COMPLETOS EN EL
Los 300
I. INTRODUCCIÓN
No debe haber duda, como vimos en el estudio anterior que la vida cristiana es respuesta completa a la necesidad del hombre, por la sencilla razón de que Cristo está en nosotros, y por supuesto a Jesucristo no le falta nada, y además tiene todo el conocimiento y el poder para hacer lo necesario y llenar así todas nuestras necesidades. Es por esto que la escritura dice:
Colosenses 2:10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Estar completo en Él, significa que sólo lo necesitamos a El, porque como mencioné, El se encargará de absolutamente todo lo que podamos necesitar. Y cuando aclara que el es la máxima autoridad sobre todo principado y sobre todo poder que existe en el universo, lo hace para darnos la seguridad de que como no hay nadie con más más autoridad o con mas poder que el, entonces no hay nadie que pueda impedir que El cumpla lo que nos ha prometido.
Lo que El nos ha prometido, tiene íntima relación con el Nuevo Pacto, un pacto que comienza con Abraham y que se extiende hasta nosotros, Dios para asegurar la certeza de su cumplimiento, dice la escritura:
Hebreos 6.13–15 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. 15Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
Y así tal como Dios había asegurado el pacto se cumplió con Abraham, porque al final Abraham aprendido a esperar con paciencia, y eso le permitió disfrutar de la promesa.
En nuestro caso también es indispensable que aprendamos a esperar con paciencia para disfrutar de las promesas.
Y si nos preguntamos: ¿Por qué es necesaria la paciencia? La respuesta es, porque habiendo comenzado nuestra vida cristiana con el nuevo nacimiento, debemos ir conociendo las promesas y debemos ir creyendo en ellas, para poder disfrutarlas.
Si embargo hay que aclarar que, aunque la vida cristiana se vive solo por fe, es decir funciona porque confiamos en Dios, no podemos ignorar que la confianza en Dios se evidencia cuando le hacemos caso.
Si frente a una enfermedad mortal te ofrecen un remedio completamente gratis… sería una tremenda contradicción que tú digas que crees en la efectividad del remedio, si no te lo tomas.
Esta aclaración es importante porque tenemos la tendencia de engañarnos, diciendo que tenemos fe cuando no es cierto. Este asunto es muy claro en la carta del apóstol Santiago pues dice:
Santiago 2.14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
La respuesta a esta pregunta es no, no tiene salvación si no hubo una obediencia que demostrará que había una fe verdadera… En otra versión continúa diciendo:
Santiago 2.18–20 Uno podrá decir: “Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te mostraré mi fe con mis hechos.” 19Tú crees que hay un solo Dios, y en esto haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo. 20No seas tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una fe inútil.
Si la fe que tenemos no está acompañada de obediencia es una fe inútil, que no nos permitirá disfrutar de estar completos en el.
Y por eso hace la comparación con el demonio que también cree que Dios existe pero no le obedece, sin embargo los demonios al menos le tienen pánico a Dios, mientras que a veces los hombres desobedecemos a Dios sin ningún temor… Lo cual es evidencia de que no hay una fe verdadera.
A la pregunta: ¿Por qué algunas personas no disfrutan de la vida cristiana? La respuesta es porque aunque escuchan, seguramente hasta se emocionan porque dicen creer, pero al final no obedecen.
¿Cuál es el resultado de esto? Pues siendo el propósito de Dios limpiar nuestra vida de pecado, al no haber obediencia, seguiremos esclavos de nuestros pecados.
Y una persona que todavía es esclava del pecado, cualquiera que éste sea, los celos, la preocupación, la codicia, el rencor, la gula, la pereza, la tacañería, la rebeldía…. Por supuesto que no está disfrutando como debiera de la vida cristiana.
Y cuando esto ocurre en un verdadero hijo de Dios, es decir que ha nacido de nuevo, aunque Dios es inmensamente misericordioso, y además muy, muy paciente, llega el momento en que el por el amor con que nos ama, comienza a mover las circunstancias para convencernos de dejar nuestro pecado.
Lo normal frente a un pecado que descubrimos que estamos cometiendo al conocer la verdad de Dios, es que, por motivos de conciencia comencemos a dejarlo.
Es decir lo ideal es que sea en la conciencia lo que nos empuje a hacer lo correcto delante de Dios, pero cuando esto no ocurre, cuando endurecemos nuestra conciencia y no hacemos caso a Dios, entonces Dios en el momento preciso comienza a tratar nuestra vida para llevarnos a cambiar, es decir a obedecer.
Supongamos que usted confía en que tendrá una muy buena vida porque tiene mucho dinero… Y por esa razón no hace caso a Dios, porque se siente seguro con su dinero, o se siente seguro porque es una persona muy capaz, o se siente seguro porque tiene buenas relaciones, etc.
Como esas cosas que le dan seguridad son las que le hacen menospreciar la importancia de obedecer a Dios, llega un momento en que Dios comienza a mover esas cosas en las cuales tú confías, y al perderlas, tu confianza también desaparece…
En ese momento y circunstancia tienes dos opciones. Insistir en recuperar aquellas cosas en las cuales tú confías para sentirte seguro… o tomar la decisión de creerle a Dios y obedecerle para sentirte seguro en Dios. Ojo con esto…
La obediencia a Dios que nos permite disfrutar de las promesas, debe ser la razón de nuestra seguridad.
No es lo que tenemos, no es lo que sabemos, no son nuestras capacidades la razón de nuestra seguridad sino el saber que estamos obedeciendo al Todo Poderoso
En uno de los salmos del rey David podemos ver claro este concepto:
Salmo 20.6–8 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra. 7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 8 Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
Pero para llegar a pensar y a creer en esta preciosa verdad es necesario caminar en obediencia, para que nuestra fe aumente, hasta el momento en que no tengamos ninguna duda de que no hay absolutamente nada mejor para nosotros que obedecer a Dios.
Por no hacer esto es que vienen nuestras crisis en la vida cristiana.
Algo conocemos de Dios, algo conocemos de sus promesas, pero no tomamos la decisión de obedecerle ciegamente, porque tenemos razones para confiar en quien no obedeciendo nos va a ir bien…
. Y…. entonces al pasar el tiempo Dios nos mueve el piso, y destruye aquellas cosas en las cuales confiábamos, para quitar el estorbo que no nos deja obedecer.
¿Y cuánto puede durar esa situación difícil? Lo que sea necesario para que entendamos que nuestra verdadera necesidad es aprender a confiar y a obedecer a Dios.
Es importante entender que uno en realidad es esclavo de aquel en quien confía, eso quiere decir que cuando nuestra fortaleza está en las cosas del mundo entonces esclavos del mundo seremos.
En cierta ocasión el Señor le dice a su pueblo que no le quiere hacer caso…
Isaías 36.5–6 Yo digo que el consejo y poderío para la guerra, de que tú hablas, no son más que palabras vacías. Ahora bien, ¿en quién confías para que te rebeles contra mí? 6He aquí que confías en este báculo de caña frágil, en Egipto, en el cual si alguien se apoyare, se le entrará por la mano, y la atravesará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que en él confían..
¿En quién confías para que te rebeles contra mi? Sería bueno analizar en qué estamos confiando cuando desobedecemos a Dios. ¿En quién o en qué? Sería bueno saberlo porque no importa lo poderoso que sea aquello en lo cual confiamos a los ojos de Dios no es nada.
Es por eso que aunque Egipto era la potencia mundial de aquella época, Dios se refiere a ella como un bastón de caña muy frágil… pero no sólo frágil sino dañino, pues dice que si alguien se apoyan ese bastón le va a atravesar la mano.
Las cosas en que confiamos razón por la cual desobedecemos a Dios, con el tiempo siempre terminaran haciéndonos daño… y cuando eso suceda entonces terminaremos experimentando muchos faltantes.
El problema se puede complicar por la dificultad y la obstinación tan grande de no reconocer nuestros pecados, lo cual quiere decir que pecamos, experimentamos faltantes, y luego en medio de las crisis nos preguntamos: ¿Por qué Dios no está funcionando de manera adecuada?
Obviamente eso puede aumentar enormemente nuestra incredulidad y por supuesto nuestra desobediencia y todo se va complicar cada vez más.
Y entonces el concepto de que estamos completos en Él, y que por esa razón nada nos faltará, comenzamos a verlo como mentira porque no estamos disfrutando del amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, y templanza…
Pero cuál es la verdadera razón de no experimentar estar completos en El… la razón es que nuestra fe está depositada en otras cosas y esa confianza en otras cosas (o en nosotros mismos) nos lleva a desobedecer a Dios.
Eso le pasaba al pueblo de Israel… a pesar de estar en la tierra prometida donde Dios dijo que fluía leche y miel, a pesar de trabajar en la tierra, y aún a pesar de que la tierra si producía sus frutos, no los podían disfrutar por causa de sus enemigos…
Para poder salir de allí es importante ser conscientes de que es Dios quién está en el control de la situación, porque si pensamos que es el diablo, o la gente, o la naturaleza, o el gobierno, vamos a pelear contra ellos y cada vez nos atascaremos más.
Cuando alguien entiende que es Dios quien le está moviendo el piso pues obviamente se pone de acuerdo con Dios en lo que hay que hacer.
Cuando no entiende que es Dios entonces peleara contra todos los enemigos, pero Dios no lo dejará triunfar para llevarlo al momento en que reconozca que no puede más… Y entonces es posible que levante los ojos al cielo y le clame a Dios por su situación.
Eso fue lo que vivió el pueblo de Israel, por eso cuando reconoció su incapacidad para pelear contra los Madianitas terminan clamándole al Señor por su ayuda.
Sería más fácil si haciendo caso a la conciencia, sin importar cuanto nos duela dejar el pecado, pues le hiciéramos caso a Dios.
Pero cuando no es así, Dios toma acción para que como dicen los alcohólicos anónimos toquemos fondo, porque, quien no toca fondo no se puede restaurar. ¿A qué se refieren ellos cuando dicen esto?
El problema es que el alcohólico termina siendo al alcohólico, porque él piensa que puede manejar el trago. Y como cree que lo puede manejar sigue tomando siempre diciendo que va tomar poco… Y es eso lo que precisamente lo mantiene esclavo, hasta que reconozca que no lo puede manejar y por lo tanto no puede tomarse ni un solo trago.
El problema con el pecado, es que pensamos que no es grave, pensamos que lo podemos manejar, pensamos que las consecuencias no serán dolorosas… Y eso nos mantiene esclavos hasta que reconozcamos lo dañino, y lo imposible que es para nosotros dejar el pecado, entonces tocando fondo clamaremos a Dios por una solución.
Cuando el pueblo clamo reconociendo su incapacidad contra sus enemigos, lo primero que Dios hace es mandar un profeta qué les dice con toda claridad que están en esa pésima sucesión por causa de su pecado… sin embargo a veces ni así somos conscientes realmente del pecado!
Luego Dios escoge a Gedeón y le dice:
Jueces 6.12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
El Ángel Jehová es el mismo Dios, y lo primero que le dice a Gedeón es, ¡yo estoy contigo!
Y Gedeón como miembro del pueblo de Israel, por supuesto que había escuchado las historias del Dios poderoso que lo saco con hechos milagrosos de la esclavitud de Egipto… Y ese Dios súper poderoso es el que le dice, yo estoy contigo… Y entonces Gedeón se hace la pregunta que posiblemente muchos cristianos se han hecho…
Jueces 6:13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
¿Porqué si soy cristiano, porque si soy un hijo de Dios, porque vivo en esta situación tan complicada si se supone que Dios me está ayudando?
¿Por qué a ese cristiano le va también y yo tan fregado? ¿Porque a ese cristiano Dios le dio una esposa o un esposo maravilloso y porqué del mío Dios mío bendito no sé qué hacer con él?
¿Por qué ese cristiano vive tranquilo, gozoso, manifiesta mucha paz y yo lleno de angustias, de temores, de molestia, de rabia por las cosas que me toca vivir?
La respuesta a esta pregunta ya la había dado Dios a través del profeta… Por lo tanto cuando Gedeón hace la pregunta no había entendido que la razón de sus calamidades eran sus desobediencias
De la misma forma si nosotros no estando bien nos preguntamos, ¿porque? La respuesta siempre va a ser la misma, nuestra desobediencia.
Cuántas veces nos han dicho con claridad que no estamos haciendo caso y sin embargo seguimos haciendo las cosas mal pensando que esa no es la razón de nuestros problemas.
Y uno puede pensar: “Pero yo si estoy haciendo lo correcto” bueno eso pensamos a veces hasta que recibimos instrucciones de Dios y descubrimos que no es cierto.
El Señor no le dice nada a Gedeón, no porque no respondo sino porque ya lo había dicho, Y para hacerle entender le da las siguientes instrucciones:
Jueces 6:25 al 26. Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; 26y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado.
Se imaginan cuantas ceguera producto de pecar continuamente corrompiendo la conciencia… preguntando por que Dios no los respaldaba y en la casa de su propio padre tenían un altar a Baal.
La solución comienza a aparecer cuando destruimos aquellas cosas en las cuales confiamos que nos llevan a desobedecer a Dios.
Jueces 6.27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.
A veces convivimos con el pecado sin darnos cuenta de qué es pecado, hasta que Dios nos manda a hacerlo correcto.
A veces hasta pensamos que es fácil dejar de pecar, pero sólo cuando lo intentamos descubrimos todo lo que está en contra.
Hay quienes dicen que no tiene ningún problema con el dinero pero que trabajo ser fieles con los diezmos.
Otros que no tienen problema con la autoridad hasta que el marido comienza a dar órdenes.
Otros que no tienen problemas con su ego hasta que Dios comienza a tratarlos.
Cuando Gedeón entendió que debía destruir los ídolos del pueblo… entonces entendió que se tenía que oponer a lo que el pueblo pensaba, lo cual resultaba peligroso.
Efectivamente cuando los del pueblo se enteraron de lo que había hecho Gedeón quisieron matarlo.
Jueces 6.29–30 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: 30Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él.
Pero Dios que acomoda todas las cosas para nuestro bien, coloco palabras sabias en el padre de Gedeón el cual dijo a los hombres del pueblo que si Baal era Dios, que se defendiera el mismo.
Cumplido así el primer paso, destruir los ídolos, lo que el pueblo debería hacer era seguir las instrucciones de Dios.
Por supuesto hay que asegurarse que son las instrucciones de Dios. En este caso Gedeón tenía dudas acerca de si Dios lo quería usar para liberar al pueblo, y para salir de la duda pide una señal.
Jueces 6.36–40 Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, 37he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. 38Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. 39Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. 40Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.
Nos podemos preguntar: ¿Qué tan lícito es pedir señales? Y la respuesta es que en aquella época ni siquiera estaba completa la escritura, y además Gedeón quería confirmación sobre un asunto particular, en nuestro caso es absurdo, es necedad que pidamos señales sobre lo que está claramente ordenado en la escritura. (Será que debo robar o no Señor….)
Sobre asuntos particulares es posible que si… ¿Con quién debo casarme? Por supuesto después de haber revisado todos los principios respecto del asunto que consultamos.
Teniendo la certeza que Dios lo quería usar Gedeón reunio a todo el pueblo y va a la batalla contra los Madianitas. Pero aparece otro problema…
Jueces 7:1 Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del collado de More, en el valle. 2Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.
El ejército de Gedeón estaba compuesto de 32.000 hombres, y los Madianitas dice la escritura que eran como langostas y que sus camellos eran innumerables como la arena del mar. Es decir 30 al 2000 hombres eran pocos para combatir un ejército tan grande… sin embargo Dios dijo que era muchos.
El problema básico es que si tú crees que puedes vivir sin la ayuda de Dios entonces no le haces caso o dejas de hacerle caso, porque la confianza en nosotros mismos o en otros es lo que nos lleva a alejarnos de Dios. Recuerdan que leímos:
Isaías 36.5 Yo digo que el consejo y poderío para la guerra, de que tú hablas, no son más que palabras vacías. Ahora bien, ¿en quién confías para que te rebeles contra mí…
Si creemos que tenemos el poder de arreglar las malas situaciones que nos han sobrevenido por causa del pecado, entonces volveremos a desobedecer a Dios, porque pensamos que luego lo podemos arreglar.
El pueblo clamo a Dios porque se vio incapacitado de solucionar el asunto de los Madianitas pero si lo arreglan ahora pensando que fue por su buen ejército volverían alejarse de Dios, por eso Dios quería asegurarse que ellos reconocieran que fue la mano de Dios la que los libro.
Y para hacerlo hace que el ejército pase por algunas pruebas para reducir el número hasta que quedaron solamente 300 hombres, que Dios si podía usar para darles la victoria.
¿Quiénes fueron los desechados de participar en la batalla? El Señor dijo:
Jueces 7:3 Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.
Fueron desechados los miedosos… la escritura dice que el temor es la herramienta de Satanás, y por eso también dice:
1 Juan 4.18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
El temor no solamente es un enemigo del amor sino de la santidad, de la pureza, de la rectitud… por temor a sufrir de faltantes es que la gente continuamente comete pecados… por temor muchísimas veces soportamos el pecado de otro sin decir absolutamente nada… por temor a quienes ni siquiera son capaces de predicar la verdad… por temor no hay honestidad…. por temor no hay sinceridad…
Y algo que es todavía peor que todo esto es que el temor es contagioso… Usted tiene temor… y se acerca a hablar con otro creyente igual de cobarde… y le mete sus miedos, o él se los refuerza a usted.. y juntos se justifican… y van y contagian a otro y así sucesivamente… y todos se justifican.
Y si alguien les dice no tenga temor… Hágale caso a Dios… o descanse en el Señor… Usted lo critica por no preocuparse, o por duro el corazón, o porque le falta amor, etc. En lugar de reconocer su pecado. Por eso una de las leyes de la guerra decía:
Deuteronomio 20:8 Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.
Bastantes mensajes de Jesús comenzaban diciendo… no temáis…
Lucas 12:32 al 34 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 33Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 34Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
No tenga temor… despréndase del mundo… en la carta a los Colosenses que estamos viendo… después de hablar de la grandeza de Cristo, de que estamos completos en él, de que no debemos dejar engañarnos dice:
Colosenses 3:1 al 4. Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Continúa la historia en jueces
Jueces 7:4 Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá.
¿Como los selecciono?
Jueces 7:4 Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber.
El resultado:
Jueces 7:6 al 7. Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.
¿Quiénes fueron descalificados?
Los cómodos…. Los frescos… y podríamos preguntarnos ¿Y que tiene que malo que se tiraran de barriga a tomar agua?…. ¿O que se hubiesen puesto de rodillas?
No tengo dudas de que muchos no disfrutan de lo que Dios les ha regalado, por cómodos… porque no quiere sacrificar nada.
Pregúntese… cuantas cosas que no le gusta hacer, pero que sabe que son correctas hace para Dios.
Tiene discípulos aunque no quiere tenerlos porque sabe que Dios lo desea; tiene un grupo de oración aunque no quiere tenerlo porque le incomoda y le quita tiempo, pero lo tiene porque Dios desea que lo tenga; es fiel con sus finanzas aunque no quieres pero lo haces porque Dios quiere que lo seas; vienes a los tiempo de oración los miércoles aunque implica un esfuerzo pero lo haces porque sabes qué es lo que Dios desea!!!
Con yo somos muy cómodos, con los hombres y hacemos muchas cosas que no nos gusta hacer porque toca pero con Dios lo que no nos gusta no lo hacemos por nuestra comodidad, por no querer sacar tiempo, por no dejar de hacer otras cosas que no tienen valor…
Como decía alguien alguna vez a veces con Dios las sobras del tiempo, las sobras del dinero, las sobras de las emociones…
Con que facilidad algunos no vienen a la reunión… con que facilidad se dejar de orar…. Con que facilidad no se estudia la escritura… con que facilidad se deja de ser fiel con el dinero…
¿Y porque la comodidad?
Creo… no estar equivocado que la comodidad se origina en la ignorancia, en la falta de conciencia de lo que realmente está pasando. Es decir los cristianos no tienen idea de los destructivo que es el pecado en su vida… no tienen ni idea de lo que se están perdiendo… no tienen ni idea de lo que van a cosechar… y toda esta ignorancia se origina en no creerle a Dios y su palabra.
Y el resultado… que mientras no haya terremotos, ni crisis, ni enfermedades mortales… seguirán siendo cómodos en su relación con Dios.
Pero para conseguir dinero algunos no son cómodos… para levantarse la chica para fornicar algunos no son cómodos… para prácticar el deporte que les gusta no son cómodos…
Otra de las leyes de la guerra decía:
Deuteronomio 20:5 al 7. Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la estrene. 6¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la disfrute. 7¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome.
La comodidad en la relación con Dios también puede surgir de estar disfrutando de todas las cosas.
Siguiendo la historia vemos que es con los poquitos que fueron valientes y diligentes que Dios obtuvo la victoria.
Jueces 7:7 Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.
Así que la conclusiones no sea temeroso, no sea cómodo, hágale caso al Señor, enfrente su pecado que es la razón de no disfrutar de estar completo en el, y obedezca con paciencia hasta que Dios haga todo lo que tiene que hacer en su vida y pueda disfrutar de la vida cristiana realmente maravillosa.
Y por otro lado, los madianitas bien pueden representar a los incrédulos, Y como creyentes la idea es que los ataquemos que en realidad quiere decir que le compartamos de Cristo… Jackie nuevamente los dos enemigos comunes el miedo de invitar a la reunión, el miedo de compartir, el miedo de tener discípulos, el miedo de tener un grupo de oración o una cédula de edificación…
O el pecado de la comodidad, que nos impiden sacar tiempo para buscar el reino de Dios y su justicia.
Y si ante estas demandas del Señor piensa que no puede, acuérdese que cuando usted no puede es cuando Dios si puede.
El apóstol Pablo nos cuenta su experiencia a este respecto:
2 Corintios 12.7–10 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.