LA IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD 5
I. INTRODUCCIÓN
En el primer tema de esta serie de la importancia de la autoridad, comenzamos hablando de cómo Jesús haciendo lo que el hombre no fue capaz de hacer calificó para hacer nuestro salvador. La escritura dice:
Hebreos 5.8–9 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
El hombre por su desconfianza hacia Dios, no le obedeció lo cual trajo la condenación al mundo, pero el Señor Jesús por la confianza en lo pactado con su padre (El nuevo pacto) viene al mundo como hombre, aprende a obedecer y se convierte en el autor de la salvación, para todos los que creyendo en el obtengan el nuevo nacimiento, lo cual los capacita para vivir en obediencia.
El texto menciona ”Y aunque era hijo” Y esa expresión da a entender que él no tenía que pasar por esa experiencia que lo llevaría a recibir un castigo inmerecido. Los que debimos haber recibido ese castigo somos nosotros. De esto mismo habla el apóstol Pablo cuando dice:
Filipenses 2.6–8 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
No sólo él por ser Dios no tenía que pasar por lo que pasó. Pero la escritura explica que el no se aferró a su posición, sino que por amor al hombre para salvarlo se despojó de sus privilegios, tomó forma de hombre común y corriente, y en esa condición se humilló es decir renunció a una vida normal pará obedientemente ir a la cruz a pagar por nuestros pecados.
No se aferra al privilegio de ser Dios, no se aferra al privilegio de ser hombre normal y sin pecado, y se dispone para vivir en obediencia; una obediencia que lo llevaba una muerte y a un castigo espantoso para proveer salvación a la humanidad.
Sin embargo, la clave de esta obediencia de Jesús no estaba solo en las acciones, ya que hemos visto que la obediencia con una actitud inadecuada no trae bendición sino condenación.
Pero la obediencia de Jesús nos proveyó salvación porque fue una obediencia hecha con una actitud de absoluta sujeción a Dios.
Eso es lo que hemos estado viendo en estas últimas semanas, y el texto que hemos revisado y no debemos olvidar es el que dice:
Romanos 13.1–2 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 2De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
El Señor Jesús no sólo obedeció sino que además se sujetó a las autoridades superiores y eso fue lo que le permitió convertirse en el autor de eterna salvación para los hombres.
Este asunto en particular ha sido muy ignorado por los cristianos, los cuales han venido obedeciendo a Dios pero no en verdadera sujeción, y según el texto eso no trae bendiciones nuestras vida sino que trae más condenación.
Y cuando sus vidas espirituales no crecen, cuando las circunstancias de la vida les hacen perder la paz y el gozo, cuando llegan a pensar que Dios no los está respaldando de manera adecuada, o que Dios no los ayuda a cambiar las circunstancias que los hacen sufrir, no entienden que todas estas pensamientos y actitudes equivocadas son por causa de no haber sujeción en su obediencia.
Eso podría llevarnos a decir que es más importante la sujeción que la obediencia, pero no se puede decir de esa manera, porque cuando no hay obediencia a Dios, tampoco hay sujeción.
Y entonces la pregunta es: ¿Tiene usted verdadera claridad acerca de que es la sujeción que Dios pide que debemos añadir a nuestras acciones de obediencia?
Eso es igual a preguntar: ¿Está usted seguro que está obedeciendo con o en sujeción a Diós?
¿Qué es sujeción? Pienso que la respuesta correcta tiene que venir de revisar la forma como Jesús obedeció.
II. LA IMPORTANCIA DE LA FE
Y al revisar lo que Jesús hizo para llegar a la cruz en obediencia y en sujeción, lo primero que hay que mencionar o el requisito más importante de todos se llama: FE.
Sólo el que verdaderamente confía en el amor de Dios se sujeta y le obedece. Lo opuesto es; todo aquel que confía en satanás se sujeta a satanás y obedece lo que satanás ha enseñado que se debe hacer en el mundo.
Dicho de otra manera: Nuestra fe siempre nos sujeta a aquel o a aquello en que confiamos.
Y entonces la evaluación de nuestra sujeción se puede hacer preguntándonos: ¿Que tanto confiamos en Dios, y que tanto confiamos en lo que el mundo nos ha enseñado como lo bueno para nuestra vida?
Que es igual a preguntar: ¿Qué tanto buscas lo que Dios tiene para ti y que tanto buscas lo que tú crees que necesitas del mundo para ser feliz?
Hacer esta clase de evaluaciones puede ser algo complicado, porque en realidad se trata de descubrir que tanto confiamos en Dios, y la escritura dice que este es un asunto muy complicado y engañoso en el corazón del hombre.
Sin embargo también dice la escritura que su palabra penetra hasta partir el alma y el espíritu y nos permite discernir los pensamientos en lo profundo de nuestro corazón.
Por ejemplo: ¿Qué tan obediente está siendo usted al siguiente mandato:
Colosenses 3.1–4 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
A veces uno pregunta a los cristianos: ¿Cuáles son las cosas de arriba que estás buscando? Y se quedan cortos de palabra…. Pero si uno pregunta: ¿Cuáles son las cosas de esta tierra que quieres alcanzar? allí si hay claridad…
Y la pregunta entonces es: ¿Si ni siquiera tienen los objetivos correctos será que hay confianza y por lo tanto sujeción a Dios?
Diferente a nosotros el Señor Jesús obedeció en sujeción porque confió en su padre. Y cuando decimos que el Señor Jesús confió en su padre, estamos diciendo que confió en lo pactado con el, es decir en sus promesas. Una de ellas anunciada en un salmo profético dice:
Salmo 16.10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Esta promesa implicaba que después de haber pagado el castigo por nuestros pecados, el sería resucitado por su Padre… Y es lo que menciona la escritura cuando dice:
1 Corintios 15.3–4 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
“Conforme a las escrituras” es una forma de decir “Conforme a la voluntad de Dios” Y por supuesto esa confianza en lo prometido por su padre, es la que le permite estando en la condición de hombre, ser obediente hasta la muerte sin perder la sujeción.
¿Confiamos lo suficiente en Dios, su amor, su poder, su sabiduría, para estar dispuestos a sujetarnos y vivir obedientemente durante toda nuestra vida? O ¿Nuestra confianza todavía está dividida?
III. DESTRUYENDO LA REBELDÍA
¿Qué es lo opuesto a la sujeción? Lo opuesto a la sujeción es la rebeldía que procede de la incredulidad.
Esa rebeldía por supuesto está argumentada y respaldada de muchas formas, y aunque ninguna es válida, el hombre cree que tiene todas las razones y las justificaciones del mundo para no estar sujeto y no obedecer.
Es tan tenas este engaño en la mente del hombre que la escritura nos da la siguiente instrucción para eliminar esa falta de sujeción, y es la siguiente:
2 Corintios 10.4–5 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
El arma más poderosa que tenemos en Dios es la fe en Dios. Esta confianza en Dios es lo único que puedes derribar esas poderosas fortalezas, compuestas de pensamientos, ideas, argumentos y sobre todo una actitud soberbia y altiva y se atreve a pelear contra Dios.
¿Cómo salir de esta esclavitud producida por la incredulidad? Dice que llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…
Es en otras palabras quiere decir: no que cada proyecto debe ser revisado por Dios, no que cada decisión debe ser revisada por Dios, no que cada concepto debe ser revisado por Dios, lo que se nos pide hacer es todavía más profundo que revisar estas cosas, pues dice que debemos revisar cada pensamiento.
Porque los proyectos, las decisiones, los conceptos e ideas son en realidad la suma de pensamientos… Y si pensamientos equivocados los tomamos como ciertos… Entonces no podemos salir del engaño.
Cuando alguien dice: Pobre familia se murió el papá. ¿Sabe usted cuántos pensamientos equivocados hay en el corazón de esta persona para que llegue a decir con naturalidad algo como eso? Muchos.
Cuando usted dice con un tonito de queja: ¿huy se dañó el carro? Sabes cuantos pensamientos equivocados hay en su corazón para decir eso de esa manera? Muchos.
Cuando no logra obtener algo que deseaba y ustedes se entristece…¿Sabe cuántos pensamientos equivocados hay en su corazón para que tome esa actitud? Muchos.
Cuando usted no se goza en las pruebas: ¿Sabe cuántos pensamientos equivocados hay en su corazón? Muchísimos.
Y todos esos pensamientos equivocados proceden del mundo, más concretamente del maligno, y entonces trate de imaginar a una persona llena de pensamientos malignos tratando de sujetarse a Dios. Imposible.
¿Y porque tenemos todos esos pensamientos equivocados? Pues porque no confiamos en Dios lo suficiente para revisar nuestra manera de pensar a la luz de su palabra.
Y creo que para los de esta iglesia que llevan tiempo el pecado es más grave porque hace cuánto tiempo recibieron la enseñanza del árbol de la ciencia del bien y del mal… Y todavía no la aplican a sus vidas, porque no la creen, porque no confían en Dios ni en lo bueno de lo que el quiere hacer de ustedes.
IV. RENUNCIANDO
Contrario a esto el Señor Jesús si confiaba en su Padre, confiaba en las promesas, confiaban en el plan, en el método… Y por eso lo primero que hace el Señor es renunciar. Volvamos a leer:
Filipenses 2.6–8 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
El Señor Jesús renunció a su posición de Dios para convertirse en hombre, y renunció a su condición de hombre para convertirse en el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Eso quiere decir que si alguien quiere vivir en sujeción a Dios, tiene que renunciar. Y si no lo hace aunque pueda obedecer, la obediencia será una tortura que dañará su corazón en lugar de bendecirlo.
Cualquiera que obedezca a otro sin renunciar a lo que el desea hacer, verá la obediencia como la culpable de no poder hacer lo que quiere… Ver a la obediencia como algo malo.
Recuerdo el hijo de un pastor que le decía a su padre; ”Cuando sea mayor no tendré que obedecerte” la pregunta es: ¿cuánta renuncia había en su corazón mientras obedecía?
Por esto el señor Jesús no sólo renunció dándonos ejemplo, sino que también nos lo enseñó como un requisito básico para relacionarnos con él.
Y no lo hizo con los cristianos maduros en la fe, sino con las multitudes, con los simpatizantes, con aquellos que apenas comenzaban a acercarse, el les decía:
Lucas 14.25–27 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Y después de dar un par de ejemplos del fracaso de aquellos que no calculan bien los costos, el del hombre que quiere construir una torre o el del hombre que va a la guerra, vuelve y dice:
Lucas 14.33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Eso quiere decir que si usted no renuncia a vivir la vida que usted ha soñado vivir, entonces esos sueños y deseos serán un estorbo para hacer la voluntad de Dios.
Más aún esos sueños y deseos producen sordera, de tal manera que las personas mientras no renuncian a sus sueños, ni siquiera pueden escuchar en verdad lo que Dios tiene que decirles. El Señor Jesús le decía a los judíos que habían creído en el, pero que todavía estaban atascados con sus propios pensamientos…
Juan 8.43–44 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.
La gente del mundo y muchos creyentes no son conscientes de que sus sueños de vida fueron forjados por el Diablo… Y se aferra a ellos como si fuera la gran cosa, pero precisamente esto es lo que hay que ver a la luz de la verdad para salir del engaño.
Pero respecto del ejemplo que Jesús nos dio y de lo que nosotros debemos hacer, es importante que veamos que hay una enorme diferencia; pues Jesús renunció a todo lo bueno para venir como el cordero de Dios a pagar el precio por nuestra salvación.
Mientras que nosotros a lo que debemos renunciar es al pecado, a la idolatría, a la obstinación de querer vivir haciendo nuestra voluntad, y todas estas cosas a las que debemos renunciar todas nos hacen daño, nos pueden dar una felicidad temporal, pero todas nos destruyen, y con seguridad los que no renuncian van a terminar en el infierno.
O sea que en realidad debemos renunciar a todo lo que no nos conviene, para poder tener la libertad de hacer lo que si nos conviene y nos beneficia hasta la eternidad.
¿Estamos dispuestos a renunciar para poder vivir en sujeción y obediencia? O ¿todavía hay al amor al mundo que nos impide vivir en sujeción?
Pero si va a renunciar para vivir en sujeción, por favor renuncie con fe.
Y con esto quiero decir que si por ejemplo usted renuncia a su carrera para hacer la voluntad de Dios… No se le ocurra pensar que ha renunciado algo bueno por obedecer a Dios, porque eso sería menospreciar lo más valioso que podemos hacer, que es hacer la voluntad de Dios.
Cuando una mujer renuncia a su soltería, a su familia, a su carrera, para vivir en sujeción a un hombre respaldándolo en todo, y dejando todo lo demás, no está perdiendo, a no ser que se este cansado en contra de la voluntad de Dios.
Porque renunciar para hacer la voluntad de Dios nunca es una decisión que trae perdida, sino oportunidad de hacer lo más valioso para nuestra vida, que es la voluntad de Dios.
Ojo con esto, el que cree que está renunciando a algo valioso por hacer la voluntad de Dios, tiene cientos de pensamientos equivocados, del diablo en su cabeza, que le hacen ver que hay cosas mejores que hacer la voluntad de Dios.
V. PARA OBEDECER HASTA EL FINAL
Si confiamos, si renunciamos a vivir como el mundo enseña, entonces tendremos libertad para obedecer, y esa obediencia, de acuerdo al ejemplo que nos dio el Señor Jesús tiene que ser una obediencia hasta el final…
Si revisamos el versículo anterior al primer pasaje que leímos, éste dice:
Hebreos 5.7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
Los enemigos de Jesús querían apresarlo hace tiempo, pero el conociendo el tiempo de Dios se escapaba una y otra vez, pero este pasaje menciona el momento crucial donde al entregarse sería crucificado.
Jesús esta en el huerto de los olivos, sabe que va a recibir el castigo por nuestros pecados y como el asunto no es nada fácil, está orando a su Padre con un gran clamor, llorando, rogando, suplicando…. Y dice que su oración fue escuchada gracias a su temor reverente.
O sea que por un lado está el castigo más espantoso que alguien pueda recibir, el castigo por los pecados de la humanidad (algo que me parece imposible de comprender) pero en el otro lado de la balanza; un temor reverente hacia su Padre.
¿Temor reverente respecto de que? La escritura nos muestra:
Lucas 22.41–42 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
El pasaje continúa mostrándonos que Jesús estando en agonía oraba cada vez más intensamente, y su sudor como gotas de sangre caía en la tierra… Y lo que entiendo, es que aunque Jesús no quería ir a la Cruz, pues sabía el castigo que recibiría, sin embargo había algo mucho más importante para el y era el temor reverente de querer, sin importar el precio, de hacer la voluntad de Dios.
¿Es la voluntad de Dios lo más importante para nuestras vidas? Es tan importante la voluntad de Dios que ya aprendimos a hacer la mejor oración que podemos hacer, que es: “Pero no se haga mi voluntad sino la tuya”
Señor deseo esto, y deseo esto otro y quisiera que fuera esta manera, pero te suplico con mucho temor, temblor, y con todo respeto; que no se haga como yo quiero, sino como tú lo deseas…
¿En todas nuestras oraciones y peticiones es esa la condición suprema… Que sea la voluntad de Dios la que se cumpla?
VI. ES GALARDONADOR DE LOS QUE LE BUSCAN
Cuando Job comenzó a ser tratado por Dios, inicialmente adoro a Dios diciendo que Dios tenía un propósito en lo que estaba haciendo… Pero al pasar el tiempo y aumentar la crisis los pensamientos de Job cambiaron radicalmente y terminó concluyendo que Dios es el que manda, pero que ese Dios injusto lo quería destruir de manera arbitraria. Tan cierto es esto que Señor le dice:
Job 40.7–8 Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás.8¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?
Estas palabras de Dios a Job corroboran que Job estaba convencido de que él era el bueno y que Dios era el malo.
Algunos equivocadamente han tomado así la obediencia. Y entonces la mujer dice que Dios es machista y que por eso a ella le tocó sujetarse un hombre, que además es bruto y no la hará feliz….
Y volvemos a lo mismo sabe cuántos pensamientos equivocados para decir esa frase creyendo que es verdad. Muchísimos.
Y los hijos dicen que les tocó sujetarse a los padres , y pues de malas les tocó vivir la vida de manera infeliz sin disfrutar del mundo…
Y el esposo piensa que le tocó sujetarse a Dios y quedarse con esa bruja con que se caso hasta que la muerte los separe, y nada que ninguno de los dos se muere…
Cuando estas personas obedecen con esa clase de pensamientos por supuesto que estas personas no están sujetas a Dios, porque los planes de Dios no son para destrucción sino para bendición.
El Señor Jesús se enfrentó a lo más difícil que ser humano se pueda experimentar, pero también dice la escritura:
Hebreos 12.1–2 despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
El gozo puesto delante de él, representa todas aquellas cosas buenas que sabía que iba a obtener producto de su obediencia. La salvación del hombre, un nombre sobre todo nombre, la destrucción del imperio de la muerte, el juicio perfecto y justo de Dios…
Es decir Jesús no se quedó mirando la Cruz, su humillación y su dolor, también vio la resurrección.
Pero contrario a esto muchos creyentes se quedan mirando con tristeza los pecados que abandonan y no están esperando la bendición de Dios… Quien obedece así no está sujeto al plan de Dios por lo tanto tampoco está sujeto a Dios.
Si usted está obedeciendo y no está esperando la bendición de Dios entonces usted no está sujeto a Dios… Porque Dios asegura:
Hebreos 11.6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan
El texto dice que debemos creer que Dios está ahi, y que premia a los que le buscan.
Siempre que obedezcamos a Dios tenemos que tener la absoluta certeza de que seremos bendecidos, si no pensamos de esa manera estamos llenos de pensamientos del diablo.
Pero cuando piensen en la bendición, tengan mucho cuidado, porque la bendición de Dios que debemos esperar por causa de nuestra obediencia en sujeción, no es una bendición que se vea.
La verdadera bendición de Dios está en la transformación de nuestra vida para llegar a ser semejantes a EL.
VII. LA SUJECIÓN A DIÓS IMPLICA SABER CÓMO NOS COMUNICA SU VOLUNTAD
Estamos diciendo que la sujeción a Dios es el resultado de colocar la fe en El. Esto como hemos visto implica que estamos dispuestos hasta el final de nuestros días a hacer la voluntad de Dios para que el haga su voluntad en nosotros.
Nosotros le obedecemos con buena actitud y el trasforma nuestro corazón.
Esto quiere decir que parte de la sujeción es estar muy pendientes de cuál es la voluntad de Dios, como ya vimos, ”El prestar atención” es el requisito previo para poder hacer la voluntad de Dios.
En este orden de ideas lo que sigue es que debemos saber con claridad como Dios nos comunica su voluntad…
Y sabiendo cómo Dios nos comunica su voluntad debemos estar pendientes y sujetos a esos instrumentos usados por Dios para decirnos cuál es su voluntad.
¿Cuáles son esos instrumentos usados por Dios para comunicarnos su voluntad?
Por supuesto, el primero, y no es un elemento es:
- DIOS
Y estar sujeto a Dios mismo es en realidad haber nacido de nuevo. Por lo tanto si usted no ha nacido de nuevo tiene que comenzar por ahí, clamándole a Dios por su salvación reconociéndolo como s el Señor, reconociéndose como un miserable pecador, y aceptando el perdón por sus pecados.
- SU PALABRA
Estoy hablando de las escrituras, por supuesto bien interpretadas, y teniendo en cuenta los tiempos, y estamos bajo el tiempo del NUEVO PACTO.
Conozco a muchos que conocen mucho de las escrituras pero ignoran mucho del Nuevo Pacto, eso es grave tan grave que muchos se van a condenar por esto…
- SUS AUTORIDADES
Por supuesto los textos que hablan de esto abundan como es que hemos estado revisando:
Romanos 13.1–2 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 2De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
O este otro:
Hebreos 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
Pero sujetarse a las autoridades más que estar pegadas a ellas aunque hay que hacerlo para poner atención, es entender que esas autoridades son exactamente lo que nosotros necesitamos para ser tratados por Dios en nuestros pecados y salir victoriosos.
Ese esposo con esos defectos y pecados es lo que usted como esposa necesita, si usted lo cree reconociendo su propia maldad, usted podrá crecer espiritualmente, pero si no piensa de esta manera ese mal esposo la llevará a desobedecer a Dios trayendo condenación para su vida.
Cuando oigo que los cristianos se traumatizan al tener que relacionarse con las autoridades, esos traumas no son sino pecado de incredulidad, al no aceptar su propia maldad ni reconocer los instrumentos que Dios usa para bendecirlos.
Por eso lo correcto es que en lugar de ir contra la autoridad, vaya en contra de su pecado y deje que Dios los sane.
Por supuesto esto no sólo tiene que ver con los esposos y las esposas sino con todas las autoridades y nuestra relación con ellas… por eso es que quien se opone a la autoridad, resiste al trato de bendición que Dios le quiere dar, y si resiste al trato se enfermara más. Eso es a traer condenación para usted mismo….
Acepte su autoridad como el cirujano como la enfermera que Dios usa para sanarlo, y haga todo lo que ellos le ordenen, siempre y cuando esté de acuerdo con la voluntad de Dios. Si no está de acuerdo con la voluntad de Dios, no haga caso, pero siga aceptando el trato de bendición, siga sujeto a sus autorida
- SU SOBERANÍA.
El cuarto elemento indispensable para mantenernos sujetos a Dios, es reconocer su absoluta soberanía, que esta enseñada de forma muy explícita a través de toda la escritura por ejemplo:
Lamentaciones 3.37–39 Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? 38¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? 39¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
La enseñanza del diablo es que Dios permite que sucedan muchas cosas, la enseñanza de las escrituras es que Dios ordena todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Si usted es de los que piensa que Dios permite que sucedan ciertas cosas usted no está sujeto a Dios, porque Dios no permite si no ordena, y por si alguno tiene dudas, el texto dice que lo que al hombre le parece bueno o malo todo procede de Dios.
Si usted es de los que piensa que de Dios vienen las cosas buenas y del diablo las malas respecto de las cosas que suceden a su alrededor, usted no está sujeto a Dios.
¿Y sabes cuantas mentiras del diablo hay en los que piensan así? Muchas.
Y son esas mentiras las que no permiten creer, una de las promesas más espectaculares que la mayoría de los cristianos se sabe pero no cree:
Romanos 8.28–29 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Absolutamente todo lo que nos sucede ayuda al espectacular plan de Dios para cada uno de nosotros… Y como esto es cierto, es la razón por la cual Dios quiere que le demos siempre gracias por todo y en todo…¿Porque como no darle gracias de todo corazón sintiéndonos verdaderamente agradecidos por tanta maravilla?
Se murió gracias Señor, lo robaron gracias Señor, Se ganó la lotería gracias señor, esa es fácil…
Porque aunque las cosas que sucedan destruyan nuestros planes ayudan al plan perfecto de Dios que es el único que realmente vale.
No está sujeto a Dios el que se queja, el que vive aburrido, sin gozo, es que no tiene metas espirituales en su vida, el que no le agradece de todo corazón a Dios por su vida y por todo lo que le sucede, no está sujeto a Dios.
Y por supuesto no está sujeto a Dios quien no le obedece…
Pero si no sujetamos a él, nuestra vida ira de gloria en gloria creciendo en el Señor, conociéndolo cada día más, siendo fortalecidos con todo su poder.