FUEGO EN MEDIO DE TI
I. INTRODUCCIÓN
La gente en el mundo no ve la importancia de buscar, conocer y creer en Dios. Por qué no han entendido que esa falta de Dios ha dañado su interior, su manera de pensar y de sentir, y en lugar de arreglar lo que está enfermo, tratan por todos los medios de cambiar el exterior para sentirse bien, pero esto en lugar de arreglar el problema de su insatisfacción, lo que ha generado es mucha más maldad la cual con el tiempo trae más y mas dolor. La escritura describe este proceso diciendo lo siguiente:
Romanos 1:28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
La primera mala consecuencia fue obtener una mente que no es capaz de aprobar, es decir de entender la realidad de lo que está pasando, y al no poder entender la realidad de lo que está pasando por tener una mente embrutecida a tomado decisiones y caminos que en lugar de arreglar empeoran la situación. La escritura nos hace una lista de lo que los hombres comenzaron hacer para tratar de vivir mejor y dice:
Romanos 1:29–31 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
Aunque estas actitudes y comportamientos les permiten lograr ciertos objetivos, sus vidas no mejoran, pues todavía que experimentan muchos sufrimientos, y en lugar de reconocer que deben buscar a Dios, empeoran más la situación tratando de corromper a todos los demás para que vivan de la misma manera. Y es por eso que podemos leer:
Romanos 1:32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
Este absurdo comportamiento es el resultado de no tener en cuenta Dios, pues al rechazar todo lo bueno que hay en Dios, el hombre se queda con lo malo, como es evidente al ver la historia del hombre sobre la tierra. Si comenzamos con Caín podemos leer:
Génesis 4:8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
No les parece una clara evidencia de la maldad del hombre, que el primer muerto en la tierra ni siquiera haya sido de muerte natural, sino que fue asesinado, y peor aún por su propio hermano.
Por ser la primera vez me parece más grave, aunque hoy por causa de la codicia y otras muchas cosas mas, entre familiares se asesinan, y estamos tan acostumbrados a ver esto en las noticias, que ya no nos parece algo extraordinario.
Pero todavía más grave resulta el hecho si nos preguntamos: ¿Por qué lo mató? Al hacer este relato la escritura no nos cuenta el motivo, pero el apóstol Juan en su primera carta si nos lo revela, pues dice:
1 Juan 3:11 al 12 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. 12No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
En las leyes humanas está previsto que en defensa propia si es necesario se puede matar a aquel que nos quiere matar. Esto es algo muy común en las guerras, donde el que no se defiende pues obviamente termina muerto, y lo que normalmente justifica este tipo de acción es que el otro siendo malo y teniendo malas intenciones, nos da el derecho de defendernos de su maldad.
Por esta misma razón podemos encontrar que hay ciertos países donde la existe la pena de muerte para ciertos crímenes atroces, y la razón para aplicarla es detener la maldad del hombre sobre el hombre. En China aplican la pena de muerte para ciertos crímenes, y los países musulmanes la aplican a los asesinos, violadores, adúlteros, homosexuales y a quienes publiquen pornografía, y lo hacen precisamente para buscar detener la maldad.
Pero en este caso la razón para matar a su hermano, fue todo lo contrario, es decir; lo mató porque era bueno, lo mató porque hizo lo correcto, porque actúo con justicia… Y no hay duda que siendo ese el motivo, muestra la descomposición tan grande en el corazón de Caín, razón por la cual el apóstol Juan dice que Cain era del maligno, dando a entender que la paternidad satánica lo controlaba.
Matar a alguien bien malo y depravado puede ser tomado como algo bueno, y es por eso que algunos se alegran cuando un criminal bien perverso es asesinado, pero no piensan lo mismo cuando muere un justo, pues creen que es algo que no debería suceder y por esto algunos le preguntan a Dios: ¿Por qué no mueren los malos, los que hacen daño, o los egoístas o tacaños, porque son los buenos los que tienen que ser asesinados?
Cuando un ser humano agrede, hace daño o peor aún asesina a una persona por ser buena, no hay duda que se hace evidente la gran maldad del hombre. La siguiente pregunta respecto de este hecho es: ¿Qué fue lo que desencadenó este asunto? Y la respuesta resulta más absurda:
Génesis 4:3 al 5 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
La escritura nos cuenta que Caín no hizo bien las cosas delante de Dios, y al no haber agradado a Dios tomó la decisión de asesinar a su hermano, para… ¿Tratar de arreglar el problema?
Esta decisión es prueba irrefutable de una mente embrutecida. ¿Si quería competir con su hermano, llegando a ser mejor que él, asesinarlo le permitiría lograr su objetivo? O ¿Si quería agradar a Dios igual que lo hizo Abel o mejor que Abel, asesinarlo le permitiría lograr su objetivo?
Por supuesto que no. Sí Dios no lo miró con agrado porque le desobedeció, y para arreglar el asunto comete una desobediencia todavía mucho más grave contra aquel que hizo las cosas bien. La pregunta es: ¿Acaso hay en el un comportamiento razonable?
Sin embargo a pesar de lo absurdo de este comportamiento, a veces uno encuentra cristianos que tienen envidia de otros cristianos, porque son más usados por Dios o porque tienen algún don que ellos anhelan, y en lugar de alegrarse por aquel hermano que está siendo usado por Dios, dejan que la envidia dañe su corazón… Creo que hay que poner mucho cuidado a esto, porque tener esos sentimientos es algo maligno y eso fue lo que originó ese horrible comportamiento de Caín.
Ahora: Cuando el Señor pedía el sacrificio de un cordero, lo que se estaba pidiendo era un sustituto que debía morir para que el hombre fuera librado de morir por ser pecador, y poder así presentarse delante de Dios.
Caín no ofreció un cordero, el ofreció lo que a él le pareció mejor, lo cual da a entender que no sólo no estaba dispuesto a obedecer a Dios, sino que además no se consideraba pecador, y cuando Dios le da a entender que es pecador… ¿Pretende arreglar el problema cometiendo más y peor pecado al matar a su hermano?
No es necesario pensar bien en el asunto para ver que no tiene sentido. De hecho cuando hemos alcanzado sabiduría vemos con claridad que el pecado nunca tiene sentido, pero cuando estamos embrutecidos nos parece que sí.
En esta historia es evidente que el pecado del cual no nos arrepentimos siempre engendra más pecado. Y por supuesto esto no sólo ocurrió en la vida de Caín, ocurre en la vida de todos nosotros cuando no nos arrepentimos del pecado que estamos cometiendo.
Este mismo principio lo podemos ver en el comportamiento de los escribas y fariseos hipócritas, entendiendo que un hipócrita es aquel que aparenta ser lo que no es. En este caso los hipócritas aparentaba estar bien en su relación con Dios, y el resultado que podemos ver es el siguiente:
Mateo 23:14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.
Jesús denuncia como estos personajes abusaban de los más desvalidos con el pretexto de hacer algo muy espiritual. Y luego dice:
Mateo 23:15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
Y luego dice que eran bien diligentes para buscar un discípulo y convertirlo en el doble de malo de lo que ellos eran…. Esta maldad no reconocida de los religiosos de algunas iglesias cristianas que predican malas doctrinas, es lo que con el tiempo llevará a la apostasía, que es cuando se va completamente en contra de las cosas de Dios, creyendo que están haciendo la voluntad de Dios, y el aumento de la maldad es evidente porque no logran ver su maldad.
Quiero que vayamos teniendo en cuenta que en ambos casos lo que hace que se genere toda esta maldad, es el no tener en cuenta a Dios y buscar vivir complaciendo sus propios deseos.
Y lo que agrava más la maldad, es que esta clase de religión es tan productiva para los que aman el mundo, que el día de hoy podemos ver gran cantidad de iglesias en las que se aplica la religión de Caín, donde tristemente a veces los más explotados son los que menos tienen, pero porque son los que más desean tener.
Sin embargo la ironía en este comportamiento es que pretendiendo estar mejor con Dios, y aun mirando con desprecio a las iglesias al estilo de Abel, la sentencia del Señor para esta clase de personas es que recibirán mayor condenación.
Pero no es la única historia bíblica donde encontramos a alguien que después de haber hecho las cosas mal, quiere recibir la bendición que Dios da a los que hacen lo correcto, y para lograrlo también toma la decisión de matar a su hermano.
Génesis 25:31 al 34 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. 34Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
Menosprecio el privilegio que Dios le había dado de ser el primogénito, y lo triste es que lo menosprecia por satisfacer su estomago. Seguramente pasó un buen tiempo donde este hombre vivió completamente inconsciente de lo que había hecho, hasta que descubre que su hermano en complot con su madre efectivamente se queda con la bendición.
Y al ver que no puede solucionar el asunto, toma otra decisión peor que la primera, mostrándonos nuevamente que un pecado no reconocido lleva a más pecado disfrazado de solución. La escritura nos cuenta:
Génesis 27:41 Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.
Pero para ir más profundo en este asunto quiero que tengamos en cuenta que es lo que lleva a los hombres a tener este comportamiento absurdo, y es; que dejan que su corazón se llene de malos sentimientos, que al no ser complacidos los hacen sufrir.
En el caso de Caín dice que se ensañó, qué significa que comenzó a deleitarse al pensar en causar el mayor daño posible, y en el caso de Esau que aborreció a Jacob, y no hay duda que ese aborrecimiento va acompañado de malos deseos para aquel que aborrecemos.
Abel no hizo nada malo, fue Caín el que pecó. Igualmente Jacob no hizo nada malo, el no obligó a su hermano a venderle su primogenitura, él sólo le hizo una oferta que Esau con gusto acepto, pero lo grave del asunto es que Esau estaba menospreciando la bendición de Dios, y esto es tan serio que la escritura usa su mal ejemplo para exhortarnos a no a hacer lo mismo. Dice así:
Hebreos 12:15 al 17 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;16no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. 17Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
Dice que debemos vigilar que no haya alguna raíz de amargura, algún mal sentimiento que nos impida disfrutar de la gracia de Dios, y nos da el ejemplo de cómo Esau al cual compara con un fornicario o profano por haber menos preciado la bendición de Dios, con el propósito de satisfacer su carne.
Algunos ignorando la soberanía y el buen propósito de Dios se amargan cuando otro hace algo contra ellos. Quién hace esto no hay duda que está mal, porque si todas las cosas ayudan a bien lo que debe haber es crecimiento espiritual, no deterioro espiritual.
Pero es aún peor cuando el que se porta mal es uno mismo, y luego uno se llena de amargura porque otro está haciendo las cosas bien, y empeoramos la situación al dejar que esos malos sentimientos nos lleven a tomar la decisión de buscar hacer daño a quien está haciendo lo correcto.
Pero también quiero que no perdamos de vista, que la escritura compara este comportamiento con el de aquellos que fornican, es decir aquellos que quieren tener relaciones sexuales antes de casarse, los cuales al igual que en todos los casos anteriores han dado prioridad a complacerse así mismos en lugar de hacer las cosas bien delante de Dios…
La evidencia de qué Caín buscaba complacerse asimismo y no a Dios, es que no ofreció lo que Dios pedía sino lo que él quería. La evidencia de qué Esau quería complacerse asimismo es que quería llenar su barriga sin importarle que para eso debía despreciar la bendición de Dios.
La evidencia de qué los escribas y fariseos querían complacerse animismos, era que explotaban a los desamparados mientras fingían ser muy espirituales.
Un profano es aquel que desprecia las cosas sagradas. Y son estos dos componentes, el querer complacer su carne y el no importarle perderse la bendición espiritual, lo que lo llevó a actuar con maldad… Y al pasar el tiempo cuando entiende su gran error por más que se arrepintió, no logró recuperar lo que había perdido.
No sé cuántos han vivido situaciones en las cuales por una sola acción o actitud equivocada su vida ha tomado un curso desastroso y muy doloroso, donde anhelan lo imposible, es decir devolver el tiempo para enmendar el error de haber tomado esa mala decisión.
La primera vez que tiene una relación ilícita y le contagian de sida; en la primera relación sexual la embarazan; es la primera vez que le es infiel a su mujer después de muchos años y la mujer lo descubre. O la muchacha que por querer salir a bailar sale con unos desconocidos, los cuales la drogan, la violan y ahora no sabe quién es el padre…
Cuántos por andar borrachos han tenido un accidente que ha cambiado su vida para siempre; o aquel buen empleado que después de muchos años le dio por robar a la empresa y lo descubrieron y echaron, éste trató de suicidarse varias veces pero no sabía hacer bien los nudos; o el otro recién casado que se mete de mula y termina preso en el primer viaje a los estados unidos, razón por la cual su esposa se divorcia. (Estoy hablando de casos reales)
Pero más grave aún, es que muchos en lugar de reconocer el desprecio o la falta de interés hacia las cosas Santas de Dios, y por su amor a las cosas prohibidas, empeoran la situación dejando llenar de malos sentimientos su corazón, cuando las cosas no salen como las desean.
Hay algo qué creo que es claro, sin embargo quiero insistir en esto, y es que los malos sentimientos que experimentamos producto de hacer las cosas mal, son en realidad el resultado de no tener en cuenta a Dios.
Por supuesto hay cristianos que se han amargado y que no son tan drásticos en estas decisiones, no están pensando en matar a su hermano en la fe, pero si hay una actitud de no querer ayudar, no querer favorecer, no tratarlos de manera normal, sino aún de forma disimulada y sutil tratan de hacerles daño a través de comentarios, chismes o especulaciones.
Pero si no reconocen su pecado y que sus malos sentimientos son producto de no tener en cuenta a Dios, y no de lo que los otros le hacen, sino de lo que ellos hacen, esto va a seguir avanzando y va a llegar el momento en que a causa de sus malos sentimientos van a tener pensamientos como de: “Qué bueno que se muriera” o al menos que se fuera a vivir al triángulo de las bermudas…
Imagínese que alguien hace algo en contra de usted porque Dios lo ha organizado de esa manera, para que ese acontecimiento lo ayude a usted a crecer espiritualmente, y por su pecado de no
tener en cuenta a Dios, en lugar de que esa situación le ayude a crecer espiritualmente, usted se amarga, y por estar amargado para arreglar el problema de su pecado de no asimilar la bendición, toma la decisión de hacer más daño… ¿Qué podrá conseguir con todo esto?
Me pierdo la bendición de Dios y para arreglar el problema cometo más pecados… Esto por supuesto no tiene ningún sentido, porque el pecado nunca tiene sentido. Malignos, fornicarios, profanos, aborrecedores, amargados y asesinos…. Por no tener en cuenta a Dios.
Hay otra historia donde esos valores y deseos equivocados al ser cumplidos producen otra tragedia. Se trata de dos hijos de David, medio hermanos, donde uno de ellos, nos cuenta la escritura:
2 Samuel 13:2 Y estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna…
Este hombre se obsesionó con su media hermana, con tal deseo y con tal pasión que la angustia de no poder poseerla lo enfermó. Y para su infortunio, tiene un amigo de esos amigos que no convienen, que pretendiendo ayudarlo en realidad lo hundió en más pecado.
2 Samuel 13:4 Y éste le dijo: Hijo del rey, ¿por qué de día en día vas enflaqueciendo así? ¿No me lo descubrirás a mí? Y Amnón le respondió: Yo amo a Tamar la hermana de Absalón mi hermano.
¿Cómo sería la angustia de no poderla poseer que cada vez estaba más flaco? Amnón le confiesa que ama a su hermana… ¿Será que podemos considerar amor semejante situación que lo tiene enfermo? ¿Será que podemos llamar amor un sentimiento que lo lleva a hacer las cosas mal para poder poseerla?
Pues Amnón por no tener en cuenta a Dios, no sólo está atormentado por sus sentimientos, también está mal de amigos, pues éste le aconseja mentir y engañar a varias personas entre ellas al rey David, para que él pueda estar a solas con Tamar en su casa y así poder aprovecharse de ella.
Nuevamente el mismo absurdo comportamiento, está mal, está en pecado porque está dejando que su carne lo controle de tal manera que menosprecia las cosas de Dios, y para arreglar este asunto planea hacer algo muchísimo peor.
Cuando logró tenerla sola en su casa y se dispuso a abusar de ella, ella le pidió que hicieran las cosas de manera correcta, que pidiera su mano, que se casaran… Pero este hombre confundiendo su pasión desenfrenada con amor…
2 Samuel 13:14 Mas él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, y se acostó con ella.
Logró cumplir su deseo, no quiso hacer las cosas de manera correcta y esperar el tiempo de Dios. Lo tremendo es que, el resultado de tan absurda pasión disfrazada de amor fue:
2 Samuel 13:15 Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado.
Y otra vez el mismo resultado. Al no tener en cuenta a Dios y hacer las cosas a su manera, el resultado fue que su corazón se llenó de aborrecimiento y odio.
Si hubiese tenido en cuenta a Dios, hubiera colocado la voluntad de Dios por encima de su pasión, y al esperar hubiera podido tener a esta mujer como su esposa. Pero ahora después de haberla
deshonrado, lo cual en esa época en el pueblo de Israel era algo supremamente grave, en lugar de reconocer su pecado hace algo todavía peor:
2 Samuel 13:15 al 17 Y le dijo Amnón: Levántate, y vete. 16Y ella le respondió: No hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho. Mas él no la quiso oír, 17sino que llamando a su criado que le servía, le dijo: Echame a ésta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta.
Nuevamente el mismo comportamiento pecaminoso de no hacerse responsable del pecado, y tratar de arreglarlo con otro pecado mayor… Y por esto después amarla de manera obsesiva la hecho como un perro. Pero si volvemos a leer:
Hebreos 12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
El problema se agrava porque a causa de nuestros pecados y nuestra amargura otros pueden ser contaminados, por eso la importancia tan grande que tiene un buen testimonio.
La escritura nos cuenta que Amón siguió viviendo como si nada hubiera pasado, pero también nos cuenta lo que pasó con su hermano Absalón:
2 Samuel 13:20 al 22 Y le dijo su hermano Absalón: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por esto. Y se quedó Tamar desconsolada en casa de Absalón su hermano. 21Y luego que el rey David oyó todo esto, se enojó mucho.22Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón aborrecía a Amnón, porque había forzado a Tamar su hermana.
El rey David se enteró, se enojó mucho pero no hizo nada. Pero Absalón dejó llenar su corazón de aborrecimiento contra Amnón, y pacientemente esperó dos años, y en una fiesta que organizó lo asesinó y salió huyendo de su padre David.
Y entonces David que no hizo nada contra Amón seguramente para no perderlo, de todos modos lo perdió y también perdió a Absalón, que aunque años después regresó, la escritura nos cuenta que Absalón se rebeló contra el rey David y quiso matarlo, y el resultado final fue la muerte de Absalón.
No tener en cuenta a Dios llena nuestro corazón de malos deseos, de malos sentimientos que nos impiden disfrutar de la gracia de Dios, que nos hacen sufrir, y que si no nos arrepentimos entonces nos llevarán a tomar peores decisiones que cada vez dañaran más nuestro corazón, y puede también dañar a los que están a nuestro alrededor.
Y si nos preguntamos: ¿Por qué sucede esto de esta manera, porque el hombre no puede simplemente alejarse de Dios y continuar viviendo con buenos sentimientos en su corazón?
La respuesta la encontramos en otra escritura que aunque en cierto modo está hablando del rey de Tiro, por las cosas que dice sabemos que también está hablando de un querubín grande, protector, sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de hermosura, un ser espectacular creado por Dios, del cual dice:
Ezequiel 28:15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
Para muchos la pregunta obligada parece ser: ¿Entonces Dios creó la maldad? Y la respuesta es un NO absoluto, lo que Dios creó fue seres libres que tenían la opción de no creerle a Dios y rebelarse
contra él. Por lo tanto la maldad es; la ausencia de lo bueno. Como las tinieblas son la ausencia de la luz. El pasaje continúa:
Ezequiel 28:16 al 17 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor;
Quiero que notemos que lo que este personaje usa para irse contra Dios a causa de su rebeldía, es precisamente lo que Dios le ha dado.
Pero: ¿Será que lo que Dios nos ha dado es suficiente para ir en contra de Él y salir ganando?
La multitud de contrataciones habla de riquezas y/o poder, y por confiar en lo que tenía pensó que podía ir contra Dios. También a causa de la hermosura con que Dios lo había hecho se enalteció su corazón, lo cual significa que creyó ser lo que no era, y poder lo que no podía. Y por causa de su esplendor corrompió su sabiduría. Y como nadie puede burlarse de Dios las consecuencias de todo esto fueron:
Ezequiel 28:17 al 18 yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
Cuando leemos: “Yo pues saqué fuego en medio de ti el cual te consumió” Esto nos da a entender que parte del castigo de aquellos que menosprecian a Dios, sale de ellos mismos, ellos mismos crean el fuego que los atormenta y consume.
Ésa es la razón por la cual lo que consume a la gente, lo que la hace sufrir, aunque pueda tener como detonador algo que se origina afuera, el verdadero daño se origina dentro del corazón.
Es decir lo que nos hace sufrir no es lo que nos sucede, si no la absurda reacción ante eso que sucede, cuando no es de acuerdo a nuestros deseos. Por ejemplo, si leemos el siguiente pasaje:
Eclesiastés 7:26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso.
Lo que hace más amarga que la muerte la vida de un hombre que está esclavo a una mujer de estas, es su propio pecado, y lo que lo mantiene preso no es la mujer por mala, perversa, manipuladora, hermosa o seductora que sea, es el pecado del hombre lo que lo mantiene preso en amargura.
En los fragmentos de historias que he mencionado podemos ver a Caín si enseñó contra Abel y por eso lo mató. Esaú lleno de aborrecimiento tomó la decisión de asesinar a su Hermano. Amnón estaba enfermo producto de la angustia que experimentaba por causa de su propio deseo y eso lo llevó a hacer daño a Tamar. Y Absalón preso de su deseo de venganza terminó asesinando a Amnón.
Saqué fuego en medio de ti el cual te consumió… Ese es el resultado de no querer hacer la voluntad de Dios, lo cual genera una escala de valores inadecuada, que llega a controlar los sentimientos
que nos consumen, y que nos llevan a tomar decisiones que pueden ser desde el suicidio hasta el asesinato. Esto mismo la escritura lo dice de otra forma:
Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
La muerte es eso, amargura, odio, tristeza por razones equivocadas, deseos de venganza, deseos incontrolables que llevan a más pecado. Mientras que la vida eterna es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, y templanza. Si volvemos al leer notaremos que dice:
Ezequiel 28:18 Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió,
Se reveló contra Dios gracias a lo que Dios le había dado, y entonces profano su santuario. Pero: ¿Qué quiere decir que profanó su santuario? Si recordamos el primer mandamiento…
Marcos 12:29-30 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Profanar el santuario quiere decir que habiendo sido creados para que Dios sea lo más importante de nuestra vida, para que ocupe el trono de nuestra vida, para que sea la razón por la cual vivimos o morimos, y hacemos todas las cosas…
Profanar el santuario es tomar la decisión de complacernos a nosotros mismos y no a Dios. Y para hacerlo tomamos todo lo que Dios nos ha dado y en lugar de usarlo para hacer su voluntad lo usamos para hacer la nuestra.
Cuando se profana el santuario Dios no ocupa el trono de nuestra vida, lo ocupamos nosotros mismos, nos hacemos a nosotros mismos Dioses y nos seguimos a nosotros mismos.
La palabra profanar es un verbo que habla de la falta de respeto a algo religioso, sagrado, por lo tanto al profanar se deshonra, se ultraja, se mancilla algo que merece respeto.
El trono de nuestra vida le corresponde al Señor, pero cuando el hombre ignora a Dios para cumplir sus deseos, él se está colocando en el trono de su vida reemplazando a Dios… Y eso que es terrible siempre corrompe el corazón del ser humano.
Y aunque creemos que al hacer eso ganaremos, ocurre todo lo contrario. Al pueblo de Israel el Señor le dijo:
Jeremías 2:13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
Si nos preguntamos: ¿Y acaso será posible que alguien logre llenar el vacío que deja la ausencia de Dios? Por supuesto que resulta imposible, pero como el hombre no cree que sea imposible, el hombre insiste en llenar su vida haciendo muchas cosas que nunca llenan ese vacío, peor aun, porque absurdamente tratamos de llenarlo aumentando la maldad y el pecado.
Contrario a esto el rey David un hombre conforme al corazón de Dios dijo:
Salmos 62:1 En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. 2El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho.
Sólo Dios puede acallar nuestra alma, solo Dios realmente puede ser nuestra salvación a todo este desajuste espiritual, mental y emocional, que dirige actualmente la vida de la mayoría de los hombres.
Pero la obsesión de hacer su voluntad es es algo tan metido en los huesos del hombre, que cuando se les habla de Dios, la gran mayoría de ellos y aún de muchos cristianos, se acercan a Dios pero no para hacer la voluntad de Dios, no por lo que Dios es, ni siquiera para que sane su corazón, sino para poder realizar las cosas que ellos desean para complacer su carrne…
Pero como estamos viendo, el solo hecho de no tener en cuenta Dios corrompe tanto el corazón, que lleva a los hombres a vivir en contra de los deseos de Dios, lo cual inevitablemente hará que se cumpla lo que Dios ha dicho… Que es lo que los hace sufrir. “Saqué fuego en medio de ti el cual te consumió”.
Éstos mismos malos sentimientos resultado de no tener en cuenta a Dios, en una escala mayor es lo que produce toda la maldad que hay en el mundo… La escritura dice:
Santiago 4:1 al 2 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis,
Las guerras viene porque cuando Dios no está en el corazón se generan malos sentimientos que llevan a los hombres a destruirse entre ellos mismos…Estamos oyendo de la guerra que hay en este momento en Israel y Palestina, y la gente está asombrada porque ya casi se llega a los 10.000 muertos, y la razón de esta guerra son los deseos de los de Hamas de asesinar a todos los israelitas…
El pecado del cual no nos arrepentimos produce cada vez más maldad… El mundo se aterra por 10.000 muertos pero cada año se asesinan 70 millones de niños en el vientre de sus madres, y quienes lo están haciendo lo hacen para complacer sus deseos…
Y tal vez lo peor es lo mismo que estamos viendo desde el inicio, y es que la maldad va a estar enfocada en destruir a los buenos. La escritura dice:
Mateo 24:9–13 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Lo que se pronostica en el mundo es un aumento gradual de la maldad, y este aumento es consecuencia del pecado de no tener en cuenta a Dios, lo cual siempre va a producir mucho más pecado.
Por no tener en cuenta a Dios como debe ser tenido en cuenta, el hombre ha colocado en su remplazo otros dioses, y cuando estos dioses los hacen sufrir, en lugar de desistir y volver a colocar las prioridades en orden, por supuesto con Dios a la cabeza, lo que el hombre hace es aferrarse tenazmente a aquello que lo hace sufrir.
Hagámonos las siguientes preguntas: ¿Su deseo de ser millonario lo hace sufrir? ¿Su deseo de casarse lo hace sufrir? ¿Su deseo de estudiar una carrera lo hace sufrir? ¿Su deseo de continuar con ese noviazgo lo hace sufrir?
La solución es muy sencilla: Coloque a Dios en primer lugar, coloque la voluntad de Dios en primer lugar, y desista de todo aquello que lo hace sufrir, porque si no desiste lo único que logrará es prolongar esa situación, prolongar el sufrimiento, y seguramente producir más maldad para lograr seguir reteniendo aquello que lo hace sufrir. El apóstol Pablo escribió:
Colosenses 3:5 al 6 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia…
Siendo esto lo correcto, termina siendo completamente absurdo que los hombres insistan en pedirle a Dios riquezas para satisfacer su avaricia, su falta de contentamiento, sus malos deseos… Y como los hombres no entienden que aquello a lo que no quieren renunciar es lo que nos hace sufrir, cuando leen en la escritura que el Señor nos dice:
Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Este mensaje suena terrible a los oídos de ellos, y por eso contrario a este claro mensaje de la escritura, en muchas iglesias se está enseñando todo lo contrario, que hay que conquistar, que hay que obtener, que hay que progresar, que hay que triunfar, que hay que ser cabeza y no cola….
Hay muchos cristianos que creen que son buenos cristianos aunque no renuncian a obtener estas cosas que he mencionado, pero si la solución a nuestra vida fuera obtener todas estas cosas, entonces Jesucristo estaba completamente equivocado, porque el llamado que nos hace es a renunciar:
Lucas 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Sin embargo renunciar a todo lo que se posee, no es deshacerse de todas las cosas, aun de la ropa y ponerse encima un costal, como hacen algunos. Renunciar es hacer la voluntad de Dios con cada cosa que él nos da, incluidos los dones, talentos, habilidades y el tiempo…
Renunciar a todo es en realidad está dispuesto a vivir haciendo sólo la voluntad de Dios. El apóstol Pablo habla de esto mismo de la siguiente manera:
Efesios 4:22 al 24 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Pero insisto: Este mensaje suena terrible a los oídos de los hombres, les parece que vivir la vida cristiana auténtica requiere un gran sacrificio, y por eso se niegan a renunciar a los deseos engañosos, y lo único que logran es prolongar sus sufrimientos, que es similar a decir que no logran disfrutar de lo hermosa que es la vida cristiana.
Es importantísimo que entendamos y creamos que la única razón por la cual sufrimos es por lo que hay en nuestro corazón, no sufrimos por la maldad que hay a nuestro alrededor, no sufrimos por lo que nos hacen o no nos hacen… La única razón por la cual sufrimos es por la maldad que hay
en nuestro corazón y esa maldad es el resultado de no tener en cuenta a Dios, y es por eso que la escritura dice que Dios sacó fuego en medio de ti el cual te consumió.
El Señor Jesús también nos advirtió del grave error de insistir en continuar con ésa pasada manera de vivir. Lo dijo de la siguiente manera:
Marcos 8:35–37 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Y para poder obedecer en esto es importantísimo dejar de poner la mirada en las cruces. ¿A qué me refiero? A que cada vez que un cristiano va a renunciar a algo del mundo, le parece que lo están crucificando, y sólo mira lo que va a tener que dejar de hacer, lo que va a perder, pero no mira lo que va a ganar. Si seguimos el ejemplo del Señor Jesús la escritura dice:
Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Dice que la recompensa que Jesús iba a obtener al pasar la cruz, fue lo que le hizo menospreciar el sufrimiento. De igual manera cuando renunciamos a nuestros deseos para hacer la voluntad de Dios, es muchísimo más lo que vamos a ganar que lo poco que estamos perdiendo.
Es decir; en lugar de ver cruces en nuestro camino debemos ver resurrecciones. Más aún cuando en la cruz estamos matando aquellos deseos que nos hacen sufrir, y en la resurrección estamos obteniendo la transformación que nos permite vivir disfrutando de la vida que Dios nos ha regalado.
En lugar de ver el mundo que dejamos, tenemos que aprender a ver el que vamos a recibir.
En lugar de calcular el deleite que nos perdemos, evaluemos la paz que obtendremos de hacer las cosas bien de acuerdo a la voluntad de Dios…
Hebreos 11:24–27 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,25escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. 27Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
Así es de qué no hagamos nada si primero no tenemos en cuenta a Dios, porque eso es lo único que realmente traerá bendición a nuestra vida, tanto en el presente como en el futuro.
Pero si insistimos en complacer nuestros deseos ignorando a Dios… Sólo conseguiremos que fuego dentro de nosotros nos consuma…