LA IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD – PARTE 3

LA IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD  3

 

I.  INTRODUCCIÓN

Hay conceptos básicos en la vida cristiana que nunca debe ser olvidados,  pienso que tan básicos como cuando uno le dice a su hijo pequeñito que está jugando en un charco lleno de lodo y bichos; “Hijito no bebas agua de charco”.  La pregunta es: ¿Cuando somos maduros o cuando somos viejos si podemos beber agua de charco? Por supuesto que no.

 

Lo hemos visto varias veces, lo seguiremos viendo, la escritura nos enseña la suprema importancia de la obediencia:

Hebreos 5.8–10  Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;  olvidados

 

El Señor Jesús a través de una obediencia absoluta a su padre, hasta la muerte, obtuvo para nosotros la salvación eterna. Ojo, no cualquier clase de salvación, sino una salvación que nos libró de una condenación eterna para darnos una vida eterna en su presencia, pero esa salvación sólo puede ser obtenida y disfrutada a través de la obediencia, que produce la fe en Jesucristo.

Ese es un concepto básico como el agua de charco. El cristiano que le cree al Señor, comienza a obedecerle, y continúa toda la vida creyéndole más y más a Diós y obedeciéndole más y más, y eso no va a cambiar jamás, porque aún en el milenio, cuando gobernemos en su presencia, también vamos a seguir obedeciendole por los siglos de los siglos.

Lo normal es que comencemos como bebés aprendido a obedecer a nuestros padres, luego tenemos toda la vida para seguir aprendiendo a obedecer, a los profesores, a los jefes en el trabajo, al esposo en el matrimonio, a las diferentes autoridades colocadas por Dios, y cuando nos llegue la muerte y resucitemos, seguiremos obedeciendo por los siglos de los siglos.

 

Y si de eso se trata nuestra existencia: ¿Será importante la obediencia?

 

Al comenzar mi vida cristiana eso fue lo que entendí. Me dije: “he vivido toda mi vida ignorando a Diós, si estoy mal no me puedo quejar, por eso voy a obedecer a Dios para dar oportunidad a que el me muestre su amor”… Funcionó!!

 

Y como era en serio que había tomado este asunto de Dios, comencé a hacer lo que Dios dice que debe hacer toda persona, por lo tanto comence a orar, a leer las escrituras, y a reunirme con cristianos maduros para que me enseñaran… Y con algo tan sencillo como eso mi vida comenzó a cambiar.

Si alguien entiende que no ha confiado en Dios lo cual se evidencia en que no le ha obedecido, la primera decisión que tomará será la de obedecerle, y entonces se hará la pregunta del millón: ¿Cómo sé qué es lo que Dios quiere que yo haga?

En este tiempo es fácil responder la pregunta, pues Jesucristo vino a dar testimonio de la verdad, y cuando partió nos dejó el Espíritu Santo, para que él nos guiará a toda la verdad a través de su palabra escrita, y así poder saber momento a momento, que es lo que Dios quiere que hagamos.

Eso quiere decir que no hay disculpas, porque si alguien quiere, tendrá a su alcance todas las herramientas para saber cuál es la voluntad de Dios para su vida, y así poder tener y disfrutar de la salvación eterna

 

 

II.  LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR A LOS PROFETAS

Pero en los tiempos antiguos el asunto era más complicado, pues Dios, diferente a lo que ocurre bajo el Nuevo Pacto, no le daba su Espíritu a todos, si no solamente a algunos hombres para usarlos como sus mensajeros, de tal manera que los hombres pudieran entender la voluntad de Dios.

Siento esto así: ¿Qué tan importante era que escucharan y creyeran a estos profetas enviados por Dios?

 

Creo que no hay duda que escuchar a los profetas enviados por Dios era lo más importante que pudieran hacer los hombres. Y eso es exactamente lo que Dios comunicó a través de uno de sus profetas cuando dijo:

Jeremías 9.23–24  Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.

 

Los hombres menosprecian la dirección de Dios, porque en su embrutecimiento no tienen ni idea de la condenación que se cierne sobre sus vidas…   Si pudieran ser conscientes de esto, lo cual les haría apreciar la salvación, entonces escuchar la voz de Dios se convertirá en un asunto de máxima prioridad para sus vidas.

Esto se puede resumir en que la gente no cree en el infierno. Y a eso usted le puede añadir que el papa dice que el infierno no existe, los testigos de Jehová también dicen que no existe, y en general los hombres piensan que lo más grave que les puede pasar es morirse como un perro y ya.

 

Y no tienen ni idea que cuando se mueran, es cuando realmente comenzan su existencia. A través de uno de sus profetas, el profeta Daniel Dios comunicó:

Daniel 12.2  Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

 

Imaginemos un virus mortal contra el cual no hay absolutamente ningúna vacuna ni remedio, y ese virus va a acabar con absolutamente toda la humanidad, e imaginemos que un hombre recibiera de parte de Dios la única solución… La pregunta es: ¿Será importante escucharlo y creerle?

¿De que serviría la solución si nadie lo escucha o los que lo escuchan no le creen? Pues de absolutamente nada.

 

 

III. DIOS RESPALDANDO A SUS MENSAJEROS

Es por esta razón que podemos ver en la historia de la humanidad y su relación con Dios a través de los profetas, que Dios dio un tremendo respaldo a sus mensajeros, porque la salvación de la humanidad despedia de cuarto creyeran en el mensaje que ellos comunicaban

Y por eso vimos en el estudio anterior, como Dios defendió a Abraham, como hizo lo mismo con Moisés, llegando a un a abrir la tierra para tragarse a los rebeldes a su autoridad,  y como defendió y dio autoridad a su profeta Elías, que cuando fue menospreciado e irrespetado por el rey que se atrevió a darle órdenes, este hombre para mostrarle la autoridad de Dios que había en el, oro y cien soldados fueron consumidos por fuego del cielo.

Decíamos la semana pasada que si cualquiera de nosotros se relacionará con un hombre que es capaz de orar para que Fuego del cielo consuma a los que no lo respetan, o para que se abra la tierra y se lo trage a uno por rebelde, seguramente los trataríamos con mucho respeto.

Y aún comentábamos que si alguna de ustedes las mujeres fuera la esposa de este hombre, seguramente no le subiría la voz, no le abriría los ojos, no le daría órdenes, le tendría su comidita a la hora que es, y lo atendería como es debido, pero no se atrevería a regañarlo…¿Por qué? Por ser conscientes de la tremenda autoridad que hay en él por la presencia de Dios.

Aún cuando el pueblo de Dios por su incredulidad y pecado fue disciplinado por Dios y llevado en cautiverio con sus profetas, allí también Dios respaldó a sus profetas.

 

Tenemos la historia de Daniel, el cual por no hacer caso a un edicto del rey Belsasar que le prohibía orar a su Dios, fue echado en el fozo de los leones…. Su rey que lo apreciaba y lo quería salvar trató y no pudo…  fue a la mañana siguiente al foso a ver qué había ocurrido y:

 

Daniel 6.20–24  Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? 21Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. 22Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. 23Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios. 24Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.

 

Protección sobre natural pero también venganza. Pero además de esta protección y venganza de quienes lo querían destruir, El resultado fue:

Daniel 6.26  De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin.

 

Y esto mismo ya había ocurrido con otro rey, Nabucodonosor quien construyó una estatua y quería obligar a todos a adorarla y los amigos de Daniel se negaron, por lo cual terminaron en el horno de fuego ardiendo…. El resultado:

Daniel 3.28–30 Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. 29Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste. 30Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

 

Ante todo esto la pregunta importante es: ¿Quiere Dios que respetemos a sus autoridades?

Y la respuesta indudablemente es que si, que debe haber sujeción absoluta a las autoridades, y una obediencia relativa dependiendo de si lo que ordenan es o no la voluntad de Dios.

 

 

IV.  ELISEO

Todas estas historias espectaculares muestran la grandeza de ser siervos de Dios, pero hay otra historia de este respaldo de Dios a sus siervos que me gusta mucho y es lo que pasó con Eliseo, que fue el sucesor de Elías, el que achicharraba soldados.

 

Eliseo fue el sucesor de Elias, y comenzando su ministerio lo primero que hizo fue el milagro de sanar unas aguas amargas convirtiéndolas en saludables. Luego cuenta la escritura:

2º Reyes 2.23–25 Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube! 24Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos. 25De allí fue al monte Carmelo, y de allí volvió a Samaria.

 

Y este pasaje me gusta mucho, precisamente porque creo que a muchos les parece espantoso. Y les parece espantoso porque piensan que lo que los muchachos hicieron, pues es cosa de muchachos que le gusta hacer bromas y les dio por burlarse del calvo… Y pues no era para asesinarlos.

El problema es que el calvito…era un ciervo de Dios. Y ellos al burlarse se estaban burlando de la autoridad de Dios.

Ahora: ¿Cree usted que Dios de manera injusta dio un castigo exagerado?  ¿Quiere usted saber qué tan grave es lo que estos jóvenes hicieron?

Pues imagínese la escena donde dos osos despedazan a 42 jóvenes…  imaginé la angustia de ellos, imagínelos corriendo y los osos persiguiéndolos y despedazandolos…. Y tal vez algo entienda acerca de la gravedad de lo que hicieron.

Ahora: ¿Qué se puede esperar de unos jóvenes que se burlan de la autoridad colocada por Dios… Cual cree usted que sea la influencia de personas así en la sociedad, y cual sea su destino final?

Más aún: ¿Cómo cree usted que estos jóvenes que se burlaban del profeta hubieran educado a sus  hijos?¿Cree usted que los educarían en el temor del Señor? Por supuesto que no.

Y si pensamos en el dolor de los padres recogiendo los pedazos de lo que los osos dejaron: ¿Cree usted que esos padres que no educaron a sus hijos en el temor de Dios, merecían tenerlos, o fue bueno que les fueran quitados?  ¿Acaso Dios nos da hijos para hacer de ellos criminales?

¿Qué cree usted que aprendieron los muchachos que lograron sobrevivir? ¿Cuál cree usted que sería la actitud de estos jóvenes si se volvieran a encontrar al profeta?

¿No cree usted que este hecho llevo a los habitantes de esta región a reconsiderar el respeto que debía tener por Dios y por sus profetas?

Eso a nivel local, pero a nivel mundial, ¿Qué pasaría si los hombres de Dios usados para traernos la escritura no hubiera sido respaldados por Dios de manera poderosa y milagrosa? ¿Acaso la palabra de Dios hubiese llegado a nosotros? Pienso que no, y esto implicaría que la humanidad estaría irremediablemente perdida.

 

Pero como el deseo de Dios es para salvación de todos los hombres, por eso de forma milagrosa a ha protegido a sus autoridades.

 

 

V.  BAJO EL NUEVO PACTO

Pero todo esto ocurrió bajo el Viejo Pacto, por eso es muy importante que veamos bajo el Nuevo Pacto, cuáles son los cambios que Dios ha hecho respecto de este asunto.

 

En el evangelio de San Juan encontramos que dice:

Juan 1.1–3  En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

 

Es evidente que este pasaje está hablando de Jesucristo y un poco más adelante dice:

Juan 1.14  Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

 

Y no hay duda, que Jesucristo el hijo de Dios, que vino a la tierra es la máxima autoridad de Dios para los hombres… Desde tiempo atrás estaba profetizado a través de Moisés:

Deuteronomio 18.18–19  Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. 19Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.

Insisto, no hay duda, es la máxima autoridad y quién no escuche a Jesucristo, a Diós tendrá que dar cuenta.

 

Y después de su vida en la tierra cuando se fue, el escritor de la carta los hebreos nos confirma la importancia de escuchar a Jesús, pues dice:

Hebreos 2.1–4  Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

 

Esto fue tan claro para los discípulos de Jesús, que el apóstol Juan predicaba y decía:

Hech 4.12  Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Pero no sólo el Señor Jesucristo fue la máxima autoridad delegada por Dios sobre la tierra para que pudiéramos conocer su voluntad, sino que sus discípulos luego fueron delegados por Jesús como la autoridad, como los encargados de comunicarnos la voluntad de Dios, y para qué el asunto fuera tomado en serio les dijo:

Mateo 18.18  De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

 

Esa es una delegación de autoridad tremenda, es decir si ellos decian que hay que hacer y los hombres no lo hacian a Dios tendrian que dar cuenta.

 

Teniendo claro esto, la pregunta que quiero que nos hagamos es: ¿Cómo le fue a Jesús máxima autoridad de Dios sobre la tierra? ¿Es decir; recibió el respaldo de Dios y la protección poderosa que los profetas en la antigüedad recibieron?  La escritura nos cuenta:

 

Hech 2.22–24  Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; 24al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.

 

El Señor Jesús fue muerto, y dice el texto que no fue porque Dios se descuido, pues aclara que fue entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios… Es decir Dios dejó que lo mataran.

¿Era Jesús más grande que Moisés o Elías, Eliseo o Daniel? Por supuesto era más grande que todos. Entonces: ¿Porque Dios no lo defendió?

 

Y la verdad usted podrá contestar con toda certeza que Jesús murió en la Cruz porque era necesario que muriera por nuestros pecados. Eso es por puesto absolutamente cierto. El mismo Señor Jesús dijo cuando fue arrestado y uno de sus discípulos trato de  defenderlo:

Mateo 26.53–54  Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? 54¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?

 

OK Jesús murió por nuestros pecados, era necesario y era el único que lo podía hacer…  Pero sus discípulos no tenía que morir por nuestros pecados, o sea que a ellos les fue mejor, mucho mejor ??

Qué pasó con sus discípulos? ¿Cómo fue el respaldo que recibieron estos hombres  que eran autoridad delegada de Dios al vivir sobre la tierra?

Pues la historia nos enseña que aunque en algunos eventos fueron protegidos milagrosamente, de todos modos el final para ellos fue que murieron en manos de sus enemigos como mártires…

Y entonces yo vuelvo y pregunto: ¿Por qué Dios no los defendió? ¿Porque si eran la máxima autoridad después de Jesús, los encargados de comunicar el Nuevo Pacto, porque Dios no los defendió?

 

Bajo el viejo pacto leemos cosas como esta:

1º Reyes 13.4  Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar.

 

Pero contrario a esta continua protección milagrosa, bajo el Nuevo Pacto el Señor Jesús les advirtio a sus discípulos que eran la máxima autoridad delegada por el:

Juan 16.2–4  Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. 3Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. 4Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho.

 

Cuando comence mi vida cristiana me enseñaron acerca de la protección poderosa de Dios sobre mi vida, protección que evitaría atracos si yo invocaba la sangre de Cristo, o salvarme de situaciones en las cuales podría perder la vida, o que si mis enemigos conspiraban contra mí delante de mí caerían…  recuerdo uno de los textos:

Isaías 54.14–16  Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y del terror, porque no se acercará a ti. 15Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.

 

Y por supuesto al estudiar la historia de los profertas de Dios protegidos milagrosamente era fácil creer que esa misma protección estaría sobre mi vida…

Y por creer esto, más de una vez cuando hemos sido con mi esposa agredidos en el misterio, hemos estado esperando el fuego del cielo que acabe con nuestros detractoresY no a llegado; entonces decimos que el Señor es muy paciente pero que algún día llegará, si no con osos aunque sea con ratonesPero tampoco; contrario a esto, hasta les va mejor que a nosotros

Y cuando voy a la escritura a buscar respuesta, lo que encuentro es que me está pasando lo mismo que vivieron los discípulos de Señor, y lo mismo que están viviendo muchos cristianos en este tiempo en Oriente, que están siendo asesinados por su fe.

Es decir aunque si tenemos testimonios de provision, protección o sanidades, de todos modos en términos generales cuando hacemos la voluntad de Dios, se cumple lo que Señor pronosticó.

 

Escuchaba que hay nueve centros de entrenamiento en Estados Unidos donde los musulmanes enseñan a odiar a los cristianos y a los incrédulos y están preparando a los niños en el uso de las armas para que en su tiempo asesinen a los demás…

 

Pero el Señor Jesús no sólo pronosticó que podíamos ser muertos por nuestros enemigos los incrédulos, y en esta época por el estado islámico o por cristianos de mala doctrina, sino que añadió:

Mateo 10.28  Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

 

Que la muerte, lo peor que nos podía pasar, si pasaba, no era ningún problema.

¿Qué es lo que hace que la muerte, lo más espantoso que los hombres creen que les puede suceder, no sea ningún problema para nosotros?

La respuesta es: que hay algo muchísimo más importante que la vida y la muerte, y eso más importante es la salvación.

 

Que incluye por un lado la justificación o el perdón de todos nuestros pecado, y por otro la transformación de nuestra vida para llegar a la estatura del Señor Jesucristo.

 

Los hombres que no han entendido lo importante que es la salvación, pueden ser considerados los más miserables de este planeta así estén llenos de dinero, poder, sabiduría, o así estén viviendo ellos unas vidas espectaculares, porque en cualquier momento y de manera inevitable les llegara la muerte y junto con ella la condenacion eterna.

 

 

VI.  ¿QUÉ ES LO QUE DESEAS?

La pregunta que debemos hacernos de corazón es: ¿Qué preferimos?

Gozar de la protección que gosaban los profetas de Dios, de tal manera que cualquiera que nos irrespete sea achicharrado con fuego del cielo, o aparezcan unos osos y se los traguen, o que se abra la tierra y se hundan sus casas con ellos adentro…

O que vivamos una vida llena de problemas, pruebas o tribulaciones, no como consecuencia de nuestros pecados sino para edificar nuestra vida y llevarnos a la estatura de Nuestro Señor…

 

El apóstol Pablo escribe a sus discípulos diciéndoles:

2 Tesalonicenses 1.3–5  Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; 4tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. 5Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.

 

Por supuesto el asunto no se queda así, es decir no sólo seremos bendecidos a través de las persecuciones o tribulaciones, el apóstol continúa y dice:

2 Tesalonicenses 1.6–10  Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, 7y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron

 

 

VII. ¿Y LA AUTORIDAD?

La pregunta es: ¿Cree usted que por que Dios dejó de defender de esta forma poderosa a sus autoridades entonces la autoridad ya no es importante?

La respuesta es no. Es más me atrevo a decir que ahora la autoridad es más importante, y por lo tanto irrespetarla termina siendo enormemente perjudicial para nuestras vidas.

Pero claro; no nos va a caer un rayo por irrespetar a nuestros padres, o si en la iglesia nos rebelamos y vamos contra el pastor, no se va a abrir la tierra y se va a tragar nuestras casas con nosotros adentro, o si murmuramos no nos va caer lepra….

Pero les aseguro que toda mala actitud contra la autoridad perjudicará enormemente su vida espiritual.

 

Y su vida, crealo o no, depende fundamentalmente de su salud espiritual, no del dinero, ni de la salud, la familia, ni absolutamente nada, sino solo de su vida espiritual. La escritura dice:

Gálatas 6.7–8 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna

 

La escritura enseña que, la naturaleza de la carne es rebeldía pura contra la autoridad de Dios, sembrar para la carne es vivir en desobediencia a Dios y a sus autoridades y eso inevitablemente traerá corrupción a su vida.

Y esa corrupción es la incapacidad de disfrutar del poder de Dios frente a las circunstancias, razón por la cual tu vida dependerá de lo que suceda a tu alrededor y no del Señor que está en tu corazón.

Pero el que siembra para el espíritu, y eso implica vivir en continua y absoluta sujeción a Diós y a las autoridades… Cosechará vida eterna, que es un estilo de vida que sólo los hijos de Dios pueden vivir, cuando como resultado de vivir sujetos al Señor y a sus autoridades crecen espiritualmente.

Es por esto que aparentar ser un buen cristiano en la iglesia no sirve para nada, porque la realidad será que su vida interior será una porquería comparado con lo que Dios quiere que viva, ya que la auténtica vida cristiana que se vive en sujeción a Dios y a las autoridades, es como dice la escritura:

 

Romanos 14.17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

 

¿Cómo  disfrutar de paz y gozo en el Espíritu Santo? Sólo haciendo la voluntad de Dios. Lo único justo es hacer la voluntad de Dios, y no es posible hacer la voluntad de Dios si no hay sujeción a la autoridad.

Cuando no hay sujeción, entonces no queda sino rebeldía y en rebeldía no se puede servir a Dios.

Recuerde a aquellos que predicaron, echaron demonios e hicieron milagros, pero que por no estar sujetos a la autoridad de Dios terminaran en el infierno…

Si estos que hicieron milagros, echaron demonios y predicaron, terminaran en el infierno por no estar sujetos…¿Dónde cree que termine?…

Una buena esposa que no vive sujeta a la autoridad… pues sin duda terminará en el infierno.  Un buen esposo que no vive sujeto a la autoridad… terminará el infierno.  Un buen hijo que no vive sujeto a la autoridad, terminará en el infierno.

 

La escritura enseña que sólo se salvarán aquellos que reconozcan a Jesús como el Señor, y no hay discusión que quien lo reconoce como Señor se sujeta a su autoridad y a las autoridades que él ha delegado… Por eso dice la escritura, lo hemos leído varias veces:

Romanos 13.1–2 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 2De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.

 

Hablando de este tema le preguntaba a mi esposa: ¿Conoces alguna esposa rebelde que sea madura en el Señor, y viva con ese gozo y esa paz que sobrepasa todo entendimiento, independiente de las circustancias? Y la respuesta es no.

Las esposas que no se sujetan a sus esposos no crecen espiritualmente, porque al no haber sujeción acarrean condenación para sí mismas.

Por supuesto pueden hacer muchas cosas como cristianas pero no disfrutan de la paz y el gozo de Dios en medio de las circustancias, no pueden, viven a pesar de todo su conocimiento una vida carnal, sufriendo por cosas que un cristiano maduro no sufre, sino que se goza y sigue creciendo.

Y no sólo no crecen espiritualmente, sino que cada vez son más cansonas, alegonas, argumentadoras, quejumbrosas, y hasta se jactan de “Ahora yo si no me dejo”…

Y entonces yo pregunto un cristiano cuando madura espiritualmente aprende a soportar las flaquezas de los demás… O el crecimiento espiritual lo lleva a decir; “Ahora no me dejo

Cuando una mujer crece espiritualmente soporta con más facilidad las debilidades de su marido o de sus hijos.

Pero cuando no se sujeta se convierte en la mujer gotera que destruye su relación matrimonial, porque no tiene en mente crecer espiritualmente, sino que todo su alrededor se acomode a su favor.

 

Un cristiano que no se sujeta es igual a un niño consentido… Y que los niños consentidos dice la escritura:

Proverbios 29.15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.

 

La vara y la corrección representan la sujeción que da crecimiento espiritual… Ser consentido representa la falta de sujeción que traerá vergüenzas porque lejos de crecer, su corazón se corrompe cada vez más.

He visto muchas mujeres que cuando realmente se sujetan a sus esposos, ellas crecen espiritualmente y disfrutan de su matrimonio aunque sus esposos no mejoren…

Cuando no hay sujeción, ellas sólo ven los errores de su esposo, cuando hay sujeción crecen espiritualmente y comienzan a ver las cualidades.

Cuando un esposo se sujeta a Dios se goza en ayudar a su esposa a crecer espiritualmente…

Pero cuando un esposo no se sujeta Dios, se queja de su esposa, magnífica sus defectos, y no la ayuda espiritualmente… Y claro, vive mal por rebelde, pero él cree que vive mal por la esposa que tiene.

 

Quienes no se sujetan a sus autoridades no crecerán espiritualmente jamás, y si esa es su forma de vida lo más seguro ni siquiera son cristianos.

 

Un joven que no se sujeta a sus padres no crecerá espiritualmente… Podrás conocer más Biblia Y aún podrás hablarle a los demás del Señor pero no crecerá espiritualmente si no hay sujeción en su vida.

 

Pero: que es realmente la sujeción y cuál es su diferencia con la obediencia….  continuará.

 

 

 

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