LA IMPORTANCIA DE LA ALABANZA
I. INTRUDUCCION
Nos cuenta la escritura que el padre de la fe, Abraham, cuando fue a entrar a Egipto vio que su mujer era muy, muy hermosa, y entonces pensando que podría ser un riesgo es un acuerdo con su mujer para que les fuera bien…
Génesis 12.11–13 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto; 12y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida. 13Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
Pues parece que Abraham no era muy consciente de la soberanía de Dios y su protección, y prefirió ocultar la verdad para protegerse. El resultado fue que evidentemente el reconocimiento de la hermosura de su mujer le trajo ciertos beneficios a Abraham. La escritura nos cuenta:
Génesis 12.14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera. 15También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón. 16E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
No nos dice nada la escritura, pero parece razonable pensar qué ella aceptó las alabanzas que se le hacían, y se aprovechó de tal manera que faraón comenzó a darle riquezas a Abraham.
Sin embargo Dios, como ocurre con cada uno de nosotros, ya tenía un plan para Abrahán y su descendencia, de tal manera que para que su plan no se dañara, nos cuenta la escritura:
Génesis 12.17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
El resultado de la acción de Dios fue que que faraón término regañando a Abraham por su deshonestidad. !Que vergüenza! El incrédulo regañando al creyente. Y luego le dio la orden de salir de su tierra con todo lo que tenía.
Menciona esta historia porque está es la primera vez que aparece en la escritura la palabra “alabanza”. Y de allí podemos entender que la alabanza es o debe ser, el reconocimiento de una verdad valiosa o que puede producir mucho bien. Por esto mismo dice la escritura:
Proverbios 12.8 Según su sabiduría es alabado el hombre; Mas el perverso de corazón será menospreciado.
Lo correcto que un hombre sabio sea reconocido y por lo tanto alabado, mientras que también es bueno que el hombre de mal corazón, el hombre rebelde a Dios, el hombre deshonesto y perverso, sea menospreciado.
Hace pocos días escuchamos otra historia de un hombre perverso que violó y asesinó una niña de 10 años, y la gente lo tomo para lincharlo, pero la policía intervino salvándole la vida… Algunos dicen que si fueran policías, se harían los de la vista gorda para que ese perverso fue eliminado.
Pero aunque lo correcto es a alabar las buenas cualidades y menospreciar las malas, no es eso lo que normalmente pasa, pues también podemos ver y nos lo confirma la escritura, que a veces el mal y las malas personas son alabadas, como si fueran factor de bien o de bendición. Por supuesto, quienes esto hacen están mostrando su propia maldad. La escritura dice:
Proverbios 28.4 Los que dejan la ley alaban a los impíos; Mas los que la guardan contenderán con ellos.
Los que están lejos de Dios alaban a los que son iguales a ellos, a los impíos… Más los que están con Dios contienden contra esta clase de personas. Esto lo confirma la escrituras bajo el Nuevo Pacto pues dice:
Efesios 5.11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
Cuando uno no contiende con una persona que está mal, sólo está mostrando que va por el mismo camino. Un esposo que ve a su mujer andando por mal camino y no la exhorta, anima y si es necesario no contiende con ella, se convierte en cómplice del pecado de ella.
O al contrario; una esposa que si es necesario no contiende contra el pecado de su marido, por evitarse problemas en realidad se convierte en cómplice, y lo más seguro es porque va por el mismo camino.
Según esto, lo normal debe ser alabar las buenas cualidades de los hombres y menospreciar su perversidad e impiedad. Y al hacer esto con integridad, estamos siendo factor de bendición para los que nos ven o escuchan, pues puede ser un buen ejemplo para motivar a desarrollar esas buenas cualidades y para corregir las malas.
Pero debe ser algo que los demás reconozcan… Me explico, hay un dicho que dice: “Alábate burro que no hay quien te alaba” Y se usa para referirse a aquellas personas que por distintos traumas, conflictos, o el pecado en su corazón, luchan desesperadamente por ser reconocidos, razón por la cual terminan metiéndose en competencias, pleitos y disputas, manifestando su complejo, su envidia y cosas por el estilo. La escritura dice respecto de ellos:
Proverbios 25.6–7 No te alabes delante del rey, ni estés en el lugar de los grandes; 7 Porque mejor es que se te diga: Sube acá, y no que seas humillado delante del príncipe a quien han mirado tus ojos.
Algo así como que si quieres quedar bien delante de los demás al final será mirado como poca cosa. El Señor Jesús amplio esta enseñanza, cuando…
Lucas 14.7–10 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: 8Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, 9y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. 10Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
En el mundo podemos encontrar mucha gente así, y lo triste es que también a veces entre los llamados cristianos hay mucha gente así, que creen ser los más santos, los más espirituales, los más generosos, los que dan mejores mensajes, razón por la cual creen que merecen el reconocimiento, la pleitesía y el favor de los demás. Y si no lo obtienen buscar desesperadamente obtenerlo, lo cual normalmente los lleva a ser injustos y aún crueles con los demás.(Es típico de ellos robarle la gloria a los demás, algo así como ganar indulgencias con oraciones ajenas.)
Pero la realidad, es que cuando alguien que dice ser cristiano cree que merece, o anda luchando por el reconocimiento de su labor… Algo anda muy mal en su corazón. Pues la escritura dice:
Habacuc 2.4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
Ojo con esto que puede sonar muy duro para algunos, pero lo que la escritura está confirmando es que todo aquel que es orgulloso, es porque su alma no es recta es decir está pervertido su corazón.
Esto es igual a decir que: Una de las señales de la perversión del corazón es el buscar reconocimiento. Y como esto no está bien delante de Dios, al final el juicio de Dios sobre estas personas será:
Lucas 14.11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
Según lo que estamos viendo el problema no es reconocer las cualidades o bondades de una persona, pues vemos por la escritura qué es algo que debemos hacer y que puede traer bendición.
Y digo; ”puede traer” porque también es verdad que el reconocimiento de las cualidades de una persona puede ser malo para ella.
En el caso de la hermosura de Saraí esposa de Abraham, las alabanzas los estaban llevando por un mal camino, razón por la cual Dios intervino. Es por esto que también la escritura dice:
Proverbios 27.21 El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, y al hombre la boca del que lo alaba.
Es una prueba para algunos hombres, porque en primer lugar, hay alabanzas mentirosas y exageradas que son dadas para buscar manipular y recibir algo de la persona alabada.
Eso no es muy grave, tonta la persona que se cree todas esas alabanzas mentirosas. Pero hay algo que si es supremamente serio y es que cuando los hombres reciben alabanzas, así sean verdaderas, los hombres tienen la tendencia de robarle la gloria a Dios y por lo tanto llenarse de orgullo… Y el orgullo es un pecado horroroso qué hace que Dios resista a esta clase de personas.
He podido ver a lo largo de mi vida en algunos discípulos que he tenido que son orgullosos, es decir que le roban la gloria a Dios, que tienen problemas para entender la palabra de Dios. Ese es uno de los resultados de que Dios les resista, y por eso terminan viviendo un cristianismo que no agrada Dios, y además dando enseñanzas erróneas por su incapacidad de aceptar las enseñanzas verdaderas.
Lo correcto ante las alabanzas que recibimos de los demás, es reconocer quien nos ha dado lo que tenemos. El apóstol Pablo a un grupo de creyentes que andaban envanecidos porque creían ser mejores cristianos con mejores resultados que los mismos apóstoles del Señor, les dijo:
1 Corintios 4.7 Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
Lo cual quiere decir que aquel que sé enaltece, aquel que lucha por obtener reconocimiento, por ser apreciado, está completamente ciego respecto del favor de Dios, pues no está reconociendo que absolutamente todo lo que tiene, o lo que ha logrado hacer es gracias a todo lo que Dios le ha dado.
De Dios hemos recibido la vida, de Dios hemos recibido el sustento, de Dios hemos recibido la protección, de Dios hemos recibido los dones y los talentos, y por supuesto también las oportunidades que nos han permitido hacer o llegar hasta donde hemos llegado, y por lo tanto toda la gloria y la alabanza deben ser para Dios.
Lo que no saben los que le roban la gloria a Dios, es que ese orgullo o prepotencia producto de robarle la gloria a Dios, les impide descansar en Dios, pues en realidad están creyendo que las cosas resultan bien por su capacidad… Desconocen la soberanía de Dios, y esto los hace víctimas del afán, la ansiedad, la preocupación, que al final los lleva a ser rebeldes, es decir a tratar de conseguir a través del pecado las cosas que creen necesarias.
En definitiva, el riesgo de echarle flores a alguien o de alabarlo por lo que hace, es que en lugar de darle gloria a Dios se la robe, y se llene de orgullo y altivez, qué es lo que hizo que un ser magnífico y precioso se convirtiera en satanás.
El orgullo es un pecado que el mundo no lo ve malo, aún a veces le echan flores al orgulloso.
Pero en lo personal creo ser consciente que el orgullo es un pecado horrible a los ojos de Dios, pues he visto muchos cristianos que parece que comenzaron a crecer es espiritualmente, pero se han dejado engañar por Satanás, se han llenado de orgullo, llegan a creerse sabios, comienzan a contender contra sus autoridades y pastores, y terminan yéndose de la iglesia, y desde afuera continúan tratando de contaminar a otros…
¿Y saben porque no se detienen? Porque lo peor de todo es que mientras van en contra de la obra de Dios, su orgullo los tiene ciegos haciéndoles creer que son mejores que los demás.
Por esta razón el apóstol Pablo hacia una recomendación respecto de la elección de los líderes en la iglesia:
1 Timoteo 3.6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
Otra versión que aunque no es muy acertada dice:
1 Timoteo 3.6 Por lo tanto, el dirigente no debe ser un recién convertido, no sea que se llene de orgullo y caiga bajo la misma condenación en que cayó el diablo.
En esta advierte acerca del recién convertido que al asumir liderazgo puede caer en la misma condenación de satanás, pero es más acertado decir neófito, porque hay algunos que a pesar de llevar mucho tiempo en la iglesia todavía son neófitos, todavía son ignorantes de quien realmente es Dios, y por eso, aunque conozcan la escritura caen en el pecado del orgullo, porque una cosa es conocer la escritura y otra muy diferente conocer a Dios.
Los que conocen la escritura sin conocer a Dios continúan siendo o se vuelven orgullosos, mientras que todo aquel que conoce verdaderamente a Dios sabe que es pecador.
¿Y qué significa caer en la condenación de Satanás? Significa que la persona creyendo ser más de lo que realmente es, termina como lo hizo Satanás en contra de Dios, donde su principal manifestación es la rebeldía.
Así que ojo con el orgullo, a veces es muy sutil, a veces hay mucho orgullo en aquel que se cree humilde, pero la verdad es que el orgullo inevitablemente lleva a la rebeldía contra Dios, y es evidente en el caso de Satanás donde la altivez y el orgullo producto de no reconocer que era un ser magnífico, gracias a la obra de Dios, esto le llevó a rebelarse contra Dios.
Caso contrario vemos en el rey David, un hombre con un corazón conforme a Dios, por supuesto dicho por Dios no por David, el cual oraba de la siguiente manera:
Salmo 19.13 Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
No ser rebelde y ser íntegro es algo que no es posible para el que es orgulloso o soberbio.
Esto es igual a decir que sólo la humildad, es decir el verdadero reconocimiento de quiénes somos delante de Dios, es señal de integridad y nos libra de la rebelión.
El soberbio es también aquel que cae en un pecado y queda preso en el, mientras que el humilde logra salir de su pecado. ¿Y porque el soberbio u orgulloso no puede salir de su pecado? Porque para salir del pecado se requiere aprender a depender de Dios y los orgullosos no logran hacerlo.
La escritura nos muestra que este pecado el orgullo, que puede comenzar a nacer en aquel que recibe alabanzas por lo que Dios le ha dado, puede llevar aún a los hijos a rebelarse contra sus padres queriendo aun acabar con su vida… Como el caso de Absalón, el hijo de David, del cual nos cuenta la escritura:
2º Samuel 14.25–26 Y no había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él defecto. 26Cuando se cortaba el cabello (lo cual hacía al fin de cada año, pues le causaba molestia, y por eso se lo cortaba), pesaba el cabello de su cabeza doscientos siclos de peso real.
Pero este hombre llegó a revelarse en tal manera contra David su padre, que se coronó como rey, y luego comenzó una persecución para asesinarlo, hasta que las ironías de la vida, en una de esas luchas por el poder su cabello se le enredó de un árbol y colgado allí lograron matarlo.
Caso contrario el de David del cual decían sus hombres:
2º Samuel 18.3 Mas el pueblo dijo: … mas tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad.
Pero David a pesar de las alabanzas seguía siendo humilde, es decir reconociendo que lo poco o lo mucho que hacía era gracias a la misericordia de Dios. Y por lo tanto se mantenía dispuesto a hacer la voluntad de Dios.
Y cuando en cierta ocasión se enalteció su corazón e hiso un censo para saber cuán poderoso era, Dios lo disciplino fuertemente aunque ya había reconocido su pecado.
2º Samuel 24.10 Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.
Por supuesto el pecado no está en hacer un censo, pues la escritura nos dice:
Proverbios 27.23–24 Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños; 24 Porque las riquezas no duran para siempre;¿Y será la corona para perpetuas generaciones?
Y si esto se debe hacer con el rebaño, con mucha más razón un rey debe ser diligente en conocer la situación de su pueblo… el problema es hacer un censo para sentirse orgulloso de la cantidad de gente que estaba bajo su mando.
La escritura nos muestra quién fue el que lo motivo a pecar de esta manera.
1º Crónicas 21.1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel.
Por haber cedido ante la tentación, aunque ya había reconocido que había pecado lo cual a veces hace que Dios no imponga ninguna disciplina, el Señor a través del profeta le dio a escoger entre tres clases de castigo…
2º Samuel 24.13 Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿o que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿o que tres días haya peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.
David escogió la peste y murieron 70.000 hombres… Eso porque clamo a Dios que lo castigará a el y no al pueblo, y el Señor acepto un sacrificio y detuvo la mortandad.
No hay duda que el orgullo qué es lo opuesto a darle la gloria a Dios lleva a los hombres a ser rebeldes contra Dios. Si la escritura dice:
Salmo 100.3 Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado….
Eso es lo que los hombres debemos reconocer, sin embargo los hombres aun cuando creen en la evolución lo que en realidad están diciendo es que ellos se hicieron asimismo solos. Y como ellos hicieron así mismos están convencidos que no tienen porque sujetarse a ningún dios.
Cuando la verdad es que no reconocer que ha sido hechos por Dios los hace esclavos de Satanás y por lo tanto rebeldes.
A través de la historia del pueblo de Israel Dios nos deja enseñanzas, y una de ellas son las graves consecuencias del orgullo que lleva a la rebeldía.
La Escritura nos cuenta que en cierta ocasión a causa del orgullo del pueblo, que los llevaba a ser rebeldes el Señor les dijo:
Levítico 26.15–19 y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, 16yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán. 17Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga. 18Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. 19Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.
Y si con esto siguen en su orgullo y su soberbia negándose a hacer caso a Dios, El también insistirá en castigarlos, y esa es la historia de todas las cosas horribles que han pasado al pueblo de Israel, que mantienen su soberbia y su orgullo hasta el día de hoy… Hasta que en la gran tribulación sean quebrantados de tal manera que reconozcan al Señor.
Siendo este pecado algo tan espantoso con tan terribles consecuencias, la pregunta importante es:
¿Cuál es el remedio contra el orgullo y la rebeldía que este produce?
Lo opuesto al orgullo, el enaltecimiento y soberbia que hace que los hombres se revelen contra Dios, es la ALABANZA que de todo corazón debemos a Dios.
En lugar de creer que somos lo máximo gracias a nosotros mismos, debemos reconocer que hemos sido hechos por nuestro buen Dios. Y cuando este reconocimiento es genuino brotará de nuestro corazón una genuina alabanza hacia Dios.
El problema con la alabanza, es que cuando no se tiene buena actitud está puede volverse algo mecánico, y por lo tanto algo sin sentido y sin valor delante de Dios.
Más aún; la alabanza hacia Dios sin buena actitud hace que quienes alaben a Dios se sientan orgullosos…
Es por esto que podemos ver cómo la alabanza se ha vuelto un negocio para los grupos cristianos…
Yo en verdad pienso que cobrar dinero en los conciertos para alabar a Dios se ve supremamente feo, tan feo como aquel predicador que tiene una tarifa para predicar en las iglesias, porque la escritura dice respecto de las cosas que recibimos de Dios…
Mateo 10.8–10 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. 9No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; 10ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.
Lo que por gracia hemos recibido de Dios debemos darlo de gracia, Y cuando dice que no debemos proveernos de Oro… Lo que en realidad está diciendo es que Dios se encargará de sostenernos para que podamos de Gracia dar las cosas que hemos recibido de Gracia. Porque el obrero es digno de su salario.
Por lo tanto cobrar por las cosas de Dios no es lo que enseña la escritura, lo que los grupos de alabanza deberían hacer es vivir cómo vienen los auténticos siervos de Dios, dependiendo del ministerio, siendo sostenidos por los diezmos o las ofrendas, pero no teniendo una tarifa para administrar las cosas de Dios.
Pero contrario a eso ocurre que si cantamos alguna canción de estos ministros de alabanza y la transmitimos, la ley caerá sobre nosotros… Se imaginan lo contradictorio que resulta de que si alabamos a Dios y lo proclamamos al mundo, los mismos cristianos nos demanden por estar alabando a nuestro Dios.
Y eso está ocurriendo porque aún muchos cristianos no están entendiendo el verdadero valor de la alabanza. Por eso es importante que tengamos claro: ¿Que es la alabanza?
La alabanza comienza con el reconocimiento de la verdad. Por lo tanto: La alabanza hacia Dios es el reconocimiento lo que Dios es y hace por el hombre. La escritura dice:
Salmo 100.3 Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado….
Ya mencioné que en el mundo es tal el orgullo del hombre que no sólo no reconocen que Dios nos hizo, sino que tienen la mente tan entenebrecida que se atreven a decir que el hombre es quién se ha inventado a Dios. Y de esta manera niegan por completo aún la revelación que Dios hace a sus vidas acerca de su existencia.
Sin embargo, como la alabanza es el reconocimiento de Dios y lo que Dios hace con el hombre, resulta que al final de los tiempos, absolutamente todos los hombres aún todos aquellos que se condenan eternamente van a reconocer lo que Dios está haciendo.
Y si la alabanza es el reconocimiento de lo que Dios es y hace, entonces quiere decir que aún todos los que se condenan al final terminarán alabando a Dios.
Esto es algo nuevo para mí, sin embargo es lo que dice la escritura que pasara. “Cuando Dios castigue la tierra, la ira del hombre se convertirá en una alabanza, porque que será un reconocimiento de la verdad de lo que Dios está haciendo, de su juicio. Dice así:
Salmo 76.9–10 Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar, para salvar a todos los mansos de la tierra.10 ciertamente la ira del hombre te alabará…
En otra versión dice:
Salmo 76.10 El enojo del hombre se convierte en tu alabanza; ¡aun su más mínimo enojo se convierte en tu corona!
¿A cual enojo se refiere? La escritura nos cuenta:
Apocalipsis 16.10–11 El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, 11y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
La blasfemia de estos hombres contra Dios es en realidad el reconocimiento de que Dios los está juzgando, y por eso es que se convierte en alabanza.
Siendo esto así podemos decir que por un lado esta la alabanza del creyente que reconoce la bondad y misericordia de Dios, pero también puede existir la alabanza de creyente necio que en determinado momento reconoce el castigo de Dios sobre su vida.
Por supuesto es muchísimo mejor que nuestra vida esté llena de alabanzas a Dios porque nos hemos sujetado a su autoridad y estamos disfrutando de sus bendiciones, a que lo alabemos por disciplinarnos por nuestra rebeldía.
Lo segundo que debemos entender es: ¿Para qué sirve la alabanza?
Bajo el viejo pacto el Señor mandó construir un tabernáculo, que básicamente se componía de tres partes. La primera era un atrio con una gran puerta, luego seguía el lugar santo y al final el lugar santísimo. Y con este tabernáculo Dios quería enseñarle al pueblo cuál era el proceso para llegar a la presencia de Dios. El salmo que ya mencioné dice:
Salmo 100.1–2 Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2 Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo.
Todos los seres humanos deberían cantar alegres a Dios… todos los seres humanos deberían servir a Dios con alegría… Y todos deberían acercarse al con regocijo.
Vale la pena que examinemos si es esa nuestra actitud al venir al iglesia, si le cantamos con alegría, si le servimos con alegría, si nos regocijamos cuando estamos en su presencia.
Algo que he visto a través de los años y es que en las iglesias se va creando como una cultura… por ejemplo si usted va a una iglesia pentecostal va encontrar que toda la gente canta, grita, salta… de tal manera que cuando se va por primera vez la cosa a veces asusta.
Hay otras iglesias en que se ha creado una cultura de alabanza casi fúnebre… Donde no se nota la alegría de la gente, donde han decidido ni siquiera usar instrumentos, o hacer un grupo del alabanza.
Hay otras donde la alabanza la han entendido como un relleno mientras llega la prédica lo cual es muy equivocado, y entonces la gente está allí no alabando de corazón a Dios, mirando el celular, si les entra una llamada salen a contestar como quien dice lo que están haciendo no es importante, o simplemente llegan tarde para saltarse la alabanza.
Pero: ¿Es eso lo que dice la escritura que debemos hacer con la alabanza? Ciertamente no. Y tal vez la razón sea que no estamos haciendo lo que dice el siguiente versículo.
Salmo 100.3 Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Porque si de verdad reconocemos que él es nuestro Dios entonces debemos como dice el salmo:
Salmo 100.4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.
Debemos llegar a su puerta llenos de agradecimiento… debemos pasar a sus atrios alabándole y bendiciendo su nombre.
Y la razón por la cual tiene que ser de esta manera es:
Salmo 100.1 Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.
Y si alguno piensa que no tiene razones para agradecer a Dios, por su bondad y su misericordia, está completamente equivocado porque cuando no la estamos pasando bien en nuestra vida, la culpa no es de Dios, la culpa tampoco es de los demás, la culpa es sólo nuestra.
Es decir estamos menos preciado y desperdiciando la misericordia y la verdad de Dios… Pero eso no quiere decir que no deba ser alabado por su misericordia y su verdad.
Más aún, si estamos en esa situación, la respuesta a nuestro problema está en la alabanza, es decir en el verdadero reconocimiento de lo que Dios es y hace por nosotros. Por eso dice la escritura:
Salmo 95.2 Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos.
Esa es la razón por la cual en nuestras reuniones acostumbramos a alabar y a aclamar al Señor con cánticos. Para que a través de estas alabanzas lleguemos a su presencia.
La Escritura enseña que estas alabanzas deben ser hechas con todo…
2º Crónicas 5.12–14 (y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas), 13cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
No tenemos que las alabanzas hicieron que la gloria de Dios llenará el templo…
Y que eran usados címbalos, salterios, arpas, trompetas… No hay duda que con todo tipo de instrumentos musicales debemos cantar, alabar y dar gracias a Dios porque su misericordia es para siempre.
Y en esta época: ¿Qué instrumentos son los que debemos usar? Pues si es para el Señor debemos usar todo lo que esté a nuestro alcance. Y me parece necio que en algunas iglesias piensen o enseñen que usar la batería es del diablo, y aún algunas más ciegas piensan que si forman un grupo de alabanza es peligroso porque los músicos se van a envanecer, creer en eso sería igual a decir que no debemos predicar porque de golpe se nos sube el ego…
Pero no sólo la escritura enseña que llegamos a la presencia de Dios, o que la presidencia de Dios se manifiesta a través de la alabanza. También dice:
Salmo 84.4 Bienaventurados los que habitan en tu casa; Perpetuamente te alabarán.
No dice los que habitarán en tu casa, como dando entender que en el futuro cuando habitemos en la casa de Dios le alabaremos, sino que dice; “los que habitan” dando entender que mientras estamos en la tierra podemos y debemos estar en la presencia de Dios, y por lo tanto debemos alabar de manera continua al Señor.
La escritura dice de nosotros:
1 Pedro 2.5–6 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
El tabernáculo era una figura para enseñar a los hombres a acercarse a Dios, en la actualidad el templo de Dios somos nosotros, somos piedras vivas, y la alabanza es lo que va a permitir que la presencia de Dios se manifieste en nuestras vidas.
Ciertamente la escritura dice que el espíritu que ha colocado en nosotros permanecerá hasta que lleguemos a su presencia… pero una cosa es tener el espíritu de Dios y otra experimentar la manifestación del espíritu de Dios.
De hecho una persona teniendo el Espíritu de Dios puede andar en la carne y por supuesto de experimentar la bendición de ser un verdadero hijo de Dios.
Y según lo que estamos viendo la alabanza es indispensable para experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas.
Por supuesto la alabanza de aquel que es íntegro, la alabanza de aquel que las hace con alegría, la alabanza de aquel que reconoce la misericordia de Dios… es la alabanza que le permitirá experimentar la presencia de Dios en su vida.
Y por supuesto alli está el verdadero poder del cristiano, porque como David decía:
Salmo 84.10–12 10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad. 11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. 12 Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía.
Es tal la delicia que se experimenta estar en la presencia de Dios que eso nos da la fortaleza para no habitar en moradas de maldad.
Pero si alabamos a Dios como si estuviéramos en un funeral, o si cantamos como locos sin pensar en lo que estamos diciendo, sin tener claro cuál es el reconocimiento que estamos haciendo de El, o si llegamos tarde a propósito para no estar en la alabanza, o si salimos corriendo cuando termina el mensaje para no estar en la alabanza…
Entonces nuestro cristianismo no será algo sobrenatural sino un grupo de personas tratando de cumplir con unas normas que salen de la escritura… Y que si las cumplimos sólo nos llenarán de orgullo y nos alejaran más de Dios.
Por lo tanto mis queridos hermanos, ojo, mucho ojo con el reconocimiento de las bondades de Dios y con la alabanza que debemos darle de todo corazón…
Los animo a llegar temprano, calcule estar cinco minutos antes de que comience la reunión para que tengan tiempo y saludar a los demás, de apagar los celulares y de honrar a Dios con una alabanza genuina.
Por otro lado al grupo de alabanza, Como con la responsabilidad tan grande de hacer lo que hacen en santidad, para él, para su gloria y para su honra.
Continuamos…
¿Qué significa estar en la presencia de Dios? Algunas personas usan la frase: “Estoy pegadito el Señor”. Pero insisto: ¿Que significa estar en la presencia o estar pegado de Dios?