ESTAD SIEMPRE GOZOSOS 4
I. INTRODUCCIÓN
Absolutamente todo lo que los hombres hacen tiene un propósito básico, tan obvio y tan normal que es pasado por alto de manera continua. ¿Qué es lo que buscan todos los seres humanos con todas las cosas que hacen y con los sueños que quieren realizar? Sólo quieren una cosa: Vivir felices.
¿Pero será posible esa felicidad completa y duradera? Sabemos que la salvación otorgada por nuestro Señor Jesucristo, nos permitirá a los hombres vivir al final de los tiempos presentes, en una ciudad construida por Dios llamada la Jerusalén celestial, Y la escritura nos cuenta:
Apocalipsis 21.3–4 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Las primeras cosas pasaron; nuestra vida en la tierra ya habrá pasado; la preparación que Dios está haciendo en nosotros habrá terminado; el juicio sobre los hombres que no le hayan creído también ya habrá pasado; y sobre una nueva tierra descenderá la Jerusalén celestial donde si la muerte el gran enemigo de los hombres ya no existirá más, por supuesto no habrá hambre ni absolutamente nada que pueda causar ni clamor, ni dolor, ni llanto. Habrá felicidad completa y eterna.
Pero mientras llega ese tiempo, el tiempo ir a la Jerusalén celestial para unos y de ir a la condenación eterna para otros, los hombres insistirá en buscar a través de todo lo que hacen esa felicidad completa y duradera… Pero: ¿Será posible hallarla en este tiempo?
Hay un libro de la escritura que debe ser visto con una óptica muy diferente de todos los demás, pues es el testimonio de una persona supremamente inteligente, pero analiza la vida desde la óptica de aquel que cree en Dios pero no le conoce, es decir como una gran mayoría de personas en el mundo que no niega la existencia de Dios pero no lo conocen en absoluto.
Este hombre, Y aquí está lo importante del testimonio para los hombres, tuvo el poder de hacer todo lo que quiso; piensen por un momento en lo que eso significa, en tener el poder de hacer absolutamente todo lo que nos venga en gana… Ir de vacaciones a los lugares más espectaculares; construir su casa, su edificio, su finca, fábricas, negocios; comprar los autos y los vehículos más cómodos, veloces, eficientes, hermosos; usar sólo ropa de la mejor calidad; tener cientos de personas trabajando para todo lo que él necesita, bañándolo, cocinándole cosas espectaculares, vistiéndolo, y en aquella época era lícito tener todas las mujeres que pudiera sostener por lo cual tuvo 700 mujeres como reinas, de diferentes razas y pueblos, y no siendo suficiente escogió otras 300 mujeres hermosas como concubinas… Pero no sólo se dedico a estos placeres sino que compuso cientos de canciones que fueron famosas, estudio la naturaleza, se hizo famoso por su sabiduría, tuvo músicos, esclavos e hijos de sus esclavos, caballos, maderas de las más finas, etc. Por todo esto es que escribe:
Eclesiastés 2.10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena.
Gracias a la riqueza y el poder que este hombre tuvo, logro gozar de cada cosa que hizo, sin embargo esa alegría la experimentó solo en el momento de hacer cada una de estas cosas, pero luego, el común denominador de su vida, es decir, lo que normalmente experimentaba es que estaba viviendo una vida sin sentido, una vida inútil y además llena de aflicción, por eso dice:
Eclesiastés 2.11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.
28 veces repite en el libro que la vida es completamente vana o inútil, y 9 veces menciona la aflicción de los diferentes aspectos de la vida….
Y uno de los grandes enemigos que le impiden ver sentido a la vida y poderla disfrutar es la muerte.
La conciencia de que va a morir lo aterriza a la realidad de que la vida, si no hay una eternidad placentera asegurada, entonces no tiene ningún sentido.(Ese es el pensamiento de una persona inteligente)
Porque la realidad es que si un hombre lograra vivir feliz toda su vida, pero no se salva, su pérdida y su sufrimiento será de proporciones inimaginables y eternas.
Y entonces la pregunta es: ¿Si este hombre lleno de sabiduría, de riqueza y de poder no logró vivir una vida verdaderamente feliz, acaso habrá alguien que si lo logre? La respuesta es no
Y los que declaran ser felices con la vida que tienen, es porque están tan embrutecidos que hacen lo que hacen sin temer, sin importarles las consecuencias de sus acciones, ignorando por completo lo que significa la condenación eterna.
Por eso este hombre termina su libro diciendo que lo único importante en la vida es hacer la voluntad de Dios, y nosotros ahora sabemos que bajo el Nuevo Pacto la clave es creer en Jesucristo como el Señor y el Salvador, para que al producir Dios el nuevo nacimiento en aquel que ha creído, está persona se salve.
Y esta salvación es tan completa que no sólo asegura como ya vimos, una eternidad espectacular en la presencia de Dios, sino que le permitirá al hijo de Dios comenzar a disfrutar desde ahora de esa salvación, lo cual producirá en el una alegría completa y permanente.
Lo que este hombre ni ningún hombre logrará obtener, con toda su riqueza poder y sabiduría, cualquier hijo de Dios puede disfrutarlo gracias al Nuevo pacto
La siguiente pregunta puede ser: Si la felicidad completa y permanente que buscan absolutamente todos los hombres esta al alcance a través de Jesucristo: ¿Por los hombres rechazan a Jesucristo?
La gran ironía de la vida y el gran engaño en el corazón de los hombres es, que siendo Jesucristo el único que puede dar felicidad completa y duradera, los hombres lo rechazan precisamente para buscar la felicidad completa, porque no creen que Jesucristo se la pueda dar. Pero:
II.¿LOS CRISTIANOS SI CREEN EN LA FELICIDAD QUE JESUCRISTO LES PUEDE DAR?
La gran mayoría no aunque ellos creen que si. Y el engaño está, en que pretenden obtener esa felicidad completa y permanente o gozo, creyendo que Jesús se las puede dar, pero no creyendo que sea posible de la manera enseñada por Jesús.
Donde el engaño básico de los cristianos está en no creer las palabras de Jesús cuando dijo:
Juan 16.33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Al no creer en estas palabras, al no creer que el mundo solo puede darnos alegrías muy cortas pero seguidas de periodos de aflicción, el cristiano insiste en buscar que Dios le dé aquellas cosas del mundo que el cree que lo harán feliz.
Es decir; está repitiendo con la “ayuda de Dios” el mismo error del escritor del libro de Eclesiastés, quién nos asegura que no es posible vivir feliz de esa manera.
El problema de esta clase de felicidad es que está basado en las circunstancias, que cuando son acordes son nuestros planes y deseos producen alegría, Pero cuando las circunstancias no son como las quisiera llenar nuestra vida de tristeza.
Así viven todas las personas que no conocen a Dios… Pero tristemente así viven también una gran mayoría de cristianos, alegrándose en aquellos momentos en que obtienen lo que desean, y viviendo preocupados y quejándose por aquellas circunstancias que no les dejan ser felices de manera continua.
Si siendo un verdadero hijo de Dios es esa tu vida, entonces aunque eres salvo estás viviendo bajo un formato de condenación.
Y lo terrible es que esta incredulidad e ignorancia los ha llevado a pensar que esa es la vida cristiana normal. Por eso los cristianos se conforman viviendo de esa manera, sin experimentar ese gozo profundo y continuo pensando que eso es lo mejor que pueden obtener de su relación con Dios.
III. ES UNA ORDEN VIVIR GOZOSOS
Pero contrario a vivir este cristianismo bajo un formato de condenación, hemos visto durante tres estudios seguidos, que es posible y además es una orden de parte de Dios que debemos estar siempre gozosos, y que en las pruebas, es decir en aquellas situaciones supremamente difíciles donde los cristianos se justifican pensando que es normal vivir llenos de aflicción, el Señor en su palabra dice que no debe haber gozo, sino mucho gozo.
1 Tesalonicenses 5.16–18 Estad siempre gozosos. 17Orad sin cesar. 18Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Parece tonto que lo diga pero siempre quiere decir siempre, siempre gozosos, no sólo en ciertas circunstancias. Y en las circunstancias difíciles dice:
Santiago 1.2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas
A través de enseñar esto que es muy claro en la escritura, he percibido que aunque es algo que los cristianos que leen la biblia lo saben, sin embargo, la gran mayoría no lo ha entendido como una orden, sino que lo han visto como ya expliqué, como un resultado de ciertas circunstancias, Y cuando las circunstancias no producen gozo, el no experimentar este gozo no los hace sentir culpables…(La culpa es de las circunstancias)
Hágase la siguiente pregunta: ¿Cada vez que no que está gozoso, lleno de felicidad, le pide perdón a Dios por que su falta de alegría profunda y continua que es una desobediencia a su palabra?
Es consiente que cuando no está gozoso esta viviendo en desobediencia a Dios.
Es posible que a través de estos estudios usted haya comenzado a ver su falta de gozo como un acto de rebeldía: ¿Pero antes de ver esto con tanta claridad, acostumbraba pedirle perdón a Dios cuando no estaba feliz? (O a pedir perdón por aquellas cosas que lo hacen feliz haciéndole menospreciar la importancia de la salvación)
Pedía perdón o venía viviendo como la mayoría, que lejos de pedir perdón a Dios por su falta de alegría, lo que sale de su corazón son quejas contra Dios, por aquellas circunstancias que no lo dejan vivir feliz.
Otros ya han aprendido a no quejarse porque saben que es pecado, pero en lugar de pedir perdón por tu falta de alegría se dedican con la ayuda de Dios a construir circunstancias que los mantengan alegres…
Pero déjeme insistirle a los cristianos, que ese formato de vida es un formato de condenación, aunque usted sea salvo y esté recurriendo a Dios para lograr cambiar esas circunstancias que lo harán felices, está viviendo en un formato de condenación.
Lo contrario y la razón de nuestra alegría debe ser esa salvación tan grande que hemos recibido, salvación que continúa su proceso en nuestra vida transformándonos día a día, de tal manera que podemos tener paciencia y soportar con valor las dificultades, porque sabemos que absolutamente todo lo que sucede a nuestro alrededor, está diseñado para añadir salvación a nuestra vida.
Si nos alegra la salvación recibida, nuestro gozo será continuo, porque ese proceso de salvación nunca se detendrá. Eso es, lo explicamos la semana pasada; pensar en las cosas del Espíritu.
IV. PENSANDO EN LAS COSAS DEL ESPÍRITU
Y cuando hablo de vivir como cristiano bajo un formato de condenación, en realidad me estoy refiriendo a los cristianos que viven pensando en las cosas de la carne, no en las cosas del Espíritu y por eso para ellos es imposible experimentar el gozo profundo y continuo producido por la salvación.
Romanos 8.5–7 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Quien no está pensando en todo lo que hace y todo lo que le sucede en crecer en salvación, entonces está viviendo con un formato de condenación, que es igual a decir que está pensando en las cosas de la carne, razón por la cual la alegría que experimentan no está basada en la salvación sino en las circunstancias terrenales.
Y quien piensa en las cosas de la carne, no me cansaré de repetirlo, no podrá experimentar el gozo del Señor, sino sólo el gozo producido por las circunstancias al igual que cualquier incrédulo.
¿Y porque los cristianos piensan en las cosas de la carne? Por su incredulidad que por un lado los lleva a menospreciar la salvación recibida, pero por otro también los lleva a insistir en obtener la felicidad en las cosas del mundo.
Es el cristiano típico inmaduro que le pide a Dios que le entregue el mundo. Pero ya leímos que Jesús dijo:
Juan 16.33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Pero cuando usted mueve ese switch, y dejando de pensar en las cosas de la carne comienza a pensar en las cosas del Espíritu, entonces se cumplirá en su vida lo que el apóstol escribe:
2 Corintios 6.10 como teniendo motivos para estar tristes, pero siempre llenos de gozo, como pobres, pero al mismo tiempo haciendo a muchos ricos, como no teniendo nada, pero teniéndolo todo!
Hay dos realidades en la vida; los incrédulos viven solo la realidad material, nosotros debemos vivir ambas pero dándole más valor a la realidad espiritual. Y cuando esto hacemos y pasamos por circunstancias donde según los incrédulos deberíamos estar tristes, nosotros podemos vivirlas llenos de paz y gozo.
También al darle énfasis a lo espiritual, podemos vivir como pobres de acuerdo los valores del mundo pero con una riqueza espiritual impresionante que nos permite hacer ricos a otros… Y también podemos vivir como si no tuviéramos nada pero siendo dueños de todo.
A esa clase de vida se refiere la escritura cuando dice:
Santiago 1.2-4 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna….
La paciencia es la buena actitud que nos permite esperar que las circunstancias, más el tiempo que pasamos por ellas transformen nuestra manera de pensar, de creer y de sentir, para ser cada vez más perfectos y más cabales o cuerdos, de tal manera que tengamos todo lo necesario para una vida y una eternidad espectacular… Quien aprecia la salvación se gozará de vivir estos procesos.
V. EL GOZO Y LAS DISCIPLINAS
¿Pero que pasara en nuestra vida cristiana, si siendo auténticos cristianos, cuando somos probados por Dios en lugar de aprender, creer y ser trasformados, tomamos una acción evasiva a esos tratos, que por supuesto necesariamente es la desobediencia.
Pues lo que Dios nos dice en su palabra, es que si siendo probados no aprendemos las lecciones entonces tendremos que ser disciplinados, pero no perdamos de vista que cuando Dios nos disciplina es porque ya lleva largo rato insistiendo con nosotros. Su palabra dice:
Joel 2.13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
Y aunque se duele en el castigo, más puede su amor y por eso cuando nos ve insistir en nuestra incrédula necedad y obstinación, pues toma acción para ayudarnos. Por eso su palabra dice:
Hebreos 12.6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Sin embargo creo que hay una diferencia entre las pruebas que dice la escritura que debemos pasarlas con sumo gozo y las disciplinas.
En las pruebas Dios nos pone en cierta situación donde habrá básicamente dos opciones o caminos: En una prueba podemos tomar el camino que el mundo nos enseña, lo cual implica que como mínimo cometeríamos el pecado de no confiar en Dios y como consecuencia desobedecerle; o podemos decidir confiar en Dios y con paciencia ver como esta buena decisión edifica nuestra vida.
Pero en las disciplinas normalmente Dios nos coloca en una situación donde no es posible evadirla, y nos toca soportarla o soportarla, porque no hay otra salida.
Una prueba puede ser que Dios baje sus ingresos económicos o aumente sus gastos a ver si usted a pesar de esa situación sigue siendo fiel con su diezmo… Mientras que una disciplina por causa de no confiar en Dios puede ser que Dios lo deje sin trabajo, y por mas que insista en conseguirlo no lo consigue.
Una prueba puede ser que Dios permita ciertos quebrantos de salud para cambiar hábitos en su vida… Mientras que una disciplina por causa de la necedad de no querer cambiar los hábitos, es que Dios le mande una larga enfermedad.
En las pruebas siempre tendremos la opción de obedecer o desobedecer a Dios, por eso precisamente se llama prueba, la escritura dice:
1 Pedro 1.6–7 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo
El apóstol viene hablando de que gracias a esa salvación tan grande de la cual nos alegramos, por un poco de tiempo, si es necesario… Debemos ser probados.
Mientras que en las disciplinas no queda otra opción, o la opción es demasiado terrible, por lo cual lo que normalmente después de intentar y quedarnos sin más opciones para salir de estas situaciones, lo que nos queda como último recurso es clamarle a Dios para que cambie nuestro corazón
Algo así como que en la prueba no quiso abstenerse de ciertas cosa… Y entonces Dios lo disciplina quitándole esas cosas.
Cuando usted por amor a Dios y a su obra (siendo usted parte de su obra) se abstiene de ciertas cosas para obedecer al Señor y crecer espiritualmente, lo puede hacer con gozo.
Pero cuando a la brava Dios le quita esas cosas, usted no experimenta gozo, sino tristeza.
¿Cómo se siente usted mejor; regalándole su costoso celular a alguien que ama, o que vengan y lo atraquen y se lo quiten?
Por esto es que dice la escritura:
Hebreos 12.11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Las pruebas las podemos pasar gozosos o con sumo gozo, pero las disciplinas producto de nuestra incredulidad, obstinación o terquedad, nos llevará inevitablemente a experimentar tristeza.
Sin embargo la promesa también dice que después da fruto apasible de justicia, es decir recuperará el gozo producto de haber aprendido la lección.
Pero mucho cuidado con esto, en las disciplinas se recupera el gozo cuando aprendemos la lección, no cuando la situación mejora.
Sin embargo normalmente después de que aprendimos la lección y recuperamos el gozo, la situación mejora.
VI. EL QUEBRANTO
Hay otra palabra usada en la escritura que muestra el trato de Dios y es la palabra quebrantar.
Proverbios 29.1 El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.
Dando a entender que cuando Dios quebranta al hombre, es prácticamente porque lo ha desechado y por eso su quebranto no tendrá remedio.
Ojo: Es cuando Dios quebranta al hombre, no cuando el hombre es probado o disciplinado y en su exageración él piensa que Dios lo está quebrantando… Cuando todavía no le ha hecho nada.
Porque cuando Dios quebranta, dice su palabra:
Isaías 24.18–20 Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra. 19Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. 20Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.
Pero nosotros sus hijos solamente estamos siendo probados lo cual debemos asumir con gozo, y a veces por nuestra necedad nos buscamos disciplinas, que nos llevarán a experimentar tristezas, pero cuando corregimos y aprendemos la lección recuperaremos el gozo, que debemos mantener de manera continua en nuestra vida cristiana.
VII. CUANTO TIEMPO….
La pregunta para algunos puede ser: ¿Cuánto tiempo se demora una persona en aprender la lección que Dios con la disciplina le quiere enseñar? Que es igual a preguntar: ¿Cuánto tiempo le va a durar la tristeza por causa de esa situación?
El tiempo que nos demoremos en aprender a confiar, en apreciar la salvación para que experimentemos ese fruto apacible de justicia, por supuesto recuperando el gozo, dependerá de cómo enfrentemos o asumamos la disciplina que estamos pasando.
Lo mejor que podemos hacer cuando llega la disciplina o el garrotazo es sentarnos a pensar: ¿en qué estábamos pensando?
Y reconociendo que estábamos pensando lo que no debíamos pensar, en las cosas de la carne, debemos arrepentirnos, y comenzar a pensar en las cosas del Espíritu, es decir de como esa situación ayuda a nuestro crecimiento espiritual, de tal manera que hagamos las oraciones correctas, donde lo que debemos pedir a Dios es poder confiar lo suficiente para que aunque la situación no cambie recuperemos la paz y el gozo.
Pero si por andar en la carne después de haber sido advertidos una y otra vez llega la disciplina, y seguimos pensando en las cosas de la carne lo único que podemos hacer es seguir quejándonos contra Dios, O insistir enfáticamente a Dios para que cambie la situación… Y Dios no lo hará porque no es el propósito de la disciplina.
Y allí es cuando me gusta decirle a los cristianos que toman una actitud rebelde ante las disciplinas: ¿Quién ganará: Usted con su terquedad y obstinación o Dios con su poder?
VIII. DOS CLASES DE TRISTEZA
El apóstol Pablo hablando de este asunto escribió:
2 Corintios 7.10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.
Cuando viene la disciplina y usted reconoce su pecado, o su idolatría o su miedo… Lo correcto es que experimente tristeza producto de su pecado, y esa tristeza lo lleve a arrepentirse, a hacer las oraciones correctas para crecer espiritualmente.
Esa tristeza que experimentamos por nuestro pecado es lícita y trae bendición, y aún podemos experimentar tristeza por el pecado de los demás. No por el daño que ese pecado no hace porque ese pecado no nos hace daño cuando andamos en la voluntad de Dios, sino por lo que esta persona se pierde por causa de su pecado.
Pero puede ocurrir que al llegar la disciplina la tristeza que se experimente sea la del mundo... es decir no esta triste por su pecado sino por lo que perdió. Y eso producirá mas muerte, mas apego a las cosas del mundo y mas menosprecio hacia la salvación. Un ejemplo de esta tristeza:
Lucas 18.23–25 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. 24Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Así que hermanos, considerando que es una orden estar gozosos todo el tiempo evaluemos la forma en que estamos viviendo la vida cristiana.
Un cristiano que vive sin gozo es un cristiano que no está creyendo o no está aprovechando la promesa de salvación…
Un cristiano que vive en un vaivén espiritual, experimentando alegrías temporales y tristezas de manera continua es un cristiano cuyo gozo no estaba basado en la salvación, ni en el Señor…
Los cristianos debemos vivir con un gozo continuo aun cuando estamos siendo probados…
Y si perdemos el gozo por causa de la disciplina reconozcamos que estamos perdiendo el gozo por causa de nuestros pecados.
Filipenses 4.4–5 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
