EL PERDÓN – PARTE 1
I. INTRODUCCIÓN
Que piensa y que siente usted, si alguien le dice: “Hay una persona que usted no conoce que está hablando mal de usted”. Seguramente sólo sentirá curiosidad de saber quién es y qué será lo que está diciendo, pero difícilmente usted se molestara o le dolerá lo que esta persona está haciendo, y la razón por la cual le afecta muy poco si es que le afecta, es porque no conoce a esta persona.
¿Pero qué piensa y que siente usted, si un buen amigo suyo es el que está hablando mal de usted? ¿Verdad que la diferencia es bastante grande? En ese caso seguramente habrá dolor, molestia, también seguramente buscará confrontar a esta persona respecto de lo que está haciendo, para reprenderla, y si no es posible hacer esto, lo más seguro es que habrá cierto rencor y aún pueden surgir deseos de desquite o venganza.
¿Pero qué pasa si usted descubre que la persona que le están haciendo mal, es la persona que usted mas ama, a la que más se le ha entregado, a la que más le ha ayudado, la que pensó que jamás le traicionaría?
La verdad es que entre más amamos a una persona, más doloroso es recibir males de parte de ella, y también más difícil puede resultar poderla perdonar, y después de perdonarla puede ser complicado restaurar la confianza y por supuesto la relación.
El apóstol Juan hablando del amor de Dios dice lo siguiente:
1 Juan 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
Dios es muchísimas cosas inmensamente poderosas y extraordinariamente grandes, Dios es sabiduría, Dios es todopoderoso, Dios es omnipresente, Dios es soberano, Dios es eterno, Dios es justo, etc. Pero a pesar de toda la magnificencia, el poderío y la grandeza de Dios: Dios es definido como si su esencia fuera sólo amor.
Por supuesto hay que hacer una aclaración entre lo que los hombres llaman amor, y lo que la escritura define como el amor de Dios. En esta semana leí algo que decía:
Un Dios que es todo amor, toda gracia, toda misericordia, sin soberanía, sin justicia, sin santidad y sin irá, no es Dios, es un ídolo…
Quien cree en un dios así… No se está relacionando con el Dios verdadero, sino con un ídolo, es decir un dios inventado por el hombre, al cual le ha quitado ciertas características para dar rienda suelta a su pecado.
La verdad es que el amor de Dios es la suma de su carácter, cualidades y atributos… Porque si Dios no fuera por ejemplo justo: ¿Cómo podríamos decir que un dios injusto es un Dios de amor?
Es tan importante el amor de Dios, el verdadero amor de Dios, y tan importante comprenderlo y experimentarlo, que la escritura continúa diciendo:
1 Juan 4:17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
Si en verdad experimentamos el verdadero amor de Dios, amor qué nos es comunicado a través de Jesucristo donde lo primero que él hace es perdonarnos, entonces tendremos la absoluta confianza de que en el día del juicio nos irá bien, gracias al perdón que él nos ha regalado.
Sin embargo el texto añade: Pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
Y lo que debemos entender es que junto con ese amor recibido, si realmente recibimos ese amor que incluye el perdón, vendrá un cambio en nuestro comportamiento que nos llevara a vivir como EL vivió en este mundo. Unos versos más adelante confirma esta correcta interpretación al decir:
1 Juan 4.19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
Comienza diciendo que nuestro amor hacia Dios es el resultado de haber experimentado primero su amor por nosotros.
Esto es igual a decir que quien no ha experimentado amor de Dios, no podrá tener un comportamiento amoroso con Dios.
Aquí creo que es necesario volver a insistir en que el amor de los hombres, es básicamente un sentimiento, por esta razón es normal encontrar personas que dicen que nos aman mientras nos hacen daño. Mientras que el amor de Dios, no sólo es un buen sentimiento hacia nosotros, sino que está acompañado de todas las acciones necesarias para hacernos bien en todo momento, lugar o circunstancia y por la eternidad… Y esa es la clase de amor que nosotros debemos dar pero solo si hemos experimentado el amor de Dios.
Según esto, como ya he mencionado; la idea completa es que si hemos recibido el amor de Dios, ese amor nos transformará y nos llevará a vivir como Jesucristo vivió, y por eso no tendremos ningún temor cuando Jesús venga a juzgar al mundo.
Es decir; la tranquilidad que debemos tener no sólo es por causa del perdón de Dios, sino porque ese perdón nos transforma de tal manera que comenzamos a vivir haciendo lo correcto.
De hecho no suena nada bien, que digamos que como Dios nos perdonó podemos seguir igual o peor, sintiéndonos tranquilos porque como hemos sido perdonados… Pues Dios seguirá perdonando todas nuestras malas intenciones y nuestras malas acciones.
No creo que alguno de nosotros al perdonar a algún agresor, esperemos que siga portándose peor precisamente porque lo hemos perdonado. O que cuando le reclamemos su mal comportamiento el nos diga: ”Como usted me perdono por eso yo sigo haciéndole daño porque se que me va a perdonar”.
Dios tampoco acepta eso. Cuando uno pide perdón a Dios con la intención de seguir haciendo lo mismo, ese pedido de perdón no es válido pues es un acto de hipocresía, qué muestra que la intención es engañar a Dios lo cual tampoco es posible. Por eso el texto continúa diciendo:
1 Juan 4.20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Dando a entender que si habiendo recibido el amor y el perdón de Dios no hay cambio en el comportamiento, y por eso continuamos haciendo cosas injustas contra nuestros hermanos, entonces estamos mintiendo al decir que amamos a Dios.
Y si no estamos amando a Dios, qué es la consecuencia o la respuesta a recibir su amor, quiere decir que tampoco hemos recibido su amor… Y el asunto más serio es que sino se ha recibido el amor de Dios pues tampoco el perdón.
Por lo tanto quien aborrece a su hermano, quien lo trata de manera injusta, así diga que lo ama mucho, y aún que pueda decir que ha recibido el amor de Dios, la verdad es que debería tener mucho miedo de ser juzgado al encontrarse con Dios.
Por lo tanto la primera pregunta que debemos hacernos es: ¿En medio de la situaciones que estamos viviendo nos estamos portando como Jesucristo se portaría? ¿Cómo padres, como esposos, como madres, como hijos, como hermanos, como discípulos o como líderes espirituales, nos estamos portando como Jesucristo se portaría?
Piénsalo por un momento… ¿Ustedes Como padres están tratando a sus hijos como Jesús lo haría?
¿Y como hermanos están tratando a sus hermanos como el Señor Jesús lo haría?
Y si no nos estamos portando como Jesucristo lo haría: ¿Al menos tenemos la intención, al menos cuando fallamos nos da un profundo dolor, pedimos perdón a quien ofendemos, y además le pedimos a Dios que nos ayude? ¿O estamos tan mal que consideramos que el otro se merece nuestra injusticia y que Dios nada tiene que ver?
Porque si somos conscientes que hacemos lo que Jesucristo no haría, y no pedimos perdón y no estamos haciendo nada para remediarlo… ¿Que pensamos que pasará cuando nos encontremos frente a Jesucristo?
Si pensamos que nada estamos muy equivocados, porque el pasaje que estamos viendo dice que deberíamos asustarnos al pensar en el juicio de Dios sobre nuestras vidas.
Eso, si hay algo de temor de Dios en nuestras vidas. Porque también es cierto que muchos que se están portando verdaderamente mal no tienen ningún temor de Dios, y por supuesto ningún temor acerca del día del juicio. La escritura dice:
Salmos 14:1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios…. Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien.
Negar la existencia de Dios los lleva a creer que no tendrán que dar cuenta. Otros dicen:
Salmos 73:11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?
El pensamiento de muchos es que aún si Dios existe El no tienen idea lo que está pasando…
Que la gente de mundo piense eso es lo normal, pero que los cristianos no seamos conscientes del conocimiento que Dios tiene no sólo de nuestras acciones, sino de lo profundo que nuestro corazón, es un gravísimo error porque es la verdad es, que por ninguna razón seremos exentos de dar a Dios cuenta por lo que hacemos o dejamos de hacer.
Esta mala creencia, la de pensar que Dios no para nada, se refuerza, porque a pesar de estar haciendo mal a nuestros semejantes, no estamos experimentando las consecuencias de nuestros pecados… Cosas diferente sería si por cada mal pensamiento un ángel nos diera un golpe en la cabeza, haciéndonos conscientes de nuestro error y de que Dios está pendiente.
Pero cuando nos portamos de manera injusta con los demás, cuando les hacemos mal, y a lo mucho alguien nos dicen que estamos haciendo mal, pero no experimentamos las verdaderas consecuencias por nuestro pecado, entonces podemos llegar a endurecer el corazón de tal manera que ni siquiera nos importe si nos dicen ladrones, mentirosos, chismosos, o cualquier otra cosa…
Hay gente así. Los llamamos cínicos o descarados, porque con tal de lograr sus objetivos no les importa lo que la gente diga de ellos aunque sea verdad.
Esta falta de “castigo” por nuestros pecados, nos puede llevar a pensar que al final tampoco pasará nada, y eso hará que sigamos portándonos igual de mal, pero insisto: La realidad es que estaremos cavando nuestra propia perdición.
¿Por qué nuestra perdición? Porque absolutamente nadie puede escapar del juicio de Dios.
Por eso, en lugar de ignorar a Dios y aún a los hombres para estar tranquilos a pesar de lo mal que nos portamos, lo correcto es hacer las cosas bien… El pasaje continúa diciendo:
1 Juan 4:18 La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar.
La persona que ama… es decir la que está haciendo la voluntad de Dios no debe experimentar ningún temor. Porque aunque el mundo no pueda entender, aprobar o favorecernos por nuestro buen comportamiento, sabemos que Dios en su amor si lo hará.
Pero si alguien tiene miedo de lo que le pueda pasar en el futuro, tanto en la tierra como en la presencia de Dios, es porque no sólo está dudando de la fidelidad de Dios, sino que además por no entender ni creer en el amor de Dios no ha aprendido a amar, y por eso se está portando mal.
HAGO UN PARÉNTESIS AQUÍ:
Según lo que estamos leyendo, y la forma como lo estoy interpretando, pareciera decir que la salvación es un asunto que está íntimamente relacionado con el comportamiento, porque he dicho según interpreto, que el que no se está portando como Jesús se portaría debería preocuparse ya que un día será juzgado por Dios.
Usted podría pensar y con cierta razón… ¿Acaso la salvación no es un regalo de Dios que recibimos por fe? Ciertamente la escritura enseña que la salvación es un asunto de gracia por medio de la fe. Dice así:
Efesios 2:8 al 10 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.
No hay duda que la salvación es un regalo de parte de Dios, cuando creemos que Jesucristo es nuestro Señor y nuestro Salvador. Y cuando la fe en él como Señor y Salvador es genuina, Dios produce en el creyente él Nuevo Nacimiento, lo cual le puede dar la absoluta seguridad de que vivirá eternamente en la presencia de Dios.
Lo que no entienden muchos, es que si alguien reconoce de verdad a Jesús como su Señor… Entonces vivirá haciéndole caso. Y el que le reconoce en verdad como su salvador, es aquel que reconociendo que es pecador, que hace las cosas mal, que está dañando su vida y eternidad, pues no querrá dirigir su vida, y le hará caso al Señor.
En otras palabras, el resultado de quien realmente ha recibido el amor de Dios y ha sido salvado, es un cambio completo de vida, de venir haciendo nuestra voluntad, comenzamos a vivir haciéndole caso a Dios. Y eso es lo que precisamente continua diciendo el pasaje, que es el objetivo por el cual se nos ha dado esa nueva naturaleza:
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Somos hechura suya significa, que Dios ha hecho todo lo necesario para que podamos realizar esas buenas obras.
Es muy importante también entender que esas buenas obras, es decir ese buen comportamiento en medio de esas situaciones, se refiere a las situaciones que Dios ha preparado para nosotros…¿Cómo saber cuáles son? Sólo lo podemos saber si vivimos sujetos a sus autoridades.
Por ejemplo; si yo les insisto que ustedes deben abrir grupos de oración, tener discípulos, compartir de Cristo, esa no hay duda es la voluntad de Dios que deben hacer, que traerá enorme bendición para sus vidas. Además no hay duda que eso es amar verdaderamente a nuestros próximos.
LA OFENSA CONTRA DIOS
Dijimos al comenzar que no hay algo que duela e indigne tanto como recibir ataques, afrentas o males de la persona que más amamos. Siendo esto así, traten de imaginarse lo siguiente: Dios es amor, y no hay amor más grande en el universo que el amor de Dios.
Jeremías 31:3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado
Entonces: ¿Cómo debería sentirse Dios cuando amando al hombre con un amor eterno, el hombre se ha vuelto completamente en contra suya, y cuando con su comportamiento esta destruyendo el objeto del amor de Dios? (A sí mismos)
Cuando pensamos en el pecado del hombre hay dos aspectos que podemos considerar. El primero y el más importante es que cuando el hombre peca, está agrediendo, esta delinquiendo contra Dios.
Ojo: Esto es muy importante, aún los pecados que cometemos por ignorancia son considerados una agresión contra Dios. Miremos el siguiente pasaje:
Levítico 5:18 al 19 Traerá, pues, al sacerdote para expiación, según tú lo estimes, un carnero sin defecto de los rebaños; y el sacerdote le hará expiación por el yerro que cometió por ignorancia, y será perdonado. 19Es infracción, y ciertamente delinquió contra Jehová.
No es lo mismo pecar con premeditación y alevosía que pecar por ignorancia… Pero los pecados por ignorancia también dañan, también ofenden, también son agresiones contra la gente y contra Dios.
Alguien te puede pisar con un tacón puntilla, es decir una mujer. Y cuando le dices: ”Oye me pisaste” la otra persona puede contestarte aun molesta: ”Pero fue sin culpa” ¿Será que por eso duele menos el pisón? Por supuesto que no.
O si alguien no te paga un dinero y te hace perder un buen negocio o vivir situaciones muy complicadas y le reclamas, y el te dice : “Yo no sabía” ¿Acaso el daño es menor? Por supuesto que no.
Por eso, en los pecados por ignorancia Dios le ordena al pueblo que esa afrenta cometida contra el prójimo y contra Dios, merece como castigo la muerte… Un carnero sin defecto debía morir.
Pero pasa el tiempo, y parece que los hombres se acostumbraron a sacrificar los carneros y los corderos sin ningún dolor, pues aunque les costaba dinero, al final estaban matando un desconocido… Dios entonces les pidió que antes de sacrificar el cordero tenían que vivir con el un tiempo… Para que le tuvieran cariño… Tratando de hacerlos conscientes del dolor que trae el pecado. Porque así dolía más cuando tocaba sacrificarlo. Algunos no pueden ni sacrificar el pollo que creció, la gallina.
NO ENTIENDEN LA MUERTE ETERNA
Por supuesto cuando usted le dice a alguien que el castigo por haber pecado contra Dios es la muerte, estoy convencido de que es imposible que esta persona comprenda de que se está hablando. Lo más seguro es que escasamente lo relacionara con la muerte física. Muchos le tienen pánico a la muerte física, pero la muerte física no es nada, absolutamente nada comparado con la muerte eterna, que es en realidad estar destinado para la eternidad en el infierno.
Hay un concepto que creo que muchos cristianos debemos reevaluar, y es el de el uso de la quinta ley. ¿Cuántos han oído hablar de la quinta ley?
La quinta ley es una expresión que usamos hace tiempo algunos cristianos, cuando después de haber hablado del amor de Dios y de la oportunidad que tienen los hombres de reconciliarse con El, ellos insisten en seguir viviendo como les da la gana, y entonces les decimos, que es su decisión hacer lo que les dé la gana… Inevitablemente los llevará al infierno.
Lo que a mí me enseñaron es que no es bueno que usemos esta quinta ley. Porque los hombres están cansados de amenazas que no se cumplen. Además muchos pecadores que insisten en sus pecados y no son castigados por lo que hacen, terminan pensando que un juicio final sería ridículo.
Y a eso súmele que al no creer en la eternidad, la amenaza del infierno también resulta ridícula… Por eso el consejo que nos daban, es que es mejor hablar del amor de Dios, a ver si a través del amor si se acercan a Él.
Eso suena muy bien, el problema es que muchos como vimos en el estudio pasado, están mejorando el evangelio que no se puede mejorar, ofreciendo cosas que Dios no ofrece para que la gente se acerque…. Y cuando Dios no les da lo que ellos desean pues se alejan.
Pero como el error de algunos no puede llevarnos a dejar de hacer lo correcto, pues a lo largo de los años he insistido en compartir del amor de Dios… Sin embargo hay tanta necedad en algunos de insistir en sus pecados, que me lleva a dudar si no hará falta mencionar el infierno para que aquellos que tiene mal comportamiento revisen si se an o no convertido genuinamente.
Si vamos a la escritura y buscamos la palabra infierno, está solo comienza a aparecer en lo que conocemos como el nuevo testamento. Y ponga mucho cuidado a lo que voy a decir porque; el que habla del infierno es nada más ni nada menos que Jesucristo.
Mateo 5:22 y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Mateo 5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Mateo 5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Mateo 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Mateo 23:15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
Mateo 23:33 Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
Marcos 9:43 que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Haciendo cuentas, el 85% de las veces que se usa la palabra infierno, el que la usa es Jesucristo.
Esta consideración es todavía mucho más importante, porque quien nombra el infierno, Jesucristo, es aquel que se dispuso a morir en la cruz para que nosotros no terminemos en el infierno.
Es decir: El único que nos da la oportunidad de no ir al infierno nos advierte una y otra vez que no vayamos al infierno…. Y entonces yo pregunto: ¿Es esto un mensaje de amor… o una amenaza?
Algunos lo consideran amenaza precisamente porque nombra el infierno. Y entonces yo pregunto: Si le dices a tu hijo pequeño que mire bien al cruzar la calle porque lo puede matar un carro… ¿Es un mensaje de amor con el propósito de cuidar su vida o es una amenaza? Si le dices que debe tomarse la sopita para que se alimente bien y no sufra enfermedades… ¿Es un mensaje de amor con el propósito de cuidar su vida o es una amenaza?
Blanco o negro, nuestras acciones traen consecuencias: ¿Qué tiene de malo informar de las consecuencias de no hacer lo correcto, precisamente para que no lo hagan? Nada. Más grave, más falta de amor es dejarlos que se vayan al despeñadero sin decirles nada.
Pero no sólo Jesús mencionó el infierno sino que uso otras expresiones que hablan de condenación eterna. Por ejemplo:
Lucas 13:28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.
Otra expresión relacionada con esta condenación eterna es la frase por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
No solo el hombre que no atienda a estas advertencias pasará una eternidad en el infierno sufriendo por los siglos de los siglos, sino que tendrá además la peor de las compañías
Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
El infierno es la justa respuesta de Dios para el hombre que lo ha agredido. Así sea por ignorancia… Y no quiso aceptar el amor y la misericordia de Dios para ser salvo, porque quería seguir viviendo igual.
LA PÉRDIDA DEL AMOR
Sin embargo haciendo a un lado que El ha sido ofendido, hay otro aspecto o consecuencia del pecado que Dios sufre. Miremos lo que dice el siguiente pasaje:
Jeremías 4:19 al 22 ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; Porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra. 20Quebrantamiento sobre quebrantamiento es anunciado; porque toda la tierra es destruida; de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas. 21¿Hasta cuándo he de ver bandera, he de oír sonido de trompeta? 22Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron.
Este es el otro aspecto o consecuencia de haber ofendido a Dios, el hombre comienza a recibir en si mismo aquí en la tierra las consecuencias de no hacer la voluntad de Dios…
…Y a Dios le duele lo que al hombre le pasa porque, y su dolor debe ser muy grande porque Dios ama al hombre con amor eterno.
Pero el hombre la mayoría de las veces en lugar de entender que a Dios le duele su situación, cree que Dios es el culpable de esa mala situación. Sin embargo contrario a esto la escritura nos advierte:
1 Pedro 4:15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;
¿Por qué la aclaración? Porque aunque la vida cristiana si incluye cierto sufrimiento necesario para sanar nuestra alma enferma, hay muchos sufrimientos que no son necesarios, es decir son consecuencia de las metidas de pata, de las cosas que hacemos mal, de las que neciamente no queremos corregir, de los pecados en que insistimos. Y lo absurdo del asunto es que a veces algunos cristianos terminan ofreciéndole ese dolor a Dios. (Es como cortarse un dedo de pura necedad y ofrecerle el dolor a Dios.)
Lo que uno le puede ofrecer a Dios son los sufrimientos que vienen como consecuencia de hacer lo correcto, jamás los sufrimientos o las consecuencias de las desobediencias. En otra parte dice:
Gálatas 6:7 al 8 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Segar corrupción significa que como consecuencia de las cosas que hacemos mal, nos enfermamos más, sufrimos más, hacemos sufrir más… Por eso si tuviéramos claridad de cuantas cosas estamos sufriendo de puro necios, eso seguramente nos motivaría a ser más diligentes para hacer la perfecta voluntad de Dios.
Resumiendo:
Dios nos ama al hombre con un amor de proporciones eternas, el hombre le ha ofendido en su carácter y en su dignidad como Dios, por lo cual merece la muerte eterna. Además ese mismo proceder pecaminoso está destruyendo la vida del hombre en la tierra … Pero como Dios lo ama le ha dado una una provisión, una solución, una oportunidad de ser perdonado por su maldad y sus pecados.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Cuando una verdad se repite muchas veces a veces tristemente en lugar de entenderla mejor, esta verdad va perdiendo significado.
¿Cuántos estarían dispuestos de dar a su hijo que más aman a para que sus peores enemigos le den una muerte espantosa?… Eso hizo Dios Padre.
¿Cuántos estarían dispuestos a entregarse a sus peores enemigos para que ellos lo asesinen de la manera más espantosa y dolorosa? Eso hizo Jesucristo.
¿Y para que Dios Padre y Dios hijo hicieron eso? PARA PERDONARNOS.
1 Juan 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Hay varias cosas que debemos entender respecto de ese perdón que Dios nos ofrece:
1. Solo Dios puede ofrecerlo.
Marcos 2:7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Si el hombre ha ofendido a Dios, Dios es el único que lo puede perdonar.
2. Fue tan, pero tan costoso que nadie en el universo puede pagar por este perdón.
Salmos 49:7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate 8(Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás),
3. Aceptar ese perdón es la puerta de entrada a la vida cristiana.
Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Ese perdón quiere decir que Dios nos ha hecho justos delante de El, El habernos perdonado también le permite a Dios a aceptarnos tal como somos, y si le creemos y le somos obedientes salvará nuestras almas.
Esto que voy a decir, se supone que ya debe ser claro en la mayoría de ustedes, pero quién sabe, mejor lo repito: Una cosa es la justificación, es decir el perdón recibido por Dios, y otra consecuencia de esta, es la salvación del alma.
Por supuesto es absolutamente indispensable comenzar recibiendo el perdón de Dios o no habrá ninguna posibilidad de salvar el alma.
Cuando nacemos espiritualmente obtuvimos absoluta y completa sanidad en nuestro espíritu. Por nuestro cuerpo no debemos preocuparnos pues existe la promesa de que así como Cristo resucitó, a su debido tiempo nos resucitara, o si estamos vivos cuando el regrese por nosotros transformara nuestros cuerpos.
Si ya nuestro espiritu ha sido sanado, y tenemos la absoluta seguridad de recibir un cuerpo que nos permitirá vivir en la eternidad, ¿Cuál es la razón de dejarnos aquí en la tierra?
Una de las razones, tal vez la más importante es salvar el alma. Dice la escritura:
Filipenses 2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
Le esta hablando a cristianos nacidos de nuevo, que han sido perdonados, que han sido justificados, que han sido aceptados por el Señor… Pero les insiste qué deben ocuparse con temor y temblor en la salvación de su alma.
¿Es esta la forma como estamos viviendo? ¿Estamos con temor y temblor revisando nuestro comportamiento para corregirlo, de tal manera que con el tiempo nuestra alma sea sanada?… O: ¿De manera completamente necia y sin temor de Dios insistimos en pecar corrompiendo nuestra alma cada vez más?
Sabe que cuando usted tiene mala actitud, es decir cuando no está comprometido en corregir su mal comportamiento, al venir a la iglesia le parece que todos los mensajes son dados contra usted.
A veces hay personas nuevas que le dicen al que lo invito: ¿Ustedes le contó al pastor mi situación?
Pero cuando se tiene buena actitud, cuando se tiene confianza en el Señor, cuando se quiere cambiar, el mensaje asi hable de sus pecados lo siente como un mensaje de amor, de protección, de advertencia, que le indica el camino que debe tomar.
La página de la iglesia se llama ”Palabra Dura” Y cuando me preguntan por qué ese título que parece espantar… La respuesta es; ¡Porque la palabra dura se vuelve palabra de bendición en un corazón dispuesto! Y es por esto que la escritura dice:
Santiago 1:21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Si desechas la inmundicia, es decir sí definitivamente quieres dejar el pecado. Si desechas la malicia… es decir si dejas de pensar que todo es contra ti. Entonces podrás con mansedumbre recibir la palabra que salvará a tu alma.
Pero si no deseas salir del pecado, entonces la malicia está a la orden del día y te llenarás de enemigos, lo grave es que la realidad será que tus enemigos serán los que te desean el bien, y tus amigos los que te animan a seguir pecando…
¿Cuántos de ustedes tienen claridad de este asunto, y como consecuencia están trabajando de manera continua e inteligente para salvar su alma?
¿Sabe usted cuáles son las cosas que ayudan a salvar su alma, y cuáles las cosas que la pierden más? O mejor aún… ¿Sabe usted de que es que tiene que salvar el alma?