EL PODER DE LAS CREENCIAS – PARTE 2

EL PODER DE LAS CREENCIAS – PARTE 2

I. INTRODUCCIÓN

Bajo la ley de Moisés o viejo pacto, había una serie de prohibiciones que cuando no eran cumplidas los hombres quedaban inmundos. Y quien se acercaba a ellos y tocaba los sitios donde ellos habían estado también se contaminaban quedando inmundos.

Esta inmundicia los llevaba a apartarse del pueblo de Dios, y más grave aún, si una persona inmunda entraba al templo lo contaminaba, y entonces esa persona tenía que morir.

Para poder limpiarse de esa inmundicia había varios rituales, pero básicamente la persona tenía que lavarse, y además tenía que presentar un par de animales para sacrificio u holocausto.

Levítico 15:31 Así apartaréis de sus impurezas a los hijos de Israel, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos.

La razones por las cuales se contaminaba una persona eran muchas, y la escritura dice:

Números 19:20 Y el que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová; no fue rociada sobre él el agua de la purificación; es inmundo.

Había unas tinajas de piedra en las cuales se guardaba el agua para la purificación, y precisamente de esas tinajas es que Jesús convierte el agua en vino.

Juan 2:6-7  Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.

Según las creencias de algunos, tomar vino o cualquier bebida fermentada es algo no aprobado por Dios, sin embargo la escritura nos muestra que el vino, era una de las cosas que Dios daba al pueblo como premio por su obediencia bajo el viejo pacto. Podemos leer:

Deuteronomio 11:13 al 15  Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, 14yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. 15Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.

Por supuesto el vino tomado en exceso es pecado, al igual que la comida y muchas otras cosas si se hacen en exceso. Pero prueba evidente de qué no es pecado tomarlo con medida, es que Jesús lo hacía, y aún por eso fue criticado por los religiosos que no quieren hacer la voluntad de Dios, como el mismo Jesús dijo:

Mateo 11:18 al 19  Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. 19Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.

Cuando pasamos al Nuevo Pacto, qué es lo que realmente debemos tener en cuenta para dirigir nuestra vida, encontramos que ya no es necesario guardar todas aquellas cosas que la ley mandaba, ni hacer esos rituales de purificación.

No porque nosotros no seamos pecadores o porque no haya en nosotros contaminación del mundo, sino porque la obra de Jesucristo en la cruz aplicada a nosotros nos perdona haciéndonos aptos para el Señor, y además probée las herramientas necesarias para limpiarnos de contaminación, de tal manera que cada vez podamos relacionarnos mejor con nuestro buen Dios. Dice asi:

Hebreos 9:13 al 14  Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

El Nuevo Pacto quíta la importancia al asunto material, a la enfermedad o la contaminación de la carne, y da importancia a nuestra conciencia. Una conciencia que debe ser renovada para que nos permita servir verdaderamente a Dios.

Obras muertas que mencionas son las cosas que hacemos para Dios que Dios no nos ha pedido, Y la renovación o limpieza de nuestra conciencia nos permite entender cuál es verdaderamente la voluntad de Dios.

Las antiguas purificaciones permitían vivir con el pueblo de Israel, la nueva purificación nos permite vivir con el pueblo de Dios, sirviendo a Dios.

Y la enseñanza que tomo de este milagro, de tomar el agua de las tinajas de la purificación y convertirlas en vino, para que la gente se pueda seguir gozando, es que en Cristo Jesús, por su preciosa sangre, somos hechos aptos para disfrutar de una nueva vida.

Y así como con el vino la gente se ponía alegre, una de las características o señal fundamental e importante de esta nueva vida en Cristo Jesús, es el gozo, o alegría completa y duradera qué debe experimentar el creyente.

Ojo con esto que es muy importante. Nuestra vieja vida llena de preocupaciones, de rencores, resentimientos, temores, dudas y desobediencia, y muchas cosas más… Es reemplazada por nuestra vida en Cristo, cuya característica además de la obediencia, es que experimentemos no sólo una paz que sobrepasa todo entendimiento, sino un gozo completo y permanente.

Insisto: La obra de Jesús hace que nosotros hombres pecadores, seamos perdonados, aceptados por Dios, y podamos así gozarnos dé la vida que tenemos oportunidad de vivir en el Señor.

Y si nosotros siendo cristianos, peor aún, si llevando ya un buen tiempo en el cristianismo, no nos estamos gozando de la vida que Dios nos está permitiendo vivir… Si todavía hay temores, afanes o preocupaciones, entonces allí hay asuntos muy serios que deben ser revisados y corregidos, porque esa no es la vida cristiana normal, esa no es la vida que Dios en Cristo nos ha ofrecido.

Parte del problema es otra creencia equivocada, donde se enseña que la vida cristiana es una vida llena de sufrimientos, para luego poder llegar a descansar y a gozarnos en la presencia de Dios.

Está enseñanza es reforzada por las imágenes de los santos torturados, o viviendo en desgracia, quienes según algunos, nos dan ejemplo de una vida piadosa llena del sufrimiento necesario para llegar al cielo.

Respecto de esto creo que hay que hacer una importantísima aclaración. Nosotros sufrimos por causa de nuestro pecado, por nuestras malas actitudes, por causa de nuestros ídolos, por nuestras malas decisiones, y en términos generales por nuestra incredulidad… De ese sufrimiento por supuesto nosotros somos culpables.

Lo bueno es que aun eso es usado por Dios para enseñarnos a no pecar más, para motivarnos a ser santos, a confiar en él, y a vivir una vida cristiana victoriosa llena de paz y alegría.

Pero también es cierto que el cristianismo ha traído mártires, y que por ser creyentes algunos han vivido situaciones muy complicadas durante largo tiempo… Pero lo que ignoran muchos, es el poder de Dios dado a estas vidas, para que aún en medio de situaciones muy difíciles puedan tener paz y gozo. 

Un ejemplo de esto es lo que la escritura nos cuenta acerca de los creyentes en Macedonia. Dice así:

2 Corintios 8:1–2 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; 2que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 

Éstos cristianos estaban siendo perseguidos, tanto que habla de una gran prueba de tribulación. Y además eran no pobres, sino que dice el apóstol que eran; profundamente pobres. Y sin embargo a pesar de su tribulación y pobreza, gracias a “la abundancia de su gozo“, fueron supremamente generosos al ofrendar para los santos de otras regiones, que también estaban en dificultades.

Eso quiere decir que para ser generoso no es necesario tener de sobra o tener mucho dinero. Para ser generoso lo que es necesario es amar a la gente, y experimentar el gozo del Señor. Continúa diciendo el pasaje:

2 Corintios 8:3-5. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, 4pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. 5Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; 

Dice que dieron con agrado, es decir no por obligación ni por presión, sino que estaban felices de contribuir. Y cuando dice que tuvieron que rogar, es porque los apóstoles los vieron tan pobres que pensaron que ellos no debían ofrendar.

Pero ellos que abundaban en gozo pensaban diferente, y por eso rogaron que les recibieran la ofrenda… Pero lo más importante no era el dinero que daban, sino que habían entregado su vida al Señor…

Éste testimonio es opuesto a lo que muchos cristianos comienzan a vivir, cuando tienen problemas o cuando están mal económicamente.

Cuando un cristiano se afana, se preocupa, comienza a quejarse, a deprimirse… Llegando a pensar que Dios es injusto por lo que le está sucediendo, por supuesto que esa no es la auténtica vida cristiana. Ésa es la vida de un cristiano que está muy mal espiritualmente, porque los cristianos debemos vivir muy, pero muy contentos independiente de las circunstancias.

La pregunta es: ¿Por qué estos cristianos de Macedonia vivieron de esta manera, y por qué muchos cristianos en la actualidad que ni están siendo perseguidos, ni están experimentando profunda pobreza, no logran vivir llenos de gozo y paz y amando a sus hermanos?

Creo que la respuesta es que el cristiano que no se está gozando de la vida que Dios le da, es porque no está escuchando con atención el mensaje de Dios. Digo esto porque cuando el apóstol Juan nos habla del Señor Jesús, nos explica que lo hace para que teniendo comunión con Dios, nuestra vida este llena de alegría. Dice así:

1 Juan 1:3 al 4  lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 4Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.

Los cristianos debemos experimentar un gozo cumplido, o alegría completa como traducen otras versiones. Insisto; Quien tiene comunión con Dios, es decir quien ha nacido de nuevo y es salvo, debe experimentar como también otras escrituras lo confirman, una alegría completa.

Y eso es una orden, lo cual quiere decir que quien no está contento, está siendo desobediente al Señor, está andando en rebeldía y está viviendo en incredulidad. Y no es el único pasaje que enseña que los cristianos debemos vivir felices, también podemos leer:

1 Tesalonicenses 5:16  Estad siempre gozosos.  Filipenses 4:4  Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 

Siempre gozosos… Y no sólo gozosos sino regozosos. Por supuesto que lo importante no es solo si estamos contentos. Los importante como dice el pasaje es que nuestra alegría sea por causa del Señor. 

Lo normal es que la gente del mundo está contenta mientras tenga su pan, su aceite y su vino. Pero esa alegría que los hombres obtienen con estas cosas, aunque sean provistas por Dios, no es una alegría ni completa, ni duradera…

Sin embargo la creencia que tienen los hombres, en que la abundancia de las cosas materiales los hará felices es muy, pero muy fuerte, y eso los hace sordos a las palabras del Señor, a sus promesas y a sus objetivos maravillosos.

Pero la falsedad de esta creencia la podemos ver en las palabras de Jesús cuando dijo:

Mateo 16:25 al 26  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 

Y entonces la transición que tenemos que hacer, es la de dejar de buscar ganar nuestro mundito, nuestro pan, nuestro aceite y nuestro vino, pensando que eso nos hará felices…Para dedicarnos a hacer la voluntad de Dios, la cual si nos hará verdaderamente felices, y no sólo felices, sino que también nos llevará a ser santos, y a buscar para salvar a los hombres que están perdidos.

Si eso hacemos, no nos vamos a morir de hambre, porque la promesa de Dios es que toda la añadidura que necesitemos, él nos la dará, como consecuencia de buscar su reino y su justicia.

Lo he dicho muchas veces. No debemos buscar ser ricos, debemos buscar hacer la voluntad de Dios, y si Dios cree que es lo mejor nos podrá hacer inmensamente ricos, o solamente darnos lo necesario.

Pero si nuestro objetivo sigue siendo el de conquistar el mundo, entonces estamos alineados con el mundo, de acuerdo a las creencias del mundo, y aunque no seamos conscientes estaremos participando de las obras infructuosas de las tinieblas. Y vivir así, no hay duda que nos impedirá disfrutar de la paz y el gozo que sólo Dios da.

Por esto el apóstol Pablo en su carta a los Efesios les dice, que en lugar de participar de las obras infructuosas de las tinieblas deben reprenderlas. Y usa la figura del sueño, dando a entender que quien está dormido, que quien todavía participa de las obras de las tinieblas, no está viviendo como un verdadero cristiano… Y a lo mejor no lo es. Dice así:

Efesios 5:11, 14 al 17  Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;… 14Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. 15Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 

No siga buscando lo que la gente del mundo busca, despierte, “levántese de los muertos” y sea diligente, sabio, aproveche bien el tiempo, no sea insensato, sino entienda cuál es la voluntad de Dios.  ¿Y cuál es la voluntad de Dios?

Y entonces tomando nuevamente la figura del vino, que representa la bendición material de Dios y la alegría que esta puede producir en el hombre, les dice:

Efesios 5:18–20 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

El vino en el viejo pacto y en el mundo también representa la alegría que las cosas del mundo pueden dar.

Este vino, es decir estas cosas que el mundo da, son las que tienen embriagada a la gente de tal manera que viven como borrachos, sin saber realmente a adónde van, y lo último que van a cosechar ojalá fuera sólo un tremendo guayabo, pero la realidad es que se perderán eternamente.

Por eso; opuesto a vivir con esa clase de objetivos, lo que debemos buscar es ser llenos del Espíritu Santo. Y como consecuencia hablaremos de manera muy espiritual, alabaremos al Señor en nuestros corazones, y le daremos gracias en todo y por todo de todo corazón.

Notemos que no está hablando de una vida terriblemente sufrida para llegar al cielo, sino de una vida llena de alabanza y gratitud hacia nuestro buen Dios. Y la alabanza y el agradecimiento no son porque sí, porque toca, sino porque hay razones de sobra para alabarlo, para estar agradecido, y vivir siempre gozosos.

¿Cuál es entonces la voluntad de Dios? ¿Que busquemos ser saciados por las cosas del mundo que Dios nos  puede dar, o que busquemos ser llenos y embriagados del Espíritu Santo?

Teniendo claro que esa es la voluntad de Dios, no hay duda qué la pregunta que nos hemos estado haciendo todas estas semanas es muy importante: ¿Qué estamos buscando obtener producto de nuestra relación con Dios?

¿Estamos buscando el vino del mundo y lo que esto representa, o estamos buscando ser completamente llenos del Espíritu Santo?

Y para evaluar si vamos en una buena dirección debemos preguntar: ¿Cuántas cosas hacemos para buscar nuestra alegría en el mundo… Y cuantas cosas hacemos para ser llenos del Espíritu Santo?

Por la escritura sabemos que debemos buscar y salvar lo que se ha perdido. Jesús en el monte de los olivos antes de irse nos mandó a ir por todo el mundo a predicar el evangelio y a discipular a cuantas personas encontráramos dispuestas.

Ahora leemos que el apóstol nos dice que no seamos burros, que seamos sabios y entendidos para que entendamos que la voluntad de Dios, es ser llenos del Espíritu Santo.

Y entonces podíamos preguntar: Qué es más importante: ¿Buscar y salvar lo que se ha perdido o ser llenos del Espíritu Santo?

La respuesta es que es más importante ser lleno del Espíritu Santo. Pero no quiere decir esto que buscar y salvar lo que se ha perdido queda descartado, lo que quiere decir es; que si no somos llenos del Espíritu Santo, no seremos aptos para buscar y salvar lo que se ha perdido.

Esto lo podemos ver muy claro precisamente cuándo el Señor dio el mandato de buscar lo que está perdido. La escritura nos cuenta:

Hechos de los Apóstoles 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Primero debemos recibir el poder que viene con la llenura del Espíritu Santo, y luego seremos testigos efectivos del mensaje de salvación.

Como quien dice debemos ir quemando etapas: Es normal que todos comencemos buscando a Dios para conquistar, reconquistar o reconstruir nuestro pequeño mundito. Luego entendemos que no debemos buscar salvar nuestra vida, si no perderla por causa del Señor, y dedicarnos a hacer su voluntad que es ser llenos del Espíritu Santo, y como consecuencia buscaremos y salvaremos lo que se ha perdido.

Sin embargo la mayoría de los cristianos están enredados buscando lo que no deben. Testimonio de eso son la gran cantidad de grandes iglesias llenas de gente perdida, porque los pastores los animan a buscar las cosas del mundo, enseñando que esta bien buscarlas con el poder de Dios.

Y si tenemos en cuenta que la codicia es una fuente de motivación muy poderosa, entonces entenderemos porque este tipo de iglesias crecen tanto. El problema y muy serio es, que la escritura dice:

1 Timoteo 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Notemos que el pasaje dice; “se extraviaron de la fe”. Es decir no está hablando de incrédulos, sino de aquellos que comenzaron su búsqueda de Dios, pero al no corregir la razón por la cual le buscaban, terminaron desviándose y sufriendo mucho. ¿Si están escuchando bien?

Contrario a ellos el orden de las cosas es buscar ser lleno del Espíritu Santo, y cómo el Espíritu Santo es Dios, al ser llenos de Dios buscaremos a los perdidos de la manera correcta. Ofreciéndoles lo que Dios ofrece: Salvacion, y Dios se encargará de la añadidura, del pan, del vino y del aceite.

Según esto queridos hermanos no hay duda que la función del Espíritu Santo en nuestra vida es indispensable y supremamente importante.  El nos habita, nos sella para la salvación, nos renueva, nos convence de pecado, nos guía, nos da poder para predicar el evangelio, reparte dones espirituales y muchas cosas mas.

Pero hay algo indispensable que necesitamos del Espíritu Santo para vivir la auténtica vida cristiana. Es algo sin lo cual las otras cosas no funcionan bien. Es decir; cosas como la dirección de Dios, el poder de Dios, la sabiduría que Dios nos da, quedan todas incompletas, si no experimentamos el fruto del Espíritu Santo.

Y por eso es que este primer milagro de tomar el agua de la purificación y convertirla en vino, representa a Jesús salvándonos del pecado, de la religiosidad, de una vida de preocupaciones, traumas y sufrimientos, para llevarnos a experimentar, una vida llena de gozo y paz, como consecuencia de ser llenos del Espíritu Santo y experimentar su fruto… Y si ese fue el primer milagro entonces ese debe ser el primer objetivo en nuestra vida. Ser llenos del Espíritu Santo.

Tratar de vivir la vida cristiana sin la llenura del Espíritu Santo es imposible, y quienes tratan de hacerlo terminan sufriendo mucho… Pero cuando experimentamos el fruto del Espíritu Santo, nuestra vida y nuestras actitudes cambian por completo, y eso nos permitirá vivir inmensamente felices, es como si estuviéramos embriagados todo el tiempo. ¿Cuál es ese fruto indispensable? La escritura dice:

 Gálatas 5:22 al 23  Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo (alegría), paz, paciencia, benignidad (amabilidad), bondad, fidelidad, 23mansedumbre (humildad), templanza (dominio propio); contra tales cosas no hay ley.

Trate de imaginarse que en todo momento, en medio de cualquier circunstancia, usted experimente el fruto del Espíritu Santo. ¿Qué clase de vida estaría viviendo?

Imagínese que usted experimenta este fruto todo el tiempo, con su familia, en su trabajo, aún cuando en la opinión del mundo le va bien o le va mal, cuando está sano o enfermo, cuando financieramente está en dificultades, etc…

Es decir: Cuál sería el problema de sentir amor por la gente, de experimentar alegría por ser un hijo de Dios, de tener paz gracias a las promesas de su Padre, de ser paciente, benigno, bondadoso y fiel con los demás, de tener mansedumbre, templanza… Esa clase de vida es no sólo una vida deliciosa, sino correcta, y por eso dice que no existe ley contra esta clase de cosas.

A veces se escucha decir, y no estoy de acuerdo, que si usted necesita paz, el Espíritu Santo le manda un chorro de paz: y si usted necesita paciencia entonces un baldado de paciencia; y si necesita templanza entonces unas pastillas para el dominio propio.

Pero el pasaje de la escritura no habla de los frutos del Espíritu Santo, sino del fruto. Dando a entender que es uno solo, y que incluye todas estas cualidades. Lo cual quiere decir que se deben experimentar todas juntas.

Y entonces también quiere decir que si nosotros experimentamos paz, pero no paciencia entonces esa paz no es el fruto del Espíritu Santo. O si sentimos amor pero no hay fidelidad, entonces ese amor tampoco es el fruto del Espíritu Santo. O si sentimos gozo pero no hay templanza, entonces ese gozo tampoco es el fruto del Espíritu Santo.

¿Por qué? Porque el fruto del Espíritu Santo es en realidad Cristo viviendo su vida a través de nosotros. Y como a Jesucristo no le falta nada, el fruto tiene que ser completo.

Esa es la enorme diferencia que hay entre cualquier religión y el cristianismo. En las religiones los hombres se esfuerzan por hacer la voluntad de sus dioses, pero en el cristianismo lo que tenemos que hacer es dejar que Cristo viva a través de nosotros, a través de la llenura del Espíritu Santo. El apóstol Pablo escribe:

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Estar crucificado con Cristo es morir a nosotros mismos para vivir para él. Y el resultado es que no vivimos nosotros sino que Cristo vive a través de nosotros, gracias a la fe que depositamos en El, el cual nos amó y se entregó por nosotros.

Siendo esto algo tan espectacular y tan bueno la pregunta importantísima es: ¿Cómo se hace para ser lleno del Espíritu Santo?

Algunos basados en algunos textos enseñan que para ser lleno del Espíritu Santo solamente hay que pedirle a Dios que nos llene de su Santo Espíritu. Ellos dicen que hay un mandato: “Sed llenos del Espíritu Santo” Y que como Dios responde toda oración que se haga conforme a su voluntad, al pedirle ser llenos, él nos llenará.

La pregunta es: Si estamos llenos de malas actitudes, de malos pensamientos, de malos objetivos, con sólo orar diciendo: “Dios mío lléname de tu Santo Espíritu” ¿En un instante nosotros nos convertiremos en una persona llena de buenas actitudes, pensamientos y objetivos?

Ciertamente en la escritura podemos leer que algunos fueron tomados por el Espíritu de Dios y profetizaron, otros fueron trasladados, otros soportaron morir como mártires, etc.

Y podemos leer qué en el día de Pentecostés, cuando fueron llenos del Espíritu Santo por primera vez, comenzaron a hablar en lenguas y a predicar el evangelio…

También es cierto que frente a ciertas situaciones el Espíritu Santo nos guía a responder de manera que nosotros mismos quedamos asombrados por nuestro conocimiento… Ese es el Espíritu Santo actuando a favor de nosotros.

¿Pero es eso lo común en todos los cristianos todo el tiempo, que con sólo hacer la oración de; lléname de tu Santo Espíritu. ¿El asunto funcionará?

La respuesta es no. De hecho en el día de Pentecostés ellos no pidieron ser llenos del Espíritu Santo, ellos fueron llenos del Espíritu Santo producto de ciertas buenas actitudes y de cierto conocimiento.

Éste proceso lo podemos entender al al leer al apóstol Pablo hablando de este tema, pues dice lo siguiente:

1 Corintios 3:1 al 4  De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 

Aclaremos varias cosas para entender la enseñanza del pasaje. En primer lugar la vida en la carne representa al hombre viviendo por sus propias capacidades. Dirigidos por nuestra manera de pensar, confiando en nuestra fortaleza, dando importancia a nuestros sentimientos y a nuestras creencias, etc.

Los espirituales en este pasaje, son aquellos que viven la vida dirigidos por Dios, echando mano de los recursos de Dios, es decir; llenos del Espíritu Santo.

La pregunta es: ¿Si para ser lleno del Espíritu Santo lo único que hay que hacer es una oración creyendo en ella, porque el apóstol, o porque la escritura no habla de esto?

Pues en lugar de mencionar la oración como la solución instantánea, a la carnalidad de estos cristianos, él dice:  Tengo que tratarlos como a bebés espirituales, como a niños en Cristo. Y yo pregunto: ¿Cuánto tiempo necesita un bebé para dejar de serlo y convertirse en un hombre que sabe lo que hace?

Luego les dice: Tengo que darles leche y no comida sólida, porque si les hablo las verdades profundas de Dios, a ustedes les va a dar un cólico espiritual, puesto que no pueden digerir cosas tan fuertes.

Y nuevamente la pregunta es: ¿Cuánto tiempo se demora una persona para poder entender y creer las verdades profundas de la palabra de Dios?

El escritor de la carta de hebreos hablando del mismo tema nos enseña:

Hebreos 5:13 al 14  Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

Y nos dice que el que necesita leche es el que es inexperto o ignorante de la palabra de Dios, porque para poder digerir comida sólida es necesario alcanzar madures, y esta madurez se alcanza por la práctica; por estar continuamente ejercitando el discernimiento para definir lo que está bien y lo que está mal. Qué en otras palabras quiere decir; por la obediencia continua, por la obediencia diaria a los principios de Dios en nuestra vida… Qué es igual a decir que una persona rebelde o desobediente a la voluntad de Dios, no logra madurar ni siquiera en el conocimiento de la palabra de Dios, mucho menos en su comportamiento.

Por eso si nos devolvemos un poco en el pasaje, notamos que no todos alcanzan la madurez espiritual, pues dice:

Hebreos 5:11 al 12  Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. 12Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

Dice el autor que el asunto es complicado de explicar, pero la evidencia de qué no están haciendo las cosas bien, es que después de llevar tiempo en la vida cristiana, en lugar de estar enseñando a otros, en lugar de tener discípulos, todavía toca estarles repitiendo las mismas cosas sencillas de la palabra de Dios… Toca seguir dándoles leche.

En esta iglesia la verdad son muy pocas las cosas que pedimos que la gente haga. No pedimos cómo en otras iglesias que la gente venga a hacer aseo, o que arreglen el salón, es decir tratamos de ocuparlos con lo mínimo en las cosas necesarias para funcionar.

Yo agradezco a Dios por la alabanza y los muchachos que nos colaboran, igual con los que nos colaboran en las transmisiones y los de multimedios, que son asuntos muy importantes para difundir el mensaje… Y por esto cuando alguien me dice que quiere servir a Dios, esperando que yo le diga que tiene que hacer alguna cosa en la iglesia, la respuesta que recibe es; Comparta de Cristo, abra un grupo de oración, busque discípulos… O por poco que haga comparta el link de las transmisiones e invite a asistir a la iglesia.

Eso es lo mejor que cualquier cristiano puede hacer por la obra de Dios. Pero para esto debe estar lleno del Espíritu Santo, o si no lo que haga no sólo le costará mucho trabajo y a lo mejor sufrimiento, sino que con seguridad lo hará mal, llegando a un a ser tropiezo a los nuevos creyentes.

La pregunta sigue pendiente: ¿Cómo ser llenos del Espíritu Santo?  Y lo primero que debemos entender o corregir es que se requiere tiempo para vivir el proceso, o sea que no es sinsalabin ya soy maduro espiritualmente¡

Lo segundo que quiero que entendamos, es que en realidad ser llenos del Espíritu Santo es vivir cada situación como lo haría el Señor Jesús… Donde lo más importante es lo que hay en nuestro corazón.

Y para entender que necesitamos, podemos comenzar preguntándonos: ¿Qué es lo que hace que el Señor Jesús se porte y como él se porta? La respuesta es, que él está lleno de amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, fidelidad, mansedumbre o humildad y dominio propio.

El estar lleno de estas características o actitudes hace que nuestro comportamiento sea completamente diferente, al comportamiento del que está lleno de rencor, de quejas, de angustia, de preocupación, miedo, de dudas, etc. Es muy común que las malas respuestas que damos a los demás, sean el resultado de conflictos internos sin resolver…

La siguiente pregunta puede ser: ¿Cómo hago para que mi vida sea llena de todas estas actitudes que son el fruto del Espíritu Santo?   Déjeme darles algunos ejemplos;

En los años 60 estábamos en una fiesta y a un amigo uno de los invitados le buscó bronca, lo desafió a pelear y entonces mi amigo le dijo que al final de la fiesta peleaban. Mi amigo, le decíamos el negro era un joven de contextura muy delgada, de estatura regular. Lo particular de la situación es que mi amigo estuvo disfrutando de la fiesta como si no pasara nada, como si no fuera a pasar nada hasta que salimos alrededor de las cuatro de la mañana. El que lo desafío salió al tiempo con nosotros y en un parque se alistaron, y cuando el fulano lo agredió de un solo golpe mi amigo lo dejó tendido en el piso. Fin de la pelea.

¿Por qué mi amigo estuvo tan tranquilo toda la fiesta? Sencillo; Era cinturón negro en el arte del karate… Es decir el conocimiento que tenía, de quién era el, de qué era capaz, le permitió estar tranquilo todo el tiempo.

Nos cuenta la escritura que el profeta Eliseo estaba siendo buscado por el rey de Siria, no precisamente para consultarle, y cuando supo en qué ciudad estaba mandó allí a su ejército a rodear la ciudad. Y nos cuenta la escritura:

2 Reyes 6:15 al 17  Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? 16El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 17Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

¿Por qué la actitud tranquila de Eliseo, mientras que el criado estaba aterrado? Sencillo; el profeta sabía qué clase de respaldo tenía de parte de Dios. Y si continúan leyendo la historia, el simplemente oro para que Dios dejará ciego al ejército enemigo, así sucedió, y luego lo llevó a la ciudad de samaria y oro para que abrieran los ojos, y estaban rodeados del ejército de Israel, etc.

Otro ejemplo:

Hechos de los Apóstoles 14:19 al 21  Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. 20Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe. 21Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 

¿Por qué este hombre inmediatamente después de que fue apedreado vuelve y se mete en la ciudad? Porque tenía claridad acerca de las promesas de resurrección dadas por Dios.

¿En todos estos buenos comportamientos cuál es la clave?  La clave de todo esto es lo que ellos saben, lo que saben con fe. Es decir un conocimiento en el cual creen, del cual no tienen ninguna duda. Este conocimiento les permite responder de manera natural de forma sobrenatural, es decir no tienen que esforzarse por responder de manera adecuada, es algo que sale de forma natural producto del conocimiento que tienen de Dios.

Queridos hermanos no se trata de esforzarnos en amar a la gente, en tener paciencia, en meterse en la cabeza que tengo que ser humilde, misericordioso o paciente… No. Esas características son el resultado de conocer a Dios, de conocer sus promesas, de conocer su respaldo, de conocer cómo trabaja el mundo y en nuestra vida.

Ya lo leímos; la madurez espiritual viene como consecuencia de ejercitarnos en el discernimiento del bien y del mal. La madurez espiritual es el resultado de aprender a pensar como Jesús piensa.

Discúlpeme, pero querer actuar como Jesús, pensando como un hijo del diablo es la más grande necedad, eso es religiosidad. Muchos lo intentan y por eso fracasan.

¿Qué entonces necesitamos para andar espirituales y llenos del Espíritu Santo? Rechazar nuestras creencias, rechazar vivir para conquistar un mundito, rechazar vivir para salvar nuestra vida, y aprender a pensar cómo debe pensar un verdadero hijo de Dios.

En la misma carta a los Corintios cuando habla del hombre carnal en el capítulo anterior dice:

1 Corintios 2:6 al 8  Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

Esa sabiduría de Dios en misterio, esa sabiduría oculta es la que necesitamos conocer, porque sólo pensando cómo verdaderos hijos de Dios viviremos como verdaderos hijos de Dios.

Cuan equivocada ésta una persona que piensa que la vida cristiana se trata de no emborracharse, no fornicar, no robar, no mentir, para volverse una buena persona, un buen padre, un buen esposo, un buen trabajador, y además hablar de Jesucristo a las personas, etc.

En primer lugar hay muchos que haciendo todo eso se van a ir para el infierno. En segundo lugar las personas pueden hacer todo eso con una motivación completamente equivocada. Testimonio de eso son las muchas iglesias cuyos feligreses son un caos y pésimo testimonio.

La vida cristiana se trata realmente de conocer al Señor, de conocer lo que tiene para nosotros, y ese conocimiento cuando verdaderamente creemos en él, hará que hagamos las cosas con la actitud correcta. Ese conocimiento nos permitirá vivir llenos del Espíritu Santo, manifestando el carácter que Jesucristo tiene.

No es nuestro carácter, no es nuestra fuerza de voluntad o nuestras capacidades, es el conocimiento de Dios el que transforma nuestra manera de ser y de vivir.

Qué es igual a decir que la vida cristiana es milagrosa, porque sólo con el poder de Dios la podemos vivir, y ese poder está a nuestra disposición…

Continuamos…

Share the Post:

Related Posts

Join Our Newsletter

Scroll al inicio

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

Estamos en spotify
Síguenos