I.  INTRODUCCIÓN

Por haber depositado nuestra fe en el Señor Jesucristo como Señor y Salvador él ha realizado en nosotros el Nacimiento Espiritual, este Nuevo Nacimiento nos permite relacionarnos con Dios bajo el Nuevo Pacto. Estar involucrado en el Nuevo Pacto es estar en comunión con Dios, esta comunión nos ha otorgado todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana. 

El cristianismo es definido en las escrituras de varias maneras, y cada definición aporta conocimiento a lo que realmente es, por ejemplo: El cristianismo es vivir haciendo la voluntad de Dios. El cristianismo es Cristo viviendo su vida a través de nosotros. Por esto es necesario andar en continua comunicación con él para saber cuál es su voluntad y realizarla. 

Está comunicación con Dios es lo que llamamos oración, de la cual dice la escritura:

1 Tesalonicenses 5:16 al 18. Estad siempre gozosos. 17Orad sin cesar. 18Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

El pasaje enseña que la oración continua es una de las características normales de la vida cristiana pues es la voluntad de Dios. Y es de tal importancia que después de haber Nacido Espiritualmente y tener el Espíritu de Dios habitando en nosotros, la oración es el elemento más importante en la vida de todo cristiano. Sin ella es imposible vivir la vida cristiana, porque la oración es en realidad comunicarse con Dios.

II. LA ORACIÓN ES CONVERSAR CON DIOS   

La oración lejos de ser un ritual lleno de frases repetitivas, es en realidad conversar con Dios con todo lo que esto verdaderamente implica. La oración es algo que debemos aprender a hacer, especialmente porque en el mundo hemos aprendido y practicado una forma de comunicación que aunque puede llegar a ser muy efectiva, no es adecuada en nuestra relación con Dios.

Cuando hablamos de comunicación nos estamos refiriendo a dos personas (como mínimo) que al hablar comunican conceptos e ideas que la otra persona entiende y ante los cuales también responde. Las formas en que los hombres nos comunicamos pueden ser muy variadas e incluyen no sólo palabras, también gestos y otra serie de elementos que la pueden hacer más o menos efectiva. 

A. ¿CÓMO HABLA DIOS?

Por lo general las personas no tienen problemas para expresarle a Dios lo que piensan o para hacerle innumerables peticiones, pero sí hay mucha ignorancia respecto de la forma cómo Dios habla y se comunica con el hombre. Esta incomprensión hace que los hombres piensen que Dios no está respondiendo, y la falta de respuesta ha llevado a convertir la oración en un monólogo o ritual donde los hombres hablan sin recibir respuestas, o tomando como respuestas cosas que Dios no ha contestado.  Sin embargo Dios si habla y responde a los hombres de diferentes maneras.

1. DIOS HABLA A TRAVÉS DE LA CONCIENCIA 

Salmos 16:1  Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia.

La conciencia ha sido colocada por Dios en el nombre y es la que le indica cuando algo es bueno o malo. La conciencia en el hombre está cauterizada por causa de valores y objetivos completamente equivocados (Del mundo) y esto hace que no esté funcionando de manera adecuada. Sin embargo es el elemento dado por Dios para dirigir al hombre, y no le queda más remedio al hombre que usarla. (Si el hombre no usa su conciencia para definir lo bueno y lo malo tendría que apegarse a la conciencia de otro que seguramente también estará contaminada)

La conciencia es de tal importancia en la dirección de la vida del hombre que todos aquellos que no han oído de la palabra de Dios serán juzgados por su conciencia.

Romanos 2:14 al 15 éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 

Si la conciencia de los hombres los acusara o defenderá delante de Dios, eso quiere decir que Dios espera que los hombres vivan de acuerdo a su consciencia. Y quien no viva de acuerdo a su conciencia no estará haciendo la voluntad de Dios.

Hechos de los Apóstoles 23:1  Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.

Las personas que viven de acuerdo a su conciencia (o en integridad) son personas que normalmente terminan conociendo a Dios.

Juan 3:21  Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Si la conciencia es el primer elemento colocado por Dios para dar dirección a la vida del hombre, y la oración es también un recurso para obtener de Dios dirección y poder para actuar haciendo su voluntad, eso quiere decir que no está bien que en nuestras oraciones le pidamos a Dios algo que vaya en contra de nuestra conciencia. 

Es decir, en lo básico lo que nuestra conciencia desaprueba Dios también desaprueba, no precisamente por ser  o no correcto, sino por la obligación de vivir de acuerdo a la conciencia. 

1 Corintios 4:4  Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. 

El apóstol expresa que aunque estaba haciendo las cosas de acuerdo a su conciencia, eso no quiere decir que esté haciendo lo justo, la perfecta voluntad de Dios. Pero como él dice, ese es un asunto en que cada uno recibirá el juicio de Dios.

2. DIOS HABLA A TRAVÉS DE LAS ESCRITURAS 

2 Timoteo 3:16 al 17  Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Las escrituras nos han sido dadas por Dios para con ellas poder corregir nuestras conciencias de todos aquellos conceptos completamente equivocados que el mundo nos inculcó. Por eso entre más conozcamos y creamos las escrituras, más se corregirá nuestra conciencia lo cual nos permitirá discernir el bien y el mal de la misma forma en que Dios lo hace. Por eso la recomendación es:

Romanos 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Cuando un cristiano dice que vive de acuerdo a la palabra de Dios, lo que en realidad está pasando es que está viviendo de acuerdo a su conciencia renovada por la palabra de Dios. Por eso a pesar de ser cristiano y de conocer la palabra de Dios el apóstol escribe:

Hechos de los Apóstoles 24:15  Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.

2 Corintios 1:12  Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros. 

Pero aclara que esa conciencia ha sido transformada por la palabra de Dios de lo cual da testimonio del Espíritu Santo.

Romanos 9:1  Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, 

3. DIOS HABLA A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO

Mientras el Señor Jesucristo estuvo en la tierra él fue quien dio testimonio de la verdad. Sabiendo que iba a partir dio la promesa de que el Espíritu Santo seguiría dando testimonio de la verdad.

 Juan 16:13  Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 

Ese Espíritu Santo está habitando en la vida de todo hijo de Dios, cumpliendo con la promesa dada por el Señor Jesús. El apóstol Juan nos dice que debemos vivir bajo su dirección.

1 Juan 2:27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

Está dirección de Dios en cada persona puede tener sus diferencias respecto de la forma como Dios les habla, (colocando un sentir, a través de las escrituras, a través de una predicación, con la manifestación de los dones espirituales, a través de una situación, oyendo una voz, teniendo una visión, un sueño, etc.) 

Pero nunca la dirección del Espíritu Santo va en contra de las escrituras o de los principios enseñados por Dios.

B. ¿CÓMO DEBE HABLAR DEL HOMBRE?

Como mencione antes, los hombres hemos aprendido a comunicarnos entre nosotros con una clase de comunicación que puede ser muy efectiva, pero que incluye actitudes y elementos que no son aprobados por Dios. Además una cosa es comunicarse con una persona igual a nosotros, otra muy diferente hablar con el creador de los cielos y la tierra, por eso dije antes, debemos aprender a comunicarnos con Dios. ¿Qué nos enseñan las escrituras acerca de esto?

1. LA ORACIÓN DEBE SER HECHA A DIOS

En cierta ocasión los discípulos le pidieron al Señor Jesucristo que les enseñará a orar y él les dijo:

Mateo 6:9  Vosotros, pues, oraréis así: »“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Lo primero que Él enseña es que la oración debe ser hecha a Dios Padre. Algunos argumentando que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Dios, ha decidido hacer oraciones al Espíritu Santo o al Hijo. Ciertamente no creo que haya celo en la trinidad sin embargo creo acertado seguir la instrucción del Señor Jesús. Si revisamos las escrituras notaremos que los apóstoles oraban al Padre, o a Dios.

2 Corintios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 

Filipenses 1:3  Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,

Colosenses 1:3  Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, 

1 Pedro 1:3  Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia 

NO NECESITAMOS INTERMEDIARIOS. 

Teniendo claro el mandato de la escritura, y la naturaleza de Dios, en especial su omnisciencia y su omnipresencia que nos aseguran que él sabe todas las cosas y que él está en todo lugar, quedan totalmente descartados, por inútiles e innecesarios, todo tipo de intermediarios en nuestra comunicación con Dios.

Jeremías 23:23 al 25  ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? 24¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? 25Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé.

No sólo Dios ha oído lo que aquellos profetas mentirosos dijeron, la escritura nos dice que Dios conoce nuestros más íntimos pensamientos y sabe de antemano lo que vamos a decir: 

Salmos 139:1 al 4  Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Siendo esto así; ¿Qué necesidad puede haber de algún tipo de intermediario? 

Algunos creen necesitar intermediarios porque no se consideran dignos de hablar con Dios.

Entonces piden a otros creyentes que hagan oraciones por ellos, según ellos porque; “a usted Dios si lo oye” “es que usted es tan bueno que Dios si le contesta”  Pero la escritura también descarta por completo esta razón para buscar un intermediario pues dice:

1 Timoteo 2:5 al 6  Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

El único intermediario válido entre Dios y los hombres es Jesucristo, pues fue él quien murió por nuestros pecados justificándonos y haciéndonos aceptables delante de Dios. Eso quiere decir que cualquier hijo de Dios puede acercarse confiadamente a Dios. Más aún, el hecho de buscar un intermediario para comunicarnos con Dios es una ofensa pues al hacerlo estaríamos rechazando la oportunidad y el privilegio que Dios a través de su hijo nos ha otorgado. Por lo tanto, definitivamente no necesitamos como intermediarios a ninguna persona, ni las ánimas benditas, ni los santos, ni las vírgenes y ni siquiera a los ángeles. Cuando el apóstol Juan estaba recibiendo la revelación del apocalipsis tuvo la intención de adorar al ángel, el cual le dijo: 

Apocalipsis 19:10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios

Otros creen necesitar intermediarios por la naturaleza de su petición. 

Estas personas llegan a creer que Dios es igual a los hombres, es decir piensan que si hacen las peticiones directamente a Dios, Dios no las responderá y por lo tanto buscan un intermediario que pueda influenciar o manipular a Dios para obligarlo a responder a algo que creen que Dios no quiere responder.

La creencia de un intermediario para hacer esto es evidencia del gran desconocimiento y de una pésima imagen de Dios. Si la escritura dice: 

Romanos 8:31 al 32  ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

¿Si Dios fue capaz de entregar a su hijo por nosotros, como puede ocurrírsele a alguien que si hace una petición legítima a Dios, Dios no la responderá? Y peor aún, si habiendo decidido Dios decir no, porque no conviene a quien hace la petición; ¿Será que la influencia de alguien logrará que Dios conteste algo que no conviene? 

Esta mala creencia de necesitar un intermediario para comunicarse con Dios, es la que han dado a luz una práctica que a los ojos de Dios creo que debe ser abominable. Y es la de pagar, o pactar con Dios al hacer una petición para asegurar la respuesta de esta.

Quien paga o pacta para recibir una respuesta de Dios está haciendo abominable el sacrificio de Jesucristo en la cruz. Pues está diciendo que un poco de dinero vale más que la preciosa sangre derramada en la cruz.

2.  LA ORACIÓN DEBE SER SINCERA

Mateo 6:5.  Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa….

Cuando la oración no es sincera, normalmente tampoco es para Dios; ¿Porque como se le ocurre a cualquier ser humano querer aparentar ser lo que no es delante de Dios? ¿Tal comportamiento no será una clara evidencia de su desconocimiento de Dios, de su omnisciencia, su omnipresencia, su poder, etc?

Dios aprecia la sinceridad; hay más confianza en Dios cuando usted le dice a Dios que usted cree que él ha actuado mal, que cuando cree que ha actuado mal y se lo reserva por miedo a que le vaya peor.

En la historia de Job encontramos a este hombre diciéndole a Dios cosas completamente equivocadas, pero que consideraba ciertas. Era sincero con Dios por eso dijo: 

Job 3:1 al 3  Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. 2Y exclamó Job, y dijo: 3Perezca el día en que yo nací, Y la noche en que se dijo: Varón es concebido. 

Cuando este hombre está maldiciendo su día, en realidad aunque no sea consciente está maldiciendo a Dios quien lo creo. Más adelante también producto de su situación dice cosas espantosas de Dios, que Dios es injusto, que Dios es malvado, etc. Sin embargo al final del libro Dios dice que Job hablo rectamente. 

Job 42:7 al 8  Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job. 8Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.. 

La palabra rectitud no se refiere al contenido de las declaraciones de Job, ya que ellas fueron equivocadas, si no a la sinceridad con la que hablo. Por supuesto parte de la bendición de Dios es hacerle entender lo equivocado de sus argumentos. Por esto Job después de una larga conversación con Dios también dijo:

Job 42:3 al 6 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.

En nuestra relación con Dios es más importante la sinceridad que el conocimiento, y cuando hay sinceridad Dios aumenta el conocimiento. Cuando no hay sinceridad en nuestras oraciones Dios que todo lo sabe, percibe nuestra hipocresía y falta de confianza en él, que por supuesto daña nuestra relación con él.

Otro ejemplo de la importancia de la sinceridad lo vemos en aquel hombre a quien el Señor dijo que si creía, liberaba a su hijo de un demonio. El padre respondió:

Marcos 9:23 al 24  Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 24E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad

Inicialmente respondió que creía, pero luego siendo honesto más bien pidió ayuda por su incredulidad. El resultado fue que obtuvo respuesta pues Jesús líbero a su hijo.

Además cuando la oración es hipócrita, no sólo no es para Dios si no que tiene como objetivo conseguir cosas de los hombres, no de Dios. Por eso como dijo Jesús es mejor:

Mateo 6:6  Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Si la oración es sincera y a Dios, no importa lo que piense la gente, Dios que ve lo que hay en lo profundo de nuestro corazón promete recompensarnos en público.

3. LA ORACIÓN NO DEBE CONTENER INÚTILES REPETICIONES 

Mateo 6:7 al 8 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

Jesús aclara que las oraciones con repeticiones inútiles provienen de los gentiles que no conocen a Dios y precisamente por eso piensan que para obtener una respuesta de Dios son necesarias muchas repeticiones, concentración, penitencias, (los profetas de Baal) y actualmente como mencioné anteriormente hay algunos cristianos que creen que el asunto es cuestión de dinero, que hay que pagar con dinero para que Dios conteste las peticiones hechas.

¿Qué lleva a los hombres a pedirle a Dios con insistencia algo?  ¿Acaso Dios es sordo?  O ¿Será que es olvidadizo? O ¿Le gusta hacerse rogar para sentirse importante? O ¿Nos regala gratis la salvación pero nos cobra las oraciones?  O ¿Dios no tiene claro lo que es bueno para nosotros y de tanto pedirle cualquier cosa terminará dándonosla?

Cualquiera de estas razones muestra el desconocimiento tan grande que la gente tiene de Dios, son ofensivas, y además si la oración es conversación, las continuas repeticiones no lo son.

Jesús descalifica por completo las vanas repeticiones argumentando que no son necesarias puesto que Dios sabe qué es lo que nosotros necesitamos aun antes de pedirle. Suena casi como si no hubiere que pedirle porque Él ya sabe. Sin embargo si debemos pedir, es un mandato y un privilegio hacerlo, además a través de la oración Dios hace varias cosas en nuestro corazón.

Lucas 11:9 al 10  Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 

No sólo se nos ordena pedir sino que aún se nos enseña que nunca somos inoportunos al pedir. Lo cual quiere decir que no hay un tiempo especial para pedir, ni tampoco hay límite en la cantidad de peticiones. Sin embargo después de orar, en lugar de insistir con la misma oración, o de insistir con argumentos para convencer a Dios de darnos la respuesta, (palabrería) debemos aprender a descansar, en que Dios en el momento preciso, dará la respuesta precisa que traerá verdadera bendición a nuestra vida.

Una de las razones para descansar es la siguiente promesa: 

1 Juan 5:14 al 15 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Donde nos dice que todo lo que se pida si es de acuerdo a su voluntad, Dios nos oirá y nos concederá lo que le hayamos pedido. 

Si ha sido lo correcto de la manera correcta, Él me dará. Sí pido algo que no es adecuado entonces su respuesta será no. Y si Dios ha dicho que no, entonces ya no debemos insistir con la misma petición. Seria necedad. Y aún podemos correr el riesgo de que nos responda para mostrarnos lo equivocado de nuestra petición, que en otras palabras quiere decir que usted se arrepentirá de haber pedido lo que pidió.

Números 22:20 al 22  Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga. 21Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. 22Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo.

¿CUÁNDO LAS REPETICIONES SON VÁLIDAS?

También hay oraciones donde debe haber continuas repeticiones, pero no hay peticiones, sino una continúa repetición de los atributos de Dios. Por ejemplo:

Isaías 6:3  Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. 

Apocalipsis 4:8  Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.

Este tipo de oración que incluye continuas repeticiones, es en realidad llamada alabanza o adoración y cuando las hacemos, al repetir las grandezas de lo que Dios es, conforta nuestra alma y nos da fortaleza para enfrentar situaciones difíciles.

Cuando hay certeza de que la petición es la voluntad de Dios

Hay otros pasajes que enseñan que la insistencia en la oración trae resultados. Lo cual debe llevarnos a entender la diferencia entre vana palabrería y la necesidad legítima de insistir con nuestra oración. Por ejemplo:

Lucas 18:7 al 8  ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

De acuerdo al contexto podemos entender que una cosa es insistir en una oración de la cual no tenemos certeza de una respuesta positiva de parte de Dios, porque no conocemos a la perfección su voluntad en estos asuntos, (un trabajo, salud, casa, etc.) Pero otra cosa muy diferente es orar por algo que con claridad la escritura dice que Dios si nos quiere dar. Por ejemplo:

Santiago 1:5 al 6 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6Pero pida con fe, no dudando nada; 

En este caso en particular dice que la petición debe ser hecha con fe. Y entonces la hacemos sin fe, o sin verdaderas ganas por lo tanto no recibimos la respuesta. En este caso hay que volver a insistir hasta orar de la manera correcta y entonces recibiremos la respuesta. 

4. DEBE HABER CONOCIMIENTO. 

Teniendo la promesa de que Dios contestara toda oración hecha de acuerdo a su voluntad, el conocimiento de la voluntad de Dios se convierte en uno de los asuntos más importantes en la vida cristiana. La oración del apóstol Pablo por sus discípulos era: 

Filipenses 1:9-10 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 

El amor sin conocimiento en el mejor de los casos termina siendo simplemente bondad, pero la bondad sin el conocimiento de la voluntad de Dios nos llevará a hacer muchas cosas completamente equivocadas, que en lugar de hacer bien producirán mucho mal.

Igual pasa con las oraciones hechas sin el conocimiento de la voluntad de Dios, al hacerlas creyendo que son la voluntad de Dios y al no recibir respuesta. Esta falta de respuesta puede producir mucha incredulidad. Puede llevarnos aun a pensar que Dios no es tan amoroso como dice ser, ni tan generoso, ni tan justo, etc.

5. DEBE HABER VERDADEROS DESEOS 

También es posible que hagamos oraciones en las cuales no tenemos un verdadero deseo de recibir la respuesta de Dios. “Señor dame discípulos”   Es posible que hasta tengamos verdadera fe en que puede darnos lo que le estamos pidiendo, pero consideramos que tener discípulos es algo complicado y más que entenderlo como un privilegio lo vemos sólo como obligación. Es posible en este caso que Dios quiera que repitamos la oración hasta que tengamos verdaderas ganas de recibir la respuesta.

También puede ocurrir que oremos intercediendo por otra persona, algo que es de acuerdo a la voluntad de Dios, pero sin desear de corazón que Dios responda. Es posible que Dios decida que insistamos en la oración hasta que verdaderamente anhelemos respuesta para esta persona.  

Si estamos pidiendo a Dios cosas que no nos interesa si nos las da o no, entonces no nos afectará que la respuesta sea positiva o negativa.  Y si no nos importa si Dios nos contesta, entonces lo más seguro es que Dios no contestara. Su palabra dice:

Mateo 5:3  Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados

La condición que coloca aquí es que debe haber hambre y sed. Es decir verdaderos deseos de que se haga la voluntad de Dios. El siguiente pasaje nos da un ejemplo de la diferencia tan grande que puede significar el hacer las cosas con pasión: 

2 Reyes 13:18 -19 Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 19Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria.

Dentro de las ganas la mejor motivación es el verdadero amor:

Gálatas 5:5-6  Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; 6porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. 

La conclusión es, que más que las obras o la falta de ellas lo importante es la fe que funciona (obra) cuando hay amor.

Filipenses 1:8 al 9  Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. 9Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,

El apóstol Pablo consciente de que el amor que siente lo lleva a orar fervientemente por sus hermanos, pide que el amor de ellos crezca también cada vez más. Es indudable que cuando verdaderamente amamos a alguien, tendremos los mejores deseos para esa persona, de tal manera que nos alegraremos con sus triunfos y nos entristeceremos con sus derrotas o fracasos.

Romanos 12:15  Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 

Pero si no hay amor, seremos indiferentes con su vida, de tal manera que nuestra oración no será ferviente, o apasionada y por lo tanto no será efectiva.

Santiago 5:16 al 18  La oración eficaz del justo puede mucho. 17Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

6. DEBE HABER FE

 Marcos 11: 22-24 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Según este pasaje cualquiera que verdaderamente crea que lo que dice será hecho, se le cumplirá. Por esta razón dice el Señor Jesús que cualquier cosa que pidamos debemos creer que la vamos a recibir para obtener la respuesta. Sin embargo esta promesa no puede ser desligada de esta otra:

1 Juan 5:14 al 15 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Si no tenemos en cuenta esta segunda promesa podríamos pensar que cualquier cosa que de corazón creyéramos y pidiéramos la podríamos recibir, sin importar si es una buena o una mala petición.

Si Dios no colocara este filtro y contestara cualquier petición, esto traería grandes problemas, pues Dios se vería obligado a responder cuánta necedad los hombres con fe le pidiesen, que lo mismo a decir que Dios contribuiría con la destrucción de la vida de estas personas que no saben lo que piden.

Pero sí tenemos en cuenta esta segunda promesa, sabemos que cualquier cosa que pidamos pasará por el filtro de la perfecta voluntad de Dios, lo que es bueno para nosotros, lo que ayuda a cumplir los planes de Dios, lo que glorifica Dios, etc. Y sólo sí la petición es adecuada obtendremos respuesta afirmativa de parte de Dios. 

Si no tenemos una respuesta afirmativa, nuestra confianza en Dios debe llevarnos a reconocer que la petición fue equivocada, (en la actitud, en el tiempo, o en la petición misma) y que por lo tanto la respuesta negativa de Dios es lo mejor que podemos recibir en ese momento. 

Siempre la razón por la cual Dios responde afirmativa o negativamente una petición es la misma, que el plan maravilloso que él ha tenido para cada hombre se cumpla. No hay mayor bendición para el hombre que Dios cumpla su propósito con él. 

De este pasaje de Marcos 11:23 al 24

23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Algunos hacen un énfasis desmedido y falto de sabiduría respecto de algo que llaman el poder de la palabra hablada. Ellos creen que si un cristiano declara como hecho algún evento futuro, ese evento sin lugar a dudas se realizará. Prácticamente enseñan que no hay que pedirle a Dios que realice el evento, si no solamente declararlo con fe y el evento sucederá. Y dan como respaldo bíblico pasajes como el siguiente:

Mateo 21:19 al 20  Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. 20Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? 

Ciertamente el Señor Jesús hizo declaraciones en este sentido, pero a diferencia de los hombres que practican este tipo de oración, Jesús si sabía cuál era la voluntad de Dios, por eso a él le funcionaba. El problema es que muchos cristianos ignorando la voluntad de Dios, e ignorando las escrituras, han declarado y han afirmado que Dios cumplirá ciertas cosas, simplemente porque las han declarado con fe, y estas oraciones en su mayoría no se han cumplido, demostrando que además de la fe es necesario que la oración haya sido hecha de acuerdo a la voluntad de Dios.

Al hacer estas declaraciones sin el conocimiento de la voluntad de Dios, lo que dejan es un pésimo testimonio acerca del cristianismo. Por ejemplo han declarado sano a un enfermo y luego han tenido que ir a predicar en el entierro. Han declarado próspero un negocio y luego han terminado en la cárcel por causa de las deudas, etc.

La falta de sabiduría al hacer este tipo de oración está en que no toman el filtro de la fe, es decir la voluntad de Dios, y sin tener en cuenta la voluntad de Dios declaran como hecho asuntos que Dios no respalda por no ser su voluntad.

Es importantísimo entender que las palabras pronunciadas por los hombres sólo tienen poder si Dios así lo decide

Este principio es aplicable aun a aquellos que buscan el respaldo de Satanás para dar poder a sus palabras. Un brujo puede con sus palabras producir la muerte en un ser humano, pero sólo si Dios lo permite. Si Dios no lo permite, si no es su voluntad, es imposible que las palabras pronunciadas se cumplan. 

Que es igual a decir que el poder no está en las palabras, sino en el respaldo de Dios.

Los que creen en esta mala doctrina, además de apoyase en pasajes mal interpretados, se aferran a los pocos testimonios que funcionan, cometiendo el grave error de ignorar los miles de testimonios que no se cumplen. 

Por esto cuando vamos a hacer una oración, si Dios nos ha mostrado lo que él va a hacer y nos pide que lo declaremos como un hecho, debemos hacerlo y la petición se cumplirá. Pero si al hacer una oración no sabemos si realmente es la perfecta voluntad de Dios contestar afirmativamente nuestra petición, es un error (pecado) declararlo como un hecho. Lo correcto es hacer una oración como nos lo enseñó el Señor Jesús en uno de los momentos más críticos de su vida:

Lucas 22:42   diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

En esta oración podemos encontrar un asunto relativo y un absoluto. Lo relativo es la petición de Jesús respecto de la copa, pero lo absoluto, por supuesto lo más importante es que al final sólo se haga la voluntad de Dios.

Yo me atrevo a decir que cualquier tipo de oración o fórmula para orar en la cual se ignore o se enseñe a ignorar la voluntad de Dios, tiene que ser una obra (engaño) del demonio. Y al contrario, cualquier oración en la que de todo corazón estemos dispuestos a aceptar la voluntad de Dios, cualquiera que ésta sea, es algo que indudablemente agrada a Dios.

7. DEBE HABER OBEDIENCIA

Puesto que la oración es un recurso dado por Dios para que hagamos su voluntad, se sobreentiende que quien no quiera hacer su voluntad no necesitara de la oración. ¿Para qué si no quiere hacer la voluntad de Dios?  El Señor Jesús dijo:

Juan 15:7, 10   Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho…  10Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

En primer lugar, cuando alguien no permanece en Dios, ni la palabra de Dios permanece en él, lo más seguro es que las peticiones que haga en oración tampoco serán de acuerdo a la voluntad de Dios y por lo tanto no serán respondidas. (1 Juan 5:14 al 15)  

Por supuesto hay quienes sin conocer a Dios y sin desear hacer su voluntad usan la oración para obtener lo que desean. Pero pedir a Dios algo sin conocer su voluntad es un acto similar al del ladrón que se da la bendición y se encomienda a Dios antes del atraco.

En segundo lugar, la falta de permanencia en los mandamientos de Dios, evidencia la falta de fe, si no hay confianza en Dios para obedecerle; ¿Habrá confianza para esperar de él una respuesta? No.

Santiago 2:14  Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?

Si por no creerle hacemos cosas en contra de los principios de Dios lo cual nos perjudica y luego oramos para que El nos prospere en ésos asuntos…. Siendo esto una contradicción de fe; ¿Dios responderá? 

Si gasto irresponsablemente algún dinero y luego pido a Dios para solucionar este asunto; ¿Dios responderá? Si nos alimentamos descuidadamente afectando nuestra salud y luego oramos por sanidad; ¿Dios responderá?  Si tratamos mal a nuestra esposa o hijos y luego oramos a Dios por el bienestar familiar; ¿Dios responderá?

Lo correcto en todos estos ejemplos es hacer las cosas de acuerdo a la dirección de Dios, y además orar para pedir su bendición.

Pero es común, por causa de la dureza de corazón del hombre, que cuando el hombre no recibe respuesta a sus oraciones, en lugar de reconocer lo mal hechas o la mala actitud al hacerlas, prefiere culpar a Dios. Sin embargo Dios en su palabra nos aclara la razón por la cual no contesta: 

Isaías 59:1 al 2  He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. 

Y no es porque no tenga poder o no pueda oír sus oraciones, sino por causa del pecado en la vida de los hombres que las hacen. 

Salmos 66: 18  Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.

Si nuestras intenciones no están de acuerdo con la voluntad de Dios, entonces son intenciones inicuas aunque el mundo no las reconozca cómo malas. En ese caso lo correcto es arrepentirse, (cambiar el objetivo) pedir perdón, y hacer la petición de acuerdo a la voluntad de Dios para recibir su respuesta.

8.   DEBE HABER TIEMPO.

Por la importancia de la oración para nuestra vida, y por el mandato de orar sin cesar, debemos entender que es necesario tener tiempo suficiente para orar. Jesús nos dio ejemplo:

Marcos 1:35  Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

No tener tiempo para orar siendo esto, después de la presencia de Dios en nuestra vida el recurso más poderoso para vivir la vida cristiana, sería un gran error. Sería comparado a decir que no tenemos tiempo para comer porque estamos ocupados viviendo la vida.

Por esto el estudio de las escrituras para comprender mejor a Dios y su voluntad, y nuestra conversación con el tienen que ser prioritarias en nuestra vida. 

En la escritura se nos exhorta a evaluar y a calcular el costo que nuestra nueva vida requiere.

Lucas 14:28 al 29, 33   Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él… 

Y como elementos indispensables e irremplazables están el estudio de las escrituras que nos da el conocimiento de Dios y la oración que nos permite relacionarnos con él. Sin estos dos elementos es imposible vivir la vida cristiana. 

Siendo esto así; ¿Será correcto que un cristiano diga que no tiene tiempo para orar? No será más bien una clara evidencia de que no está administrando bien su tiempo, puesto que no es posible aceptar que alguien no tenga tiempo para hacer la voluntad de Dios. Quien no tiene tiempo de hacer la voluntad de Dios es porque lo está desperdiciando en otras cosas que no son su voluntad.

En otras palabras como es posible que alguien no tenga tiempo para hacer la voluntad de Dios (orar) si sólo para eso fuimos creados.

33Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Cuando alguien dice que no tiene tiempo para orar o para cualquier cosa que Dios le pida es porque no está dispuesto a pagar el precio, no porque no tenga tiempo. Lo cual también evidencia que su escala de valores y sus prioridades son equivocadas. Por eso la advertencia de la escritura:  

2 Timoteo 2:4  Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 

III. BENEFICIOS DE LA ORACIÓN

Siendo la oración un recurso poderoso dado por Dios para que hagamos su voluntad, los beneficios de la oración son muchos. El principal de ellos es que ayuda a la realización de la obra de Dios, pero respecto de nuestra vida podemos mencionar:

A. LA ORACIÓN NOS PERMITE CONOCER CADA VEZ MEJOR A DIOS.

Sabiendo que Dios sólo contesta lo que es su voluntad, a través de las oraciones contestadas y no contestadas podemos ir evaluando y conociendo la voluntad de Dios, lo cual también nos permite conocerlo mejor a Él. Es tan importante el conocimiento de Dios que es de las pocas cosas de las cuales se nos permite jactarnos.

Jeremías 9:24  Más alábese en esto el que haya de alabarse: en entenderme y conocerme,…..

Pero; ¿Sin conversar con Él, sin tener tratos con Él, como podremos entonces conocerle?  

Además, del conocimiento que tengamos de Dios dependerá toda nuestra vida, y toda nuestra eternidad.

Efesios 3:19  y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Entre más conocimiento tengamos de Dios, mucho más fácil es nuestra vida no sólo porque hacemos las cosas de manera más acertada, sino porque la confianza en Dios nos permite descansar cada vez más en él.

B.  TERMÓMETRO EN NUESTRA RELACIÓN CON DIOS.

La oración (la conversación) es también un termómetro en nuestra relación con Dios, igual que la comunicación lo es en el caso de una pareja de enamorados, pues muestra la situación en que ellos están, evidencia su amor, su cariño, su respeto, etc. Si hay buena relación con Dios y hay madures, la oración será continua, tierna, inteligente llena de fe. Pero si hay mala relación con Dios la oración será casi nula o peor aún podrá ser hipócrita y obstinada. (Religiosa)… Cómo pidiendo a Dios que nos prospere en el mal. (en lo que no es su voluntad) 

Éxodo 16:4  Jehová dijo a Moisés: -Mira, yo os haré llover pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 

Se busca el alimento espiritual cuando se es consciente que el mundo es un desierto para nuestra vida espiritual. Si nuestros objetivos no son espirituales no nos hará falta el alimento espiritual, y entonces la oración decaerá, o se volverá simplemente frases que se repiten. Un ritual.

Salmos 32:3 al 5  Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. 4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. 5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.  Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;  Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Una buena relación con Dios siempre será rica en oración.

C. LA BUENA ORACIÓN ES MUESTRA CLARA DE NUESTRA DEPENDENCIA DE DIOS.

Lucas 6: 12  En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.

Si Jesús siendo quién era, oraba de esta manera, que podemos pensar de nosotros ¿Qué tanto necesitaremos la oración?  ¿Qué tanto dependemos de Dios y lo hacemos evidente en nuestra oración? ¿Entre más trabajo tenemos más tiempo dedicamos a la oración o menos?

IV. ELEMENTOS QUE INCLUYE LA ORACIÓN

La oración siendo una conversación puede incluir elementos como la adoración, alabanza, agradecimiento, confesión y peticiones específicas. Los elementos que se usen y el orden en que se haga dependerán de cada persona y de sus necesidades. Lo importante es que no se convierta en un ritual, y con esto me refiero a algo que se hace habiendo perdido el verdadero sentido de la oración, que es comunicarnos con Dios.

A.   ADORACIÓN

La adoración es un reconocimiento profundo y genuino de la grandeza de Dios. Esta adoración surge como un resultado de ser conscientes de la grandeza de Dios con el cual nos estamos relacionando. Cuando no hay adoración, nos podíamos preguntar; ¿Si somos conscientes que estamos hablando con Dios? 

Salmos 95:6 al 7 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 7Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.

Bajo el Nuevo Pacto la adoración es algo que no puede faltar en la vida del creyente puesto que el Espíritu que habita en él le llevará a adorar al Padre.

Juan 4:23 al 24  Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 

Una genuina adoración hace que nuestro corazón se humille (reconocer realmente lo que somos) delante de Dios y se disponga para hacer sólo su voluntad. Quien no está dispuesto a hacer la voluntad de Dios no ha entendido, no tiene ni idea de la grandeza de Dios. 

Se adora a Dios por lo que Dios es.

B. ALABANZA Y/O AGRADECIMIENTO  A DIOS EN TODO.

La alabanza es nuestro reconocimiento por lo que él hace. Y por supuesto él hace absolutamente todas las cosas de manera perfecta para bendecirnos.

1 Crónicas 16:25 al 26  Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza, Y de ser temido sobre todos los dioses. 26Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Mas Jehová hizo los cielos.

Hebreos 13:15  Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

Lo contrario de la alabanza son las quejas. Cualquier queja que salga de nuestra boca directa o indirectamente ofende a Dios pues es quejarse de su soberanía y de las cosas que manda o permite para bendecirnos. Contrario a esto, la alabanza nos permite estar en su presencia.

Salmos 95:2  Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos.

1 Tesalonicenses 5:18  Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 

Si no puedes alabarlo o no puedes agradecerle de corazón, es decir sintiéndote verdaderamente agradecido por lo que está pasando, entonces debes pedirle perdón a Dios por tu incredulidad y rogarle que te permita creerle y agradecerle por lo que él está haciendo en tu vida.

Romanos 8: 28  Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados

La alabanza fortalece nuestra vida espiritual y permite que Dios haga su obra.

2 Crónicas 20:22  Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.

Hechos de los Apóstoles 16:25 al 26  Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 

C.  CONFESIÓN DE PECADOS

En nuestro tiempo de oración, si somos conscientes de que hemos pecado por supuesto que debemos ponernos en paz con él.

1 Juan 1: 9  Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

Y así como por la escritura reconocemos que hemos pecado, por la misma escritura debemos aceptar el perdón de Dios y la ayuda ofrecida para dejar de pecar.

D.   PETICIONES ESPECÍFICAS

Según la escritura una de las razones por las cuales no recibimos lo que deseamos es porque no lo pedimos. 

Santiago 4: 2  Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

Dios asegura estar dispuesto a dar buenas cosas a los que le pidan.

Mateo 7: 11  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

San Juan 14: 13-14    Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Debemos incluir en las peticiones las necesidades que otros tienen.

 1 Timoteo 2: 1  Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres.

V. LA FORMA DE ORAR… POSICIÓN, LUGAR, ESTILO

No hay razones para pensar que hay lugares desde donde Dios no nos pueda escuchar, o que haya posiciones que impidan que nuestra oración llegue a su presencia. Lo más importante de la oración siempre será nuestra actitud, que puede ser expresada de diferentes maneras. Por ejemplo:

Mateo 26:39  Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú».

2 Samuel 12:16 Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. 

Salmos 33:2  Aclamad a Jehová con arpa;  Cantadle con salterio y decacordio. Cantadle cántico nuevo;  Hacedlo bien, tañendo con júbilo.

Salmos 81:1  Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;  Al Dios de Jacob aclamad con júbilo. 

Salmos 63:4  Así te bendeciré en mi vida;  En tu nombre alzaré mis manos.

-o-

Tenga la libertad de enseñar, copiar y distribuir este material siempre y 

cuando lo haga sin quitar nada de su contenido que cambie 

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