DISCÍPULO O SIMPATIZANTE – PARTE 3
I. INTRODUCCIÓN
Hay ciertas verdades dichas en la palabra de Dios que nos cuesta muchísimo trabajo creer que son verdad, una de ellas es la siguiente:
Romanos 3.10–12 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Que difícil es para los hombres entender qué el concepto del bien y del mal, que determina si los hombres son buenos o malos es sólo la confianza en Dios.
Es decir: ¿Qué tan bueno somos? La respuesta es: ¿Que tanto confiamos en Dios?
Como los hombres no entienden esto, también les es difícil y aun les parece absurdo e injusto que la escritura diga:
Hechos de los Apóstoles 4.11–12 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hasta llega a molestarles que uno les insista que sólo aquel que cree en Jesucristo lo reciba como Señor y salvador puede ser salvo.
Esto les molesta, los hombres creen que hay hombres muy buenos aunque no crean en Dios, Y están tan convencidos de esto que manifiestan rabia, furia contra aquellos que decimos que sólo en Jesucristo hay salvación… Y no dejan de tildarnos como las personas más estúpidas por tener esta creencia.
Tristemente creo que también hay creyentes que están un poco desenfocados respecto de esto, y se han dedicado a hacer buenas obras, pero no precisamente las que Dios quiere que hagan por qué tampoco confían lo suficiente en Dios.
También hay otros que consideran que sus familiares, y sus seres queridos son buenas personas por lo tanto creen que Dios al final los salvará, y no se ocupan en qué aquellos que aman lleguen a creer verdaderamente en Jesucristo.
Otra evidencia de no creer que solo la fe determina lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto. Es la de aquellos que hablan que el pueblo de Israel es el elegido por Dios… Y que por esa razón serán salvos.
Ciertamente es el pueblo elegido por Dios, pero el judío que no reciba a Jesucristo como su Señor y Salvador, indiscutiblemente se va para el infierno. (A no ser que sea un bebé judío que no haya crecido lo suficiente para rechazar a Jesús, lo cual también es cierto para todo ser humano)
La razón de que sea sólo la fe en Jesucristo la que determine la salvación de los hombres es muy clara, muy obvia, muy razonable y contundente.
La falta de confianza en Dios en Adán y Eva fue lo que hizo que toda la humanidad cayera en condenación.
De allí en adelante Dios a colocado a los hombres en un proceso de selección, donde sólo los que teniendo una fe auténtica, es decir una fe que los lleve a obedecer, serán salvos.
Pero no solo salvos por la fe. Sino además los seleccionados para reproducirse.
lo vemos con mucha claridad en Noe, quien obedeciendo una orden absurda a los ojos de los hombres, el y su familia se salvaron. Mientras que los que nos creyeron todos fueron eliminados.
Lo vemos con el pueblo de Israel cuando aunque a regañadientes se metieron en el mar gracias a la Fe de Moisés… Y sobrevivieron. No como los egipcios que se metieron por lógica y perecieron.
Lo veremos al final de los tiempos, cuando en la gran tribulación serán seleccionados para sobrevivir y volver a poblar la tierra en el milenio, sólo los que por fe no se dejen marcar por el anticristo.
Lo veremos al final del milenio, donde aquellos que no confían en Dios se revelará nuevamente… y donde los que sí confían en Dios sobrevivirán para vivir en la Jerusalén celestial.
Es por esto, por la importancia de la fe que la escritura dice:
1 Pedro 1.6–8 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
Y las pruebas son solamente un test, para saber si a la hora de la verdad, sin importar las circunstancias y sin importar los posibles resultados… Permanecemos firmes creyendo y obedeciendo a Dios.
No sé qué tan claro sea para ustedes que no todo el que tiene fe se salva… Porque cuando hablamos de confiar la siguiente pregunta es: ¿Confiar en que? Muchos, tal vez millones confían en que Dios es su proveedor, en que Dios es su protector, en que Dios los ama, y por eso están tranquilos respecto de los asuntos de esta vida.
Pero: ¿Qué dice la escritura acerca de nuestra confianza en Dios para esta vida?
1 Corintios 15.19 Si nuestra esperanza en Cristo solamente vale para esta vida, somos los más desdichados de todos.
¿Cuál es el error de confiar en Dios solo para estas cosas? Que al enfocarse solo en ellas se está olvidando por completo la resurrección.
Por supuesto que es bueno confiar en Cristo para todos las cosas de esta vida, pero es un error gravísimo no tener confianza en lo prometido con la resurrección…
Si los discípulos de Jesús no hubiesen creído y no tuviesen puestos los ojos en la resurrección, no hubiera predicado el Evangelio… Es por esto que la escritura dice:
Hebreos 10.37–39 Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. 38 Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
No todo el que tiene fe se salva, porque depende en qué está depositada esa fe. Como también es cierto que no todo el que obedece se salva, porque depende porque esté obedeciendo.
El Señor Jesús aclaro esto, cuando después de hablar de los falsos cristianos, dijo que la clave estaba en el fruto que daban…
Mateo 7.17-20 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20Así que, por sus frutos los conoceréis.
Después de hablar del fruto aclara que habrá muchísimos que se dedicarán hacer buenas cosas, aun en el nombre del Señor. Profetizar a, echarán fuera demonios, para Milagros… Lo cual podría tomarse como el fruto que evidencia que son auténticos creyentes. Pero estos y dice que son muchos se condenaran.
Cuál es la razón por la cual habiendo dado fruto, habiendo hecho tantas cosas buenas se condenaran.
Mateo 7.21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Porque una cosa es hacer todas aquellas cosas buenas a los ojos de los hombres Y otra muy diferente es creerle a Dios y por lo tanto hacerle caso.
La fe que nos lleva a obedecer, siempre será lo que seleccione los que permanecerán o no con el Señor.
Es por esto que a un grupo de judíos que ya habían creído en el Señor el les dijo:
Juan 8.31–32 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
No hay duda que estos judíos ya creían en Jesús. No lo dicen ellos. Lo dice la escritura, lo dice el Señor.
Pero poniendo atención a lo que Jesús les dice, estos eran discípulos pero no de verdad. Pienso que podemos catalogarlos como seguidores o simpatizantes, que son aquellos clientes que están todo el tiempo pendientes de las cosas que Dios les puede dar en esta vida.
Y con estos ocurre lo mismo que mencioné qué hubiera ocurrido si los discípulos de Jesús no hubieran confiado en la resurrección… Quien no confía en la resurrección no puede hacerle caso a Dios.
Y no se puede porque la obediencia a Dios nos pone en oposición aun mundo que esperamos que Dios nos dé para ser felices… esta contradicción no deja hacer caso a Dios en todo.
Estos judíos rechazaron el mandato de permanecer en la palabra, es decir de obedecer a la voluntad de Dios. Y aunque ya creían en Jesús, su fe no fue suficiente para que dejaran de ser hijos del diablo. Por esto Jesús les dijo:
Juan 8.44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.
La pregunta es: ¿cuántos de estos que creen en Jesús pero sólo para las cosas de esta vida, están en las iglesias?¿Cuantos de estos que creen en Jesús espero que todavía son hijos del diablo dirigen iglesias?
La respuesta es: Muchos. La parábola de trigo y la cizaña donde la cizaña en lo exterior se ve idéntica al trigo, es una clara enseñanza de que hay muchos que tienen fe en Jesús, que no son verdaderos discípulos, están en las iglesias…
Llevo años diciéndolo y seguramente a muchos les parece espantoso que lo diga, pero Satanás ha abierto muchísimas iglesias cristianas. La siguiente pregunta es: ¿Qué clase de Evangelio predica la cizaña?
Pues no hay duda que será un evangelio que hable de la prosperidad, que alimente la codicia de los hombres, qué los impulse a hacer muchas buenas obras pero que se olviden de obedecer a Dios. Un evangelio donde cada vez que ellos confíen más en Dios, para las cosas de esta vida….
Y precisamente para evitar todo es en mal disfrazado de bondad, es que Dios selecciona también a través de la fe a los verdaderos discípulos.
Juan 8.31–32 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Sólo los de una fe auténtica, con una clara esperanza en la resurrección permanecerán, Y como consecuencia de conocer la verdad, es decir a su Señor serán verdaderamente libres, libertad que les permitirá obedecer lo que Dios les mande.
Ahora: siendo la fe en Jesucristo la única opción que tienen los hombres para liberarse de la condenación eterna… ¿Cuál cree usted que sea el mandato más importante que Dios haya dado a sus verdaderos discípulos?
Mateo 28.18–19 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
No hay duda que entre las cosas que debemos hacer en obediencia, el hacer discípulos es de las cosas fundamentales.
No hay duda que gracias a la obediencia de estos discípulos, que fueron seleccionados por permanecer en la palabra gracias a su fe, la palabra de Dios ha llegado hasta nosotros, lo cual nos ha permitido llegar a ser hijos de Dios…
Porque sólo una auténtica fe los haría fieles al Señor. Y sólo una auténtica fe evitaría que el mensaje se corrompiera… Eso quiere decir que no hay duda, que el principal método a través del cual Dios quiere que el mensaje de salvación sea compartido a los hombres, es a través del discipulado.
Pero si estos hombres no hubiesen hecho caso…¿Cómo entonces nos hubiéramos enterado del sacrificio de Cristo, como nos hubiéramos enterado de la oportunidad de salvación?
Y la salvación no hay duda, es el asunto más importante para todo hombre, independiente de que sea consciente o no de lo que está significa, porque ignorar la salvación no libra a nadie de la condenación.
Si un auténtico hijo de Dios no se dispone a tener discípulos, por buen cristiano que sea, lo cual es algo contradictorio, porque como decir que es buen cristiano si no está haciendo caso a un mandato supremamente importante.
Pero bueno; suponiendo que un cristiano que no se dispone a hacer caso a Dios en esto es un buen cristiano, al no haber discipulado, al morir esta persona hasta allí llegaría el mensaje de salvación…
No hacer discipulado es igual a decir que hay buenos cristianos que están dejando que sus hijos se condenen… Pero eso no hay duda no suena nada bien.
Y cuando hablamos de discipulado, si tenemos en cuenta las palabras de Jesús, es:
Mateo 28.20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Estamos hablando de un maestro y unos alumnos o discípulos que buscan aprender las enseñanzas de su maestro.
Esta es una labor que no es posible realizarla bien con las multitudes. Ciertamente es necesario ir por todo el mundo predicando el evangelio. A veces vemos a algunos que nos parecen como locos, gritando en las esquinas de las calles acerca de Dios y del juicio final…. Y llegamos a pensar que no es una buena forma de comunicar el mensaje de Dios, sin embargo, en la escritura encontramos que Dios le dice a su profeta:
Isaías 58:1 Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado.
Si Dios lo ordena, debemos creer que El tiene buenas razones para hacerlo. En el caso de Jonás con Nínive funcionó. El pueblo se arrepintió y se libro de la destrucción.
Pero aunque este método es usado por Dios, y funciona para el propósito que Dios tiene, que a veces es simplemente para dejar constancia de que hubo profeta en la tierra, sabemos que comunicar el mensaje a las multitudes para que ellas luego lo comuniquen, no es un método muy confiable, pues a las multitudes es fácil influenciarlas, y por esto podemos ver que después de aclamar a cierto personaje son capaces también de apedrearlo.
Una de las razones de este comportamiento en las multitudes es que con ellas es muy difícil darles enseñanzas profundas… Y la falta de profundidad o de claridad permite que cualquiera pueda llegar y sembrar otra cosecha cambiando por completo el buen sentido del mensaje.
Pretender discipular a las multitudes para que éstas se reproduzcan, sería similar a dejar que el colegio sea el encargado de la educación espiritual de nuestros hijos. O que la iglesia, sólo la iglesia sea la encargada de la formación espiritual de nuestros hijos. ¿Por qué?
Las razones son varias, pero la mas importante es que Dios ordena que son los padres los que deben enseñar a los hijos, lo que ellos conocen de Dios.
El siguiente pasaje que por algunos es considerado uno de los más importantes de la escritura dice:
Deuteronomio 6.6–9 Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. 7 Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. 9 Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.
Si vemos el orden de la orden dada por Dios, podemos ver que lo primero que nosotros como padres debemos hacer es, comprometernos de todo corazón a obedecer los mandatos de Dios.
Si no cumplimos con esta parte, no estamos pasando la prueba para ser verdaderos discípulos, lo cual hará que nuestro discipulado hacia nuestros hijos tampoco sea el adecuado. Respecto de esto la escritura dice:
Mateo 5.19–20 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Pablo decía:
Hechos de los Apóstoles 20.26–27 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
Algunos no enseñan acerca de la importancia del discipulado porque de golpe la gente viendo esa responsabilidad se asusta y se va de la iglesia… Otros no enseñan acerca del diezmo porque como lo último que se convierte ese bolsillo es mejor no espantarlos…
Contrario a estas buenas obras, porque lo hacen buscando cuidar a la gente, el señor quiere Como requisito para cumplir con el mandato de tener discípulos, es que nosotros… Volvamos a leer:
Deuteronomio 6.6–9 Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. 7 Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. 9 Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.
Por supuesto, creo que sobra la aclaración que tenemos pensar en los mandatos del nuevo pacto no lo del viejo que ha sido eliminado. Pero lo que no ha sido eliminado en la responsabilidad con los que amamos, de enseñarles todo el consejo de Dios… para lo cual es indispensable que nosotros nos comprometamos a cumplir con todo nuestro ser.
Una de las evidencias que una persona a sido salvada es esa. El deseo de hacer la voluntad de Dios.
Los simpatizantes, los que no han sido salvados, escogen qué cosas obedecer.
Y cuando pensamos que ciertas cosas que Dios manda son buenas y que ciertas cosas que Dios manda no son buenas y por eso no hacemos caso…¿Como podemos hablar de una fe auténtica en Dios? Es decir cómo podemos pensar que Dios es bueno si da mandatos malos… ¿Quiénes piensan así? Simpatizantes. Pero los simpatizantes no van al cielo.
Además si no nos comprometemos de todo corazón a cumplir con cada mandato de Dios, el mal testimonio hará que quienes reciban nuestras enseñanzas no las crean.
Pero este mandato de hacer discípulos, donde los primeros discípulos deben ser la familia, no es algo exclusivo de la familia en la carne, pues en la iglesia, que es la familia de Dios, tenemos la misma responsabilidad, de tal manera que podemos leer que la escritura dice:
2 Timoteo 2:2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
El apóstol Pablo… A Timoteo… A hombres fieles e idóneos… Para enseñar a otros. (Cuatro generaciones involucradas)
Ciertamente no podemos ignorar que esto es un proceso. Que tal vez no es algo que hagamos bien cuando estamos comenzando la vida cristiana, pero al crecer espiritualmente no podemos ignorar que es una seria responsabilidad delante de Dios tener discípulos.
Eso quiere decir que aquellos que llevan un buen tiempo deben preguntarse: ¿A cuántas personas a logrado traer a la iglesia, cuantas de ellas han permanecido, y han aprendido, y están enseñando a otros, para que esos otros también enseñen? ¿Cuántas generaciones de discípulos podemos contar debajo de nosotros?
Ojalá Dios nos permita entender con claridad, que al no tener discípulos no nos estamos librando de una responsabilidad, sino que en realidad nos estamos perdiendo de un privilegio enorme, que trae muchísima muchísima bendición a nuestra vida. El apóstol Pablo dice:
1 Tesalonicenses 2.19–20 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? 20Vosotros sois nuestra gloria y gozo.
Y si alguno piensa que esto es sólo responsabilidad de los apóstoles o de los líderes cristianos… debe tener en cuenta que la escritura dice:
1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Define muy claro lo que somos, si es que somos auténticos hijos de Dios. Pero también con mucha claridad habla del propósito por el cual hemos sido creados, que es el de anunciar a los demás las virtudes de nuestro salvador.
Lo cual quiere decir que si hemos nacido de nuevo, si creemos tener asegurada nuestra salvación, entonces debemos aceptar que hemos sido creados con el propósito de dar testimonio acerca de Jesucristo, y eso es evangelizar, que es uno de los primeros pasos para obtener discípulos.
Por supuesto la evangelización incluye o es el resultado de obedecer otra serie de mandatos como el de la oración, el buen testimonio, la fidelidad en las finanzas, el desarrollo de los dones espirituales, etc.
Tener discípulos es una orden supremamente importante, todo el que conoce algo del Señor puede hacerlo porque al conocer algo ya tiene que enseñar.
Afortunadamente este método de comunicar la verdad para que la gente tenga la opción de recibir la salvación es tan efectivo, qué con que sólo unos pocos en la iglesia que obedezcan al Señor, la iglesia crecería supremamente rápido… El Señor Jesús con solo 12 logró que en poco tiempo el comentario del mundo fuera: ”Estos que trastorna el mundo entero también han venido acá”
Si en cualquier iglesia al menos la mitad de las personas, o la tercera parte, o la quinta parte consiguieran un discípulo al año, las iglesias serían enormes…
Lo malo es que eso quiere decir que la gran mayoría no está obedeciendo al Señor, la gran mayoría se porta mas como simpatizantes que como verdaderos discípulos.
Por otro lado me alegra y creo que es uno de los fuertes de la iglesia, tenemos una sana doctrina, y tenemos el deseo de seguir aprendiendo, de seguir corrigiendo cualquier cosa que no esté de acuerdo a la palabra de Dios.
Y con el tiempo he visto como ese énfasis en la sana doctrina, está siendo usado como un colador, porque sólo los que estén verdaderamente dispuestos a hacer la voluntad de Dios, podrán recibir el mensaje verdadero. Y aunque quisiéramos ver muchos, de todos modos pocos dispuestos pueden hacer milagros.
Sin embargo cualquier tipo de proyección que hagamos al respecto del crecimiento de la iglesia, nos va a mostrar que estamos fallando, porque si cada uno colocara su granito de arena no cabríamos en este lugar.
Pero Dios nos libre de que el deseo de tener muchos el de Iglesias nos haga caer en estrategias o métodos que no agradan a Dios. Me refiero a cosas como el G12, a liderazgos represivos, al enseñoramiento que produce buenos resultados en cantidad de gente, pero que está prohibido por Dios.
Si volvemos a leer el mandato de Jesús:
Mateo 28.19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Tres cosas quiero mencionar acerca de este pasaje. La primera es que revisando las escrituras notamos que los discípulos nunca bautizaron en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Podemos leer:
Hechos de los Apóstoles 19.5–7 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 7Eran por todos unos doce hombres.
Fueron bautizados en agua… Luego recibieron el Espíritu Santo. En otro pasaje:
Hechos de los Apóstoles 8.16–17 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 17Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
Ya habían sido bautizados en el nombre de Jesús, pero no habían recibido el Espíritu Santo. Y en otro pasaje:
Hechos de los Apóstoles 10.47–48 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? 48Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
Al oír el mensaje de salvación llegó sobre ellos el Espíritu Santo. Luego los bautizaron en el nombre de Jesús.
Eso quiere decir que hay mucha gente que ha sido bautizada en agua pero nada que ver. De hecho hay algunos discípulos, qué que pena con el Señor… Se han bautizado hasta cinco veces… ¿Pero habrán recibido el Espíritu Santo, es decir ya habrán nacido de nuevo?
Algunos hacen mucho énfasis en el bautismo en agua, sin embargo no enseña la escritura que ese bautismo de salvación. Yo me bauticé porque Jesús se bautizó… Pensé que era una buena razón, pero el bautismo de Jesús era una identificación con el mensaje de aquella época, para luego terminar en la Cruz… Y aunque él es nuestro ejemplo, no quiere decir que nosotros debamos ir físicamente a la Cruz como él lo hizo.
El punto es que se hace un énfasis equivocado en el bautismo en agua y por esta razón el apóstol Pablo escribió:
1 Corintios 1.14–17 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Cuando leemos que Pablo dice que Jesús no lo mandó a bautizar a la gente, eso parece estar en oposición con el mandato de…
Mateo 28.19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Donde en primer lugar, según los estudiosos la iglesia católica añadió: ”En el nombre del padre del hijo y del espíritu Santo” para hacer énfasis en la Trinidad… Cosa que no cuadra con lo que los discípulos hicieron que fue bautizar solo en el nombre de Jesús.
En segundo lugar es claro que el solo bautismo en agua no salva. Y Pablo a ese bautismo es al qué se refiere cuando dice que no lo mando Jesús a bautizar en agua. Yo también tengo ahora la misma convicción.
Y lo tercero; es que lo único que salva es el bautismo en el Espíritu que nos convierte en nuevas criaturas, en auténticos hijos de Dios.
Todo esto para decir que en mandato del señor es… Ir, es decir tomar la iniciativa de predicar el evangelio, que es muy diferente a esperar a que vengan a preguntarle.
Pero para enseñarles que guarden todas las cosas es necesario que primero sean bautizados por el Espíritu Santo.
De otra manera resulta imposible. Es mas, al no tener esto en cuenta a veces algunos cristianos sin darse cuenta han tratado de discipular no ovejas sino cabras, y los resultados son tan frustrantes, que los han hecho desistir de insistir en obedecer el mandato del Señor de tener discípulos.
La escritura es clara al enseñar que sólo aquel que ha nacido espiritualmente, que tiene al Espíritu Santo habitando en su vida, es capaz de comprender las verdades del evangelio. Si no ha habido nacimiento espiritual es imposible comprender la locura del evangelio.
1 Corintios 1:21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
Esto quiere decir que el hombre más sabio e inteligente del mundo no es capaz de comprender las verdades del evangelio. Por eso buscar que nos comprendan resulta locura, pues para ellos lo que hacemos es de locos.
Más aún, la falta del Espíritu Santo, hace que los hombres humanicen el evangelio, y ese es el resultado de tantas iglesias torcidas con un evangelio mundano, donde puede haber milagros, expulsión de demonios, predicaciones nombrando a Jesús… Pero todo esto por la falta de fe catalogado por Dios Como maldad.
Porque sólo una auténtica fe en Jesús como el Señor, lo cual quiere decir completa disposición para hacer su voluntad, permite que el Señor produzca el nuevo nacimiento.
El asunto es que las evidencias del nacimiento espiritual son fáciles de definir, pero en la práctica a veces muy difíciles de corroborar. Por ejemplo…:
1. Lo primero es que el que ha nacido espiritualmente tiene un genuino deseo de hacer la voluntad de Dios. Mientras que el que no, sólo busca que Dios le ayude a vivir su vida.
2. El que ha nacido espiritualmente tiene hambre, es decir un deseo genuino de conocer a través de la escritura ”Todo el consejo de Dios” Para hacer cada cosa como Dios lo ordena…
Mientras que el que no ha nacido espiritualmente sólo busca y aprecia de la escritura aquellas partes que puede acomodar para respaldar tus planes y objetivos.
Una evidencia de este error es la insistencia en aferrarse a promesas del viejo pacto, donde se aseguraba todo tipo de prosperidad para el que busca a Dios, ignorando las promesas del Nuevo Pacto donde nos anuncia que si hacemos la voluntad de Dios seremos perseguidos por el mundo…
3. Una tercera evidencia de que ha nacido espiritualmente, es que comienza a experimentar persecución espiritual. Mientras que los que no han nacido espiritualmente, el diablo no quiere importunarlos pues eso de golpe haría que buscaran a Dios.
4. Otra evidencia muy importante es que es que ha nacido espiritualmente crece y persevera hasta el fin, mientras que el que no ha nacido espiritualmente después de un tiempo se estanca o se retira y vuelve atrás.
¿Por qué vuelven atrás? Vimos que el primer punto dice que el que no ha nacido del nuevo busca que Dios le ayude en su vida. Cuando esto no sucede, al no recibir ayuda de Dios en lo que él quiere, después de un tiempo vuelve a lo de antes.
Pero como dije antes, describir lo que debe vivir una persona que nació espiritualmente es fácil… Pero en la práctica es difícil de corroborar. Pues no hay una medida de cambio que se pueda aplicar a todas las personas, puesto que todas las personas son completamente diferentes, y tienen una historia diferente.
Me explico: No vemos un cambio igual respecto del dinero en una persona cuyo corazón está habituado a la avaricia, que en una que no. No vemos un cambio igual en una persona acostumbrada a fornicar que en una que no, o en una que acostumbra a preocuparse por todo a otra que es más fresca.
Estas diferencias hacen que el proceso para renovar la conciencia sea diferente. Por eso lo que de ellos se espera, es que cada uno de acuerdo a su conciencia camine, y entre más tiempo pase, su conciencia cada vez se irá renovando para llegar a ser una conciencia totalmente controlada por el Espíritu Santo.
La pregunta final ya que continuaremos la próxima semana…Qué somos:¿Discípulos o simpatizantes?
¿Hemos pasado y estamos pasando las pruebas de fe y obediencia que nos hacen verdaderos discípulos?
¿Estamos dispuestos a obedecer a Dios en todo… O hemos dejado endurecer nuestro corazón Y nuestra obediencia y selectiva… Compartimos pero no somos fieles con el diezmo… Somos fieles con el diezmo pero no nos sujetamos… nos sujetamos pero no estudiamos la escritura…
Y la mas importante si ya llevas tiempo… Tus Discipulos???