CONCEPTOS FINANCIEROS CRISTIANOS
EL DIEZMO
I. INTRODUCCIÓN
El asunto de las riquezas materiales, más específicamente el dinero ha sido algo que por la gran importancia que el hombre le da, se ha convertido en un tema muy difícil para muchos más aún cuando en el medio cristiano se han dado una serie de enseñanzas, entre ellas completamente opuestas que dificultan aún más poder entender con claridad lo que Dios desea respecto de este tema.
Esta es una de las razones por las cuales algunos cristianos toman la decisión de manejar las finanzas como a ellos les parece, haciendo caso omiso de las múltiples y aún contradictorias enseñanzas que según algunos proceden de la escritura, y aun llegando a pensar que es un tema que no es muy importante dentro de la vida cristiana por lo cual prefieren seguir manejándolo como lo hacían antes de conocer al Señor.
Pero contrario a esta manera de pensar, las palabras de Jesús nos muestran que es un asunto de suprema importancia, tanto que va a definir aún nuestra herencia celestial.
Lucas 16:9, 13 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas…13Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Por supuesto no podemos entender estas palabras como si Jesús estuviese enseñando que con nuestro dinero vamos a obtener la entrada al cielo, pues la escritura enseña que la salvación es un asunto de la gracia de Dios, no por obras, por lo cual la correcta interpretación de las palabras de Jesús es que un auténtico cristiano tiene un comportamiento financiero que evidencia la veracidad de su conversión y es tan determinante el asunto, que llega a asegurar que no es posible tener un mal comportamiento respecto de las riquezas y al mismo tiempo estar sirviendo a Dios.
Ninguno quiere decir ninguno. Según esto cuando un creyente no maneja sus finanzas según lo ordenado por Dios y piensa que su vida espiritual está bien, esta engañado por Satanás, porque con toda claridad Jesús afirmó que quien sirve a las riquezas, y una evidencia contundente de servir a las riquezas es no hacer caso a Dios respecto de ellas, entonces el resultado inevitable será no poder servir a Dios,pues el amor a las riquezas es evidencia del menosprecio y el aborrecimiento que se tiene por Dios.
¿Por qué este asunto es tan importante y tan determinante en nuestra relación con Dios? Porque cuando el hombre por su pecado dejo de confiar en Dios comenzó a confiar en su propio poder, y el dinero y/o las posesiones materiales son para el hombre la representación de su poder. (De su Dios)
Eclesiastés 10:1 Por placer se hace el banquete, el vino alegra a los vivos y el dinero responde por todo.
En otras versiones: el dinero sirve para todo; Más para eso hace falta dinero.
Esta importancia que el hombre da al dinero le permite a Satanás usarlo para enredarlos y mantenerlos alejados de Dios, por esto el cristiano debe poner especial cuidado en esta área para hacer la voluntad de Dios y no perder bendición. Por esta dificultad que algunos manifiestan, de dejar que Dios maneje su área financiera es que algunos han llegado a decir que lo último que se convierte es el bolsillo, pero la realidad y las escrituras muestran que esta frase que puede ser usada como disculpa no es válida. Por ejemplo:
Lucas 19:8 al 10 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
La escritura nos habla de un hombre recién convertido, un hombre rico que cambia por completo su comportamiento financiero. Pero el comportamiento financiero no sólo puede definir quién es auténtico cristiano o no, también como mencione antes, va a definir el tamaño de la herencia que recibiremos después de esta vida. El Señor Jesús dijo:
Lucas 16:10 al 13 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. 11Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? 12Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
Si aquí en la tierra no aprendemos a ser fieles con Dios en lo muy poco, entendiendo por poco las riquezas materiales, la decisión que Dios tomara es la de no darnos lo verdadero, es decir no tendremos riquezas en la otra vida pues nuestra infidelidad con Dios en el presente, asegura que no seremos fieles con las riquezas verdaderamente valiosas que Dios planea entregarnos.
Contrario a esto quien aprende a ser fiel en lo poco, recibirá verdaderas riquezas pues su fidelidad en el presente asegurará su fidelidad en la otra vida.
II. EL DIEZMO
Cuando el Señor Jesús fue interrogado respecto de nuestra responsabilidad financiera como creyentes en el mundo, él contesto:
Mateo 22:17 al 22Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? 18Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? 19Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. 20Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? 21Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. 22Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron.
Por lo tanto no hay duda de que debemos ser correctos en todos nuestros manejos financieros en el mundo, e igualmente debemos cumplir financieramente con Dios. Pero; ¿cuál es nuestra responsabilidad financiera con Dios? El siguiente pasaje nos enseña lo siguiente:
Malaquías 3:8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
Las palabras del Señor a su pueblo muestran con claridad que el hombre debe cumplir con sus diezmos y ofrendas y que quien no lo hace indiscutiblemente está robando a Dios. Esto corrobora nuevamente las palabras de Jesús de qué quien sirve a las riquezas menosprecia a Dios.
Sin embargo ante esta responsabilidad no faltan quienes enseñen que el diezmo no es una responsabilidad del creyente en esta época. ¿Pero será verdad esta afirmación? ¿Qué nos enseñan las escrituras?
A. ¿DESDE CUÁNDO EXISTE EL DIEZMO?
El principio del diezmo es algo muy antiguo sobre la tierra, según los historiadores los pueblos paganos acostumbraban a sostener con el diezmo a los sacerdotes de los diferentes dioses en quienes creían. Igualmente se dice que Tare padre de Abraham, junto con su familia servían en uno de estos cultos idólatras y que Abraham si no hubiese sido llamado por Dios sería el sucesor de su padre.
Pero Abraham es llamado a servir a Dios, y es el primero que encontramos en la escritura cumpliendo con su diezmo al verdadero Señor.
Génesis 14:18 al 20. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
Este pasaje resulta de especial importancia porque muestra el comportamiento del padre de la fe aproximadamente 430 años antes de venir la ley, lo cual muestra que el origen del diezmo no tienen nada que ver con la ley de Moisés o viejo pacto, por eso cuando éste es reemplazado por el Nuevo Pacto el principio del diezmo sigue intacto.
Esto mismo, y su importancia para nosotros los que nos relacionamos con Dios bajo el Nuevo Pacto lo explica el apóstol Pablo cuando dice que la justificación por fe es para aquellos circuncidados o no, que siguen las pisadas de la fe de nuestro padre en la fe, Abraham:
Romanos 4:11 al 12Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
El pasaje aclara que no es la circuncisión o la incircuncisión la clave para recibir la justificación por fe, eso fue una señal, pero la justificación por fe, es sólo para aquellos que siguen las pisadas de fe que tuvo Abraham antes de ser circuncidado.
¿Cuáles son esas pisadas de fe que tuvo Abraham que le llevaron a recibir la justificación?
La circuncisión aparece en el capítulo diecisiete del Génesis, la justificación por fe la recibe Abraham en el capítulo quince cuando le cree al Señor que tendrá un heredero. Los acontecimientos que encontramos antes de recibir la justificación por fe son: abandonar su tierra, su parentela, luego salir de Egipto adonde fue por ayuda, liberar a Lot, entregar el diezmo a Meiquisedec y creer en la promesa de un heredero.
Es la fe el común denominador de todas estas acciones de Abraham, (las pisadas de la fe) cada una de estas cosas que hizo Abraham se convierte en un ejemplo de lo que nosotros como creyentes debemos hacer, ninguna de estas cosas que hizo Abraham han sido mencionadas en el Nuevo Pacto como algo que no debe hacerse, el Señor Jesús también enseña de una y otra forma que ese debe ser nuestro proceder, y entre estas cosas que hizo Abraham está el cumplimiento del mandato del diezmo.
Si cumplir con el principio del diezmo es uno de los pasos de fe que siguió a nuestro Padre Abraham, y solo los que siguen los pasos de fe de Abraham reciben la justificación por fe: ¿Porque algunos pretenden eliminar el principio del diezmo, peor aún echando mano de la ley del viejo pacto, cuando la escritura nos muestra que el diezmo es anterior a esta ley, y cuando bajo el Nuevo Pacto nunca ha sido eliminado?
B. PRINCIPIOS BÁSICOS ACERCA DEL DIEZMO
Este mandato contiene algunos principios que son muy importantes. Dice la escritura:
Génesis 14:18 al 20. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y lo bendijo, diciendo:«Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos». Y le dio Abram los diezmos de todo.
Según la carta a los hebreos Meiquisedec es hecho semejante al hijo de Dios, y estaba cumpliendo la función de sacerdote del Dios altísimo, al mismo tiempo era rey de la ciudad de Jerusalén. Meiquisedec bendice a Abraham, lo declara propiedad de Dios e igual declara que es Dios el protector y el proveedor de Abraham y en respuesta Abraham le da los diezmos de todo.
De este pasaje podemos sacar los siguientes principios que por ahora sólo voy a mencionar para explicarlos en detalle más adelante:
1. El diezmo es para Dios
2. El mayor bendice al menor
3. El que es bendecido entrega el diezmo de todo lo que Dios le da
4. Se entrega el diezmo como un reconocimiento de ser propiedad de Dios
5. Entregar el diezmo es un reconocimiento de la protección y la provisión de Dios
III. EL EJEMPLO DE JACOB
El siguiente personaje que encontramos en la escritura, también mucho antes de la ley que cumple con el principio del diezmo es el patriarca Jacob. La escritura nos cuenta:
Génesis 28:20 al 22. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
La oración de Jacob puede considerarse como el inicio de una relación con Dios, “Jehová será mi Dios” en esta oración Jacob en realidad le pide a Dios que cumpla con ciertas cosas que a través de un sueño Dios le había comunicado que iba a hacer con él. Es decir, Jacob no está pidiendo nada fuera de lo que Dios ya había prometido, y si Dios le cumple promete ser fiel con el diezmo de absolutamente todo lo que Dios le dé.
Igual que en el caso de Abraham podemos ver que lo que Dios promete a este hombre es en realidad lo mismo que Dios promete para nosotros bajo el Nuevo Pacto por lo tanto deberíamos responder de la misma manera siendo fieles con el diezmo.
Si va Dios conmigo….. Dios está con todo auténtico creyente.
Si me guarda y me sostiene…. Dios guarda y sostiene a todo creyente. (También a los incrédulos pero ellos no honran a Dios)
Si vuelvo en paz a casa de mi padre…. Jesús dijo ” en la casa de mi padre muchas moradas hay voy pues a preparar lugar”
Esta piedra… será casa de Dios……somos piedras vivas, somos templo del Espíritu Santo.
De todo lo que me des el diezmo apartaré para ti…. Eso exactamente debemos hacer todos los que somos cristianos.
IV. ¿DE QUIÉN ES EL DIEZMO?
Es importante responder con claridad a esta pregunta pues su respuesta cambia por completo el concepto de cumplir o no cumplir con el diezmo. La escritura enseña que absolutamente todas las cosas son de Dios:
Levítico 25:23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es
No vender la tierra a perpetuidad es en realidad arrendarla, y la razón que Dios da es que la tierra es suya, por esta razón no podemos vender lo que no es nuestro. Sin embargo Dios en su generosidad y misericordia nos da (de la tierra) el sustento para vivir, mientras viene por nosotros para llevarnos a gobernar con él en el milenio. Pero aclara que de ese 100% que nos da, sólo el 90% es para nosotros pues el 10% o sea la décima parte no es nuestra, es de Él.
Levítico 27:30 »El diezmo de la tierra, tanto de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, es de Jehová: es cosa dedicada a Jehová.
En este pasaje como en muchos otros no dice que el diezmo es para Dios. Lo que dice es que es de Dios. Entender esto es de suprema importancia porque hay una gran diferencia entre pensar que el diezmo es mío y yo lo entrego, a pensar que el diezmo es de Dios y yo lo devuelvo.
Si yo le doy a alguien 100.000 pesos y le digo ” 90.000 son tuyos y 10.000 son de fulano. ¿Qué pasa si ésa persona se queda con lo de fulano? ¿Qué está haciendo esta persona? ¿A quién está robando? ¿A quién se los entrego… o al destinatario que no le llegó?
En otras palabras diezmar no es un acto de generosidad, es un asunto de responsabilidad, honestidad y fidelidad con Dios y con la persona a quien Dios ha destinado ese diezmo. Quien no lo hace no está siendo ni responsable, ni honesto, ni mucho menos fiel con Dios y con sus siervos.
V. EL DIEZMO BAJO EL NUEVO PACTO
Ya dijimos que el diezmo es algo que encontramos que cumplen los hombres de Dios cientos de años antes de que apareciera la ley, en términos generales vemos que cuando la escritura menciona el diezmo de Abraham, dice que le entregó los diezmos de todo y en el caso de Jacob el compromiso es entregar los diezmos de todo lo que Dios le dé.
Hay mucho que desconocemos acerca de los mandatos y la relación con Dios con estos hombres antes de la ley, sin embargo lo que conocemos es suficiente para poder entender y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
En el caso de Abraham cuando Dios le está confirmando la promesa de que en el serán benditas todas las naciones de la tierra dice que la razón es:
Génesis 26:5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Por supuesto entendemos que cuando Abraham guardó el precepto, los mandamientos, estatutos y leyes, el lo hizo por fe. Es decir la fe fue el motor que le llevó a vivir de acuerdo a lo ordenado por Dios.
Sin embargo es muy poco lo que conocemos acerca de todo lo que Dios le pidió que guardara, por tal razón es importantísimo que no especulemos acerca de lo que no sabemos, y nos aferremos a lo que con claridad podemos leer.
Es decir no sabemos qué tantos principios o mandamientos le dio Dios acerca del diezmo, de las ofrendas, de los sacrificios, etc. Por lo cual considero muy importante que nos centremos en lo que podemos aprender cuando le entregó los diezmos a Meiquisedec.
Ya bajo la ley de Moisés vemos una serie de normas y principios acerca del diezmo, por ejemplo había varios diezmos, había una serie de ofrendas que eran obligatorias y ésa es precisamente la razón por la cual en Malaquías el Señor dice que quien no ofrenda también está robando Dios.
En el nuevo testamento pasa algo similar, la escritura dice que las cosas escritas son suficientes para que creamos en el Señor, pues no cabrían en los libros todas las cosas que Señor hizo.
Respecto del diezmo el Nuevo Testamento aunque no lo menciona usando la palabra diezmo, si es muy claro que sigue siendo algo que Dios quiere que hagamos, para sostener de esta manera a quienes trabajan de tiempo completo en la obra del Señor.
Por otro lado no aparece en ninguna parte del nuevo testamento, o del Nuevo Pacto la más mínima insinuación de que diezmar es algo que no debemos hacer, y si no aparece ni una sola insinuación, pues mucho menos aparece alguna prohibición de diezmar, como si hacerlo en esta época fuera pecado.
Contrario a enseñar que el diezmo ya no es necesario, vemos al apóstol Pablo argumentando y enseñando acerca de la responsabilidad y el derecho que tienen los siervos de Dios, de ser sostenidos por aquellos a quienes ministran las cosas de Dios.
El siguiente pasaje está hablando del derecho y de la obligación de sostener a aquellos que trabajan de tiempo completo en la obra, no está hablando de la generosidad que debe haber entre los cristianos, no está hablando de ofrendas voluntarias, ni tampoco está hablando de los pobres en la iglesia, que deben ser ayudados por los hermanos en la fe.
El apóstol está hablando de que él como siervo tiene el mismo derecho de ser sostenido con los diezmos, al igual que los sacerdotes en el templo eran sostenidos con los diezmos y las ofrendas obligatorias.
1 Corintios 9:1 al 14 ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
3Contra los que me acusan, esta es mi defensa: 4¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? 5¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? 7¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
8¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? 12Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
El apóstol comienza haciendo una defensa de su ministerio, por esto comienza a dando una serie de razones, en primer lugar para demostrar que es un siervo del Señor, un apóstol.
Luego continúa diciéndole a los que le acusan, que él tiene derecho como siervo de Dios a ser sostenido sin trabajar, dando a entender qué él tiene derecho a dedicarse por completo al ministerio y ser sostenido por aquellos que reciben el beneficio espiritual que él, por la gracia de Dios siembra en ellos.
Y completa el argumento hablando de cómo los que servían en las cosas sagradas y los que servían al altar eran sostenidos por el templo y el altar, que eran los que recibían los diezmos y las ofrendas obligatorias para sostener a los sacerdotes.
Ciertamente no nombra la palabra diezmo pero es innegable que bajo la ley de Moisés los sacerdotes eran sostenidos por los diezmos y las ofrendas que eran obligatorias.
Y es también por esta razón, porque se estaba refiriendo a los diezmos, que en ningún momento en este pasaje, que habla de sostenimiento de los siervos, menciona la ofrenda voluntaria como medio de su sostenimiento, ni menciona que cada uno puede dar como Dios coloque en su corazón, ya que cuando se diezma no se hace de acuerdo a lo que hay en nuestro corazón, sino a lo que hay en nuestro bolsillo, es decir el 10% de lo que Dios nos ha dado.
Y concluye su argumentación mencionando la orden del Señor para los que anuncian el evangelio con dedicación exclusiva (habla de su derecho de no trabajar) y es que deben vivir del evangelio, entendiéndose por esto que deben ser sostenidos con los diezmos.
Y no sólo deben ser sostenidos de los diezmos, hay cierto privilegio (doble sueldo) a los ancianos que gobiernan y trabajan en predicar y enseñar.
1 Timoteo 5:17 al 18 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 18Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario
Es decir no hay duda que éstos pasajes nos enseñan que los cristianos debemos seguir diezmando para sostener con los diezmos a los que trabajan en la obra de Dios.
Sin embargo al no estar bajo la ley entendemos que aunque se respalda en la ley, el diezmo al que se refiere y que debemos dar, no es el diezmo de acuerdo a lo pedido por la ley que ascendía a más del 30% de los ingresos, sino de acuerdo a lo practicado antes de la ley por el Padre de la fe Abraham, es decir el 10% de todo lo que Dios nos dé.
Para los que no aceptan el principio del diezmo en el nuevo testamento, aunque ya lo mencione déjenme preguntarles: ¿hay algún pasaje en la escritura que prohíba la práctica del diezmo bajo el Nuevo Pacto? No lo hay.
Como si lo hay respecto de la circuncisión, o de los sacrificios y de otras muchas cosas que quedaron atrás por no ser necesarias o por estar incluidas dentro del viejo pacto. Además respecto del diezmo el argumento de que era de la ley es completamente equivocado, pues el diezmo comenzó a practicarse 430 años antes de venir la ley, y el argumento de que era para los judíos solamente tampoco es cierto pues nosotros gozamos de los privilegios del Nuevo Pacto, aunque éste fue hecho inicialmente con el pueblo judío.
VI. LAS OFRENDAS BAJO EL NUEVO PACTO
Respecto de las ofrendas en el Nuevo Testamento también entendemos que no se trata de las ofrendas obligatorias exigidas en la ley, y como no tenemos conocimiento de los mandatos que Dios le dio a Abraham acerca de las ofrendas, debemos guiarnos por lo que podemos ver en el libro de los hechos y las cartas doctrinales.
Y ellas nos muestran que al comienzo de la iglesia, por causa de la persecución fue muy necesario hacer énfasis en las ofrendas que los cristianos deberían hacer, para aquellos hermanos que estaban en necesidad, cumpliendo con el principio enseñado que dice:
2 Corintios 8:13 al 15 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, 14sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, 15como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
Fijémonos que en este pasaje, a diferencia del pasaje en el cual habla del sostenimiento para los siervos, no hace mención de la ley, ni nombra los sacerdotes que eran sostenidos con los diezmos por trabajar en el templo, y la razón de no mencionarlos es, porque en este capítulo y en el siguiente el apóstol está hablando de la ofrenda para los santos, para los hermanos en la fe que estaban en necesidad, por eso el pasaje que usa para motivarlos a ofrendar, es el de él mana en el desierto cuando Dios alimenta al pueblo dando la porción necesaria, para que los que necesitaban más o los que necesitan menos, ni les sobrara ni les faltara.
Esta ofrenda a diferencia del diezmo, si es de acuerdo a lo que hay en el corazón, por eso el apóstol comienza el capítulo dándoles testimonio de la generosidad de la iglesia de Macedonia para motivarlos a dar más:
2 Corintios 8:1 al 5 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; 2que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 3Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, 4pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. 5Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;
El apóstol cuenta que era una iglesia que estaba pasando por una gran tribulación, que además tenían una profunda pobreza, pero a pesar de eso estaban inmensamente felices y se portaron con muchísima generosidad, mucho más allá de lo que esperaban, al punto que rogaron para participar del privilegio de ofrendar para los santos… Y todo esto como consecuencia de que habían dedicado sus vidas al Señor.
El apóstol Pablo en su carta a los romanos menciona el destino de esta ofrenda voluntaria dada por algunas iglesias:
Romanos 15:26 al 27 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. 27Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales.
Dándonos claridad que esta ofrenda voluntaria, era para los santos pobres que estaban en Jerusalén, que además eran gentiles, y no para los siervos que vivían de anunciar el evangelio.
También por ser una ofrenda voluntaria respecto de la cantidad, en el siguiente capítulo en el cual sigue hablando de la solicitud que ellos deben tener en recoger ese dinero para los pobres, les dice:
2 Corintios 9:5 Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra.
Que los exhortó, que mandó a los hermanos para que prepararan la ofrenda, que cumplieran de acuerdo a lo prometido, y que estuvieran listos para que no pareciera una exigencia sino una muestra de generosidad. Es decir no parece tan voluntario el asunto de dar la ofrenda, sino una verdadera obligación de amor para con los hermanos en la fe, que son pobres o que están en necesidad. En otra parte la escritura dice:
Santiago 2:14 al 17 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Mostrando que el verdadero cristianismo debe llevarnos a ser responsables por nuestros hermanos en la fe que están en necesidad; si teniendo con qué, no les ayudamos, esa podría ser una muestra de que no somos auténticos cristianos. Pero aunque sea una obligación ayudar a los hermanos en la fe, no hay una cantidad establecida con la cual debemos ayudarles, (no es como el diezmo que es la décima parte) por esta razón el apóstol les dice dos cosas:
2 Corintios 8:12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.
Lo más importante es que haya voluntad de ayudar a los hermanos en la fe, pero cada uno debe ayudar según lo que tenga, y si no tiene no debe sentirse mal por no poder ayudar. Pero si está la voluntad dispuesta, y tiene con que ayudar entonces el apóstol les dice:
2 Corintios 9:6 al 8 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
Que de acuerdo a su generosidad, si dan de acuerdo a lo que han propuesto en su corazón, sin tristeza y sin necesidad, serán bendecidos por Dios. Igualmente menciona en ese capítulo que cuando se dan ofrendas para los cristianos que están en necesidad, eso trae muchas bendiciones, mucho agradecimiento y muchas oraciones a Dios.
Por lo tanto la ofrenda para los hermanos que están en necesidad es prácticamente una obligación pero la cantidad que damos es algo que depende de nuestra generosidad.
VII. PRINCIPIOS BÁSICOS ACERCA DEL DIEZMO
A continuación vamos a revisar los principios que mencionamos que se cumplieron cuando Abraham entregó su diezmo a Meiquisedec.
A. EL DIEZMO ES PARA DIOS
La escritura en la carta a los hebreos nos muestra que Melquisedec es semejante al hijo del hombre, por eso el primer principio y tal vez el más importante es que el diezmo en realidad es entregado al Señor, pero a través de la persona que Dios designe como su representante.
En esa ocasión fue entregado a Meiquisedec, cuando Meiquisedec desaparece Dios les ordena seguir guardando el diezmo en sus casas hasta que él designe un lugar y un tiempo donde éste sea consumido, cuando viene la ley es entregado a los levitas, y ahora bajo el Nuevo Pacto el apóstol Pablo enseña que debe ser entregado a quienes viven de predicar el evangelio.
1 Corintios 9:13 al 14 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
¿Dónde entonces debe entregar el diezmo el cristiano? En la iglesia a la que pertenece, que obviamente debe ser en la que sirve y se alimenta espiritualmente.
B. EL MAYOR BENDICE AL MENOR
Entregar el diezmo a quien lo bendice es un reconocimiento de la autoridad de Dios que hay en esta persona. Por lo mismo, no entregarlo es falta de sujeción y una evidencia de no reconocer la autoridad.
Hebreos 7:4,7 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos…. 7Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor…
C.ES UNA ACEPTACIÓN DE SER PROPIEDAD DE DIOS
Cuando Meiquisedec bendice a Abraham lo declara propiedad de Dios, afirmación que Abraham acepta cuando entrega los diezmos. Por esta razón cuando estamos pensando en cumplir con el diezmo debemos reconocer que somos propiedad de Dios, de tal manera de que sí hemos entregado nuestra vida al Señor no habrá ningún problema en cumplir con lo financiero. Pero si ni siquiera hemos entregado nuestra vida al Señor porque no queremos hacer su voluntad; ¿Como pensar en entregarle lo que consideramos nuestro dinero? (Recordemos que el diezmo es de Dios)
D. ES UN RECONOCIMIENTO DE LA PROTECCIÓN Y LA PROVISIÓN DE DIOS.
Meiquisedec también declara que es Dios quien ha dado la victoria a Abraham. Si tenemos en cuenta que la victoria se refiere a una guerra entonces podemos entender que Dios protegió y dio la provisión a Abraham, que es lo mismo que hace con cualquiera de nosotros.
1 Crónicas 29:12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.
No reconocer a Dios como nuestro proveedor nos dejara en una condición inferior a la de los animales pues la escritura dice que ellos, todos los animales, reconocen que Dios es quien los sostiene.
Salmos 104:27 al 28 Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo.28Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien.
Por lo tanto cumplir con el diezmo es un reconocimiento tanto de la protección como de la provisión de Dios, que según su palabra bajo el Nuevo Pacto será dada en abundancia para que las disfrutemos.
1 Timoteo 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Entendiendo que la abundancia que disfrutamos es la cantidad precisa que produce bendición a nuestra vida. Sólo aquel que confía en Dios como su protector y su proveedor, sólo aquel que reconoce que no son sus capacidades si no la generosidad de Dios la que le permite obtener su sustento, es la persona que cumple con Dios. Quien no lo hace niega estos dos principios.
E. SE ENTREGA EL DIEZMO DE TODO LO QUE DIOS NOS DA.
Nos cuenta la escritura que Abraham entregó el diezmo de todo.
Génesis 14:20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
Sin embargo en la carta a los hebreos nos cuenta que fue el diezmo del botín.
Hebreos 7:4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
Algunos interpretan esto haciendo énfasis en que no dio los diezmos de todo si no sólo del botín. Pero la escritura no puede ser negada por lo tanto cuando Abraham Dios los diezmos del botín, dio los diezmos de todo, y quien diga que Abraham no dio los diezmos de todo, está negando la escritura.
La verdad es que quienes niegan la escritura de esta manera, no sé qué es lo que pretenden enseñar: ¿Qué sólo debemos diezmar cuando vamos a la guerra y logramos regresar con un botín? Si esto fuera cierto porque entonces Jacob cuando hace una oración de fe aceptando al Señor como su Señor dice:
Génesis 28:22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
Nuevamente este hombre de Dios, cuando comienza su relación con Dios se compromete a diezmar de todo lo que Dios le dé.
Lo que no entienden quienes hacen esta mala interpretación, al decir que el diezmo no fue de todo sino del botín, es que no hay contradicción cuando se dice que Abraham diezmo de todo, cuando dio los diezmos del botín: ¿por qué?
Cuando una persona recibe a Jesucristo, después de haber vivido muchos años sin Dios: ¿está persona al convertirse debe diezmar de absolutamente todo lo que ha obtenido a lo largo de su vida? Por supuesto que no, cualquier persona que reconozca a Jesucristo como su Señor y su Salvador debe comenzar a diezmar de todo lo que Dios le dé, no de todo lo que le dio en el pasado, que ya invirtió o gasto.
Eso fue exactamente lo que hizo a Abraham, él no se puso a hacer cuentas de todo lo que había recibido a lo largo de toda su vida para sacar el diezmo y entregárselo a Melquisedec, el saca el diezmo de todo lo que Dios le había provisto en ese tiempo. Por eso mismo es que Melquisedec le dice:
Génesis 14:20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
El Señor le dice que él le entregó sus enemigos en su mano, por lo tanto también el botín, y Abrahán diezma de todo lo que Dios le dio. Por lo tanto los cristianos debemos devolver a Dios el diezmo de todo lo que él nos da.
El diezmo como la misma palabra lo enseña es la décima parte, es decir el diezmo no es el nombre que se le da a un monto cualquiera que la persona entrega, El diezmo no es el 1% ni el 20% el diezmo no es una cuota sino una proporción definida por Dios, de tal manera que la cantidad de dinero que debemos diezmar es un asunto que Dios determina cuando nos da el 100% de lo que recibimos, esperando que siendo fieles devolvamos el 10%
En la época de la ley había varios diezmos de tal manera que un creyente podía estar dando alrededor del 25%o el 30% de sus ingresos. Como entendemos que el diezmo bajo el Nuevo Pacto es simplemente la continuación de lo que Abraham comenzó a hacer, entendemos que nuestra responsabilidad es cumplir al menos con ese 10%
Por supuesto si alguien quiere dar más del 10% sin faltar con sus otras obligaciones financieras es aceptable, pero si la cantidad es menor de la proporción que Dios ha establecido no está bien.
F. RECONOCIENDO LO BUENO DE SU MANDATO
Dar el diezmo es un mandato de Dios como lo es no robar, no mentir, escudriñar las escrituras, asistir a la iglesia, honrar a padre y madre etc. Por lo tanto al hacerlo debemos tener confianza en la bendición de Dios que viene cuando producto de la fe le obedecemos.
Algunos para dar fuerza a este mandato y procurar que los hombres cumplan usan un pasaje de la escritura que fue dado por Dios para una situación particular:
Malaquías 3:8 al 12¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. 12Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
Este pasaje muestra la indignación de Dios con aquel pueblo que le roba, de tal manera que Dios declara maldición sobre ellos por no cumplir con el diezmo y la ofrenda, sin embargo en su misericordia los desafía a probar con obedecer y ver los resultados de esa obediencia, que tenía que ver por un lado con una inmensa bendición material y por otro con la protección para que el devorador no destruya, de tal manera que la nación, si obedecía a Dios terminaría siendo una tierra deseable.
¿Pero podemos aplicar este pasaje y sus promesas a nosotros los cristianos en esta época?
En realidad no, no podemos hablar de una maldición o de un castigo sobre aquel cristiano que no diezma.
Pero no diezmar o dejar de hacerlo por no reconocerse como propiedad de Dios, o por no reconocer a Dios como su proveedor, o por no reconocer la autoridad de quien le ministra, o por idolatría al dinero, o por falta de confianza en Dios, o por no apreciar el mensaje de salvación, o la obra que sus siervos hacen, o no ser agradecidos, etc. Son actitudes que indiscutiblemente impedirán la bendición de Dios, actitudes que Dios sin duda tratará en sus auténticos hijos para cambiarles el corazón.
La bendición de Dios no siempre estará representada en más o menos ingresos, o en más o menos gastos, si no en algo mucho más importante como es el crecimiento de nuestra vida espiritual, lo cual como ya vimos afectara lo que hemos de recibir después de esta vida.
Además de definir la riqueza en nuestra otra vida, una de las mayores bendiciones que recibiremos al cumplir con nuestros diezmos y ofrendas, será la de aprender a confiar en la provisión y protección de Dios. Esta confianza nos permitirá experimentar esa paz que sobrepasa todo entendimiento, que además guarda nuestro corazón y nuestros pensamientos en Cristo Jesús.
No cumplir con el diezmo y la ofrenda, tarde o temprano llevará a la persona a ser cada vez más temerosa respecto de su provisión y protección, temor que algunos comenzaran a experimentar cuando Dios les demuestre que no son sus capacidades las que les han permitido obtener su sustento y su protección. No disfrutar de la paz que Dios da en el área financiera es una terrible pérdida que afectará negativamente la salud, la familia, las relaciones personales, el trabajo, etc.
Y seguramente como hace Dios con todas aquellas cosas en las cuales le desobedecemos, en el tiempo que él considere perfecto tratará y aún disciplinara la vida de aquella persona que no le obedece, para buscar que obedezca y no se pierda más bendición.
Por otro lado tampoco podemos decir que aquel que diezma será inmensamente bendecido por Dios en el aspecto económico, (refiriéndose sólo a la cantidad) pues lo que Dios ha prometido respecto de lo económico bajo el Nuevo Pacto es darnos la provisión necesaria para hacer su voluntad. Por tanto la actitud al cumplir con el diezmo no debe ser para hacerse rico, si no para hacer la voluntad de Dios, porque le amamos, porque amamos su obra, porque amamos a aquellos que trabajan en su obra.
VIII. ¿CÓMO DIEZMAR?
A. HAGA CUENTAS CLARAS
Sólo hay que sumar todo lo que Dios nos da, y a esa suma sacarle el 10%. En el caso de un negocio se sacan los gastos del negocio y a las ganancias se les saca el 10%, antes de pagar los impuestos.
En el caso de un salario se saca el 10% del bruto es decir antes de pagar las obligaciones con el gobierno, la salud, pensión, etc. El diezmo en realidad se saca cada vez que el dinero cambia de dueño. Eso quiere decir que cuando el padre de familia da para el mercado o para la universidad de los hijos, la esposa y el hijo que recibe ese dinero no tienen que diezmar.
Pero cuando el Padre de familia regala su esposa o a sus hijos cierta cantidad de esa cantidad si hay que diezmar.
Para muchos las cuentas se enturbian cuando la cantidad sube… cuando aumentan los ceros en sus ingresos disminuyen los ceros de los diezmos. Piensan que el diezmo que están entregando a la iglesia es mucho pero no piensan lo mismo de lo que Dios les da a ellos.
Otros hacen un montón de descuentos que no corresponden y al final diezman sobre sólo una pequeña parte de sus ingresos.
Alguien decía acertadamente: “si no eres capaz de cumplir con Dios de acuerdo a lo que él te da, oraré a Dios para que te de de acuerdo a lo que tu das”
B. NO LO DEMORE.
El diezmo debe ser entregado de la misma forma en que Dios nos entrega su provisión. Dios te da una provisión mensual por lo tanto el diezmo debe ser entregado mensualmente. Si son negocios ocasionales en el tiempo en que Dios te de la provisión en ese mismo tiempo debes entregarlo.
Algunos no cumplen de la misma manera en que Dios cumple con ellos porque usan el diezmo para tratar de arreglar su desorden financiero, de tal manera que terminan invirtiendo y muchas veces perdiendo lo que ni siquiera era de ellos. Algunos han experimentado que cuando se atrasan con Dios, Dios hace lo mismo con ellos. La escritura dice:
Éxodo 22:29 No demorarás en traerme la primicia de tu cosecha ni de tu lagar.
¿Qué harías tú sí al ir por tu sueldo tu jefe te dice que esperes otro mes? ¿Qué harías con tus cuentas por pagar?
C. NO DECIDA CÓMO DEBE GASTARSE EL DIEZMO.
El diezmo debe ser entregado en la iglesia y la iglesia es la que decide de acuerdo a sus necesidades como debe ser gastado o invertido. No es prerrogativa de la persona que diezma decidir qué se va a hacer con el diezmo.
Algunos acostumbran a comprar ciertas cosas con el diezmo y llevarlas a la iglesia lo cual puede traer problemas para cumplir con otras necesidades. Así como un jefe no decide en que se gasta el empleado el dinero que recibe como salario, los discípulos no deciden en que debe ser gastado el diezmo de la iglesia.
Otros, más grave que los anteriores deciden gastarse el diezmo en libros cristianos, en ayuda a los pobres, en ayuda a sus familiares, etc. Hacer esto es prácticamente robar el diezmo, es decir hacer esto es no cumplir con el principio del diezmo.
Si hay esas necesidades y quiere cumplir con ellas no debe hacerlo con el dinero de otro, sino con el propio.
D. TRÁIGALO A LA IGLESIA.
El diezmo debe ser llevado a la iglesia, la recomendación puede sonar extraña pero hay algunos que a veces adoptan costumbres algo extrañas, como por ejemplo que vayan a su casa o a su trabajo a recoger el diezmo. No debe ser así, la escritura dice:
Malaquías 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi Casa:
Cuando hay que ir a recoger los diezmos, normalmente el asunto va mal, y el siguiente paso puede ser que no diezma, lo demorará, se le olvidará, etc. Mostrando con estas actitudes que en realidad no lo está haciendo para el Señor sino para los hombres.
E. USE LOS SOBRES Y ANOTE SU NOMBRE Y CANTIDAD.
Las distintas iglesias tienen métodos diferentes en la forma en que reciben los diezmos en la iglesia.
Algunas simplemente pasan una bolsa en cada reunión que hacen, recogiendo los diezmos sin tener en cuenta quien, ni cuanto entregan, aunque normalmente hacen mucho énfasis en que nadie debe quedarse sin dar. Otras hacen pasar a las personas en fila en cada reunión para que entreguen delante de todos sus diezmos. Otras colocan un tablero en la iglesia con los nombres de cada persona y un sobre que debe ser recogido por la persona. Etc.
En nuestro caso existe un alfolí, y allí se encuentran los sobres para qué cada persona que ha decidido cumplir con Dios introduzca allí sus diezmos colocando sus datos, nombre y cantidad.
La razón de hacerlo de esta forma es para poder tener un control de cuánto aproximadamente son los diezmos mensuales y poder así a hacer una buena administración. Además eso nos permite a las personas que lo soliciten, entregar un certificado de cuánto se ha dado al año para ser usado en la declaración de renta.
Algunos son reacios a usar este sistema pero pregunto: ¿Pagaría usted el arriendo en la inmobiliaria sin decir de quién es? ¿Pagaría el colegio de sus hijos sin decir quién es?
Unos honestamente dicen… Dios sabe… y es cierto, tienen muy buena actitud y son fieles, pero los que administramos necesitamos tener un presupuesto y éste se elabora teniendo la lista de las personas que sabemos que son fieles y teniendo un promedio de los diezmos.
Pero hay otros que son reacios a informar acerca de su diezmo (usando los sobre) por la sencilla razón de que no están cumpliendo verdaderamente con Dios, y no quieren que sus pastores se enteren de que roban a Dios. Sin embargo y especialmente a estos quiero aclarar que usar los sobres (en esta iglesia) no tiene como objetivo presionar, sino ser buenos administradores de los recursos que Dios nos da, y si a un feligrés le preocupa que su pastor se entere de cómo maneja sus finanzas, creo que más bien debería preocuparle que Dios, ya sepa cómo maneja sus finanzas.
F. LAS OFRENDAS
Las ofrendas como vimos en la escritura, en este tiempo son principalmente para los hermanos en la fe que están en necesidad. Ya vimos que es prácticamente una obligación ayudar a los hermanos en la fe pero la cantidad depende del corazón, y en el siguiente pasaje dice que también depende de cuánto hayamos sido prosperados:
1 Corintios 16:1 al 3 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 3Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
Nuevamente al igual que en la carta a los romanos nos cuenta la escritura que esta ofrenda que estaban recogiendo era para los pobres creyentes de la ciudad de Jerusalén. Esto quiere decir que en determinado momento la iglesia puede hacer énfasis en la ofrenda para ayudar a hermanos en la fe que estén en necesidad.
Pero es muy importante entender que cuando se habla de ofrendar, se está hablando de algo que damos después de haber cumplido con el diezmo. Es decir la ofrenda es lo extra que usted da (después de haber diezmado el 10%) por que Dios ha colocado eso en su corazón. Estas ofrendas pueden inclusive tener un destino predeterminado por usted, por ejemplo puede usted elegir una persona o una familia para que su ofrenda sea entregada, pero también puede ofrendar para que en la iglesia se supla alguna necesidad como por ejemplo: sillas, materiales, equipos o instrumentos.
El problema con algunos es que se engañan, es decir no diezman pero entregan como ofrenda una cantidad muy inferior a lo que deberían diezmar. Y digo que se engañan porque si una persona no diezma, su ofrenda en realidad tampoco es una ofrenda.
Si usted trabaja por 100.000 pesos mensuales y en lugar de pagarle llegan y le dicen que le regalan (ofrendan) 25.000 pesos para que compre una camisa; ¿qué haría usted?
Y si luego al otro mes le regalan otros 25.000 pesos para que se compre otra camisa, pero no le pagan ni los 100.000 que le debían ni los de este mes, la pregunta es: ¿cuánto le deben?
Exactamente igual funciona con Dios, si usted no cumple con sus diezmos y da una pequeña cantidad de ofrenda; ¿en realidad que es lo que está haciendo?
VII. CONSECUENCIAS DE NO DIEZMAR
No cumplir con el mandato del diezmo es un acto de desobediencia como lo es no cumplir con cualquier cosa que Dios nos haya ordenado. Y las consecuencias de no hacerlo tiene íntima relación con cuánto conocimiento tenga quien está desobedeciendo, pues la escritura dice:
Lucas 12:47 al 48 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 48Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.
A. CONSCIENTE O INCONSCIENTEMENTE
De manera consciente o inconsciente quien no diezma está robando a Dios. Si ha estado leyendo este material, y cree en la palabra de Dios y que este estudio se ajusta a su palabra, entonces ya no puede decir que está robando a Dios por ignorancia. Si lo sigue haciendo de aquí en adelante la razón será otra…
B. ¿QUE IMPLICA ROBAR A DIOS?
¿Cómo es el corazón de aquel que roba Dios? ¿Robaría usted a su padre o a su madre? ¿Robaría usted a sus hermanos? Quien no cumple con Dios por supuesto que con mucha más facilidad robaría los demás.
1 Juan 4:20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Déjeme preguntarle ¿creería usted en el amor que le profesa quién continuamente le roba? Si usted ha ayudado a alguien con esfuerzo, generosidad y dedicación y descubre que esta persona lo roba; ¿qué pensaría usted de Él? ¿Qué pensaría usted de su hijo cuando le da dinero para que le dé a su hermano y él se queda con eso perjudicando a su hermano? ¿Cuanto a apreciara la obra de Dios aquel que les roba a Dios y a sus siervos los diezmos para la obra? ¿Cuanto a aprecia a los siervos de Dios aquel que le roba lo que Dios le ha mandado entregarle? ¿Qué piensa una persona cuando roba a Dios?
Sinceramente creo que pasa todo lo contrario, no piensa bien en el asunto, porque si pensara no lo haría, a no ser que estuviera decidido a amargase la vida, a perder bendiciones y a traer disciplinas sobre su vida y familia.
Cuando alguien roba a Dios es porque siente un gran menosprecio por la vida espiritual. (Es que yo no lo había pensado así.)
1 Juan 2:15 No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él,
¿Cuánto aprecia su propia vida espiritual aquel que le roba a Dios?
C. RESPECTO DE SU VIDA PERSONAL
1. Es muy pobre la vida espiritual de aquellos que no diezman.
O de aquel que lo hace con mala actitud. Su crecimiento espiritual es lento, están llenos de dudas, de incredulidad y por supuesto de pecados alrededor de su área financiera. Tanto en la forma de conseguir su sustento como en la forma de gastarlo cometen faltas contra sus semejantes.
2. No tienen fortaleza para enfrentar las pruebas.
Si ni siquiera pueden confiar en la provisión de Dios, que Dios da a justos e injustos cómo poder confiar en el respaldo de Dios para dejar el pecado.
3. Tampoco tienen ministerio… y si lo reciben no les dura.
4. Si no llegan a diezmar su vida espiritual se detiene pues es muestra del amor al mundo y del miedo que tienen de obedecer a Dios.
B. RESPECTO DEL TRATO DE DIOS
1. ¿Cuánto espera Dios para disciplinar a uno de sus hijos que le roba?
Dependerá de cuán enfermo haya estado, de con cuánta claridad se le haya hablado, de su familia, del plan que Dios tenga para su vida. Y por supuesto de si es o no es un auténtico cristiano.
2. La disciplina no es únicamente falta de dinero.
La falta de dinero casi siempre es lo último que Dios hace, antes la persona experimenta insatisfacción, preocupación, angustia, enfermedades físicas por causa de su preocupación, problemas con sus semejantes, problemas en su relación matrimonial y todo esto puede suceder aunque y tenga dinero suficiente para sostenerse, y sin nada de esto funciona es posible que Dios arruine a esta persona para que aprenda a depender verdaderamente de Dios y pueda ser no sólo salvada sino bendecida.
3. Mala administración del tiempo.
El problema de la dependencia tiene que ver con cuanto tiempo dedicamos al trabajo que nos permite vivir y cuanto tiempo dedicamos a la familia y al ministerio que nos hace crecer.
En el creyente que no diezma el amor al mundo, el deseo de ser ricos, el afán por el sustento, la falta de fe en la provisión de Dios, son factores que hacen que el creyente dedique demasiado tiempo al trabajo descuidando su familia y su ministerio.
Es más, hay algunos que cada vez que tratan de sacar tiempo para organizarse, aparecen todo tipo de tropiezos, y circunstancias que no le dejan cumplir. Esa es la estrategia de enemigo para inutilizar a los creyentes haciendo que cada vez se alimenten menos espiritualmente. Pero es también la forma como Dios prueba nuestro corazón para que entendamos a quién realmente estamos sirviendo, a Dios o a las riquezas.
4. Sólo la bendición básica.
Algunos son tan enfermos por el dinero que Dios en su misericordia puede esperar años, como si no hubieran recibido a Cristo… Y se quedan con lo que yo he llamado la bendición básica
Esta bendición permite a las criaturas, nacer, crecer, reproducirse, y morir. Como es bendecido cualquier ser humano sobre esta tierra, o como es bendecida toda bestia sobre la tierra, pues tanto unos como otros somos criaturas de Dios. Y Dios en su bondad nos permite vivir el ciclo de la vida.
Salmos 104: 27 al 30 Todos ellos esperan en ti, para que les des la comida a su tiempo. Tú les das y ellos recogen; abres tu mano y se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de ser y vuelven al polvo. Envías tu espíritu, son creados y renuevas la faz de la tierra.
–o–
Tenga la libertad de enseñar, copiar y distribuir este material siempre y
Cuando lo haga sin quitar nada de su contenido que cambie
el sentido de lo aquí enseñado, gratuitamente,
y sin cambiar su autoría.