APACIENTA MIS OVEJAS – PARTE 3
I. INTRODUCCIÓN
El mundo está lleno de verdades relativas o subjetivas, y por supuesto hay tantas “verdades” como seres humanos hay. Porque de manera absurda, en especial en este tiempo, la verdad no depende de situaciones reales, o de puntos de vista diferentes, sino que ahora lo que a cada uno se le ocurra pensar que es verdad, está siendo tomado como una verdad absoluta, sin serlo.
Me explico. Para un policía es bueno coger un criminal… Pero para un criminal es malo que la policía lo coja. Esto es fácil de entender, porque cada uno de acuerdo a sus objetivos evalúa lo que le sucede. Pero en este tiempo no importa la realidad de cada uno, sino que ahora nos quieren obligar a aceptar como verdad lo que cualquiera diga, no importando lo absurdo que parezca.
Si un hombre dice que es mujer entonces hay que tratarlo como mujer, no importa que biológicamente sea un hombre. De hecho metieron a uno de estos a la cárcel de mujeres por que él decía ser mujer, y violó a varias y embarazó a una… Y sin embargo tenemos que aceptar que es una mujer o nosotros estamos mal. A una cajera en un supermercado la demandaron porque le dijo “señor” a un señor que dice que es mujer.
A uno de estos personajes que defiende la ideología de género le preguntaron que si un hombre dice que es mujer… ¿Para él es un hombre o una mujer? Y él respondía que respetaba lo que cada persona piensa. Es decir; aunque entienden lo absurdo de esta filosofía no tienen… No sé cómo decirlo, no sé si es falta de inteligencia o de valor, lo que hace que no quieran defender la verdad que ellos mismos creen.
Los expertos en estos temas de la comunicación y el manejo de masas, dicen que la clave está en repetir tantas veces una mentira que termina aceptandose como verdad. Y muchos están usando estas mentiras para sus beneficios, aunque esto implique perjudicar a los demás.
Falsas epidemías, falso cambio climático, que hay que sacrificar a las vacas porque sus excrementos pueden acabar con la vida en este planeta, que ahora hay que comer insectos, etc.… Es más, ante esto que acabo de decir más de uno pensara que yo estoy mal de la cabeza, por no aceptar como verdad lo que ellos si aceptan.
No recuerdo quién, pero una de estas personas prominentes que han vivido en el mundo dijo que; el poder de los gobernantes está basado en la ignorancia del pueblo.
Lo que quiero que tengamos claro es que la mayoría de la gente vive ignorando la verdad. Porque no hay duda que la verdad absoluta si existe, pero los hombres han decidido negarla para poder vivir de acuerdo a sus deseos, o porque no creen que sea importante, o por no enfrentarse con la mayoría, y esa es la razón por la cual el mundo está y estará cada vez peor.
Tampoco hay duda que el promotor de la mentira es Satanás, y la está usando para impedir que los hombres obtengan la salvación, lo cual hará que terminen en el infierno. El Señor Jesús dijo a un grupo de religiosos que pretendiendo estar con Dios, en realidad difundían las mentiras de Satanás, con lo cual como dijo el Señor Jesús, ni entraban ni dejaban entrar al reino de los cielos:
Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
Los hombres han sido engañados por Satanás, el cual los ha convencido que lo importante es vivir haciendo lo que quieren hacer, pero él sabe que estos deseos los harán perderse eternamente, y los hombres al menospreciar la verdad continuan esclavos de sus mentiras.
Por esta razón, para poder salvar al hombre se hacía necesario que la verdad absoluta fuera proclamada en la tierra. Pero: ¿No existía acaso esa verdad? Pues esa verdad ya existía, el pueblo de Israel tenía en sus manos esa verdad en las escrituras, pero ellos mismos poco a poco por causa de sus deseos habían contaminado esa verdad con tantas cosas, que el resultado fue que la verdad se refundió entre tantos conceptos religiosos que los hombres se inventaron, por supuesto animados de forma sutil por Satanás.
Por esta razón el Señor Jesucristo, Dios hecho hombre, hacía su entrada en la tierra de manera maravillosa para dar testimonio de esa verdad absoluta, qué aunque ya existía no era tomada en cuenta. Sus palabras en la conversación con Pilato nos confirma que ese era su objetivo:
Juan 18.37-38 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. 38Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?
Ante esta declaración Pilato pregunta; “¿qué es la verdad?” Pero luego de hacer la pregunta sin esperar respuesta se va, y creo que el pensamiento de él era igual al de la mayoría de los hombres, que no creen que la verdad absoluta exista.
Y este comportamiento es más evidente cuando aquella “verdad” que nos comunican nos incomoda, porque nos muestra que estamos viviendo de forma equivocada, y entonces ante eso lo que la mayoría hace es comenzar a pedir pruebas que confirmen que esa sí es la verdad.
A veces la gente le dice a uno: “Es que los científicos dicen” y entonces yo les pregunto: ¿Y tú cómo sabes que es verdad? ¿Acaso estuviste allí con ellos para corroborar que la información era correcta? Y les hago esa pregunta para hacerlos conscientes que ellos creen esas “verdades” por pura fe
En estos días vi un video que hacía una recopilación de una gran cantidad de científicos prominentes, reconocidos a nivel mundial, que en estos últimos 50 años han pronosticado el fin de lmanidad por diferentes razones… Y todos ellos de una forma u otra aseguraban que los hombres se extinguirían de manera irremediable en el año 2.000 o antes… Por supuesto, aquí estamos, y no hay duda todos éstos científicos prominentes se equivocaron, pero los medios comunicaron tantas veces sus mentiras que mucha gente las creyó, y lo que me parece más increíble, es que siguen haciendo predicciones y la gente sigue creyendo.
Respecto de esto hay científicos honestos que dicen que es mentira lo que estos otros dicen. Por ejemplo la capa de hielo en los polos que han pronosticado los científicos que iba a desaparecer por el consumo de combustibles fósiles antes del año 2.000, lo cual haría que el nivel del mar subiera y muchas ciudades quedarían destruidas, resultó que del 2009 al 2019 aunque algunas en algunas partes el hielo disminuyó en otras aumento, y el resultado final es que habido un aumento de 5.305 km².
Y por supuesto el nivel del mar no ha subido ni un solo centímetro lo cual lo podemos ver al comparar fotos de la estatua de la Libertad en Estados Unidos… Éstos informes muestran que el calentamiento global es mentira. La tierra siempre ha tenido ciclos en que sube o baja la temperatura desde hace miles de años.
Aunque no es muy fácil encontrar la verdad en todos estos temas, pues la información correcta cada vez se elimina más, en los temas espirituales si quisiéramos tener pruebas de cuál es la verdad, el asunto se complicaría muchísimo más, porque es un asunto de fe.
Por ejemplo: ¿Existe el cielo y el infierno? O ¿Hay vida después de la muerte? O ¿Cuál es la religión correcta? Y lo más importante: ¿Es Jesucristo Dios?
Sin embargo por la suprema importancia que tiene para el hombre conocer la verdad de Dios, el método que Dios ha diseñado para que el hombre pueda conocer esta verdad espiritual es algo muy sencillo y muy fácil para el que realmente lo desee. Pues para lograrlo sólo hay una condición, que es estar genuinamente dispuesto a hacer la voluntad de Dios. Y por eso en cierta ocasión en que el pueblo estaba dividido en su opinión acerca de Jesús, la escritura nos cuenta:
Juan 7:12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo.
Y ante este dilema de si estaba diciendo la verdad que provenía de Dios, o si estaba engañando al pueblo diciendo mentiras, la respuesta de Jesús fue:
Juan 7:16–17 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. 17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
El que realmente quiera hacer la voluntad de Dios, al oír un mensaje o una enseñanza acerca de Dios, el Espíritu Santo confirmará a esta persona que está escuchando la verdad. Y estos que reciben la confirmación de que están escuchando la verdad, son los mismos que en el pasaje que ya leímos, el Señor Jesús dijo;“todo aquel que es de la verdad oye mi voz”
Pero el que no quiere hacer la voluntad de Dios, cuando escuche la verdad de Dios no la aceptara, y seguramente comenzará a pedir pruebas.
Pero además de esta oportunidad que está al alcance de todos los seres humanos, Dios en su misericordia para mostrar el poder y la fidelidad de su palabra, hizo que a través de sus profetas se dieran cientos de profecías acerca de Jesús, para que los hombres al ver su cumplimiento les fuera más fácil reconocer a Jesus como el enviado de Dios. Una de estas profecías que me parece asombrosa decía que él se llevaría todas las enfermedades y todas las dolencias…
Isaías 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Y la escritura registra su cumplimiento cuando dice:
Mateo 8.16-17 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Creo, no hay duda, que esa debió ser una manifestación espectacular que se repitió seguramente muchas veces. Igualmente creo que si hoy apareciera un personaje al cual le trajeran todo tipo de enfermos mentales, endemoniados, cáncer, sida, lepra y aun muertos, y a todos los sanara, y resucitara uno que otro, ciertamente que llamaría la atención de prácticamente todo el mundo.
Pero estos milagros que confirmaban que Jesús era el hijo de Dios, también servían como un gancho para atraer a las multitudes hacia él. Pues lo normal es que a la gente no le interesa ni la verdad, ni su vida espiritual, pero su salud, su familia, su economía, sí son cosas importantes para la mayoría de los hombres.
Dicho en otras palabras, lo importante no eran todos estos milagros, sino que teniendo cautivas a las multitudes el Señor Jesús al igual que debemos hacer nosotros, aprovechaba para dar el mensaje que podía salvar a los hombres, aunque este mensaje no resulta atrayente para los hombres, pues en su incredulidad no entienden la importancia de la salvación. Por ejemplo:
Lucas 14:25 al 27 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Lo que en realidad está diciendo el Señor Jesús, es que si no estamos dispuestos a dejar absolutamente todo lo que nos estorbe para hacer la voluntad de Dios, no podemos ser sus discípulos…
La pregunta es: ¿Es este un mensaje atrayente para aquel que tiene una cantidad de planes y de sueños que quiere realizar, y qué piensa qué al hacer la voluntad de Dios tendrá que desechar?
La respuesta es no, no es un mensaje atrayente, a no ser que la gente se pregunte cual es la verdad, es decir; cuál será el resultado de seguir a Jesús. Pero como ya mencioné, el problema es qué la mayoría de los hombres viven pensando que la verdad no es importante, y por eso ni siquiera se toman el trabajo de averiguar cuál es.
Pero si alguien considera importante la verdad, entonces se preguntará: ¿Qué voy a conseguir si dejo todas aquellas cosas que me gusta hacer, o qué amo, pero qué me impiden hacer la voluntad de Dios? Y con toda seguridad cuando conozcan y crean en la verdad, sin ninguna duda seguirán al Señor durante toda su vida y luego en la eternidad.
Pero esta pregunta se la hacen muy pocos. Pareciera que con solo oír el desafío de dejar de pecar la gente se aterroriza, se le congela la mente, y no piensan ni se preguntan, y entonces no saben, qué lo que recibirán por seguir a Jesús será muchísimo, pero muchísimo mas que lo que se les está pidiendo dejar.
En este pasaje en particular, el Señor Jesús habla con esa claridad para que los que de esa multitud se decidan a seguirlo, no comiencen a vivir la vida cristiana con una idea equivocada, y entonces cuando no les funcione como ellos pensaban, se queden a mitad del camino convirtiéndose en obstáculo y en burla para los demás.
Y por eso les pide que lo piensen bien, y no les ocurra como aquel que comenzó la construcción y luego no tuvo como acabarla, o como aquel que antes de ir a la guerra por no contar primero con cuantos soldados tenia, termine metido en una empresa en la que terminará fracasando. Y luego al final el Señor Jesús vuelve a insistir sobre lo mismo:
Lucas 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Éste claro mensaje fue dado a las multitudes, es decir a personas que hasta ahora se estaban acercando a Jesús, y la pregunta que quiero que nos hagamos es: ¿A cuántos de nosotros se nos habló con esta claridad al comenzar la vida cristiana?
Yo no entendí que ese fuera el mensaje, yo entendí que Dios iba a mejorar mi vida respecto de mi trabajo, mi salud, mis relaciones personales, y entonces me metí sin saber a dónde iba.
Y eso para mí y para muchos que han comenzado igual, ha implicado una serie de crisis donde hemos tenido que en medio del dolor abandonar ciertas cosas, y tomar la decisión de continuar, mientras que otros no han tenido suficiente fe para continuar y se han vuelto atrás, a un estado peor del que tenían cuando comenzaron.
Éste proceso lo debemos vivir todos, porque en la auténtica vida cristiana en la medida que conocemos a Dios y sus deseos, eso nos lleva a evaluar las cosas que estamos haciendo, y al descubrir que hacemos mal, tenemos que tomar la decisión de dejar de hacer las cosas a nuestra manera para comenzar a hacerlas como Dios dice.
Eso implica evaluar y cambiar para mejorar nuestra vida espiritual, también debemos evaluar la forma en que trabajamos, la forma de manejar las finanzas, la educación de nuestros hijos, aún las diversiones, y algo que muchos cristianos no hacen adecuadamente por lo cual no crecen espiritualmente, es relacionarse con los incrédulos en la forma en que Dios lo desea.
Insisto: ¿Cuándo usted se metió en la vida cristiana sabía que debía renunciar a todos los pecados, y a dejar de hacer muchas cosas a su manera, para hacerlas como el Señor lo desea, y poder así ser discípulos del Señor?
Pero esa exigencia no ha sido sólo para nosotros los llamados gentiles, también lo fue para aquellos que ya conocían, y vivían o creían vivir haciendo la voluntad de Dios de acuerdo a las escrituras. Me estoy refiriendo al pueblo de Israel.
Bajo el pacto de la ley la clase de promesas que ellos tenían eran de protección material, de prosperidad material, salud, bienestar, de tal manera que pudieran llegar a ser el más importante de los pueblos de la tierra.
Pero cuando viene el Señor Jesús las cosas cambian. Un ejemplo de lo que deben vivir tanto judíos como nosotros los gentiles, lo vemos en el famoso sermón de las bienaventuranzas, donde los ofrecimientos son muy diferentes de los que tenían, y donde las condiciones también son diferentes. Dice la escritura:
Mateo 5.1-3 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: 3Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Resumiendo les dice que los pobres en espíritu, los que lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los del limpio corazón y los pacificadores serán recompensados en la otra vida, pero por ahora, para el tiempo presente, continúa diciendo:
Mateo 5:10 al 12 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Que nos van a insultar, nos van a perseguir, van a hablar mal de nosotros mintiendo, pero que todo eso será grandemente recompensado en el cielo, porque eso mismo les ha pasado a los profetas antes de nosotros.
Y no hay duda que este mensaje no se parece a las promesas de prosperidad, protección, bienestar o éxito que tenían de parte de Dios bajo el viejo pacto. Ni tampoco se parece al tan extendido evangelio de la prosperidad que se predica actualmente en muchas iglesias.
Y además, después de siglos de haber sido perseguidos como vimos la semana pasada, por causa de la batalla celestial, y esperando ellos las promesas de protección, prosperidad y bienestar, pues éstos cambios no debieron parecerles nada buenos, por eso la gran mayoría del pueblo judío rechazó a Jesús.
Y los que no lo hicieron fue porque aceptaron la verdad completa. ¿Y cual es esa verdad completa? La escritura contesta:
Daniel 12:2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
La verdad completa incluye aceptar la realidad de la eternidad, donde la diferencia entre los unos y los otros es enorme… Y por supuesto quien la entienda y la crea estará dispuesto a obedecer…
Pero cuando Jesús continuó hablando, enseñó que para seguirlo a él, la norma también cambió, y es muchísimo más alta de lo que estaba bajo el viejo pacto. Les dijo así:
Mateo 5:21 al 22 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego
Y entonces ya no se trataba de no matar, sino que el solo hecho de enojarse ya los hacía culpables de ser juzgados, y si además de enojarse proferían palabras manifestando ese enojo, entonces quedarían expuestos al infierno de fuego.
En otras palabras el Señor les dice que la evaluación no será hecha sólo por lo que se ve, sino que será hecha en lo profundo del corazón. Y por supuesto esa exigencia es inalcanzable para cualquier hombre.
Pero también la puso así de grave con el adulterio, el divorcio, los juramentos, el amor hacia los enemigos, la limosna, la oración, el perdón, el ayuno…
En la primera parte les dice que se alegren cuando los persigan, los insulten, y aun como costa en otros pasajes cuando lleguen a matarlos pensando que hacen un favor a Dios. Y luego les dice que tienen que ser santos por fuera y por dentro o serán merecedores de ser castigados.
Este mensaje, insisto, no suena nada alentador para este tiempo. Por eso es importantísimo que entendamos, creamos y no olvidemos, que no vivimos para este tiempo. El Señor Jesús insiste en esto y por esto les dice:
Mateo 6:19 al 21 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
El resultado de la predicación y enseñanzas de Jesús es que aunque muchos creyeron, fueron muchos más los que le rechazaron. Sin embargo funcionó, y con esto quiero decir que sus discípulos siguieron predicando el mismo mensaje de Jesús, un mensaje que no resulta agradable para este tiempo, pero de un valor inimaginable para la eternidad, y por eso podemos leer:
Hechos de los Apóstoles 13:46-48 Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. 47Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. 48Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna
¿Quiénes rechazaron el mensaje? Los que no se consideraron dignos de la vida eterna. ¿Quiénes se alegraban y glorificaban al Señor por el mensaje? Los que estaban ordenados para vida eterna.
¿Dónde está la clave para poder ver precioso el mensaje de Jesús y desear caminar con él, o para verlo detestable y querer huir de él? La clave está en: ¿Para qué tiempo vivimos?
Imaginemos que hay un barrio sobre el cual se ha pronosticado una severa inundación, e imaginémonos dos personajes que viven allí, cuya única diferencia es que uno cree que vendrá la inundación, y otro cree que nunca vendrá.
El que cree que vendrá la inundación en lugar de insistir en mejorar su casa, comienza a invertir todos sus recursos en la compra de un terreno y la construcción de una nueva casa en otro barrio que queda más alto. El que no cree en la inundación continúa invirtiendo sus recursos en agrandar y mejorar la casa donde vive.
¿Qué creen que piensan el uno del otro? El que no cree que vendrá la inundación pensara que aquel que está invirtiendo sus recursos en otra casa, está desperdiciando lo que ya tiene, lo cual lo lleva a desperdiciar sus recursos y su vida…
Y el que si cree que vendrá la inundación, pensara del que no cree, que esta viviendo de manera absurda, imprudente, y necia, y que por eso al pasar el tiempo le sobrevendrá la desgracia… Pasa el tiempo y efectivamente el barrio se inunda por completo… De allí en adelante: ¿Cuál vivirá más feliz? La pregunta es: ¿Cuál de esos hombres somos nosotros?
Algunos creemos según ciertas cuentas, que este tiempo durará hasta el año 2027-8 pues eso es lo que resulta de sumar a 1947 80 años de vida, que creemos qué corresponde a una generación. Pero ojo, no estoy dando una fecha para fin del mundo, es posible que no estemos interpretando bien esa profecía, sin embargo, lo verdaderamente cierto es que ninguno de nosotros conoce de día ni la hora de su muerte.
Y eso, la muerte, es algo inminente, y es la entrada a la eternidad de cada uno de nosotros, sea buena o sea mala, dependiendo lo que hayamos creído.
Por eso la pregunta importante sigue siendo: ¿Cuál de esos dos hombres somos nosotros?
El que aun con sacrificio pero de manera gozosa invierte los recursos para la eternidad, o el que quiere disfrutar de la vida en este tiempo, porque ha decidido ignorar la eternidad, aunque no podra ignorar la muerte que tarde o temprano le llegará.
Si una persona no confía en lo ofrecido por Dios para la eternidad: ¿Cómo podrá ser feliz invirtiendo para ella? Es imposible.
La verdad completa, es decir el mensaje de los evangelios es muy congruente y conserva una perfecta unidad. Por ejemplo cuando el Señor nos dice que debemos renunciar a todo lo que poseemos y que debemos enfocarnos en hacer tesoros en el cielo, está diciendo que debemos vivir para la eternidad.
Vivir para la eternidad es tan importante que es un mensaje que se repite de formas muy diferentes. El Señor Jesús habló de esto mismo cuando habló del grano de trigo que muere y:
Juan 12:24 al 25 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Es muy importante que entendamos que: Quien no tiene como objetivo vivir para la eternidad no podrán vivir la vida cristiana auténtica, porque le costará muchísimo trabajo encontrar la motivación para hacer caso al Señor. Y si logra hacer caso sin esa motivación, entonces la vida cristiana le parecerá muy tortuosa y aún injusta.
El verdadero evangelio nos enseña que éste es un tiempo para sembrar, para prepararnos, para aumentar los tesoros en el cielo, y quien verdaderamente acepta esta verdad, entonces cambiara sus objetivos en la vida, así como también cambiará los métodos para vivirla.
Otro de los cambios que es importantísimo hacer cuando vivimos para la eternidad tiene que ver con el amor. Eso lo vimos muy claro en el sermón anterior, pero hoy quiero insistir en esto de una manera diferente.
El verdadero evangelio nos enseña que debemos cambiar nuestra forma de amar. Esta orden fue dada por el Señor Jesús en un momento crucial, el de su partida. Y dijo a sus discípulos:
Juan 13:34-35 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
A simple vista parece extraño que amar a los demás sea un mandamiento nuevo. ¿Y si es un mandamiento nuevo quiere decir que el amor antes de Jesús no existía, o que sí existía pero no era obligación darlo?
Pero no. El amor si existía, estaba muy claro en los diez mandamientos, tan claro que cuando a Jesús le preguntaban que cuál era el mandamiento más importante de la ley:
Marcos 12:29-31 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Por lo tanto podemos decir que en los mandamientos del Padre como en los mandamientos de Jesús, es una orden amar al prójimo.
Cuando alguien que escuchó esto pregunto quién es mi prójimo, Jesús respondió con una parábola en la cual un hombre fue atracado y dejado medio muerto, y pasó por allí un sacerdote y no hizo nada, luego pasó un levita el cual tampoco hizo nada, y por último paso un samaritano el cual si le ayudó. Luego Jesús pregunta:
Lucas 10:36 Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos?
¿Por qué Jesús pregunta de esta manera, no preguntó quién era el prójimo sino quien se hizo prójimo del hombre asaltado?
Jesús hace la pregunta de esta manera porque la palabra prójimo en su sentido original no define proximidad, la palabra prójimo se usaba para que el que se portaba de manera adecuada, con amor con nosotros, mi prójimo es quien me amaba y a ese prójimo que me amaba yo debía amarlo como a mí mismo.
Lo irónico en la parábola es que el samaritano amo a uno que no era su prójimo, pues los samaritanos eran odiados por haberse mezclado con otros pueblos. Pero el sacerdote y el levita que si tenían más obligación con él herido se portaron de manera indiferente.
O sea que el mandamiento de la ley pedía que amaramos a nuestros prójimos, es decir aquellos que por compromisos familiares se portaban con nosotros como prójimos, y aun podría extenderse aquellos que por causa de la proximidad y de la relaciones eran próximos.
¿Y qué clase de amor esperaba Dios que nosotros tuviéramos con aquellos prójimos? Si miramos la ley de Moisés dice:
Éxodo 20:12-17 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 13No matarás. 14No cometerás adulterio. 15No hurtarás. 16No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 17No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Yo la verdad no había mirado con detenimiento la pobreza de estos mandamientos. Además de honrar a padre y madre que se entiende como respetarlos y estar pendiente aún de sus necesidades, en el resto de los mandamientos el énfasis no es buscar cosas en favor del prójimo, sino no hacerle daño, es decir son puras prohibiciones.
Hay otra serie de mandamientos llamados casuísticos que son aterradores si uno no entiende que el origen de ellos fue detener tanta maldad.
La pobreza de estos mandamientos no tiene que ver con Dios, sino con la pobreza y la oscuridad o tinieblas del pueblo en aquella época. El apóstol Juan respecto de esto escribió:
1 Juan 2:7 al 8 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 8Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
Primero nos dice que el mandamiento del amor no es nuevo, sino que es el mismo que está en la palabra y que han oído desde el principio, dando a entender que esa clase de amor debemos seguirlo dando.
Pero luego habla de un mandamiento nuevo, sabemos que se refiere al amor, y dice que ese amor es verdadero en él y en nosotros… Y la razón que da es: “Porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya alumbra”
Y entonces podemos decir que el viejo mandamiento que está en la ley, hay que cumplirlo de acuerdo a lo que este enseña, pero nosotros los auténticos hijos de Dios tenemos que añadirle el amar con un amor diferente, porque ya no estamos en tinieblas pues comenzamos a ver la luz.
Eso quiere decir que aunque en el mundo pueden ser definidas muchas clases de amor, para nosotros los auténticamente cristianos debe quedarnos claro que hay sólo dos clases de amor. El amor de acuerdo a los mandamientos de Dios dados a un pueblo en tinieblas, y el amor de acuerdo al nuevo mandamiento dado por Jesús, para aquellos que ya comenzamos a ver la luz.
El amor para el pueblo en tinieblas es el amor que a veces vemos que el mundo manifiesta, y que por supuesto los cristianos no debemos dejar de manifestar. Pero ese amor es simplemente un amor terrenal, pues tiene que ver con facilitarles y ayudarles a los seres amados, en todas las cosas y en todos los buenos objetivos terrenales.
Para lo cual de acuerdo a los mandamientos de la ley, no hay que matarlos, no hay que serles infieles, no hay que robarlos, no hay que difamarlos, y no hay que codiciar nada de lo que ellos tienen.
Ese es el amor que mucha gente del mundo tiene, y que los cristianos no podemos dejar de manifestar. Pero cuando digo que es un amor terrenal, quiere decir que por más que usted ame a las personas de esta manera, cuando estas personas se mueran se van a ir para el infierno.
El asunto es que si decimos ser cristianos y amamos solo con esta clase de amor a los demás, entonces todavía andamos en tinieblas, a no ser que a este amor le estemos añadiendo el amor del nuevo mandamiento.
Y si sólo damos ese amor terrenal porque andamos en tinieblas, entonces hay un grave peligro y es que también podemos terminar en las tinieblas… Digo esto porque él apóstol Juan continúa diciendo:
1 Juan 2:9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
Cuando el apóstol dice esto, no se refiere al mandamiento antiguo de la ley que todos conocían, sino al nuevo mandamiento, quien no ama de acuerdo al nuevo mandamiento está en tinieblas. Pero el que ama de acuerdo a ese nuevo mandamiento:
1 Juan 2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
Si nos devolvemos al versículo ocho, podemos ver que el apóstol da como un hecho cierto, que el amor del nuevo mandamiento está en Jesús, y está en los hijos de Dios, pues dice:
1 Juan 2:8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
Por lo tanto podemos decir que cuando alguien es un auténtico hijo de Dios nacido de nuevo que ha obtenido su salvación, entonces en él, este nuevo mandamiento se manifiesta. Y si no se manifiesta entonces no es. Y por eso es que luego continúa el apóstol diciendo:
1 Juan 2:11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
De acuerdo al contexto el que aborrece a su hermano es aquel que puede amar con el amor de la ley, pero no ama con el amor del nuevo mandamiento. Y si no ama con el amor del nuevo mandamiento no sabe a dónde va.
Y volvemos al comienzo, es decir a la importancia que tiene la verdad, porque el versículo dice que no sabe para dónde va porque las tinieblas, es decir la mentira le ha cegado los ojos.
¿Y cuál es esa ceguera? Pues que está convencido que lo importante es que las personas que ama coman bien, que estudien, que tengan plática, que se casen, qué tengan hijos, que tengan salud, que sean felices en el mundo… hasta que llegue la hora de su muerte.
Y como las tinieblas le han cegado los ojos no saben para dónde van, y si dice ser cristiano entonces no es consciente de que ha recibido la salvación, o no ha recibido todavía nada, por eso no ama con el amor del nuevo mandamiento, que es un amor que apunta hacia la eternidad en la presencia de Dios.
Cómo podemos ver, hay una íntima relación entre vivir para la eternidad y amar de acuerdo al nuevo mandamiento, o no saber para dónde va y amar sólo con el amor de la ley…
La escritura es muy clara al decir que quien no ama de acuerdo al nuevo mandamiento no sabe para dónde va, es decir, lo más seguro es que no sabe que va para el infierno.
Y si alguno no ha entendido, el siguiente versículo es muy claro al mostrarnos el nuevo mandamiento del amor. El Señor Jesús dijo:
Juan 15:12-13 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Así seamos las personas más amorosas del planeta con todos nuestros semejantes, si no amaramos como Jesús nos ha amado estamos en tinieblas, y no sabemos adonde vamos.
Cuando Jesús dice que puso su vida por nosotros: ¿Para qué puso su vida por nosotros?
El Señor Jesús no tuvo que poner su vida para que la gente comiera. Tampoco tuvo que poner su vida para que la gente tuviera salud, ni vestido, ni casa, ni carro, ni prosperidad, ni éxito, ni fama, ni familia. Todas estas cosas las puede obtener la gente sin creer, y aún maldiciendo a Dios.
¿Para qué puso su vida por nosotros? Él puso su vida para completar el proceso que comenzó cuando despojándose de su posición de Dios se hizo hombre para como él mismo dijo:
Lucas 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido
Eso quiere decir que amar con el amor del nuevo mandamiento, es hacer todo lo que esté a nuestro alcance para buscar que la gente conozca de Cristo.
Si somos unos cristianos maravillosos con muchos testimonios y muchos dones, talentos y habilidades pero no hacemos nada para que la gente conozca al Señor Jesucristo… Entonces todavía estamos en tinieblas, no hemos comprendido para dónde vamos, y no nos importa para donde se vayan los demás cuando se mueran.
Por otro lado sí usted es de los que hace algo para que la gente conozca, camine y sea sanada por el Señor, entonces usted si está amando como Cristo nos amó.
Puedes comenzar con orar; invitar personas a un grupo de oración; invitar a la iglesia; a los cursos bíblicos; hacer los cursos bíblicos para prepararte; abrir tu grupo de oración; dar edificación; predicar; corregir la mala doctrina de los cristianos que conozcas; ser fiel con tus finanzas; servir en la iglesia; cualquier cosa que tú hagas para que la gente se acerque al Señor, de cierto será recompensado.
Seguramente para muchos esto puede ser una gran exigencia… Pero no lo es si tenemos claro para qué tiempo estamos viviendo. Por eso es importante que continuamente nos preguntemos: ¿Para qué tiempo estamos viviendo? ¿Vivimos para el eternidad y amamos con amor eterno, como el que Jesús tiene por nosotros, o vivimos para el tiempo presente con un amor para un pueblo en tinieblas?
Y si decidimos amar con el amor de Cristo, sabemos que tenemos todo su respaldo, además de qué él dice que nos ha hecho ministros competentes de un Nuevo Pacto. Por lo tanto si quieres, puedes.