EL ORDEN CORRECTO – PARTE 3
I. INTRODUCCIÓN
Una de las señales para saber si estamos interpretando correctamente la palabra de Dios es que al hacerlo hay completa unidad en la escritura, esto quiere decir que la interpretación de un pasaje no puede contradecir la enseñanza queda otro, sino que se complementan pero manteniendo la misma enseñanza.
Y lo otro muy importante es que al estudiar la escritura hay que tener en cuenta los diferentes pactos pues cuando no se hace es cuando aparecen las contradicciones, donde algunos en su ignorancia lugar de entender que están haciendo una mala interpretación, se atreven a decir que hay contradicciones en la escritura.
Y cuando alguien dice que hay contradicciones en la escritura, está diciendo algo supremamente grave porque por un lado puede caer en el error de tomar como cierto, lo que él cree que le conviene así este en contra de otros pasajes.
Pero al hacer eso es lo que en realidad están haciendo es descalificar por completo la escritura como palabra de Dios, por qué si frente a dos directrices opuestas yo puedo escoger la que más me convenga, entonces ya no estoy recibiendo el mensaje de Dios, sino que estoy escongiendo lo que a mí me venga en gana.
Y esto también quiere decir que no estoy reconociendo el carácter de Dios, no estoy reconociendo su fidelidad, su veracidad, su inmensa sabiduría, porque no estoy reconociendo que su palabra tenga el mismo carácter que tiene Dios, es decir que allí no hay ningún error, ni una sola contradicción, y que la información que hay allí es la que realmente necesitamos para una vida cristiana llena de sabiduría y de poder.
Es por esto que es importantísimo al estudiar la escritura tener en cuenta este principio de una completa unidad doctrinal, que es la que nos permite tener la certeza de qué estamos interpretando correctamente la palabra de Dios.
Y por no tener en cuenta este principio es que hemos visto que hay quienes enseñan: “Si yo estoy con Dios, y le hago caso, como consecuencia me va a ir bien en todos los asuntos materiales”, Y es evidente que esa es una doctrina equivocada pues contradice muchas enseñanzas y muchos principios de la escritura, especialmente del Nuevo Pacto.
Sin embargo esta enseñanza; de que Dios ha prometido prosperidad respecto de todos los asuntos materiales a todos los cristianos, lo cual incluye dinero para todos, no enfermarse o salud para todos los que se enfermen, una buena familia, etc.
Es una enseñanza muy extendida en el cristianismo de la actualidad, y según lo que enseñan cuando un cristiano no vive en esa clase de prosperidad es por culpa de su pecado… Pecado que puede ser según ellos, no sólo que está desobedeciendo a Dios en algo, razón por la cual Dios no le da dinero o salud, sino que también dicen que no reciben esa prosperidad porque le falta fe para creer que la van a recibir.
Esta doctrina es muy difundida porque según ellos hay muchos versículos bíblicos que la respaldan, el gran problema es ignoran otro asunto que es fundamental para interpretar correctamente la escritura, que ya mencione, es que el viejo pacto con sus mandatos y promesas ha sido reemplazado por el Nuevo Pacto.
Y al no ver la diferencia entre el viejo pacto y el Nuevo Pacto, ignorando que estamos viviendo bajo el Nuevo Pacto, es lo que hace que al tomar promesas de este viejo pacto parezca que hay contradicción en la escritura, pero no es que haya contradicción, sino que ha habido cambios que tenemos que aceptar. Hay muchos textos que muestran este cambio de pacto como por ejemplo:
Hebreos 7:18–19 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia 19(pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
La palabra abrogar es un verbo transitivo que significa derogar, anular o cancelar una ley o un código, es sinónimo de abolir, invalidar, revocar, derogar…
Éste viejo pacto fue anulado por su debilidad e ineficacia, y esto quiere decir qué nadie a través del cumplimiento del viejo pacto se podía salvar, y por eso dice el texto que el nuevo pacto nos da una mejor esperanza para poder acercarnos a Dios.
Es tán importante entender la diferencia en estos pactos y sobretodo entender que debemos vivir de acuerdo al Nuevo Pacto, que hay una severa advertencia para aquellos que no lo tengan en cuenta que es similar a decir que es gravísimo cuando no atendemos al mensaje dado por Jesús.
En la carta a los hebreos que son los que normalmente más resistencia han tenido ante este nuevo pacto, tanto que han logrado que muchos llamados creyentes, sin ser judíos se pasen al judaísmo, lo cual es un desprecio a Jesús, podemos leer:
Hebreos 2:1–4 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Al mirar el contexto sabemos que cuando habla de qué debemos escuchar con más diligencia lo que hemos oído, podemos ver que se refiere al mensaje dado por Jesús que es lo último que Dios ha comunicado a la humanidad, y hace la comparación de qué si bajo la ley quien desobedecía era castigado aún con la muerte… ¿Qué pasará entonces con la persona que ignora este Nuevo Pacto que ha sido anunciado desde tiempos antiguos, y que ha sido confirmado con la vida, los milagros, y sobre todo la muerte y la resurrección del Señor Jesús.
Ignorar este Nuevo Pacto es básicamente ignorar a Jesús, ignorar su obra, ignorar su mensaje y por supuesto quien rechaza a Jesucristo no puede obtener la salvación, por lo tanto aquellos que insisten en vivir de acuerdo a las normas y promesas del viejo pacto, no hay duda que se condenarán.
El problema es que para los simples, los no entendidos o neófitos, el hecho de que les muestren uno que otro versículo o algunas promesas del viejo pacto, es razón suficiente para aceptar lo que les enseñan, porque en su gran mayoría estas personas no revisan lo que se les enseña, y no revisan porque eso que les están enseñado acerca de la prosperidad integral, es lo que la mayoría de los hombres anhelan en su corazón, y como está conforme a sus corazones entonces dan por hecho de qué es la verdad.
Y cuando estos personajes llegan a revisar la escritura, no sólo ignoran la importancia del Nuevo Pacto sino también el principio de la unidad en la interpretación de la escritura, más aún llegan a creer que la escritura cada uno la puede interpretar a su manera, y digo esto con certeza por qué a muchos a los que les he mostrado algún texto que muestra su mala interpretación, me han contestado que en su iglesia les han enseñado que la escritura cada uno la interpreta a su manera, razón por la cual se niegan a reconocer que están equivocados.
La pregunta es: ¿Por qué siendo tan evidente que su doctrina contradice el Nuevo Pacto, las enseñanzas de Jesús, y aún las cartas doctrinales … Por qué no pueden ver esta realidad?
Y la respuesta es porque su amor al mundo, amor al que no quieren renunciar, les impide ver la verdad, pues no sólo han sido seducidos para buscar lo que el mundo dice que los hará felices, sino que este amor al mundo a la final da una pésima imagen de Dios y del cristianismo, de tal manera que aleja a los hombres de conocer, creer y aprender a amar a Dios sobre toda las cosas.
Insisto; el amor al mundo y la obstinación a no renunciar a todos aquellos sueños del mundo, son los que nos hacen tener una mala imagen de Dios y de su voluntad para nosotros, haciéndonos ver sus mandamientos no como una manifestación de su amor y protección, sino como un estorbo para vivir la vida.
Éste principio de cómo el amor al mundo nos aleja de Dios es muy claro en las palabras de Jesús cuando dijo:
Lucas 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Eso quiere decir que debemos escoger si vamos a vivir en función del mundo, buscando todo tipo de riquezas y todo tipo de prosperidad, o si vamos a vivir en función de hacer la voluntad de Dios el cual ha prometido darnos lo necesario para vivir… Es decir: ¿A cual señor servimos?
Por supuesto el problema no son las riquezas, pues la escritura es muy clara al decir que estás proceden de Dios. Dice así:
1º Crónicas 29:12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.
Siendo Dios el que da las riquezas a quien él quiere, el verdadero problema está en el amor al mundo, el amor a esas riquezas de todo tipo que llevan a los hombres a administrar mal lo que le ha sido dado por Dios.
Y esto sucede porque los hombres en su obstinación insisten en buscar a Dios pero al mismo tiempo la riquezas, peor aún, buscar a Dios prácticamente para que les de las riquezas del mundo, y eso es precisamente lo que Jesús está diciendo que no se puede hacer cuando dice que no se puede servir a dos señores.
Y estas palabras fueron pronunciadas después de contar la parábola de los talentos donde la enseñanza es que quien administra mal lo que Dios le ha dado, refiriéndose a las riquezas materiales, también va administrar mal la riqueza espiritual, y como consecuencia de no haber sido fiel en lo poco, perderá lo que Dios tiene reservado para él en la eternidad.
El asunto es de suprema importancia pues está hablando de la vida eterna o eternidad, por lo tanto resulta gravísimo no administrar con fidelidad las pocas riquezas materiales que Dios nos ha dado.
Además en la parábola es evidente que cuando alguien tiene mala imagen del Señor Dios, es indudable que hay otro señor sobre su vida que le está controlando.
Trate de imaginarse el poder de este otro señor, que logra que los hombres tengan mala imagen de nuestro buen Dios, lo cual es evidente en el pasaje pues los fariseos que le estaban escuchando estas palabras no pensaban de la misma manera y por eso:
Lucas 16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.
¿Y porque se burlaban de él si sus palabras provenían del Padre? Es decir: ¿Cómo era que no podían captar la veracidad de la enseñanza, una enseñanza impartida por Jesús con todo el poder del Espíritu Santo, y con un tremendo respaldo de señales milagrosas?
Creo que la respuesta es que ellos estaban convencidos de estar sirviendo a Dios, lo cual según el Señor Jesús no era cierto, sin embargo ese servicio los había hecho inmensamente ricos pues habían aprendido a hacer negocios con los asuntos espirituales. (Cualquier parecido con la realidad actual es pura coincidencia)
Hoy podemos encontrar que algunos que insisten en esta clase de evangelio, dan testimonio de la riqueza que Dios les ha provisto como si fuera lo más importante, y al enseñar que esa riqueza es resultado de buscar a Dios, la riquezas se convierten en la motivación para que otros los sigan. (Los siguen a ellos no al Señor)
Pero lo que no sabían los fariseos, y lo que no saben muchos de los que viven igual, es que lo que ellos llaman servicio a Dios, Dios lo llama de otra manera. Jesús dijo:
Lucas 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
¿Qué quiere decir esto? Que la doctrina de la prosperidad integral que algunos consideran sublime, es una abominación a los ojos de Dios.
Sin embargo la realidad es que nosotros, a pesar de ser auténticos cristianos todavía estamos luchando en nuestro corazón con el amor al mundo. Unos más y otros menos, y la prueba de ello es que muchas veces la razón de andar espirituales es porque estamos esperando que las cosas de este mundo, llámese dinero, llámese relación familiar, llámese salud o cualquier otra cosa, mejoren producto de nuestra obediencia al Señor.
Lo cierto es que Dios si puede mejorar nuestra condición en el mundo, y no sólo puede, de hecho Dios lo ha hecho muchas veces con muchos creyentes que han aprendido a ser fieles con él, sin embargo es muy importante que la razón o la motivación por la cual buscamos a Dios no pueden ser esas cosas, porque eso lo coloca a él, al todopoderoso, en el mejor de los casos en él segundo lugar, y eso es muy grave.
En la enseñanza de la semana pasada que hablaba de la oración, Jose mencionó un pasaje muy claro respecto de lo que estamos viendo hoy. El pasaje es:
Santiago 4:2–4 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
A pesar de lo poderosa, de lo necesaria, de lo eficaz que es la oración, esta no funciona cuando pedimos mal, cuando producto de la codicia y la envidia hacemos peticiones que podemos llamar mundanas, y no funciona porque el que quiere ser amigo del mundo se vuelve un enemigo de Dios.
La pregunta es: ¿Cuántos de los que andan orando, ayunando, pactando y haciendo una cantidad de cosas antibiblicas para obtener la prosperidad integral, entienden que están actuando como verdaderos enemigos de Dios?
Ahora en este estudio de la oración Jose hizo mucho énfasis en la importancia del contexto, dando a entender que no solamente es mirar alrededor del versículo que estamos buscando interpretar, sino que hay que mirar el libro completo, y para poder interpretarlo de la manera correcta también hay que mirar la escritura por completo, para tener la certeza de estar interpretando de acuerdo al contexto.
Teniendo en cuenta esto, y por supuesto teniendo en cuenta el Nuevo Pacto, cuando revisamos las enseñanzas de la doctrina de la prosperidad vemos que hay grandes contradicciones. Veamos algunas:
CONTRADICCIONES
Si el deseo de Dios para este tiempo es que seamos prosperados en todas las cosas, entonces respondamos las siguientes preguntas:
¿si es cierto que al buscar al señor todo serán prosperados en todas las cosas entonces por qué no siempre sucede esta manera? Algunos dicen que el pecado del creyente no deja que Dios lo prospere, eso en algunos casos puede ser cierto.
Pero si vemos el libro de Hebreos donde se narra que muchos hombres que tuvieron fe lograron cosas increíbles, la verdad completa es que también el libro de Hebreos muestra que otras personas que también tuvieron una enorme fe, no vivieron esa misma clase de vida llena de prosperidad y de éxito. Dice así:
Hebreos 11:36–38 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
Gracias a la fe que estos hombres tuvieron y a su comportamiento, dice la escritura que ellos no eran dignos de estar en esta tierra, y sin embargo vivieron como pobres, angustiados, maltratados errando por los desiertos por las cuevas y las cavernas de la tierra… Y la pregunta es: ¿Si cuando obedecemos a Dios somos prosperados que pasó entonces con estos hombres?
No sé si ustedes han notado que cuando se habla de esta prosperidad que se recibe por servir al Señor, se nombra a Abraham, a Salomón pero no se nombra a los discípulos de Jesús, por cuya fe y obediencia les ha sido prometido que en la Jerusalén celestial cada una de las 12 puertas tendrá el nombre de uno de los discípulos, y que además recibirán un reino para gobernar… Todo esto es producto de su fe y su obediencia a Dios… ¿Pero que recibieron ellos mientras estuvieron acá?
Pues no experimentaron ese éxito total sino que terminaron pobres, perseguidos y muertos como mártires. Que Jesús muera por nuestros pecados es entendible pero: ¿Porque tenían que vivir perseguidos, pobres y morir como mártires si el ofrecimiento para todos los cristianos obedientes es la prosperidad total?
Respecto de esto mismo el apóstol Pablo escribió:
2 Corintios 4:17–18 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
¿Si la prosperidad en el mundo es la consecuencia de seguir a Dios, porque el apóstol está diciendo que la forma correcta de evaluar nuestra vida no es mirando lo que se ve, sino lo que no se ve que es eterno?
También podemos ver a Pablo que cuando su discípulo Timoteo estaba enfermo le da el siguiente consejo:
1 Timoteo 5:23 Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.
La pregunta es: ¿Por qué si la prosperidad incluida la buena salud es un resultado de obedecer a Dios, porque Pablo le recomienda ciertos remedios en lugar de exhortarlo por su pecado, o decretar y declarar su sanidad?
Además si tenemos en cuenta que el Señor Jesús dijo con claridad que nuestra vida no dependía de los asuntos materiales…
Lucas 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
La pregunta es: ¿Si nuestra vida, nuestra buena vida no depende de la abundancia de los bienes que poseemos, para que Dios nos prometería prosperidad material y éxitos si eso no es lo que hace de qué podamos vivir una buena vida? ¿Es decir; dónde está lo bueno de prometer algo que no sirve?
Además si el Señor Jesús prometió prosperidad en todo sentido, entonces porque dijo:
Lucas 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
No hay duda que la contradicción es muy clara. ¿Para qué prometer prosperidad material a sus hijos en este tiempo, si la condición para seguirlo a él es renunciar a todas las cosas? Un ejemplo de esto lo vemos en el joven rico:
Marcos 10:21–27 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 23Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! 25Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
Estas sencillas preguntas y muchas más que podíamos hacer, muestran que enseñar que Dios ha prometido prosperidad para todos los cristianos en todo tiempo, contradice por completo las enseñanzas de la escritura especialmente del Nuevo Pacto, qué es lo que debe dirigir nuestra relación con el.
LA VERDAD RESPECTO DE LAS COSAS MATERIALES
Contrario a esta mala enseñanza que se evidencia en todas las contradicciones, cuando leemos ciertos pasajes vemos con claridad que Dios dice lo contrario de lo que enseñan los predicadores de la prosperidad. Por ejemplo:
Filipenses 4:11 al 13 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Cuando una persona entiende esto que está enseñando el apóstol Pablo, cuando una persona entiende que puede contar con el poder de Dios para afrontar cualquier situación, pero no para transformar la situación sino para vivir en medio de esa situación, esa persona experimenta una libertad espectacular respecto de las cosas del mundo, libertad que le permite vivir haciendo la voluntad de Dios, una voluntad que lo sana, que le enseña, que lo habilita, lo enriquece espiritualmente, y sobre todo le permite conocer a Dios y amarlo profundamente.
Si no logramos entender y vivir lo que el apóstol manifiesta, entonces tampoco llegaremos amar a Dios sobre todas las cosas. Por eso es importante que entendamos que la razón de buscarlo a él, debe ser para pedirle a él, qué saque el pecado de nuestra vida y que nos enseñe a amarlo sobre todas las cosas.
Esta correcta interpretación del cristianismo nos permite entender porque los discípulos no se hicieron ricos y prósperos… Y también nos permite entender porque todos murieron como mártires, pues entendieron que lo valioso no estaba en la riquezas de este mundo, si no en lo que iban a recibir producto de creer y hacer la voluntad de Dios a cualquier costo.
El evangelio visto sólo desde el punto de negación parece palabra dura, pero la realidad es que la negación trae un premio muchísimo mayor que todo aquello que se está dejando. El Señor Jesús prometió a sus discípulos:
Lucas 22:28 al 30 Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 29Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
Ellos aprendieron a servir haciendo la voluntad de Dios y el premio es que llegarán a ser reyes, a gobernar sobre un reino.
Esta correcta interpretación del cristianismo nos muestra cómo renunciar al mundo para hacer la voluntad de Dios, es la mejor inversión que podemos hacer que durará hasta la eternidad.
Déjeme insistir: De pasar a ser siervos porque eso es lo que debe ser un buen cristiano, de pasar a ser siervos luego pasaremos a gobernar.
Esa correcta interpretación también nos permite entender porque no sólo debemos renunciar al mundo, si no a los sueños que fueron forjados en ese mundo que nos alejan de la voluntad de Dios, y del premio que Dios tiene para nosotros después de este tiempo.
También nos permite ver con claridad que la razón de administrar todas las cosas con fidelidad es para tener cada vez más ese eterno peso de gloria, que es en realidad el resultado de conocer y confiar cada vez más en Dios.
Esa correcta interpretación también nos permite entender porque el apóstol Pablo consideraba basura todas aquellas cosas que le estorbaban para hacer la voluntad de Dios, y conocer cada vez más a su Señor.
Esa correcta interpretación también nos permite entender porque en la gran tribulación serán tratados respecto de todas las cosas materiales, para saber si perdiéndolo todo, logran reconocer su necesidad de Dios y se salven.
Esa correcta interpretación también nos permite ver con más claridad cómo las cosas que nos suceden no son ni malas, ni buenas, si no las necesarias para que Dios cumpla su propósito en nosotros.
Esta correcta interpretación nos permite experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento a pesar de lo difícil de las situaciones, a pesar de estar apretados económicamente, a pesar de la enfermedad, a pesar de las dificultades que podamos tener con otras personas.
¿Por qué? Porque esa correcta interpretación nos explica que Dios trabaja controlando absolutamente todas las cosas a nuestro alrededor para bendecirnos.
Si volvemos a la enseñanza que nos da el apóstol Pablo: ¿Qué es lo que debemos entender con claridad respecto de las cosas de este mundo?
Filipenses 4:11 al 13 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Que debemos vivir haciendo la voluntad de Dios, y que el resultado de hacer la voluntad de Dios puede ser cualquier cosa respecto de las cosas de este mundo, es decir Dios puede enriquecerlo y llevarlo a vivir en muchísima abundancia, como Dios también podría en otro tiempo empobrecerlo y llevarlo a padecer necesidad, aun hambre.
PERO: ¿HAY SUFICIENTE CONFIANZA?
Cuando no se tiene confianza en el amor de Dios, y se recibe la enseñanza de que Dios te puede poner a padecer hambre… ¿Qué tipo de pensamientos llegan a tu mente?
Cuando el profeta jeremías a pesar de estar haciendo la voluntad de Dios experimento problemas en su vida, comenzó a pensar que Dios estaba equivocado, por esta razón el Señor le dijo que debía convertirse y entresacar lo precioso de lo vil.
El profeta aprende lo que Dios le quiere enseñar, pero luego ve una serie de calamidades espantosas en el pueblo, y lo que aprende acerca de todas estas cosas difíciles y dolorosas es:
Lamentaciones 3:3 7 al 39 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? 38¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? 39Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
Que todas absolutamente todas provienen de Dios, y que sólo aquel que está muerto o que estando vivo piensa como muerto, se lamenta de esas situaciones. Pero el que está vivo refiriéndose a la vida de Dios en él, recibirá a través de todas estas situaciones la verdadera bendición de Dios, qué es conocerle, entenderle, creerle, y como consecuencia ser limpios de todo pecado que es en realidad lo que siempre nos hace sufrir… La escritura dice:
Jeremías 9:24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
El profeta Isaías declaró algo similar:
Isaías 38:19 El que vive, el que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy
Por supuesto no todos hemos llegado a ese nivel de plena confianza, donde cualquier noticia nos alegre, porque es simplemente otra acción del amor de Dios en nuestro favor. Pero no haber llegado a ese nivel de confianza no es el problema, mientras tengamos clara la dirección que Dios quiere que tomemos respecto de este asunto.
Por eso la pregunta importante es:
¿QUÉ DEBEMOS HACER CON LO QUE DIOS HACE?
En el estudio anterior de esta serie “el orden correcto” vimos que LO PRIMERO que debemos hacer con lo que Dios hace, especialmente con las cosas dolorosas trágicas, es mantenernos firmes en la certeza de que Dios lo ha ordenado de esa manera.
Es decir; por difícil que se plantee una situación no podemos ignorar que Dios tiene el control. Aceptar esta verdad nos coloca frente a frente con Dios para hablar con él y aprender.
No podemos hacer lo que otros hacen que es culpar a la situaciones, a la gente o al diablo de aquellas cosas qué nos parecen malas, evitando así confrontarse con Dios.
LO SEGUNDO que debemos hacer frente a lo que sucede a nuestro alrededor es batallar en oración con el concepto erróneo del bien y del mal.
Y con esto quiero decir que la promesa del Señor es que todas las cosas ayudan a bien, por lo tanto todo lo que nos sucede es bueno, si queremos vivir en la voluntad de Dios cumpliendo sus propósitos.
No deje que los dardos de fuego del maligno le hagan pensar que la situación es mala.
La evidencia de que usted está confiando en la promesa de Dios, es que usted podrá darle gracias a Dios de todo corazón, sintiéndose verdaderamente agradecido por esa situación.
Si no logra darle gracias de todo corazón tiene que seguir batallando en oración para sacar el pecado de incredulidad en su vida.
LO TERCERO que vimos es que tenemos que enfocarnos en obtener la bendición espiritual y no sólo quedar conformes con la situación, ni aún cuando ésta se solucione milagrosamente.
Algo así como que lo importante no fue que los 10 leprosos se sanarán de la lepra, sino que uno de ellos logró a través de esa señal reconocer a Jesús como su Señor y obtener así su salvación.
Eso quiere decir que muchas veces cuando Dios solucione un problema de salud, económico o familiar, lo importante no debe ser la solución en si de esos asuntos, sino la lección aprendida a través de lo que Dios ha hecho.
Algunas veces tendremos que decir de todo corazón: “Señor tu arreglaste este asunto pero yo no hice sino desconfiar de ti hasta que la respuesta llegó, perdóname”
Otras veces a lo mejor podemos decir: “Señor gracias porque a pesar de la difícil situación por tu Espíritu me pude mantener con tranquilidad, alabandote de todo corazón y agradeciéndote sabiendo que arreglaras o no la situación, tu de todos modos bendecirías mi vida”
LO CUARTO que debemos tener en cuenta para poder responder de esta manera ante las situaciones, es no perder de vista que el objetivo es enfocarnos en la bendición espiritual que es en realidad aprender a conocer y a confiar cada vez más en Dios que traerá como consecuencia que el pecado salga de nuestra vida.
Cuando perdemos de vista qué el objetivo es aprender a confiar en Dios, no es posible responder de manera adecuada.
Cuando el objetivo no es aprender a confiar en Dios, es igual a decir que tu objetivo como cristiano no es hacer la voluntad de Dios, por lo tanto no podrás responder con el respaldo de Dios, porque Dios sólo nos respalda para hacer su voluntad.
¿Es tu objetivo aprender a confiar en Dios o que te vaya bien en los negocios; confiar en Dios o que te vaya bien en los estudios; confiar en Dios o que te vaya bien en el matrimonio; confiar en Dios o que te vaya bien en el ministerio…
Y si por alguna razón queremos ambas cosas, es decir confiar más en Dios pero que nos vaya bien en todas las demás cosas, entonces debemos estar dispuestos a que se cumpla la primera que es confiar en Dios, aunque la segunda no se realice.
LO QUINTO que debemos hacer frente a las situaciones que Dios ha ordenado a nuestro alrededor, después de reconocer la soberanía del Señor, de darle gracias de todo corazón, de enfocarnos en la bendición espiritual que es realmente aprender a confiar en él, es revisar a la luz de la palabra lo que estamos haciendo. Por ejemplo:
Si tiene problemas en su matrimonio, con su esposa, después de hacer todo lo que he mencionado, usted debe revisar a la luz de la palabra: ¿Cómo se está portando usted como esposo?
Y entonces si su mujer se está portando supremamente mal. Dele gracias a Dios, pero revise como la está tratando usted; la está amando, le está manifestando ese amor, le está teniendo paciencia, la está edificando con la palabra en el Señor, está pagando el precio que dice la escritura que debe pagar por ella, se está negando a sí mismo para hacer de ella una mujer de Dios, después de Dios es ella la prioridad en su vida muy por encima del dinero, los negocios, la diversión o el placer…
Debe preguntarse y revisar esas cosas porque la confianza en Dios se evidencia cuando seguimos las instrucciones de Dios en cada cosa que hacemos.
Si usted no es un esposo según las escrituras usted no está confiando en Dios, y si está confiando en Dios y al mismo tiempo es un mal esposo, entonces usted es un ignorante y necesita salir de esa ignorancia.
Recuerde la buena actitud del rey David, quien aun haciendo las cosas de manera correcta le pedía al Señor que revisará su corazón… Recuerde esta actitud para no actuar con soberbia, pues es el orgullo y la soberbia lo que impiden que revisemos nuestro proceder.
Además de eso debe preguntarse cómo esta situación le afecta usted, cómo afecta su orgullo o vanidad, su obstinación, y sobre todo cómo esa situación afecta su deseo de hacer su propia voluntad.
Y luego de revisar que siente y como se está portando usted, debe corregir aquello que está haciendo mal e insistir en aquello que está haciendo bien.
Y cuando ya haya corregido lo malo e insistido en esas cosas que están bien, el siguiente paso es que usted debe preguntarse: ¿Para quién lo está haciendo? ¿Para ella? ¿Para usted? ¿Por apariencia? ¿Por ganancia deshonesta?
Y si descubre que no lo está haciendo por y para el Señor entonces debe corregir esa mala actitud, lo cual se logrará nuevamente en oración.
Y cuando ya tenga la certeza de que lo está haciendo para el Señor, deje pasar el tiempo y espere, es posible que la situación mejore y Dios le enseñe otras cosas más, es posible que la situación no mejore o empeore y Dios le enseñe otras cosas, pero sobre todo no olvide que lo más importante de todo esto es, que su conocimiento de Dios y su confianza en Dios está siendo probada y aprobada por Dios.
LA IMPORTANCIA DE LA FE
La escritura dice que lo más importante es que hemos recibido la salvación, recibiremos muchas cosas ofrecidas por Dios lo cual debe llenarnos de alegría pero…
1 Pedro 1:6 al 7 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
¿Por qué la confianza en el amor de Dios es mucho más preciosa que el oro? Porque esa fe en el amor de Dios es la que nos permite recibir todas las cosas que Dios tiene para nosotros. Por lo tanto que nuestra fe sea probada y aprobada por Dios es la mayor riqueza que podamos poseer, y que a su vez nos hará cada vez más útiles para ayudar a otros trayendo mucha felicidad para nuestra vida.
Ahora; este mismo proceso que he descrito cuando su mujer no camina bien, es el mismo que debemos hacer con los asuntos financieros, con lo que respecta nuestra salud, nuestros hábitos, nuestros gustos, nuestra gula, con respecto a la educación de nuestros hijos, respecto del ministerio, aun respecto las aficiones, el deporte, la televisión etc.
Cuando cualquier cosa no funciona bien, incluidos nosotros mismos. Debemos revisar todos los asuntos a la luz de la palabra de Dios para cambiar pensamientos, actitudes, objetivos y acciones que son lo que Dios quiere que cambiemos.
Es decir no se trata simplemente decir gloria a Dios todo está de cabeza, sino de hacer todo lo que la palabra de Dios nos indica que debemos hacer, y es de esta manera que nuestra vida va siendo transformada. Cuando el Señor Jesús dijo:
Lucas 12:22 al 23 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. 23La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.
Entender que la vida es más que la comida y que el cuerpo es para algo mucho más que simplemente vestirlo, es entender que no son las cosas materiales lo importante sino la bendición espiritual.
Este no es un llamado a la pobreza pues el pasaje continúa diciendo que Dios puede vestirnos mejor que a Salomón, y puede darnos de comer como lo hace con las aves y puede darnos las cosas que la gente del mundo busca, pero cuando el provee todas estas cosas lo hace con un solo objetivo que es:
Lucas 12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 31Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
Dios siempre nos dará la provisión necesaria para que siempre podamos hacer su voluntad. Sería una gran contradicción que por falta de la provisión o de la protección de Dios no pudiésemos hacer la voluntad de Dios, y seria una gran contradicción porque Jesús murió en la cruz para que eso fuera posible en cada uno de nosotros.
Quien entiende que esta es la vida cristiana está entendiendo lo que no entendieron, ni entenderán aquellos que cuando venga el Señor se quedarán por fuera.
Mateo 24:37 al 39 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Vivían vidas normales, y no entendieron que la vida era mucho más que llenar las necesidades materiales o emocionales, la vida es conocer y servir al Señor de Señores y sólo a través del Nuevo Pacto lo podemos hacer.