¿CUAL ES LA VERDADERA BENDICIÓN?
PARTE 5
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INTRODUCCIÓN
La descripción que hace la escritura del corazón el hombre, después de que desconfío de Dios es la siguiente:
Génesis 6.5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Lo he dicho muchas veces, espero no dejar de decirlo, esa es una declaración espantosa acerca del corazón del hombre. Pero: ¿Por qué tan dramático, porque es tan grande la maldad del hombre? La respuesta es, porque cuando el hombre desconfió de Dios, que es la fuente de amor infinito, de la verdad, de la justicia, de la misericordia, lo hizo para depositar su confianza en la serpiente, en Satanás, el origen de la mentira, la depravación, la injusticia, la maldad… Y es obvio que este cambio de paternidad trajo como consecuencia toda la maldad que hay en el hombre.
Esa es la razón por la cual el corazón del hombre, es decir su voluntad, tiene una continua inclinación solamente hacia lo malo. También no quiero dejar de insistir que los hombres insistimos en negar nuestra maldad, y por eso esta descripción que hace la escritura nos parece exagerada, pensamos que la gente no es tan mala, sin embargo nos equivocamos por varias razones, una de ellas es por no entender que lo que realmente importa, es la intención o motivación por la cual se hacen las cosas.
Es por eso que aunque podemos ver que un mal comportamiento es corregido, el problema de la maldad persiste porque los hombres cambian sus comportamientos con motivaciones equivocadas, que tampoco agradan a Dios.
Por ejemplo, aquel que es perezoso puede por causa de la codicia dejar la pereza, pero luego la codicia lo hará sufrir. De hecho una pareja de codiciosos se casaron porque vieron que tenían el mismo objetivo, se soportaron mutuamente muchas cosas que no estaban bien, porque los unían sus objetivos codiciosos, pero al pasar el tiempo, al hacer mucho dinero esa misma codicia los convirtió en sus peores enemigos.
Otro que por ser flojo en el estudio se sintió tan humillado y tan falto de aceptación, fue capaz motivado por su orgullo de proponerse ser el mejor de todos y lograrlo… Pero luego ese mismo orgullo que lo motivo a cambiar, es el que le hace tener serios problemas en su relación con Dios.
Por supuesto Dios a través de los tiempos ha tratado al hombre de diferente manera para solucionar este asunto, pero la falta de confianza en Dios a hecho fracasar todo intento.
Una de las últimas cosas que Dios hiso fue darles el pacto de Moises o de la ley, donde en esencia el convenio era que si el hombre le hacia caso a Dios recibiría muchas bendiciones, pero si no le hacia caso recibiría un montón de maldiciones. Esto tampoco funciono. Dios sabía que no funcionaría, sin embargo este pacto serviría para que el hombre entendiera la necesidad del Nuevo Pacto.
Hablando de estos dos pactos la escritura dice:
Hebreos 7.18–19 Así que el mandato anterior quedó cancelado porque era débil e inútil, 19pues la ley de Moisés no perfeccionó nada, y en su lugar tenemos una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.
Esta ley dada a través de Moisés quedó cancelada porque resultó débil e inútil en su propósito de perfeccionar al hombre, y a cambio recibimos el Nuevo Pacto qué nos da una esperanza mejor para acercarnos a Dios…¿Pero por qué no funcionó la ley? La escritura dice lo siguiente:
Romanos 8.3–4 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
La ley dada por Dios siendo perfecta para el momento en que fue dada, se hizo débil e inútil en su propósito de cambiar al hombre, porque el hombre por su poca fe era inconstante o de doble ánimo, y eso no le dejaba tomar la firme decisión de hacer la voluntad de Dios.
Y si el hombre es inconstante respecto de hacer lo correcto, entonces no importa lo perfecta que sea una ley, al no cumplirla no servirá de nada.
En nuestro país hay quienes insisten en un cambio en las leyes para poder así frenar la maldad y corrupción del hombre… pero hay quienes insisten en que no hay necesidad de cambiarla, pues lo que se hace necesario es que apliquen las que ya existen.
Por qué si las leyes que existen no son aplicadas: ¿Que garantiza que mejores o más duras leyes si lo sean? La respuesta es nada.
Escuche en estos días el discurso que un militar daba a los cadetes… donde dijo que la primera regla para poder cumplir con todo lo que se esperaba de ellos, era tender la cama… Es decir si ustedes no son capaces de tender su cama cuando se levanten, si no son capaces de cumplir con algo tan básico, entonces es muy poco lo que se puede esperar de ustedes.
Al escucharlo me recordaba lo que la escritura dice respecto de este mismo tema. Dice:
Lucas 16.10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
En principio expresado por el Señor Jesús, es que si en las cosas pequeñas no hacemos lo correcto, en las cosas importantes tampoco lo haremos.
Y pongamos cuidado porque Jesús no está hablando que es posible que si no cumples con lo poco, con lo mucho tampoco, sino que está asegurando que quien no cumple en las cosas pequeñas, no cumplirá en las importantes.
Infringir este principio es lo que tiene a muchos cristianos atascados, tan atascados qué es posible que no sean auténticos cristianos.
Son cristianos que no desean corregir en su vida en cosas como, las mentiras piadosas, no llegar a tiempo, no cumplir las promesas, no se fieles con Dios respecto del dinero porque es poca la cantidad o porque es mucho… Y quien comete estos pecados pequeños asegura el Señor, que cuando haya la ”necesidad” cometerán los pecados grandes para lograr sus objetivos.
Quienes pasan por alto este principio, pueden aun tomar la decisión de dejar de cometer algunos pecados que si les parecen graves y que les están afectando negativamente, pero no podrán, porque si no aprenden a ser fieles en lo poco tampoco podran serlo en lo mucho.
Por eso si realmente queremos dejar esos grandes pecados tenemos que incluir corregir los pequeños. Porque la verdad es que no deberíamos estar escogiendo que pecados dejar y cuales seguir cometiendo.
Pero hay quienes se acostumbran a vivir así su vida cristiana, llegando a pensar que no es grave el asunto… Pueden aún llegar a llamar legalistas a los que si cumplen, sin embargo la escritura continúa diciendo:
Lucas 16.11-12 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? 12Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
Si en las cosas sin valor, sí en las cosas sin importancia para la eternidad no somos correctos delante de Dios, no recibiremos lo verdaderamente valioso. Y si en la administración de lo que Dios nos ha dado no somos fieles, no recibiremos lo nuestro.
¿Por qué querría Dios darle más a alguien, que no es fiel con la administración de lo que ya le esta dando?
Y si nos preguntamos: ¿Cuál es la razón de este comportamiento tan necio en contra de lo que Dios desea? El Señor Jesús continúa y dice así:
Lucas 16.13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
El amor a las riquezas, el amor al mundo, el querer complacer nuestra carne con esas riquezas y ese mundo, nos lleva a menospreciar y a aborrecer al Señor… razón por la cual terminamos desobedeciendo a Dios.
¿POR QUÉ NO LAS DOS COSAS?
Uno podría pensar que entonces lo que se necesita, es que Dios a cambio de nuestra obediencia nos ofrezca ese mundo y ese placer que queremos disfrutar de tal manera que obedezcamos a Dios, y ambos, tanto Dios como nosotros quedemos complacidos.
Pero esto también Dios ya lo ha intentado, pues bajo el viejo pacto el ofrecimiento era precisamente eso, Dios les ofreció riquezas materiales, prosperidad, salud, hijos, protección y destrucción de los enemigos… Para los que obedecían. ¿Pero qué sucedió? Pues resultó que la codicia en el corazón del hombre le llevó a querer disfrutar de todas las cosas, sin obedecer a Dios.
Por esta razón, porque nada funcionó a causa de la maldad del hombre, es que a través de Jesús nos es dado el Nuevo Pacto, que es infalible.
¿Qué significa que es infalible? Significa que quien realmente se relaciona con Dios a través del Nuevo Pacto, el nuevo nacimiento que reciben los que se involucren en el pacto, cambia tantas cosas en el hombre que puede terminar viviendo en la perfecta voluntad de Dios.
Hay muchas cosas que hacen que este pacto funcione, pero la clave está en un misterio que ya ha sido revelado a nosotros los hijos de Dios. Dice así:
Colosenses 1.26–28 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, 28a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
La presencia de Dios en nuestra vida, como he mencionado, ha cambiado muchas cosas en nuestro interior, ha cambiado nuestro corazón para hacerlo sensible a su voz, de tal manera que podemos conocer con claridad la voluntad de Dios, y además a través de su Espíritu también se nos ha dado dominio propio, que es la capacidad de poder decidir y mantenernos en la dirección correcta.
Es tan efectivo este Nuevo Pacto para el que tiene fe, que por eso la escritura dice:
Romanos 8.37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
¿POR QUÉ FALLAMOS?
Estando todo a nuestro favor: ¿Por qué a veces nos dejamos desviar del correcto caminar con Dios?
Para muchos el gran problema está en: ”Las circunstancias”. Es decir aquellas cosas que suceden que se oponen a nuestros planes y deseos.
Uno escucha que la gente dice: “Yo quería ser fiel pero… Yo quería ser justo pero… Yo quería perdonar pero… Yo quería cumplir pero… encontrando en las circunstancias la justificación para no obedecer a Dios.
Los hombres tomamos decisiones, pero cuando las circunstancias cambian y nos parece que podemos obtener cosas mejores, entonces sin importar lo que habíamos determinado hacer delante de Dios, terminamos desobedeciendole.
Este comportamiento es muy común en el mundo, por eso los contratos, las cláusulas de incumplimiento, las amenazas, y muchas cosas más que se hacen para tratar de que la gente cumpla, pero aún así no funciona.
Creo que un ejemplo muy claro de este pecado son los propósitos que muchos hacen con las dietas, o con los ejercicios, donde muchos dicen que ahora si van a comenzar, pero después de navidad y año nuevo porque las celebraciones impiden cumplir, pero el próximo año si… Y al final no pasa nada.
Por ahí leí un meme que decía: ¿Qué pasa cuando después de tres meses de ir al gimnasio lo único que he perdido son las ganas de ir?
Y con esa mentalidad algunos viven la vida cristiana, por eso a pesar de hacerse buenos propósitos cuando llegan las circunstancias que parecen no convenirles, desisten y terminan cayendo en el mismo pecado.
¿Qué es lo que falta a estas personas o cristianos? Les falta conocimiento, sabiduría y fe en el Señor. Pero el asunto que es tomado con liviandad es muy serio, por eso la escritura advierte:
Santiago 1.6–7 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Esa advertencia: ” No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” Debería hacernos sentir miedo.
Y no hay duda que es falta de conocimiento y confianza en el Señor, pues la escritura dice:
Romanos 8.28–29 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Contrario a creer que las circunstancias pueden ser un estorbo para hacer lo correcto, lo que Dios nos asegura es que las circunstancias está cuidadosamente diseñadas precisamente para hacer lo correcto.
Es más, la promesa no dice que debemos creer que las cosas ayudan a bien. Porque aunque no lo creamos, la circunstancias sean las que sean, suceden para bendecir nuestra vida.
Pero al no creer en la promesa, en lugar de que las circunstancias nos ayuden pues nos van a llevar a desobedecer… Y si recordamos porque es que no le creemos a Dios, ya hemos visto que la razón es que decidimos creerle a Satanás, el cual a través del engaño mantiene esclavos a los hombres.
Pero su engaño, no es sólo tomar lo bueno que Dios hace a través de su soberanía haciéndonos pensar que es malo para llevarnos a desobedecer, al hacer eso también nos engaña haciéndonos pensar que la voluntad de Dios no es lo mejor para nuestra vida.
Y ese solo pensamiento es suficiente para cambiar nuestra decisión de obedecer a Dios.
¿POR QUÉ NO DETENER A SATANÁS?
Hay quienes piensan que la solución a este problema podría estar en detener los ataques de Satanás para que no engañe más a los hombres…
Si usted tiene problemas con alguien porque hay quienes dicen mentiras acerca de usted, la solución está en detener a ese mentiroso que los está engañando, y entonces el problema se va solucionar.Sin embargo aunque esto pueda sonar razonable, no es lo que va suceder, pues la escritura nos habla de algo totalmente contrario a esto, pues las palabras del Señor Jesús fueron:
Mateo 24.11–13 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Es un pasaje que habla del final de los tiempos. Y me llama la atención que en esta profecía la palabra muchos se repite tres veces.
Serán muchos los falsos profetas que hablaran en nombre de Dios cosas que no son de Dios. Eso ya lo estamos viendo con mucha claridad.Serán muchos los que sean engañados a través de estas falsas enseñanzas. Eso también ya lo estamos viendo.Y en muchos el amor se enfriara por haberse multiplicado la maldad. Es decir, muchos llegaran a pensar que el cristianismo no funciona.
Pero… aquellos que no se dejen engañar, aquellos que logren perseverar hasta el fin pensando y creyendo lo correcto, esos se salvarán!
Pasa el tiempo, y vemos al apóstol Pablo que con más claridad nos cuenta acerca de este ataque de Satanás. Dice así:
2 Tesalonicenses 2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; 9inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 10y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Este “Y entonces” se refiere a que los auténticos cristianos primero deben ser llevados a la presencia de Dios, para que se manifieste el anticristo.
(Según algunos estudiosos bíblicos, al igual que Jesús fue engendrado por el Espíritu Santo, ellos creen que este hombre será engendrado por el mismo satanás.)
¿Quiénes quedarán en la tierra cuando la Iglesia sea levantada? Quedarán los incrédulos, pero también quedarán todos aquellos creyentes en Jesús, que nunca tuvieron la determinación de dejar todos sus pecados, sólo algunos, es decir que no se entregaron realmente al Señor, y que por eso continuaron practicando ciertos pecados.
Tanto los incrédulos como los cristianos tibios habrán recibido el mensaje de salvación, pero su amor al mundo, a las riquezas, a complacer su carne los llevó a rechazarlo o a recibirlo a medias…
Y todos estos van a recibir con gran poder, señales y prodigios mentirosos, el mensaje que Satanás tiene para ellos, que por supuesto será opuesto al mensaje de Dios.
La razón por la cual recibirán este mensaje que los llevará a la perdición, es porque no quisieron recibir el amor de la verdad para ser salvos.
Sin embargo en el versículo anterior a los que leímos dice:
2 Tesalonicenses 2.7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
Y esto nos da a entender que lo que satanás viene a hacer con gran poder, señales y prodigios mentirosos, ya comenzó… Ya está en acción, ya hay quienes comparten el mensaje opuesto al de Dios.
La verdad esto comenzó en el paraíso y cada vez ha ido aumentando más y mas, por eso la corrupción en la tierra que aumenta cada vez más y más. Por lo mismo les aseguro que usted puede encontrar una iglesia donde le enseñen cosas completamente opuestas, a las que aquí usted a escuchado.
Y pensando en cuanto daño puede causar la mentira del diablo, había una época en que nos preocupabamos de que nuestros discípulos escucharán las enseñanzas de personas o iglesias alejadas de la verdad…
Y aunque no llegamos a hacerlo, en la organización cristiana donde estábamos, cuando una persona salía de la iglesia, era prohibido hablar con esa persona, porque podía contaminar con sus mentiras la vida espiritual de los demás. La escritura dice:
Tito 3.10–11 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, 11sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.
Una cosa es que tengamos dudas y preguntemos, estudiemos y oremos para llegar a la verdad, otra es usar las dudas y la ignorancia para dividir la iglesia.
Sin embargo no recuerdo que le hayamos prohibido a alguien hablar con alguna persona así, tal vez si llegamos a advertir que tuvieran cuidado y no se dejaran engañar…
Pero eso ya no me preocupa, porque he entendido que se hace necesario que la gente qué ha escuchado la verdad, también escuche la mentira y pueda afirmar correctamente su corazón.
¿CÓMO SABER CUÁL ES LA VERDAD?
Y si nos preguntamos, con tanto engaño que hay en el mundo: ¿Cómo sabrá la gente que está recibiendo la verdad o la mentira?
Alguien creerá que la clave está en estudio, en los textos originales, en la necesidad de aprender hebreo, en las capacidades del hombre para escudriñar las escrituras… el problema es que todo eso no sirve si no cumplimos con un requisito primordial enseñado por el Señor Jesús.
Cuando en cierta ocasión al Señor Jesús le hicieron prácticamente la misma pregunta, el respondió:
Juan 7.17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta
Eso quiere decir que aún el incrédulo que no conoce las escrituras, pero que está dispuesto a acercarse a Dios, cuando escucha el mensaje sabrá si el mensaje proviene de Dios, o si es invento de los hombres.
Este principio o promesa que les permite reconocer la verdad, es el que les da la oportunidad de aceptar a Jesucristo como su Señor.
Ya habiendo recibido el nuevo nacimiento y con él el Espíritu Santo, la escritura dice:
1 Juan 4.6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
Quien tiene el espíritu santo, Y mantiene el deseo de hacer la voluntad de Dios, será protegido de ser engañado con las mentiras de satanás.
Pero si un discípulo tiene un mal corazón, y no desea hacer la voluntad de Dios, por más que insistamos si él no cambia su deseo, no podra entender y creer la verdad, y cuando escuche las mentiras de satanás, esas sí le gustarán.
Hubo un tiempo en que me desgastaba discutiendo biblia en mano… ahora cuando percibo mala actitud no pierdo tiempo… prefiero esperar a ver si el tiempo y las circunstancias cambian el corazón.
Hay Iglesias que tienen sistemas muy organizados para captar a los nuevos, y un muy buen seguimiento a los discípulos… Y tienen estadística de cuantos recibieron a Cristo etc… No digo que sea malo, pero el que es de Dios las palabras de Dios oye. Y por eso me gusta mucho cuando la gente viene a la iglesia y no los hombres, no la insistencia de ellos le hace permanecer, Sino cuando Dios le confirma que aquí se debe quedar.
No es lo mismo ser convencido por los hombres que ser convencido por Dios la diferencia es enorme.
Si seguimos leyendo lo que la escritura dice:
2 Tesalonicenses 2:11 al 12. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Y aunque en el verso anterior a este dice que Satanás viene con todo su poder para engañar a los hombres, en este texto dice que Dios es quien lo envía.
Pero: ¿Por qué Dios está enviando a satanás con un mensaje mentiroso? Más aún: ¿Si Dios es quien lo envía, será que debo orar para que la gente no escuche su mensaje?
Y si oro de esa manera: ¿Acaso no estaré orando en contra de algo que Dios quiere que suceda?
Es decir: ¿Por qué quiere Dios que la gente reciba el mensaje de satanás? Porque los que son de Dios podrán con facilidad reconocer y rechazar ese mensaje, pero los que han rechazado a Dios, recibirán ese mensaje complacidos confirmando su condenación.
Dios no obliga a nadie. Los hombres deben escuchar los dos mensajes y decidir… Y los que quieren hacer la voluntad de Dios serán guiados por Dios a la verdad, mientras que los que no desean hacer la voluntad de Dios se irán con el mensaje de satanás.
Según este principio: ¿Qué es lo que saca a una una persona de una mala iglesia? Su deseo genuino de hacer la voluntad de Dios, que le llevará a entender que lo que le predican no todo es cierto.
Y: ¿Qué es lo que saca a una persona de una buena iglesia? El deseo de hacer su voluntad y no la de Dios, que le llevará a rechazar aquellos mensajes que le confronten con el pecado que no quiere dejar.
Este mismo principio, es el que hace que cuando caemos en pecado y no lo queremos abandonar, nuestros pensamientos comienzan a cambiar, comenzamos a embrutecernos y terminamos encontrando disculpas o justificaciones para continuar en ese pecado, llegando aún a culpar a Dios por nuestro pecado.
Cuando un cristiano cae en esto y no vuelve a salir, es porque nunca fue un verdadero hijo de Dios… La Escritura dice:
2 Juan 9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
OJO CON LA SOBERANÍA
Todo esto quiere decir que cuando escuchamos un “evangelio diferente” como decía el apóstol Pablo, o cuando vemos un mal testimonio en una iglesia, o cuando viene alguna circunstancia complicada que nos tienta a desobedecer a Dios, debemos estar 100% seguros que eso que ha pasado lo ha organizado Dios, para darnos mayor crecimiento espiritual no para que echemos para atrás.
Es decir nada de lo que suceda a nuestro alrededor es una disculpa válida para alejarse de Dios… puede que si para alejarse de cirta iglesia pero no de Dios!
Siendo conscientes de la soberanía de Dios y del propósito con cada cosa que hace, debemos cambiar nuestra forma de hablar, es decir nuestro lenguaje no sólo debe incluir: “Dios me sano ” también debe incluir; ” Dios me enfermo ” ” Dios me enriqueció ” e igualmente ” Dios me empobreció ” “Dios le dio vida” e igualmente “Dios lo mató” etc.
Al cambiar el lenguaje vamos a estar diciendo que es bendición tanto lo que al mundo le parece bueno como lo que al mundo le parece malo… esa es la verdad. Y si todo lo vemos como bendición entonces estaremos motivados a obedecer y todo se convertirá en bendición.
Confirmando esto que digo la escritura dice:
Isaías 45:6 al 7. para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, 7que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.
Esta realidad no debe ser ignorada. Es tan importante reconocer la soberanía de Dios, que Dios dice que esta verdad debe ser conocida en toda la tierra. Que él es, quien tiene todo el control y que por lo tanto se hace responsable de la luz y de las tinieblas, de la paz y de la adversidad.
No aceptar, no creer, no ser conscientes de esta realidad es ignorar a Dios. Y cuando ignoramos que algo sucedió por mandato de Dios, inevitablemente le estamos atribuyendo a otro la responsabilidad de lo sucedido.
Es como cuando en su casa usted encuentra algo roto o dañado y pregunta; ¿quién lo daño? Y no aparece el culpable. Cuando eso pasa, ninguno de nosotros acepta que aquel objeto se daño sólo. ¿Verdad que no?
Si Dios no es el responsable de las cosas que nos han sucedido, que nos parecen terribles. Alguien tiene que ser responsable, y el problema es que cuando responsabilizamos a otros de lo que Dios ha hecho, podemos tener serios problemas con Dios.
LA GRAVEDAD DE IGNORAR A DIÓS
Lo podemos ver en la siguiente historia: En el desierto cuando el pueblo dudó de la autoridad y de la dirección dada por Moisés, en lugar de ponerse a discutir con ellos, el hecho mano de la soberanía y del poder de Dios para mostrarle al pueblo su equivocación, y les dijo:
Números 16:29 al 30. Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió. 30Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.
Efectivamente se abrió la tierra y se tragó a los que estaban promocionando la rebeldía contra la autoridad delegada por Dios. Y no sólo se abrió la tierra, había allí 200 hombres ofreciendo incienso según ellos al Señor, y digo según ellos, porque al ignorar la autoridad dada por Dios en realidad lo estaban ignorando a él.
Sin embargo éste comportamiento es muy común en los hombres que se revelan contra Dios, es decir: el que se revela contra Dios para no reconocer su rebeldía, se justifica diciendo que está haciendo la voluntad de Dios. Eso precisamente era lo que estos hombres querían comunicar al estar rebeldes pero ofreciendo incienso al Señor.
Por eso no sólo la tierra se abrió tragándose a los líderes, también salió fuego y consumió a los que ofrecían incienso.
¿Pero semejante manifestación tan asombrosa convenció al pueblo de su error? ¿Si nosotros hubiésemos visto eso; ¿habríamos quedado convencidos de que Dios actúo respaldando la autoridad de Moisés? ¿Qué hizo el pueblo?
Números 16:41 El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová.
¿A quien culpó el pueblo de lo sucedido? (A Moisés) ¿Y nosotros? Cada vez que sucede algo en nuestra vida, reconocemos sin lugar a dudas que Dios ordenó que eso sucediera. ¿O tenemos la costumbre de culpar a los hombres, o al diablo que usa a los hombres, y entonces peleamos contra ellos?
Pensémoslo por un momento. Realmente reconocemos la soberanía de Dios en todo lo que sucede a nuestro alrededor, especialmente en aquellas cosas que consideramos malas y dolorosas, como las pérdidas, las enfermedades, aún la muerte.
LA NEGACIÓN DEL PECADO
¿Qué es lo que es capaz de cerrar ojos de los hombres, para no ver la realidad del poder, de la grandeza, de la justicia, del amor y de la soberanía de Dios?
Porque le aseguro que así como estos hombres ante semejante manifestación, ignoraron la mano de Dios en lo sucedido y culparon a los hombres, así somos capaces de hacer.
¿Cuándo sucede esto? Cuando no queremos reconocer nuestro pecado.
¿Que hiso Dios esa ocasión? Dios comenzó a matar a los que no habían reconocido la mano de Dios en lo sucedido, y contrario a lo que habían pensado cuando culparon a Moisés y Aarón, gracias a ellos no fue exterminado todo el pueblo. (Sólo murieron como 15.000)
Recuerdan que en el estudio anterior decía que no es necesario un milagro para que la gente se convierta… Lo que estamos viendo hoy es que por poderoso que sea un milagro el que no quiere hacer la voluntad de Dios no se convierte.
Además: ¿Cuántas veces gracias a las oraciones de nuestros hermanos, no somos consumidos como merecemos por nuestra rebeldía contra Dios?
Por esto es muy importante que no ignoremos en ningún instante la soberanía de Dios.
Cuando no perdemos de vista su soberanía, sabemos que nuestra respuesta ante las circunstancias es para Dios y no para los hombres.
Cuando somos conscientes de su soberanía no vemos en las circunstancias difíciles una disculpa para no obedecer si no la oportunidad para afirmar nuestra fe.
Cuando somos conscientes de la soberanía de Dios, los ataques de satanás y sus mentiras los vemos como una oportunidad de afirmar nuestro conocimiento y nuestra fe.
Cuando somos conscientes de la soberanía Dios nos sentimos verdaderamente cuidados y amados por Dios… pero ojo, con los pequeños pecados que si no corregimos nos impedirán corregir los grandes.