UN ENEMIGO REAL – PARTE 2

UN ENEMIGO REAL – PARTE 2

INTRODUCCIÓN

Cuando el apóstol Pedro en su carta insiste en que hay que cuidar adecuadamente a la iglesia, menciona una serie de características para poder hacerlo. Lo primero que menciona es que hay que hacerlo voluntariamente. Eso quiere decir que hay quienes no quieren hacer ese trabajo y no está bien obligarlos.

Pero también existen quienes quieren hacerlo con una motivación muy equivocada y por eso el segundo requisito es que la motivación no puede ser la de aprovecharse de la gente, para obtener algún tipo de ganancia.

Y cómo a veces el trabajo no es sencillo, pues las ovejas no hacen caso, se puede caer en la tentación de ofenderlas, gritarles, o enseñorearse de ellas para tratar de que hagan caso… Y por eso la tercera recomendación es que está prohibido enseñorearse de ellas.

Luego menciona que la razón de hacer las cosas de esta manera, es porque si hacemos caso, si hacemos bien la tarea cuando venga el Señor Jesús, recibiremos como premio una corona incorruptible de gloria. (Las coronas representan autoridad para gobernar)

Pero el otro lado de la moneda, es que pide que los feligreses se sujeten los unos a los otros, pues la sujeción, y la obediencia es lo que hace posible recibir el favor de Dios. Advirtiendo que quien no se sujeta está cometiendo el pecado de la soberbia, y el resultado será que en lugar de disfrutar de la gracia de Dios, pues Dios le resistirá, lo cual además de impedir la obra de Dios en él, puede implicar fuertes disciplinas para su vida.

A esto le añade que todos debemos aprender a echar nuestra ansiedad sobre El. Y si ni siquiera debemos estar ansiosos mucho menos preocupados, asustados o cualquier otra actitud de esas que nos ponen en conflicto con los demás, impidiéndonos disfrutar de la paz de Dios…

Por eso, y especialmente en aquellos eventos donde las cosas no salen como lo imaginamos o deseamos, necesitamos descansar en Dios, teniendo la certeza de que El cuidará adecuadamente de nosotros.

Al ver todas estas instrucciones, que son bastante contrarias a las acciones y motivaciones que se ven en el mundo, en las empresas, y aún en las familias.

Es evidente que para poder cumplir se requiere tener un carácter adecuado, donde sea el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, mansedumbre y templanza las actitudes que gobiernen nuestra vida… Y si eso nos parece mucha exigencia, no debemos olvidar que además de estas buenas actitudes hay que sumarle…

Conocimiento o ciencia, es decir mucha información…
Inteligencia o capacidad de razonar adecuadamente, y…
Sabiduría qué que es lo que nos permite aplicar adecuadamente el conocimiento de Dios.

La pregunta es: ¿Dónde obtenemos todo eso? Sabemos que la respuesta está en Dios, y que podemos obtener todo eso en la medida en que seamos tratados por Dios.

El apóstol Pablo, que evidentemente fue tratado por Dios de formas que seguramente nosotros no soportaríamos, pues pasaba de manera continua por situaciones supremamente difíciles, nos anima diciendo:

2 Corintios 4.16–17 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria…

Como no hay absolutamente nada más importante ni más valioso que ser transformados por Dios. Por eso el apóstol menciona que no importa si por causa de las tribulaciones estamos cada vez más desgastados, o si nuestra salud está cada vez peor, o si cada vez la ausencia de bienes materiales es mayor, por qué esas; ”tribulaciones” son las que nos ayudan a renovar el hombre interior, es decir a cambiar nuestra manera de pensar, y como consecuencia cambiar nuestras actitudes y nuestra manera de actuar.

Esa transformación de nuestra vida es algo tan valioso, que el apóstol dice que en la medida en que suceda obtendremos un; ”Excelente y eterno peso de gloria” Y que esa ganancia, es en realidad lo único que nos vamos a llevar a la eternidad.

Pero como en el mundo se acostumbra a evaluar las cosas de manera muy diferente, también nos dice:

2 Corintios 4.18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

El valor en el mundo de una vida se mide por las cosas que logra poseer, y alguna veces por las cosas que la gente logra a hacer… Sin embargo el apóstol nos advierte que nosotros no debemos poner nuestra mira en nada que se vea, pues todas las cosas que se ven van y vienen, por eso habla de que son temporales, y además de eso, debemos entender, que todas esas cosas temporales sólo son importantes en la medida en que sean usadas por Dios, para transformar nuestro hombre interior.

Ahora: Si todas las cosas que se ven no son importantes: ¿Ese cambio de comportamiento que vemos en las personas tampoco debe ser considerado importante? La respuesta es no.

Usted pensará que esto que digo es una contradicción, porque por un lado digo que lo más importante es la transformación de nuestro ser, y por otro lado que esa transformación que se ve en las personas no es realmente lo importante.

Para aclararlo preguntémonos: ¿Cuándo una persona cambia que es lo que no vemos?

La respuesta es: Lo que no vemos son los pensamientos, las motivaciones o actitudes por las cuales esa persona está teniendo ese cambio en su comportamiento…

Es por esta razón, porque el Señor Jesús si ve lo que los hombres no ven, que se oponía de manera tenaz a los dirigentes religiosos de su época, y por esto les decía:

Mateo 23.27–28 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

En este sermón la palabra ”hipócrita” fue la palabra mas usada. Y ella da a entender que los hombres buscan mostrar una imagen muy diferente de lo que hay en su corazón…

Hace muchos años llego a trabajar un joven a un restaurante de una persona que nosotros conocíamos, y descubrimos que el comportamiento de este joven era intachable. Muy buen estudiante, súper respetuoso de sus padres, muy buen trabajador, muy honesto, muy disciplinado… Pero por ciertas cosas que ocurrieron, nos dimos cuenta que éste joven pertenecía a una secta satánica, donde la recomendación era que a los ojos de la gente su comportamiento tenía que ser intachable.

También el apóstol Pablo nos advierte de este tipo de personajes cuyo comportamiento a los ojos de los hombres es intachable, diciendo:

2 Corintios 11.14–15 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

La gente puede cambiar su comportamiento por una gran cantidad de razones que no agradan a Dios. Algunos cambian por orgullo, otros cambian por venganza, otros cambian porque a través de la imagen que están mostrando se aprovechan de otras personas.

Alguna vez alguien vino a la iglesia que dirigíamos en ese tiempo, y se volvió un muy buen feligrés, hasta que se casó con una joven muy hermosa que pretendía, y cuando se caso lo escucharon en la fiesta del matrimonio decir; que nos había engañado, que se había aguantado todo ese tiempo en la iglesia portándose muy bien sólo para poderse casar con la joven… Efectivamente después de que se caso no volvió, y no la dejo volver… En este caso era millonario, pero ha ocurrido otros donde el hombre no tiene nada, ni siquiera ganas de trabajar, y se porta bien hasta que consigue la victima que lo va mantener.

Esto no debe extrañarnos, en el mundo la expresión para describir esto es: “Escoba nueva barre bien” pero al pasar del tiempo se despeluca la escoba y ya no sirve para nada.

Es decir; no todo tipo de cambio en el comportamiento de las personas, es un cambio que agrade a Dios. Lo que realmente agrada a Dios es que cambiemos porque le conocemos, entendemos, y creemos.

NO TODA TRIBULACIÓN CAMBIA PARA BIEN

Lo otro que también es muy importante entender, es que esa transformación que Dios desea para nuestra vida, no ocurre por el simple hecho de estar pasando por diferentes tribulaciones, pues hay gente que pasa por estas situaciones difíciles, y el resultado es que en lugar de mejorar, empeoran.

Y entonces resulta que cada ves desconfían más de Dios, cada vez desobedecen más a Dios, cada vez está más llenos de amargura, celos, rivalidades, es decir; las tribulaciones los deforman cada vez más, y la razón por la cual les ocurre eso, es porque en medio de la tribulación no hacen caso a lo que Dios dice en su palabra.

Es por esto que no todo el que sufre crece espiritualmente, sino solamente aquel que en medio de esas situaciones difíciles hace la voluntad de Dios.

Y como la clave para poder hacer la voluntad de Dios esta en el conocimiento de la palabra de Dios, la escritura después de decirnos que debemos echar toda nuestra ansiedad sobre Él, nos hace una muy importante advertencia:

1 Pedro 5.8–9 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

Al estar sirviendo a Dios en su obra, lo cual incluye la obra que Dios hace en cada uno de nosotros, debemos cuidarnos de Satanás, del adversario que quiere destruirnos.

Vimos en el estudio anterior, que el ataque más poderoso de Satanás está enfocado en negar que Jesucristo es Dios. Porque cuando la gente no cree que Jesucristo sea su Señor y su Salvador no tienen ninguna esperanza.

Y también vimos que el segundo ataque, prácticamente igual de poderoso que el primero, es que cuando no puede negar que Jesucristo es Dios, entonces lo que trata de hacer es alejar al nuevo creyente de la palabra de Dios. Ya que como estamos viendo, la clave para realizar la obra de Dios está en el conocimiento y la confianza en su palabra.

Creo que tengo cierta experiencia respecto estos ataques contra la palabra, pues por causa de insistir por muchos años, con muchos pastores acerca de la importancia de ella y de una sana doctrina, creo que los he recibido prácticamente todos. Por ejemplo:

Satanás a través de los hombres dice: La biblia no es la palabra de Dios. Me he encontrado a algunos que creen en Jesús pero no en la biblia, pues no creen en su fidelidad al pensar que ha sido manipulada por los hombres para aprovecharse de los hombres.

Si eso no funciona entonces dice: No toda la biblia es palabra de Dios. Y cuando alguien cree eso, pues obviamente escoge lo que le parece que es, normalmente dándole gusto a su carne.

Si eso no funciona entonces dice: La biblia si es la palabra de Dios… Pero nadie la puede interpretar. Y si nadie la puede interpretar pues entonces de nada sirve que sea la palabra de Dios. Además aparecen historias de personas que leyendo la biblia se enloquecieron.

Si eso no funciona entonces dice: la Biblia si es la palabra de Dios… Pero cada uno la interpreta a su manera. Esto lo enseñan en muchas iglesias, y como consecuencia de esta mentira salen una gran cantidad de doctrinas torcidas que alejan a la gente del Dios real… Y como según ellos cada uno la interpreta a su manera pues no hay quien pueda decir la última palabra.

Y lo último que está diciendo Satanás: Es que el Nuevo Pacto no sirve, que lo importante es el viejo pacto, y a través de esto están desviando a muchísimos que dicen ser cristianos hacia el cumplimiento del viejo pacto, alejándose así de la posibilidad de salvarse.

Y si nada de esto funciona porque resulta que la iglesia que está atacando enseña una sana doctrina…

Entonces Satanás se dedica a colocar una gran cantidad de inconvenientes para que la gente no asista a la iglesia, o para que lo haga de manera inconstante, o para que asista pero bien cansados para que se duerman mientras se enseña la palabra, porque alguno en la reunión distraiga a los demás para que no pongan atención, etc.

Y Satanás hace todas estas afirmaciones mentirosas y todos estos ataques para que la gente no conozca la palabra, porque como enseña la escritura, la clave para defenderse de sus ataques está en resistir firmes en la fe, y si el cristiano no conoce o no cree en la palabra, no podrá defenderse del el.

¿CÓMO DEFENDERNOS?

¿Qué significa resistir firmes en la fe? Resistir resistir firmes en la fe es mantener nuestra decisión de continuar obedeciendo a Dios, sin importar las circunstancias que nos toque enfrentar. Que es similar a decir sin importar como nos estemos sintiendo. Si la escritura dice:

Colosenses 3.9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,

Quiere decir que no importa lo difíciles que sean las circunstancias, y lo fácil que se arreglarían con una mentira, lo que hay que hacer es, no mentir.

Y no miento porque confío en Dios.
Y no miento porque no importan las consecuencias de decir la verdad, se que todas las cosas ayudan a bien en la formación de mi carácter.
Y no miento porque el padre de la mentira es Satanás y no estoy dispuesto a hacerle caso… etc.

Es decir cada razón para no mentir es el resultado de confiar en la palabra de Dios… Y si la escritura dice:

Romanos 13.8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros…

Resistir firmes en la fe quiere decir que cumpliremos nuestros compromisos económicos, con todos y a tiempo, y nunca quedaremos debiéndole a nadie, aunque eso implique que ni siquiera quede para la comida.

Y lo hago, porque el Señor promete en su palabra que el que busca su reino recibirá todas las cosas que necesita para vivir… Y por supuesto, no pagar los compromisos o no pagarlos a tiempo no es buscar el reino de Dios…

Estos compromisos no sólo incluyen lo que alguien te presta, sino aquellas cosas que tú prometiste dar… Y vale la pena que nos preguntemos: ¿Si mientras no pagamos estamos en pecado, podemos esperar la bendición de Dios?… Y si la escritura dice:

Salmo 37.21 El impío toma prestado, y no paga…

Quiere decir que resistir firmes en la fe es devolver todo aquello que hemos tomado prestado… Dinero, libros, ropa, cualquier objeto que cualquiera te haya prestado, si no lo devuelves no estás resistiendo en la fe y entonces en lugar de crecer espiritualmente irás de para atrás… Eso incluye que si te prestan algo y se te daña, por supuesto tienes que reponerlo. Y si la escritura dice:

Mateo 6.12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Resistir firmes en la fe quiere decir que estaremos dispuestos a perdonar absolutamente a todos aquellos que han hecho algo contra nosotros… Porque si no lo hacemos:

Mateo 6.15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Resistir firmes en la fe, que es lo que nos permite derrotar a Satanás, es en realidad obedecer a Dios porque confiamos en él, y tiene mucho más valor cuando estamos en medio de pruebas o circunstancias difíciles.

Pagar las deudas cuando nos sobra dinero es mucho más fácil que cuando para pagar nos toca abstenernos de ciertas cosas para poder cumplir. Perdonar es mucho más fácil cuando la ofensa no nos afecta, que cuando tocan algo muy profundo en nuestro corazón…

Y es la confianza en Dios la que nos lleva a actuar de esa manera. Además la escritura dice hablando del poder del evangelio:

Romanos 1.17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Cuando resistimos firmes en la fe porque confiamos en la palabra de Dios, esa obediencia a la palabra de Dios aumentará nuestra fe, y entre más confiemos en Dios, más será transformado nuestro carácter.

Pero qué pasa cuando una persona en lugar de aferrarse a la palabra de Dios, cree por ejemplo: Que es válido no pagar sus deudas, porque decidió gastar la plata en otra cosa, que obviamente considero más importante que cumplir con sus semejantes y con Dios.

Cuando la escritura dice que debo ser sobrio y velar, eso incluye que no nos dejemos engañar creyendo esas mentiras que nos permiten justificar nuestros pecados.

Por ejemplo; hay una mentira muy común que muchos usan para no pagar sus deudas. Cuando les preguntan que porque no pagaron lo que debían, ellos contestan: ”Porque no me alcanzó”

Y es tal el engaño que ellos, realmente creen que no les alcanza, y además creen que es una razón válida para no cumplir…

Pero cuando dicen; ”porque no me alcanzó”. Eso en realidad quiere decir que si les llego dinero, pero en lugar de pagar primero lo que debían, que es lo correcto delante de Dios, decidieron hacer otros gastos que consideraron importantes, tan importantes que justificaba desobedecerle a Dios.

Esa respuesta tan común no hay duda, es una sutil justificación del diablo. Tan sutil como lo que Satanás le dijo al Señor Jesús… Parafraseando: “Olvídate de hacer la voluntad de Dios convierte esas piedras en pan, pues acaso comer no es un deseo legítimo”. Es decir el diablo le dijo que era más importante comer que hacer la voluntad de Dios…

Lo que no entienden muchos, es que cuando una persona está convencida que hay una justificación válida para no obedecer a Dios, es porque esta persona está oprimida por Satanás.

Aclaro: No estoy hablando de aquel que comete un pecado y reconoce que es pecado. No estoy hablando de una persona que no paga una deuda, y cuando le preguntan por qué no pago. Esta persona reconoce que es injusta y que está acostumbrada a robar y por eso no pago.

Tampoco estoy hablando de la persona que adultera, y cuando le preguntan en lugar de decir que es que se enamoró, o que su mujer no lo atiende, responde; que adultero porque sabiendo que era malo tomó la decisión de hacerlo.

Estas personas, aunque obviamente le están haciendo caso al diablo, no están oprimidas por Satanás en la misma magnitud, que aquel que peca y le parece que está bien. La diferencia es enorme. El Señor Jesús dijo:

Mateo 6.22–23 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

Si tus pensamientos te hacen ver lo que está mal como si estuviera bien… ¿Puedes imaginar lo enceguecido que está tu corazón a causa de tanta oscuridad?

Y es mucho más grave porque cuando todavía reconoces que es pecado lo que haces hay la posibilidad de que corrijas, pero cuando piensas que está bien pecar, que es lo justo, mientras sigas pensando así no hay esperanza.

Como mencioné, cuando esto ocurre, el término que usamos los cristianos es que la persona está oprimida. Tal vez no sea el término bíblico exacto, pero lo importante es que entendamos, la grave condición de esclavitud mental y espiritual de estas personas, y una de las razones de esta esclavitud es por no estar sobrios…

Es decir viven como los borrachos que creen que saben para donde van sin ser cierto, y además de eso son tan simples que todo lo creen, y por eso no están vigilantes de los ataques de Satanás… Pero la razón principal de su esclavitud, es que en realidad hay tan poca fe en el Señor, que como no quieren hacer la voluntad de Dios tampoco aprecian su palabra.

COMENZAMOS MAL

Sin embargo también hay que reconocer que cuando comenzamos la vida cristiana, ya habíamos aceptado como ciertos una gran cantidad de pensamientos totalmente equivocados, que pensábamos que eran correctos. La escritura nos explica:

Efesios 2:1 al 3. Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Dice que nosotros antes de conocer a Cristo, aunque la gran mayoría no éramos conscientes, vivíamos conforme al príncipe de las tinieblas. Y no hay duda que esta palabra; “conforme”. Da a entender que nuestra manera de pensar era la que Satanás a través del mundo nos enseñó, diciéndonos que era la manera normal de vivir la vida.

La gente vive de esta manera, conforme al príncipe de las tinieblas, y cuando las cosas salen mal… se quejan y se preguntan; ¿Porqué?

Además dice el pasaje, que él, Satanás, todavía con su espíritu ”opera” en todos aquellos que son hijos de desobediencia… Es decir en aquellos que no son hijos de Dios.

Y como esa fue nuestra condición inicial al reconocer a Jesucristo, por eso la Escritura nos ordena:

Romanos 12.2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

En otra versión dice:

Romanos 12.2 No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Pero aunque es un poco raro que ocurra: ¿Qué pasa si una persona habiendo nacido espiritualmente no renueva su manera de pensar? O ¿Si escuchando la palabra de Dios no la cree?… ¿Cual será el resultado? La escritura responde:

Gálatas 4.8–10 Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; 9mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? 10Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años…

Una cosa es que no teniendo a Cristo fuéramos guiados por Satanás… Pero otra muy diferente es que conociendo al Señor, por nuestra nuestra ignorancia o nuestra incredulidad sigamos esclavos de Satanás.

Algunos de los términos que usa la escritura para describir esta esclavitud, son:

2 Corintios 4.4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos… Dando a entender que embotó, extravió los sentidos, les quitó la capacidad de razonar adecuadamente, para que anden en tinieblas.

Hechos de los Apóstoles 10.38 y sanando a todos los oprimidos por el diablo…. Oprimir es obligar a la esclavitud para, tiranizar, o explotar..

Isaías 58.6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?

La ligadura de impiedad dan entender que la persona está atada y obligada a actuar impíamente, es decir obligada a ir totalmente en contra de Dios.

Las cargas de opresión dan a entender que hay algo sobre la persona tan pesado que no lo deja actuar libremente, sino que lo obliga a vivir en esclavitud.

Estar quebrantado quiere decir que hay un daño emocional y mental tan fuerte, que no le deja hacer lo que una persona normal haría. Y el yugo es un madero con el cual se obligaba a la bestia a ir por cierto camino sin opción a elegir.

Todas estas expresiones muestran la severa esclavitud con que Satanás mantiene a los hombres, obligándolos no sólo a actuar en contra de los deseos de Dios. Sino aun manteniéndolos tan ciegos que no puedan reconocer el evangelio de salvación. La escritura dice:

2 Corintios 4.3–4 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

Es por eso que cuando una persona de verdad reconoce a Jesucristo y nace de nuevo, ese es un milagro extraordinario… Que hará que la persona cambie por completo.

Los que dicen recibir a Cristo y no cambian, y aún empeoran, por supuesto no han nacido de nuevo. Y el problema es que estos falsos creyentes al igual que los incrédulos, se enfrentan a un asunto que es mucho más complicado que simplemente pensamientos equivocados. Ya leímos que la escritura dice:

Efesios 2:2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia

Se trata de un espíritu o de muchos espíritus, que influyen en las personas para que piensen de esta maneras tan anti Dios. Espíritus que los hacen orgullosos y rebeldes…

Y déjeme preguntarle: ¿Saben los hombres como luchar contra un espíritu maligno? La mayoría de los hombres no sólo no saben, sino que cuando son conscientes de que hay un espíritu maligno huyen despavoridos… Algunos a veces con sólo ver una película endiablada no pueden ni dormir.

Y digo que es un problema mucho más serio, porque aunque el poder de Satanás es totalmente inútil y ridículo frente al poder de Dios… Resulta que, el poder de los hombres también es totalmente inútil y ridículo frente al poder de Satanás.

A veces pasan algunos programas en televisión que son historias reales de personas o aún de lugares atacados por Satanás, y la conclusión es que no hay absolutamente nada que hacer sino salir corriendo.

Y en la escritura podemos encontrar manifestaciones de estos ataques, o de esta esclavitud de Satanás sobre los hombres. Por ejemplo:

Marcos 5.1–6 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. 2Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.

Como podemos ver, el control que puede tener un espíritu inmundo sobre una persona es prácticamente total… Aunque de todos modos limitado por el poder de Dios.(Esto es muy importante no perderlo de vista)

Lo otro que debemos reconocer, es que los hombres no habían podido hacer absolutamente nada en contra del espíritu que tenía control de este hombre. Atarlo con cadenas había sido inútil!

Usted se preguntará: Si el poder de los demonios es limitado por el poder de Dios… ¿Porqué entonces Dios no impide que el demonio tome control de las personas?

La respuesta es: Porque los espíritus toman control de las personas cuando estas de manera voluntaria ”Abren puertas” A veces de forma consciente, y otras de manera inconsciente a causa de su ignorancia y rebeldía contra Dios. Es decir; como consecuencia de desobedecer a Dios.

Preguntar porque Dios permite que un espíritu tome el control de una persona, sería igual a preguntar porque Dios permitió que el hombre muriera al comer del fruto prohibido. Dios le dijo al hombre que no comiera pero el hombre comió. Dios le dice a los hombres que debe buscarlo pero no lo buscan.

Quienes no hacen caso deben asumir las consecuencias. Y la principal de ellas es que se someten aunque no sean conscientes, al maligno.

Es sabido que los brujos toman poder de los demonios, de una manera voluntaria para cumplir con sus propósitos… Pero puede ocurrir que otros ignorantemente se pongan a jugar con la tabla ouija y queden poseídos.

Estuve leyendo sobre esta tabla y me encontré con un artículo que habla de los siete misterios de la tabla ouija, donde menciona que no se puede dejar abierta la comunicación porque el espíritu invocado te puede poseer, que no se le puede preguntar a los muertos cuando se va uno a morir, que no se puede jugar solo, que es prohibido cuándo está en el evento hablar de Dios o de alguna religión, que no se recomienda tener más de una ouija en la casa, que nunca puedes vender tu tabla, y que para deshacerse de la ouija hay que romperla en siete pedazos echarle agua bendita y quemar los trozos por separado, y si lo haces mal podrás morir en 36 horas.

Al ver esta información y otras muchas cosas más, es evidente que los hombres no les importa el método que usen para lograr sus propósitos, y Satanás se aprovecha de eso para tomar control de ellos.

En lo que he podido entender, entre más rebelde sea una persona contra Dios, y entre más maldad haya, hay más posibilidades de que una persona sea más oprimida y aún poseída por un espíritu.

Y aunque algunos buscan solución con un espíritu más poderoso para sacar aquel espíritu que los está controlando, lo que no saben es que con el tiempo, el estado de aquella persona va a ser muchísimo peor. El Señor Jesús enseñó:

Lucas 11.24–26 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. 25Y cuando llega, la halla barrida y adornada. 26Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.

Es por eso que la única solución, el único que tiene poder contra los espíritus malignos es el Señor Jesucristo, y a quien El le haya dado autoridad…. Nos cuenta la escritura:

Hechos de los Apóstoles 19.11–12 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, 12de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.

El problema es que algunos pensaron que se trataba de una fórmula, y no es una fórmula, es el poder de Dios sanando y liberando… Pero como no entendían eso, nos cuenta la escritura:

Hechos de los Apóstoles 19.13–16 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. 14Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. 15Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? 16Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.

No una fórmula, no es un método, no es el poder de los hombres, no es la concentración, no son ungüentos ni nada por el estilo, lo único que funciona, es el poder de Dios.

Siguiendo con la historia del endemoniado que ni con cadenas podían detener…

Marcos 5.6–13 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. 7Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. 9Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. 10Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. 11Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.

Los demonios por poderosos que sean reconocen la autoridad de Dios… Tanto en los cielos como en la tierra. Y esa autoridad que tiene el respaldo de Dios fue dada a los discípulos:

Marcos 3.14–15 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:

Lo cual quiere decir que si somos auténticos discípulos del Señor, tenemos autoridad sobre los demonios…

Pero: ¿Creemos en esa autoridad dada por Dios? O si como cristianos nos llaman para liberar a un endemoniado… ¿Salimos corriendo pero no a liberarlo sino a huir?

La historia continua:

Marcos 5.14–17 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. 15Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. 16Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. 17Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.

A algunas personas les he dicho: Yo creo que tú tienes un demonio en tu vida: ¿Te gustaría que oráramos para sacártelo? Y a veces he recibido como respuesta un no.

Y entonces les digo: ¿De verdad no quieres que saquemos el demonio de tu vida, quieres seguir viviendo con el? Y en respuesta algunos se quedan callados… otros dicen que no tienen problema en seguir viviendo con el demonio.(En cierta casa entro una persona y vio un demonio y cuando comento a los que vivían ellos dijeron que si, que él vivía allí.)

El asunto es que ser poseído por un demonio o ser molestado físicamente por un demonio como a veces ocurre con algunos cristianos no es algo muy grave. Puede sonar un poco absurdo, pero la razón de porque no es tan grave, es porque en primer lugar con Dios siempre hay solución, y en segundo lugar porque es evidente que el diablo está metido allí.

Lo que realmente es grave, es cuando estamos viviendo de tal manera que es evidente que somos esclavos de Satanás, por eso no dejamos el pecado, pero pensamos que lo que estamos haciendo no está mal, lo cual hace que sí ningún problema para nosotros sigamos pecando.

Hay algo que he aprendido con los años y creo que es muy importante, y es que al diablo no debemos tenerle miedo porque tenemos a Jesús, a lo que debemos tenerle miedo es al pecado, por qué el pecado o es evidencia que el diablo nos tiene oprimidos, o es oportunidad para que el diablo nos oprima.

La escritura dice:

Santiago 4.7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Lo cual quiere decir que no es posible que una persona rebelde pueda resistir al diablo. Y si es rebelde y cree que no tiene problema, el problema que tiene es supremamente serio.

Hay mucho más que decir respecto de este tema pero lo haremos la próxima semana…

Por ahora es importante que revisemos… estamos tranquilos cometiendo ciertos pecados porque aprendimos a justificarlos… que Dios nos permita volver a confiar en su palabra, para que al pecado lo llamemos pecado. Y que entendamos que no hay pecado pequeño, porque los que nos parecen pequeños son los que más daño nos hacen…

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