo que quiere impedir que aprendamos a pensar como Dios piensa… Que aunque sus ataques pueden ser directos, es mucho más común que use a las personas incrédulas y aún a veces a las creyentes, para evitar que tomemos la decisión de confiar en Dios. (Porque confiar en Dios es una decisión que tomamos después de haber obtenido el conocimiento.)
De este enemigo por supuesto también la escritura nos advierte:
Efesios 6.10–11 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo…
Y no es sólo un personaje el que nos acecha, sino que hay todo un equipo, pues la escritura menciona principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes de maldad… Razón por la cual hay que ponerse toda la armadura de Dios, donde uno de los elementos muy importantes es el escudo de la fe. La escritura dice:
Efesios 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Creo que la figura que nos muestra la escritura es muy clara, un escudo es algo sin lo cual un guerrero en esa época quedaba totalmente desprotegido de los dardos, saetas o flechas, pero no sólo hay que tomar el escudo, sino que como no cubre todo el cuerpo, debemos aprender a manejarlo adecuadamente para poder detener los dardos con los cuales nos están atacando.
Es decir; un escudo que no se toma o no se usa adecuadamente no servirá para protegernos.
Este escudo es llamado el escudo de la fe, y creo que no sobra aclarar que no se refiere simplemente a que nosotros tengamos fe en que todo va salir bien de acuerdo a nuestra manera de pensar o nuestros deseos… Muchos equivocadamente piensan que esa es la fe en Cristo…(Como estoy con Diosito todo va a salir bien)
Pero no. La verdadera fe esta en confiar en que las cosas van a salir como Dios lo ha manifestado.
Eso quiere decir; que el escudo de la fe básicamente está compuesto de las promesas que Dios nos ha dado… Por lo tanto entre más promesas conozcamos y creamos, mas fuerte y más efectivo es el escudo de la fe para detener los dardos del maligno.
De aquí surge otra pregunta importante que es: ¿Cuántas promesas del Nuevo Pacto conoces y crees de todo corazón?
(Pero aquí hay que hacer otra importantísima aclaración. Las promesas con los cuales debemos fortalecer el escudo de la fe son las promesas del Nuevo Pacto, porque el pacto de la ley ya fue desechado.)
Creo que todo esto ya nos da una idea muy clara de que en realidad son los dardos de fuego del maligno.
Los dardos de fuego del maligno, son básicamente las mentiras que Satanás dice a los hombres, para llevarlos a dudar de las verdades que Dios nos ha comunicado.
Siendo esto así, podemos decir que los dardos más poderosos con que Satanás a engañado a la gente, tienen íntima relación con las preguntas que nos hemos hecho.
– Jesucristo no es Dios… es un profeta, es un buen hombre, es un iniciado, es un extraterrestre, es cualquier cosa menos Dios!
– La escritura no es la infalible palabra de Dios… es un libro lleno de mitos e historias fantásticas, es un libro que ha sido modificado por sus traductores, es un libro lleno de contradicciones, es un libro que cada quien interpreta a su manera, es un libro que tiene que ser transformado para que sea útil en esta época, Etc.
– La gente es más importante que Dios… esto da origen al humanismo donde el hombre considerándose bueno ignora las verdades de la palabra de Dios. ( Los humanistas defienden la locura de la identidad de género, en contra de lo que Dios dice claramente en su palabra.)
– Satanás no existe… el infierno tampoco, la condenación eterna tampoco, la eternidad tampoco… esto lleva a la gente a vivir de acuerdo a la regla “comamos y bebamos que mañana moriremos”
Creo que no es equivocado decir que el primer dardo de fuego del maligno fue:
Génesis 3.4–5 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal…
La aseveración de Dios fue; ”Ciertamente morirás” La del diablo; ”No moriréis” Y esa mentira creída fue suficiente para que el hombre abandonara a Dios.
Pero mucha atención a lo siguiente, como los dardos el fuego son las mentiras que contradicen la verdad de Dios, se hace imposible que el hombre logre detectar cuáles son los dardos del maligno, si primero no conoce y entiende la verdad de Dios.
Porque si no logra ni siquiera distinguirlos, mucho menos podrá defenderse. Y si no conoce la verdad ni siquiera tendrá un escudo.
Y entonces repito la pregunta que ya hice: ¿Qué tanto conocemos la verdad de Dios, sus planes, sus métodos, sus promesas, sus principios, y sus motivaciones?
Porque sólo el conocimiento de toda esta verdad nos permitirá saber cuando Satanás nos está disparando sus dardos, y asimismo el conocimiento de esta verdad nos proveerá del escudo con el cual debemos defendernos.
Si miramos la situación de los que no conocen a Cristo, la escritura dice:
2 Corintios 4.3–4 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Como Satanás ha logrado que no les resplandezca la luz del Evangelio, es decir las buenas noticias de parte de Dios a través de Jesucristo, entonces Satanás no tiene necesidad de usar dardos de fuego para sacarlos del camino, porque al no conocer la verdad ya están en camino a la destrucción.
Aunque tal vez cuando alguno ellos comienza a acercarse a Dios, es posible que Satanás dispare sus dardos para detener su acercamiento…”Los débiles son los que buscan a Dios” “Eso es todo un engaño” ” los pastores son corruptos” “los cristianos también son ladrones” etc.
Y con esto al mantener a los hombres lejos del conocimiento de Dios el resultado final será su destrucción.
Esa era la situación que nos cuenta la escritura, que estaba viviendo el pueblo de Israel por su falta de conocimiento de la verdad. Dice así:
Oseas 4.6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Palabras muy fuertes, la destrucción del pueblo fue por causa de su ignorancia de la ley de Dios, en una época donde la bendición de obedecer a Dios traía prosperidad material.
Además Dios los echa del sacerdocio, y como los sacerdotes eran los intermediarios que abogaban a favor de los hombres delante de Dios, al desechar el conocimiento ya no tenían la capacidad de ayudar a los demás, y ni siquiera a sus propios hijos…
“La ignorancia mata” Dicen algunos, sin embargo cuando se trata de la ignorancia acerca de las cosas de Dios, Dios no castigaría a aquel que no tiene la oportunidad de conocer su verdad, eso sería injusto… Sin embargo lo que el pasaje dice con claridad es: ”Por cuanto desechaste el conocimiento” … yo también te desecho y “Porque olvidaste la ley de tu Dios” yo también me olvidaré de tus hijos.
Lo cual nos da a entender que olvidaron lo poco que sabían, y que teniendo la oportunidad de obtener mayor conocimiento lo menospreciaron, y esa actitud de desprecio y de olvido de la verdad de Dios, es lo que trajo la disciplina y la destrucción.
Al ver todo esto es fácil entender, que lo mejor que nos puede suceder es conocer la verdad de Dios. La escritura lo dice de manera continua y de varias maneras: No hay nada tan valioso como obtener la sabiduría que proviene de Dios.
Pero como he venido mencionando esto implicará una batalla espiritual. El apóstol Pablo despidiéndose de una iglesia en Mileto en la cual estuvo un buen tiempo les dice a los líderes….
Hechos de los Apóstoles 20.26–28 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. 28Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Cuando dice: Estoy limpio de la sangre de todos… es como si les dijera; yo les he enseñado todo lo que Dios me ha dado, de aquí en adelante el resultado depende de ustedes!
Si se pierden, si no tiene una buena vida cristiana, si la iglesia no funciona, el problema es de ustedes que han recibido la verdad y no la están usando adecuadamente!
La semana pasada insistía en que aunque de Dios tenemos la promesa de que nos cuidara de todos aquellos ataques, y aún de los dardos de fuego que podrían destruirnos…. de todos modos el resultado final depende de nosotros… depende de que hagamos o no su voluntad.
Por esta razón también decía: No puedes orar diciéndole a Dios… “Dios por favor oblígame a obedecerte, oblígame a amar a mi esposa, oblígame a compartir de Cristo, oblígame a ser puntual, oblígame a ser de palabra, oblígame a tener discípulos”.. etc. ¡Dios no nos va a obligar a nada! No funciona así.
Y eso mismo está diciendo el apóstol Pablo cuando después de enseñarles la palabra les dice: “Por tanto mirad por vosotros mismos” Es decir; de ustedes depende aplicar debidamente la palabra que han recibido.
Y una de las razones por las cuales no aplicamos debidamente la palabra es cuando Satanás nos dispara sus dardos y no colocamos el escudo de la fe.
Pero no sólo les exhorta a esto, sino que además les advierte:
Hechos de los Apóstoles 20.29-30 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. 30Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.
Hay gente que no pertenece a la iglesia que los quieren acabar, y hay gente de la iglesia que también los quieren arrastrar al error…
Y según lo que estamos viendo la herramienta que tenemos de parte de Dios para defendernos es el escudo de la fe. Por eso después de recibir la verdad hay que aprender a usar adecuadamente el escudo de la fe.
Pero: ¿Cuál es la verdad?… Bueno ya he mencionado varias verdades importantes, y la verdad de Dios es muy amplia, sin embargo tratando de resumir por cuestión de tiempo, yo me atrevería a decir que: La verdad es que Dios por el puro afecto de su voluntad nos escogió para amarnos.
Eso significa que Dios nos ha tomado para hacer de nosotros unos auténticos hijos de Dios, con todo lo que esto pueda significar.
En primer lugar quiere que tengamos un carácter como el de Jesús, además nos ha dado dones talentos y habilidades para desarrollarlas para servirle aquí y en la eternidad, para lo cual El debe trabajar sacando esa mala forma de pensar que nos lleva a pecar.
Esa transformación Dios la realiza usando su soberanía, a través de la cual organiza todas las situaciones con una precisión absoluta, para que en medio de ellas, haciendo su voluntad, Dios cambie nuestro corazón, para poder llegar a hacer su perfecta voluntad llenos de paz y gozo… Y luego en la eternidad con el.
Esto que acabo de decir es lo que se entiende a leer la siguiente promesa:
Romanos 8.28–29 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Los que le aman… Son los que de corazón quieren hacer su voluntad.
Todas las cosas… Se refiere absolutamente todas las cosas que suceden a nuestro alrededor que el mundo llama buenas o malas, pero para nosotros no hay diferencia, pues todas ayudan a cumplir el propósito maravilloso que Dios tiene con nosotros.
En otras palabras quiere decir que gracias a Dios, LA VERDAD es que a nuestro alrededor no está sucediendo absolutamente nada que nos perjudique… Esa es la verdad de Dios. Pero: ¿La creemos o satanás nos ha clavado tantos dardos que no creemos que sea cierto?
Importantísimo hacernos que esta pregunta: ¿Creemos de todo corazón que absolutamente todo lo que pasa a nuestro alrededor está diseñado para beneficiarnos?
Es importantísimo creer en esta verdad, porque lo que hace que todas las cosas que suceden a nuestro alrededor nos beneficien, es que creamos que nos benefician y que obedezcamos a Dios en medio de esa situación.
Y si creemos en esta verdad, el resultado será que estaremos verdaderamente agradecidos con Dios por todo lo que sucede a nuestro alrededor… Pero cuando no agradecemos a Dios por lo sucedido, es porque satanás ha clavado uno o varios dardos de fuego!
Déjeme insistir: Si no estamos verdaderamente agradecidos por todo lo que sucede a nuestro alrededor, es porque estamos heridos con los dardos de fuego del maligno. Y posiblemente el siguiente paso será huir de las situaciones… Como si fuera posible escaparse de Dios!
Pero como la verdad es que todo lo que sucede a nuestro alrededor está diseñado para beneficiarnos, esa es la razón por la cual Dios nos ordena:
1 Tesalonicenses 5.18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Este mandato confirma la promesa de que todas las cosas ayudan a bien, y por eso debemos agradecer.
Pero cuando Satanás nos ha clavado sus dardos… producto de esas heridas en nuestra manera de pensar es que no podemos agradecer de todo corazón.
También por esta misma verdad, de qué todo lo que sucede a nuestro alrededor está diseñado para beneficiarnos, es que está prohibido que nos quejemos por cualquier razón, aún por el mal comportamiento de los hermanos en la fe!
Los chismes, y la crítica que no es hecha a quien ha fallado, es una forma sutil de queja, pues a través de ellos queremos dar a conocer los pecados de los hermanos en la fe. Y por eso la escritura dice:
Santiago 5.9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
La queja por el mal comportamiento de cualquier hermano en la fe, es evidencia de dardos de fuego del maligno en nuestro corazón… Y eso nos lleva a vivir en condenación.
Es decir es el mal comportamiento que Dios ha organizado para bendecirnos no nos bendice sino que nos daña. ¿Porqué? Por creerle al diablo… Y lo más seguro es que Dios nos repetirá la lección para lograr su propósito de sanarnos!
Normalmente antes de la queja está el afán… Y el afán no es otra cosa que dudar de la verdad de Dios que dice absolutamente todo lo que sucede a nuestro alrededor está diseñado para bendecirnos.
Y es por esta razón que es prohibido estar afanados! La escritura dice:
Filipenses 4.6–7 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Pero no sólo está el dardo de Satanás que nos hace pensar que las cosas a nuestro alrededor no nos ayudan, también hay otros dardos a través de los cuales satanás le dice a los creyentes: “Tú no puedes soportar la situación que estás viviendo, huye de allí” O el dardo que dice: “Tú no puedes responder haciendo la voluntad de Dios en medio de esta situación, es imposible”
Y a través de esos dardos logra que el creyente en lugar de aprovechar la situación para bendecir su vida, más bien termine haciéndose daño y dañando su vida espiritual!
Sin embargo el texto que acabamos de leer nos dice que no debemos afanarnos por nada de lo que está sucediendo, y que para actuar adecuadamente sólo debemos pedirle a Dios y darle gracias, porque nos dará la dirección y el poder para hacer lo correcto.
Y eso es exactamente lo que el apóstol Pablo cuenta de su experiencia frente a situaciones muy difíciles.
2 Corintios 12.7–8 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí
Él está contando lo que al final aprendió. Pero al comienzo cuando este mensajero de Satanás lo abofeteaba, él no entendía el claro propósito de Dios de bendecirlo manteniéndolo humilde a través de esa situación, y por eso hace una oración equivocada, pues le pide al Señor que cambie la situación.
Pero al comienzo no sólo no entiende el buen propósito de Dios, lo cual es evidencia de dardos de fuego en su corazón, sino que además cree que no tiene la capacidad para hacer lo correcto en medio de esta situación… Y lo que normalmente hacemos cuando Dios no cambia la situación es salir huyendo, lo cual muestra que estamos graves, producto de no creer las preciosas verdades de Dios.
Sin embargo a pesar de su petición equivocada, Dios como siempre responde de acuerdo a lo que realmente necesitaba, y por eso el apóstol continúa diciendo:
2 Corintios 12.9-10 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Lo que podemos entender de este texto, es que las situaciones por las que pasaba el apóstol, eran situaciones en las que normalmente se sentía débil, o se sentía necesitado, o sentía angustia, o no se sentía amado… Pero si el poder de Dios se perfecciona en la debilidad es en esos momento donde hay que colocar el escudo de la fe, para contrarrestar todos esos malos sentimientos y sentirse gozoso en las debilidades en las afrentas en las necesidades de las persecuciones etc.
Es decir, cuando por casa de alguna situación pensemos que aquí no hay bendición y comiencen a aparecer malos sentimientos, lo primero que debemos pensar es que la situación está provista para contrarrestar estos malos pensamientos y esos malos sentimientos colocando el escudo de la fe
Y si nos preguntamos: ¿siempre vamos a poder contrarrestar esos malos pensamientos con el escudo de la fe?
La respuesta es sí, por supuesto si tomamos la decisión correcta, pues la escritura también dice:
1 Corintios 10.13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Esta promesa dice que sí. Que siempre podemos hacer la voluntad de Dios en medio de cualquier situación, porque Dios no está organizando situaciones para llevarnos a pecar, sino para aprender a confiar en el.
Es posible que nuestro crecimiento espiritual no sea adecuado, pero Dios sabiendo eso, no permitirá jamás una situación en que estemos incapacitados para hacer lo correcto.
Y además dice que junto con esta situación que produce la tentación el dará la ayuda para salir victorioso.
Lo que sí puede pasar es que siendo atacados con los dardos del maligno, al creer en sus mentiras no echemos mano de las promesas de Dios que nos permitirán resistir haciendo lo correcto.
Pero si confiamos en la verdad de Dios, no hay razón para afanarse por lo que está sucediendo, ni tampoco hay razón para afanarse por lo que nos toca hacer.
El apóstol Pablo nos da testimonio de esta preciosa verdad cuando escribe:
Filipenses 4.12–13 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
La mala interpretación de este pasaje es que tenemos el poder de Dios para cambiar todas las situaciones que no nos gustan, cuando la preciosa verdad es que tenemos de parte de Dios el poder que necesitamos para hacer siempre su voluntad.
Cuando pensamos que no podemos hacer la voluntad de Dios es porque Satanás nos ha clavado sus dardos!
LA GRAVEDAD DEL PECADO
Otro de los dardos de Satanás, tiene que ver con el concepto que tenemos acerca del pecado.
Cuando la escritura habla de la decisión que debemos tomar de no pecar, dice que pecar es tan grave que es mejor morirse que pecar!
El capítulo 12 del libro de hebreos comienza hablando de que hay una gran cantidad de testimonios de personajes que hicieron lo correcto, razón por la cual nosotros teniendo en cuenta esos testimonios debemos despojarnos del peso y del pecado que nos acedía…
Luego nos presenta el ejemplo de Jesús….
Hebreos 12.2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Es decir si Jesús lo pudo hacer, y Jesús está en nosotros, entonces Jesús lo puede hacer a través de nosotros.
Sin embargo, dejar el pecado que nos parece malo y dejar el pecado qué nos parece bueno, porque hay pecados que nos parecen muy sabrosos… Duele.
Pero lo que dice el texto es que no hay que colocar los ojos en la Cruz, es decir no hay que colocar los ojos en el dolor que estamos pasando, si no en el gozo que vamos a obtener después de pasar el proceso.
Ya sabemos que una de las estrategias para eliminar el pecado de nuestra vida, es que Dios organiza situaciones en las cuales tenemos la posibilidad de caer en pecado, pero en este momento El espera según todo lo que hemos visto, que hagamos lo correcto… Y eso va traer sanidad a nuestra vida…
No es una idea mía pues esto es precisamente lo que expresa el siguiente texto:
Gálatas 6.8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Pero mientras obtenemos la sanidad eso va a doler… Nuestra carne está enviciada al pecado y dejar el vicio duele. Y como se requiere un tiempo para experimentar la sanidad completa el texto continúa diciendo:
Gálatas 6.9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Tarde o temprano, según lo arraigado que este pecado en nuestra vida, llegará el momento de la sanidad. Y si nos parece que el asunto está muy duro o muy demorado, entonces debemos colocar los ojos en Jesús, el cual por la confianza en los buenos resultados que obtendría soporto la Cruz. Además dice:
Hebreos 12.3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
¿Cuál contradicción? La contradicción tiene que ver con el precio que el estaba pagando por nosotros… la escritura dice:
Filipenses 2.6–8 El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Se despoja de su privilegio de ser Dios, se convierte en hombre, y se dispone obedecer sabiendo que le espera una muerte espantosa, hace todo esto por salvar al hombre, un hombre que en lugar de agradecer lo ataca durante todo su ministerio y aún mientras está colgado en la Cruz.
¿Y que hizo el señor Jesús para soportar? Ya lo leímos: Hebreos 12.2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
En otras palabras el pecado es un asunto muy serio, por lo tanto cualquier pensamiento que trate de minimizar su gravedad, o cualquier pensamiento que nos lleve a “voy a seguir pecando y luego lo dejo” debe ser considerado como un dardo de fuego… Y en general cualquier pensamiento que nos lleve a dudar de lo que Dios ha dicho, es en realidad un ataque del diablo.
La clave, creo que se dicho con claridad, la escritura dice:
Santiago 4.7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.