¿CUAL ES LA VERDADERA BENDICIÓN? – PARTE 4

¿CUAL ES LA VERDADERA BENDICIÓN?

PARTE 4

  1. INTRODUCCIÓN

Para nosotros los cristianos, los nacidos nuevo, los hijos de Dios, no debe haber la más mínima duda, que la verdadera bendición es el regalo de la salvación. Es decir; el ser perdonado por Dios y tener la certeza de que un día llegaremos a su presencia, porque hemos sido librados de la condenación eterna, es el mayor regalo que podemos recibir de parte de Dios.

Entender y creer esta verdad, cambiará nuestros objetivos en la vida, y nos permitirá asimilar de mejor manera, las cosas que Dios hace con cada uno de nosotros para llevarnos a la perfección. La escritura dice que además de lo que Dios hace, nos ha dado las herramientas para…

Efesios 4.12–13 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Este regalo de la salvación; el perdón y el camino hacia la perfección, está dispuesto para todos los hombres, sin embargo como insisti en el estudio anterior, el gran problema es que como no se consideran pecadores, no creen necesitar salvación.

Y algunos llegan a creerse tan buenos, que cuando se les habla de que necesitan ser salvados se molestan.  En cierta ocasión el Señor Jesús hablando con esta clase de personas les respondió:

Lucas 5.31–32 Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

Esto lo dijo porque los escribas y fariseos lo criticaba por andar con los pecadores. Y ciertamente como dijo Jesús, los sanos no tienen necesidad del médico ni los justos necesitan arrepentirse. Pero ni el Señor Jesús, ni la escritura en ningún momento han dicho que no hay pecadores, sino todo lo contrario, pues dice que no hay justo ni aún uno solo.  Por lo tanto todos necesitamos ser salvados.

En otra ocasión hablando de la importancia de la salvación contó la siguiente parábola:

Lucas 16.19–22 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado….

La parábola continua dando una serie de enseñanzas supremamente importantes. Una de ellas es que los hombres no necesitan que Dios haga un milagro para que se salven, pues las escrituras y los cristianos comunicando el mensaje son suficientes para que los hombres se puedan arrepentir. (Muchos que reciben milagros duran muy poco)

Esta parábola a sido mal interpretada, dando la enseñanza de que los ricos se condenan y que hay que ser pobre y miserable para poder salvarse.  Pero estoy seguro que esa no es la enseñanza, porque eso iría en contra de las enseñanzas de las escritura.

Contrario a esta mala enseñanza lo que en realidad está enseñando la parábola es: Que por espectacular que puede ser la vida de un hombre sobre la tierra, si se condena no vale la pena todo lo que pueda haber disfrutado, porque su vida por larga que sea es microscópica comparada con la terrible condenación eterna, por lo tanto, si no obtiene la salvación, mejor le hubiera sido no haber existido jamás.

El otro lado de la moneda es que por espantosa que pueda ser la vida de un hombre sobre la tierra, si se salva, esa salvación eterna es algo tan espectacular, que no importa cuánto sufrimiento haya tenido que soportar, de todos modos vale ampliamente la pena.

Pero como los hombres insisten en ignorar la eternidad, creen que lo único valioso es lo que ve, y por esto mismo se aferran enfermizamente a la vida y a las cosas materiales.

Pero la eternidad es una realidad, y como el deseo de Dios en su bondad es que todos los hombres se salven, El mueve  todas esas cosas que son valiosas para los hombres, ya sea para que el hombre se salve, o para que el hombre salvado crezca en salvación.

Y para esto como hemos visto, Dios que conoce el corazón de los hombres, puede a algunos dar las cosas en abundancia, mientras que otros hacernos vivir en escases, pero siempre con el mismo objetivo.

No es problema cuando los hombres reciben muchas cosas… Pero cuando hay escasez, enfermedad o malas relaciones familiares, el asunto se torna muy difícil, nuevamente por lo mismo, porque el hombre ni entiende ni aprecia la salvación que Dios le quiere dar. Es decir; el hombre piensa que está sufriendo sin razón alguna, y muchas veces injustamente.

Es por esto, que cuando se enseña acerca de la soberanía de Dios, los que tienen mucho llegan a burlarse porque no creen que sea Dios quien les haya dado, y los que tienen muy poco pueden resentirse y alejarse más de Dios, porque creen que están siendo tratados de manera injusta.

Este problema también lo pueden presentar algunos cristianos, que por su inmadurez, poca sabiduría y poca fe, terminan negando la soberanía de Dios, pues les cuesta trabajo aceptar que aquellas cosas especialmente dolorosas o trágicas, puedan proceder de Dios.

Sin embargo; cuando enseño que Dios es responsable de todas las cosas que sucedan a nuestro alrededor, no estoy haciendo una interpretación de la escritura que podría ser equivocada, yo solo estoy leyendo lo que la escritura dice con mucha claridad.

Por ejemplo; ante la queja del profeta por las terribles cosas que le sucedían al pueblo de Israel y a el, llego el momento en que Dios le hizo entender:

Lamentaciones 3.37 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?

Esta revelación tiene como objetivo corregir los argumentos que algunos profetas habían dado ante las “Injusticias de la vida”, pues ellos decían; “Dios no ve, Dios no está haciendo nada, Dios es muy justo para ver la maldad”

Hoy algunos dicen que la maldad no procede de Dios, que son los hombres los malos, y en eso sin ninguna duda tienen toda la razón. Sin embargo a pesar de ser así, como Dios está controlando todas las cosas que suceden a nuestro alrededor, por eso, corrigiendo a los profetas que no entienden, les dice algo así como…¿Quién se atreve a decir que está sucediendo algo fuera del control de Dios?

Si tomamos una de las cosas a las que el profeta se refería:

Lamentaciones 3.14 Fui escarnio a todo mi pueblo, burla de ellos todos los días;

Cuando el profeta le pregunta, Dios le dice que lo que sucedió él lo mando.  Eso quiere decir que tenemos que aceptar que Dios se hace responsable de la burla que recibió este hombre… Pero eso no quiere decir que Dios les ordenó burlarse a quienes lo hicieron, porque Dios, nos dice la escritura que ni siquiera nos tienta, mucho menos nos va a ordenar o a obligar a que comentamos un pecado.

Eso quiere decir que Dios organizó la situación, pero los que se burlaron de este hombre lo hicieron porque a ellos les dio la gana. Y por eso es que la escritura dice:

Mateo 18.7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

Los tropiezos son necesarios, porque son una de las herramientas que Dios está usando para que los hombres se acerquen a él, y para darnos crecimiento espiritual a nosotros sus hijos, por eso Dios manda, organiza, ordena estos tropiezos…  Pero ojo, dice; ”ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo  mostrando con claridad qué la persona que actúo mal tendrá que responder por lo que hizo.

Eso quiere decir que sí Dios ve que yo necesito ser robado para aprender una lección espiritual, sin obligar a nadie el logra que alguien venga y me robe, pero esta persona que me robó, insisto, sin ser obligada por Dios tendrá que dar cuenta por haberme robado.

Si necesito ser humillado por ser orgulloso, Dios sin ordenar ni obligar a nadie se consigue a alguien que me humille, pero esa persona que me humilló tendrá que dar cuenta por haberme humillado.

Pero está soberanía se refiere a lo que nos sucede, no a lo que hacemos, por eso es que no es válido que alguno diga; “yo le insulte a usted porque Dios es soberano” no, usted lo insultó porque concibió y ejecutó un pecado contra su prójimo, y de eso Dios lo hace responsable, aunque su pecado haya terminado siendo de bendición para el otro.

Eso quiere decir, lo eh explicado muchas veces pero algunos se enredan todavía, que la soberanía de Dios no aplica en lo que hacemos, sino en lo que otros hacen con o contra nosotros.

Cuando digo que no aplica en lo que hacemos, es porque algunos toman malas decisiones, se meten en relaciones prohibidas, en líos o problemas, y luego dicen; “Dios es soberano” Como diciendo que como Dios no los detuvo entonces Dios está de acuerdo con su mala decisión y aún con su pecado.

Eso es completamente falso, tomamos decisiones porque somos libres, pero respondemos por cada una de ellas sea buena o sea mala.

Insisto: Dios es absolutamente responsable de lo que sucede a nuestro alrededor, y nosotros somos absolutamente responsables de lo que respondemos ante esas circunstancias.

A eso se refiere la escritura cuando dice que Dios se hace responsable de lo que nos sucede, y por eso aunque suena muy duro o muy difícil de entender para algunos, la escritura dice:

1º Samuel 2.6–7  Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y hace subir. 7 Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece.

Pero todo esto lo hace para dar oportunidad a los hombres de recibir la salvación.

Por supuesto como estamos viendo, el no hace todas las cosas, pues también usa a los hombres, a las bestias, a los angeles, o a los demonios…  pero sin importar a quien use, lo cierto es que todos gracias a la autoridad y el poder de Dios, no podrán hacer sino sólo hasta donde Dios vea que es bueno para nosotros.

Gracias a ese control absoluto que el tiene, es que nos asegura que nunca llegara una situación más allá de la que podamos resistir, y que junto con esa situación nos dará la salida para hacer lo correcto.

Cuando uno entiende que Dios está usando a las personas a nuestro alrededor, con sus bondades o sus defectos para bendecir nuestra vida, nuestra forma de relacionarnos con ellos debe cambiar.

Porque no es lo mismo ver a las personas como amigas o enemigas, qué entender que las personas que nos aman o que nos odian, son instrumentos para nuestra bendición.

Eso quiere decir que recibiremos tanto amor de la gente como sea necesario para beneficiar nuestra vida espiritual, pero también recibiremos tanto menosprecio o ataques como sean necesarios para bendecir nuestra vida espiritual.

Cuando no entendemos el método y el propósito de Dios, cuando no entendemos lo que Dios nos quiere enseñar, eso hace que las lecciones se repitan una y otra vez y a veces por largo tiempo… siete tiempos es la expresión que a veces usa la escritura para mostrar que la situación no cambiará, hasta que Dios consiga lo que desea de nosotros.

Por todo esto cuando entendemos la soberanía de Dios pero tenemos planes diferentes de los que Dios tiene para nosotros… Entonces entender la soberanía es aterrador.

Pero si deseamos hacer la voluntad de Dios, entender la soberanía produce un gran descanso. La escritura dice:

Romanos 8.35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

La respuesta es que absolutamente nada nos puede separar, porque Dios con el control absoluto de todo lo que sucede a nuestro alrededor, es decir a través de su soberanía no permitirá que sucedan cosas que nos separen de su amor.

Es por esto que continúa diciendo:

Romanos 8.36–  Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.

Según los seres humanos lo peor que les puede pasar es la muerte, pues todas las demás cosas en cierto modo tienen remedio, pero para la muerte no hay remedio. Pero es tan grande la protección que recibimos gracias a la soberanía de Dios qué ni siquiera la muerte puede quitarnos la bendición.  Por eso continúa diciendo…

Romanos 8.37–39  Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Nuestra vida espiritual, nuestra salvación esta 100% protegida, y gracias a la soberanía de Dios absolutamente nadie puede dañar nuestra alma. Sin embargo hay una excepción, es decir si hay alguien que nos puede dañar el alma, y esa persona es, cada uno de nosotros.

El Apóstol Pedro lo explica de la siguiente manera:

1 Pedro 3.12   Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

Comienza mencionando que Dios está pendiente de cada uno de nosotros, de cada una de nuestras peticiones que responderá de manera que traigan bendición a nuestra vida. Pero que Dios está en contra de los que hacen mal…  Y luego dice:

1 Pedro 3.13   ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?

La respuesta es, absolutamente nadie.  Dios protege al 100% nuestra vida espiritual, de tal manera que nadie nos puede hacer daño si nosotros hacemos lo correcto. Es decir si hacemos la voluntad de Dios.

He tenido el cuidado de decir que Dios protege 100% nuestra alma y nuestra vida espiritual. Y no he incluido dentro de esa protección las cosas materiales, porque precisamente esas irán y vendrán de acuerdo a la necesidad de nuestro corazón.

Y es por eso, que refiriéndose a las cosas materiales incluido nuestro cuerpo, la escritura continúa diciendo:

1 Pedro 3.14–15   14Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 15sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

Más también… Si nos hieren, si nos torturan, si nos roban, si nos difaman, si nos abandonan… por estar haciendo lo correcto, entonces todavía más bendición habrá para nosotros.

Y como pase lo que pase si hacemos lo correcto seremos bendecidos, por eso dice “No tenga temor de ellos ni os conturbeis  La palabra conturbeis viene de culto y turbar, lo que el apóstol que está diciendo es que no deje que el miedo a estas personas, o el miedo a perder las cosas materiales dañen su culto, su relación con Dios, por qué no hay razón, ya que gracias a la soberanía de Dios sólo van a suceder aquellas cosas que traigan bendición a nuestra vida espiritual.

Es decir, insisto, estamos 100% protegidos, absolutamente nadie nos puede hacer daño si hacemos lo correcto.

Desde ese punto de vista, todas las cosas, las personas, los demonios se convierten en instrumentos que usa Dios para bendecir nuestra vida, y esos instrumentos por poderosos que sean gracias a la soberanía de Dios, no nos pueden hacer el más mínimo daño a nuestra vida espiritual.

Siendo esto así, la pregunta que nos podemos hacer, es: Si eso es cierto, si estamos 100% protegidos porque entonces la escritura dice:

1 Pedro 5:8  Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

¿Si estamos 100% protegidos porque tenemos que cuidarnos que el diablo no nos devore?

¿Será porque el diablo no está bajo el control de Dios? No. La escritura es muy clara en que el no puede hacer nada que Dios no le permita.

Y si lo que Dios le permite hacer es porque Dios sabe que trae bendición a nuestra vida; ¿Entonces porque debo cuidarme para que no me devore?

Supongamos que Dios organiza las cosas para que el diablo venga a enfermarme, para través de eso bendecir nuestra vida.

Si Dios lo organiza de esa manera, si es la voluntad de Dios que yo sea enfermado por el diablo para aprender una lección… Suena absurdo que yo tenga que estar pendiente para reprenderlo para que no me enferme, y suena absurdo porque mi oración estaría en contra de lo que Dios ha planeado.

Déjeme ser más específico. A veces Dios puede mandar una enfermedad, para que nosotros la reprendamos, la enfermedad se vaya y de esta manera hacer crecer nuestra fe.

Pero otras veces Dios puede mandar una enfermedad, para enseñarnos paciencia, y por más que oremos para que la enfermedad se vaya, esta no se ira hasta que aprendamos la lección que Dios nos quiere dar.

Un ejemplo de este principio lo podemos ver en la forma como oraron los discípulos en medio de la persecución.

Hechos de los Apóstoles 4.27  Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,

Están  diciendo que Herodes, Poncio Pilato, los gentiles, y el pueblo de Israel se unieron para atacar a Jesús y llevarlo a la muerte. Pero reconociendo la absoluta soberanía de Dios continúan diciendo…

Hechos de los Apóstoles 4.28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.

Están reconociendo, qué todo lo que sucedió, por malo que les haya parecido no se ha salido del absoluto control de Dios. Y si eso es lo que Dios había determinado que sucediera, cómo podría una persona que está de parte de Dios orar para que no sucediera.

Más aún si alguien hubiese orado por la protección de Jesús, de tal manera que no hubiera sido llevado a la Cruz, el resultado de esa oración si Dios la hubiese contestado, es que el plan de salvación habría fracasado y absolutamente nadie se podría salvar.

Orar en contra de lo que Dios ha determinado no es lo correcto, lo correcto es hacer la voluntad de Dios en medio de lo que Dios ha determinado, y eso es posible que cambie las decisiones de Dios.

Y por esto los discípulos continúan orando de la siguiente manera:

Hechos de los Apóstoles 4.27–31   29Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. 31Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

No pidieron protección, no pidieron que la persecución se detuviera, lo que pidieron es que en medio de las circunstancias pudieran compartir la palabra y que fueran respaldados por el poder de Dios. E inmediatamente recibieron la respuesta.

Eso quiere decir que si Dios me enferma para bendecir mi vida, hago una corta oración pidiendo sanidad,  y si no me sano en ese instante entonces continúo orando sin parar, pero para pedir que a través de esa enfermedad aprenda aquellas cosas que Dios me quiere enseñar.

O si Dios organiza una crisis económica para enseñarme a confiar en el, hago una corta oración pidiendo dinero, y si Dios no responde entonces continúo orando sin parar, pero para pedir que a través de esta crisis económica aprenda aquellas cosas que Dios me quiere enseñar.

Entendiendo esto podemos entender cómo es que el diablo nos quiere devorar,  y con toda seguridad, no es a través de las cosas que suceden a nuestro alrededor, porque Dios tiene el control.

La forma como el diablo nos devora, es haciéndonos pensar mal, es haciéndonos pensar que las cosas que suceden perjudican nuestra vida espiritual.

Porque cuando pensamos que las cosas que suceden dañan nuestra vida espiritual, como esas cosas han sido determinadas por Dios que sucedan de esa manera, entonces es Dios quien está dañando nuestra vida espiritual.

De esa manera sutilmente el diablo nos coloca en contra de Dios, y el resultado de eso es que terminamos desobedeciendo a Dios, que ya hemos visto qué es lo único que nos puede hacer daño.

Eso quiere decir que el diablo nos devora, cuando a través de sus mentiras nos lleva a desobedecer a Dios.

Ojo. No aceptar que las cosas que suceden a nuestro alrededor son para bendecir nuestra vida, es el resultado de estar siendo devorado por el diablo.

Porque él pensamiento correcto respecto de absolutamente todas las cosas que nos suceden es como manifestó José a sus hermanos:

Génesis 50.20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.

Son las palabras de quien entiende que a pesar de la envidia y de las malas cosas que hicieron sus hermanos, Dios tenía todo eso ogranizado para bendecirlo a él y a su pueblo.

Eso quiere decir que pensar que lo que otros hacen nos daña, efectivamente nos daña. Pero no porque haya sido el propósito de Dios, sino porque en nuestra incredulidad estamos negando el buen propósito de Dios con todas las cosas que nos suceden.

Pero no sólo somos devorados por el diablo cuando pensamos mal de lo que Dios está haciendo, también somos devorados cuando no aceptamos la soberanía de Dios.

Es decir, el pensamiento de que las cosas que nos parecen buenas provienen de Dios, y las que nos parecen malas vienen del diablo o de la gente, es el resultado de estar siendo devorado por Satanás.

Si buscamos en la escritura la primera agresión de Satanás contra el hombre, vamos a ver con claridad que el problema no está en lo que sucede o en lo que Dios ha hecho, si no en lo que pensamos de lo que Dios ha determinado.  La escritura nos cuenta:

Génesis 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?

A través de esta pregunta el diablo logró colocar duda, respecto de lo bueno de la situación en que Dios los había colocado.. Que era igual a decirles que esa situación los iva a dañar.

La mujer inicialmente se resiste, y le dice que esa situación es buena, qué lo que Dios quiere es evitar la muerte… pero inmediatamente Satanás con toda contundencia dice:

Génesis 3:4  Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;

Al decir esto le está insistiendo en que la situación no es buena, y que para liberarse de esto lo que tiene que hacer es desobedecer, y para motivarla a la desobediencia le continua diciendo:

Génesis 3:5  sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Es decir lo que Dios te ha prohibido hacer diciéndote que es malo, en realidade es muy bueno…

Esa es la forma como Satanás tiene a los hombres bajo su dominio, Dios en su soberanía hace lo correcto para bendecir a los hombres…. El diablo dice que lo que Dios ha hecho es malo, y a través de esto los motiva a desobedecer.

Por eso si Dios dice: Debes llegar virgen al matrimonio… el diablo dice: como se le ocurre, es una locura es muchísimo mejor llegar con experiencia, etc.

Y si Dios dice: Debes sujetarse a las autoridades. El diablo dice: como se le ocurre, para que abusen de usted, no se deje, rebélese, manipule la autoridad, desobedezca, no sea débil, etc.

Si Dios dice: En sus finanzas debes ser fiel con Dios y con los hombres. El diablo cualquier cosa se inventa para que los hombres, no sean fieles ni con Dios ni con los hombres.

Cuando el hombre cree las mentiras de Satanás, ya está siendo devorado, pues está comenzando a ver lo malo como bueno y lo bueno como malo. Por eso dice la escritura:

Génesis 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Ella lo vio como bueno, él lo vio como bueno, decidieron confiar en Satanás y no en Dios, y todos sabemos el resto de la historia.

Es decir, no sólo cuando algo nos sucede y pensamos que eso nos perjudica estamos siendo devorados por Satanás, también cuando pensamos que la desobediencia puede traer cosas buenas a nuestra vida, estamos siendo devorados por satanás. Y es por eso que la escritúra nos advierte:

1 Pedro 5:8  Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

No como borracho, no como dormido, con toda furia satanás quiere hacerte pensar mal de las situaciones y de los mandatos de Dios, para que te reveles contra el. Y logra meter mentiras tan elaboradas que algunos cristianos desobedeciéndole a Dios se siente bien.

Y este sentirme bien pecando, es decir este apego al pecado, es el que cuando Dios me coloca en ciertas situaciones y me pide hacer lo correcto, eso produce temor o dolor.

Nos da miedo hacer lo correcto porque quién sabe que nos pueda pasar. Nos da dolor hacer lo correcto porque no me quiero desprender de esto o aquello.

Por ejemplo: Los cristianos entendemos que si morimos vamos a la presencia de Dios, pero por causa de nuestra poca fe, es posible que si nos anuncian que vamos a ser perseguidos y posiblemente nos puedan matar, nos asustemos…

El Señor Jesús dijo a sus discípulos:

Mateo 10.27–28 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Les mando hablar la verdad, a predicar el evangelio, y como ya les había hablado de las persecuciones que vendrían, les dijo que no debían tener miedo de que destruyeran sus cuerpos, porque aunque esa sea la poseción más valiosa que tenemos por ser la que nos permite disfrutar de las demás posesiones, no vale prácticamente nada en comparación con el alma, y esa si no la pueden matar.

Eso quiere decir que las situaciones difíciles donde estamos apunto de perder la vida, o la familia o las cosas, son las que precisamente necesitamos para colocar en orden nuestros valores y nuestras prioridades.

Pero si cuando estamos a punto de perder algo que consideramos valioso, caemos en pecado para poder seguir disfrutando de eso que valoramos, entonces el diablo nos está devorando. Y el resultado es que cada vez seremos más esclavos del mundo, del demonio y de la carne.

Otro de los problemas en medio de esta situaciones donde estamos a punto de perder algo, es que la imaginación (La loca de la casa) vuela y nos imaginamos lo peor de lo peor… ese es también un ataque del diablo, porque lo que el Señor sigue diciendo es:

Mateo 10.29–31 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

Sólo va a suceder lo que Dios en su amor y en su sabiduría ha determinado que sea de bendición para nosotros, por eso no hay que temer, porque el temor de pensar que Dios no tiene el control nos puede llevar a desobedecer.

Continúa diciendo el pasaje:

1 Pedro 5:9  al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

Hay que resistir a sus ataques confiando en lo que Dios ha dicho.  Eso quiere decir que la mujer ha debido insistir en que Dios dijo…”Ciertamente morirás” pues si hubiera insistido en confiar en que Dios dijo que ciertamente moriría, no hubiera comido del árbol.

Es similar a decir, que si por cierta situación el diablo te dice que te están haciendo daño… debes resistirle en la fe diciendo: ”Todas las cosas ayudan a bien”  es decir esa persona o esa situación no me puede hacer daño si yo hago la voluntad de Dios!

Eso respecto de las cosas que Dios a ordenado que nos sucedan…  una enfermedad, una quiebra económica, una infidelidad, la muerte de un ser querido, cualquier cosa qué sea, no debemos dudar que traera enorme bendición para nuestras vidas.

Respecto de las decisiones que debemos tomar, igualmente debemos confiar que la mejor decisión es hacer la voluntad de Dios, y no dudar que cualquier cosa en la que desobedescamos a Dios, es porque el diablo nos tiene engañados haciéndonos perder bendición.

Y aún respecto de aquellas cosas en las que no tenemos certeza cuál sea la voluntad de Dios, por supuesto no me refiero a si debo o no fornicar, o si debo o no mentir, o si debo o no ser fiel, porque es muy claro lo correcto allí. Me refiero a cosas como por ejemplo; ¿debo aceptar o no ese trabajo, debo relacionarme o no con esta persona, debo casarme o no, con él o con otro?….  la solución que Dios nos da al respecto es muy sencilla:

Filipenses 4:6 al 7  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

No se afane por absolutamente nada, Dios es soberano. Pídale a Dios las cosas que usted cree que necesita. Agradézcale porque con toda certeza el oirá y contestara la petición de la manera que más nos convenga. Si nos conviene, será si, y si no nos conviene, será no.

Sabiendo que todo esta en las manos de Dios, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará… ¿Su casa? ¿Su carro? ¿Su familia? ¿Su negocio? ¿Su salud?… ¿Qué guardará? …¿Que dice el versículo?

Guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Cuando confiamos verdaderamente en Dios, no nos interesa mucho la respuesta, ojo, cuando confiamos verdaderamente en Dios no nos interesa mucho la respuesta, pues lo que en realidad nos interesa es que sea conforme a la voluntad de Dios, qué es lo mejor para nosotros.

Cuando confiamos en la voluntad de Dios, el si de Dios o el no de Dios producen el mismo gozo!

Eso es lo que enseña el pasaje, que si confiamos en que Dios dará la respuesta de acuerdo su voluntad, podemos descansar por qué no hay absolutamente nada mejor para cada uno de nosotros, que la voluntad de Dios se realice en nuestra vida.

Es por eso que con esa fe la respuesta afirmativa o negativa a nuestras peticiones nos dará igual, y eso significa guardar nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús..

La escritura continua diciendo:

Filipenses 4:8 al 9. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

Es una orden pensar en estas cosas y Satanás buscará que no pensemos en ellas. ¿A quien le vamos a hacer caso?

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