EL AMOR DE DIOS 7
I. INTRODUCCIÓN
Nada tan espectacular como el amor de Dios… Dice el señor en su palabra:
Efesios 1.3–6 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
Es tan espectacular lo que Dios quiere hacer con nosotros, que la escritura dice que la creación anhela ver la manifestación gloriosa de los hijos de Dios, dice además que hemos sido escogidos gracias al puro hace efecto de su voluntad para que como hijos disfrutemos de su amor…
Pero por causa del pecado los hombres no pueden entender ni disfrutar del amor de Dios.. peor ahun lo mal interpretan, especialmente cuando Dios provee las circunstancias y los tratos necesarios para sacar el pecado de nuestras vidas.
La razón la vengo diciendo en las últimas cinco semanas, es que el hombre no sólo es pecador condenado a la perdición eterna, sino que el hombre cree estar muy bien y por eso los planes de salvación de Dios le molestan en gran manera, pues por lo general interfieren con sus planes personales…
Es tal el engaño del hombre que aunque Dios escoge un pueblo para través de el manifestar su salvación… El Señor Jesús confirma esto que estoy diciendo cuánto a la mujer samaritana le dijo:
Juan 4.22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Pero ese mismo pueblo escogido para mostrar la grandeza de Dios y traer la presencia de El Salvador, nunca tuvo buena actitud con la verdadera salvación, es decir los hombres esperan ser salvados de muchas cosas, de una mala situación financiera, una mala relación familiar, de las enfermedades, pero no están pensando en ser salvados de sus pecados, y por eso su respuesta hacia la salvación a través de los tiempos fue siempre en contra. En el discurso de Esteban a los sacerdotes podemos ver:
Hech 7.51–52 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. 52¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;
Esta mala actitud hacia la salvación persevera hasta el día de hoy, y por eso siguen negando a aquel que por amor fue la cruz y resucitó para salvarlos… Pero no es un problema sólo del pueblo de Israel, el mundo entero continuamente va encontra del único que los puede salvar.
Sin embargo Dios por su gran amor y su grandísima misericordia, dice de aquellos que aunque lo rechazan al final serán salvados por causa de su pacto:
Sofonías 3.17 Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
Y es que así como hay un pacto incondicional para nosotros los hijos de Dios, los que hemos nacido de nuevo, razón por la cual seremos salvados pase lo que pase… también lo hay con un remanente del pueblo de Israel… por eso el profeta Jeremías dice:
Jeremías 31.3–4 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. 4Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel;
Ciertamente pase lo que pase, a pesar de lo que el mundo hable o haga en contra de la salvación, el Señor asegura en su palabra que su salvación, prometida a través de sus sus pactos nunca se detendrá…
Isaías 46.12–13 Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: 13Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel.
Y así como Dios será fiel a sus promesas y cumplirá con la salvación del remanente de Israel, lo mismo pasará con nosotros sus hijos, nacidos del nuevo, que estamos involucrados con él a través del Nuevo Pacto.
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