EL PODER DE LAS CREENCIAS – PARTE 1
I. INTRODUCCIÓN
No ponga la cartera en el piso porque se les va la plata; pasar debajo de una escalera es de mala suerte; romper un espejo es siete años de mala suerte; un gato negro es presagio de mala suerte; no abra el paraguas dentro de la casa porque se queda soltera; el 31 de diciembre hay que dar vueltas con la maleta para que ese año pueda viajar; al final del año hay que tener alguna prenda amarilla; ponga la escoba detrás de la puerta para que la visita se vaya pronto;
Pero también escuchamos decir cosas como; rechazo esas palabras en el nombre de Jesús; declaró que este negocio será prosperado; debes mandar esta cadena a diez personas para ser bendecidos y si no lo haces caerá una maldición sobre tu vida. etc.
El asunto es que todos, absolutamente todos los seres humanos tenemos creencias. Y cuando digo esto estoy incluyendo a todos aquellos que dicen llamarse incrédulos, lo cual es falso pues ellos también tienen creencias. Unos creen que Dios existe, otros creen que Dios no existe, pero tanto unos como otros, confían en la veracidad de sus creencias, y eso es en realidad fe.
Unos creen que para ser felices en la vida necesitan ciertas cosas, otros creen que necesitan cosas diferentes; algunos creen que para obtener las cosas hay que actuar de cierta manera, otros creen que las cosas se obtienen actuando de manera diferente, unos creen que las mujeres deben ser tratadas de una forma, y otros creen que deben ser tratadas diferente. Etc.
En realidad, prácticamente todo lo que los hombres hacemos para vivir está plagado de creencias. Ahora estas creencias que tenemos son el resultado de nuestra confianza en personas o instituciones, o de nuestra desconfianza. Lo que quiere decir que nosotros escogemos entre todo lo que recibimos que creer y que no creer.
Y es muy normal que decidamos creer lo que creemos que nos conviene, lo cual desafortunadamente nos lleva a aceptar como cierto, cosas de las cuales a la hora de la verdad no podemos tener certeza de su veracidad. Es decir; por fe aceptamos esas creencias.
Y por supuesto en este proceso no pueden faltar los testimonios, que nos dan, o que vivimos, y que usamos para respaldar nuestras creencias.
Los anuncios en la TV dicen… Crema que adelgaza, quita las arrugas, quita las manchas, rejuvenece, espanta al marido, trae buena suerte… Y cualquiera que compra por primera vez cualquiera de estos productos, lo hace por que confía o al menos cree en la posibilidad de que va a funcionar, y eso es en realidad fe.
Lo mismo está ocurriendo con esta plan de mía, con las diferentes opiniones, con los diferentes medicamentos… Y hay tanta información tan opuesta, que definitivamente es necesario un acto de fe para concretar una creencia respecto de lo que está pasando.
Es por eso que cuando nos referimos a que alguien es incrédulo, nos estamos refiriendo a su falta de fe respecto del cristianismo, pero no ha que no tenga fe, porque todos absolutamente todos creen en algo.
Igual sucede con el que sigue un consejo, con el que toma una decisión, con el que coloca un negocio, etc. Todo en la vida del hombre sigue siendo un enorme movimiento de la fe. Todo está basado en creencias.
Sin embargo la mayoría de la gente cree que la fe es un asunto que tiene que ver solo con las religiones, que por supuesto hay muchísimas, dependiendo de los diferentes conceptos o ideas que se tengan respecto de Dios, y de lo que él espera de los hombres.
A mi me parece muy extraño que la mayoría de la gente ignore que vive dirigido por sus creencias, es decir que viven por fe. Pero es tal el poder de las creencias en las personas, que cuando encuentran a alguien que cree diferente, creen que tiene la autoridad para decir que está equivocado.
Además me parece muy equivocado que se defina la verdad por la cantidad de gente que tiene cierta creencia, porque la verdad es que si revisamos las leyes en los gobiernos, notamos que están basadas en el común denominador de las creencias… Y por eso podemos encontrar países orientales donde el adulterio o la homosexualidad son un delito, mientras que encontramos a otros donde es un delito decir que la homosexualidad es una depravación del hombre.
¿Por qué? Porque para los hombres las creencias son las que determinan cuándo algo es bueno o malo.
Recuerdo un grafiti que me dio risa pues decía: “Los de arriba nos orinan y los medios de comunicación nos dicen que está lloviendo”
Y me llamó la atención porque muestra la manipulación que se hace de la verdad, para mentir convenciendo a los demás de qué es verdad. Además está manipulación de la verdad para ocultarla entre más suceda, más nos acercamos a lo que las escrituras anuncian, que es el advenimiento del tiempo del fin de la tierra, por causa de las erróneas creencias de los hombres.
Esas creencias equivocadas están produciendo hechos de maldad, realizados generalmente por quienes gobiernan o tienen poder. Estos hechos según el autor del grafiti son representados por los orines y son anunciados por los medios como hechos de bendición. Y es por eso que el fin de la vida del hombre sobre la tierra como lo conocemos en la actualidad, va a desaparecer por medio de un holocausto final producido nuevamente por causa de las creencias equivocadas de los hombres.
La pregunta y muy importante para nosotros los cristianos es: ¿Qué tan atrapados o esclavizados estamos por causa de las equivocadas creencias de los hombres?
Gracias a Dios hace bastantes años comprendí que tenía creencias equivocadas respecto del cristianismo, que me fueron enseñadas como la verdad. Al descubrir esto, me hice el propósito de revisar todo lo que se me había enseñado a la luz de la palabra de Dios… Y son muchas las cosas que tuve que corregir.
¿Por qué es importante asegurarnos de la veracidad de nuestras creencias? Porque si nuestras creencias son equivocadas entonces al ser esclavos de ellas, al vivir guiados por ellas estamos siendo esclavos del mal. Y la solución para esta esclavitud como dijo el Señor Jesús es:
Juan 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Y por esto el apóstol Pablo en su carta a los Gálatas escribió:
Gálatas 1:3 al 5 Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 4el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Nos dice que la verdad comunicada por Dios a los hombres, nos permite ser libres de las malas creencias que nos esclavizan, y que controlan el mundo. Pero la pregunta es: ¿Estamos recibiendo y entendiendo la verdad comunicada por Dios?
Hago la pregunta, por qué una cosa es lo que Jesús hizo y enseñó, y otra cosa muy diferente es lo que los hombres en su gran mayoría han entendido. Y la razón por la cual la verdad ha sido distorsionada y aún eliminada, son precisamente las creencias de los hombres.
Es triste y trágico, pero los hombres que no han querido renunciar a sus creencias equivocadas, han distorsionado y hasta negado la verdad del Evangelio.
Voy a darles un ejemplo sobre algo que para muchos no es importante mientras que para otros si. Pero que nos muestra el poder que tienen las creencias para distorsionar el mensaje de Dios. La escritura nos cuenta:
Juan 2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Las señales, como leeremos más adelante que menciona Jesús, eran necesarias para que la gente creyera que Jesús era el hijo de Dios, pues esas señales eran el cumplimiento de las profecías que permitirían reconocerlo como el hijo de Dios. Y en este pasaje se está mencionando la primera señal que Jesús hizo, que llevó a sus discípulos a creer en él.
En la enorme sabiduría de Dios, sé que cada señal que Jesús hizo tiene un significado, una lección particular, pero de manera especial estoy convencido que esta primera señal, por ser la primera, debe tener un significado muy especial.
Sin embargo; esta señal que Jesús hizo, que llevó a creer a unos pocos hombres, a través de los cuales el mensaje del evangelio ha llegado hasta nuestros días. Hoy por causa de creencias equivocadas es considerado un hecho bastante bochornoso, y aún malo para muchísimos llamados cristianos.
Ojo con lo que estoy diciendo; no estoy diciendo que es considerado un hecho bochornoso para la gente del mundo, si no para los creyentes en Jesús. Pero pensar que este milagro fue una equivocación de Jesús, para los que creemos que Jesucristo es Dios, nos resulta algo absurdo y totalmente contradictorio, por qué Dios jamás se ha equivocado ni lo hará.
La escritura nos cuenta que el Señor Jesús en una fiesta de bodas, cuando el vino que estaban tomando los invitados se acabó, hizo un milagro para proveer más vino. leámoslo:
Juan 2:6 al 10 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
El Señor Jesús a través de un milagro les consiguió, si sacamos un promedio, más o menos unos quince cántaros de vino, para que la gente de la fiesta pudiera seguir celebrando tomando de aquel vino.
No estoy diciendo que Jesús emborrachó a todos los de la fiesta… Porque una cosa es que él haya provisto una gran cantidad de vino, y otra muy diferente que la gente tome sin control. Pero tampoco podemos decir que solamente les dio vino para el brindis, puesto que el pasaje dice que el maestresala da a entender que ya habían bebido mucho, cuando jesús hizo el milagro para proveerles más vino.
Esa fue la primera señal o primer milagro que debe mirarse con mucho cuidado. Además como ya mencione, los cristianos auténticos tenemos la certeza de que todo lo que Jesús hizo fue perfecto y en nada se equivocó, qué es igual a decir: Que haber provisto toda esta gran cantidad de vino fue algo agradable a los ojos de Dios Padre.
Sin embargo; es tan fuerte el poder de las creencias, que muchos llamados cristianos a pesar de reconocer que Jesús es Dios, y que por esto en nada se equivocó. Hoy enseñan que tomarse un trago de licor es pecado.
Pregunto entonces; ¿Creen ustedes que en esa fiesta los judíos estaban bailando? Por supuesto que sí. Y si a pesar de estar bailando el Señor Jesús les proveyó más vino para que siguieran en la fiesta…¿Entonces porque hay cristianos que enseñan que bailar es pecado?
Volviendo a nuestro asunto del vino. Cuándo esta clase de cristianos enseñan qué tomar trago es pecado, sin darse cuenta están diciendo que Jesús, su Salvador, Dios mismo, es el culpable del pecado que cometieron la mayoría en esta fiesta.
Ahora; la escritura es muy clara respecto de qué el consumo de licor en exceso es pecado, cómo también es pecado comer en exceso, y muchas otras cosas en exceso son pecado…. Pero respecto del vino o del trago, he leido enseñanzas que me parecen terribles, como la siguiente. La escritura dice:
Proverbios 23:31 No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa.
Basados en este pasaje algunos enseñan, que el solo hecho de que en un supermercado una cajera pase la botella de vino para registrar su valor, esa persona ya cometió pecado porque miró el vino.
Pero quienes esto enseñan, insisto; sin darse cuenta están diciendo que Jesús si no cometió pecado, porque no sabemos o no hay constancia de que él haya tomado vino, lo que es seguro, es que fue cómplice del pecado de los que tomaron vino en esa fiesta.
Pero el asunto no para allí, porque si tenemos constancia de que en otra ocasión el Señor Jesús tomó vino, y lo hizo al celebrar con sus discípulos lo que hoy llamamos la Santa Cena. La escritura nos cuenta:
Mateo 26:26 al 29 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Y entonces para aquellos que dejan que sus creencias trastornen el mensaje de Dios, resulta que Jesús en su primer milagro convierte el agua en algo pecaminoso, y en su última cena al terminar su ministerio, remata tomando vino y brindando con el por el Nuevo Pacto.
Lo que están diciendo es que Jesús comenzó su ministerio cometiendo pecado y lo termino de la misma manera… Y decir esto es prácticamente una abominación, porque una de las bases de nuestra salvación es que Jesús, un cordero sin pecado pagó por nuestros pecados. Pero si él cometió pecado entonces no pudo ser nuestro salvador.
Pero resulta qué cuando estos cristianos son confrontados porque sus enseñanzas hacen culpable a Jesús, entonces se inventaron que el vino que menciona la escritura no era vino, y que el mosto qué se menciona como algo para embriagarse, no era mosto, que todo eso era sólo jugo de uva.
En ese tiempo recuerdo que estudiando en la escritura las palabras en hebreo, no encontre ninguna diferencia entre el vino que la escritura muestra que algunos tomaron con el cual se emborracharon, con el vino de la fiesta o el de la santa cena. Es exactamente la misma palabra.
El argumento termina siendo que cuando la escritura dice que los incrédulos tomaron vino y se emborracharon, si era vino. Pero que cuando los discípulos o Jesus tomaron vino entonces era jugo de uva…. Aunque la palabra sea exactamente la misma.
Están fuerte la creencia de estos llamados cristianos de que tomar un solo trago es pecado que son capaces de inventarse este tipo de teorías muy pero muy difíciles de creer. Además por las palabras de Jesús podemos constatar de que no se trataba de jugo de uva sino de vino, pues jesús dijo que eso era lo que íbamos a tomar en el reino de su padre.
La escritura nos habla de ese banquete que habrá en el reino de su padre, y nos cuenta lo que allí se bebera:
Isaías 25:6 Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados.
Tan cierto es que el vino que se menciona en esa época era vino del que si se toma en exceso embriaga, y no jugo de uva, que los primeros cristianos de la iglesia de Corinto que siguiendo el mandato de celebrar la Santa Cena con pan y vino, cometieron el pecado de comer más de la cuenta y tomar vino en exceso, de tal manera que se emborrachaban, como consta en la escritura.
Por supuesto son reprendidos por el apóstol, no por comer o tomar, sino por el exceso.
1 Corintios 11:20 al 21 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. 21Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
Y claro, uno no se embriaga tomando jugo de uva a lo mucho se embucha… Pero es tal el poder de las creencias para distorsionar la verdad, que a pesar de la claridad con que la escritura habla de este tema, al pasar los años, en la mayoría de las iglesias llamadas cristianas, cuando toman la Santa Cena no lo hacen con vino, sino con jugo de uva, y según algunos pastores, con jugo de lo que haya con tal que no sea vino.
Es decir; consideran pecado tomar la Santa Cena con vino. Y nuevamente con su proceder, sin darse cuenta están culpando a Jesús por haber provisto quince cántaros de vino para la fiesta, y por celebrar la pascua con vino.
El asunto a muchos puede parecer trivial. Pero la realidad es que están criticando y colocando cómo malo el primer milagro, la primera señal que hiso Jesús, que llevó a sus discípulos a creer, y a traernos el evangelio hasta nuestros días. O sea que no es tan trivial.
A un grupo de pastores que confronte con esta enseñanza les pregunté: ¿De dónde había sacado que podrían celebrar la Santa Cena con lo que ellos escogieran, y no con lo que el Señor nos ha enseñado? … Y no supieron qué responder.
Pero la respuesta es, las creencias de los hombres, esas creencias que todos tenemos, si no las abandonamos, serán una barrera que nos impida recibir la verdad de Dios, y eso hará que nos perdamos bendiciones que Dios tiene para nosotros.
Porque esas creencias son capaces de tomar las señales dadas por Jesús y distorsionarlas de dos maneras diferentes; unas veces niegan las verdades de Dios, y otras veces enseñan lo que Dios no ha querido enseñar.
Al ver esto podíamos pensar que entonces para que las señales si ellas hacen que la gente se desvíe. Pero las señales, no a todos desvían, y por esto las palabras de Jesús a un Noble al que le pidió sanar a su hijo fueron:
Juan 4:48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
Este noble creyó por causa del milagro, pero como estamos viendo, no todas las señales llevan a la gente a entender y creer la verdad, porque algunos a causa de sus creencias distorsionan por completo el mensaje, de tal manera que terminan rechazando a Jesús, o lo que él ha hecho.
Por ejemplo: Luego que Jesús sana a un paralítico que llevaba 38 años enfermo, como lo hace en un día de reposo…
Juan 5:15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. 16Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
Y entonces vemos nuevamente cómo las creencias en este caso, llevan a un grupo de judíos a perseguir a Jesús para matarlo. Y podemos preguntarnos: ¿Cuánta fuerza pueden tener las creencias, en un hombre que viendo un milagro, en el que indudablemente la persona ha recibido un beneficio, que de todos modos quiera matar al que hizo el milagro?
Y no hay duda que las creencias en los hombres pueden llegar a ser tan fuertes que los convierten en asesinos. Leyendo acerca del comunismo y el socialismo es impresionante la cantidad de muertos que han habido por causa de implantar la creencia, de que de esa manera el hombre vive mejor.
Y lo más increíble que muestra el poder de las creencias, es que no hay ningún país que haya logrado éxito con este tipo de gobiernos… Y sin embargo, tenemos a jóvenes en nuestro país prácticamente dispuestos a todo aun a actuar con violencia por implantar sus creencias.
Lo más grave es que estos hombres de la época de Jesús, iban en contra de Jesús según ellos por su creencia en Dios… Y esto abre la posibilidad, de qué nosotros que decimos creer en Jesús, también tengamos creencias que niegan su verdad, y nos estén no sólo haciendo perder bendiciones, sino haciendo o enseñando cosas en contra del Evangelio.
Y el resultado de creer en Jesús y mismo tiempo mantener las creencias que teníamos antes de conocerlo, es que terminamos algo confundidos y sin certeza de que realmente estamos creyendo. Esto lo confirma la escritura cuando dice:
Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
He escuchado varias interpretaciones de este versículo, sin embargo al mirar el contexto podemos confirmar que está hablando de los que confían y de los que no confían en Dios, y al final termina diciendo estas palabras, que dan a entender de que a veces ni siquiera estamos seguros de lo que estamos creyendo.
Es como si dijéramos que creemos que creemos, o creemos que no creemos, pero sólo al momento de la verdad podemos ver la realidad de nuestra fe.
Esto lo podemos ver en ese mismo capítulo, donde Jesús confronta a estos hombres con sus creencias. Porque ellos dicen creer en los mensajeros de Dios, pero a Dios no le creen, lo cual resulta absurdo. Por eso les dice:
Juan 5:33 al 35 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 34Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. 35El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
Aquí lo que Jesús les está diciendo, es que ellos creyeron en Juan el bautista y le siguieron, pero cuando Juan el bautista da testimonio acerca de Jesús, no le creen. ¿Por qué?
Y la respuesta es que nos encontramos con un hombre que quiere que le hablen de Dios, pero que no quiere encontrarse con Dios. Y aunque parezca raro hay muchos así, que les fascina que uno les hable de Dios, de las cosas de Dios, pero no quieren encontrarse con Dios, es decir no se deciden a hacerle caso, sólo siguen escuchando, y quieren escuchar más, pero no hacen caso.
Luego nuevamente Jesus los confronta, esta vez con Moisés:
Juan 5:45 al 46 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. 46Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
Y otra vez es lo mismo. Ellos tienen su esperanza en Moisés, dicen creer en Moisés, creen lo que Moisés ha escrito acerca de su Salvador, pero cuando se encuentra con su Salvador lo quiere matar. ¿Por qué lo quieren matar acaso no dicen que creen en Moisés y sus escritos?
Y nuevamente la respuesta es; Que nos encontramos con un hombre que quiere que le hablen de Dios, de su salvador, pero que no quiere encontrarse con Él. En el libro de Ezequiel la escritura nos habla de esta mala actitud. Dice así:
Ezequiel 33:31–33 Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. 33Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos.
Todo parece muy bien.. Vienen, escuchan, echan flores, y al final no hacen caso. Y lo que la escritura dice es que al final se darán cuenta que les estaban diciendo lo que les convenía, pero no quisieron creer. ¿Por qué? El pasaje dice que por ir en pos de su avaricia.
En otras palabras quiere decir que se acercan al Señor, pero no se deshacen de sus creencias, y sus creencias no les permiten obedecer, es decir sus creencias no les permiten creer verdaderamente al Señor. Algo similar podemos leer en el evangelio de San Juan. dice así:
Juan 2:23 al 25 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. 24Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, 25y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
¿Qué dice? Que muchos creyeron en su nombre. Viendo las señales, sin embargo Jesús no confiaba en el hombre, porque sabía que el hombre no era confiable, aunque creyera en Jesús.
Las palabras de Jesús manifiestan un conflicto en el corazón del hombre, pues no es normal que reconozcamos a Jesús como Dios mismo, y que luego no creamos en sus palabras, y por lo tanto no le hagamos caso.
Esta mala actitud nuestra, es casi como decir que Dios es mentiroso y por eso aunque creo que él es Dios, no le hago caso. En otras palabras estamos diciendo que Dios miente.
¿Y por qué no le hago caso? Porque todavía en mi corazón hay una serie de creencias que son opuestas a las palabras de Jesús, y mientras insistamos en conservarlas no le haremos caso al Señor.
Es como decir qué; una cosa es creer en Jesús como Dios, y otra bastante diferente tener suficiente fe para entregarle nuestra vida a Jesús.
Para tener más claridad acerca de esta situación, imaginemos que una chica recibe a través de un mensajero la invitación para casarse con un príncipe azul.
Este príncipe azul tiene y le sobra a manos llenas todo lo que ella desea de un esposo. A ella le fascina que le traigan noticias de él, le fascinan las fotos que ve de él, se complace en oír sus hazañas, está embobada por el carácter que le cuentan que él tiene, por su generosidad, paciencia, su romanticismo, en definitiva ella dice estar muy enamorada, y por supuesto está dispuesta a casarse en cualquier momento. Pero cada vez que él quiere concretar la fecha del matrimonio, ella se inventa excusas para postergar la boda. ¿Qué está pasando allí?
Una cosa es hablar con el enamorado de lejos, y soñar con todo lo que puede ser el matrimonio, y otra muy diferente casarse y perder toda libertad. Alguien podría decir; Pero casarse da tan buenos beneficios que no importa perder la libertad.
Bueno pues exactamente igual sucede con Jesucristo. Entregarle la vida a él va a traer tantos beneficios de carácter eterno, que cualquier cosa que se deje por grande que ésta sea, resulta en algo supremamente pequeño comparado con el beneficio obtenido. Es por eso que Jesús hablando de este tema dijo:
Mateo 10:39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Pero aquí aparecen nuevamente las creencias. Y el común denominador de estas creencias es que la gente quiere conocer a Jesús, y quiere vivir con Dios su Salvador, pero no quieren abandonar su vida, mucho menos ahora que conocen al Señor, por qué creen que su vida con la ayuda de Dios irá mucho mejor.
Y entonces como en el ejemplo de la niña y el príncipe azul, ella lo que en realidad quiere es que el príncipe azul comience a mandarle cositas, que le mande algunos dólares, y unos buenos regalos como un automóvil o una mansión, pero que el príncipe se quede allá.
Es más; ella hasta se aguantaría que venga a visitarla y que la lleve a pasear y a conocer el mundo… Pero casarse todavía no.
A veces me he encontrado con algunos que explicándoles bien claro lo que es el evangelio, cuándo entienden que la verdadera fe nos lleva a entregarle nuestra vida al Señor, entonces me han dicho: “Cuando sea viejo ahí sí le entregó mi vida al Señor”
Sus creencias le llevan a pensar que si entregan su vida al Señor ahora, van a dejar de disfrutar de muchas cosas, y por eso prefieren disfrutar de la vida, disfrutar del mundo, y al final si entregarle la vida al Señor… Que es casi como decir; yo prefiero seguir haciendo las cosas mal y disfrutar y luego al final me compongo… La pregunta es: ¿después de tanto tiempo viviendo en pecado será que es capaz de volver atrás? La gran mayoría no lo hace.
Pero si una persona se olvida de sus creencias, se olvida de lo que el mundo enseña que es necesario para ser feliz, y vive solo para hacer la voluntad de Dios, encontrará la verdadera vida.
La pregunta es: ¿Ya dimos este paso maravilloso en nuestra vida? ¿Ya renunciamos a vivir de acuerdo a las creencias del mundo, para vivir haciendo sólo la voluntad de Dios? ¿Ya encontramos nuestra vida, nuestra verdadera vida?
Es posible que usted esté pensando que no quiere conquistar el mundo, sino solamente una muy pequeña porción de él. Usted sólo quiere un buen esposo o esposa, una salud aceptable, unos hijos no tan feos y más o menos inteligentes, y unos ingresos económicos suficientes, pero usted no está soñando con ser un gran empresario y mucho menos el dueño del mundo. Por lo tanto usted cree que usted si está bien y que sus objetivos agradan a Dios.
Pero: ¿Es ésa su creencia de lo que debe ser la vida con Dios?
Déjeme aclararles que cuando Jesús habla de ganar el mundo está colocando el ejemplo de lo máximo que un hombre podría lograr. Está diciendo que así lograra conquistar todo el mundo de todos modos perdería, mostrando que ni aun llegando a poseer el mundo vale la pena vivir de acuerdo a las creencias del mundo, ni siquiera como piensan muchos con la ayuda de Dios.
Que es igual a decir que si alguien cree que Jesús vino a morir en la cruz para que sus hijos tengan como objetivo el tener una buena vida según las creencias del mundo, no han entendido lo precioso del ofrecimiento de Jesús.
Por lo tanto están perdiendo su vida, así Jesús les esté dando muchas riquezas, así les esté dando el más maravilloso de los esposos, los más preciosos hijos, si no han entendido que no deben tener como objetivo vivir una buena vida de acuerdo a las creencias del mundo, si no hacer solo la voluntad de Dios, entonces se están perdiendo de la bendición que Dios tiene para ellos.
Déjeme hacer una aclaración importante, respecto de la diferencia entre el que busca sólo las cosas materiales de acuerdo a las creencias del mundo, y el que busca hacer la voluntad de Dios. Miremos dos pasajes. La escritura dice:
Salmo 73:12 He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas… 17Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos. 18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.
En este está hablando de aquellos cuyas creencias son tan fuertes, que tienen como objetivo alcanzarlas sin importar lo que Dios o lo que las personas puedan decir, y entonces hacen todo lo que consideran necesario, no importa si es bueno o malo para lograr sus objetivos.
No importa si tiene que ser mal patrón, no importa si tiene que robarle el marido o la mujer a otro, no importa si tiene que mentir, no importa si tiene que ser violento… Lo único importante es lograr sus objetivos.
El salmista estaba en conflicto al ver la prosperidad de los que no buscan a Dios, pero al final comprendió el triste y espantoso destino de aquellos que sin importar cuantas cosas hayan logrado en el mundo, se encontrarán con Dios y tendrán que recibir lo que merecen. Pero la escritura también dice:
Proverbios 10:22 La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.
Aquí está hablando del creyente, que por supuesto también necesita trabajar pero lo hace de acuerdo a los principios enseñados por Dios, que también necesita una familia pero la consigue y la cuida de acuerdo a los principios de Dios.
Es decir; todo lo que hace busca hacerlo de acuerdo a la voluntad de Dios, y cómo resultado como mínimo Dios le dará lo necesario para vivir, pero también Dios podrá darle muchísimas riquezas para que las administre de acuerdo a los principios de Dios.
A los ojos de la gente la diferencia entre uno y otro puede ser imperceptible, ambos tienen casa, ambos tienen vehículo, ambos tienen familia pero uno consiguió todo siguiendo las instrucciones de Dios, y el otro de acuerdo a sus creencias.
Qué es igual a decir; que uno confiaba en sus propias capacidades, para conseguir y hacer todo lo que deseaba, mientras que el otro confiaba en que haciendo a la voluntad de Dios, Dios le daría todo lo que necesitara de acuerdo a lo que Dios ha prometido.
Aguí la pregunta para nosotros es: ¿En quién estamos confiando? Pero no respondamos a la ligera porque seguramente diremos que en Dios… Evaluemos si estamos obedeciendo sus principios en todo lo que hacemos… O si el poder de las viejas creencias nos llevan a desobedecer a Dios, mientras decimos que confiamos en él.
Cuándo nos despojemos de esas viejas creencias que nos llevan a darle prioridad al mundo y no al Señor, ese será el primer paso. ¿A qué me refiero? A que el plan de Dios no es que simplemente por confiar en él consigamos todas las cosas que sean necesarias para vivir.
Piense en lo siguiente: Si los hombres olvidándose por completo de Dios logran recibir su sustento, si los criminales más espantosos lograr recoger muchísimo dinero, o los actores y la gente del mundo del espectáculo lleno de inmoralidad logran hacerse millonarios… ¿No cree usted que Dios a un hijo suyo que verdaderamente hace su voluntad le dará las cosas necesarias para vivir?
Por supuesto que sí, pero no podemos pensar que sea todo el objetivo de Dios con nosotros, que nos hagamos ricos o prósperos por confiar en el… El Señor Jesús dijo:
Mateo 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
La vida, si pensamos en la vida eterna, es mucho más de lo que podamos hacer en esta tierra respecto del alimento el vestido o la vivienda.
Y aunque Dios puede darle a todos sin importar si lo obedecen o no las cosas necesarias para vivir, El quiere que entendamos que haciendo su voluntad, no sólo recibiremos las cosas necesarias para vivir, sino que aprenderemos a no nos afanaremos por esas cosas.
Y la razón de experimentar tranquilidad y haber aprendido a confiar, es para prepararnos para que podamos cumplir con su voluntad.
Alguien puede preguntarse:¿Pero cual voluntad si ya estoy haciendo su voluntad?… La respuesta es que apenas estamos comenzando, y lo que debemos seguir haciendo es lo que le dijo el Señor Jesús a sus discípulos cuando se despidió de ellos.
Mateo 28:18 al 20 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Cuándo el Señor a través de los tratos nos enseña a confiar, cuando nos enseña a seguir sus principios, cuando nos dice que podemos descansar que el suplirá lo que nosotros necesitemos, lo hace para que tengamos tiempo de hacer lo que acabamos de leer.
Queridos hermanos llevamos varias semanas insistiendo en la importancia de la salvación, de la vida eterna. Hemos visto de acuerdo a la escritura que Dios mueve muchísimas cosas, para que entendamos su importancia y para que crezcamos en salvación… ¿Y todo esto para que? Para que llegado el momento podamos compartir de la salvación que hemos recibido.
Pero aquí nuevamente aparecen las malas creencias. Y por esta razón hay muchísimos cristianos que están estancados respecto de este mandato… No creen que sea algo que ellos deben hacer. Creen que eso lo deben hacer otros pero ellos no, ellos solamente quieren vivir una vida en santidad con su Señor y su familia, pero no tienen porque involucrarse de manera activa en el ministerio.
Si sin embargo contrario a esa creencia la escritura dice de nosotros, de todos los cristianos:
1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Todos los hijos de Dios somos un linaje escogido, unos sacerdotes de la realeza, una nación santa, un pueblo comprado con la sangre de Jesús, con el objetivo de hablar de Jesús a los demás.
Imaginemos que en medio de esta pandemia usted descubriera un remedio con una efectividad del 100% y que es totalmente gratis… Este remedio esta al alcance de todos, pero la gente no lo usa porque no lo conoce.
La pregunta es: ¿Qué haría usted al ver que la gente a su alrededor se está enfermando y se está muriendo por no tener la información acerca de este remedio?
¿Es decir, seremos capaces de creer que es un acto de amor y de compasión no comunicar acerca de este remedio?
Entonces se le muere el hijo de su hijo y usted luego de que está muerto le dice; A yo conozco un remedio 100% efectivo y además gratis…. ¿Qué crees que pensaría su hijo de usted al ver que no le comunicó la verdad que podía salvar a su hijo?
De lo que estoy hablando es todavía mucho más grave, porque el problema no es que la gente se muera, el problema es que la gente se pierda eternamente por no oír hablar de Jesucristo.
Y por qué los cristianos no hablamos de Jesucristo… Por un montón de creencias tontas que debemos abandonar… Una de ellas es que nos parece terrible que piensen que estamos locos o que somos fanáticos… El apóstol respecto de esto escribe:
2 Corintios 5:13–15 Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros. 14Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
La satisfacción y el premio que Dios nos da por salvar a alguien es muy grande…. Y entonces yo pregunto: ¿Será que hay alguien que no pueda hacer algo al respecto? ¿Será que el trabajo ya se acabó? ¿Ya no hay a quién salvar? ¿Ya no hay a quién enseñarle?
Y aquí volvemos a lo mismo. Hay muchos que quieren vivir la vida cristiana para conseguir las cosas necesarias, pero eso de hablarle de Cristo a los demás, eso si no es conmigo, mis creencias me muestran que eso no será bueno para mi vida.
Pero aquí nuevamente muchos se engañan creyendo que creen cuando no creen. Y producto de sus creencias que le impiden obedecer a Dios, terminan tan ocupados conquistando y sosteniendo su pequeño mundo, que no tienen tiempo para estudiar las escrituras, no tienen tiempo para orar, no tienen tiempo a veces ni siquiera para venir los sábados, por supuesto no tienen tiempo para evangelizar o invitar a las reuniones de la iglesia, y otros están tan, tan dedicados a su mundo que ni siquiera son fieles con los diezmos para financiar la obra de Dios. O no dan nada, o dan lo que a ellos les parece, más no lo que Dios desea.
¿Por qué? Porque han dejado que sus creencias desfiguren el verdadero mensaje del evangelio… Están dejando de hacer la parte más importante, y por lo tanto la que trae más beneficio a sus vidas y a su eternidad.
Quiere decir esto que lo correcto es que todos los cristianos todo el tiempo estemos evangelizando, echando demonios, enseñando a los demás, y todas las demás cosas que se requieren para buscar la salvación de los hombres. El apóstol Pablo respecto de esto escribió:
1 Corintios 12:4–31 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
El apóstol está hablando, y a esto se refiere Jesús con que la vida es más que comer y vestirse, qué Dios a sus hijos les ha dado una serie de dones espirituales o manifestaciones del Espíritu, para que podamos realizar la obra de Dios.
Por supuesto es posible que Dios primero quiera arreglar tu área financiera, tu área emocional, tus relaciones familiares, tu trabajo, en fin arreglar todas aquellas cosas en que estás desenfocado, pero más importante aún, también Dios te quiere dar algún don espiritual, para con el poder trabajar en la obra de Dios.
Y dejenme decirles algo muy muy importante. El trabajo en la obra de Dios es más importante que cualquier otro objetivo que tengamos en la vida. Y es por eso que Dios nos ha dado las herramientas necesarias. El apóstol continúa diciendo:
1 Corintios 12:8-11 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Y hace una pequeña lista de los dones que Dios da a sus hijos, digo pequeña porque hay otras partes de la escritura donde se completan estos dones que Dios nos da. Más adelante dice:
1 Corintios 12:14-18. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
¿Y por qué el apóstol escribía esto? Porque algunos apoyados en su don y en lo que eran muy buenos para hacer, criticaban a otros que no hacían lo mismo, sin entender qué cada uno tiene dones diferentes, y por lo tanto la función de cada uno también será diferente. Y más adelante dice:
1 Corintios 12:27- 31 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? 30¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? 31Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.
Es por esto que hay cristianos que son muy buenos para evangelizar, otros los son para enseñar, otros para pastorear… Aunque hay algunos que tienen varios dones espirituales que los hace muy hábiles para varias cosas, lo cierto es que entre todos formamos el cuerpo de Cristo, y estamos implementados con lo necesario para anunciar el Evangelio.
¿Es la vida más importante que el alimento y el vestido? Por supuesto que sí. Debemos orar y preguntar al Señor cuál es el don que nos ha dado… Y además pedir sabiduría para usarlo de la manera adecuada.
Más aún, la vida cristiana en función de evangelizar, edificar y pelear esa batalla contra Satanás día tras día, se vuelve muy emocionante.
Para mi meterme en la escritura y pedirle a Dios que me dé mejores y más eficaces maneras de compartir su verdad es algo súper increíble, me emociona, me llena de gozo, me llena de gratitud que Dios me use.
Si no damos este siguiente paso, el involucrarnos activamente en la obra del Señor, lo que va pasar con el tiempo es que perderemos el gozo de la salvación, aunque estemos haciendo todas las cosas bien. Poco a poco nuestra vida volverá a enfocarse en las cosas materiales, y poco a poco nuevamente las malas creencias tomaran el control…
Y entonces aunque ya tengamos lo necesario vamos a querer más, y más, y entonces se nos va acabar la vida relacionándonos con Dios para tener esas cosas… Olvidando que la vida es mucho más que eso.
Siendo esto así, es importantísimo que nos olvidemos de las creencias que el mundo ha metido en nuestro corazón, y nos dediquemos a hacer la voluntad de Dios, y podemos tener la absoluta certeza de que Dios nos dará todo lo que necesitamos para vivir una vida espectacular, una vida emocionante, una vida en que no pararemos de aprender, una vida en que cada vez conoceremos mejor a Dios, y después de nuestra muerte un premio todo lo que usted necesita para vivir una vida espectacular, una vida emocionante, una vida en la que no parara de aprender, una vida en la que cada vez conocerá mejor a Dios. Y después de su muerte un premio espectacular.
Y si se pregunta: ¿Dios me dará mucho dinero? ¿Dios me dará esposa o esposo? ¿Dios me dará una iglesia? La respuesta es que Dios te dará todo lo que tú realmente necesites, para hacer la obra de Dios de manera muy efectiva.
¿Qué tienes que hacer? Debes hacer la voluntad de Dios hoy, y Dios se encargará de tu futuro.
Juan 12:24–26 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. 26Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Isaías 52:7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!