Related media

SEGURIDAD DE SALVACIÓN – PARTE 2 LA RAZÓN PARA BUSCAR A DIOS

I. INTRODUCCIÓN

La semana pasada estuvimos estudiando acerca de la protección de Dios, y es muy posible que muchos de los que me escucharon nunca había oído algo similar, porque parte de la enseñanza que nos da la escritura, es que aunque Dios esté con nosotros, aunque nosotros tengamos mucha fe y por lo tanto usemos de palabras positivas, o aunque nos portemos supremamente bien haciendo la voluntad de Dios, eso no asegura que seremos protegidos de enfermarnos, de sufrir crisis económicas, de perder familiares, de ser atacados o perseguidos…

Sin embargo esta enseñanza no debe extrañarnos en lo más mínimo porque cuando leemos las cartas doctrinales, y cuando vemos la historia de los discípulos de Jesús, vemos que ellos a pesar de ser los hombres más espectaculares en el cristianismo, tanto que como he mencionado cada una de las 12 puertas de la Jerusalén celestial va a tener el nombre de uno de ellos… Sin embargo ellos se enfermaron, tuvieron crisis económicas, fueron perseguidos y aún murieron como mártires.

Al ver esta realidad lo que más bien me parece increíble es que algunos cristianos insistan en que los cristianos están protegidos de estas cosas. Y es por esta razón que sé que muchos han recibido enseñanzas completamente opuestas, donde dicen que si Dios está contigo tranquilo, si tú tienes fe mucho mejor, y si estás haciendo su voluntad no hay duda que te irá supremamente bien en todo.

Al dar esta enseñanza, que seguramente a algunos les caerá como dicen “pedrada en ojo de tuerto”, es posible que algunos sean engañados por Satanás, ya que al considerar estas cosas materiales cómo lo más importante, y al saber que no hay una protección absoluta sobre estas cosas, entonces piensen que no hace falta buscar a Dios.

Lo que algunos que han pasado por esta iglesia me han dicho es más o menos: Si Dios no me va a proteger de ese tipo de cosas a las que le tengo miedo, si Dios no me va a prosperar, es decir si Dios no va a hacer las cosas como yo quiero, si no me va a respaldar; entonces no hay razón para buscarlo, tampoco vale la pena esforzarse en creerle, ni mucho menos en obedecerle.

Sin embargo la verdad respecto de esto es; que no hay mayor bendición que estar con Dios ya que es lo único que asegura nuestra salvación eterna.

igualmente no hay nada tan valioso como aprender a confiar en El, por qué nuestra fe en El dice la escritura que es mucho más preciosa que el oro. Y si el oro por su valor en el mundo puede dar muchos beneficios a quien lo posea, la fe siendo mucho más preciosa traerá beneficios muchísimo más grandes. 

Y la obediencia a Dios como resultado de esa fe, es tan, pero tan importante que es lo único que Dios acepta. De tal manera que quien no le obedece por más que diga que esta con Dios, no sólo se va a perder muchas bendiciones, sino que si no se arrepiente se va a condenar, porque la falta de obediencia muestra que también falta la fe, qué es la que nos permite obtener la salvación.

Y si no y si nos preguntamos: ¿Por qué Dios si puede darnos beneficios eternos inimaginables gracias a su sabiduría y poder. Porque entonces no protege de una manera absoluta nuestras posesiones materiales, nuestras familias, nuestra salud?, 

Para entender este asunto es necesario que renovemos nuestro concepto del bien y del mal, de lo que es bueno y de lo que es malo, para así poder tener claridad acerca de las diferentes bendiciones que recibimos de Dios.

Para explicar esto hace muchos años le coloque el nombre de bendición animal, a las bendiciones que recibimos de Dios simplemente por ser sus criaturas. Y la llamé “bendición animal” porque es la misma clase de bendición que reciben los animales. Esto lo podemos ver en un salmo qué dice:

Salmo 104.27-29 ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios. 25 He allí el grande y anchuroso mar, en donde se mueven seres innumerables, seres pequeños y grandes. 26 Allí andan las naves; Allí este leviatán que hiciste para que jugase en él. 27 Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.  28 Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien. 29 Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, y vuelven al polvo. 

Lo que dice es que absolutamente todos los seres creados por Dios, además de recibir la vida también reciben el sustento, la protección, la capacidad de reproducirse. Me parece increíble que este salmo explica que los animales entienden que esto es de esa manera, por eso ellos esperan que Dios los sostenga.

También dice que así como Dios los sacia de bien, en el momento en que Dios esconde su rostro se turban y dejan de ser.

Cuando digo que me parece increíble que los animales reconozcan estas cosas, es porque la mayoría de los hombres no entienden ni reconocen que su vida, y todo lo que reciben depende de Dios.

Cuando a este tipo de bendición que tiene que ver con las cosas materiales, con la salud o con la familia, le coloque el nombre de bendición animal, lo hice porque el hombre sin Cristo, en ciertos pasajes de la escritura es descrito como si fuera un animal.

Y No hay duda que es Dios quién le da la vida al hombre, quien le da su salud, su provisión y quien le permite reproducirse al igual que sucede con los animales.

Y cuando Dios dice que hacer llover sobre justos e injustos, está hablando de que este tipo de bendición material, no sólo la reciben los creyentes por ser hijos de Dios, sino que la reciben absolutamente todos los seres humanos sin importar su condición moral o espiritual.

Los satanistas, los sicarios, los violadores, los políticos, todos los malos y los que llamamos buenos, todos reciben de Dios la vida, la familia, el sustento, el abrigo… Sin importar su comportamiento, su fe, o su obediencia a Dios.

En otras palabras no es necesario estar con Dios, no es no es necesario creerle y obedecerle para recibir este tipo de cosas. Y más aún, no importa que una persona niegue o maldiga a Dios, de todos modos Dios le sigue sustentando.

Según esto si todos los seres humanos sin importar si son creyentes o incrédulos reciben estas cosas de Dios, entonces es obvio que no hace falta buscar audios para obtener este tipo de cosas.

Y si no hace falta buscar a Dios para obtener este tipo de cosas, entonces tener esas cosas materiales no puede ser la razón para buscar a Dios.

El Señor Jesús lo enseñó muy claro en las palabras dadas a aquellos, que por haber recibido pan, volvieron a buscarle porque quería más pan. El Señor Jesús corrigió su mala actitud cuando les dijo:

Jn 6.26-27 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

Los milagros o señales dadas por Jesús, tenían como objetivo mostrar que él era el hijo de Dios, para que los hombres obtuvieran de El, la vida eterna. Pero estos hombres obsesionados con las cosas materiales como ocurre con muchos, desperdiciaban la oportunidad de estar con el Señor y por eso él los exhorta a trabajar, es decir a relacionarse con Dios no por la comida que perece, sino por las cosas que permanecerán por la eternidad.

Hoy podemos encontrar a muchos que a causa de los milagros recibidos siguen con el Señor, porque el Señor los sano, porque el Señor les dio la provisión de manera abundante, porque el Señor los protegió… Pero tristemente creen que eso es todo lo que pueden recibir de él, y están desperdiciando la oportunidad de recibir y disfrutar de la vida eterna.

 

Pero lo que vemos en la escritura muestra que es obvio que la razón para acercarse a Dios, no es para obtener la comida que perece, no es para obtener las cosas materiales, ni la salud, no es ni siquiera por tener una familia, porque como lo enseña la escritura, ésas cosas las recibimos aunque no lo busquemos. Ademas Dios también le hace milagros a los incrédulos.

Por eso la unica razón para buscarle es para obtener la vida eterna.  Y esa vida eterna es Jesucristo, al cual debemos conocer cada vez más, en el cual debemos confiar cada vez más, y como consecuencia obedecerle cada vez más. Porque eso es lo que va a transformar nuestro carácter, nuestra vida, además nos dará tesoros en el cielo, y la autoridad para gobernar en el milenio cuando estemos allí con El.

Ahora: ¿Cual es el propósito de todas estas cosas materiales que recibimos de parte de Dios?

No hay duda que en primer lugar, aunque no es lo más importante Dios nos da todas estas cosas para mantenernos vivos.

Pero además de esto Dios le tiene un uso mucho más importante a todas estas cosas que El nos da, y es el usarlas para motivarnos a buscarlo a él y así obtener la vida eterna.

El problema en la actualidad, es que así como cuando Jesús hizo muchos milagros pero la gente se quedaba con los Milagros, y no entendían que lo importante era reconocer a Jesús como su Señor y Salvador… hoy persiste esta misma mala actitud en la mayoría de los corazones de los hombres.

Y es por esa mala actitud, por esa ceguera espiritual, por esa escala de valores tan equivocada que los hombres y aún los creyentes, insisten en enseñar esa mala doctrina de que si andamos con Dios, en todas esas cosas nos va a ir bien. 

Este tipo de pensamiento es en cierto modo respaldado por la justicia de los hombres, que se enseña en prácticamente todas las culturas, diciendo que; él que se porta bien, le va bien. 

Pero aunque eso es lo que se enseña, eso no es lo que vemos que pasa en el mundo, pues cómo podemos ver en la escritura y en la vida, algunas veces funciona otras veces no, por lo tanto no es una ley mucho menos respaldada por Dios.

Yo creo que cuando el hombre murió espiritualmente en el paraíso, se aferró de una manera tan enfermiza a las cosas materiales que por eso le cuesta muchísimo trabajo entender que la vida no depende de estas cosas…

Por eso veo mucha dificultad en los hombres para creer esta verdad, dificultad que también podemos ver en algunos de los profetas de Dios, en los cuales es obvio que no entendían qué es lo importante en la vida, y por eso se quejaban, precisamente porque a algunos de los malos les iba bien y a algunos de los buenos y les iba mal. Por ejemplo Jeremías discutía con Dios diciéndole:

Jeremías 12.1  Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?

También es cierto que esta doctrina de la prosperidad material sale del viejo pacto, donde las promesas por obedecer a Dios incluían esta bendición animal o material. Pero lo que muchos creyentes ignoran y parece que voluntariamente, es que este viejo pacto fue reemplazado por el Nuevo Pacto, que tiene promesas muchísimo mejores, gracias a la vida, ministerio, muerte y resurrección de Jesucristo. En la escritura podemos leer que dice del viejo pacto o pacto de la ley:

He 7:18–19  Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia 19(pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. 

El viejo pacto con sus promesas y sus requisitos fue eliminado para darnos una mejor esperanza. Y un poco más adelante dice de esa nueva esperanza o Nuevo Pacto:

Hebre 8.6-7 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. 

Para entender porque son mejores estas promesas del Nuevo Pacto sólo tenemos que preguntarnos, qué es más importante: ¿Una buena vida próspera pero muy muy corta sobre la tierra… O una eternidad gloriosa en la presencia de Dios?

Si una persona escoge una vida muy próspera y muy corta sobre la tierra, renunciando a una eternidad en la presencia de Dios… que es igual a decir, por obtener una eternidad en el infierno. No hay duda que pensaríamos que esta persona está mal de la cabeza.

Pero quiere decir esto: ¿Qué una vida próspera sobre la tierra me lleva inevitablemente hacia el infierno? La respuesta es no. La prosperidad no obliga a la condenación… Hay gente muy pero muy rica que es cristiana y es muy fiel a Dios.

El dueño de las excavadoras Jhonder fue prosperado por Dios de tal manera, que aunque al comienzo él era muy fiel con su diezmo, llegó el momento en que comenzó a dar el 90% de sus ingresos para la obra de Dios, porque el 10% con el cual se quedaba era más que suficiente para vivir.

Conozco cristianos con ingresos muy altos que son fieles en sus diezmos… Aunque no todos. Por esto mismo es que cómo dijo Jesús, son pocos los ricos que se salvan, porque la gran mayoría de ellos colocan su esperanza en la riquezas y no en Dios. Eso quiere decir que la prosperidad a muchas personas las hace olvidarse de Dios. Son fieles mientras ganan un poco, pero al aumentar sus ingresos muchos dejan de serlo.

Y por esto, por qué la prosperidad aleja a muchos de Dios, en la escritura podemos leer lo que Dios tenía que hacer con el pueblo de Israel para que se acercara a él… Y dice:

Sal 78:34–35. Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios; Entonces se volvían solícitos en busca 

suya,35y se acordaban de que Dios era su refugio, y el Dios Altísimo su redentor.36Pero le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían; 37 Pues sus corazones no eran rectos con él, ni estuvieron firmes en su pacto. 

No hay duda que hoy pasa exactamente igual. En los terremotos, en las epidemias, en las circunstancias difíciles todos creen en Dios… Pero como sus corazones no son rectos, cuando pasa la crisis, también pasa su deseo de buscar a Dios.

Y cómo Dios sabe lo importante que es la vida eterna aunque el hombre no lo entienda, y por eso no la busque, entonces Dios toma lo que somos, lo que hacemos, y lo que tenemos, y con todo esto hará lo que sea necesario, para motivarnos a buscar a Dios sinceramente de tal manera que crezcamos espiritualmente.

Y entonces si necesitamos un jalón de orejas, por más que cuidemos nuestra salud podemos enfermarnos. Y si la enfermedad no nos acerca a Dios, entonces en lugar de enfermarnos puede tomar nuestras finanzas y llevarnos a una crisis económica para que pongamos atención a lo que estamos haciendo.

Y si esas cosas no funcionan porque no nos acercan a Dios, entonces Dios puede provocar una crisis familiar, con la esposa, con los hijos u otros familiares… En resumen Dios puede tomar nuestros ídolos que son los que precisamente nos alejan de Dios, y quebrarlos para buscar salvarnos. 

Y si ya somos salvos pero nos detenemos en nuestro crecimiento espiritual, Dios hará lo mismo para buscar que crezcamos espiritualmente.

Un respaldo bíblico de esto que estoy diciendo, donde Dios tomo todo; finanzas, salud, familia, es muy claro en la vida de Job.   Y si miramos qué clase de hombre era Job, la escritura nos cuenta:

Job 1.1. Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. 

Y nuevamente es muy clara la enseñanza. Todas estas calamidades no le pasaron a Job por ser malo, o por ser incrédulo, o por ser desobediente.  Al contrario; era un hombre íntegro, recto, deseoso de hacer las cosas de manera correcta, que se apartaba del mal. Sin embargo Dios consideró necesario tocar todo lo que había a su alrededor para bendecir su vida dándole crecimiento espiritual…

Por esta razón, aunque podemos decir que no estaba haciendo nada malo a los ojos de los hombres, perdió todas sus riquezas, perdió toda su familia, menos a su esposa la cual lo regañaba por no maldecir a Dios, a quien culpaban por todo lo sucedido, en lo cual tenían razón.

Pero el final de la historia de Job, es que él reconoce su pobre conocimiento de Dios, y se alegra de ahora poder ver a Dios, al cuál quiere seguir, para seguir conociéndolo, entendiendo que no hay absolutamente nada mejor para el hombre que conocer a Dios, no sólo en este tiempo, sino para la eternidad.

Cuando los hombres no entienden el propósito que Dios tiene con sus vidas, ni tampoco entienden como Dios usa las cosas materiales para que se sientan motivados a acercarse a El, entonces no logran entender lo que sucede en sus vidas, no entienden el porqué de los resultados de las cosas que hacen, y llegan aun a pensar que la vida es muy injusta, que es igual a pensar que Dios es injusto.

Y por esto, en el libro de Eclesiastés, donde el escritor hace un análisis muy inteligente y muy objetivo sobre lo que pasan en la vida de los hombres, él llega a la siguiente ineludible conclusión. Dice así:

Ecclesiastes 9:11  Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino qué tiempo y ocasión acontecen a todos. 

En otras palabras lo que está diciendo es que los que tienen más capacidad, o son más fuertes, sabios, prudentes o elocuentes… No pueden asegurar el logro de sus objetivos… Sino que dice el: “Tiempo y ocasión acontecen a todos 

Y esta frase “tiempo y ocasión acontecen a todos” no solo da a entender que a algunos les funciona y a otros no, sino que cuando a alguno le funciona y logra sus objetivos, puede al pasar el tiempo llegar una época en que nada le funcione. Además el escritor aclara que así es la vida de todos los hombres.

Y como a cualquiera le puede suceder que haciendo las cosas bien le vaya mal. O que haciendo las cosas mal le vaya bien… El escritor más adelante concluye que da lo mismo ser rico o pobre, inteligente o bruto, bueno o malo, porque de todos modos los hombres aunque crean que si, no pueden controlar los resultados, y la prueba más clara de esto es que todos terminan en la tumba.

Como el escritor no entiende que los resultados no dependen de si hacemos las cosas bien o mal, sino de Dios que tiene el control y usa los resultados para hablar a nuestro corazón, el termina concluyendo que le es imposible al hombre saber qué es lo que realmente va a pasar. Eso escribe:

Ecclesiastes 9:12  Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; cómo los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.  

Al decir que el hombre no conoce su tiempo, lo que en realidad está diciendo es que los hombres no saben porque a veces les va bien y a veces les va mal.

Por eso cuando un creyente sólo busca la bendición material, lo que puede suceder es que aunque haga todas las cosas muy bien, y aunque obedezca a Dios respecto de estos asuntos materiales, si no ponen atención a su vida eterna, a su crecimiento espiritual, entonces Dios se verá obligado a mover las cosas a su alrededor para llamar su atención.

Eso no quiere decir como ya mencioné antes, que inevitablemente vendrá la tragedia, la tristeza o el dolor, porque sólo Dios sabe qué es lo que cada uno necesita. A algunos Dios los motiva dándoles muchas cosas, a otros los motiva quintándoselas… Pero independiente de lo que Dios haga, siempre tendrá como propósito bendecir nuestro crecimiento espiritual, y es por eso que nos a  dado la siguiente promesa que dice:

Romanos 8:28–29 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 

En esta promesa Dios nos asegura que absolutamente todo lo que nos suceda, nos va a ayudar o va a ser de beneficio, para que se cumpla en nosotros el plan que Dios tiene, de hacernos conforme a la imagen de su Hijo Jesús.

Y Dios, precisamente porque nos ama no se detendrá. Eso quiere decir que si nosotros entendemos el valor de la vida eterna, y el valor del plan que Dios tiene para nosotros, no nos vamos a afanar por absolutamente nada de lo que suceda a nuestro alrededor, sino que nos vamos a alegrar de lo que Dios hace, porque tendremos la certeza de no importa lo que suceda, eso traerá bendición a nuestra vida.

Y entonces no nos importara si Dios nos hace millonarios, o si nos sostiene apenas con lo necesario. Tampoco importara si tenemos una maravillosa salud o si escasamente respiramos, o sí tenemos una familia numerosa que nos ama o estamos solos… Por qué sabemos que todo será de bendición para nuestra vida espiritual.

Pero el otro lado de la moneda, es que si no nos importa la bendición espiritual, si pensamos que Jesús vino a morir por nosotros para darnos todas esas cosas materiales en abundancia, cuando Dios comience a mover las cosas a nuestro alrededor, no nos sentiremos amados por Dios, todo lo contrario, pensaremos que Dios es nuestro enemigo que está dañando nuestros planes…

Digo esto con certeza, porque la promesa dice que; “a los que aman a Dios” es decir a los que desean vivir en la voluntad de Dios, todo lo que les suceda será de bendición. Pero si no deseamos hacer la voluntad de Dios, lo que suceda será un estorbo para nuestra voluntad.

Algunos cuando escuchan con claridad este mensaje que proviene del Nuevo Pacto se asustan, y comienzan a pensar que sería terrible que Dios los tratara de esa manera… Sin embargo hay más promesas, como por ejemplo, que Dios nunca nos dará un tratamiento que no logremos entender o sobrellevar…

Y si usted se está preguntando, qué de qué sirve disfrutar de la vida eterna si anda pobre, arrastrado, enfermo y solo… La respuesta es: Que el que disfruta de la vida eterna disfruta de la vida de una manera espectacular sin importar su condición.

Además como ya mencioné, no es necesario vivir pobre arrastrado y enfermo para crecer espiritualmente y disfrutar de la vida eterna, eso depende en cierto modo de nuestra disposición para conocer a Dios. Por eso el Señor Jesús le dijo a alguien, después de sanarlo:

John 5:12–14 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? 13Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. 14Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. 

Este hombre llevaba 38 años enfermo… El Señor lo sano, pero luego la advertencia da a entender que su enfermedad tenía relación con su pecado, y por eso el Señor Jesús le advierte, que no debe pecar más, para que no le suceda algo peor.

Pero esa no es la situación de todos, no todas las enfermedades vienen por pecado. Al menos no pecado del cual seamos conscientes. En el caso de Job no se nombra ningún pecado, en el caso de Daniel y sus amigos tampoco se nombra pecado, y sin embargo fueron llevados en esclavitud.

El apóstol Pedro, hablando de las situaciones difíciles por las cuales podemos pasar los cristianos, para que se cumpla el plan que Dios tiene con nosotros, dice:

1 Peter 2:18–20 Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. 19Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. 20Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. 

Otras otras palabras; si nos va mal porque estamos haciendo las cosas mal pues eso aunque también puede ayudar a corregir nuestra mala actitud o nuestro pecado, pues no trae la misma bendición, que a aquel que haciendo las cosas bien, pasa por situaciones difíciles que dan crecimiento a su vida espiritual.

Ahora: Una de las señales de la falta de entendimiento del plan que Dios tiene con los hombres, lo podemos ver aún en los creyentes, cuando los escuchamos que con facilidad dicen; Dios me sano. Pero no se escucha que digan; Dios me enfermo. También dicen; Dios me próspero. Pero no se escucha decir; Dios me arruinó. Dios me dio esposa, o hijo, o el trabajo, pero no se escucha decir Dios me quitó todas estas cosas.

¿Porque les cuesta trabajo reconocer algo tan obvio? Porque tienen un concepto completamente equivocado de lo bueno y de lo malo. Y como saben que Dios no puede hacer algo malo, lo cual es cierto. A esa concepción errónea del bien y del mal le añaden otro error, y es el de culpar al diablo por lo que les sucede, que les parece malo.

El argumento de estos pobres cristianos que no entienden lo que realmente es valioso, es que creyendo que la salud es muy importante, al igual que la riqueza, la posición, la familia, etc. Piensan que si alguien daña esas cosas que son tan importantes para vivir una buena vida, no puede ser otro que Satanás. 

Claro que la gente que no conoce a Dios le echa la culpa a los hombres, y a la naturaleza, pero los creyentes culpan al diablo.

Y aún encuentran, como vimos la semana pasada argumentos bíblicos para respaldar su mala interpretación de la vida. Por ejemplo: 

Job 1:12  Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

Y entonces ellos enseñan que el culpable de que Job perdiera absolutamente todas sus cosas fue Satanás. Pues Satanás salió de la presencia de Dios y acabó con todo, y luego volvió por más:

Job 2:6 al 7 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. 7Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.

Y si Satanás es el que está destruyendo esas cosas tan importantes para nuestra vida, entonces hay que hacer una guerra espiritual, hay que atar, reprender y mandar a Satanás a lo profundo de los infiernos, para que no toque nada de lo que estos hombres consideran tan valioso.

Y entonces se hacen vigilias, ayunos, cadenas de oración, para formar una muralla y que Satanás no toque “los tesoros” de los hombres. Pero todo esto que hacen es completamente equivocado. Es más yo ni siquiera me atrevería a llamarlo cristianismo. ¿Por qué? 

Porque si miramos bien estos versículos, es evidente que es Dios quién autoriza a Satanás a hacer estas cosas, por lo tanto el verdadero culpable de toda esa situación es Dios… Y Satanás solamente fue el instrumento… No el responsable. 

Si yo cojo un palo y le doy a usted un garrotazo en la cabeza; ¿Quién tiene la culpa? ¿Quién fue el responsable de que le hicieran un chichón en la cabeza? Si alguien contesta que el responsable es el palo; ¿Qué pensaría usted de esta persona que da esta clase de respuesta?

Y si esta persona se dedica a destruir este palo con el cual yo le pegué; ¿Que evitaría que yo tomara otro palo más grande y por burro le diera más duro? 

Eso es lo que están haciendo muchísimos llamados cristianos. Dios toca las cosas que son valiosas para ellos, y en lugar de entender lo que Dios quiere hacer, se enfrentan en tremenda batalla espiritual… Según ellos contra el diablo.

Pero la realidad es que sin saberlo están realmente batallando en contra de Dios. Por eso dije que eso yo no lo llamaría ni siquiera cristianismo. ¿Cómo puede ser cristianismo una serie de prácticas que van en contra de la voluntad de Dios?

¿Y porque esta gente no entiende eso qué están haciendo? ¿Será que es algo muy profundo que es difícil descubrir en la escritura? No. Esta verdad, de que es Dios el responsable de absolutamente todo lo que sucede a nuestro alrededor, es enseñada través de muchos pasajes como por ejemplo:

Isaías 45:6 al 7 para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, 7que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.

Éxodo 4:11  Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?

1 Samuel 2:6 al 7 Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y hace subir. 7Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece. 

Es importantísimo que no olvidemos en ningún momento, que el hombre es un ser eterno, y la vida en esta tierra es solo un instante comparado con la eternidad. Esa eternidad de la vida es lo que Dios quiere salvar, pues la vida de todo hombre cuando termine su tiempo en la tierra, tendrá sólo uno de estos dos destinos:

Daniel 12:2  Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

Para vivir esta clase de vida que Dios nos ofrece, no es suficiente entender cuál es el propósito de Dios y cómo trabaja, también es indispensable creer.  La escritura dice:

1 Juan 5:4 al 5 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Por ejemplo; yo puedo explicar que la razón por la cual Dios da y quita muchas cosas es para llevar a las personas a escuchar la voz de Dios, para que escuchándola tomen la decisión de seguirlo.

Entonces yo le hablo a usted de eternidad, de premios, coronas, galardones, de una vida en el milenio y luego una eternidad en la Jerusalén celestial… Y usted no cree nada de eso.

Si no creemos en esos ofrecimientos, entonces no habrá ninguna motivación para seguir a Dios, más aún cuando las palabras de Jesús a los que le querían seguir fueron:

Marcos 8:34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

¿Cree usted que alguien que no cree en la eternidad podrá ver atractivo semejante llamado? Por supuesto que no.

Pero si realmente creemos en todo lo ofrecido por Dios, la confianza en esas promesas nos dará el poder para obedecerle.

Es más, de acuerdo a lo que hemos visto; Imagínese usted que una persona ha perdido ciertas cosas supremamente importantes para su vida. Por esta razón después de haber intentado recuperar de muchas formas lo perdido y no haber logrado nada, decide buscar a Dios.

Imaginemos que el Señor le pregunta: ¿En qué te puedo ayudar? Y esta persona le dice; es que he perdido tal cosa que me hace mucha falta y por eso vengo para que tú me ayudes a recuperarla.

Si usted fuera el Señor y usted y le hubiera quitado eso para tratar de salvar la vida de este hombre; ¿qué le respondería? 

¿Cuál es la verdad? Si el Señor le dijera la verdad tendría que decirle; Yo te quite todas esas cosas porque estás tan entretenido, que ignoras que hay una vida eterna que está en juego y a punto de perderse. 

Pero si esta persona no cree en la vida eterna: ¿Cómo verá ella el hecho de que Dios mismo le haya quitado esas cosas? Pues no podrá ver a Dios como alguien bueno, sino como su enemigo.

Y qué tal que el Señor le continuará diciendo: Eso que te quite es sólo el principio, yo lo que realmente quiero es que tú me entregues lo que te ha quedado. Pero: ¿Por qué el Señor diría algo como esto? Porque su palabra dice:

Marcos 8:35  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

O sea que no sólo debemos aceptar que aquello que Dios nos ha quitado nos estorbaba en nuestra búsqueda de Dios, también debemos entender que todo lo que no le entreguemos, que todo lo que retengamos se convierte en un estorbo para acercarnos a él, y por eso es que él quiere que le entreguemos todo.

Pero recordemos que entregar lo que tenemos al Señor, no es realmente deshacernos de las cosas, sino hacer con cada cosa que tenemos lo que Dios nos dice que debemos hacer. 

Cuando una persona maneja sus riquezas como Dios dice, se entiende que esa persona le ha entregado a Dios  sus riquezas.

Cuando una persona hace con su familia lo que Dios le dice que debe hacer, esa persona le ha entregado su familia al Señor. Así sucede con cada cosa que Dios nos ha dado, con los dones, los talentos, las oportunidades, la vida misma. Y es por eso que Jesús dijo:

Marcos 8:34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Negarnos a nosotros mismos es entregarle todo a él. Lo contrario es que cuando manejamos a nuestro antojo lo que Dios nos ha dado, es lo contrario a negarnos a nosotros mismos, es negarle a Dios lo que hemos recibido de él. Y si eso hacemos, la pregunta que el Señor Jesús nos hace es:

Marcos 8:36 al 37 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Ahora: esta enseñanza de la verdadera razón por la cual debemos acercarnos a Dios es muy clara en muchos pasajes de la escritura. En las cartas doctrinales vemos esta enseñanza repetida una y otra vez y por eso la pregunta es: ¿Por qué es que los hombres y aún los cristianos insisten en buscar a Dios por razones que no son correctas?

El Señor Jesús dijo a aquellos que se acercaron con una motivación equivocada:

Jn 6.27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

Y teniendo en cuenta sus palabras, leamos lo que el apóstol Pablo le dice a su discípulo Timoteo respecto del mismo tema. Dice así:

1 Ti 6:3–5  Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad…

Es decir; cualquiera que enseñe que hay que buscar a Dios para obtener prosperidad, no se está conformando, no está de acuerdo con la enseñanza de Jesús y con la verdadera doctrina cristiana.

Y según la escritura quienes hacen eso son personas envanecidas, es decir creen ser lo que no son, no saben nada, son ademas corruptas de entendimiento, es decir no logran entender ni siquiera lo que están diciendo, y por eso hablan delirando como si estuvieran locos o borrachos acerca de cosas que no entienden. Luego continúa diciendo, cuál es la raíz o la parte más grave de su error y dice:

1 Ti 6:5.  disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. 

Muy claro dice que la corrupción de su entendimiento y su ignorancia respecto de la verdad, está en que enseñan que la piedad, la busqueda de Dios es con el propósito de obtener ganancia o prosperidad material, o de hacer de la iglesia un buen negocio. 

Y son tan obstinados y tan idólatras los que enseña esta clase de doctrina, que la orden, es que nos alejemos de esa clase de personas.

La escritura enseña que si sacamos a una persona del error estamos haciendo algo supremamente bueno, pero también enseña que hay cierto tipo de personas a las cuales ni siquiera hay que intentar sacarlas del error sino que hay que alejarse de ellas. Como en este caso.  

Eso quiere decir que cualquiera que asista a una de estas iglesias que promocionan la prosperidad como consecuencia de buscar a Dios, si obedeciera al Señor tendrían que alejarse de esa iglesia… 

Y si no lo hacen, sabiendo cuál es la orden del Señor, es porque en su corazón tiene la misma corrupción en su búsqueda de Dios, que sus maestros. Luego continúa diciendo cuál es la actitud correcta al acercarnos a Dios y dice:

1 Ti 6:6-8  Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 

Que lo que más puede enriquecer nuestra vida espiritual, es buscar a Dios estando contentos con lo que tenemos. Y recordemos que la promesa del Señor si buscamos hacer su voluntad, es darnos lo necesario para vivir, y lo hará de la forma en que más bendición traiga a nuestra vida.

Es decir; podemos descansar confiadamente en que nos dará lo necesario para vivir, de tal manera que sin preocupaciones nos podamos enfocar en sólo hacer su voluntad.

Y luego de decir cuál es la razón para acercarse a Dios, hace una advertencia que es muy seria pues dice:

1 Ti 6:9. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 

El solo deseo de ser rico es pecado y hace que los cristianos caigan en tentación y comiencen a desviarse poco a poco, de tal manera que al final terminan extraviandose de la fe y sufriendo muchos dolores.

El problema no es ser rico, el problema es que el deseo de ser rico muestra que el corazón está mal.

Alguna vez un pastor que dirigía una organización donde asistían como 500 pastores, le escuché decir: “El que no quiera ser rico está oprimido por Satanás” y la mayoría decían aleluya gloria Dios.

La pregunta que nos podemos hacer es: ¿Cómo siendo así de clara la escritura son capaces algunos de enseñar que hay que buscar a Dios para obtener prosperidad? Y la respuesta es: Sólo un corazón corrupto de entendimiento y privado de la verdad puede creer en estas mentiras.

La pregunta para nosotros esta noche es la misma que hizo Jesús…

Marcos 8:36 al 37 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

¿Qué estamos buscando obtener como resultado de acercarnos a Dios?

Ojo con la aclaración que voy a hacer. Dios tiene planeado darnos muchas cosas, como dinero, salud, familia, y muchas cosas más. No es pecado tener estas cosas. La escritura dice: 

1 Timoteo 6:17  A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 

¿Cuál es entonces el problema? El problema es colocar la esperanza de nuestra felicidad y seguridad en aquellas cosas, y no en Dios. Y esta mala actitud que se llama idolatría, hace que los hombres busquemos a Dios para obtener estas cosas. Eso está mal, vimos que Jesús reprendió esta mala actitud en aquellos que le buscaron después de recibir el pan.

Buscar a Dios para recibir esas cosas que él ya ha dicho que nos va a dar es pecado, además no es negarse a sí mismo. Un auténtico cristiano no lo debe hacer.

Pregunto: Si su hijo está parado en la avenida y viene un carro y usted le dice que se suba al andén y él le contesta que no, que él se va a quedar allí; ¿usted qué haría? ¿Se quedaría allí parado mirando como el carro lo aplasta?

La pregunta es: ¿Acaso esperamos que Dios viendo que nos vamos a perder, o qué no estamos teniendo crecimiento espiritual… Acaso esperamos que no haga nada para salvarnos, para ayudarnos a obtener tesoros en el cielo?

¿Acaso pensamos que cuando Dios no hace nada para salvarnos, realmente nos está amando? Por supuesto que no, el amor que Dios tiene por nosotros, lo obliga a tratar nuestra vida para que nos acerquemos a él y obtengamos salvación y vida eterna.

Y podemos tener la absoluta certeza que Dios con ninguno de nosotros se ha equivocado…

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

Estamos en spotify
Síguenos