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LA ORACIÓN EFICAZ

Se que desde pequeños se nos ha enseñado a no ser pedigüeño, para los que nunca han escuchado el término se refiere a una persona que pide alguna cosa con frecuencia o de forma insistente, algunos lo consideran como de mala educación, y realmente la persona que pide de manera insistente puede llegar a incomodar a otros y ser en otros términos un fastidio o inoportuno, los que tenemos hijos sabemos lo fastidiosos que pueden convertirse nuestros hijos con su manera de pedir y les decimos deje de pedir tanto que eso es muy feo, no haga eso, hemos llegado a ver este acto como algo incorrecto, y muchas veces decimos ya te escuche no tienes que pedírmelo dos veces.

Esta actitud nos parece cosa de niños y no nos parece correcta, pero es un pensamiento incorrecto, ya que tenemos la idea del niño fastidioso, pero lo que realmente está mal en el caso de los niños no es que pidan, es mas lo correcto es que pidan especialmente a sus padres, lo que no esta bien es su actitud cuando la respuesta es no, o su defecto un más tarde, ellos tienden hacer berrinche y esto es realmente molesto, y hablo de estas cosas porque hoy quiero hablar acerca de pedir a Dios, y creo que la forma en la que Dios quiere que le pidamos es con la misma insistencia que un niño pide algo que desea, ya que es algo que Dios quiere que hagamos, Dios quiere que le pidamos, y la manera como Dios quiere que le pidamos es de manera constante y sin desfallecer, y quiero enseñar sobre esto ya que pocas veces lo he hecho y creo que es algo importante y fundamental en la vida del cristiano, a veces escucho a pastores diciendo deje de pedir tanto y de gracias a Dios, de hecho tambien he escuchado canciones donde dice no vengo a pedir no vengo a buscar solo vengo a darte, no quiero pedirte nada solo darte gracias, conversaba de este tema con alguien y le decía: no pedir es ir en contra de lo que la palabra enseña, claro está que el problema no está en pedir, si no en aquello que pedimos, veamos algunos versículos donde el mismo Jesús nos ensena:

“También les dijo: «Supongamos que uno de ustedes tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle”; y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: “No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme para darte nada”. Les digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. »Así que Yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. »O supongan que a uno de ustedes que es padre, su hijo le pide pan, ¿acaso le dará una piedra? O si le pide un pescado, ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?».”Lucas 11:5-11, 13 NBLA

Mediante la historia del amigo inoportuno Jesús enseña a sus discípulos la importancia de pedir a través de nuestras oraciones siendo constantes, podemos entender que es necesario pedir para recibir buenas dádivas de parte de Dios, también podemos decir que muchas veces no recibimos porque no pedimos, veamos otro ejemplo:

“Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: «Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. También había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: “Hágame usted justicia de mi adversario”. Por algún tiempo el juez no quiso, pero después dijo para sí: “Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia” ». El Señor dijo: «Escuchen lo que dijo* el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Les digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?».” Lucas 18:1-8 NBLA

Jesús enseña a sus discípulos una historia en la que una viuda mediante su clamor e insistencia recibe respuesta de un juez injusto, aunque en contexto Jesús está hablando de que pidamos a Dios de manera constante por la justicia que él traerá en su segunda venida, no cabe duda que Dios en su soberanía ha predeterminado que a través de la oración, recibamos buenas dádivas que el tiene para nosotros.

Ahora bien he escuchado algunos decir, Dios me da todas las cosas que yo necesito aunque yo no se las pida, y esta afirmación es falsa, reconocemos qué hay cosas que Dios nos da aunque nosotros no se la hayamos pedido, como por ejemplo la provisión de un cordero inmolado, las promesas del nuevo pacto, y otras cosas que algunos reciben de manera particular y que no todos reciben, un milagro, alimento, vestido, etc, en romanos 8:32 Pablo nos dice que así como Dios no escatimo a su propio hijo como no nos dará junto con él todas las cosas, pero en este versículo no dice que nos la dará aunque no se las pidamos, en cambios podemos ver diferentes versículos donde Jesús y sus discípulos nos hablan de la necesidad de pedir a Dios.

Otra creencia que es escuchado es: si Dios ya ha predeterminado en su soberanía y omnisciencia todas las cosas que pasan, además estas cosas obran para bien de sus hijos, de aquellos que le aman, entonces qué necesidad tengo de orar por algo que Dios ya determinó que iba a pasar, y la respuesta está en la misma soberanía de Dios y es que Dios en su soberanía Dios ha predeterminado que a través de la oración recibamos lo que pedimos conforme a su voluntad.

La escritura enseña tanto la predeterminación soberana de Dios como la eficacia de la oración, no son incompatibles entre sí, pues Dios ordena los medios, así como los

fines de sus propósitos divinos. La oración es un medio que Dios usa para que se cumpla su soberana voluntad. RC sproul.

Ahora bien algunos malinterpretan algunos textos, y muchas veces no es con mala intención, yo mismo he pedido perdón a Dios porque por mucho tiempo enseñe cosas que eran incorrectas, y las enseñaba porque creía que realmente eso era lo que enseñaba el texto bíblico pero en este camino el Espíritu Santo me fue guiando a la verdad en cristo, he escuchado algunas personas enseñar de que a través de la oración podemos cambiar la voluntad de Dios, y muchos creyendo esto terminan actuando como si la oración fuera una varita mágica la cual yo puedo usar para lograr mis propósitos, “estoy orando en inglés para que la bendición me llegue en dólares”, muchos usan la oración como si fuera un cajero automático de que cada queorosaleuna“bendición”parami, lleguéapensarqueatravésdeellayopodía cambiar la voluntad de Dios, o simplemente para cambiar una situación que no quería sufrir.

Soy padre de dos hijos, el menor es un pedigüeño, cada que quiere algo va y pide, al contrario el mayor pide muy poco, luego de un tiempo el mayor se me acerca y me dice papá porque tú le das tantas cosas a mi hermano y a mi no?, a lo que con una respuesta muy sencilla respondo porque él me pide y tú no.

Luego de esta experiencia con mis hijos y de principalmente estudiar la palabra, mi corazón se convenció totalmente de que debemos pedir a Dios constantemente, de que Dios quiere que nosotros le pidamos a Él, debemos reconocer que Dios ha dado un poder especial a la oración, es por eso que podemos encontrar versículos como este:

“¿Sufre alguien entre ustedes? Que haga oración. ¿Está alguien alegre? Que cante alabanzas. ¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados. Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho. Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Oró de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.” Santiago 5:13-18 NBLA

Hay muchas cosas que podemos decir de estos versículos pero solo resaltare que el apóstol Santiago nos enseña que existe una oración eficaz que puede lograr mucho, en otra traducción dice: la oración es poderosa, existe una oración poderosa que puede lograr mucho y esa es la oración que Dios quiere que hagan aquellos que le oran.

Ahora bien, la pregunta que debemos hacernos es: ¿la oración eficaz, es poderosa para que? ¿Qué es lo que Dios quiere que yo le pida?, ¿por qué cosas quiere Dios que yo ore?

Y es lo primero que debo preguntarme porque cosas Dios me enseña que pida, y digo esto porque al no enseñar para que tiene poder la oración cada quien la usa para lo que quiere, sin saber si lo que pide a Dios le agrada, el apóstol Santiago pone el ejemplo del profeta elías, un hombre que oró para que no lloviera y no llovió por tres años y medio, luego volvió a orar y llovió, cuando un recién convertido oye estos versículos, puede creer que en Dios encontró el genio de la lámpara que va cumplir sus deseos, y esto es comprensible ya que el que recien esta comenzando todavía en muchas áreas vive según su carne, yo viví este proceso, se me enseñó de esa forma que la oración tiene poder sin decirme para que, y que Dios podía hacer todas las cosas si yo pedía con fe, fue tal mi creencia que mi oraciones se centraba en pedirle a Dios las cosas que mi carne quería, por darles un ejemplo, en la iglesia donde asistía aquel entonces, hacíamos una alborada todos los días a las 6am, un tiempo me fui en bicicleta, otro tiempo en moto, cuando salía y veía nublado empezaba a orar señor detén la lluvia, padre que si llueve yo no me moje, y así sucesivamente hacia la gran mayoría de mis oraciones, a veces no estudia lo suficiente para un examen en la universidad y empezaba a orar, señor guíame en la respuestas, por favor ayúdame a pasar esta materia, y te prometo que voy a estudiar mas, y así son las oraciones de la mayor cantidad de asistentes a la iglesia, oraciones hechas para cambiar las consecuencias de nuestros actos, y para cambiar una situación que no quiero pasar.

Oraciones no eficaces, que no hacen que crezcamos espiritualmente, y esto es porque no profundizamos en las escrituras para aprender correctamente su palabra, sacamos de contexto los versículos, y luego culpamos a Dios de nuestra vida.

Lo primero que quiero hacer es leerles algunos versículos donde se nos pide que oremos y se nos dice por qué orar.

“Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago 1:5 NBLA

“Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias. Oren al mismo tiempo también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también he sido encarcelado,” Colosenses 4:2-3 NBLA

“Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente.” Hebreos 4:16

“Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».” Mateo 26:41 NBLA

Y para terminar el modelo que Jesús enseñó a sus discípulos:

“Aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de Sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos». Y Él les dijo: «Cuando oren, digan: “ Padre, santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino. Danos hoy el pan nuestro de cada día. Y perdónanos nuestros pecados, Porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación” ».” Lucas 11:1-4 NBLA

Cuando estudió los diferente pasajes bíblicos sobre qué pedir y sobre qué orar veo que todos ellos nos enseñan que debo pedir lo que Dios en su palabra ha dicho que quiere para mi vida, en otras palabras debemos orar para que la voluntad de Dios sea una realidad en nuestra vida, debemos orar conforme a la voluntad de Dios.

“Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.”
1 Juan 5:14-15 NBLA

Características bíblicas de una oración eficaz. 1. OrarconformealavoluntaddeDios.

La gran pregunta que muchos se hacen es cuál es la voluntad de Dios y aunque algunos realmente no saben porque son nuevos, otros es que no quieren saber cual es la voluntad de Dios porque no están dispuestos hacerla, y antes de avanzar con esto, quiero mencionar algo que dije anteriormente, que llegue a pensar que podía cambiar la voluntad de Dios con mi oración, y luego me cuestione si la voluntad de Dios es buena agradable y perfecta, porque yo he de necesitar cambiarla, si Dios es perfecto, es amor, es verdad, es vida, no es absurdo tratar de cambiar lo que el ha decidido hacer?, su voluntad es lo mejor para mi vida.

“La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios. Y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya hemos dicho y advertido. Dios no nos llamó a la impureza, sino a la santidad; por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre, sino a Dios, quien da a ustedes su Espíritu Santo.”

1 Tesalonicenses 4:3-8 NVI

Que seamos libres de pecado, que nos apartemos de las obras infructuosas de la carne, que le amemos por sobre todas las cosas, que no hayan ídolos en nuestro corazón, que nos amemos unos a otros como él nos ha amado, que nuestro matrimonio le honre, que nuestra familia le honre, que hablemos verdad en amor, que seamos humildes, que aborrezcamos el pecado, y que prediquemos su mensaje, que hagamos el bien especialmente a los de casa, que escudriñemos las escrituras, que edifiquemos siguiendo sus enseñanzas, que no amemos las cosas de este mundo, etc, la pregunta que debemos hacernos es oramos constantemente sin desmayar por estas cosas?

¿Oró al Señor diciéndole quita de mí este pecado que tanto me hace daño?
Oró a Dios de manera constante para que quite mi egoísmo, para que quite mi incredulidad, Oró fervientemente para que Dios quite mi incredulidad, oro para que Dios quite el adulterio, la pornografia, la lujuria, si el pecado que cometes no te lleva a caer delante de Dios en oración esto solo significa que estás cómodo con el pecado qué hay en tu vida, si tú no oras para que Dios quite el pecado qué hay en tu vida es porque estás cómodo con él, es porque no aborreces ese pecado.

2. Oración con fe

“Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que recompensa a los que lo buscan.”Hebreos 11:6 NBLA

Sabemos que no solo la oración, si no todas las cosas deben ser con fe, y en este punto quiero extenderme un poco porque creo que en esta parte de la fe es donde más enseñanzas sacada de contexto he escuchado. Leamos los siguientes versículos:

“Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; es indeciso e inconstante en todo lo que hace.” Santiago 1:6-8 NVI

“En verdad les digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. Por eso les digo que todas las cosas por las que oren y pidan, crean que ya las han recibido, y les serán concedidas.”Marcos 11:23-24 NBLA

“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
S. Juan 14:13-14 RVR1960

Y para empezar quiero contarles una anécdota familiar, el dia de madre, fuimos a desayunar, el lugar estaba lleno, la orden fue tomada, pasaron 40 minutos y apenas nos trajeron la bebidas, le dije al mesero que si los panes nos lo podría traer ya y

que cuanto tardaba el resto, nos dijo 40 minutos más, le dije por favor si los panes llegan ya, tráelos, y cancela el resto del pedido y tráeme la cuenta por favor, el chico baja y en un par de minutos sube con el pedido casi completo, y le dije y los panes, no se demoran nada fue su respuesta, mi hijo menor me miro y me dijo: que dijo? Le dije, que los panes no demoran nada, pero nada en este contexto no significa nada, nada quiere decir 5 o 10 minutos.

Y cuento esta anécdota para recordarles la sana necesidad de interpretar correctamente las enseñanzas bíblicas, hay muchos versículos donde todo, nada, no realmente quieren decir todo y nada, es necesario leer siempre el contexto en el cual está el versículo, y de hecho en muchas ocasiones es necesario leer otros autores para tener una mejor visión de la enseñanza y poder llegar a una interpretación correcta, de hecho muchos pasajes es posible entenderlos mejor estudiando el contexto histórico que en muchos casos son fuentes extra bíblicas.

Ahora bien meditemos los versículos anteriores:
En el primer pasaje el apóstol Santiago nos enseña que es necesario que haya fe en nuestra oraciones y que no debe haber duda alguna, pero la pregunta es en que debemos tener fe? Ya lo leímos en el versículo anterior:

“Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.”
1 Juan 5:14-15 NBLA

Debemos tener fe en que él nos oye, en que el tiene poder para darnos lo he pedimos conforme a su voluntad, la fe de la que habla Santiago no es para decir tenga fe que ese carro por el que usted esta orando va llegar, siempre enseño algo que aprendí de la biblia y es que la fe no es irracional, la fe va acompañado de la razón, muchos cuando se les menciona la fe piensan en algo irracional o de fantasía, para tener fe debemos tener razones para creer, porque creemos en las promesas de Dios, porque tengo razones para creer que así es, así que la fe que se nos pide para nuestras oraciones, es de que Dios es real, tiene oido atento al clamor de sus hijos, y tiene poder para darnos respuesta, y si pedimos conforme a su voluntad podemos dar por seguro que lo hemos recibido, es por esto que encontramos el siguiente soporte bíblico.

“Ustedes codician y no tienen, por eso cometen homicidio. Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten y hacen guerra. No tienen, porque no piden. Piden y no reciben, porque piden con malos propósitos, para gastarlo en sus placeres. ¡Oh almas adúlteras! ¿No saben ustedes que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”

Santiago 4:2-4 NBLA

Algunas personas tratan de manipular a Dios en este punto, proclamando que recibirán sus peticiones porque ellos suponen que fueron hechas en fe. Pero la oración de fe no tiene que ver con los resultados de la oración. Por el contrario, tiene que ver con la creencia sencilla de que Dios existe, nos escucha y que cada resultado de la oración está en Sus manos soberanas y misericordiosas.

Un pensamiento equivocado sobre la oración eficaz enseña que esta siempre logrará lo que yo quiero. Las respuestas de Dios no siempre son las que queremos y en el tiempo deseado. Aun nuestro Señor Jesucristo, el hombre más justo, oró así: «pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras», cuando pidió ser rescatado de morir en la cruz (Mt 26:39).

“Amo al Señor, porque oye Mi voz y mis súplicas. Porque a mí ha inclinado Su oído; Por tanto le invocaré mientras yo viva.” Salmo 116:1-2 NBLA

“Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y Sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal».”
1 Pedro 3:12 NBLA

3. Oraciónconactitudcorrecta

Ahora bien, hay oraciones que no agradan a Dios, hay oraciones que Dios aborrece, y son aquellas que son producto de corazones altivos, aquellos que no han reconocido su pecado y se creen personas buenas, creen que serán salvos porque se lo merecen, aquellos ni siquiera oran para Dios si no que oran pasa si mismos.

“Dijo también Jesús esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano”. Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “Dios, ten piedad de mí, pecador”. »Les digo que este descendió a su casa justificado pero aquel no; porque todo el que se engrandece será humillado, pero el que se humilla será engrandecido».” Lucas 18:9-14 NBLA

Vemos en esta parábola, una enseñanza en la cual se nos describe un hombre que no reconoce su pecado, y que además mira con desprecio a aquellos que cometen pecado, y hay que gente que ora mucho, pero la motivación de aquellos para hacer sus oraciones son vanas, muchos lo hacen por sentirse buenos delante de Dios, y esto es algo realmente importante, y es que cada uno de nosotros sea consciente de su condición de pecado, y nuestra actitud sea señor por favor, te lo suplico, te lo

ruego, algunos oran exigiendo, reclamando, arrebatando, pero la palabra de Dios nos dice que roguemos que supliquemos.

“Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica.” Salmos 66:18-19 RVR1960

Las palabras que se usan para acompañar la oración son súplica, ruego o clamor.

La palabra “súplica” viene del latín supplicium y significa “acción y efecto de doblar hacia abajo, pedir con humildad y sumisión”. Sus componentes léxicos son: el prefijo sub- (debajo) y plicare (doblar).

El verbo “rogar” viene del latín rogare. Este verbo en principio significaba pedir haciendo un gesto con la mano extendida.

La palabra clamar tiene el significado de “gritar a voces” y viene del latín clamar = “gritar”. Implorando favor o socorro.

Tanto como la palabra súplica, ruego y clamor, todas incluyen humildad, todas incluyen el reconocer la necesidad de que alguien nos ayude, de que nosotros no podemos de que necesitamos algo, en este caso necesitamos de nuestro Dios para que llene nuestra vida.

El oído de Dios está atento a la súplica del pecador.

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros, a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.” Efesios 3:20-21 NBLA

“Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7 NBLA

¿Sabías qué?

La iglesia es una entidad sin ánimo de lucro, por esta razón para funcionar dependemos primeramente de Dios, y de las ofrendas, donaciones o contribuciones que sus miembros, amigos o simpatizantes quieran hacer, lo cual, si Dios lo coloca en tu corazón puedes hacer a través de las siguientes opciones.

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